Tal vez algún día
Capítulo 13
Desde que Uzumaki le pidió que le abrazara el shinobi del desierto permaneció a su lado. Sintió cómo la fuerza del agarre del rubio se debilitaba de forma gradual, hasta que las manos de éste cayeron de lado. Duerme. Bien. El tiempo que tardó el ninja de la Hoja en conciliar el sueño fue corto. Era obvio que el cuerpo de Naruto aún necesitaba descanso. Incluso Kyuubi drenó una cantidad de chakra peligrosa incluso para él mismo, por eso su poder está tardando tanto en restaurar el cuerpo de Uzumaki. Recostó al muchacho que tenía en brazos en un movimiento delicado para no despertarle. Sus brazos seguían rodeando a su acompañante, y se negaba a dejar de hacerlo, por lo que terminó recostado junto con el otro adolescente. El aire caliente de la respiración de Naruto colisionaba en el cuello del pálido ninja, provocándole una creciente sensación de calor interno al mismo tiempo que un escalofrío le recorría la espalda. Shukaku le susurraba indecentes propuestas que el pelirrojo dejaba de lado para disfrutar la cercanía del cuerpo que sostenía. En el pasado el único contacto físico que tuvo con otras personas fue durante batallas o encuentros de esa índole, los cuales no causaban efecto alguno en él. Empero, este nuevo tipo de contacto corporal era muy distinto, provocando en él más sentimientos de los que se creía capaz de poseer. Despejó los mechones dorados que caían sobre el rostro de Uzumaki, cumpliendo así su anterior deseo de sentir el tacto del cabello de su huésped. No eran muy suaves, tampoco parecía que les diera mucho cuidado, pero algo los hacía especiales. Únicos, cómo todo lo era en Naruto. La confusión reinaba en la mente del joven Kage, pero su corazón había llegado a una fuerte resolución: no quería separarse de Uzumaki. Sin embargo, el problema era mantener al rubio a su lado. Podía conseguir esto por la fuerza si Naruto se oponía a quedarse, no obstante, sentía que esa no era la respuesta correcta. A lo largo de su vida Gaara del Desierto siempre obtuvo lo que desease sin oposiciones, mas nunca porque le fuera entregado con sinceridad. Quería que el rubio se quedara con él por voluntad propia, porque así lo deseara, no porque se viera obligado a hacerlo. Que alguien tuviera ese tipo de sentimientos hacia él quizá era una petición exagerada, un anhelo ingenuo, pero sabía que el único mortal capaz de corresponderle con la misma intensidad era el muchacho que ahora dormía contra su pecho y entre sus brazos.
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Sabía que no estaba equivocaba al mandar gente a investigar al país del Viento. Desde días atrás venía teniendo un mal presentimiento respecto a la situación de Naruto, el cuál se intensificó esa mañana llegando al punto en que era imposible ignorarlo más. Naruto era su última persona importante, si algo llegara a pasarle ella no podía soportarlo. Hubiese preferido tener Jounnins encargándose de la misión, pero la cantidad de shinobis activos en ese rango se vio disminuida por la última graduación masiva de la Academia Ninja. Hatake Kakashi era la opción más fiable, empero, el hombre no volvía de la última misión que le fue asignada, y Tsunade era una persona demasiado impaciente cómo para aguardar el regreso del copy nin. Se recargó en el respaldo de su silla, dejando caer la cabeza hacia atrás. El trabajo de Hokage se acumulaba más y más al pasar los días, creando torres de pendientes arriba del escritorio. No sé cómo me convenció ese mocoso para aceptar este trabajo. Es aburrido. Decidió marcharse. La noche estaba muy avanzada ya, y no tenía pensado hacer ningún intento por reducir el tamaño de la barricada de papeles formada en el escritorio. Hasta recibir noticias de Naruto le sería imposible concentrarse en lo demás.
