¡Hey! ¿Qué tal? :)
Espero que todo vaya bien. Les dejo esto por aquí. Gracias a todas esas personitas que están leyendo, y muchos abrazos a aquellos que han dejado sus comentarios por allí. ¡Muuuuchas gracias!.
El punk me hace feliz.
¡Nos leemos pronto!
Disclaimer: MSLN ni sus personajes me pertenecen. Todo el crédito a sus respectivos autores.
Canción: Social Distortion - Don't Drag me Down
Capítulo 3: Sal de mi cabeza.
- ¡Pido tiempo! – exclamó Reinforce, mientras dejaba sus baquetas sobre el redoblante, con la frente empapada de sudor.
Su lamento hizo reír a sus acompañantes, mientras la peliplateada tomaba una botella de agua y la destapaba, reprimiendo la tentación de echársela encima, para darle unos cuantos tragos largos que refrescaron su garganta.
Fate aprovechó para poner su bajo a un lado y estirarse un poco. Comprendía el cansancio de Reinforce, quién parecía estar recuperando poco a poco el aire. Llevaban más de dos horas ensayando sin parar, y si para ella, con el bajo, empezaba a resultarle cansón, no se quería imaginar el dolor que Reinforce debía sentir en las pantorillas luego de tocar punk en la batería por dos horas.
Los ensayos se llevaban a cabo en el departamento que Fate y Reinforce compartían. Antes de mudarse juntas al amplio espacio de tres habitaciones tomaron la decisión de remodelar la habitación de huéspedes, y convertirla en su espacio creativo. Isonorizaron las paredes y trasladaron la batería de Reinforce a la habitación, junto a los amplificadores. Completaron la decoración con un par de pufs para descansar mientras no estaban tocando, añadieron una mesa con una laptop y una pequeña consola que las ayudaba a grabar algún progreso de alguna canción para mejorarla, además de un par de libretas para anotar las letras de las canciones.
La adquisición más reciente había sido una pequeña ejecutiva en la que guardaban agua o gaseosas para sus largas sesiones de ensayo nocturnas, aunque esta vez habían trasladado su práctica a las horas de la tarde porque Reinforce tenía cosas que hacer luego.
Cosas como salir con su novia y no regresar hasta el día siguiente.
Al menos Reinforce tenía una vida.
Su guitarrista también tenía una vida. O mejor dicho, también tenía novia.
Hecho un vistazo a la joven pelirosa que se sentaba en uno de los pufs vacíos, quién se encontraba practicando unos cuantos riffs en su Fender Telecaster blanca. Sus ojos azules se encontraban fijos en el mástil, mientras que su cabello rosa estaba firmemente atado en una coleta alta con su característico listón amarillo. La camiseta negra sin mangas que tenía ese día le permitía exhibir un hermoso tatuaje de un árbol, con pequeñas hojas otoñales cayendo de él, que era seguido más abajo, en el antebrazo, por otro tatuaje de un mandala.
Ella misma, con mucha paciencia, se los había hecho.
Signum era apenas unos pocos años mayor que Fate y Reinforce, y había estudiado diseño gráfico en la TSAB. Al graduarse había abierto una tienda de tatuajes que quedaba bastante cerca de la universidad, y era bastante conocida entre la cultura punk de la ciudad por su seria actitud, su pasión al tocar, y las hermosas creaciones en la que se convertían los tatuajes que hacía.
Tanto Reinforce como ella habían pasado por la experimentada aguja de Signum. Para Fate, la sesión dulcemente dolorosa le dejó una increíble flecha en el antebrazo, su norte, invitándola a concentrarse y seguir apuntando a pesar de que todas las dificultades que se encontrara en su camino la estuvieran empujando hacia atrás. Reinforce se inclinó por un ancla en la pantorrilla, aunque pensaba hacerse otro tatuaje pronto. Posiblemente dejaría que su Novia escogiera el diseño por ella.
Las cosas que uno hace por amor.
Dejó escapar un suspiro antes de dejarse caer en el puff vacío, mientras Reinforce ponía al día a Signum de sus actividades. Cerró los ojos momentáneamente.
Y unos misteriosos ojos púrpura se colaron en sus pensamientos.
Abrió los ojos rápidamente y tomó un poco más de agua. Joder. Había pasado toda la semana pensando en esos ojos. Esos misteriosos y preciosos ojos de una chica que aún era una completa desconocida para ella.
