¡Hey!

Espero que todo esté bien. Con esta actualización parece que me tarde un poquito más. Intentaré mantener el ritmo continuo de las actualizaciones. Por cierto ¡Muchísimas gracias por sus comentarios!. Ver nombres tanto conocidos como nuevos en la sección de reviews me hace feliz :D

Parece que nuestras chicas vuelven a encontrarse.

Disclaimer: MSLN ni sus personajes me pertenecen. Todo el crédito a sus respectivos autores. De igual manera, todo el crédito para los compositores e intérpretes de la canción que aparece en este cap.

Canción: Tonight Alive - In My Eyes (Rufio Cover)

Capítulo 5: Riot Force.

Tomó su identificación y la guardó en una pequeña billetera, junto a una de sus tarjetas de crédito y un poco de dinero en efectivo. Ubicó su teléfono celular y le echó un rápido vistazo a la pantalla, que en esos momentos se iluminaba rítmicamente al patrón de la vibración anunciante de una llamada.

Sonrió al detallar el nombre de su mejor amiga en la pantalla.

- ¿Estás lista? - preguntó Hayate desde el otro lado de la línea.

- Sí – contestó Nanoha, mientras guardaba su billetera en el bolsillo delantero de su jean.

- ¿No llevas nada extravagante?

- No – negó Nanoha – Seguí tus recomendaciones. Me puse lo más cómodo que encontré en el closet.

- Vale. ¡Si te veo con algo fancy voy a hacer que te devuelvas a cambiarte! – le advirtió Hayate – Ve caminando hacia la verja, voy llegando.

Nanoha susurró una rápida despedida mientras bajaba las largas escaleras que llevaban a la entrada principal, agradeciendo de sobremanera que su padre no estuviese en casa.

Su padre había tenido que irse un par de horas antes con motivo de una reunión importante, que incluía una posterior cena con sus clientes, por lo que no estaría de vuelta en casa hasta entrada la madrugada. Esa reunión le había caído como anillo al dedo, porque así Nanoha solo tuvo que enviarle un texto diciéndole que saldría un rato por allí con Hayate, sin necesidad de explicarle con lujo de detalles el itinerario de la noche.

Itinerario que ni ella misma sabía.

Salió de su casa intentando hacer el menor ruido posible, y con pasos rápidos se acercó hacia la gran verja de entrada, saludando con la mano a uno de los guardias que se encontraban en la garita de vigilancia. Ya Hayate la esperaba afuera a bordo de un viejo Volkswagen escarabajo blanco que se veía muy bien cuidado, por lo que se apresuró a tomar su puesto en el asiento del copiloto.

Hayate la saludó con un par de besos en la mejilla, mientras que con una de sus manos le bajaba un poco el volumen al reproductor de cd's del auto. Se tomó un par de segundos para evaluar la vestimenta de Nanoha, antes de alzar los dos pulgares en señal de aprobación.

- ¡Outfit aprobado! – exclamó Hayate con una sonrisa, mientras ponía en marcha el auto.

- Seguí tus indicaciones – dijo Nanoha, poniéndose el cinturón de seguridad – Créeme que no tenía muchas ganas de regresar a cambiarme de ropa.

- Espero que estés lo suficientemente cómoda, porque nos queda una larga noche por delante – comentó Hayate - ¿Le avisaste a tu padre?

- Sí.

- ¿Qué le dijiste que harías?

- Qué saldría contigo por ahí – respondió Nanoha, encogiéndose de hombros.

- ¿Puedes llegar tarde a tu casa? – preguntó Hayate

- Eso creo – contestó Nanoha – Dependiendo de lo que consideres tarde. Igual no creo que esté esperándome junto a la puerta si me paso de la hora.

- Genial – dijo Hayate, dejando escapar un suspiro – No quiero que tu papá empiece a considerarme una mala influencia, con lo mucho que me cuesta mantener mi imagen de dulce angelito.

- No seas tonta – la reprendió cariñosamente Nanoha - ¿Qué estás escuchando?

Nanoha subió el volumen de la radio, para encontrarse con unas guitarras enérgicas, una línea de bajo bastante melódica y una batería marcando un ritmo muchísimo más rápido del que estaba acostumbrada. No pudo evitar observar a Hayate sorprendida, mientras Hayate movía ligeramente su cabeza al ritmo de la música.

