Saludos!
Lamento que ahora haya tardado en actualizar, esta semana estuve muy ocupada y me temo que la que sigue será igual, sin embargo, les vengo a traer algo más del calendario del SasuKarin Month.
Día 16 nopor Junio 2021
Agradecimiento a ManaKarin, que una vez más me ha ayudado con la portada de la historia n.n
Sin más, los dejo con el fanfic que espero que les guste n.n
Sasuke tomó a Naruto por la chamarra y lo arrastró hasta la Torre Hokage para entregar el reporte de la misión. Habían estado fuera de la aldea por dos semanas y habían sido muy pesadas, él deseaba llegar a casa lo antes posible y el rubio había decidido quedarse a charlar con su novia en medio de la calle.
De ser otras las circunstancias, Sasuke ni siquiera lo habría esperado, pero él seguía aprueba en la aldea y Naruto había sido asignado como su supervisor, así que sin falta, el rubio tenía que entregar el reporte y firmar un documento que avalaba al Uchiha como "ninja que había cumplido la misión dentro de las reglas".
—¡Suéltame! —se revolvía Naruto.
—Firma y luego haz lo que quieras —espetó con dureza.
Y Uzumaki no tuvo más que dejarse llevar por su amigo. Además, aunque había sido breve la charla con su novia, lo cierto era que antes de partir a aquella misión, ya había acordado con ella que empezarían a vivir juntos, así que verla ya no sería un problema.
Hablando de vivir juntos… Naruto había olvidado hacer el aseo de su departamento antes de irse de misión, así que el lugar era un desastre y lo peor de todo no era el desorden, su novia ya lo conocía lo suficiente como para imaginar que esa era una probabilidad, sino más bien que el rubio no se había deshecho de "esa caja" que sin duda le traería muchos problemas.
—¡Ey amigo mío! —llamó Naruto al azabache cuando este finalmente salió de la oficina del Hokage al cerciorarse que el rubio había firmado el documento pertinente.
—No voy a prestarte dinero —advirtió el Uchiha, pues el Uzumaki sólo lo llamaba "amigo" en ese tono amistoso cuando se trataba de asuntos económicos.
—¡No iba pedirte dinero! —exclamó indignado.
—Tampoco tengo tiempo para hacerte favores —respondió Sasuke, porque en efecto, si no se trataba de dinero, tendría que haber algún favor poco razonable.
—¡Por favor! —pidió el rubio suplicante— Te prometo que es algo muy simple.
—No.
—Si no me ayudas, seré masacrado por Sakura-chan —dijo atemorizado.
—No es mi asunto.
—Si no me ayudas, regresaré y le diré a Kakashi-sensei que me desobedeciste durante la misión.
—Fue porque estabas equivocado.
—Si, pero Kakashi-sensei tiene que reportarlo a las demás aldeas y al Raikage no le va a hacer gracia.
—Hazlo —bufó Sasuke a sabiendas que eso sólo prolongaría el tiempo en que debía estar bajo supervisión de Naruto. No era nada agradable, pero no tenía ganas de hacerle quién sabe qué favor a su amigo cuando lo que más deseaba era un descanso.
—¡Espera! —gritó Naruto yendo tras de Sasuke, quien había aumentado la velocidad, pues desde que salió de la torre, no había dejado de caminar hacia su casa— Si no me ayudas, le diré a Karin-chan que no fue mi culpa que no recibiera un regalo en su cumpleaños —y Sasuke lo miró mal— Se va a enojar.
Al parecer Naruto jamás iba a dejar de usar esa excusa cada que quería un favor y él se negaba a hacerlo. Sólo había sido una vez en que ellos dos habían discutido muy fuerte dos días antes de su cumpleaños, ni siquiera pensaba en que podrían regresar tras ello o al menos no tan pronto y no vio necesidad de comprar un regalo de cumpleaños.
La noche anterior a la celebración, resolvieron el problema cuando descubrieron que había sido todo un malentendido y la reconciliación había tomado bastante tiempo. En pocas palabras, él no tuvo forma de ir a buscar un regalo y sabía que ella le replicaría al respecto.
