Siento mucho la demora, pero entre otras cosas me enfermé con el bicho ese y aunque no tuve complicaciones severas, mi familia y yo fuimos cayendo enfermos escalonadamente. Creo que ahora todos estamos bien, así que me animó a continuar este escrito.
Capítulo 12: La otra joya imperial
El castillo imperial era un completo caos debido al reciente ataque que había sufrido la capital. Muchas personas iban y venían buscando refugio en sus habitaciones al mismo tiempo que la guardia imperial reforzaban varias posiciones del castillo debido al tumulto de personas que se habían reunido en el exterior en busca de respuestas de su gobernante. El hecho que varios nobles relacionados a la familia real buscaran refugio bajo las fuertes murallas del castillo mientras que el resto seguían expuestos al peligro, no hizo más que exacerbar a las masas.
En medio de tal alboroto un hombre de mediana edad recorría el lugar con lágrimas en los ojos buscando a su señor
- ¡Príncipe Arthur! ¡¿Dónde está?! ¡Príncipe Arthur! – gritaba el hombre mientras buscaba en el lobby del castillo. Incluso llamo a varios guardias que estaban en las torretas vigías, pero no obtuvo resultado - ¿Por qué me tuvo que tocar hoy ser el mensajero…? -en medio de sus lamentos vio como dos mucamas empujaban con dificultad un carro de comida repleto de grandes filetes que al parecer acababan de ser entregados en la puerta. Una idea corrió por su cabeza así que se apresuró a interrogar a las chicas - ¡Esperen un momento!
- Strauss-sama – sorprendidas, ambas chicas intentaron hacer una reverencia, pero fueron detenidas por el hombre
- ¿Se puede saber a dónde están llevando toda esta carne?
- Es la comida de Haku
- La señorita Annie ordeno que se la entreguemos ni bien hubo llegado…
- ¡¿Quiero saber a dónde?!
- ¡La terraza privada del emperador! – contesto con un chillido una de las chicas asustada por el grito del hombre
- Sin detenerse a disculparse, Strauss corrió con todas sus fuerzas hacía el lugar indicado – Si su prometida está en el castillo, lo más probable es que su alteza este a su lado… - fueron sus pensamientos mientras se apresuraba a llegar con su señor. Tan concentrado estaba en su tarea que no le importo abrir las puertas de la terraza sin ninguna delicadeza, a pesar de que se trataba de un lugar exclusivo para la familia imperial
En un amplio jardín bañado por el sol de la tarde, vio como una joven de cabellos rojizos corría alrededor de la pileta de agua mientras era perseguida por un enorme zorro de pelaje tan blanco como la nieve que intentaba atraparla entre sus filosas garras. Alguien ajeno se habría horrorizado por el tamaño del zorro o se habría apresurado a socorrer a la hermosa jovencita, pero el hombre ignoro tal escena y desesperadamente recorrió con la mirada el lugar en busca de su señor. Lo vio sentado en una de las pérgolas observando con una sonrisa el cómo la chica era derribada por la bestia para luego recibir varias lamidas por todo su rostro a pesar de sus protestas
- ¡Su alteza Arthur! ¡Es una emergencia!
- Silencio… - el joven rubio miro fríamente a los ojos del hombre por unos segundos y luego volvió a su mirada cálida dedicada solo a la chica, quien seguía jugando con el zorro blanco ignorando la presencia del mayor.