Y ella no debía, ni podía querer conocerla. No, mal Fate, muy mal.
El simple hecho de que la chica estuviera cerca de Yuuno ya le daba a entender de que acercarse a ella era una muy mala idea… Pero era preciosa. No lo podía negar. Y antes de irse por el pasillo la miró una vez más.
¿A quién demonios engañaba? Seguro le había puesto el ojo a la nueva novia de Yuuno, y una niña de las de su tipo nunca se fijaría en una rebelde busca pleitos como Fate.
Tenía que dejar de pensar en ella.
- ¿Fate?
Tenía que dejar de pensar en esos ojos.
- ¿Testarossa?
No podía seguir así. Ya se había equivocado con Une. Todas esas chicas mimadas eran iguales, lo mejor que podía hacer era huir por la derecha.
Un fuerte golpe en su cabeza le hizo despertar de sus ensoñaciones.
- ¿¡Qué demonios te pasa!? – preguntó furiosa Fate, llevándose una mano al sitio en donde la baqueta de Reinforce la había golpeado.
- ¡Despiertate! – la reprendió Reinforce, tomando otra baqueta – Mira que acá tengo más.
- ¿Te sientes bien Testarossa? – inquirió Signum, mirándola extrañada.
- Si – respondió Fate, bajando la mirada.
- ¡No le creas Signum! – se apresuró a decir Reinforce – Lleva toda la semana así.
- ¿Así cómo? – alcanzó a preguntar Fate, evitando el contacto visual.
- ¿Isí cími? – se burló Reinforce – Perdiéndote en el espacio tiempo. Cada vez que hablo contigo pareciera que tu cuerpo estuviera acá y tu cabeza anduviera viajando por las galaxias.
- Eres una mentirosa.
- Realmente creo que tiene razón – intervino Signum, aguantando la risa – Llevábamos cinco minutos intentando hacerte reaccionar, pero ni siquiera ladeabas la cabeza cuando te llamábamos.
- ¿Tan mal estoy? – preguntó preocupada Fate.
- Allí tienes tu respuesta – dijo Signum, encogiéndose de hombros – Entonces si te pasa algo.
- Venga – la animó Reinforce – Escúpelo ya. Quizá te podamos ayudar.
Ayudar decía. Cómo si alguien la pudiese ayudar.
Quizá contarlo la hiciera olvidar ese encuentro.
- Me encontré con alguien el lunes, en la universidad.
- ¡Hey, espera un momento! – pidió Reinforce, alzando las manos – ¿Lo que sea que te haya pasado sucedió el lunes? O sea ¿Qué te has pasado una semana entera preocupada y no nos dijiste nada?
- Calma Reinforce – medió Signum – Mírala nada más como está. Con la cabeza dispersa dudo mucho que pudiera explicarte lo que pasó.
- Gracias Signum – dijo Fate, suspirando.
- Gracias No – refutó Signum, alzando una ceja – Ahora tengo curiosidad. Cuenta.
Demonios, pensaba que dejarían la conversación hasta allí.
- Vale – se resignó Fate – Iba caminando hacia mi clase cuando tropecé con Yuuno y sus amigos.
- ¿Y? – preguntó Signum, aún sin entender.
- ¿Te hizo algo? – inquirió Reinforce alarmada – Mira que se la tengo jurada desde hace bastante tiempo.
- No, para nada - negó Fate, contrariada – Ese idiota es solo amenazas. El punto es que entre su grupo había una chica que no recuerdo haberla visto antes. Eso es todo.
El suspiro de alivio de sus amigas fue casi instantáneo. Fate solo pudo mirarlas extrañadas, mientras ambas se dedicaban sonrisas cómplices.
- Una chica ¿Eh? – dijo Signum, con una sonrisa maliciosa – Tenías que haberlo dicho antes.
- Nuestra Fate ya fichó a su próxima víctima – comentó Reinforce, mientras sus cejas realizaban movimientos sugerentes.
- No – se apresuró a decir Fate.
- ¿No qué?
- No. Ya dije que no.
- ¿No qué?
- No me voy a liar con una chica de ese grupo otra vez. Definitivamente no – continuó Fate, negando con la cabeza.
- Pero ya va, tranquila – dijo Reinforce - ¿Qué tal es esa chica?