Ok, la última vez que había salido con Hayate mientras iban al instituto su pequeña amiga castaña se la pasaba cantando Bad Romance mientras practicaba de una manera exagerada sus dotes histriónicas.

Definitivamente tenía muchísimo tiempo sin salir con Hayate.

- Lagwagon – contestó Hayate – Estoy alineando mis chakras, ya sabes, preparándome para la noche.

- ¿Lagwa qué? – preguntó Nanoha, sin entender.

- Lagwagon – repitió Hayate - ¿Nunca los has escuchado?

Nanoha negó levemente con la cabeza.

No recordaba haber escuchado nada similar, aunque tampoco era que tuviese oportunidad alguna de eso. Ese tal grupo Lagwagon no parecía ser de esos que se escucharan en una estación de radio común, o por lo menos nunca había escuchado ese nombre entre las tantas entrevistas de las filiales de Takamachi Co. Lo más pesado que había escuchado hasta esa noche había sido Aerosmith y algunas canciones de Guns & Roses.

Bueno, también había ido a un concierto de The Strokes en Londres. Quizá los podría incluir en esa categoría.

- Venga Nanoha – pidió Hayate, anonadada – ¿Sum 41? ¿The Offsprings? ¿No use for a Name? ¿Algo?

- Te juro que no sé de qué me estás hablando – contestó Nanoha, encogiéndose de hombros.

- Ok, esto es grave.

Hayate aprovechó el poco tráfico para orillar el auto y estacionarse, poniendo las luces intermitentes y girándose completamente para ver a Nanoha a los ojos.

- Me estás metiendo en un gran, gran, problema – murmuró Hayate.

- ¿Por qué?

- No sé en qué clase de cueva has estado metida todos estos años – siguió diciendo Hayate – Siento como si de pronto voy a hacer que descubras América.

- No seas exagerada Hayate – dijo Nanoha con una risita – No tengo la culpa de no tener mucho tiempo para buscar grupos distintos a los que pasan en la radio.

- Los medios solo te muestran lo que ellos quieren mi querida Nanoha – refutó Hayate con un suspiro.

- ¡Hey! – exclamó Nanoha – Mi familia maneja parte de esos medios ¿Lo sabías? Además, recuerdo claramente que te la pasabas escuchando Lady Gaga años atrás.

- Y lo sigo haciendo – admitió Hayate solemnemente – Seré una Little Monster hasta el final de mis días pero mi horizonte musical está ampliado. Ahora se buena y escucha.

Hayate le subió un poco más el volumen a la música, permitiéndole a Nanoha apreciar la canción con más detalle. La voz no era necesariamente lo más afinado del mundo, pero sorprendentemente era capaz de captar el sentimiento que transmitía la canción como un todo, y, definitivamente tenía que aceptarlo, era bastante buena. Luego de un minuto se encontró incapaz de evitar que su cabeza se moviera levemente al ritmo de la música, tal y como se movía su amiga minutos antes.

La castaña tenía toda la razón ¿Cómo no había escuchado eso antes?.

- ¿Qué tal? – preguntó Hayate esperanzada.

- Bien – asintió Nanoha aun moviéndose al compás de la música – Muy bien, si, me gusta. Está bastante bueno.

- ¡Qué alivio! – exclamó Hayate, luciendo aliviada – Porque lo menos que quería era que te sintieras incómoda en el concierto.

- ¿¡Concierto!?

Eso le pasaba por no haberle preguntado nunca a Hayate hacia donde se dirigían.

- ¿A qué te refieres con concierto? – inquirió Nanoha, mirándola aterrorizada mientras Hayate retomaba la marcha.

- Hoy Riot Force dará un concierto en el Strikers – contestó Hayate, ignorando olímpicamente la cara de terror de la cobriza – Si te gustó Lagwagon seguramente te gustarán.

- ¿Pero que se supone que haré en un concierto de esto?

- Punk – corrigió Hayate.

- Bueno, punk, como sea ¡Ay Dios! – exclamó Nanoha, aterrada.

- Relájate Nanoha, estás como tensa – comentó Hayate, poniendo una mano en el hombro de su aterrada amiga – Solo relájate. Relájate y disfruta el momento – añadió, con una sonrisa.

Intentó relajarse, en verdad trató, pero era más fácil decirlo que pasar a la práctica.