Decirle que no compró nada porque no creyó que fueran a volver a estar juntos después de la discusión sería volver a pelear, ya fuera por la poca fe que él tuvo en la relación o porque no compró el regalo con anticipación, así que Sasuke puso de excusa que Naruto no le pagó el préstamo que le había hecho la última vez y que le daría un regalo en cuanto él le devolviera el dinero o llegara el siguiente día de pago.
Usar a Naruto de excusa no fue precisamente su mejor idea cuando el rubio tenía que ayudarlo para ser convincente, pero siendo el Uzumaki quién era, hacía creíble la mentira.
Ya habían pasado seis meses de eso y Naruto no lo soltaba y lo cierto era que ya estaba harto de verse atado por ello, así que lo mejor sería decirle a la chica la verdad él mismo. Con el tiempo que había pasado esperaba que ella no se enojara tanto, pero el problema era, que no podía permitirse el negarle el favor al rubio, porque en cuanto lo hiciera, el Uzumaki correría de bocón.
Sasuke tenía que ser el que le dijera las cosas, de lo contrario, sí que habría un problema. Cualquier cosa que uno haga, siempre se ve peor cuando la otra parte se entera por terceros.
—¿Qué es? —preguntó enojado.
—Sólo necesito que me guardes una caja hasta que encuentre dónde ponerla permanente —Sasuke levantó una ceja. No podía creer que ese favor tan importante fuera algo tan simple— No puedo dejar que Sakura-chan la vea y mañana se muda conmigo. Debo limpiar el departamento y no me dará tiempo de buscarle un lugar.
El Uchiha resopló, pero aceptó hacer el favor sin entender qué podría contener esa caja como para hacer enojar a Sakura y para ser honesto no le importaba mientras no fuera una mascota o algo parecido. Empero, cuando Naruto le entregó la caja, el entendimiento fue inmediato.
Aquella caja estaba repleta de películas, revistas, postales y pósters 18+. La caja ya ni siquiera era suficiente porque la mercancía se desbordaba y aunque el Uchiha ni siquiera quiso prestar atención al contenido, no pudo evitar notar que algunos de los productos estaban autografiados.
—No voy a guardar esto.
—Será temporal —insistió Naruto pero Sasuke sabía que ese "temporal" podría prolongarse incluso en años, si no es que él tiraba la caja antes.
—Karin va a tirarlo si lo ve —se le ocurrió decir, pues si su amigo lo chantajeaba con la pelirroja, él podía hacer lo mismo— O podría decirle a Sakura.
—¡Entonces no dejes que ella lo vea! ¡Prométeme que no la dejaras verlo!
—¿Cómo no va a notar la caja de porno que se desborda? —señaló el azabache.
—Entonces hay que sellarla y lo que quede fuera te lo llevas en una bolsa —sugirió el rubio— Si lo haces, te prometo que no volveré a usar la excusa del cumpleaños para chantajearte.
—Sólo me llevaré lo que quede sellado en la caja y ni una cosa más —declaró el azabache— No creo que a Sakura le sorprenda tu perversión.
—¡Oye! ¡No todo es mío! ¡La mayoría son del Sabio pervertido! —exclamó Naruto— Pero no me atrevo a tirarlo porque dijo que vendría a asustarme si lo hacía —el Uchiha lo miró incrédulo— Como sea, sólo ayúdame.
Naruto se vio obligado a acomodar la caja solo porque Sasuke ni siquiera quería pensar en tocar algo que podría tener fluidos indeseables en alguna parte. Cuando la caja estaba por cerrar, el rubio le pidió a su amigo que fuera por la cinta a su habitación mientras terminaba de empacar las cosas y ya que el azabache no quería seguir esperando sin hacer nada, aceptó la indicación.
Para cuándo Sasuke volvió, Naruto ya había metido cuánto pudo a la caja y la había logrado cerrar para ser sellada con la cinta.