- El asustado hombre saco de entre sus ropas un pergamino con el sello del Emperador y lo dejo en la mesa de Té donde estaba el rubio
- Mi padre quiere que solucione sus problemas otra vez… - Arthur ni siquiera se tomó la molestia de abrir el pergamino, ya sabía que orden era la que le esperaba – Siéntese y descanse un poco concejal Strauss, después de todo, no puedo ignorar un pedido escrito del Emperador
- Strauss dio un gran suspiro y se desplomó en la silla más cercana que encontró - … porque no puede ser igual que sus hermanos… - pensó para sí mismo cuando vio al rubio acercarse a donde estaba la pelirroja. Carente de deseos por el trono, el príncipe Arthur siempre hacia lo que le daba la gana sin escuchar a nadie y si a eso le sumabas la presencia de la hija del Márquez Barnett, Annie… creabas un ser irracional dispuesto a todo por seguir sus deseos… - …si tan solo el emperador le hubiera puesto una correa cuando era un niño… no habríamos terminado así…
- Annie logro liberarse de los "ataques" del zorro con la ayuda de unas extrañas figuras de color dorado traslucido que flotaban en su cabeza y estaba escondiéndose detrás de un árbol cuando sintió como unos fuertes brazos la rodearon de la cintura y la halaron hacia el cuerpo de cierto rubio que conocía muy bien – Su Alteza Arthur, ¿También quiere jugar con nosotros?... – pregunto en un susurro con las mejillas levemente sonrojadas por el atrevimiento del príncipe
- Esta vez no Annie. – el rubio enterró su cabeza entre el cuello de la chica – Padre quiere que me presente en el gran salón imperial
- ¿Es por el ataque que sufrió la capital, cierto?
- Si – Arthur deposito pequeños besos en la rosada piel expuesta en la base del cuello de la pelirroja. Debido a que estuvo jugando con Haku en medio la hierba, su vestido se había desacomodado dándole pase libre hacia la zona del hombro y el escote
- Esto no hizo más que avergonzar a Annie quien intento centrarse en la conversación para olvidar las atenciones indecorosas que le daba su prometido – Entonces… talvez deba irme a mi habitación mientras trabajas…
- No iré
- ¡¿Qué?! Pero el emperador…
- He pasado una semana entera sin ver a mi linda prometida debido a que no pueden resolver sus propios problemas. Si creen que me arruinaran esto, están muy equivocados
- Su alteza no puede negarse a un pedido del emperador… Kya – Annie dio un pequeño grito debido a la traviesa mano de su prometido que se deslizaba por sobre su muslo, aun cuando la caricia fue por sobre el vestido la hizo enrojecer furiosamente
- No dije que lo iba a rechazar – Arthur cargo a la pelirroja al estilo princesa y la llevo hacia el lugar donde la pileta proyectaba una pequeña sombra donde podían descansar. El zorro blanco se les acerco rápidamente y fue el primero en tenderse en la hierba dejándoles un espacio para ellos. Arthur se recostó entre el pelaje de la bestia y acomodo a la chica entre sus brazos para que quedara a su lado – tendrás que ayudarme para que esto salga bien. Annie – susurro antes de besarla apasionadamente
-En la sala del trono, el Emperador Alexander Gael Aram Farlord leía diligentemente los informes relacionados al ataque a la capital presentados por sus subordinados. Con su mirada rapaz y semblante inflexible, este hombre de cabellos dorados y ojos amatistas había ascendido al trono a la edad de 20 años luego de forzar a su padre a abdicar a su favor en un golpe de estado sin el más mínimo derramamiento de sangre, y desde entonces había dirigido el imperio de forma impecable. A pesar de la subordinación hacia el reino hechicero, puedo aplicar políticas que fundaron las bases para la creación de las compañías de transporte terrestre y triplicar la producción alimentaria para abastecer la demanda que genero la gran migración de humanos hacia el imperio. También creo viviendas similares a posadas donde los menos afortunados podrían vivir en cuartos a bajo costo. Y aunque los bandidos y desertores seguían siendo un problema, con la adición de los quagoas a su población y al ejército, pudo organizar redadas en los alrededores de las ciudades y pueblos imperiales que disminuyeron en gran parte la criminalidad, pero no todo fue color de rosa…
Tomo el sueño de su abuelo, el famoso Emperador de Sangre el cual quería fundar un gran imperio que pudiera trascender incluso el tiempo, y lo hizo su estandarte. Buscando constantemente la perfección se exigió más que su predecesor llegando a pasar noches en vela con el solo propósito de encontrar una mejor manera de resolver las tareas que ya había completado, llego a formar un harem de más de 10 mujeres escogidas minuciosamente por lo que podrían aportar a su prole, ya sea en ciencia, magia o poder militar. En su búsqueda de un heredero digno de continuar su tarea, ni siquiera su hermana de tan solo 10 años escapo de sus garras y termino convertida en la emperatriz real. Incluso sacrifico a sus hijos sin talento como meras fichas políticas para atraer hasta al más mínimo don a su rango de influencia.
