Capitulo 6
Febrero acababa de comenzar. Los meses habían pasado desde la apertura de Hogwarts y Sirius tenía la impresión de que su vida había cambiado totalmente.
Jill acababa de irse. ¡Ellos se habían citado en la Torre de Astronomía para estar solos, es decir sin Peter y Sally-Anne! Esto había sido muy agradable. Jill tenía mucha facilidad y si ellos no se encontraban en ese lugar, habrían podido acabar lo que habían comenzado tan bien. Con Jill, esto no había sido tan difícil, no jugaba a la prudencia, como algunas de las antiguas pequeñas amigas del animago. Pero de forma extraña, Padfoot se sentía aliviado de que no se hubiera producido nada más. Desde hace tiempo, se sentía melancólico, lleno de nostalgia, como si hubiera dejado a alguien o, más justamente, como si alguien le hubiera dejado …
Para apartar sus pensamientos taciturnos, se levantó y se desentumeció las piernas. De su bolsillo, cogió el mapa de los Merodeadores y verificó que el punto de Jill estaba bien en el dormitorio común de Ravenclaw. Iba a cerrar el mapa cuando vió dos otros puntos dirigirse hacia la Torre del Gryffindor: Remus y Emy.
Ellos también habían debido ir en busca de un lugar tranquilo para poder pasar un momento sólos, sin riesgo de ser molestados. Sirius, sintiendo la cólera crecer en él, miraba los puntos uno cerca del otro. Se sorprendió al preguntarse si ellos estaban cogiéndose de la mano, si cuando se encontraban a la vuelta de un pasillo, Remus aprovechaba eso para robar un beso a Emy, si su encuentro en este lugar "tranquilo " había sido pasional como el que había tenido con Jill El calor subía en él pensando a en ambos Gryffindors, en una sala vacía, besándose delante del fuego de la chimenea.
Recordó entonces las noches que pasaba con su amigo, delante del fuego, a menudo en la sala común. Pero cuando no querían ser molestados o escuchados porque hablaban de una broma o de licantropía, iban en su sala. La habían encontrado cuando los Merodeadores creaban el mapa.
Los momentos que él pasaba con su amigo le faltaban.
Remus lo había comprendido tan bien siempre. Le conocía mucho mejor que él mismo se conocía. En cambio, la recíproca no era verdadera. Había muchas cosas que él desconocía en Moony. ¡ se encerraba tan pronto como se le hable de su familia, de su condición de hombre-lobo y hasta de chicas! Pero en lugar de dejarlo, le fascinaba y le daba ganas de estar cerca de él para descubrir todas las facetas de su personalidad.
Habían sido tan felices estos últimos dias. Todos eran tan gentiles. Y Remus había estado un poco más descansado, sin tener cuidado con lo que él decía o hacía, hasta le había encontrado muy distante (físicamente en particular).
Ellos dormían en la misma habitación. Y entonces se despertaba en plena noche en consecuencia de una pesadilla. Para calmarse, se volvía hacia su amigo y le miraba dormir. Él era tan perfecto, con su cara de ángel, tan tranquilo, finalmente quitada esa arruga de preocupaciones que le aparecía en la frente. Se dormía entonces, apaciguado, y acababa su noche apaciblemente.
El animago salió de sus pensamientos y observó que no sólo Remus y Emy habían llegado a la Torre sino que que cada uno estaba en su dormitorio común.
¿Acaso Moony le había mostrado a la muchacha su sala? ¿Es allí donde ellos se encontraban?
Sirius se sentía cansado. Tenía un sentimiento de pérdida. Esta chica le había robado a su mejor amigo.
Decidió finalmente irse también a su dormitorio. No quería pensar más en eso por miedo de darse cuenta más de lo que había perdido realmente.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
Era por la tarde. Ellos acababan de dejar la clase del profesor Binns. Pero, de cualquier manera, toda noción de hora y de lugar habían dejado a Sirius desde que dos brazos lo habían atrapado para introducirlo en ese aula vacía y sombría. Ningun pensamiento paso por su cabeza. Simplemente se dedicaba a percibir las sensaciones repercutidas en su bajo vientre. Allí, puesta en cuclillas, alguien le hacía saber de voluptuoso tormento. Su sexo fue engullido,saboreado por una boca golosa.
