Primero que nada debo aclarar que este es mi primer fic de Sailor Moon, además de ser mi primer Yuri, así que ténganme un poco de paciencia je je. Por otro lado, si alguien tiene problemas con el tipo de situaciones que se puedan llegar a tratar en este fic por su tematica recomiendo no leerlo. Ya hecho las advertencias los dejo con el fic

SAYONARA.

RETRATO

Desde que te vi por primera vez supe que debía poseerte que tenias que ser mia, a pesar de que fuera en papel. Haz aparecido en cada uno de mis sueños, siempre la misma imagen, esa que me obsesiona, que me devora, que controla mis pensamientos en un mar de figuras con un solo nombre: Michiru Kaioh

Lo he intentado pero ¿Es posible reproducir la perfección? En tus ojos vi un océano de emociones indescriptibles, únicas e inigualables que me mantienen cada noche en desvelo pensando en el mar a media noche, que es tan maravilloso como lo eres tu.

Pero mis deseos de tenerte no me son suficientes, necesito que me pertenezcas ¡Que seas mía!

La violinista recorría con pasos dulces y gráciles las calles de Japón. Los pliegues de su vestido verde jugaban de un lado a otro con la brisa que circulaba aquella soleada tarde. Aunque ella prefería no salir sola, esta vez la compañía tendría que esperar pues Haruka se encontraba atendiendo negocios familiares, los cuales había comenzado a hacerse cargo desde la muerte de su padre. En otra circunstancia hubiera elegido quedarse en casa, sin embargo, esta era una ocasión distinta, extraña. Ya hace varias semanas había recibido en su casa un retrato de ella dibujada a lápiz en escala de grises. La primera vez que vio esa imagen se sintió fascinada, extasiada, sintió como si un cúmulo de emociones se apoderaba de ella haciéndola sentir sensaciones que jamás antes había probado. Y así siguieron transcurriendo los días en que ese regalo tan especial se repetía, a veces tenia incluido pequeños versos que halagaban a la chica de cabello acuamarino. No obstante, no sabia quien se las mandaba, al principio no le intereso averiguar sin embargo cada vez mas la curiosidad empezaba a obsesionarla pues quería descubrir quien era capaz de tener un corazón tan sutil para desprender tales maravillas. Esa mañana, una de las hojas que llego con un verso estaba membretada así que averiguo a donde podría pertenecer y decidió esa tarde investigar quien era el dueño.

-Leitmotiffe Company, si aquí debe ser

La chica de ojos aguamarina observo el imponente edificio con sumo cuidado. Abrio la puerta del espejo que reflejaba su encantadora belleza y entro sin saber lo que buscaba. Por un momento dudo si lo que hacia era correcto, venir sin decirle nada a Haruka aprovechando su ausencia, sin embargo, talvez su amada no lo notaria, esas semanas estaba tan ocupada que la atención que le prestaba era muy minima.

-Disculpe, busco a...

Aunque ella hablaba con la secretaria que se encontraba en la entrada en el primer piso una dulce voz la interrumpió. Volteo suavemente y observo a un chico de profundos ojos grises, cabello tan oscuro como la apasionante noche, y con una tierna sonrisa ofreciéndole la mano.

-¿En que puedo ayudarlo señorita?

-Mi nombre es Michiru Kaioh, busco al dueño de esta compañía para ver si puede ayudarme.

-Mi nombre es Amano Filaret, soy el dueño y presidente de esta compañía y con gusto le presto mis servicios señorita Kaioh.

El joven le extendió el brazo como para que Michiru lo tomara y caminara hacia el elevador. Esta asintió y sujeto su brazo gracilmente. Mientras se encontraban en el elevador, la violinista lo observo de reojo disimuladamente, no aparentaba ser mayor de 18 años y tampoco parecía poseer la madurez para dirigir una compañía de los tamaños de Leitmotiffe, sin embargo, tenia una mirada cautivante, una sonrisa de la cual era fácilmente enamorarse y además era bastante atractivo. La chica de cabellos acuamarinos no pudo evitar notarlo.

-En realidad señorita Kaioh se a que viene

-Ah si, ¿Aparte de ser dueño y presidente de esta gran empresa también es adivino?-. La chica dejo escapar una sonrisa y un tono sarcástico

-No, en realidad, yo se lo que busca y es porque yo soy el culpable de traerla aquí.

-¿Disculpe?

-Vera yo...

El chico de cabellera negra abrió un portafolio metálico que se encontraba sobre el escritorio de cristal en su elegante oficina. Lo giro en torno a la chica de ojos aguamarina y comenzó a recitar unas palabras que más bien parecían pertenecer a un ángel que a aquel chico.

-La dulzura de tus ojos son culpables del desvelo que sufro cada noche pensando en ti y me cuesta reconocer que tu voz trastorna mis sentidos y los vuelve presa del deseo de querer estar a tu lado...

-de querer estar a tu lado...

La chica susurro apenas el final de aquel pequeño verso que ya había leido con anterioridad varias veces. Se sentía confundida ¿Podía ser que ese chico fuera el mismo desconocido que la conmovía cada mañana?