A pesar de todo lo que logro para su nación, para su pueblo solo era el Emperador con la sangre de hierro y los nervios de acero cuyo primer decreto al ascender al trono fue tomar a su pequeña hermana como esposa solo por el talento que mostro para la magia, a pesar de tener ya 3 concubinas. Todos tenían la misma idea… algún día incluso ellos serian sacrificados por la prosperidad del imperio.
-Un guardia entro al salón llamando la atención del emperador - Lamento molestarlo mi señor, pero tal y como lo ordeno he traído al embajador quagoa Li Ryu-sama
- El demi-humano se acercó con pequeños pasos hacia donde estaba el emperador – Buenas tardes Alexander-kun ¿Se puede saber por qué tan repentino llamado? – pregunto con tono divertido sin molestarse siquiera en mostrar algún respeto delante del gobernante de la nación
- La mayoría de los nobles y ministros presentes en la habitación se sorprendieron por la forma tan irrespetuosa en la que se había dirigido el quagoa ante su soberano, pero ninguno se movió o hizo ademan de protestar por eso. Solo la emperatriz real soltó una pequeña sonrisa al verlos tan conmocionados, aunque rápidamente recupero la compostura y cubrió sus labios con el abanico de plumas que tenía en la mano
- Me alegra ver que sigue tan bella y alegre como la última vez que nos vimos Laila-chan. Como se esperaba de la mujer más hermosa del imperio – halago esta vez el quagoa dirigiéndose hacia la mujer que se encontraba sentada en el trono al lado del emperador.
- La emperatriz real Laila Charlotte Felisa Farlord era una mujer de cabellos rubios platinados y ojos de color amatistas similares a los del emperador, la cual era una maga experta que podía usar hechizos del tercer nivel con facilidad y una muy reconocida instructora de magia elemental. Además de poseer una belleza sin igual que opacaba fácilmente a cualquier jovencita del imperio también irradiaba un aura cálida que enamoraba y reconfortaba a todos los que estaban a su alrededor haciendo que, al contrario de su hermano, sea adorada por todos los ciudadanos del imperio – Me halaga Li Ryu-san, pero creo que no debemos perder tiempo en…- una voz empezó a sonar en su cabeza haciéndola callar abruptamente - Laila-okaasama… Laila-okaasama, ¿puede oírme?
- Una joven mujer vistiendo una armadura dorada con detalles en rojo y negro se acercó inmediatamente hacia ella al mismo tiempo que desenvainaba su katana - ¿Te sientes bien, Madre? – sus ojos recorrían minuciosamente el cuerpo de la mayor en busca de algún signo de ataque. Ella era la primogénita de la pareja real Amy Eileen Aurora Farlord, uno de los cuatro caballeros imperiales y la guardaespaldas personal de la emperatriz.
- No es nada Amy-chan. Parece que alguien quiere comunicarse conmigo usando [Mensaje]. Por favor discúlpenme un momento – haciendo una reverencia, la mujer se paró de su trono y se alejó un poco del lugar
- Laila-okaasama…
- ¿Sucedió algo, Annie-chan?
- Esto….
- Estas con mi hijo ¿Cierto? No me mientas
- ¡Si!
- ¿Y supongo que no vendrá por que esta "ocupado"? – pregunto la rubia con una sonrisa pícara en su rostro. A pesar de no estar enfrente de la pelirroja casi podía imaginar cómo se veía en este momento lo cual le resulto divertido
- ¡Nnnoo… noo… no se… no se a lo que se refiere, okaa-sama! Estamos tomando el Té en el jardín privado del emperador – se excusó avergonzada Annie. Nunca fue buena para hablar con la emperatriz, siempre le había causado pavor el estar cerca de ella – Porque me haces esto Arthur… – sus pensamientos se filtraron por el mensaje haciendo que la mayor sonriera un poco por la torpeza
- Entonces, cual es la excusa que tiene mi hijo para no presentarse en la sala del trono, llegando incluso a ignorar mis mensajes
- Bueno… él dijo…
- Si
- Él dijo que…
- Dilo
- ¡Es vergonzoso!