« Ninguna chica nunca me gusto tanto que ésta..es Mmmmmmmm. »
Sirius sintió su cuerpo estirarse, en el momento de su disfrute. Gime largamente y desembocó en la boca de su compañera, que se deleitaba de su néctar.
Con los ojos cerrados, adosado a la pared de la sala, Padfoot recuperaba su aliento poco a poco. Sintió, pero no vió, a su compañera deliciosa levantarse y pasear sus manos a lo largo de su torso. Luego ellas rodearon su cara. Sus dedos acariciaron sus mejillas. Percibió su aliento en su cuello, subía hacia su boca. Allí, un beso dulce y rápido. El segundo, breve. Demasiado breve. El tercero llegó rápido. Pero consiguió finalmente capturar los labios fugaces. Con su lengua, dibujó el contorno luego forzó la barrera. Sus manos, puestas sobre la pared, se decidieron a moverse y se colocaron sobre la espalda de su verdugo.
Lo que le permitió ahondar su beso y probar la boca que la había hecho gozar. Mientras que sus lenguas se entremezclaban, una de las manos del joven Black subía a lo largo de la columna vertebral de su compañera, que emitió gemidos de placer. ¿sintió los escalofríos que recorrían el cuerpo de su nueva víctima o eran los suyos?.
Sus dedos alcanzaron la nuca y comenzaron a jugar con los cabellos sedosos y cortos que se encontraban allí.
El cerebro, confundido por la sensación del beso y de las manos que se encuentran siempre sobre su torso, consigue sin embargo, enviarle señales de alarma: cabellos "cortos ", espalda "ancha " "grandes " manos …
Sirius abrió los ojos y que se alejaban con pena por los labios suaves y tentadores, rechazó a su compañera.
Ve entonces dos ojos claros color miel sorprendido por su gesto y llenos de deseo así como una boca enrojecida por sus besos y quien apelaba al pecado.
Antes de que alguna palabra pueda ser pronunciada, Padfoot se despertó y se incorporó sobre su cama.
" Remus "
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
Sirius pensaba en su sueño.
« ¡Ninguna chica nunca me había echo sentir asi! ¡Evidentemente ya que no soñabas con una chica sino con un chico! Y con uno de tus mejores amigos»
Sacudió la cabeza con consternación y bebió su vaso de jugo de calabaza.
James le lanzó una mirada asombrada pero se concentró rápido en la conversación que tenía con Lily.
Mientras que Sirius trataba de comprender su sueño (cómo había podido soñar que uno de sus amigos le haga … .y que goce de eso), Remus entró en la Gran Sala. Padfoot no pudo evitar mirarlo. Conocía de memoria cada rasgo de su cara, cada uno de sus músculos, su manera de andar pero sintió su pulso acelerar, su corazón latir más rápidamente y sus manos sudar.
Miró atentamente a Moony, dándose cuenta del estado de su cara. Tenía un aire triste y cansado. Pero todo su ser se iluminó dirigiéndose hacia la mesa del gryffindor. Pasó delante de Sirius, enviando un buenos días general a los Merodeadores y a Lily y fue a sentarse al lado de Emy. Ésta lo esperaba sonriente. Remus se inclinó y ellos se besaron despacio. Esta visión arrancó una mueca de dolor del animago. Luego el hombre-lobo se sirvió hablando alegremente con su niña-amiga. Ellos sonreían mutuamente y hacían como si nada existiera.
Sirius se levantó y salió a grandes pasos, bajo las miradas asombradas de Wormtail, Prongs y Lily.
Comprendía lo que le pasaba. Ya se había sentido traicionado (en particular por su familia) sin embargo lo que sentía era mil veces peor: tenía la impresión que le habían arrancado el corazón y que alguien se divertía pisoteandolo jovialmente.
Viendo a Remus y Emy juntos, pensaba sólo en una cosa: ¡quería estar en el sitio de la muchacha! quería que desapareciera para que pudiera recuperar a su amigo.
« ¿Pero qué es lo que me pasa?»
Perdido en sus interrogaciones, Sirius no había podido observar que otra mirada se había dirigido hacia èl en su salida, una mirada llena de amor y de inquietud.
MUCHISIMAS GRACIAS POR LOS REVIEWS . BSTS
