Los personajes y escenarios pertenecen a J.K. Rowling.


El sol empezó a entrar por la ventana, los rayos y el ruido del exterior despertaron a Draco, quien se estiró cual gato.

-Maldito sillón, juro que te quemaré- dijo Draco entre dientes mientras se masajeaba el cuello. Una risa ronca y un poco débil sonó en la habitación

-Sí, es lo que dicen, que es muy incómodo para dormir- dijo una voz desde la cama, Draco terminó de despertarse y miró rápidamente al herido que se supone debía estar cuidando.

-¿Tienes mucho despierto?- preguntó mientras se aproximaba

-No realmente, unos… treinta minutos a lo mucho- contestó Charlie tranquilamente.

-¡Oh! Bueno… debiste despertarme para que revisara tus signos vitales y las lesiones- dijo Draco, pensando que debía ser el peor medimago de guardia de la historia, claro que su orgullo no le permitiría decir eso en voz alta, menos frente a un Weasley.

-Sí, bueno, te veías muy tranquilo durmiendo, quise dejarte descansar un poco.- declaró el pelirrojo como si nada.

-Ok… pues, vamos a revisar cómo van esas quemaduras.- dijo Draco empezando a verificar que las pociones estuvieran haciendo el efecto deseado. Aunque la piel seguía bastante irritada y algo roja, ya no se veía tan mal como cuando llegó.-Todo va bien, si todo sigue como hasta ahora, deberás permanecer aquí sólo 3 días más.

-Excelente, no puedo esperar para volver al trabajo- mencionó Charlie con alivio

-No, no no. Espera un momento, dije que deberías permanecer AQUÍ, en el ala médica 3 días más, pero eso no significa que te dé de alta completamente. Deberás seguir con ciertos cuidados sobre la piel y ejercitar tu mano; las lesiones fueron bastante fuertes. Ciertamente no es nada aconsejable estar en contacto con la tierra, humedad, el calor de los dragones y un largo etcétera que seguramente incluye tu trabajo. Así que no, nada de "no puedo esperar para volver al trabajo" -regañó Draco como si fuera una madre con su hijo.

-¡Mierda! Entonces, ¿cuánto tiempo estaré sin trabajar?

-Es difícil saber, pero yo estimo, si todo resulta sin problemas, alrededor de 2 a 3 semanas- dijo Draco haciendo cálculos.

-¿QUÉ? ¿DE DOS A TRES SEMANAS?- reclamó Charlie intentando incorporase y fallando en el intento debido al fuerte dolor que sintió al estirarse la piel.

-Sí, y serán más si sigues haciendo estas estupideces, aún necesitas reposo, ¿qué parte de "las lesiones fueron bastante fuertes" no fue clara?- volvió a regañar Draco- estos Gryffindors insensatos, impulsivos y tontos- murmuró el rubio pensando que Charlie no lo había escuchado, pero efectivamente, creyó mal

-¡Ja! Por ese comentario asumo que no eres de Gryffindor- dijo Charlie entrecerrando los ojos y analizando a Draco

Qué intuitivo, qué perspicaz!- dijo Draco sin dejar de ver al hombre a los ojos

-mmmm… juzgando por el ácido sentido del humor, la cierta soberbia que detecto en tu voz y los detalles verdes de tu mochila, diré que eres de… Slytherin, ¿cierto?- acertó el pelirrojo sonriendo levemente.

-¡50 puntos para Gryffindor!- dijo Draco tratando de imitar la voz de Dumbledore, causando que Charlie suelte una pequeña risa animadamente.

-Bueno, ya que establecimos que ambos fuimos a Hogwarts, ¿me podrías decir en qué generación estuviste? Tu rostro se me hace familiar pero no te logro recordar- dice Weasley curioso.- Es más, ni siquiera nos hemos presentado. Soy Charlie Weasley- añadió esperando que el medimago frente a él se presentara.

Draco se tensó un momento y pasó saliva. Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, lo mejor era hacerlo rápido, como cuando quitas un vendaje.

-Soy Draco Malfoy, el nuevo sanador durante todo este año.- dijo Draco, sin vacilar y mirando fijamente a los al ojiazul. El rubio esperaba de todo cuando le dijera a Weasley su nombre, desde una cara de disgusto hasta insultos o gritos de que no quería que lo siguiera atendiendo, todo menos…

-Mucho gusto, Draco- saludó el domador con una sonrisa sincera que descontroló a Draco por un segundo pero se recuperó casi de inmediato.- me gustaría seguir con las presentaciones pero me muero de hambre, ¿será que puedo desayunar algo?