—La tiraré si no vienes por ella en una semana —advirtió Sasuke echándose al hombro el morral que había cargado durante la misión para después cargar la infame caja.
—Si, yo buscaré dónde guardarla —rió nervioso y miró que aún había unas cuantas cosas que ocultar.
Sasuke no le dió importancia y se apresuró a llegar a casa, estaba muy cansado de haber tenido que lidiar con varios niños que hacían preguntas repetitivas y absurdas sobre cómo él y Naruto habían salvado el mundo ninja. Necesitaba unos momentos de silencio y relajación.
—¡Sasuke! —exclamó Karin saliendo de la casa para recibirlo con un abrazo, pero se detuvo al ver la caja que llevaba— ¿Y eso?
—Naruto me pidió que la guardara una semana.
—Eso explica por qué no llegaste directo a casa pero ¿Por qué aceptaste? Sabes que no será una semana.
—Será una semana o la tiraré —aseguró el Uchiha entrando a la casa y dejando la caja bajo la mesa junto a la puerta donde dejaban las llaves y algunas cosas útiles para antes de salir.
—¿Y qué tiene la caja? —preguntó la pelirroja con curiosidad tras darle un beso en la mejilla.
—No importa —evadió la pregunta porque no quería decirle lo que tenía y también se lo había prometido a Naruto. Además, fingir que no sabía era inútil cuando ella detectaba su chakra— Estoy cansado.
—¿Comiste algo? —preguntó ella sentándose a un lado de su novio cuando él se dejó caer en el sillón con el morral a los pies— ¿Cómo les fue?
—No —recibió otro beso de ella en la mejilla— Bien.
—Bueno, te ves mejor que la última vez que fuiste con Naruto a dar conferencia en las aldeas —rió Karin sabiendo que era estresante para su novio, el tener que lidiar con grupos grandes de niños gritando todo el tiempo— Yo acabo de llegar del hospital, así que tendremos que salir a comer o pedir algo.
—Pide algo —dijo casi en súplica, porque no quería ir a algún lugar concurrido.
—De acuerdo —se levantó por el teléfono y Sasuke levantó el morral para sacar un perfume que él le había conseguido en su viaje— ¿Qué se te antoja?
—Elije tú —contestó el Uchiha y enseguida se alteró, porque al abrir el morral, vio cinco revistas porno dentro.
Seguramente el Uzumaki aprovechó la oportunidad para meter algunas de las revistas que no entraron en la caja en su equipaje cuando él fue a buscar la cinta.
—¿Qué ocurre? —preguntó Karin confundida porque notó la alteración repentina en el chakra del Uchiha y alcanzó a ver que devolvía algo sospechoso al morral— ¿Qué es eso?
—Naruto metió tonterías en mi equipaje —contestó sin quererle aclarar de qué se trataba, porque se suponía que había prometido no decirle a Karin que el rubio le pidió guardar porno y tampoco iba a decir que era de él— Después desempaco.
Karin lo miró confundida, porque podía sentir que él estaba enojado y era una reacción común si Naruto le había hecho alguna broma, pero también percibía que estaba nervioso y le era extraño que él ocultara ese "algo" de ella. Sin embargo, fingió no darle importancia, pues sabía que si él ya estaba decidido a no decirle, no lo haría y se dedicó a pedir la comida para después sentarse junto a él.
—Estamos a un mes de ser libres de todas esas supervisiones —quiso animarlo, porque sabía que cada salida supervisada le era desagradable— Para celebrarlo, estaba pensando en que fuéramos a algún lado.
—No van a dejarnos salir de inmediato aunque reconozcan oficialmente nuestra naturalización —respondió Sasuke.
—No hemos parado de trabajar, deberían darnos vacaciones fuera —bufó la chica que sabía que él tenía razón— Por cierto ¿Por qué no vas a cambiarte? La comida llegará en media hora.
El Uchiha soltó un monosílabo antes de tomar el morral e ir a la habitación tratando de disimular que quería deshacerse de las revistas lo antes posible a pesar de saber que sería complicado, pero darle un escondite temporal lo dejaría más tranquilo.