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Con los brazos apoyados en la ventana de la habitación el nieto del fallecido Sandaime contemplaba las estrellas, en su rostro era visible un leve dejo de tristeza. Debo ser paciente… Naruto-niichan me responderá. Sé que lo hará. Reposó su rostro en los brazos cruzados, suspirando. Pero de todas maneras, esperar no es divertido… La vida del recién ninja novato era agradable, aunque menos divertida sin la compañía de aquel a quien él consideraba un hermano mayor. Era frustrante no tener nadie a quien contarle los avances que tenía, o con quien compartir lo satisfactorio que era cumplir las misiones que le eran asignadas, aunque parecieran ridículas o insignificantes. Claro, podía ir con Iruka sensei, pero aunque apreciaba mucho a su antiguo maestro, no compensaba la ausencia de Naruto. Sólo le quedaba confiar en que el misterioso viaje de su mejor amigo terminara pronto para poder volver a la aldea. ¡Ese día le voy a dar una patada por irse sin avisarme! Miró el reloj de pared. Ya era tarde. Lo mejor será que me duerma. Shizune sensei se molestará si me quedo dormido a mitad del entrenamiento. Subió a la cama y cerró los ojos, deseando que nada malo le ocurriera a su hermano mayor.
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Decidieron salir de la villa antes del amanecer. El viaje al país del Viento no era cualquier cosa, y entre más prisa se dieran, menos tiempo tendrían que sufrir bajo el sol del desierto. Shikamaru seguía sin estar en total acuerdo con los dos elementos que conformaban su escuadrón. Shino no es problema. El shinobi del clan Aburame era reservado, pero bastante eficiente. Ya antes se vio envuelto en misiones con éste, y hasta ahora no tenía queja alguna. El que me preocupa es Sasuke. Cuando reclutó a los dos ninjas que le acompañaban tuvo que explicarles de lo que trataba la misión que realizarían. La actitud del Uchiha se vio afectada desde la partida de Naruto, sumiéndose en una actitud más acre de lo usual. Desde que Shikamaru se enteró que tendría que llevar a Sasuke al viaje supo que su presencia llegaría a mala resolución. De momento las cosas marchaban bien, incluso el paso que llevaban era veloz, lo cuál seguro acortaría el viaje. Una hora atrás habían cruzado la frontera del país del Fuego, y si se mantenían con ese ritmo, tardarían a lo sumo dos días en llegar a su destino. Otro de los factores que tenía que considerar era la posibilidad de un enfrentamiento con los ninjas de la Arena. Ellos eran tres, demostrando imposible la idea de enfrentar una villa entera. Su trabajo era asegurarse de que sus dos compatriotas de Konoha estuvieran en buenas condiciones y abandonar el lugar de inmediato. Semejante a una misión de reconocimiento. Las probabilidades de que el Kage del Viento decidiera tomar represalias eran mínimas, empero, si algo aprendió al ascender a Chuunin era prever las peores circunstancias. Shino era un elemento confiable. Pero Sasuke… Sabía muy bien que cuando se trataba de Naruto, el Uchiha no oía razones.
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Recostado en el piso, el mapache replicaba enfadado por la actitud obstinada de su portador. ¡Estúpido contenedor sin apetito sexual! No lograba comprender cómo el pelirrojo pudo dejar ir la oportunidad que se les presentó. El ninja ruidoso pedía a gritos ser abusado sexualmente, y su médium continuaba negándose a tomar ventaja de éste. ¡Tómalo, maldita sea! La exasperada orden de Shukaku recibió por respuesta un sonido molesto proveniente de Gaara. El demonio decidió buscar otra alternativa, bajando la voz al tono meloso que utilizó aquella noche bajo la luna. Es decir, demuéstrale tus sentimientos con la más famosa prueba de amor existente, uniendo vuestros cuerpos y almas en una sola. De nuevo el pelirrojo le mandó a callar. ¡Te odio, maldito humano virgen! Continuó lanzando quejas semejantes mientras rodaba molesto por el piso de la mente de Gaara.
