Ojos Grises (Dragón)

Parejas Draco/Severus

Disclaimer Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner BROS. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.

Ya está estamos de nuevo por aquí, Patty : ) … además hay pequeño capítulo extra en donde pongo las conversaciones completas, para que no queden dudas sobre la inocencia de Harry, jajajaja… un beso linda.

Pues espero no tardar mucho en terminar esa tercera parte Ailuj… tal y como sucedió con Serás mío, me está pasando con Volcán… los dos están parados por Ojos Grises que es mi historia favorita aún cuando no manejo a mi pareja del alma que es Draco/Harry, jejeje… ¿y no te atreves a decir los nombres de esa pareja que se te ocurrió, jajajaja… pero que metiche soy… nos seguimos escribiendo… muakkkkk.

Muchas gracias por las felicitaciones Narcissa ; ) … me alegra saber que te esté gustando la historia desde ese Harry/Lucius… un beso.

OJOS GRISES (DRAGON)

Capítulo VIII. Un dragón y dos degenerados

Severus se preguntó desesperado si tenía alguna posibilidad real de volver con Draco. Sabía que no podría competir contra Harry en cuestión de belleza y tampoco dudaba que el moreno fuera lo suficientemente rico para mantener a Draco contento y satisfecho a su lado. Él era una persona pudiente y sus ingresos le permitían vivir con comodidad, pero intuía que Harry era mucho más que rico.

Levantó la cabeza y se preguntó que habría sido de Krum. Dudaba que el moreno fuera todavía más rico que el búlgaro y eso le hizo pensar que Draco tal vez habría preferido a Harry porque, además de pagar las cosas caras a las que estaba acostumbrado, le sobraba aquello que le hacía falta a Krum… belleza. Y como si haber pensando en Víktor Krum hubiera conjurado un hechizo, Severus vio con la boca abierta como el millonario se apeaba de un lujoso auto. Víktor pasó frente a él y se apresuró a seguirlo con discreción. Había visto como les había dicho a sus guardaespaldas que lo dejaran solo y aprovechó para caminar muy cerca de él.

Víktor entró al Museo como si fuera el dueño del lugar y se acercó hasta la chica de la recepción. Severus se dio cuenta de que el hombre no le era simpático a la muchacha porque aunque ella lo saludo con cortesía, no le ofreció una sonrisa como a Harry.

-Buenos días, Tina –la saludó Víktor.

-Buenos días, Sr. Krum –le contestó ella educadamente.

-¿Está el Sr. Malfoy?

-Me parece que acaba de salir. ¿Gusta que lo confirme?

-Por favor –le contestó tan serio como la chica y esperó unos instantes en los que Tina habló por teléfono.

-Acaba de salir, señor –le informó Tina–. Hace escasamente 5 minutos.

-Gracias –fue todo lo que le contestó Krum.

Y como antes lo había hecho Harry, fue a sentarse a la banca y sacó su teléfono celular. Severus se sentó lo más cerca que pudo de él y se preparó para escuchar otra conversación que estaba seguro sería muy reveladora.

-¿Draco¿¡Dónde andas? Estoy esperándote en el Museo –le reclamó con voz airada y a Severus el mundo se le volvió a venir abajo… el rubio seguía manteniendo relaciones con el millonario.

- ……..

-Lo siento mucho, rubio –vio como Víktor se sonrojaba levemente–. Es que acompañé a Cedric a Roma y no tuve más remedio que pasar la noche ahí –el tono de pesar en su voz hizo saber a Severus que realmente había extrañado la presencia del rubio.

- ……

-Bueno… está bien… lo acepto, pero ahora estoy libre para pasar estos dos días contigo y hacer lo que teníamos planeado –a Severus los celos lo volvieron a envolver con fuerza.

- ……..

-¡Cómo que me ganaron? –se mostró molesto–. ¡Pues con quién estás? –'Pues sí querido amigo, llegaste demasiado tarde y la palomita voló', pensó con maldad Severus.

- …..

-¡Con Harry? –casi gritó–. ¡Pero si él sabía que estos días ibas a pasarlos conmigo! –'Así es la vida… ni hablar'

- ……..