Metió el morral al armario, tan al fondo como pudo y se propuso madrugar para sacar las revistas y tirarlas en algún basurero lejos de la casa, pues sabía que el peor lugar para ocultar las revistas era la habitación que compartían.
Pasada la media hora, la pareja se sentó a cenar, siendo Karin la que platicaba su día y de vez en cuando hacía alguna pregunta al azabache para saber de su viaje, pues sabía que él, difícilmente le platicaría algo que le resultara irrelevante por su propia voluntad. Aunque había que reconocerlo, Sasuke ya se abría un poco más.
—Hoy yo recojo la mesa, deberías tomar un baño para relajarte —sugirió la pelirroja cuando terminaron la cena y se puso a reunir los desechables.
Y Sasuke, aunque sabía que ella podía ser cálida y atenta, la conocía lo suficiente para saber que estaba curiosa por el asunto del morral y lo sabía no sólo porque antes de llevárselo, no le despegaba la mirada de encima, sino que ya había demostrado que tenía intenciones de estar sola en la habitación cuando se lo llevó.
¡El perfume! Pensó de repente, porque ella no había visto qué fue lo que él ocultó, sólo que algo había guardado y si le daba el perfume, podría fingir que quería sorprenderla. El problema era que necesitaba una excusa para justificar por qué no se lo dió enseguida o sólo le despertaría aún más la curiosidad.
Asintió a la sugerencia de la chica y fue a la habitación pero más bien para sacar el perfume. La excusa para entregarle el frasco sería confesar aquello del regalo de cumpleaños, lo que tendría que ser suficiente para hacerle olvidar el asunto del morral y lo más importante, era que podría quitarse ese chantaje de Naruto, porque aunque había prometido no volver a usar esa excusa, era mejor no arriesgarse.
—¿Pasa algo? —preguntó Karin que terminaba de levantar la mesa y vio a Sasuke llegar.
—Te traje algo —le ofreció una bolsa de papel a la chica.
—¿Qué es? —preguntó emocionada porque si bien Sasuke no era el hombre más detallista, de vez en cuando le nacía llevarle algún souvenir de sus viajes.
Karin abrió la bolsa y ahí había un frasco de perfume, pero no se dio cuenta de qué tipo de perfume era sino hasta que sacó la botella.
—¡Dama de noche! —exclamó la pelirroja emocionada. Destapó el frasco y lo pasó por su nariz— ¡Es tan delicioso como imaginé! —decía satisfecha— ¿Cómo lo conseguiste?
—Casualidad —respondió sin darle importancia porque no quería explicarle que una fan loca hija de un hombre muy rico se lo dió a cambio de tomarse una foto con ella.
—Pero esto es muy caro porque está hecho de flores huele de noche que sólo crecen en zonas tropicales.
—Será una imitación —sugirió ocultando una imperceptible sonrisa que le nació al verla contenta.
—¡Es original! ¡Lo puedo saber por el sello de autenticidad y porque huele a las flores! —aseguró Karin— Intenté cultivar algunas en la guarida del sur, pero morían rápidamente porque era un sitio muy frío para ellas.
—No lo sé, pero espero que sirva de compensación —a Sasuke casi se le olvida que debía hablarle del asunto del cumpleaños, porque aunque al parecer el regalo había sido lo suficientemente bueno para distraerla de las revistas, quería terminar ese asunto de una vez.
—¿Compensación de qué? —preguntó Karin confundida.
—Sobre tu último regalo de cumpleaños.
—¿Lo dices porque me lo diste tarde? —preguntó la chica al no encontrar otro motivo para que él se disculpara— Pero no era necesario, no fue tu culpa.
—Sí lo fue.
Sasuke explicó lo ocurrido en aquél entonces sin tener una excusa del por qué no había comprado un regalo antes, simplemente no lo había comprado y ya. Sabía que ella iba a enfadarse, algo que había estado tratando de evitar, pero esperaba que su reacción fuera menos intensa.