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El viaje de regreso a la villa dónde residían demoró más de lo previsto. La misión que les fue asignada era rastrear a una banda de missing nins que extorsionaba a los comerciantes, quitándoles gran parte de las ganancias a cambio de no agredirles. Acabar con los criminales fue la parte sencilla del trabajo, el asunto se complicó cuando encontraron destrozada la ruta de regreso al país del Viento. Los aldeanos no les dejaron en paz hasta que accedieron a reparar el camino. Malditos aldeanos abusivos… Lo que más deseaba en ese momento Kankuro era llegar a casa para descansar. Y no hacer ninguna tonta misión en largo tiempo. Él y Temari fueron de inmediato a su casa, exhaustos y hambrientos. Muy hambrientos. Al entrar hicieron camino directo a la cocina. Su hermana tomó asiento a la mesa mientras él registraba el refrigerador. Le dio a Temari esos extraños remedos de comida que ella tanto elogiaba por estar libres de calorías. Él se hizo con una botella de agua, mientras revisaba los gabinetes, sabiendo que seguirían tan vacíos cómo cuando se marcharon. La probabilidad de que Gaara vaya de compras es de una en un millón, y esa es una aproximación muy optimista. Por eso le asombró encontrar uno de los gabinetes repleto de golosinas, y grandes cantidades de comida instantánea.
"¿Ramen?" pregunto en voz alta, mostrando el gabinete abierto a su hermana. "¿Gaara fue de compras? ¿Por ramen?"
"Eso no puede ser normal." Dijo la rubia, levantando una ceja.
El ruido de alguien llamando a la puerta cortó la conversación. Viendo que Temari no pensaba levantarse a atender, Kankuro fue a investigar quién era la persona afuera de la casa. ¿Qué no puedo descansar ni cinco minutos? ¿A quién se le ocurre venir tan temprano? Al abrir la puerta, encontró de pie esperando a la asistente de su hermano menor. Desconocía cual era su nombre, así que le dio un saludo bastante simple.
"Buenos días, Kankuro-san." Dijo la mujer, sonriendo. Extendió la mano hacia él, con un sobre en ella. "¿Podría entregar esto a Kazekage-sama? Llegó ayer por la tarde, y pensé entregársela hoy, pero cómo otra vez no se presentó a la oficina, decidí traerla. Tiene el sello del Kage de la Hoja, debe ser importante."
Tardó en reaccionar a tomar el sobre que le ofrecían. ¿No se presentó… otra vez? Las cosas se ponían más y más extrañas. Primero el ramen y ahora esto ¿qué demonios pasó cuando no estábamos? Gaara no era una persona que amara su trabajo cómo líder de la villa, Kankuro lo sabía, sin embargo nunca dejaba de asistir a sus obligaciones. Y si no está trabajando ¿dónde rayos está? En los tres años transcurridos desde el ataque a Konoha la actitud de su hermano mejoró. Ahora es menos asesino, hay que darle crédito por eso. Y las desapariciones sin avisar disminuyeron hasta desaparecer. Ojalá pudiera pensar que sólo se quedó dormido, pero eso es imposible. Suspiró, cansado.
"Yo se la daré al Kazekage, no te preocupes." Dijo Kankuro, antes de cerrar la puerta en la cara de la asistente.
La llegada de correspondencia del país del Fuego tampoco era una gran noticia. Desde el establecimiento de una alianza entre los dos países la Godaime no hizo esfuerzos por crear comunicación con el Kage del Viento. Dejó el sobre en la mesa de la cocina.
"Una carta de la Hokage." Dijo Kankuro, respondiendo la pregunta que ya sabía se formaba en la mente de su hermana. "Gaara ha estado faltando a su trabajo en estos días, hoy también." Antes de que Temari pudiera decir una palabra, el titiritero avanzó hacia el cuarto del pelirrojo. "Veré si está en su habitación, aunque lo dudo."