- Annie-chan… - a pesar de ser un mensaje, se pudo sentir como la voz de la emperatriz bajaba una octava y perdía su calidez
- La pelirroja se asustó y simplemente grito – ¡"No perderé el tiempo yendo a resolver los problemas de padre cuando lo puedo aprovechar besando a mi prometida"!
- Laila casi podía imaginar el cómo la joven pelirroja se sonrojaba hasta la punta de los cabellos, pero esta vez no le causo gracia alguna
- Así que tuvo el descaro de decir eso….
- Laila-Okaasama, ¡por favor espere!
- Silencio… con que ignorando sus deberes como parte de la realeza imperial he... No te muevas de donde estas Annie-chan… - amenazo con voz gélida asustando aún más a la pelirroja
- hii… - Annie temblaba, sabía perfectamente que era mala idea hacer enojar a la emperatriz real, por eso había rechazado completamente el plan de Arthur, pero este logro convencerla mediante besos y caricias – pee…perr...pero Llaila -okaasama… si usted actúa de mediadora…
- ¿Piensas desobedecerme Annie-chan…?
-¡Nunca! ¡Soy aliada de Okaasama! ¡siempre hare lo que usted desee! – contesto con lágrimas en los ojos
- Amy-chan… no te muevas de este lugar, regresare en un momento…
- Espere un momento madre que es lo que… - Amy ni siquiera pudo completar su oración cuando su madre desapareció de su lado usando [Teletransportación]
- Laila apareció al lado de la fuente de agua, justo en frente de donde la pareja y Haku estaban acostados y vio como su hijo abrazaba fuertemente a una agitada pelirroja la cual se puso pálida y dejo de moverse con solo verla – me alegra ver que estas bien, Arthur-chan… - la sonrisa maternal en los labios de la mujer era tan encantadora que fácilmente cautivaría a los ciudadanos del imperio y los haría postrase ante sus pies, pero eso no engañaría a los instintos de supervivencia del zorro blanco quien de un salto se desvaneció en aire. Ver la sonrisa burlona de su hijo hizo que su apariencia angelical se intensificara aún más. Casi podía competir en belleza con la primera ministra del Reino hechicero…
- Hola madre, esta tarde se ve más hermosa que de costumbre – Arthur saludo a su madre tranquilamente, mientras en sus brazos Annie tenía los ojos muertos y estaba completamente paralizada por el miedo
- [Thunder Claw] – la delicada mano de Laila se cargó con electricidad y toco el desprotegido cuerpo de su hijo, quien solo atino a alejar a la pelirroja en sus brazos para que no corriera su misma suerte.
- Arthur sintió como su cuerpo era recorrido dolorosamente por los rayos que invoco su madre y entre espasmos involuntarios, cayo inconsciente en el jardín
- Por mucho que me gustaría tener a mi nieto en brazos lo más pronto posible, tus deberes con el imperio son más importantes Arthur… - luego miro a Annie, quien estaba completamente petrificada y sin mostrar signos de vida y movió la cabeza en signo de reproche – Hay querida, debes ser más fuerte mentalmente y endurecer tu corazón. No es posible que la próxima emperatriz real muestre esta clase de escena… Haku, ¿dónde estás?
- El zorro blanco se materializo al lado de la emperatriz y mansamente empezó a darle caricias con la cabeza por sobre el vestido
- Laila sonrió y paso su mano por la cabeza del animal – Haku, se un buen chico y lleva a Annie-chan a la habitación de mi hijo ¿Sí? Y ayúdala a recuperarse hasta que mi hijo regrese – tomando al rubio del cuello lo arrastro consigo de regreso a la sala del trono
-Cuando Amy vio a su madre regresar, sintió el impulso de correr a su encuentro y pedir alguna explicación de su paradero, pero se detuvo abruptamente al ver a su hermano menor siendo arrastrado por ella hasta donde se encontraba el emperador.
