El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símobolos y elementos relacionados son propiedad de J.K. Rowling y de Warner Bros.
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CAPITULO 4
DE REGRESO
- ¿Cómo que qué hago aquí, Harry? – respondió una voz femenina – Ya regresé de mi viaje a Portugal – dijo Hermione mirando fijamente a Harry.
- ¿Y cómo llegaste hasta mi cuarto sin que te pusieran problema? – Preguntó Harry, notando las piernas de su amiga hermosamente bronceadas, ya que ella llevaba una minifalda azul claro acompañada de una blusa blanca escotada sin mangas que resaltaba su figura esbelta, su largo cabello castaño y rizado estaba acompañado de unas gafas deportivas que llevaba en la parte superior de la cabeza. Se veía realmente hermosa. Harry apenas había notado lo mucho que su amiga había cambiado a lo largo de los años. Hermione era alta, aunque no tanto como Harry, quien en el último año casi había alcanzado la altura de su amigo Ron que llegaba a 1,80 mt. de estatura.
Hermione se acercó a Harry, y le entregó un pequeño paquete que llevaba en sus manos.
- Ya sabes que me he vuelto amiga de tu primo – Respondió Hermione – pero aún no me has saludado, fue mas efusivo él cuando me vio llegar que tú, que me conoces cerca de seis años Harry.
- Es que no esperaba tu llegada todavía Hermione – dijo Harry mientras observaba el paquete que ella le había entregado - ¿Y esto?
- Son dulces típicos de Portugal, saben deliciosos – Respondió Hemione – pruébalos.
Harry abrió el paquete y sacó uno de los dulces, lo probó y le supo realmente delicioso, luego pasó el paquete a su amiga para que también cogiera uno. Ella tomó uno y se lo comió.
- ¿Y cuándo llegaste? – Preguntó Harry mientras terminaba el dulce.
- Anoche, la verdad es que no he dormido nada – respondió Hermione mientras inspeccionaba el cuarto de Harry – Lo has mantenido muy ordenado, así me gusta Harry.
- ¿Y entonces, por qué no te quedaste en tu casa descansando?- Preguntó Harry, tratando de continuar con el tema.
- Quedamos que en cuanto llegara te haría saber que estaba aquí – respondió Hermione – Además esta mañana desempaqué el equipaje, porque quería venir a saludarte y traerte esto – dijo señalando los dulces.
- Debes estar realmente cansada – Dijo Harry, mientras observaba sus rostro finamente delineado por los rayos del sol que entraban por la ventana.
- No es para tanto, además dormí durante el vuelo – respondió Hermione – ¿y qué has hecho durante todo este tiempo que estuve fuera? – continuó Hermione, tratando de cambiar el tema.
- Salí, fui a ver fútbol con Ron – comenzó Harry
-¿Ron? – Preguntó Hermione sorprendida.
- Es fanático, realmente fanático del Manchester United – continuó Harry – fui a casa de los Wesley y continué con mi rutina en esta casa.
- Al menos no pasaste tanto tiempo con ellos, a propósito de estar lejos, ¿ya compraste las cosas para el colegio? – preguntó Hermione
- No, cuando llegaste le iba a enviar una lechuza a Ron para que nos encontráramos en el callejón Diagon y compráramos los útiles juntos – respondió Harry
- Y me ibas a dejar por fuera ...– comentó Hermione con dejo de queja en su voz
- No pensaba que ibas a llegar tan pronto – respondió Harry mientras encendía la televisión y se ponía a ver vídeos musicales en MTV.
Hermione se sentó a su lado y ambos permanecieron en silencio durante largo rato. Harry notó que Hermione olía a sabor tropical, a viaje, a coco. Y se sintió realmente incómodo con ella a su lado, pero estaba extrañado porque tenía una rara sensación en su estómago, no era como la que sentía por Cho en los dos últimos años, era algo muy difícil de describir, igual trató de no prestarle mucha antención. Al cabo de un poco más de una hora de ver TV, Hermione se levantó de la silla donde había permanecido todo el tiempo.