-Claro, pediré que te traigan algo ligero- dijo Draco, quien en seguida se dirigió a la puerta ignorando el bufido del hombre en la cama al escuchar "algo ligero". Cuando abrió la puerta se encontró con otra persona en las sillas del pasillo, pidió dos desayunos, uno para él y el otro para Weasley con las especificaciones necesarias.

Aprovechó que había salido, para ir al baño. No quería pasar tanto tiempo a solas con Weasley, al menos no con él despierto; hasta ahora fue… ¿amigable?, pero ¿cuánto tiempo va a durar esa actitud? Draco, no era tonto, sabía que tarde o temprano le echaría en cara su pasado.

Se quedó un rato en el cuarto de baño hasta que escuchó ruido en el pasillo, cuando salió vio que el hombre al que le había pedido los desayunos ya había regresado, tomó ambas bandejas y entró a la habitación.

Depositó la comida en una pequeña mesa a un costado de la cama, ajusto la posición de Charlie en la cama para que pudiera comer y conjuró un hechizo que hiciera que la cuchara alimentara sola a Weasley. Draco volvió al sillón y se dedicó a comer.

Cuando ambos hubieron terminado de desayunar, Draco colocó ambas charolas a un costado de la puerta sin salir de la habitación.

Se estaba generando un silencio bastante incómodo, al menos para Draco, pero no sabía qué decir.

-Y ¿qué haces aquí, Draco?- preguntó Charlie tratando de romper el hielo.

-¿Disculpa?- cuestionó Draco mirando a Weasley con incredulidad.

-Que ¿Qué haces aquí en la Reserva? ¿Cómo llegaste hasta acá?-

Draco no estaba seguro de que debía contestar, supuso que la honestidad era el menor camino en este momento, pero… ¿qué tanto de esta?

-Estudié medimagia en París, debo hacer prácticas en algún hospital o enfermería por todo un año; me enteré de la vacante aquí y decidí venir- declaró Draco serio y de una, sin detenerse ni a tomar aire.

-Ya veo.- dijo Charlie viendo al techo- Realmente espero que seas mejor que el sanador anterior. No me gusta hablar mal de la gente a sus espaldas pero… ese hombre de verdad era un desastre, no tenía vocación médica- añadió Charlie luciendo algo culpable con el comentario. Malfoy no supo cómo responder a eso.

Se instauró otro silencio, Draco no supo si era igual o peor de incómodo que anteriormente.

Como si fuera milagro, se empezaron a escuchar voces en el pasillo, el medimago supuso que eran los amigos de Weasley que venían a visitarlo, se acercó a la puerta y vio a Adrien, a Zoe y otros 3 cuyo nombre no conocía

-Ya es medio día, queremos saber cómo se encuentra Charlie y si ya podemos verlo- dijo Zoe

-Amaneció mucho mejor, todavía tiene lastimada la piel, pero al menos ya no siente dolor. Pueden verlo pero sólo de uno en uno. Traten de no agotarlo. Tiene puestos en este momento unos vendajes estériles, bajo ninguna circunstancia los quiten o intenten tocar su piel. Antes de entrar cada uno, aplíquense un encantamiento desinfectante.- contestó Draco serio tratando de verse profesional, algo que no le costó trabajo.

-Pasa tu primero Zoe. Draco, ¿quieres que te lleve a la va a ser tu cabaña? Para que puedas descansar un poco y darte una ducha- dijo Adrien amablemente.

-Sí, eso sería maravilloso, gracias, Adrien. Cualquier cosa que suceda con Weasley me informan de inmediato-dijo el rubio mirando al resto.

Cuando llegaron a una pequeña cabaña, no muy lejos del ala médica, Draco notó que su equipaje ya se encontraba ahí. Decidió tomar un baño que le ayudara a relajar los músculos entumidos por dormir en ese horrible sillón y después tomar una siesta en una cama decente

Al pasar de unas horas, Draco despierta sintiéndose mucho mejor, se cambia de ropa, pasa al baño a enjuagarse la cara y lavarse los dientes. Toma su mochila y mete las cosas que considera necesarias para pasar otra noche de guardia con Weasley. Se encamina hacia la enfermería y al llegar se sorprende de no encontrar a nadie en el pasillo, sólo esperaba que no hubieran desobedecido su órdenes y estuvieran todos adentro, tocó la puerta por mera cortesía y sin esperar respuesta entró.

