Capítulo 7: Batalla al filo de la muerte
El chillante sonido metálico hacía eco por toda la arena. Cada vez que Lugh pasaba a la ofensiva e intentaba golpear a Saphira sus ataques eran fácilmente bloqueados con un suave movimiento de su lanza carmesí, por el contrario, todas las estocadas de la pelinegra siempre daban en el blanco, ya sea que apuntase al abdomen, brazos o las piernas del semi-elfo, ninguno de sus ataques encontró resistencia alguna atravesándolo en muchas ocasiones y causando terribles heridas en él, las cuales eran curadas por Edward quien solo podía mantenerse como espectador al igual que Sonya que estaba unos pasos detrás de Saphira
-Ufufuf No lo haces nada mal – comento Saphira al bloquear el ataque de barrido que hizo Lugh desde la derecha - Sabes que la fuerza y velocidad que tienes ahora es gracias a la lanza que portas ¿Cierto? Todo este poder te lo da el arma que consideraste inútil. Pero no es suficiente para golpearme cuando el portador es alguien débil como tú – desviando el arma del semi-elfo, le atravesó el muslo derecho de una brutal estocada casi cercenándole toda la pierna, haciéndolo caer al suelo en un charco de sangre
- ¡Lugh!
- ¡Basta ya Saphira! Él ya se disculpó y dijo que todo fue un malentendido. ¡vas a terminar matándolo!
- No entiendo el problema, después de todo, puedes revivirlo con suma facilidad. Además, es la tercera vez que le corto una de sus extremidades y tu chico aún puede seguir curándolo a pesar de que también debe compensar el drenado de vida que hace el arma. Es alguien muy talentoso a pesar de ser un simple huma… joven. La palabra prodigio se queda corta para describirlo – halago mirando fijamente a Edward quien usaba sus poderes para curar a su compañero
- Maldita - Lugh se incorporó nuevamente gracias al aura blanca de sanación que se posó sobre él. Esta era una despiadada tortura, pero, incluso habiéndose disculpado, se negaba a rendirse debido a su orgullo. Se coloco otra vez en guardia y analizo su situación actual. No había podido conectar ningún golpe en la pelinegra frente a él y francamente no tenía oportunidad alguna si seguía por este camino. Lo único que tenía a su favor era la asistencia de Edward, la cual podía mantenerlo luchando a pesar de las heridas que pudiera sufrir
- ¿No vienes? La verdad es que ya me estoy aburriendo de esto – se burló Saphira mirándolo a los ojos – si quieres puedes rendirte y huir con el rabo entre las piernas
- Lejos de caer en la provocación, Lugh se acercó velozmente a la pelinegra y lanzo más de diez estocadas y barridos de lanza apuntando no solo al abdomen o el pecho de ella, sino también sus brazos, hombros e incluso piernas fueron su blanco en un intento por derribarla. Fue un cambio de estrategia que si bien llamo la atención de Saphira no le presento mayor peligro ya que bloqueo todos los ataques con suma facilidad, incluso los ataques de barrido dirigidos a sus pies fueron rechazados con la planta de sus botas. Desviando una de las estocadas con el costado de su lanza, aprovecho la apertura para atravesar nuevamente el abdomen del semi-elfo
- Demasiado fácil. ¿Esto es todo lo que puedes…? -mientras se burlaba otra vez del joven pelinegro, vio de reojo como la punta afilada de la lanza azabache se dirigía hacia su rostro. El ataque estaba tan cerca que, incluso cuando lo esquivo, no logro evitar que causara un pequeño corte en su mejilla
- Lugh se retiró unos metros sacándose bruscamente la lanza carmesí del estómago en el proceso, lo que causo que gran cantidad de sangre brotara desde la herida haciéndole difícil el poder mantenerse de pie, por lo que se apoyó en su lanza para estabilizarse. Luz Blanca lo envolvió y su herida fue sanada otra vez – Edward, ¿Puedes mitigar mi dolor?
-he… Si, pero…
- Hazlo, pero no lo elimines del todo y también desde ahora cúrame lo más rápido que puedas en medio de la batalla – Lugh se colocó en posición, pero esta vez apunto su lanza hacia la pelinegra en una clara intención ofensiva. No le importo discutir su estrategia frente al enemigo, era obvio cuál era su plan luego del previo intercambio de ataques. Era simple, si no podía acertar ninguno de sus ataques debido a la sólida defensa que ejercía Saphira con su lanza, entonces la presionaría hasta que ella ataque y así, con la lanza fuera del camino, aprovecharía el momento para apuntar su lanza contra ella. Para eso confiaría plenamente en la habilidad de Edward para sanarlo. Era una estrategia suicida pero la única que tenía para poder golpear a Saphira
- Jajaja Interesante… - mientras tocaba su herida, la pelinegra sonreía divertida hacia su contrincante – Sonya – llamo a su compañera para recibir la debida atención medica
- Es solo un rasguño ¿Sabes? – contesto la aludida
- ¿Acaso quieres que me quede una marca?