- ¿Harry, podrías prestarme tu cama? – preguntó Hermione con un aire de cansancio en su rostro.
- ¿Mi cama? – respondió el chico
- Estoy demasiado cansada como para irme a mi casa en el auto – continuó Hermione – claro que si te molesta...
- No, como se te ocurre, claro que puedes dormir en mi cama, ¿por qué no me habías dicho antes? – dijo Harry.
- Pensé que era capaz de combatir el sueño – dijo mientras se acercaba a la cama y se acostaba en ella
Harry se acercó también a la cama y se recostó al lado de Hermione.
- Has sido una tonta, no has debido venir si estabas tan cansada – replicó Harry, pero Hermione no lo escuchó porque ya se había quedado dormida.
Harry no pudo evitar mirar de nuevo las piernas de su amiga. Eran delgadas y finamente delineadas, no tenía rastro alguno de moretones, celulitis o estrías, continúo subiendo la mirada y la poso en su cintura que era pequeña acompañada de un abdomen plano y probablemente atlético, continuo con su mirada la cual se detuvo en sus pechos... Harry se reprochó por mirar así a su amiga, su mejor amiga, como si fuera una de las mujeres de las revistas que había visto en compañía de Ron, pero no pudo evitarlo, no eran grandes pero estaban tan bien formados, redondos y bien puestos, Harry pudo admirarlos de esta forma porque el escote que la blusa de ella permitía ver prudentemente esos senos hermosos y puros, invitando a Harry a imaginar el resto de ellos. Alargó su brazo para posar su mano sobre las contorneadas piernas de su amiga.
"No deberías Harry, recuerda que es tu mejor amiga" – se dijo para sí mismo y alejó su mano inmediatamente de esas tentadoras piernas que invitaban al pecado. Se acostó al lado de su amiga y también se quedó dormido.
Cuando despertó, ya era tarde, miró el reloj que tenía en la mesa de noche el cual daba las 8:36 pm., a su lado permanecía dormida aún Hermione quien tenía uno de sus brazos sobre la cintura de él. Harry, la contempló por un rato, y luego retiró su brazo y lo puso delicadamente sobre la cama. Luego se levantó y salió para ir por un poco de comida. Al cabo de un rato volvió con un vaso lleno de gaseosa y un pedazo de torta, y se sentó en la pequeña sala del cuarto para comérselo. Una vez hubo terminado, tomó el teléfono y marcó al la casa de Hermione para decirle a sus padres que ella se encontraba con él y que estaba segura, pero no obtuvo respuesta del otro lado, intentó en otras tres oportunidades, y al ver que en ninguna de ellas le contestaban desistió. Afuera se encontraba lloviendo, lluvia de verano, así que se acercó a la ventana y la cerró, luego fue a su closet, sacó una manta para cubrir a Hermione quien estaba acurrucada como un bebé. En cuanto Harry puso la manta sobre su amiga, ésta se despertó sobresaltada, como si no recordaba donde se encontraba.
- Discúlpame, no era mi intención despertarte – dijo Harry mientras se sentaba al lado de su amiga.
- No Harry, no te preocupes, discúlpame tú a mi – replicó la chica aún somnolienta
- ¿Por qué? – Preguntó Harry
- Por haber invadido tu cama – dijo la joven - ¡Oh por Dios! Mira la hora que es, debo avisarle a mis padres que ya voy para allá
- Ya los he llamado y probablemente no se encuentran porque no me contestaron – dijo Harry
- Seguramente han ido donde mis abuelos, y apuesto lo que sea que no irán a dormir esta noche a la casa, siempre son así – dijo Hermione rascándose los ojos – entonces será mejor irme
- ¿No te da miedo quedarte sola? – preguntó Harry
- ¿Quieres acompañarme? – Respondió la chica
- No, no era eso lo que quería decir – dijo Harry apenado – sólo que...
