N/A: Hola nuevamente, aquí va el noveno capitulo de esta historia, espero que les agrade.


Aviso importante: Personajes y ambientes de Touhou Project NO ME PERTENECEN Y NO SOY DUEÑO DE ELLAS, le pertenecen a sus respectivos dueños. Cualquier otra referencia distinta de esta franquicia antes mencionada, pertenece a sus respectivos dueños. Este fanfiction está hecho para entretenerse.


Capitulo 9. Aprovechando la oportunidad (IN).

Flandre se encontraba en su cuarto de hospedaje de la mansión de Eientei, sentada en el piso y apoyando su cabeza en sus rodillas, con la idea de que ya no le gustaba la idea de seguir experimentando las drogas de Eirin, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la princesa de la mansión entro a la habitación.

-¿Qué ocurre niña? –pregunto Kaguya en señal de apoyo y con curiosidad.

-Eirin quiere que continúe con los experimentos, pero no tengo ganas de continuar –dijo con tristeza. -Desearía hacer cualquier cosa para no tener este trabajo tan aterrador, ya que no puedo renunciar por el contrato que hice con Eirin. –dijo con tono de suplicación.

-¿Cualquier cosa? –pregunto muy interesada la pelinegra.

-¿Tú lo puedes hacer? –pregunto Flandre ilusionada.

-Sí, pero para lograr eso necesito que me digas primero… ¿Cuál es tu mejor poder que posees? –pregunto Kaguya con amabilidad.

-Puedo explotar cualquier cosa. –respondió Flandre.

-Interesante. Creo que podemos sacar provecho de esto. –dijo con mucha confianza la pelinegra. -Escucha con atención, dentro del bosque de bambú, reside el ser más malvado que he conocido en toda mi existencia, ella es la encarnación de toda la maldad que existe en todo el planeta, un ser tan temible que es capaz dejar en ridículo y en vergüenza a los seres más poderosos como Eirin o Yukari. –dijo con tono dramático. –Si eres capaz de destruirlo con tus poderes de forma definitiva, yo personalmente te autorizo para que dejes de trabajar con Eirin. ¿Aceptas? –dijo extendiendo su mano.

-Acepto Kaguya. –dijo dándole la mano, aceptando su acuerdo. -¿Dónde la encuentro?

-Te diré exactamente su ubicación, escucha atentamente. –dijo Kaguya dándole toda la información a la rubia mientras ella ponía atención a sus palabras.


Mientras tanto, en el interior del Bosque Mágico.

-Por fin llegue a Eientei. –dijo nuevamente con orgullo la youkai de los bordes hasta que sintió algo en su espalda.

-Maldita sea Yukari… no me asustes de esa forma-ze. –exclamo Marisa muy sorprendida desde la puerta de su hogar y acompañada por Alice.

-Creo que me equivoque nuevamente. –comento muy lamentada la youkai, al ver que se encontraba de frente a la residencia de Marisa.

-Espero que no sea reiterativo tus visitas por estas zonas. –recalco Alice con tono serio a la youkai.

-Y ya que estas en este lugar, necesito conocer la ubicación de tu residencia Yukari. –dijo Marisa con total seguridad.

-¿Por qué? –pregunto Yukari sin entender.

-¿Cómo que porque? Desde hace bastante tiempo que andas apareciendo de la nada por las cercanías de mi hogar y el de Alice. –dijo con leve molestia. –Y ahora es mi turno de buscar donde está tu residencia, solo sé que debe estar en algún lugar de la Barrera Hakurei.

-Mis protocolos no permiten que cualquier ser visite mi residencia. –dijo Yukari de forma tajante a las dos rubias. –Ahora si me disculpas tengo otros asuntos que atender. –dijo abriendo un portal y desapareció en frente de las dos mujeres.

-Maldición… se escapó esa youkai. –exclamo Marisa con molestia.

-Tendrá que ser para otro momento Marisa, ahora entra a la casa, está haciendo mucho frio afuera. –dijo la titiritera ya resignada. –Este invierno va a ser muy frio.

-Bien. –dijo Marisa muy resignada y entrando a su hogar.


Luego de la información que la entrego la princesa de Eientei, Flandre se dirigió al Bosque de Bambú como se lo indico, no paso mucho tiempo hasta encontrar la posición exacta y llegara el aquel ser más terrible que describió Kaguya, pero para su sorpresa, solo encontró con alguien que amablemente la ayudo en el bosque hace tiempo.

-Ahh… eres tu Flandre… ¿Acaso te volviste a perder nuevamente? –pregunto Mokou con amabilidad.

-¿Tu eres el ser más malvado que existe en este lugar? –pregunto muy dudosa Flandre, que empezaba a dudar de hacer el trabajo de Kaguya.

-No entiendo tu pregunta. –dijo muy confundida.

-Debo eliminarte… si lo hago… ya no volveré a hacer estos experimentos en Eientei, es una orden que me dieron. –dijo muy nerviosa hacia la albina que trato de extender sus manos.

-¿Qué tratas de hacer?