- Creo que ya podemos comenzar con la reunion – Laila arrojo a su hijo al centro del salón haciendo que se despertara por el golpe
- ¡Augg! ¿No puedes ser más amable conmigo, madre? – se quejó Arthur poniéndose de pie lentamente – oh padre, me alegro mucho que goce de tan buena salud, justo estaba por venir a verlo…
- Estoy seguro que sí, Arthur… – el emperador interrumpió las divagaciones de su hijo haciendo un ademan con la mano – pero dejemos eso de lado, es hora de que des tu informe de la situación
-…que asunto para más problemático… pero bueno, hagamos esto rápido para que pueda regresar con mi prometida – el príncipe sacudió sus ropas y se giró para hablar a todas las personas que se encontraban reunidas – hace un poco más de una hora, un grupo de asesinos se infiltro en la capital y ataco a todos los aventureros que se encontraban a su paso, enfocándose en aquellos que podían usar magia divina. Afortunadamente los atacantes solo tuvieron como objetivo a los equipos por encima del rango Adamantita y gracias a eso no tenemos montañas de cadáveres con los que lidiar. Ahora bien, si nos enfocamos en las perdidas, todos los usuarios de magia divina de los equipos de rang fueron asesinados en su totalidad, aquellos compañeros que intentaron socorrerlos corrieron con la misma suerte. Los equipos Slayers y Phantom de rango B sobrevivieron gracias a que se especializaban en tácticas de asesinato logrando escapar de ellos a tiempo, el resto perdieron casi la totalidad de sus miembros. Los de rango A resistieron el ataque, aunque eso no significa que no tuvieran bajas: de los 6 miembros de FireStorm 2 resultaron con heridas graves y su capitán fue asesinado, pero lograron proteger a la "Sacerdotisa del Sol", las Five Flowers lograron asestar un golpe mortal en uno de sus atacantes lo que hizo que se retiraran, perdieron a "Sakura" y "Lirio" en el intercambio. Por último, Majestic Roar al ser un equipo excéntrico de demi-humanos que no tiene sanadores entre sus filas, no fue blanco de los intrusos y se enfocó en ayudar a la población civil que se encontraba en medio de las peleas, gracias a eso, aunque varias edificaciones colapsaron no hubo víctimas mortales y los heridos están siendo atendidos en los hospitales. ¿Eso es algo que debería estar en sus informes no es así? – pregunto Arthur mirando a los ministros de seguridad pública, el de salud y el de infraestructura además del general del ejército y el maestro de gremio quienes se encontraban presentes. Todos asintieron en conformidad – bueno, ahora vayamos a lo que no está en papel… El número de atacantes oscilaba entre los 24 y 30 individuos, divididos en grupos de 3 miembros cada uno, los cuales se infiltraron por el noreste de la ciudad, no usaron las puertas sino burlaron los grandes muros que la rodean, aunque no se ha determinado de qué clase de material estaban hechas sus armas parece que estaban recubiertas con veneno y que infringían alguna clase de maldición. Además, es muy probable que se tratase de demonios…
- Espera un momento, ¿Cómo determinaste eso? – pregunto el ministro de seguridad publica dando un paso al frente – yo dirigí las entrevistas a los aventureros quienes pelearon contra ellos y nadie pudo dar una descripción claro de los atacantes, no hay indicios que apoyen esa hipótesis
- El viento y los árboles son los mejores testigos Armand…
- ¿Que significa eso?
- Es un secreto – Arthur llevo su dedo índice sobra sus labios en señal de silencio, pero fue su padre quien lo interrumpió esta vez
- Son espíritus del aire y los bosques
- ¡Que…!