- Tranquilo, sólo decía para molestarte – sonrío Hermione – pero no sería mala idea, en mi casa hay un cuarto de huéspedes y podrías dormir allí, y por ahí derecho me acompañas para que no esté sola
- Es una buena excusa para alejarme de los Dursley – respondió Harry
- Entonces, empaca tu pijama y ropa para mañana – dijo Hermione como si nada
- ¿Estás hablando en serio? – Preguntó Harry incrédulo
- ¿Tengo cara de estar contándote un chiste? – respondió la chica – pero si no me quieres acompañar te entenderé, igual, debes permanecer en esta casa para estar protegido. Son órdenes de Dumbledore – continuó la joven.
- No; te acompañaré – dijo mientras se dirigía al closet y sacaba de uno de los cajones de este ropa limpia y una pijama. Luego los metió en un morral y se dirigió de nuevo a la cama donde Hermione lo veía consternada – Vamos entonces
- ¿En serio quieres ir? – preguntó Hermione incrédula
- A que estamos jugando Hermione – dijo Harry un poco exasperado – me preguntas que si quieres acompañarme, yo me retracto, luego dices en tono irónico que sería mejor quedarme en esta maldita casa para estar protegido y cuando decido de verdad acompañarte me preguntas si en realidad quiero ir.
- No te pongas así Harry – dijo levantándose de la cama de su amigo – yo si quiero que me acompañes, vamos pues – tomó su mano y lo haló hacia el exterior de la habitación.
En el trayecto hacia la casa de Hermione, Harry no paró de pensar en el por qué del comportamiento de su amiga en los últimos días, estaba mucho más cercana a él, sentía que trataba de sacarlo de la rutina que lo invadía cada vez que pisaba la casa de los Dursley, pero también sentía que ella trataba de alejarlo de pensamientos tristes y melancólicos, evitaba que el pensara en su padrino, el los movimientos de Voldemort y la forma como lo había utilizado en el último año, en...
- ¿En que piensas Harry? – Preguntó la chica mientras cambiaba de emisora en el reproductor de su auto.
- ¿Qué? – Respondió Harry, saliendo de sus pensamientos
- Hombre, que en qué estabas pensando – dijo Hermione – andas todo distraído, o tal vez arrepentido de venir conmigo y que pueda hacerte algo.
- Por Dios, Hermione – Sonrió Harry. - Tú no eres capaz de hacerme nada
- ¿Estas seguro? – Le miró Hermione mientras esperaban a que el semáforo cambiara de luz – Yo puedo ser muy mala, más mala que...
No terminó la frase, porque sabía que iba a decir una burrada, el cambio de luz le dio la oportunidad de concentrarse de nuevo en conducir.
- Entonces es mejor que me devuelvas ahora mismo a la casa de mis tíos - continuó Harry picarescamente, como si Hermione no hubiera intentado decir algo para herirlo
- Sólo bromeaba, tú más que nadie sabes que no sería capaz de hacerle daño a nadie, a no ser que sea Draco Malfoy o alguien que trate de herir mis sentimientos, pero hasta el momento no eres ninguno de los dos – continuó la chica más tranquila – Bueno, hemos llegado. Esta es mi casa.
Una vez dentro de la casa Harry admiró su interior, no era tan grande como la de su Tía Petunia, pero ciertamente era mucho más acogedora, tenía dos pisos, y en el primero estaban la biblioteca, la sala, el comedor y la cocina.
- Ven, vamos para que te acomodes en tu cuarto – Lo interrumpió Hermione
Subieron y Hermione condujo a Harry hacia el cuarto donde el dormiría esa noche
- Este es, espero que te sientas cómodo aquí – le dijo su amiga mientras tomaba el morral de Harry y lo ponía sobre la cama. No era muy distinto a su cuarto en Privet Drive, tenía una gran ventana, una cama cómoda, una pequeña biblioteca con televisor y equipo de sonido... – Vamos a mi cuarto, te lo enseñaré – continuó la chica.