-Lo siento mucho, Draco –se oía apenado–. Pero en verdad me urge verte –. '¡Acaso este tipo es ninfómano¡Pero si acaba de dejar a su pareja!

- …..

-¿Qué van a hacer ahí? –se oía interesado.

- ………

-¡Te convenció? –estalló en carcajadas y a Severus le pareció extraño que en lugar de estar furioso porque el rubio iba a pasar todo el día con Harry, se estuviera riendo y entonces lo comprendió todo y tuvo ganas de vomitar… los dos estaban de acuerdo y compartían a Draco.

- ………

-A ver… pásamelo… no tiene derecho a hacer eso… te va a dejar como baba y luego no vas a poder hacer nada conmigo –Severus pensó que esta conversación era mucho más aberrante que las que había sostenido Harry.

- ………

-¿Por qué tienes que hablarme así? Sabes que no me gusta tu tono de voz –'Pues serías al único porque parece que tiene a todo el mundo a sus pies'

- ………

-Para reclamarte, por supuesto –hizo una pequeña pausa–. ¿Qué tienes planeado hacer con Draco? –le preguntó con avidez y esta vez Severus pensó que sí iba a vomitar… la situación era totalmente obscena–. ¿En serio puedo acompañarlos? –Severus odio ese brillo en los ojos oscuros.

- ……..

-Ya te habías tardado en proponérmelo –se pasó la lengua por los labios haciendo que Severus pensara que tanto Harry como Víktor eran unos degenerados–. ¡Te voy a hacer polvo, Harry! –'¡Se están poniendo de acuerdo para estar juntos y Draco está escuchando¿Cómo es posible que acepte todo esto, y pensó con tristeza que el rubio también era un completo amoral.

- ………

-El que va suplicar que pare vas a ser tú –rió con maldad–. Oye… ¿y también va a ir Ron? –'¡Aparte de compartir a Draco, también comparten a ese tal Ron!' –Severus dejó caer la quijada al suelo

- …….

-Me gusta su cabello rojo… es tan… sensual. Si estuviera conmigo lo obligaría a que lo llevara largo –dijo con lujuria y rió haciendo que Severus pensara que la desfachatez de esos dos no tenía límites.

- …….

-Jajajaja… está bien… no te molestes… sé respetar la propiedad privada –'Al menos hoy no harán un cuarteto', pensó aliviado.

- ……..

-Enseguida voy para allá… prepárate, Harry… vas a necesitar ayuda para caminar cuando termine contigo–'¡No¡Ya no puedo seguir escuchando esto, pensó Severus pero se quedó donde estaba aguzando el oído.

- ………

-Preocúpate mejor por ti… yo acabaré con Draco por la noche –Severus se alejó unos pasos para no cometer un asesinato en un lugar público.

- ……

-Ya lo veremos… los veo en unos 30 minutos… tengo que pasar a la oficina a firmar unos documentos –lo vio mirar su costoso reloj.

- ……….

-No lo haré… desde hace mucho tiempo quería tenerte a mi merced.

- ………..

-Adiós… despídeme del rubio –y colgó con una sonrisa en labios que Severus pudo ver era de maldad con algo de… ¿diversión?

Cuando Víktor se fue del Museo, Severus no hizo el menor intento de seguirlo y se quedó sentado largo rato en la banca. Todo lo que había escuchado le daba vueltas en la cabeza y se preguntó si aún sabiendo lo que estaba haciendo Draco en ese momento, él quería volver a su lado. Cerró los ojos con fuerza al saber la respuesta. ¡Sí! Quería sentir nuevamente sus labios… quería abrazarlo y amarlo hasta que ya nada más existiera. Lucharía para apartarlo de esa vida y haría que se olvidara de Harry, de Víktor y de todos los hombres que habían pasado por su cuerpo.

Se levantó de la banca sin ganas y salió del museo. Una vez afuera decidió que iría a buscar esa discoteca que había mencionado Harry. 'The brain' había dicho. Esperaba que por la noche los tres tuvieran la fuerza necesaria para ir a ese lugar. Después de localizarla, regresó a su hotel y pasó el resto del día tratando de no pensar en lo que estarían haciendo esos dos degenerados con su dragón.

