¡Hola a todos! Cuánto tiempo ha pasado.
Lamento mucho haberme ausentado tanto tiempo. Esto de mudarme ocurrió más rápido de lo que pensaba y, por si fuera poco, mis problemas de conexión a internet empeoraron muchísimo. Aún faltan un par de meses pero cada vez estoy más cerca de poder solucionar ese problema de manera definitiva. Mientras, solo me queda lidiar con megas que desaparecen a la velocidad de la luz y una terrible señal.
Espero no haberlos hecho esperar demasiado. Incluso aún no he tenido la oportunidad de ver la película (No spoilers, por favor :( ) Así que intentaré ponerme en eso pronto. Entre otras noticias, parece que el inclemente sol ha terminado su jornada, y el frío está regresando por mi. Esta vez tengo mi café preparado.
No los molesto más. Les pido nuevamente disculpas por la larga ausencia, y espero de todo corazón que se encuentren todos bien. ¡Gracias por regalarme unos minutos de su tiempo!
Disclaimer: MSLN ni sus personajes me pertenecen. Todo el crédito a sus respectivos autores. Igual aplica para las letras de Box Car Racer.
Canción: Box Car Racer - I Feel So
Capítulo 28: Showtime
Desde afuera le llegaba el potente sonido de esos riffs llenos de distorsión que estaban haciendo a la gente gritar, haciendo que se lamentara por no poder estar allí saltando junto a aquellos afortunados que podían disfrutar tranquilamente. Acercó a sus labios una botella de agua y le dio un par de sorbos antes de ponerla en la pequeña mesa de madera que se encontraba frente a ella.
Tenía que concentrarse, sobre todo porque todo a su alrededor llevaba un buen rato dando vueltas.
Estaban en el backstage del festival, tratando de olvidar sus nervios mientras esperaban que las llamaran a tocar. Al ser varias las bandas que iban a tocar juntas ese día, se vieron en la necesidad de llegar bastante temprano para que todos pudieran ajustar su sonido sin contratiempos. Los organizadores del festival les habían facilitado comidas y bebidas gratuitas a todos los miembros de las bandas que iban a participar, así que no habían tenido la necesidad de salir a buscar un sitio para almorzar apresuradamente.
Por supuesto, el hecho de que tuvieran comidas y bebidas a su disposición había hecho que la interacción entre todos los músicos fuese muchísimo más amena, y, desde luego, había facilitado que más de un músico se hubiese pasado de copas rápidamente.
Fate se incluía en ese lote.
Desde que llegó al sitio del festival se había enfocado en intentar dejar de pensar en lo que había ocurrido los últimos días. Era una desconexión parcial, ya que estaba pendiente cada tanto de su teléfono celular por si recibía algún mensaje de Hayate, quién se encontraba visitando a Nanoha en el hospital, pero si quería hacerlo bien tenía que dejar de pensar por unos minutos en todas esas cosas que la estaban agobiando.
Por supuesto, no ayudaba el hecho de que Nanoha tuviese que quedarse hasta el martes en el hospital. Tampoco ayudaba el que, por orden de los médicos, el domingo no podría recibir visitas. Sus planes de tocar en el festival, irse a la cama un par de horas, darse un baño y correr al hospital mientras intentaba comerse un par de tostadas por el camino estaban completamente descartados.
El tratamiento de Nanoha empezaría el día lunes, y, aunque ese día Momoko tendría que viajar nuevamente a Berlín para finiquitar unos pendientes y dejar alguien a cargo en su ausencia, la matriarca Takamachi contaba con Fate para darle todo el apoyo moral y emocional a su hija. Nanoha pasaría ese día en observación en el hospital, y al día siguiente sería llevada a su casa para descansar.
6 ciclos de quimioterapia, tratamiento cada 21 días. Los doctores habían hablado de los síntomas y Fate sabía que no sería nada fácil, pero deseaba con todo su corazón que funcionara. Tenía todas sus esperanzas puestas en ello.
Pensó que quizás un par de cervezas le ayudarían a ponerle freno por un momento a sus pensamientos, pero ese par de cervezas pasaron por su garganta demasiado rápido, y cuando se dio cuenta las botellas se habían multiplicado casi por arte de magia. Apenas se percató que estaba hablando más de la cuenta paró de beber, pero el daño ya estaba hecho.