El cuarto de Hermione, era cálido y tierno, tenía una cama igual de grande a la de su primo Dudley, y encima de esta había peluches de un león, un oso panda, un osito cariñosito, y un conejo. Crookshanks estaba acostado en una pequeña canasta que Hermione había destinado como cama de su mascota. En el cuarto también había un tocador, un escritorio y una biblioteca muy parecida a la del cuarto de Harry en casa de sus familiares.
- Tengo hambre, ¿qué te parece si ordenamos pizza? – Dijo Hermione
- Buena idea, yo también me muero de hambre – respondió Harry
Fueron a la sala de la casa y Hermione empezó a buscar información sobre pizzerías, luego llamó a una y ordenó pizza mixta.
- Iré a cambiarme – Dijo Hermione, mientras se dirigía a las escaleras. Harry se quedó esperando en la sala a que llegara el domicilio con la pizza y al cabo de cinco minutos sonó el timbre – ¡Harry abre, debe ser de la pizzería! – gritó Hermione desde su cuarto – El chico abrió la puerta, recibió la pizza y pagó, luego fue al comedor donde había servido un poco de gaseosa. Hermione bajó en ese momento, tenía puesta un pantalón capri de cuadros de colores acompañado de una blusa sin mangas blanca, era su pijama, se había cogido el pelo en forma de cola lo cual la hacía ver muy sexy. Harry trató de apartar esos pensamientos que había tenido en la tarde de su mente.
- Recuérdalo, es tu mejor amiga...
- Siquiera ya trajeron la pizza – ella se acercó a Harry para sacar un pedazo de pizza de la caja.
La comida estuvo tranquila y en silencio, comentaron sobre la pizza pero el resto del tiempo permanecieron en silencio
- Bueno, es hora de ir a dormir, me siento muy cansado – dijo Harry mientras se levantaba de su silla
- Ya te puedes imaginar yo como me encuentro. No he descansado casi nada del viaje, sólo lo que pude dormir esta tarde en casa de tus tíos – dijo Hermione también levantándose de su silla – Tienes razón vamos a dormir ya… Primero debo llamar a mis padres – dijo devolviéndose hacia la sala y tomando el teléfono; marcó y esperó a que le contestaran – Hola abuelita, soy Hermione… discúlpame por no haber ido a visitarte… sí… trataré de ir la otra semana antes de irme para el colegio… sí, gracias… yo también te quiero abuela… Hola mamá, me imaginaba que estabas en casa de los abuelos… ¿hasta el sábado?… yo iré con Harry y Ron al callejón Diagon a comprar lo que necesitaremos para el nuevo curso… tú sabes que puedo cuidarme sola… mamá, Harry me está acompañando esta noche… claro que no pasará nada, es sólo mi amigo, él dormirá en el cuarto de huéspedes… no desconfíes, nos vemos entonces, saluda a papá de mi parte, te mando un beso… chao.
- ¿Están bravos contigo porque estoy aquí? – preguntó Harry
- No Harry, se asustaron, pero ellos confían en mí… y yo en ti… así, que no protestaron – dijo Hermione – además yo les he hablado mucho de ti, y creo que no desconfíen…
- Bueno, que pases buena noche, hasta mañana – se despidió Harry
- Hasta mañana – dijo Hermione, dirigiéndose a su cuarto – que tengas dulces sueños…
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Espero que les haya gustado este cuarto capítulo y espero pronto reviews.
Muchísimas gracias a PipuRadcliffe, Dama-blanca, pgranger y Eva White por sus reviews, no tienen ni idea todo lo que me alegra cada vez que recibo el review de algún lector.
Hasta la próxima. Hecate-san