Supuso que no habría nadie dentro del dormitorio, así que no se tomó la molestia de llamar antes de abrir o pedir permiso para entrar. Pero tampoco entraría sin tomar precauciones. Empujó la puerta hasta dejar una pequeña ranura lo suficiente grande para apenas mirar el interior del cuarto. Había ropa en el piso. Eso es raro… Gaara no es del tipo desordenado. Además, esa no parecía ser ropa de su hermano menor. Movido por la curiosidad, tomó el riesgo de abrir un poco más la puerta. Vio el cabello rojo de su hermano, indicando que estaba recostado en la cama. ¡Maldición! ¿Está dormido? Sintió el viejo pánico de tiempo atrás, temor a que se desatara el demonio encerrado en el cuerpo de Gaara. No lo pensó dos veces, empujó la puerta con fuerza, abriéndola por completo, listo para detener el desastre. Empero, lo que sus ojos vieron fue algo completamente distinto, y en la mente de Kankuro, aún más perturbador: Sabaku no Gaara, su hermano menor, en la cama con otro muchacho, abrazándole. ¡Oh, por dios! ¡Mi hermano tiene un amante! El menor de los tres hermanos, a diferencia de lo que antes pensó Kankuro, no dormía. Ambos pares de ojos verdes se encontraron, y Kankuro supo que su intromisión era mal recibida. Oh, diablos…
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Los sentidos del rubio estaban demasiado adormecidos para reparar en algo aparte de la calidez a su lado. Tampoco se detuvo a pensar de dónde irradiaba el calor que le acompañaba, lo único que importada era aferrarse a la confortable sensación, lo cual hizo, extendiendo los brazos para atrapar el origen de su comodidad. No era cosa de todos los días despertar a tan agradable sentimiento. La luz entraba por la ventana, recordándole a Uzumaki que las horas dedicadas a dormir habían concluido. No… no quiero levantarme… Se frotó contra la fuente del calor, reacio a separarse de ella. Y en una sorpresa agradable, la calidez le envolvió en respuesta. No obstante, el destino no le permitiría al rubio hacer su voluntad. El ruido de una puerta azotándose con violencia lo arrancó del estado de ensueño en el cual descansaba con tanto gusto. Los instintos ninjas arraigados en su interior salieron a flote, haciéndole saltar de la cama para tomar una pose defensiva. Los músculos de Uzumaki se quejaron por el brusco movimiento, aún adoloridos por la actividad física del día anterior.
"¿Eh?" los ojos azules distinguieron la figura vestida de negro a la entrada del cuarto. "¿Kankuro?"
"¡Hey, tú eres el enano de Konoha!" dijo Kankuro, sorprendido. "Uzumaki Naruto ¿cierto?" giró la vista hacia el otro muchacho, sonriendo afectado. "Buenos días, Gaara."
Las circunstancias tomaron sentido para Naruto al escuchar el nombre del pelirrojo. La noche pasada había acordado con Gaara compartir la habitación para evitar algún imprevisto. Intercambiaron varias palabras y después se fueron a dormir. No, estoy olvidando algo… Tenía la certeza de que algo faltaba entre las dos acciones mencionadas. ¡Ah, sí, y le pedí que me abrazara! La sangre de Uzumaki se congeló en ese instante. Giró la vista, descubriendo al pálido ninja del desierto levantándose de la cama. Los ojos verde claro se encontraron con los de Naruto. ¿Él… estuvo toda la noche recostado junto a mí? Sintió un cosquilleo en las mejillas, señal de que la sangre subía a ese lugar. Había descubierto de dónde provino el grato calor que sintió momentos atrás. Era nuevo para el rubio recibir ese tipo de atenciones, en especial de una persona como Sabaku no Gaara. Es lindo. Me refiero a tener atención, no a Gaara. Bueno, no digo que él desagradable… es decir, vamos, es pelirrojo y tiene ojos verdes… pero eso no quiere decir que yo lo considere apuesto. Aunque lo sea. Rayos, no sé ni qué estoy pensando. Llevándose una mano a la frente, hizo de lado a Kankuro y salió de la habitación. Oh, demonios, necesito ramen… De forma ociosa su mente registró el hecho de que caminaba con dificultad debido al dolor muscular.