—Admito que tenía mis sospechas, pero no quería volver a pelear, mucho menos en mi cumpleaños —confesó Karin soltando una risilla, lo que provocó en el chico confusión— La mayoría de las veces me doy cuenta cuando mientes porque sabes que puedo deducirlo por el chakra, así que tiendes a desviar el tema o enviarme mensajes por halcon —explicaba recordando que ese día el azabache le había enviado la disculpa por escrito con una rosa— Y también sé que a veces mandas a Naruto a decirme las cosas mintiéndole a él.
—Pensé que te enojarías —musitó tratando de evitar el tema de su fallida forma de mentirle. No era algo que hiciera con regularidad, pero le molestaba saber que sus intentos no habían funcionado.
—Sasuke, llevamos cinco años juntos. Ya he aprendido de ti, que cada regalo que me das es porque te acordaste de mí en el momento que lo obtienes —lo abrazó y lo besó— Para mi, eso es más romántico que el que me compres un regalo sólo porque tengas que comprarlo —él le sonrió— Era de suponer que no hayas comprado nada en mi último cumpleaños cuando habíamos estado discutiendo.
—Cinco años —murmuró él sonriendo.
—No voy a quejarme por el regalo de compensación —sonrió la chica— E iré a dejar a este chico en la vitrina.
Karin se fue a la habitación donde tenía una vitrina para su colección. Sasuke fue tras de ella para prepararse para tomar una ducha, pero cuando él abrió el armario para sacar una toalla limpia, la pelirroja notó de nuevo el morral.
—¿No has desempacado? —ella preguntó mientras él se quitaba la camisa tras cerrar el armario.
Cinco años y Sasuke también había aprendido varias cosas de Karin y obviamente, ella no había quedado convencida con el asunto del perfume. Sin duda, la chica seguía curiosa del morral y él no iba a decir ni una palabra de ello. No porque le preocupara que Sakura se enterara de los pervertidos gustos de su novio, sino porque iba a ser sospechoso echarle la culpa a Naruto a esas alturas y temía que, aunque Karin podría fácilmente discernir que él no mentía, se le metiera alguna idea extraña.
—Lo haré después —aseguró Sasuke consciente de que una vez que entrara al baño, Karin husmearía la maleta.
—Puedo hacerlo por ti. Ya tenía planeado echar ropa a la lavadora, así que puedo meter la tuya.
Si, la Uzumaki estaba empeñada en abrir el morral y a él se le ocurrió algo para distraerla cuando notó que ella pasaba la vista del armario a su abdomen y viceversa.
—Se me ocurre algo mejor —le sonrió con tintes picarezcos mientras se acercaba a su novia.
—¿Sasuke? —preguntó ella confundida por el cambio de actitud y en poco tiempo, él le había quitado los lentes antes de tumbarla en la cama— ¿No ibas a bañarte? —él la besa mientras la despojaba de la ropa— ¿No estás cansado?
Y no es que Karin no quisiera, le gustaba cuando Sasuke tomaba la iniciativa, pero quería ver el contenido del morral antes de seguir con eso. Empero, su cuerpo la traicionaba e incluso sus manos ya estaban abriéndole el pantalón al chico.
—Tengo suficiente energía —declaró el Uchiha deshaciéndose del pantalón y la trusa y ahí fue cuando la Uzumaki ni siquiera intentó poner resistencia.
Sasuke pensó que teniendo una larga noche después de una jornada en el hospital, dejaría a Karin agotada, de esa forma, él aprovecharía el momento para deshacerse de las revistas. Sin embargo, el azabache se sobre estimó a sí mismo en cuanto a resistencia, quedando dormido antes que ella sin saberlo.
Después de cinco años de relación en la que dos de ellos habían estado viviendo juntos, Karin se había vuelto aún más perceptiva con Sasuke. Ni siquiera necesitaba el ojo de la mente de Kagura para darse cuenta que él le ocultaba algo y si bien el costoso perfume y la confesión la habrían convencido en otro momento, ella sí había alcanzado a ver algo cuando él devolvió lo que fuera que había ocultado al morral.