Lo que encontró ciertamente no supo como tomarlo, estaba el mismo idiota del día anterior, el que lo llamó "niño bonito", sentado en un costado de la camilla, muy cerca de Weasley y acariciando su cabello, lo miraba como si fuera agua en el desierto, como si fuera la cosa más bella jamás antes vista; lo que no parecía encajar bien ahí, era la actitud del pelirrojo, se veía incómodo y fuera de lugar. Draco decidió hacer algo al respecto.

-Buenas tardes, disculpen la interrupción pero es hora de aplicar las pociones regeneradoras de piel. Igualmente, no puedes estar tan cerca del paciente, si pudie…

-¿Por qué no?- dijo el hombre castaño a la defensiva, mirando a Draco con disgusto casi con asco.

-Porque podrían infectarse las lesiones que aún estén abiertas. Dije muy claramente a sus amigos que nada de contacto- contestó Draco mirándolo a los ojos desafiantemente.- Ahora, sal de la habitación.

-No es necesario, yo puedo ayudar a aplicar las pociones tengo…

-No requiero de asistentes, puedo hacerlo solo y quiero que salgas del cuarto- interrumpió Draco cansándose de este tipo.

El castaño se puso rojo de furia y salió disparado de la habitación y empujando a Draco por el hombro en su camino a la puerta. Malfoy sólo atinó a poner los ojos en blanco.

-Gracias por eso, no sabía cómo pedirle que se fuera- dijo Charlie en voz baja, en caso que el idiota estuviera afuera de la puerta.

-Ajá. Ahora, lo de la poción no era mentira, tengo que seguir con el tratamiento. - espetó Draco sacando los viales correspondientes.- es posible que arda al principio pero después debes sentir que refresca. Igualmente, puedes sentir comezón hasta varias horas después de aplicarlas, es normal, es la poción haciendo efecto, por ningún motivo te rasques.

Draco se puso unos guantes y empezó a aplicar las pociones sobre la piel afectada con cuidado, se detuvo un poco al ver a Weasley cerrar los ojos

-¿Te duele?- preguntó frunciendo el ceño.

-No, no, sólo sentí más ardor del que creí, pero sigue, en un momento se pasa.

Draco terminó de colocar las pociones, se retiró los guantes y los desapareció. Miro a Weasley unos segundos, seguía con los ojos cerrados pero no se veía con malestar, creyó que estaría dormido, por lo que se dirigió al horrendo sillón pero en vez de sentarse, lo vio con desagrado, pensó por unos instantes y lo transformó en un sofá, un poco más grande y cómodo donde se pudiera sentar; satisfecho con su trabajo, de dedicó a leer un libro que había conseguido en sus viajes a la biblioteca muggle.

Estaba tan atento a su lectura que no notó que un par de ojos azules lo miraban fijamente desde la cama. Después de media hora, se sintió observado y volteó a ver a la única persona en el cuarto, Charlie aún lo miraba con una expresión indescifrable para Draco, se sintió inquieto por un momento y pensó "aquí vamos".

-¿Ya vas a gritarme? ¿Insultarme? ¿Exigir cambio de medimago?- preguntó Draco a la defensiva.

-¿Por qué haría eso?- preguntó Charlie confundido

-Vamos, Weasley, sabes quién soy, seguramente tus hermanos te han dado una lista larga y detallada de todas las cosas que les dije e hice en Hogwarts y del porqué me odian- dijo Draco con un sabor amargo.

-A ver, número uno, llámame Charlie, no Weasley, hay muchos de nosotros para que a todos nos llames por nuestro apellido; número dos, sí, tanto Ginny como Ron me hablaron sobre ti y sus… experiencias en el colegio, debo decir que Ron es el que más cartas me mandaba al mes quejándose por algo distinto cada vez. Pero vamos, que conozco a Ron y tiende a exagerar muchas cosas, también sé que suele ser bastante impertinente en ocasiones y estoy seguro que no se quedaba callado como si fuera un bebé indefenso. Ahora, sólo eran niños, no digo que lo que hacías y decías estuviera bien, pero todos durante la niñez y adolescencia cometimos errores, unos más graves que otros, pero nadie sale limpio; lo importante es que haces ahora, quién eres ahora. Si te arrepientes de dichos errores, muchas veces sirve disculparse con las personas a las que se hizo daño; no tienes que hacerlo a la cara si no te sientes cómodo, claro que es lo ideal, pero puedes hacerlo por carta siempre y cuando sea sincero.- dijo Charlie mirándolo a los ojos, que con cada palabra pasaban de la molestia a la inseguridad hasta la culpabilidad.

