"ANSIEDAD II"
El viento entraba libremente por la ventana aliviando de alguna forma un poco del dolor que una joven sentía en su interior y parecía destrozarla, se levantó del piso en que se había encontrado sentada momentos antes de darse cuenta de aquella ventana abierta, se acercó para cerrarla pero no lo hizo, se quedó de pie viendo al cielo infinito y despejado que la noche le mostraba mientras una lágrima se asomaba por uno de sus ojos para luego deslizarse solitaria por aquel rostro inocente que parecía recordar algo con nostalgia, "Y yo a ti, fue lo último que me dijiste", pronunció la muchacha pelirroja mientras intentaba ver algo en las estrellas; al momento, casi de forma automática una de sus manos se introdujo en su ropa sacando un medallón de algún metal extraño, lo abrazó sin dejar de ver el cielo con un poco de ansiedad. En verdad se había enamorado perdidamente de aquel espadachín mágico de un mundo distante, como lamentaba no haber estado más tiempo con él y esperar hasta el último minuto para decirle que lo amaba, en su corazón reinaba algo entre felicidad y melancolía al oír que él la correspondía porque quizá no lo volvería a ver jamás.
Las hojas del árbol murmuraban un nombre especial al compás del viento componiendo una melodía mientras bailaban entre si a la vista de un joven alto y de cara seria en cuya mirada se denotaba la nostalgia y la tristeza de una manera casi increíble para aquel que lo conocía bien. Intentaba apaciguar aquella revolución de sentimientos creada por su corazón mientras veía las estrellas familiares a su vista y el cielo nocturno lo ocultaba de la vista de cualquiera que lo buscara; no deseaba estar en su cuarto, se sentía mejor en aquel sitio al aire libre puesto que siempre había visto con buenos ojos a los árboles, su madre le había dicho en alguna ocasión que los árboles podían comprender a las personas que los tocaban y trataban bien y brindarles algún alivio bastante preciado por pequeño que fuera; en verdad que sabía lo que decía pues sentía como se mitigaba poco a poco su dolor aunque no dejara desaparecer aquellas ansias que sentía en lo más hondo de su alma. Ella volvería trayendo su corazón de regreso y no la dejaría escapar nunca más, o al menos, eso era lo que el joven hechicero había predicho antes de su "huida" porque no lo podía engañar, Ascot estaba escapando de otro rechazo por parte de su querida Marina, tan seguro estaba de que ellas volverían que había preferido hacerse a un lado "Tal vez, yo hubiera hecho lo mismo de estar en su lugar, pero no es el caso, te esperaré por siempre . . . Lucy-chan", luego de esto decidió retirarse a su habitación, sería un día muy largo y difícil el que le esperaba por delante y necesitaba descansar un rato.
Finalmente se decidió a cerrar la ventana de su cuarto luego de lo cual regresó su pequeño tesoro al abrigo de su pecho, cerca de donde debería ir su corazón, el cual había entregado aquel día al terminar la batalla y abolir un sistema cruel e inhumano que no era justo que hubiera existido y sin el cual nunca hubiera podido conocer a su amado. Destendió su cama de sábanas rosa pálido y se deslizó entre ellas sin dejar de pensar en Lantis y en cuanto le gustaría verlo otra vez, se cubrió hasta solo dejar su rostro al descubierto, tomó una almohada entre sus brazos, cerró sus ojos y un leve suspiro escapó de entre sus labios, "Lantis", para luego quedarse dormida.
La puerta del cuarto se abrió iluminándose como por arte de magia al poner su dueño un pie dentro del mismo comenzó a despojarse de su armadura sin ninguna prisa quedando únicamente en un pantalón y una playera negros bastante cómodos, se sentó en su cama viendo las estrellas, como deseándoles buenas noches, como albergando la esperanza de verla reflejada en el resplandor de alguna estrella y solo por un momento escucharla desearle también las buenas noches, una pequeña sonrisa se asomó a su rostro por un momento fugaz ante la sola idea de que eso fuera posible; al fin se decidió a jalar las sábanas blancas y azules para meterse dentro de la cama y poder descansar, dio un último vistazo fuera de la ventana y formuló una pequeña oración, "Al menos, espero que nos veamos esta noche en algún sueño", luego de lo cual cerró sus ojos y se quedó dormido.
La luz venía de todos lados y de ninguna parte, no había piso ni cielo en aquel extraño lugar pero no parecían necesarios al no existir dirección alguna por lo que se podía observar, otra cosa más la desconcertó, una brisa venía de ninguna parte haciéndola percatarse del vello vestido sin mangas que traía puesto, blanco, de una tela parecida a la seda pero siendo de algún otro material, en cierta forma , casi etérea. No sentía miedo ni desolación, solo algo extraño en su pecho, como si algo fuera a suceder de un momento a otro, solo de pronto la mano de alguien se posó sobre su hombro y una leve corazonada, una esperanza quizás, la hizo voltear con rapidez para encontrarlo frente a ella vestido de manera similar con un rostro estupefacto.