Severus inhaló de su cigarrillo y dejó salir el humo intentando que ese gesto fuera sensual. Le dedicó una pequeña sonrisa al hombre que no dejaba de mirarlo y se sintió total y completamente ridículo. Ahí estaba él, el más grande crítico literario de los Estados Unidos, coqueteándole a un disoluto portero para que lo dejara pasar a una discoteca. Tenía escasamente 5 minutos de haber llegado y pronto se dio cuenta de que ese hombre era el que decidía quién entraba y quién no. Ya lo había visto mandar al demonio a varios jovencitos que le estaban rogando para que los dejara pasar y se preguntó qué era lo que debía hacer para poder entrar. Sacó un cigarrillo y lo prendió. Esa acción llamó la atención del portero y una suprema indignación lo recorrió al sentir su mirada libidinosa resbalar por todo su cuerpo. Iba vestido todo de negro. Se había puesto unos ajustados pantalones negros de piel, que más que para lucir su excelente figura, su papel fundamental era protegerlo del frío. Una gabardina, también de piel, dejaba ver el cuello de su camisa de seda negra.

Severus arrojó el cigarrillo a un lado cuando el hombre le hizo una seña con la cabeza para que se acercara y lo hizo lentamente. El hombre retiró el cordón rojo que bloqueaba la entrada para dejarlo pasar.

-Te veo a la salida –le murmuró coquetamente el portero cuando pasó a su lado.

Severus no le contestó y se alejó con rapidez para evitar darle un puñetazo a esa sonriente cara. ¡Le había dado una nalgada! Sintiéndose todavía rabioso entró a la discoteca y tuvo que esperar unos minutos para acostumbrarse a la oscuridad. La única luz que había en todo el lugar era la que venía de la pista de baile y no ayudaba mucho pues eran de diferentes colores y se movía sin parar. Se acercó a la barra y se sentó junto a dos muchachos que ya estaban bastante ebrios.

-Un whisky –le pidió al camarero de la barra y sus ojos se desviaron a la pista de baile para tratar de localizar a Draco, pero parecía que aún no había llegado.

Tomó un trago de su bebida y se dedicó a observar a los que estaban bailando. Antes se habría sentido incómodo al percatarse de que todos eran hombres y que se estaban besando sin inhibiciones, pero ya no… no después de haber aceptado que estaba locamente enamorado de un despampanante rubio.

El tiempo pasó muy lento y cuando ya pensaba que no iba a poder ver a su Dragón esa noche, vio una inconfundible melena rubia dirigirse a una mesa cercana a la pista de baile. La luz no era lo suficientemente intensa para poder ver su cara, pero no tuvo dudas de que era Draco porque el que sí fue iluminado brevemente fue Víktor Krum. Supuso que el que se había sentado junto a Draco era Harry. Se bebió de un sólo trago lo que restaba de su tercera bebida cuando vio que dos cabezas, una morena y la otra rubia, se acercaban para unirse en un apasionado beso. Por un brevísimo momento, el asombro ganó a los celos pues no podía creer que se estuvieran besando tan descaradamente frente a Víktor que parecía no importarle. Pidió otra bebida y se la tomó de un solo trago al ver que ni Draco ni Harry parecían tener intenciones de separarse para respirar. Fue hasta que se acercó el camarero para pedir su orden que dejaron de besarse. Se levantó de un salto cuando vio que el rubio se levantaba de la mesa y se dirigía al baño.

Es mi oportunidad para hablar con él! –pensó con el corazón latiéndole a mil por hora mientras sorteaba las mesas para llegar al baño.

Severus abrió la puerta de baño con cuidado y vio a Draco inclinado sobre un lavabo echándose agua en el rostro. De su pecho salió un inaudible suspiro al ver que estaban solos… al menos no habría testigos de su humillación. Se recargó en la pared cuando sintió que las piernas le flaqueaban por la emoción de estar nuevamente cerca de su dragón y su espalda dio sin querer en el interruptor de la luz y el baño se sumió en la oscuridad. Estuvo a punto de prender de nuevo la luz, pero se dijo que prefería estar así… Draco no vería sus lágrimas si no lograba convencerlo de volver a su lado. Aseguró la puerta para que nadie más entrara antes de deslizarse sigilosamente hasta el cuerpo inclinado y lo abrazó por la espalda.