Estaba segura que no había sido el perfume porque él se lo entregó en una bolsa de papel color marrón y ella estaba segura de haber alcanzado a ver una foto. Además, era evidente la insistencia de su novio por no abrir de nuevo el equipaje frente a ella y fuera lo que fuera, ella iba a averiguar de qué se trataba.
Claro, Karin no contaba con que Sasuke la llevaría a la cama para despistarla y dejó que él pensara que había ganado, pero cuando sintió el chakra del Uchiha que delataba su cansancio, ella fingió estar más cansada simulando quedarse dormida y cuando él se confió y quedó profundamente dormido, ella se levantó de la cama a sacar el morral.
—Vamos a ver qué ocultas Uchiha —susurró abriendo la maleta.
Había cinco revistas pornográficas en el morral, cuatro de ellas eran ediciones recientes y una era de más o menos seis años atrás y cada una era un "especial temático".
Fue desconcertante para la chica hallar algo como eso en las cosas de su novio. Es decir, sabía que el cliché de que todos los hombres ven porno era un cliché porque aplicaba a la mayoría, no a todos y ella siempre había pensado que Sasuke era uno de esos extraños casos.
—Dijo que Naruto le había metido tonterías a sus cosas —murmuró pensativa, pues no le extrañaba pensar que Naruto tuviera porno ni que le hiciera una broma a Sasuke. Eso explicaría por qué lo percibió enojado cuando abrió el morral en la sala. Sin embargo ¿Por qué Sasuke estaría tan empeñado en ocultar la broma? Además, también lo había percibido nervioso y sólo los que sienten culpa se ponen nerviosos.
A Karin se le escapó una gran sonrisa. Ese porno debía ser de Sasuke y quizá Naruto le había hecho la broma poniendo las revistas en sus cosas sin avisar, eso explicaría su enojo y nerviosismo, porque si fuera sólo cosa de Naruto, bastaría que él se lo aclarara para que ella supiera si le decía la verdad o no.
Encontrar ese porno sí que era una gran sorpresa, pues hasta ese momento, Sasuke había demostrado ser más bien un tipo bastante tradicionalista, con esas ideas de que el hombre es quien tiene que dar la iniciativa estando arriba en una única posición, la de misionero.
No era que Karin no hubiera intentado sugerir algo diferente, de hecho, gracias al ojo de la mente de Kagura, ella se había percatado de que él también disfrutaba cuando era ella la que daba la iniciativa y tomaba las riendas en la cama, aunque no lo expresaba en palabras, pero cada vez que ella sugería algo más atrevido, él buscaba alguna excusa para regresar a lo mismo.
Lo más alocado a lo que habían llegado unas cuantas veces era al sexo duro, con algunas mordidas o chupetones aquí o allá, penetraciones violentas o una ocasión en que ella lo convenció de hacerlo en el campo de entrenamiento y resultó fallido cuando llegaron algunos equipos genin a usar el lugar. Todo eso había ocurrido sin planeación, sino más bien dejándose llevar. En pocas palabras, no era que a él no le gustara algo diferente, sino que más bien era un poco renuente a intentarlo.
Karin había tenido que ser muy paciente para convencerlo de salirse de lo convencional y ahora que tenía aquellas revistas, podría darse una idea de qué cosas quería su novio que no se atrevía a practicar y ella le daría ese empujoncito para que lo intentara.
Curiosa, quiso revisar todas las revistas, pero tampoco podía negar que estaba cansada, así que memorizó los nombres y números de las revistas más recientes, pues las podría conseguir fácilmente. La más antigua fue la que revisó un par de veces, notando que una de las fotos de una chica rubia estaba autografiada por la modelo, esto último fue muy sorprendente, porque no sé imaginaba al azabache yendo a algún evento 18+ para conseguir una firma. Después de revisar la revista, guardó todo como estaba.
Al otro día, Sasuke se levantó muy temprano, apenas iba a amanecer. Ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento se quedó dormido, pero debía aprovechar que Karin seguía dormida para deshacerse del porno.