-No puedo… no puedo…. no puedo… no quiero matar a nadie. –dijo la rubia llorando muy frustrada que quedo de rodillas sobre la tierra. –Como alguien de buena voluntad puede ser un ser tan malvado y además que yo no quiero explotar a los demás. –después sintió una mano en su hombro.

-¿Quién te ordeno a que me mataras? –pregunto con seriedad y mirando a Flandre a sus ojos.

-La princesa Kaguya. –respondió con tristeza.

-No puedo creerlo, esa basura de mujer esté utilizando tu buena voluntad para esto. Vámonos Flandre, tenemos un asunto serio que debemos arreglar. –dijo Mokou seriamente que agarro la muñeca de la rubia, y ambas volaron rápidamente hacia Eientei.


Mientras tanto en la habitación de Kaguya, la princesa se quedaba leyendo un manga tranquilamente.

-¿Me pregunto cuanto se demorará en salir una nueva temporada de Ranma ½ ? -pensó la pelinegra hasta fue interrumpida al escuchar esa voz ya conocida.

-¡KAGUYA! –grito con enojo hacia la pelinegra, que luego de atravesar la puerta deslizante la golpeo directamente en la cara con su mano dejándola tirada en el piso. -No puedo creer que todavía siguas mandando emisarios para que me asesinen, y acabes mandando a esta niña a acabar conmigo. –dijo totalmente molesta la albina y acompañada por la rubia.

-Bueno no cumpliste tu parte del trabajo Flandre, por lo tanto, no puedo ayudarte en tu problema. Una lástima. –dijo Kaguya muy lamentada a la rubia mientras se limpiaba su sangre del labio y se ponía de pie.

-Pero eres una estúpida, si le pediste este favor, Flandre nunca de los nunca lo cumplirá, soy inmortal. Y como puedes inventar una clase de historia de que soy la encarnación del mal. ¿Acaso no tienes mucha imaginación? –dijo Mokou demasiado indignada.

-Bueno estúpida, es lo que se me ocurrió de momento. –dijo quejándose la pelinegra. -Mejor me hubiera inventado una historia de que tú eres la responsable de la creación de todos los animes basura que están rondando por todo el Japón moderno, de esos que preferirían que nunca los hubieras conocido en primer lugar. Eso suena mucho más realista y creíble.

-¿No sé de qué diablos estás hablando? –pregunto muy confundida la albina.

-Son la nueva moda del mundo exterior. Modernízate Mokou, ya no estamos en los años del Japón Feudal, pero seguramente eres tan aburrida que parece que prefieres quedarte en el pasado. –dijo con tono incitador.

-Estoy harto de tus denigraciones Kaguya, por lo que voy a enfrentarme contigo nuevamente. –dijo Mokou rudamente a la pelinegra.

-No tengo interés en este momento. –dijo desinteresada por lo que siguió leyendo su manga, pero lamentablemente Mokou agarro el objeto y lo incinero enfrente de ella. –Bien Mokou… te voy a sacar la (sonido en idioma lunar) para que continúes sufriendo en cuerpo y alma. –dijo Kaguya muy seriamente a su rival.

-Vamos.

-¿Por qué hay un silencio en tu frase? –pregunto Flandre con muchas dudas.

Rápidamente Flandre observo como Mokou y Kaguya salieron volando de la habitación, y se fueron a enfrentar a muerte en las afueras de Eientei.

-No usan danmaku en sus batallas. –pensó la rubia muy impresionada.

-Aquí te encontrabas. –dijo la farmacéutica con buen humor en la puerta de la habitación.

-¿Es normal esto? –pregunto muy confundida Flandre a Eirin que entraba a la habitación de la princesa de la mansión.

-Es la rutina diaria, no hay nada que se pueda hacer. –dijo Eirin con leve desilusión. –¿Ya terminaste tu descanso? –ordeno la farmacéutica, provocando que la rubia se quedaba nuevamente triste en su interior.

-Debo pensarlo mejor. –respondió.


En ese momento, Flandre regreso a su cuarto de hospedaje, se sentó en el piso y apoyando su cabeza en sus rodillas, continuando con su dilema, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando apareció alguien que ya conocía.

-¿Flandre? ¿Qué haces trabajando en este lugar? Además, que nunca te he visto tan triste desde el momento en que pensabas que yo no era importante para ti. –pregunto Yukari impresionada y totalmente vestida para la ocasión de invierno en los pasillos de Eientei.

-¿Yukari? –preguntó con mejor ánimo al ver nuevamente a la youkai de la fronteras que se levantó del suelo y fue a abrazarla. -¿No se supone que estas hibernando? –pregunto muy confundida por la presencia de la youkai, pero en su interior ya no se sentía muy deprimida.

-Se supone, pero lamentablemente tuve una pesadilla horrible, una visión del futuro de que un balón de futbol va a perjudicar a Gensokyo en Abril de 2012, ahh… por cierto… esto es culpa de tu hermana… manipulo el destino inconscientemente, por lo que ella debe asumir su responsabilidad. Con esa pesadilla, vine discretamente a buscar unos medicamentos para consolidad el sueño, pero en este estado cuesta llegar al lugar indicado. –respondió Yukari levemente cansada.