Es decir, no tenía ni idea de que esperar. Con un tipo de música tan enérgica seguramente los conciertos eran igual de intensos, pero ella solía disfrutar de los conciertos sentada en algún área VIP, con música más suave. Por primera vez en mucho tiempo ella, que era de las que tomaba la iniciativa, se sentía intimidada.

Más que intimidada se sentía impaciente. Aunque le costara darle la razón a Hayate sabía que sería divertido, pero el hecho de estar a la expectativa hacía que se formara un nudo en la boca de su estómago bastante complicado de desatar.

Esa sensación no la abandonó durante todo el trayecto en el auto. Su mente, bastante entretenida divagando, apenas reaccionó cuando Hayate estacionó el auto en un pequeño estacionamiento en una esquina. Hayate le hizo una seña para que saliera del auto, mientras ella se encargaba de bajar los seguros de las puertas y activar la alarma. El pequeño escarabajo encendió sus luces un par de veces antes de emitir un sonoro bip.

Tomándola del brazo, Hayate la jaló hacia la salida del estacionamiento, mientras le sonreía con confianza.

- Tranquila – dijo Hayate con una sonrisa burlona – Venimos a pasarla bien ¿No?

Nanoha solo pudo asentir la cabeza, mientras que del otro lado de la calle ya divisaba el gran logo luminoso del Strikers. Para la hora el sitio parecía estar bastante concurrido, o al menos eso era lo que dejaba entrever la gran cantidad de gente que se encontraba fuera del local hablando animadamente, algunos fumando, otros dándole sorbos a sus botellas de cervezas. Logró divisar a unos cuantos chicos con mohicanos de varios colores, y casi en todos lados veía chaquetas de cueros y tachuelas.

Parecía un lugar para gente ruda.

Pero al verlos charlar de esa manera tan animada dudaba que fuesen realmente rudos del todo.

Hayate la jaló una vez más del brazo, para acercarla a la entrada del local, en donde un chico alto de cabello castaño la saludó animadamente.

- ¡Hayate! – exclamó el chico, con una sonrisa de oreja a oreja - ¡Ya pensaba que nos abandonarías esta noche!

- Ni lo sueñes – dijo Hayate, mientras chocaba los cinco con él.

- ¿Quién es tu amiga? – preguntó el chico, observando a Nanoha con interés.

- ¡Cierto! Nanoha, este es Vice – dijo Hayate, girándose hacia una Nanoha que estrechaba tímidamente la mano del chico – Es el portero de acá del Strikers. Y tú Vice – continuó Hayate, mientras se giraba hacia el castaño – No la mires mucho. Es de mi equipo, ya sabes.

- ¡Rayos! – se lamentó Vice con una sonrisa – Bienvenida al Strikers entonces. Pónganse cómodas, el show principal empezará dentro de poco.

Desde el interior del local resonaba una música muy similar a la que Hayate venía escuchando en el auto, y Nanoha no pudo dejar de sorprenderse cuando vio la cantidad de gente divirtiéndose a lo grande en un local tan pequeño. Las luces eran tenues, pero aun así podía observar como algunos chicos "bailaban" al ritmo de la música, generando carcajadas en sus amigos. Algunos otros estaban sentados alrededor de pequeñas mesas que acumulaban cantidades absurdas de botellas vacías, mientras otros pocos ya empezaban a tener problemas de coordinación.

Hacía calor, pero el ambiente era muy bueno, e inconscientemente Nanoha esbozó una sonrisa.

Hayate se dirigió hacia la barra, pidiendo dos botellas de cerveza a una chica pelinaranja que se apresuró en dárselas. La castaña le dio un sorbo a su cerveza y le entregó una botella a Nanoha, quién la tomó mirándola con dudas.

- ¿Qué? – preguntó Hayate, extrañada.

- ¿No tienen otra cosa que no sea cerveza? – preguntó tímidamente Nanoha.

- ¡Blasfemia! – exclamó dramáticamente Hayate – Te vas a tomar eso. En el Strikers se toma cerveza. Venga, dale un trago, refréscate.

Aun mirando dudosa a Hayate tomó la botella y le dio un gran trago.

No pudo evitar arrugar la cara cuando el amargo trago pasó por su garganta, haciendo que a Hayate le diera un súbito ataque de risa que casi hace que le saliera cerveza por la nariz.

Pero al final del trago le quedo un pequeño regusto dulzón que le agrado, y no podía negar que estaba exquisitamente fría.