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Recién regresando de una misión, el copy nin fue directo a la librería. Escuchó decir que el más reciente trabajo de Jiraiya estaba ya en las librerías. ¡Y debo tenerlo! Había estado tomando misiones rango A, en ocasiones S. Pero la vida sin Icha Icha Paradise no es tan emocionante. Más tarde entregaría el reporte de la misión y se informaría de cómo resultaron las cosas del viaje de Naruto. Al llegar al establecimiento ni siquiera tuvo que hablar. El encargado del lugar le tenía ya reservada una copia del ejemplar. Digamos que soy un cliente distinguido. Al tener entre sus manos la publicación corrió a casa para dedicarse a la lectura. Primero se detuvo a leer la pequeña reseña al reverso del tomo. No daba mucha información, sólo que trataría de la relación entre dos chicos. ¿Dos chicos? ¡Jiraiya-sama sí que sabe ser innovador! Uno de ellos un delicado muchacho con una enfermedad desconocida, el otro un joven y el poderoso heredero de un señor feudal, el cual daba asilo al necesitado rubio. Eso… me suena familiar. Página tras página Kakashi encontraba indicios que le recordaban al lugar donde fue enviado Naruto, o la situación y descripción de su ex alumno. ¿Podrá ser que Jiraiya-sama está en el país del Viento? Era una posibilidad, dada la naturaleza nómada del poderoso ermitaño. Pero… ¿Naruto y Sabaku no Gaara? La curiosidad respecto a si en verdad o no se estaba creando una relación amorosa entre el rubio y el pelirrojo acosaba al Jounnin. ¿Todo será verídico? Lo que más le intrigaba era la estimulante escena de la novela en que los protagonistas daban rienda suelta a sus pasiones en el techo de la casa del señor feudal. Quizá Naruto perdió sus inhibiciones al dejar la aldea. Soltó una risita, dejando volar su imaginación.
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Desde su asiento Temari vio aparecer por el pasillo la figura del primer ninja que venció a su hermano menor, vestido sólo en bóxer y aparentando cansancio. Lo primero que apreció fue el gran cambio en la imagen que tenía grabada de Uzumaki Naruto y el adolescente que ahora desfilaba a medio vestir frente a ella. Ese ya no era el niño de antes, definitivo. El intercambio de palabras entre ellos fue inexistente mientras Uzumaki ponía llenaba un recipiente con agua, la ponía a calentar y tomaba asiento a comer ramen. Abrió la boca para hablar, pero no encontró la pregunta adecuada.
"Oh." El rubio le miró, cómo notando por primera vez que ella estaba en la misma habitación que él. "Buenos días, Temari. ¿Qué tal la misión?"
"Buenos días. La misión estuvo bien." Respondió ella, aún desconcertada. "¿Qué… qué estás haciendo tú aquí?"
"Es complicado ¿sabes?" dijo Naruto, llenándose la boca de ramen. "En fin, ahora Gaara y yo vivimos juntos. Fue bastante precipitado, de verdad. Hace una semana despertaba todas las mañanas en mi pequeño apartamento en Konoha y ahora lo hago en la cama de Gaara en la villa de la Arena. La vida está llena de sorpresas ¿verdad?" Sonrió hacia la rubia. "Bueno, supongo que ahora viviremos los cuatro juntos."
La hermana mayor del Kazekage quedó inmóvil, asimilando la despreocupada declaración que hizo Uzumaki. Oh, por dios… ¡Mi pequeño hermano tiene un amante! Antes de que pudiera sobreponerse al impacto de tal revelación se escucharon los insistentes golpes de alguien llamando a la puerta.
"Qué manera tan molesta de tocar la puerta." Se quejó Naruto, levantándose para abrir la puerta. "Seguro debe ser Ero-sennin. ¡Ese pervertido siempre llega en el peor momento!"
"¿Ero… sennin?" Vio al rubio salir de la cocina mientras sus dos hermanos entraban al lugar. Sus ojos buscaron los de Gaara, y éste le devolvió la mirada sin mucho interés. "Gaara… ¿es verdad que él está… viviendo contigo?" el pelirrojo asintió. "Oh."