Podría ser todo el estrés emocional de los últimos días, pero tenía incluso ganas de echarse a llorar. Masajeó sus sienes por un momento, intentando controlar sus emociones y mantener sus pies en la tierra, pero sin duda alguna esa tarea era mucho más difícil de lo que creía.
Alzó la mirada intentando encontrarse con sus compañeras de banda, quienes se encontraban muy cerca de ella. En una esquina se encontraba Signum, quién parecía estar meditando con los ojos cerrados. Signum sin duda podía parecer una chica ruda, pero Fate sabía muy bien que los conciertos un poco más grandes le ponían los nervios de punta. Desde luego, la pelirosa no era muy buena exteriorizando sus emociones, pero bastaba verla con los ojos cerrados y el ceño fruncido para darse cuenta de que internamente estaba luchando contra si misma para mantener la calma.
Un poco más allá se encontraba Reinforce, practicando rítmicamente con sus baquetas mientras mantenía la mirada fija en el banquito que recibía sus golpes. Al menos su amiga había podido descansar un poco en comparación con días anteriores, y ya las ojeras que bordeaban sus ojos no eran tan prominentes.
Reinforce continuó practicando por un par de minutos más antes de detenerse y respirar profundamente. Sus ojos buscaron los de Fate, con una expresión de sincera preocupación.
- Hey Fate ¿Te sientes bien? – preguntó Reinforce.
- Si, ya estoy menos mareada – contestó Fate, asintiendo.
- No me refiero a eso – dijo Reinforce.
Fate la miró con extrañeza, mientras la peligris se levantaba de su asiento y tomaba asiento en el sofá, junto a Fate. Un poco más alejada y sabiendo lo que venía, una concentrada Signum curveó sus labios en una sonrisa.
- Sé que ha sido una semana difícil para ti – empezó a hablar Reinforce – Bueno, no solo para ti, igual estos últimos acontecimientos nos han afectado a todos, pero sé que para ti ha sido aún más difícil. Lo que quiero decir es, no sé ¿Te sientes realmente bien para hacer esto? Si sientes que esto sobrepasa podemos pararlo ya, no me importa la organización, ya no me importa una mierda. Esto puede parar ya si lo necesitas ¿Me entiendes?
Fate la miró sin poder evitar sonreír, y vaya que habían sido escasas sus sonrisas en lo que iba de semana. A su otro lado Signum tomó asiento, alborotándole el cabello con una mano mientras le demostraba con ese desenfadado gesto todo el apoyo que no sabía demostrar muy bien con palabras. En otra ocasión hubiese decidido correr y no enfrentarse a los problemas de manera directa, pero ya estaba harta del drama, ya estaba harta de huir. Tenía amigos que la levantarían si caía. Tenía a Nanoha, que esperaba buenas noticias.
No podía defraudarlos, y no podía defraudarse a sí misma, aunque el camino empezara a desmoronarse ante sus ojos.
- Estoy lista Reinforce – contestó Fate – Ya me decidí a dejar de huir de todo. Además, allí afuera no estaré sola. Ustedes también estarán allí, así que todo estará bien.
- ¡Así se habla! – exclamó Reinforce – Solo te pediré que hagas lo de siempre. Cuando salgas a ese escenario no te prives de nada. Si necesitas gritar, hazlo. Nosotras también estaremos lo mismo.
Un sonoro golpeteo en la puerta les informó que ya era hora de salir. Se tomaron las manos fuertemente antes de levantarse y tomar sus instrumentos, para girar el pomo de la puerta y enfrentarse a ese público embravecido. Mientras caminaban por el pequeño pasillo que separaba el backstage del escenario, un par de conocidos miembros de otras bandas estrecharon sus manos para darles suerte. Con las piernas convertidas en gelatina, Fate estaba segura de que la necesitarían.
- Bueno chicas, empezó el showtime – murmuró Reinforce, mientras se aventuraba al escenario.
La cantidad de gente que estaba dentro del Strikers era absurda. Fate estaba segura de que se estaban violando unos cuantos códigos de seguridad en ese concierto, pero a esas alturas no era como si pudieran hacer gran cosa. Un escalofrío recorrió su espalda cuando la gente, mientras aplaudía rítmicamente sus palmas como usualmente Vice, en anteriores ocasiones, les había enseñado a la pequeña audiencia que acudía habitualmente al bar.
Junto a las palmas, dos palabras se repetían haciendo eco.