Mentalizándose en el sabor intentó darle un nuevo trago, que pasó con menos problemas que el anterior. Al poco rato se encontró riendo animadamente con Hayate a un lado de la barra, acabándose la segunda cerveza de la noche y a punto de pedir la tercera. Las condenadas parecían hacerse mejor luego de cada botella, y ella empezaba a sentirse más animada que de costumbre, tanto que ya se movía lentamente al ritmo de la música, casi con timidez.

Hayate estaba a mitad de un chiste muy bueno cuando las luces se hicieron aún más tenues y un animado Vice subía a la pequeña tarima, dándole un par de golpecitos al micrófono que se encontraba dispuesto en un paral en el centro del escenario.

Por tercera vez en la noche su mejor amiga la jaló por el brazo, esta vez para que ambas se posicionaran prácticamente al frente de la tarima.

- Un, dos, ¿Se escucha? – preguntó Vice, dándole un par más de golpecitos al micrófono - ¡Hola gente! ¿Qué tal la están pasando esta noche?

Un "bien" se escuchó a coro entre los asistentes, que empezaban a aglomerarse frente a la pequeña tarima.

- ¿Qué tan frías están las cervezas hoy eh? ¡Deben de estar jodidamente buenas! – exclamó Vice, sonriendo con satisfacción cuando gran parte de los asistentes alzaron sus brazos para mostrar sus botellas - ¡Pero lo que viene está mucho mejor! ¡Preparen sus gargantas para recibir a las chicas de Riooooooot Fooooorce!

Nanoha escuchó unos cuántos gritos de emoción cuando las luces empezaron a enfocar únicamente la tarima, y Vice bajaba de la misma lo más rápido posible dejando el micrófono perfectamente colocado en el paral. No pasaron ni diez segundos cuando vio que una pequeña puerta en la pared de atrás de la tarima se abria.

Y su corazón se detuvo por unos segundos.

La primera en salir fue la chica peliplateada que había visto días antes en la universidad, con un par de baquetas que hacía girar rápidamente entre sus dedos, ocupando rápidamente asiento detrás de la batería. La siguió una chica pelirosa cargando entre sus brazos una hermosa guitarra, saludando al público apenas con un gesto de cabeza que hizo enloquecer a la multitud.

Y por último, esos ojazos.

Ya prácticamente frente a ella se encontraba Fate, con su largo cabello rubio suelto y una enorme sonrisa de satisfacción adornando su rostro. La sencilla camiseta negra que tenía en ese momento solo reafirmaba el look de chica rebelde que le daban sus pantalones rotos, rematado con un par de zapatillas DC Shoes negras con detalles rojos. Sus largos dedos se cerraron sobre el micrófono, mientras que su otra mano sostenía él mástil de su bajo, y Nanoha se estremeció tan solo con el sonido de su voz.

- ¿Quién de ustedes quiere punk? – preguntó Fate.

La población femenina asistente al concierto enloqueció a gritos.

- Les pregunté ¿¡Quién de ustedes quiere punk!? – preguntó Fate, más fuerte

Esta vez Nanoha también estaba gritando.

- Nosotros somos Riot Force… ¡Y les vamos a dar punk!

Con la primera nota sintió todo su cuerpo vibrar, y la voz de Fate caló hondo en su ser, provocándole ligeros espasmos que eran completamente desconocidos para ella.

You're graceful, your grace falls,
down around me in my eyes.
You're lovely, your love leaves,
So easily in my eyes.

La gente empezó a saltar a su alrededor, y el sonido del bombo llenando el lugar fue demasiado tentador como para permitirle quedarse quieta. Bajo la sonrisa aprobatoria de Hayate se encontró saltando sin tapujos en primera fila.

Another day left waiting,
alone in my room with no calls from you.
So I call you up, but you let me down,
falling down around everyone except yourself.

I thought that this would never end,
things were so clear but they fell through.
High hopes of problems never failed,
thinking of the best.

You're graceful, your grace falls,
down around me in my eyes.
You're lovely, your love leaves,
So easily in my eyes.

La sonrisa de Fate la llenaba de calidez. La rubia parecía disfrutar tanto lo que hacía que era imposible no sentirse tan animada como ella. Internamente se preguntaba cómo era posible que Yuuno se llevara mal con una chica tan increíble como ella.

Another day left crying,
with you in my room with nothing left to do.
You say that it's not right, you said it's over now.
Stand still annoyed with no one around.

I thought that this would never end,
things were so clear but they fell through.
High hopes of problems never failed,
thinking of the best.