- Seria un buen castigo por lo que estás haciendo – reprendió Sonya. Aun así, con un chasquido de sus dedos la herida fue sanada
- Eres cruel. Y tú – dirigiéndose esta vez al semi-elfo – Apuntaste al rostro de una chica ¿Qué clase de monstruo eres para hacer eso?
- Mira quien habla – Lugh se precipito otra vez hacia Saphira y lanzo un sinfín de estocadas esperando el momento en que ella lo hiera para hacer su movimiento. Apunto a la cabeza, pero Saphira lo esquivo fácilmente, sus ataques al pecho y los hombros fueron bloqueados de la misma manera, pero cuando Saphira atravesó su pecho con su lanza carmesí, aprovecho esa ocasión para apuñalar el muslo derecho de la chica de una estocada
-Bien, veo al fin un progreso jajaja – ser rio divertida sin importarle el hecho de haber sido herida. Si ella usara todo su poder, él no podría ni siquiera tocarla, pero hacerlo se sentiría como una derrota para ella. Al menos su madre no estaba para verla, porque si ese fuera el caso ella no mostraría piedad y eliminaría al rival frente a ella aun si su orgullo fuera herido. Pero no usar todo su poder no significaba que no pudiera moverse de otra manera. Luego de ser curada por Sonya, tomo su lanza con su mano derecha y la arrojo cual jabalina hacia Lugh, atravesándole el abdomen a pesar de su intento de esquivarlo
- Puagggg - escupió otra vez gran cantidad de sangre debido a la rasgadura de sus órganos interno, pero aun así lucho por mantener la consciencia
- Sin darle tiempo de recuperarse, Saphira corrió hacia él herido semi-elfo y tomo el mango de su lanza carmesí elevando con suma facilidad el cuerpo atrapado en ella por los aires para luego estrellarlo de un brutal golpe contra el suelo el cual agrieto parte de la arena de batalla – Las lanzas también pueden usarse de esta manera – comento con una sonrisa sádica en el rostro, mirando al tembloroso pelinegro quien luchaba por ponerse de pie.
- Estaba totalmente magullado y varios de sus huesos se habían roto, aun así, Lugh se incorporó gracias a la magia de Edward y rápidamente se precipito a atacar a Saphira enfrentándola en un duelo cercano. No podía permitir que ella tomara la iniciativa nuevamente, la única oportunidad que tenia de ganar era si seguía su plan inicial.
Entonces la pelea se convirtió en una guerra de desgaste... o, mejor dicho, una carnicería…
- Lugh logro atravesar la defensa de Saphira y golpear su abdomen luego de que sus dos extremidades fueran desmembradas en tres ocasiones. Dos de sus ataques de barridos fueron bloqueados por las manos desnudas de Saphira, su hombro fue desgarrado por la lanza carmesí, pero logro herir una de las piernas de la chica. La siguiente vez fue su pierna y su brazo izquierdos los que resultaron cercenados para poder conectar un golpe en el hombro de su rival. Todo esto sin contar las incontables puñaladas que recibió sin poder contraatacar
- Esto es muy divertido – con una expresión aún más sádica en el rostro luego de cortar ambos brazos de Lugh. Saphira se retiro unos metros y por primera vez en la pelea adopto una postura. Coloco su pierna izquierda un paso hacia adelante flexionándola en el proceso. Su lanza carmesí cruzaba de derecha a izquierda apuntaba hacia el suelo y su cuerpo estaba ligeramente inclinado hacia adelante – Lastima que ya no puedes seguir jugando
- Lugh no comprendía a que se refería la pelinegra hasta que vio a Sonya pasar corriendo por su lado muy preocupada – Edward… – quiso voltear a ver a su compañero, pero la mirada penetrante de la pelinegra no se lo permitió
- Es un hombre talentoso el que te encontraste como novio, Sonya – halago otra vez al rubio antes de cargar contra el semi-elfo – [Amarilis Carmesí] – en un instante, ambas piernas y brazos del pelinegro, así como también su pecho fueron apuñalados por la lanza carmesí de Saphira causando que las venas alrededor de la herida se hincharan y agrietaran haciendo que brote una enorme cantidad de sangre hacia el exterior – dime Lugh ¿Qué te parecen las armas demoniacas? – pregunto al inconsciente semi-elfo bañado en sangre