- ¿Qué tal de que? – preguntó Fate, mirándola con cara de pocos amigos.
- No sé – murmuró Reinforce - ¿Sus ojos?
Hermosos, pensó Fate.
- Son azules.
- Pero, ¿Qué tan azules?
- No lo sé. Es un color un tanto extraño.
- ¿Profundo?
- Bastante.
- ¿Cómo si te invitaran a mirar más?
- Algo así.
- ¿Bonita?
- Demasiado.
Un sonrojo recorrió rápidamente el rostro de Fate cuando se dio cuenta de su repentina confesión. Estúpida Reinforce. Seguro había aprendido esa manera de interrogar a las personas de su novia. Estaba respondiendo de manera tan automática y simple que, cuando le pregunto algo aún más simple no logró ocultar la verdad.
- Te gusta una chica~ - canturreó Reinforce
- No – continuó negando Fate – Eso no puede ser. No puede ser ni será.
- ¿Por qué te empeñas en que no? Ya la chica te gusta, no es algo que puedas evitar a estas alturas – comentó Signum.
- ¡No puedo meterme con una chica así! – exclamó Fate – No permitiré que me pase lo mismo que con Une.
- Fate, lo de Une fue hace mucho tiempo – se apresuró a intervenir Reinforce – Dime la verdad ¿Desde cuándo no sales con alguien?.
- Casi dos años – contestó Signum, encogiéndose de hombros ante la mirada asesina de Fate. – No me mires así, solo digo la verdad.
- Eres joven, estás en la universidad y cantas en una banda. ¿Tienes idea de la cantidad de chicas que están babeando por ti? – siguió sermoneándola Reinforce – Si, lo de Une fue un error. Ella es una persona horrible, pero no puedes dejar que por una decepción amorosa tu vida sentimental se vaya a la mierda. Date un chance. Todos necesitamos a alguien de vez en cuando.
- Tengo mi vida sentimental cubierta. Las tengo a ustedes ¿No?
- Créeme que hay ciertas necesidades físicas que no tengo ni el más mínimo interés de cubrir contigo Testarossa – contestó Signum.
- Si te gusta ve por ella – la animó Reinforce – Y si no funciona no importa. Cualquiera de las chicas que va a escucharte en los conciertos estaría dispuesta a saltarte encima con tan solo una miradita. Necesitas de manera urgente superar a… Esperen un momento.
El motivador discurso de Reinforce fue interrumpido por la vibración constante de su teléfono celular, el cual se apresuró a contestar, mientras llamaba la atención de sus compañeras de banda con un gesto. La conversación fue corta, con un par de risitas, otro par de síes, un no y otro lote de respuestas afirmativas. Susurró un par de despedidas antes de dejar su teléfono a un lado y empezar a hablar.
- Más les vale que estén preparadas, porque el próximo miércoles tocamos en el Strikers – anunció Reinforce.
- Ya que estamos hablando de Une deberíamos de empezar el concierto con su canción – sugirió maliciosamente Signum.
- ¡Por favor! – exclamó Fate con un lamento - ¡No vayan a seguir con eso mismo!
- ¡No creas que he terminado contigo! – la amenazó Reinforce, señalándola con una baqueta.
- ¿Les parece un poco de Social Distortion para seguir la jornada de hoy? – preguntó Signum, mientras se levantaba del puff.
Fate apenas tuvo tiempo de tomar su bajo cuando Reinforce empezaba a marcar el enérgico ritmo en la batería, para seguirla con el bajo un par de compases antes de que Signum empezara a tocar el riff principal.
Demonios, esa canción era lo máximo, y poder tocarla a todo volumen mejor.
Children are taught to hate, parents just couldn't wait
Some are rich and some are poor, others will just suffer more
Have you ever been ashamed and felt society try to keep you down?
I begin to watch things change and see them turn around
Sonrió cuando la voz de Reinforce se le unió en los coros
Turn around, they'll try to keep you down
Turn around, turn around
Don´t drag me down!
El sudor no tardó en perlar su frente, pero se sentía con más energía que nunca. La emoción del próximo concierto pudo más que ella, y los minutos pasaron volando mientras tocaban canción tras canción.
Por lo menos ahora tenía algo más en que pensar, aparte de en aquella chica que no había logrado ver nuevamente en toda la semana.