Si así lo había decidido Gaara nada podría objetar ella. Sí, era repentino que su hermano de dieciséis años tuviera una pareja, y que fuera Uzumaki Naruto era aún más sorprendente, pero eso significaba que al fin Gaara demostraba sentimientos hacia alguien. Me pregunto qué ocurrió exactamente en nuestra ausencia. Resultaba asombroso que en tan poco tiempo el rubio conquistara al estoico Kage. Su atención se vio atraída al personaje de largo cabello blanco y líneas rojas en las mejillas entró a la cocina en compañía de Naruto.
"No creas que estoy feliz contigo, Ero-sennin." Se quejó Uzumaki, cruzando los brazos y negándose a mirar al hombre a su lado. "Ayer ni siquiera fuiste a verme al hospital. Seguro que estabas espiando en los baños otra vez. ¡Pude haber muerto y tú no te habrías dado cuenta por andar de pervertido!"
"¡Deja de llamarme pervertido! ¡Y sí fui a verte al hospital!" replicó el hombre, molesto. "Sólo que cuando no me viste porque ese mocoso altanero no me avisó que te sacaría de ahí." Señaló al pelirrojo, mirándole receloso.
"Hey, anciano." Dijo Kankuro, fastidiado. "Ese al que llamas mocoso es el Kage de la aldea. Deberías disculparte y llamarlo Kazekage-sama."
"¡Más mocosos insolentes!" dijo Jiraiya. "¿Quién diablos eres tú?"
"Lo mismo te pregunto yo, viejo." Respondió Kankuro.
"¿Quién soy?" una sonrisa de superioridad apareció en los labios del ermitaño. Hizo espacio para comenzar su rutina de presentación. "Un gran artista que entrena en las montañas. Aquel a quien generaciones enteras consideran inmortal. El ninja con más conquistas que arena en el desierto y más admiradoras que estrellas en el cielo. ¡Jiraiya-sama! ¡Ese es mi nombre!"
La rubia levanto una ceja, incrédula. ¿Qué clase de personas son estas? Kankuro no parecía más convencido que ella con la presentación.
"¿Qué quieres, Ero-sennin?" preguntó Uzumaki, aburrido. "¿O sólo viniste aquí por el gusto de molestarme en la mañana?"
"Niño impertinente." Siseó Jiraiya, molesto. "Gai y yo volveremos al País del Fuego, creo que sé dónde buscar información respecto a tu condición. Y estoy seguro que Tsunade no permitirá que pase algo malo si regresas con nosotros a la aldea."
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NOTAS:
Hey! Pues bien, dejando el capítulo trece listo para ustedes. Ven que estoy dándome prisa? Esa es la magia de los reviews! Lo que me recuerda que debo darles las gracias por leer y dejan comentarios. Y los que no dejan comentarios también gracias. Ah, si. Si me retrazo, culpo a Karin xD
Ok, ahora a responder reviews:
Mikage-sama: Sim, Gaara é bonito, muito bonito. É agradável vê-lo ainda ler este. Você é assim bom a mim! Você faz-me feliz! Beijos!
DarkNikaru73: Bueno, bueno, me alegra que te haya gustado el abrazo que se dieron esos dos mientras dormían. Y sobre que no me hayas dejado reviews antes, no te preocupes, lo importante es que lo haces ahora. Ojalá sigas haciéndolo, te lo agradecería mucho. Exactamente cómo ahora te agradezco las felicitaciones y que sigas leyendo.
Kennich: Naruto pide el abrazo, Gaara se lo da. Que simple es la vida, verdad? Jajaja. Gracias por mantenerte constante, y por desearme inspiración, mira que a veces me hace tanta falta! También yo te deseo lo mejor, y haré lo posible por darme prisa en actualizar.
Nadeshcka: Hey! Gracias por seguir a mi lado! Sigue dejando reviews, para que me ponga en movimiento y deje de estar de holgazana. Haré lo que esté a mi alcance para actualizar rápido. Te veo en el capítulo catorce!
Tecnomago: He intentado aumentar la extensión de los capítulos, pero no siempre lo logro. Por lo normal tienen cómo promedio las tres mil palabras. Este tuvo cómo tres mil quinientas, espero que sea suficiente, combinado con la actualización rápida. Gracias por seguir leyendo y darme tus opiniones. De verdad que sí.