- ¡Riot Force! ¡Riot Force!
Esa era la fuerza que necesitaba.
Fate se posicionó frente al micrófono, y dijo lo primero que se le vino a la cabeza.
- Nosotras somos Riot Force, y si tú también tuviste una semana de mierda ¡Grita!
Ese grito grupal tuvo que alcanzar muchísimos más de los decibeles legalmente permitidos, pero ya eso no importaba. A la cuenta de Reinforce empezaron a tocar la canción que habían compuesto hace un par de días. El enérgico bajo resonaba por todo el lugar, mientras la fuerza de la canción crecía cada vez más.
Y allí, cantó:
Sometimes
I wish I was brave
I wish I was stronger
I wish I could feel no pain
I wish I was young
I wish I was shy
I wish I was honest
I wish I was you not I
'Cause
I feel so mad
I feel so angry
I feel so callous
So lost, confused, again
I feel so cheap
So used, unfaithful
Let's start over
Let's start over
Era inevitable cantar eso con toda la rabia que era capaz de sentir. Frente a ella el público saltaba y movían sus cabezas al ritmo de la música. No habían pasado ni dos minutos cuando un pogo empezaba a formarse a lo lejos, mientras ella seguía cantando con toda la fuerza que le permitía su voz.
Sometimes
I wish I was smart
I wish I made cures for
How people are
I wish I had power
I wish I could lead
I wish I could change the world
For you and me
'Cause
I feel so mad
I feel so angry
I feel so callous
So lost, confused, again
I feel so cheap
So used, unfaithful
Let's start over
Let's start over
Signum incluso estaba dando saltos en el escenario, logrando que el público la siguiera. La energía no paraba de crecer y el hecho de saber que ellas eran las causantes de eso solo les permitía soltarse cada vez más y más.
'Cause
I feel so mad
I feel so angry
I feel so callous
So lost, confused, again
I feel so cheap
So used, unfaithful
Let's start over
Let's start over
I feel so mad
I feel so angry
I feel so callous
So lost, confused, again
I feel so cheap
So used, unfaithful
Let's start over
Let's start over
Let's start over
Los vítores al terminar esa canción eran ensordecedores. Reinforce ni siquiera le dio tiempo de reaccionar cuando empezó con la siguiente canción que tenían planeada en su set list, decidida a no dejar que esa conexión instantánea que acababan de lograr con el público se rompiera.
Durante toda una hora la gente coreó sus canciones mientras ellas dejaban el alma al tocar. En un momento del concierto incluso Vice, quién se había mantenido todo el rato al borde del escenario moviendo la cabeza y casi bailando, se acercó a Fate para intentar cantar con ella una de las canciones que siempre tocaban en el Strikers, con una nada melodiosa voz, para lanzarse hacia el público quien lo recibió con los brazos extendidos.
El concierto era una puta locura, e incluso Reinforce, a pesar de estar sentada, daba pequeños saltitos desde su asiento mientras tocaba. Fate simplemente se sentía libre. Con cada salto, con cada grito se iba liberando de toda la ansiedad y el estrés que había acumulado en lo más profundo de sí misma, y que se había negado a salir por todos los medios.
Al terminar el concierto se encontraban exhaustas. Saludaron casi a todos los que se encontraban tras el escenario, quienes solo habían compartido con ellas ese día y no las habían escuchado en vivo hasta ese momento. Alguien les extendió algunas bebidas, pero Fate las rechazó cortésmente decantándose por el agua. Después de despedirse cortésmente de los miembros del staff fueron nuevamente al camerino para recoger sus cosas y marchar a casa.
Mientras guardaban sus instrumentos y se aseguraban de no dejar ningún accesorio mal puesto por allí, Vice entró apresuradamente al camerino, cerrando la puerta tras de sí.
- Eso estuvo ¡Increíble! – exclamó Vice emocionado, llevándose las manos a la cabeza.
- Uff, lo creo – comentó Signum, con una gran sonrisa- ¿Vieron toda esa gente saltando?
- Estoy de acuerdo contigo Vice, totalmente de acuerdo – afirmó Reinforce – ¡Demonios me siento genial!
- Bueno chicas, realmente no estoy solo aquí para felicitarlas – dijo Vice – Hay alguien afuera que quiere hablar con ustedes. Insistió muchísimo y no tengo ni puta idea de quién es, pero venía a preguntarles sobre eso. ¿Esperaban a alguien o algo?
