DOLOR DOLOR Y MAS DOLOR
-¡Por mi culpa! … Por mi culpa… él ya no estaba aquí. ¡Que estupida!... ¡Tal vez Harry nunca me lo perdone! ¿Por qué?... Sirius tenía muchas mejores cosas que hacer en este mundo que yo. Yo soy la que debería estar muerta… ¡soy un asco de Auror! –Tonks rompió en llanto mientras se recostaba en su cómoda cama.
Sentía tanta impotencia por aquel hecho que no se apartaba de su mente
"eres una incompetente Tonks, ¿cómo? ¿Cómo has podido dejar que tu primo…?"
Su llanto era cada vez más fuerte. Se sentía tan mal, se sentía culpable, torpe, inútil, todo lo peor que se puede sentir.
Un hombre alto, bastante delgado, de cabello castaño con algunas canas entro a la habitación donde Tonks se encontraba.
-Tú no eres la culpable de lo que ha pasado –dijo él mientras le acariciaba el cabello, el cual ya no era rosa chillón como solía serlo, se estaba tornando gris y sin vida
Tonks se volvió, y vio a demacrado Lupin sentado a un lado de cama. Se le veían los ojos hinchados de tanto llorar. Tonks lo miro conteniendo las ganas de gritar.
-¿Qué no es mi culpa? ¡Como no va a ser mi culpa, sino hubiera dejado que esa… esa… ¡esa maldita!... hay Lupin, yo soy la que debería de estar muerta… no sé ni como voy a presentarme ante Harry…- le dijo a Lupin llorando a mares.
-Harry no opina que tú tengas la culpa, tú sola estas echándote una responsabilidad encima… -la tomo de las manos, tonks no paraba de llorar – los dos sabemos que luchamos, hacíamos lo que teníamos que hacer, y no hay otra cosa más que aceptar lo que es nuestra realidad, él esta muerto. –tonks grito, Lupin la abrazo con gran fuerza.
Tonks se aparto de repente. Miro a Lupin que también lloraba y le dijo con tono de desesperación:
-no me dejes sola hoy, Remus, no quiero caer en un hoyo negro, Remus, por favor, no quiero estar sola…
Lupin la vio asustado, estaba demasiado alterada… la muerte de Sirius le había afectado demasiado. Él también se puso de pie y la volvió abrazar mientras le dijo:
-Tonks, Hoy seré el guardia de tu sueño, no te preocupes, estarás bien, ya no llores por favor, o yo también llorare y moriré deshidratado –tonks soltó una débil risa, Lupin también sonrió mientras le acariciaba el cabello – vamos, recuéstate te traeré un poco de té para los nervios ¿esta bien?
Tonks lo miro asustada, no quería que él se apartara de su lado, y no le solto la mano
Lupin sonrió
-volveré rápido, estate tranquila.
Tonks le solto la mano, él salio y cerro la puerta, ella dejo escapar unas cuantas lagrimas más. Se levanto y fue directo a su baúl. Saco un viejo álbum fotográfico. En las páginas se veían a diferentes personas con Tonks hasta que en la última página encontró lo que buscaba. Una fotografía de Siruis y Remus sonriendo y jugando, ellos no tendrían más de 17 años. Tonks observo la fotografía mucho rato y la beso, tras eso la volvió a guardar y cerró el baúl.
Volvió a la cama, Lupin ya se había tardado, miro a su alrededor y sintió una horrible sensación de gritar, golpear y romper todo lo que ahí se encontraba. ¿Qué se sentiría matar? ¿Cuál era el placer que podía provocarle a alguien? Como si estuviera en trance volvió a levantarse y saco su varita, sin objetivo defino apunto.
Remus entraba en esos momentos con él té en las manos, y veía como Tonks apuntaba en donde él estaba.
-ava…
-expelliarmus! –grito primero lupin. La varita de tonks salió por los aires y el té caía al suelo.
Ella se desplomo, mientras Lupin la abrazaba para que no cayera.
-Remus, perdóname… yo… yo no… yo no… -decía entre sollozos
- Lo sé, lo sé… tranquila, ya ya… tranquila por favor…
Pero Tonks no dijo más, parecía haberse desmayado. Lupin le acaricio una mejilla. Y la recostó en la cama.
Remus Lupin no durmió esa noche.