You're graceful, your grace falls,
down around me in my eyes.
You're lovely, your love leaves,
So easily in my eyes.

You're graceful, your grace falls,
down around me in my eyes.
You're lovely, your love leaves,
So easily in my eyes.

Si a Nanoha le había parecido que la canción era increíble nunca se imaginó que el resto de las canciones que tocaron fuesen aún mejor. El sonido del bajo resonaba fuertemente en su pecho, invitándola a seguir en movimiento y a dejarse la garganta junto con Hayate gritando "¡Riot Force!" cada pausa que hacían las chicas para refrescarse. Durante una hora entera se mantuvo pegando gritos y saltando junto con todos los que observaban el espectáculo, arrepintiéndose por no haber descubierto ese tipo de música antes y, sobre todo, de no haber descubierto antes a esa banda, con vocalista incluida.

Cuando anunciaron la última canción de la noche una enorme tristeza invadió su pecho. Le hubiese gustado mucho saberse las letras de las canciones, para poder corearlas a toda voz como lo hacía Hayate, pero estaba decidida a hablar con su amiga para que se las enseñara.

Y a ir, a partir de ese momento, a todos los conciertos de Riot Force que pudiera.

Las luces volvieron a su tenue normalidad más pronto de que lo que Nanoha quiso, y a los pocos minutos se encontró una vez más con Hayate en la barra, tomando de su cerveza como si fuese agua mineral. La experiencia del concierto la había dejado definitivamente acalorada, y el frío líquido también aliviaba un poco su garganta.

Amanecería ronca al día siguiente.

Estaba por girarse para comentarle lo buenas que eran esas chicas a Hayate cuando observo que la castaña ya no se encontraba a su lado, si no que estaba corriendo en dirección hacia una sudorosa baterista peliplateada que se acercaba a ella con los brazos extendidos, para atrapar a Hayate prácticamente en el aire y darle un beso de película.

Joder, que se estaban comiendo la boca frente a sus ojos.

Nanoha disimuladamente miró hacia otro lado, sonrojada hasta la orejas, mientras su amiga se aferraba a los brazos de la baterista decidida a no romper tan pronto el apasionado beso que compartían. Cuando el aire les faltó se dedicaron sonrisas cómplices, y de pronto Hayate, saliendo de su ensoñación, tomó a la chica de la mano y la acercó hasta el asiento junto a Nanoha.

- Nanoha – dijo Hayate con una sonrisa – Te presento a Reinforce, mi novia.

Estrechó suavemente la mano que la peliplateada con una sonrisa le ofrecía, mientras en su mente los engranajes se movían a la velocidad de la luz, y algo hacía click.

Hayate era novia de Reinforce.

Reinforce tocaba batería en Riot Force.

Fate también tocaba en Riot Force.

Entonces Hayate conocía a Fate.

Estaba a punto de decir algo cuando una conocida voz la hizo salir de sus ensoñaciones, confirmando sus sospechas.

- ¡Hola Hayate! – saludó Fate - ¿Qué tal te va?

- ¡Fate! – exclamó Hayate – Ven, déjame presentarte a alguien. Ella es Nanoha, mi mejor amiga.

Cuando sus ojos hicieron contacto Nanoha evitó sin mucho éxito estremecerse, pero la profundidad del borgoña de Fate era algo más fuerte de lo que podía resistir. Casi en cámara lenta extendió su mano, tomando la mano que Fate le ofrecía y sintiendo como un corrientazo se extendía desde la yema de sus dedos hasta su columna.

Si esa mujer la seguía tocando se desmayaría. Estaba perdiendo la cabeza.

- Fate ¿Puedes quedarte un momento con ella? – preguntó Hayate – Tenemos que ir a buscar unas cosas en el auto y es nueva acá.

- Vale – contestó Fate – Pero no se tarden. Signum está terminando de ordenar las cosas para irnos. Aprovecharé el aventón.

- ¿No te quedarás un rato más? – inquirió Reinforce – No seas aburrida.

- Necesito descansar Rein – respondió Fate, tomando el asiento que Hayate había dejado libre – Mañana tengo exámen.

Reinforce tomó el brazo que le ofrecía Hayate, antes de llamar a una divertida Fate "aburrida" un par de veces más. Nanoha las observó partir, mientras su corazón latía tan fuerte como el redoblante de Reinforce.

Estaba a solas con Fate.