-Número tres, me gusta formar un juicio sobre una persona, basándome en mis propias experiencias con esta, y hasta ahora creo que eres un gran medimago, Draco, por lo cual no veo porque exigir un cambio de sanador.- sentenció Charlie con una pequeña sonrisa

-Gracias… creo- contesto Draco un poco dudoso

-Ahora que estamos claros, ¿qué te parece si nos conocemos un poco mejor? No tiene que ser nada muy personal, sólo algo general. Por ejemplo… ¿equipo favorito de Quidditch?

-¿Por qué?- preguntó Draco enormemente confundido. Vaya, que no recibir una verborrea de insultos de parte de Weasley ya era una sorpresa, que él le quisiera hacer plática era insólito.

-Sí, también me puedes decir porqué te gusta, pero sólo con el equipo…

-No, ¿por qué quieres saber? ¿Qué ganas con hacerme plática?- interrumpió Draco receloso.

-Ya te dije, me gusta formar mi propia opinión de la gente con base en mis experiencias con ellos. Quiero conocerte, Draco- dijo Charlie con simpleza y al ver que Draco no decía nada, decidió añadir.- mira, creo que tengo una idea de lo que pasa por tu cabeza. Ya no creo que se trate sobre mis hermanos y tú en Hogwarts. Si es porqué tú eres un Malfoy y yo un Weasley y toda esa estúpida riña entre familias por generaciones, ¿no crees que nosotros podríamos ser la primer generación de Malfoys y Weasleys que se lleven bien? No te digo que seamos los mejores amigos, al menos no aún, pero sí que podamos tener un trato cordial, sin ladrarlos al vernos. Sobre todo si pasarás todo un año aquí, creo debo advertirte que paso más tiempo del que me gustaría en la enfermería, así que nos veremos seguido.

-No creo que describiría la relación de nuestras familias como una simple riña pero… está bien, podemos… intentarlo- dijo Draco sin sonar aún muy convencido pero cediendo a las palabras del pelirrojo.- Falmouth Falcons ¿ y tú?

-Bueno, en mis épocas en Hogwarts me gustaba mucho el Puddlemere United, pero tiene años que no sigo las temporadas de Quidditch, ahora apoyo a las Holyhead Harpies, básicamente porque mi hermana juega ahí, pero sólo eso.

-Y ¿por qué no fuiste jugador de Quidditch tú también y decidiste ser domador de dragones? - dijo Draco con más interés del que quiso imprimir en su voz- Quiero decir, cuando llegué a Hogwarts escuché algunos rumores sobre unos Gryffindors que elogiaban tu forma de juego- agregó Draco con un intento de desdén.

-Bueno, creo que debo comenzar diciéndote que no somos "domadores de dragones", somos dragonolistas.- mencionó Charlie, y Draco levantó una ceja interrogante, como quien no ve la diferencia entre dos cuestiones- sí, ser "domadores de dragones" significaría que intentamos "domar" a los dragones, lo cual no es así, nuestro trabajo es el estudio, cuidado y preservación de los dragones, no los queremos domesticar; los rescatamos de cazadores que sólo los buscan por sus partes para venderlas en el mercado negro, al igual que los huevos, saben que significan gran cantidad de oro. Otros los usan como espectáculo, como si no fueran una criatura pensante y sintiente. Nosotros queremos lo mejor para los dragones, crear consciencia sobre ellos, hacer un lugar propicio para su reproducción y puedan vivir tranquilos.- argumentó Charlie cada vez más molesto y apasionado hacia el final de su explicación.

-Okay… creo que ya no hace falta que me expliques porqué decidiste ser doma… dragonolista- se corrigió Draco- en vez de jugador de Quidditch.- dijo Draco con una sonrisa burlona.

-Jajaja, sí, desde muy pequeño me apasionan los dragones, las criaturas mágicas en general, pero los dragones son mi debilidad.- defendió Charlie levemente sonrojado por su derroche de entusiasmo anterior- Pero ahora dime, ¿por qué escogiste la Reserva para hacer tus prácticas y no San Mungo, por ejemplo?