-Se lo que debe estar pensando señorita Kaioh, y si, soy yo el anónimo que cobardemente le manda retratos de usted con un pensamiento mío. Debo confesarle que desde la primera vez que la vi en una carrera de autos de la que mi compañía era patrocinador ya hace varios meses quede irreparablemente prendado de usted. Recuerdo que esa vez quise ir a saludarla al terminar la competencia, sin embargo, al finalizar usted corrió a abrazar al rubio participante ganador de la carrera. Después de eso no me atreví a acercarme, pero la he visto tantas veces mas porque no soy capaz de borrarla de mis pensamientos, a veces la dibujo con las imágenes que deja impregnadas en mi mente con la ilusión de que solo así puedo poseerla. Sin embargo, cada vez mas que la veo pienso que es injusto tanto para mi como para usted negarnos la oportunidad de conocernos, se, que de cierta forma piensa en mi porque decidió buscarme.

-Creo que esto es un error, debo irme, disculpe.

La chica se dio la vuelta lentamente y salio de la oficina. El chico de ojos grises no hizo nada para evitarlo porque estaba seguro que había tenido un bien efecto en la chica y que por esa razón ella había salido. Michiru llego a la casa que compartía con Haruka con una extraña incomprensión, al principio siempre se preguntaba porque guardaba los retratos y los versos que le enviaban, porque siempre llegaban cuando Haruka había salido ya a trabajar y porque esta nunca se había dado cuenta; ahora se preguntaba porque razón pensaba que haber salido súbitamente de aquella oficina era un error.

Llego la noche y con ello la llegada de Harina. La chica rubia llego cansada como todos los días, sin ganas de hacer nada más que recostarse en la cama y dormir, sin embargo, a pesar de sus ansias ese no era el plan para esa noche. Se acerco a Michiru tomándola de la cintura, la chica de los ojos aguamarina sintió el contacto y sonrió mientras cerraba los ojos, esta sintió como Haruka le susurraba dulces palabras al oido, y al abrir sus ojos vio como un ramo de hermosas rosas rojas se encontraban frente a ella.

-Esto es por estas conmigo cada día

-Haruka

La chica de cabello acuamarina le dio un dulce beso en la boca a su amada en señal de agradecimiento. Hacia ya mucho tiempo que Haruka ya no tenia esos detalles con ella.

-¿Quieres ir a cenar?

-Claro, por supuesto y luego quien sabe, podríamos hacer otras cosas

-Estamos invitados a una reunión de trabajo, yo quisiera tener otro momento a solas para nosotras pero esta cena es importante, quizá después...

La chica de ojos verdes no pudo acabar la frase, la violinista le planto un beso callándola como trantando de evitar una discusión. Es verdad que aquella chica también le hubiera gustado un momento a solas, pero también era verdad que le había agradado oír que Haruka también anhelaba ese momento.

Llegaron a una lujosa mansión en el centro de la ciudad. La fachada era estilo renacentista con numerosas figuras de mármol por todo el lugar. Dentro del lugar había numerosas pinturas con imágenes melancólicas, extrañas pero a la vez fascinantes. Había numerosas personas, todos con trajes pulcros y elegantes vestidos. Por su parte, Haruka y Michiru habian entrado al lugar una sostenida del brazo de la otra. Michiru vestía un largo y entallado vestido negro de tirantes con un saco del mismo color; Haruka llevaba un traje oscuro con una camisa blanca. A pesar de ser dulce la compañía que poseia, la violinista no podía dejar de pensar en el encuentro que había tenido por la tarde. Sentía una extraña fascinación por la forma en que el la dibujaba idealizando la perfección y la manera como con sus versos aquel chico de ojos lograba hacer latir su corazón apresuradamente. Le costaba reconocer que solo un artista con la sutiliza que los caracteriza era capaz de conquistar el corazón de otro artista. Se reprocho por pensar en tonterías, por anhelar a alguien que había conocido hace apenas unas horas pero que creía conocer por sus muestras interiores. De pronto creyó enloquecer, vio entre la gente como un chico de profundos ojos grises y negra cabellera se le acercaba, vio como le sonreía y le miraba. Michiru volteo y vio a Haruka comprobando así que no era mera alucinación suya, sino que Amano se le acercaba y lo peor, saludaba estrechando la mano a Haruka.

-Michiru, te presento a Amano Filaret

-Mucho gusto señorita

-Michiru Kioh para servirle

La chica de cabello acuamarino no supo como contesto. Sintió una extraña desesperación al saber que las personas que provocaban emociones a su persona estaban junto a ella.

-Michiru, Amano es un gran socio nuestro desde hace unos meses. Su compañía ha estado invirtiendo mucho en la mía, debes culparlo a el por tenerme todo el día trabajando todo el día.- La chica solto una pequeña risa.