- Perdóneme la intromisión su majestad, pero eso solo son leyendas urbanas – esta vez el ministro de transporte intervino. Debido a su trabajo estaba en constante movimiento por el imperio mejorando los caminos y buscando nuevas rutas de transporte y en ese andar había escuchado de las múltiples historias que decían las personas. La mas famosa era la existencia de los espíritus, seres inquietos similares a fantasmas que habitaban en los elementos y la naturaleza y aparecían para hacerle bromas a las personas
- No lo es, el zorro blanco que acompaña a la señorita Barnett es prueba de ello
- ¿Eso no debía ser un secreto? – Arthur sonrió presumido
- La situación es lo suficientemente grave como para que tu estes aquí, si nos ponemos a ocultar información en este momento solo entorpeceremos la discusión
- Jajaja si eso son tus deseos… Continuemos - Arthur en verdad se estaba divirtiendo - Estimo que su habilidad rondaría el hipotético y extraordinario rango S o más, o al menos ese es el nivel de su líder considerando que se atrevió a atacar al "Ángel de la vida" Sonya T Ludwell, dando como resultado que su guardaespaldas personal quedara herida de gravedad
- Todos los presentes se sorprendieron al enterarse de esto. Que la embajadora del reino Hechicero también haya sido un objetivo los dejo más que angustiados - ¿Cómo reaccionaría ese país ante esta afrenta? – era lo que todos se preguntaban en este momento. Solo la pareja imperial guardo la compostura, aunque se pudo notar como intercambiaban miradas trasmitiéndose alguna clase de mensaje oculto.
- Li Ryu por otro lado, estaba sorprendido. Para él, el príncipe Arthur no era más que un joven despreocupado y haragán que se pasaba todo el día acostado en el jardín imperial o coqueteando con su prometida, pero ahora había visto de primera mano cómo este niño de apenas 16 años se paraba enfrente de las personas que dirigían el imperio y explicaba la crisis en la que se encontraba el país con tanta precisión que parecía un estratega con varias décadas de experiencia
- Ninguno de los guardias de la zona noreste fue asesinado o atacado y ninguna de nuestras trampas fueron activadas, talvez usaron alguna clase de invisibilidad avanzada o control mental ¿Cómo planeas reforzar nuestras defensas, Arthur? – el emperador miro fijamente a su hijo esperando una respuesta
- No podemos. El nivel de nuestros enemigos es tal, que tendríamos que colocar aventureros de rangos A especializados en detección y contraespionaje en todo el perímetro de la ciudad, lo cual es imposible. Gracias al reclutamiento intensivo que realizo padre se logró reclutar a ex aventureros de rango C y algunos rangos B que fueron apostados en los puestos más vulnerables del muro y aun así nuestras defensas fueron burladas con facilidad. La solución es simple y complicada a la vez… Debemos destruirlo antes de que ellos regresen a atacarnos
- Todos se quedaron en silencio, meditando los pros y contra de tal acción. Solo el emperador tomo acción y parándose de su trono se dirigió hacia el quagoa que había invitado
- Li Ryu-san, pido esto no solo como el gobernante del Imperio Baharuth sino como un viejo amigo. Por favor, tome el mando del ejército y los 4 caballeros imperiales y subyugue a los enemigos de la nación – Alexander incluso se arrodillo ante el demi-humano como muestra de cuando serio era su pedido
- ¡Ponte de pie, Alexander! – reprendió Li Ryu tomando al emperador de los hombros – en primer lugar, esto está fuera de mi especialidad y además ¿Enserio estas aceptando la osada acción propuesta por un muchacho que ni siquiera llega a la mayoría de edad?
- Mi hijo dirige el 50% del imperio desde que tiene 8 años – revelo Laila sorprendiendo a todos - Actualmente ese porcentaje ha aumentado a 80%. Si él ha determinado que nuestra única opción es atacar, debe ser la correcto – parándose de su trono, se arrodillo al lado de su esposo sumándose al pedido de ayuda
- Así que por eso llamaste al embajador quagoa… - pronuncio Arthur mirando a su padre
- Si había una forma de defender la ciudad estaba seguro que la encontrarías, pero, en el caso de que no sea posible necesitábamos atacar a nuestros enemigos con una fuerza militar de la que actualmente carece el imperio, la única otra opción era pedir la ayuda del Reino Hechicero – El emperador Alexander no era el más listo de sus hermanos, si ese fuera solo el criterio para escoger al sucesor el habría estado último en la lista, pero si algo tenia de que enorgullecerse era su habilidad para prever todos los escenarios posibles y las repercusiones de los actos que se llevarían a cabo y en consecuencia preparar los recursos necesarios para solucionarlos o contenerlos de ser el caso.