El Uchiha guardó las revistas en una bolsa negra y las tiró algunas calles lejos de la casa. Cuando volvió, la pelirroja seguía dormida, así que se recostó junto a ella para dormir otro rato con más tranquilidad.
La rutina de la pareja continuó como si nada porque Karin ya había visto el contenido y Sasuke creía que había ocultado la mala pasada de Naruto. Empero, la chica no tardó en encontrar un momento a escondidas para comprar las revistas que le vio a su novio y poder analizar aquellos deseos ocultos que él tenía.
Pasaron tres días desde la llegada de Sasuke, y Karin al fin había podido detenerse a ver las revistas cuando él fue llamado por Kakashi poco antes de terminar la jornada del día. Ella pudo sentarse en la cama a revisar cada una de las revistas mientras comía algunas patatas.
—Vamos a ver qué oscuras ideas pasan por tu cabeza Uchiha —dijo entre risitas.
Cuando Karin pensó en revisar las revistas creyó que encontraría una especie de patrón, una fantasía recurrente o un tema muy particular, pero se encontró con que cada revista era diferente. Aquello que esas revistas tenían en común, era una sola cosa y había que decir que a ella no le gustaba en nada.
Todas las revistas tenían al menos una foto de la misma modelo y actriz de nombre artístico Kichona Yasashi, una mujer muy voluptuosa que seguramente estaba en sus treinta.
—¡Ja! Lo único suave que ha de tener es el nombre —rió con ironía, pensando que quizá ese cuerpo tan voluptuoso era operado, o al menos deseándolo, porque si eso era lo que le gustaba a su novio, ella no podría llegar a tener ese cuerpo más que con una cirugía que no iba a hacerse.
Miró más a la mujer, tratando de buscar qué más podría atraerle a Sasuke de ella además de sus grandes senos, porque sí, era atractiva, pero había visto al menos dos o tres modelos en las revistas mucho más bonitas que la tal Yasashi, pero al parecer ella era la favorita, pues además de ser la que aparecía en todas las revistas, era la modelo del autógrafo.
¿Sería la falta de algunas tallas en su pecho lo que hacía renuente al Uchiha de probar cosas nuevas? Porque si era así, claro que iba a enfadarse muchísimo con él. ¿Qué no se daba cuenta que ella también era muy sexy sin esos atributos tan exagerados?
Ahora más que nunca, Karin iba encontrar la forma de demostrarle a Sasuke que podía ser miles de veces mejor que esa tal Yasashi, porque si él no lo creía, esa relación no iba a llegar muy lejos.
Karin podía aceptar que su novio viera porno, que lo coleccionara o que pudiera admirar la belleza de otras chicas, pero no iba a resistir que Sasuke tuviera por favorita a alguien que no fuera ella.
Volvió a revisar las revistas, deteniéndose en las fotos de la rubia voluptuosa, porque ahí debía estar la clave de alguna fantasía del Uchiha y logró agrupar las fotos, con dificultad, en tres temas: hombre dominante, mujer dominante y trío/orgía.
Las dos primeras no eran de sorprenderle, pero de la última, Karin se preguntaba si sería un deseo muy escondido de su novio o sólo tenía las fotos porque aparecía la rubia. Como fuera, dejaría eso para el último porque no quería pensar en eso. Ya era frustrante saber que él fantaseaba con otra chica como para darle atención a una sesión con más gente en la habitación.
—Manos a la obra —se dijo y comenzó a planear su primera jugada para la noche siguiente.
Como nota final, puedo decir que aquí subiré una continuación que también tiene relación con algunas palabras del calendario. Si me es posible, lo subiré en la semana, ya que realmente me faltaba poco para terminarlo.
Por último, quizá les sorprenda que haya usado el NaruSaku, pues los que me conocen saben que no me gusta esa pareja, sin embargo, la incerté porque la pareja me pareció adecuada para crear las situaciones que llevarían al malentendido.
Por favor, esperen la continuación pronto y espero hayan disfrutado esta parte n.n