Bueno, realmente no estaban a solas, considerando que estaban en mitad de un bar lleno de gente ebria, pero era su oportunidad para acercarse más a esa rubia que parecía estar ensimismada en sus pensamientos, con esa expresión de contrariedad en su rostro que la hacía parecer más hermosa.

Tenía que actuar rápido antes de que su mente quedara en off.

- ¿Quieres una cerveza? – preguntó Nanoha, sin saber que decir.

Fate la miró por unos momentos, antes de sonreír.

- Claro – contestó suavemente, manteniendo su sonrisa.

Sus ojos parecieron expresar sorpresa cuando Nanoha le ofreció un trago de la suya, pero a los pocos segundos su sonrisa se ensanchó y tomó la botella que le ofrecía, bebiendo de ella.

Nanoha pensó que la conversación moriría allí, con ella sin palabras ante la visión de Fate tomando de su botella, pero esta vez fue la rubia que quién rompió el hielo.

- ¿Y tu novio? – inquirió Fate, evitando mirarla a los ojos.

- ¿Novio? – repitió confundida Nanoha.

- Sí – asintió Fate, encogiéndose de hombros – Yuuno.

Las palabras de Fate hicieron que Nanoha estallara en carcajadas, mientras que la rubia retomaba su expresión contrariada.

- No, no – negó entre risas Nanoha – Yuuno es solo mi amigo. Además, él no podría gustarme ni queriendo.

- ¿Por qué no? – preguntó Fate, picando el avispero – Parece que tiene cierto interés.

- A mí no… - murmuró Nanoha, sonrojándose repentinamente ante lo que haría – Soy gay.

Su confesión hizo que Fate la mirara sorprendida, mientras alzaba una ceja. En esos momentos odiaba el ligero rubor que coloreaba sin piedad sus mejillas, haciéndola parecer insegura, pero la presencia de Fate la ponía nerviosa sin querer.

- Eso sí que es una sorpresa – murmuró Fate, por lo bajo, mirándola fijamente.

- ¿Por qué lo dices?

- Nunca pensé que una amiga de Yuuno pudiera ser abiertamente gay– contestó sinceramente Fate – Pero aun así comprendo porque sigue esperanzado en tener una oportunidad.

Fate quiso morderse la lengua en ese momento antes de soltar una bobería, pero estaba cansada, la música alta le estaba aturdiendo, se había tomado unas cuantas cervezas esa noche y llevaba una semana sin poder sacarse a esa chica de la cabeza. No podían exigirle más.

- Con una chica tan hermosa cerca sería un completo idiota para no estar detrás de ti – agregó Fate, mirándola fijamente.

Nanoha sintió que una súbita oleada de calor subía hasta sus ojeras, y, sin duda, su rostro debía de estar mucho más rojo de lo permitido, pero aun así sus labios se curvaron en una inmensa sonrisa. ¿Fate la estaba llamando hermosa?.

Demonios, su corazón iba a salirse de su pecho.

Estaba por contestarle a Fate cuando Hayate apareció nuevamente junto a la rubia, con su novia trotando tras ella, casi al mismo tiempo que Nanoha sentía una presencia a su lado.

Al girar la cabeza se encontró con la guitarrista pelirosa, quién le esbozó una ligera sonrisa mientras Hayate hacía las respectivas presentaciones. Estrechó su mano de manera gentil mientras le indicaba a Fate que era momento de irse.

Fate la miró una vez más, cediéndole el puesto nuevamente a Hayate.

- Supongo que nos veremos por la universidad ¿No? – preguntó Fate, casi con timidez.

- Puedes estar segura de eso – contestó Nanoha, mordiéndose ligeramente el labio antes de sonreir.

- Estaré esperando entonces – dijo Fate, devolviéndole la sonrisa – Tú no llegues tarde ¿Vale? – culminó Fate, dándole un golpecito en el hombro a Reinforce, quién asintió velozmente.

El tiempo se detuvo nuevamente mientras observaba como Fate caminaba lentamente hacia la salida del local junto a su compañera de banda, y desde ese momento intentó sin éxito enfocarse en la animada conversación que Hayate y Reinforce mantenían con ella, fracasando completamente en su tarea.

Porque aunque estuviese aún en el local, tomándose la quinta cerveza de la noche y con el sonido de la música de fondo, su mente aún seguía encontrándose con esos hermosos ojos borgoñas en todos lados.