- Por favor Li Ryu-san, préstenos su fuerza - Laila complementó lo dicho por su esposo
- Tu razonamiento fue bueno, padre. Pero te falta información para ver el panorama completo – Arthur sonrió divertido mientras sus ojos amatistas brillaban con una oscura intensidad – aún tenemos un as bajo la manga que podemos mostrar… ¿o acaso padre se olvidó de su obra maestra?
- El emperador se paró abruptamente y tomo a su hijo por los hombros – Sabes tan bien como yo que ella es prácticamente ciudadana del reino élfico, al igual que al pedir ayuda del reino hechicero, su llegada tendrá que ser autorizada por el Rey élfico del Norte. ¡No tenemos tiempo! – Alexander estaba muy disgustado por eso, Amelia había sido la poderosa espada imperial que tanto deseo su abuelo, pero era muy frustrante para él tenerla en las manos y no poder usarla a su antojo
- Entonces es una suerte que hace unos minutos acabe de llegar para convertirse en la nueva guardaespaldas de Sonya T Ludwell
- ¡Espera un momento! – esta vez fue el turno de Li Ryu el increpar al joven rubio - ¿Cómo sabes que ella está en el imperio? – él conocía a Amelia desde que era una niña, y cada vez que ella visitaba el Imperio a escondidas del emperador siempre venía a saludarlo. Si ella en verdad estaba aquí, y más aun cumpliendo una misión, como es posible que su pequeño hermano estuviera al tanto de eso - ¿tiene un don similar a su hermana…? ¿Qué tanto sabe este muchacho…? – fueron los pensamientos que cruzaron por la cabeza del quagoa mientras miraba a los ojos del rubio
- Jajajaja – la bella risa de una mujer hizo que los 3 hombres se voltearan al unisonó hacia donde era producido el sonido – jajaja… lo siento querido, pero… jajaja - a pesar de esconder su rostro tras su abanico de plumas, Laila no podía dejar de reír por alguna extraña razón – jajaja "perdiendo el tiempo"… "abrazando"… "solo quiero besar a mi prometida" eso fue lo que dijiste pero en verdad usaste la habilidad natural de Annie-chan de atraer y hablar con los espíritus para dar un barrido por toda la capital buscando toda la información del ataque ¿cierto?… ajajaja - los ojos de la mujer brillaron de la misma manera que su hijo - ¿me pregunto, cuanto viste de todo este ataque y cuanto de eso es lo que nos estas contando?
- Me alegra que te diviertas, madre. Desde luego, sabía desde un comienzo que me harían perder mi precioso tiempo con Annie, así que decidí resolverlo esto antes que me molestaran. Mi idea original era crear un escuadrón de all stars con aventureros rang para atacarlos, Amy-oneechan podría comandarlos siendo que es la que tiene más experiencia en la guerra de guerrillas de los caballeros imperiales. Los 3 restantes serian sus segundos y atacaríamos con 3 divisiones articuladas, pero ya que Amelia-oneechan ha venido ¿Por qué no pedirle que nos preste su fuerza? Si madre se lo pide, ella no se negará... abran los mejores licores, preparen un banquete, la presa y el campo ya fueron decididos. La fiesta del cazador está a punto de comenzar … Después de todo… la mejor forma de acabar con los lobos que se comen nuestro rebaño es usando a nuestro perro guardián… JAjaJaaa
- Para el nuevo mundo, era de común acuerdo que la princesa Amelia era el mayor activo que tenía el Imperio en esta era, pero lo que todos ignoraban era que aquel príncipe despreocupado que pasaba sus días añorando a su prometida, aquel que dirigía el imperio desde las sombras era en realidad un ser perverso que trataba a los políticos de su nación como si fueran juguetes y veía las guerras como su parque de diversiones. Arthur Luby Einar Farlord, un genio peligroso que nace solo una vez cada cien años…
Notas de autor:
Uffff, esto fue más largo de lo que imagine, pero estoy satisfecho con el resultado, con suerte publicare el siguiente domingo así que por favor sigan apoyando esta historia. Todos los comentarios son bienvenidos