-Bueno, casi al igual que tú, tuve una pequeña obsesión con los dragones desde pequeño, luego de que mi madre me explicara que mi nombre está basado en la constelación bajo el mismo nombre y que significa "dragón"- explicó Draco con algo de nostalgia- a partir de ahí quería saber y tener todo lo relacionado a los dragones, de hecho también adquirí cierto gusto extra por la astrología; pero los dragones definitivamente llevaban la delantera por mucho. Incluso cuando tenía como 6 o 7 años, le pedí a mi padre que me trajera a la Reserva para las excursiones anuales que hacen, pero se negó rotundamente, dijo que era algo indigno para un Malfoy, después de eso dejé de insistir. Pero en cuarto año, cuanto fue el Torneo de los Tres Magos y estuvo la prueba con dragones, yo no podía creer que los estaba viendo de tan cerca; Blaise se puso pálido del susto al verlos y Pansy simplemente emprendió la huida- recordó Draco con una sonrisa.

Claro que mi fascinación por ellos no llegó tan lejos como tú y desear convertirme en dragonolista, pero… siempre me gustaron las pociones, de hecho soy muy bueno en ellas y la medimagia también me llamaba la atención, así que decidí convertirme en sanador, y cuando supe que había la vacante aquí no pude evitar aplicar. No trabajaré directamente con los dragones, pero supongo que los podré ver aunque sea de lejos de vez en cuando.- concluyó Draco satisfecho.

-Wow… y decías que YO era el apasionado-dijo Charlie con una gran sonrisa en su rostro, todo lo que la quemadura en el lado izquierdo de la cara le permitía.

-Ah… yo… bueno…- Balbuceó Draco sonrojándose. Pero ¿qué demonios? Draco Malfoy no se sonroja y menos balbucea, pensó el joven Slytherin.

-No, no, tranquilo, me agrada, significa que eres honesto con lo que dices y te gusta lo que haces, eso es un buen indicio.- lo tranquilizó Charlie.- ahora, ¿cuáles fueron tus tres materias favoritas en el colegio y cuales las dos que más odiaste?- inquirió levantando la ceja derecha.

-¿Sólo tres? Ufff… la primera definitivamente pociones, obtuve uno de los puntajes más altos en mis T.I.M.O y EXTASIS- presumió Draco- otra asignatura sería Transformaciones y por último… Aritmancia.- enumeró asintiendo con la cabeza conforme con su decisión.- Ahora, las que más odié, definitivamente Adivinación y Defensa Contra las Artes Oscuras- dijo sin detenerse a pensarlo.

-Wow, entonces tenemos a un pequeño intelectual aquí. Por mi parte, me encantaba Cuidado de Criaturas Mágicas, Estudios Muggle y…creo que Defensa Contra las Artes Oscuras; no volvería a cursar ni por error Pociones ni Adivinación; eso de leer hojas de té y ver en una bola de cristal, definitivamente no es lo mío.- sentenció Charlie con una pequeña risa, lo cual provocó una diminuta, casi imperceptible sonrisa en Draco.

-¿Cuándo te hiciste ese tatuaje?- preguntó Draco apuntando a un dragón que abarcaba gran parte del pecho y brazo derecho del pelirrojo.

-¡Oh! ¿Este pequeñín? Poco después de haber llegado a la Reserva; quería algo que me recordara el día que terminé mis estudios como dragonolista y podría trabajar de lo que más amo- dijo Charlie poniendo una sonrisa aún más grande.

Un nuevo silencio se creó entre ellos, pero esta vez no fue uno incómodo, mas bien uno de comprensión y tranquilidad. Draco se dio cuenta que tenían en común más cosas de las que creía. Ambos jugaron de buscadores en el colegio, compartían materias que les agradaban y las que no; igualmente ambos tuvieron que irse lejos de su hogar para poder hacer lo que deseaban, para poder ser libres, para ser ellos mismos.

Charlie abrió la boca para seguir haciendo preguntas cuando alguien tocó la puerta y se abrió revelando a uno de los amigos de Charlie con dos bandejas de comida. El tiempo pasó volando y Draco ni cuenta se había dado.


Notas de la Autora:

Ya sé que las quemaduras tardan mucho más en sanar, pero recordemos que es el mundo mágico.

Tengo que advertir que en ciertas ocasiones siento a Draco un poco OOC pero creo que no demasiado (?)

Espero que les esté gustando la historia hasta el momento.