Lucy. – ¿Lantis?
Lantis. – ¿Lucy?
Ninguno de los 2 dijo nada, él solo la tomó entre sus brazos con fuerza, como si alguien se la quisiera arrebatar, ella sentía la presión de aquel abrazo pero lo comprendía y por eso lo único que hizo fue abrazarlo ella también con fuerza, como si fuera a desvanecerse de un momento a otro y de esa manera no lo pudiera lograr; luego de un rato ambos aligeraron un poco la presión del abrazo y se miraron a los ojos con asombro y felicidad.
Lucy. – Necesitaba verte y al fin estás aquí.
Lantis. – Siempre estaré para ti Lucy, no importa cuan lejos estemos el uno del otro.
Lucy. – Dime una cosa Lantis.
Lantis. – Lo que quiera mi pequeña princesa.
Lucy. – ¿Esto es un sueño?
Lantis. – Parece que si, un sueño que estamos compartiendo a pesar de las distancias.
Lucy. – Entonces no quisiera despertarme.
Lantis. – Y sin embargo, ambos lo haremos de un momento a otro.
Lucy. – No quiero alejarme de ti otra vez.
Dijo mientras refugiaba su rostro en el pecho de él y una lágrima rodaba por su mejilla.
Lantis. – Yo tampoco lo quiero pero tal vez, el destino nos dé una segunda oportunidad.
Lucy lo miró con un brillo de esperanza mientras Lantis le limpiaba aquella lágrima solitaria con una caricia de sus dedos los cuales detuvo para toma sus mejillas entre sus manos, Lucy cerró los ojos mientras Lantis se acercaba, sus labios apenas y se rozaban.
Lucy. – Siempre estarás en mi corazón.
Lantis. – Igual que tú lo estas ya en el mío.
Y sin decir más, se besaron con ternura y pasión a la vez deseando que ese sueño nunca terminara pero sabiendo en el fondo que no sería así.
¿Qué eran esos golpes que sonaban tan fuertemente? Seguramente Saturno que estaba levantando a los hermanos y a Lucy con unos cuantos golpes en la puerta para que no se les hiciera tarde para llegar a clases. La pelirroja abrió los ojos lentamente mientras pensaba en aquel sueño tan extraño que había tenido, aun se preguntaba si en verdad lo habían tenido los 2 o solo ella, sacudió la cabeza un momento, se levantó y comenzó a cambiarse de ropa para ir a la escuela y al ver el medallón colgando de su cuello recordó algo diciéndolo en un murmullo, "Tal vez, el destino nos dé una segunda oportunidad", luego de lo cual terminó de vestirse y salía corriendo mientras pensaba que quizás lo mejor era contarle a sus amigas lo que había soñado.
Un rayo de sol se filtró por la ventana directamente al rostro del dueño de la habitación quien se volteó antes de abrir los ojos, una pequeña sonrisa le apareció mientras recordaba aquel delicioso aroma tan extraño que caracterizaba a la guerrera del fuego y que había sentido sin duda alguna aquella noche, se levantó de buen humor pero al recordar el sueño de anoche la ansiedad de verla de nuevo y que las palabras del joven hechicero fueran ciertas lo hicieron despertarse por completo trayendo a su semblante la seriedad que desde niño lo había caracterizado. Se puso su armadura sin prisa alguna imaginando que, como de costumbre, tendría que ir a levantar a un joven rey antes de probar bocado. "Siempre estarás en mi corazón", repetía sin darse cuenta antes de salir por la puerta de su habitación.
Notas de la autora:
Pues si mis queridos amigos, parece que seguiré dándoles lata con MKR por un rato más pues luego de leer unos cuantos fanfics me dio por leer de nuevo el primero que escribí de "ANSIEDAD" y me dije "LuIn, el que Paris y Anaís sean tu pareja favorita no quiere decir que solo ellos merecen un fic corto" así que decidí escribir una especie de segundo capítulo dedicado a mi segunda pareja favorita, Lucy y Lantis espero les halla gustado y de una vez les informo que pueden esperar la tercera con . . . mejor que sea sorpresa aunque muchos ya han de haber adivinado sin olvidar que en realidad este se iba a llamar "Verte otra vez", en todo caso, si ya leyeron "Céfiro, una nueva era" tomen este pequeño fic como una precuela .
Y bueno, este fic se lo dedico a mi cyber-hermanita Kaze, espero te guste, y ya saben, todo lo que me quieran enviar mándenlo al botoncillo de review que está debajo de su pantalla, donde se les responderá con rapidez y cortesía.
SARABA