.Si señorita ¿Puedo llamarla Michiru? Vera, yo soy muy joven y al igual que Haruka ambos heredamos la empresa por la muerte de nuestros padres, por esa razón decidi hacer negocios con la compañía Tenoh, supuse que seria una forma de acompañar nuestro dolor.

Mas personas se acercaron a la platica. La violinista aun no comprendía como era posible que todo esto estuviera ocurriendo. Amano, Haruka y Michiru se sentaron en la misma mesa a la hora de la cena. Conversaron de cosas triviales durante unos minutos, sin embargo, eso no evitaba que la pintora se sintiera incomoda. Cada roce con la mirada de aquel chico la perturbaba y era porque sentía como este le robaba el alma desde adentro. Sentía como el corazón se le oprimía fuertemente y como cada vez mas su respiración se aceleraba provocando que se sintiera como si se asfixiara.

-Disculpen, me dispensan un momento, debo ir al tocador.

La chica sabia que estaba huyendo porque si permanecía un momento más ahí no seria dueña de sus actos. En lugar de dirigirse al tocador, decidió salir a tomar aire en el balcón de aquella lujosa mansión. Sintió como el viento jugaba suavemente con sus cabellos y le rozaba dulcemente la piel, casi igual como lo hacia Haruka. Dejo esbozar una sonrisa y se sintió tranquila, los pensamientos ajenos habían desaparecido. Sin embargo, sintió como una mano rozaba su espalda...

-¿No te parece una hermosa noche? Aunque...no tan bella como lo eres tu

Reconoció la voz...era Amano quien la tocaba y la hacia sentir distinta. Desde que se había enamorado de Haruka nunca había pensado en la posibilidad de estar con nadie mas, y menos como un chico como el, sin embargom el sentir que la mano de Amano la tocaba confundía cada uno de sus pensamientos.

-No me parecen los comentarios adecuados para una persona que se supone que acaba de conocer

-Pero, tu lo sabes, que te conozco perfectamente ¿Cómo no reconocer una sirena como tu? ¿Cómo no adivinar quien es dueña de una perfecta belleza como la que tu posees? Michiru, tos ojos me inspiran, la luz de tu mirada me atrapa y me aprisiona en el deseo de que me pertenezcas

-Yo...

La pintora vio como el chico la miraba directamente a los ojos. Quiso escapar, huir, pero esa forma en que el la veía la cautivaba. Sintió como Amano se acercaba cada vez mas a sus labios carmín y como de pronto el roce con ellos la extasiaba. Quiso detenerse, no besarlo, pero algo se había apoderado de ella, una emoción que parecía eterna e inmutable, que recorría cada fibra de su cuerpo haciéndola sentir una corriente de energía que la magnetizaba. Correspondió el beso, sintió como si con ello su cuerpo se fusionara con el de aquel chico y no quisiera estar con nadie mas ¿Con nadie mas? Recordo a Haruka y se separo abruptamente. Por un momento dejo que el deseo se aprisionara de ella, se dejo llevar por la simple pasión que le provocaba el mirar gris y la sonrisa encantadora de Amano.

-Se que quieres estar conmigo tanto como yo, lo senti en tus besos, esas ganas de atraparme y jamás soltarme

-Te equivocas yo...

-¡Michiru!

Oyo esa voz, era Haruka quien la llamaba. Volteo abruptamente y vio como Haruka los estaba observando ¿Acaso lo habría visto? No creía, porque se acerco con una sonrisa para ella y Amano.

-Me preocupe porque no llegabas pero veo que estas en buenas manos

-En realidad no me siento bien, lo mejor será que nos vayamos.

La pareja se retiro de la función. Michiru no entendía porque si Haruka siempre había sido tan celosa esta vez se portaba de esa manera. Quizá era el cansancio, talvez porque confiaba en ella o porque no podía pensar que estuviera coqueteando con alguien que se supone acababa de conocer. Llegaron a la casa y no comentaron nada mas de lo necesario, Haruka se encontraba exhausta y Michuru poseida por la extraña naturaleza de aquel chico. Sentía como los nervios se apoderaban de ella como si fuera una niña de secundaria, como sus labios le desprendían emociones incomparables por haber tocado los labios de Amano y como su ser empezaba a revolotear de deseos de volver a verlo. Se quedo dormida con un ultimo pensamiento: Amano Filaret

La noche es testigo de que toque tus labios. Había soñado tanto tiempo con este único momento. Nunca crei que fuera sentir tal felicidad. Ahora se que ya no solo eres tu una imagen que cubre cada rincón de mi casa, cada centímetro de mi mente. Tu rostro me mantiene en desvelo esta noche esperando el mañana donde volveré a verte, pero¿Sabes? No me es suficiente el haber tocado tus delgados labios carmesí, quiero sentir el calor de tu cuerpo sobre el mío, probar la unión de una sirena con un simple mortal y saber que se siente la felicidad completa. Michiru Kaioh ¡Quiero que seas mía!

LES GUSTO? EN FIN ESPERO PODER ACTULAIZAR PRONTO, ESPERO REVIEW CON QUEJAS, INTEBNTOS DE ASESINATO ETC.