Ari: Ves que actualicé más rápido? Lo prometido es deuda, ya ves! Gaara no es malhumorado xD Sólo un poco propenso a molestarse cuando le interrumpen, jaja. Espero que me dejes otro review! Gracias!
RiMi: Oh, sí! Los chismes de las enfermeras, jajaja. Shikamaru, Sasuke y Shino está cada vez más cerca. Qué pasará? No lo sé! xD Gracias por ponerme delante de tener que vestirte para tus clases de inglés, significa mucho para mí xD Espero que me dejes un review, linda!
Emiru: Bueno, aún no sabemos cómo reaccionarán los chicos que vienen de Konoha cuando vean a Naruto viviendo con Gaara, pero estamos cada vez más cerca. Haré lo posible por actualizar pronto, de verdad. Gracias por dejarme reviews y por leer.
Chibi-hinata Espero te haya llegado mi mail, y que te haya servido de algo. Dime si tienes dudas. Y gracias por seguir leyendo y dejando reviews. GaaNaru forever!
Mylen: Ah, tienes un Shukaku por dentro, eh? Seguro que tú también te estás muriendo por ver lemon! xD Ya le daré las gracias a Anzu, que linda por recomendarme. Y gracias a ti por leer y decirme cosas tan lindas. Sí, mi escritura es lenta xD Cuánto tiempo real ha pasado en la historia? Una semana? xD Bueno, bueno, espero saber de ti en este capítulo!
AnzuZoldick: Bueno, espero que mi historia te sirva para relajarte de tanta clase y cosas de la escuela. Oh, gracias de nuevo por la comparación con el manga! Si el manga de Naruto fuera mío cada capítulo trataría de Gaara y Naruto making out xD Se escucha tan lindo cuando dices que son abrazos de osito xD La verdad es que soy una mielosa melosa, y lo sé… Oh, sí! La amenaza Uchiha va en camino! Confiemos en que Gaaracula proteja al rubio con uñas y colmillos, ne? xD Jiraiya… quizá las del hospital no estaban tan bonitas y por eso no le importó xD Hoy no hubo zorro mojado para ti, sorry. Y qué diantres es eso del piloto de Naruto! Tienes que mandarme la página a mi mail (está en mi profile, claro) para que lo lea! Me sorprendiste mucho xD Claro que Gaara y Naruto son el uno para el otro! Muerte al SasuNaru! Claro que sí! Nada más sexy que un pelirrojo con un rubio, eso digo yo xD Ah, sí, y eso de la comprensión también jajaja xD Millón de gracias por recomendarme! Sigue así, mi buena amiga! Dejando reviews también! Para que me ponga a trabajar. Además, jujuju, ya empecé a escribir el capítulo uno de un nuevo fic! Ya te diré más adelante otras cositas al respecto. Nos vemos!
Ave Suiris: Sí, a todos se nos va la onda en ocasiones, pero está bien, mientras sigas leyendo, no importa que te olvides temporalmente del fic. Suerte en lo de la universidad! Yo también tendría que hacerlo, pero soy irresponsable .. Espero que mi historia te disminuya un poco las presiones. La verdad no me gusta hacer parejas múltiples, es confuso. Y los triángulos amorosos me deprimen. Prefiero decir cómo fue que lucharon para estar junto, o cómo surge el amor. Diantres, soy tan cursi xD Espero ver tu review al capítulo! Y gracias de nuevo por leer!
Tayuya-senpai: Uy, seguro que tuviste que omitir casi todo el capítulo esta vez… sorry por eso, pero bueno, amo el yaoi, qué puedo hacer? Creo que la única pareja hetero que me llama la atención es el InoNaru, pero tendría que ser una historia escrita por mí para que la aceptase en verdad. Hey, yo nunca dije que Sasuke estuviera enamorado de Naruto! No pongas palabras en mi boca xD Espero que no te haya parecido difícil de leer el capítulo, y que no dejes de mandar reviews. Toda sugerencia cuenta, de verdad! Y miles de gracias por esforzarte a leer un fic así, en serio.