- Realmente no – contestó Fate extrañada – O bueno, no que yo sepa.
- Bueno ¿Le digo que pase? – preguntó Vice – Está allí afuera e igual nos vamos a demorar recogiendo las cosas afuera así que pueden hablar un rato.
Se miraron entre ellas para solo encogerse de hombros. La verdad es que Fate estaba muerta de cansancio, y estaba segura que caería en un sueño profundo apenas su cabeza tocara su almohada, pero seguramente podrían tomarse unos minutos. Asintieron casi al unísono, señal que bastó para que Vice saliera nuevamente del camerino.
Pasaron apenas unos segundos antes de que la puerta se abriera nuevamente, dándole paso una mujer ataviada en vaqueros y una reluciente chaqueta de cuero. Su cabello castaño estaba algo despeinado, e incluso tenía un par de mechones grises que la hacían ver mucho más cool. Por si no fuera poco, parecía irradiar seguridad por todos sus poros, y su sonrisa de satisfacción se ampliaba mientras se acercaba a ellas.
Y si eran sinceras, nunca habían a esa mujer antes.
- Chicas, es un placer conocerlas – dijo con voz suave- ¡Ese concierto fue una locura! Todavía allí afuera están vitoreando sus nombres.
- Wow, gracias – agradeció Reinforce, tratando de no mostrarse tan confundida – Qué bueno que te haya gustado el set.
- Tú debes ser Reinforce ¿Cierto? – continuó la mujer, estrechando la mano de una Reinforce que la observaba extrañada – Tu energía es increíble, y ese talento en la batería es envidiable. Signum – siguió hablando – tu personalidad es simplemente genial, a simple vista se nota que eres el miembro más racional, y eso los volvió locos. Y tu Fate – finalizó, girándose hacia la rubia – La manera en la que logras conectarte con las personas y transmitir todo el sentimiento que había en esas canciones es impresionante.
Si antes de que la mujer les hablara ya se encontraban confundidas esta vez sí no lograban encontrarle nada de sentido a lo que estaba pasando. Quizá estaban conversando con una potencial stalker, o eso era lo que podían deducir por el hecho de que la mujer parecía incluso conocer sus nombres.
Eso, o ella llevaba mucho rato hablando con Vice.
- Tenía que regresar hoy a California y no podía irme después de lo que había escuchado de ustedes. Y definitivamente los demás se quedaron cortos. Tenía muchos años sin sentirme así luego de un concierto, así que estoy feliz de que mi programación se haya ido por el caño – siguió hablando la mujer antes de percatarse de las confundidas miradas que recibía - ¡Uy! ¡Lo siento! Es verdad que no me había presentado. Soy Linith, presidenta ejecutiva de Hummingbird Records.
Seguro escucho mal. Tenía que haber escuchado mal, o estaba alucinando, o aún estaba más ebria de lo que pensaba. A su lado, Reinforce parecía estar viendo a un fantasma de lo pálida que de pronto se había puesto. El cambio de color fue tan exagerado que Fate estaba segura de que la peli gris se desmayaría en cualquier momento. Signum incluso había roto su apariencia de seguridad eterna para parpadear un par de veces antes de llevarse las manos a la cabeza.
Eso no podía estar pasando.
- Parece que las tomé desprevenidas – comentó Linith, dejando escapar una carcajada- Hagamos algo muy simpático – comentó, mientras sacaba su billetera del bolsillo de su chaqueta y tomaba una tarjeta de presentación, dándosela a una temblorosa Reinforce – Reprogramaré mi vuelvo a California para mañana, a las 8 de la noche. Estoy hospedada en el Hamilton, y ese hotel tiene un café privado que servirá para que hablemos. Voy a estar en ese café a las 10 de la mañana, así que aún pueden tener unas buenas horas de sueño – agregó, mientras observaba la hora en su reloj de pulsera – Para entrar solo enséñenle esa tarjeta a los guardias que estarán en la entrada del hotel. Si no van, asumiré que no quieren hablar de negocios y créanme, definitivamente quiero hacer negocios con ustedes. Espero verlas pronto.
Cuando la puerta del camerino se cerró, Signum y Fate tuvieron apenas segundos para tomar de la camiseta a una Reinforce que acababa de desmayarse de la impresión.