-Suena idéntico a una pesadilla que tuve anteriormente. –comento.

-¿Y porque estas acá?

-Quise probar suerte si puedo ganarme la confianza de la farmacéutica de este lugar… pero su trabajo es muy difícil. –dijo Flandre deprimida. –Y la verdad quiero renunciar… pero no puedo hacerlo por el contrato que firme con Eirin.

-Una lástima, pero es tu responsabilidad por hacer contratos con autoridades máximas de Gensokyo. –regaño la adulta a la joven.

-¿Cómo tú? –dijo Flandre de forma sarcástica.

-Exacto. –dijo afirmativamente. -Ahora, agarra tus cosas y vámonos de este lugar… no tienes nada que hacer en este lugar. –dijo la youkai agarrando de la muñeca de la joven rubia, y ambas rubias caminaron por la salida principal de la mansión, pero Yukari no se esperó que al llegar a la puerta principal de la salida de Eientei, chocara de frente con la máxima autoridad de la mansión. -¿Eh?

-No puedo creerlo… si es Yukari Yakumo en persona, ¿Qué haces rondando por los territorios de Eientei? –pregunto Eirin con mucha seriedad a la rubia de cabello largo.

-Eirin Yagokoro, solamente quiero las medicinas para controlar mi sueño para que pueda hibernar tranquilamente. –dijo la youkai con total sinceridad.

-Si deseas mis medicinas… puedes comprarlas, pero no debes aparecer de la nada en Eientei, no podemos permitir que quieras husmear libremente para llevarte gratis mis medicamentos. –dijo Eirin manteniendo su compostura.

-Eirin… sabes que yo no haría eso. –respondió con naturalidad sin convencer a la farmacéutica. -¿Quién crees que soy? ¿Marisa Kirisame?

-Y no puedes manipular los bordes de tu propia salud. –sugirió Flandre.

-No, hay algunas cosas específicas que no puedo solucionarles con manipular los bordes. –dijo Yukari muy cansada y con ganas de bostezar.

-Admito que eres muy poderosa Yukari, pero creo que también eres muy vaga para algunas cosas. –susurro Flandre para sí misma.

-En cuanto a ti… ¿Quieres renunciar a tu trabajo? –pregunto Eirin a la rubia de cabello corto, además de llamar la atención de Yukari.

-¿Es por la conversación que tuve con Yukari? –pregunto con tristeza.

-Sí, y el hecho que te veo muy deprimida en tu habitación después de hacer la última prueba con las Píldoras del Sueño Mariposa. –dijo Eirin con honestidad.

-La verdad quiero renunciar… no puedo soportar ese último experimento, me sentía que estaba viviendo una realidad sin los seres que más me importan en este momento, compartir con onee-sama y las demás para entrenar me divertía mucho, o cuando trabaje para Yuyuko también fue divertido a pesar que es duro trabajar con ella o cuando entrenaba con Yukari, pero no me siento mentalmente preparada para hacer los experimentos de las píldoras. Lo lamento mucho. –dijo disculpándose.

-Oh… Flandre, entiendo que te agrado trabajar para Yuyuko en otoño, pero esto es muy diferente, las píldoras de Eirin son bastantes complejas, ni yo puedo entender cómo funciona los conceptos físicos y matemáticos de la medicina lunar. –dijo Yukari en señal de apoyo, aunque ella sabe cómo acceder al mundo de los sueños, no sabe en específico como Eirin puede lograrlo con las píldoras. –Pero en mi opinión personal, con respecto a las Píldoras del Sueño Mariposa, lo peor que puedes hacer es aferrarte a esas fantasías que lo único que hacen es eludida la realidad, por supuesto, cada una de nosotras tiene el derecho de experimentar fantasías que queramos como en nuestra mente, pero no hay que olvidar que estamos atadas a esta realidad.

-Si quieres renunciar, deberás hacer el siguiente papeleo para dejar constancia de tu renuncia. Después de todo solo eres una niña en un mundo de adultos en Gensokyo. –dijo Eirin de buena voluntad, pero cuando ella iba a buscar los papeles, las tres mujeres escucharon una voz preocupada que provenía de afuera de Eientei.

-¡Maestra tenemos un gran problema!

En ese momento Flandre, Yukari y Eirin, salieron de la mansión, y todas vieron como llego una carreta tiradas con dos bueyes, donde Reisen y Tewi se bajaron de la carreta y se dirigieron hacia la dueña de la mansión.

-¡Maestra tenemos un gran problema! –exclamo nuevamente Reisen muy preocupada.

-¿Qué ocurre? –dijo Eirin firmemente a sus conejas.

-El gran nevazón está provocando que los caminos principales para llegar a la Aldea Humana estén bloqueados, por lo que no podemos realizar los suministros diarios para los habitantes de la aldea. –explico Reisen.

-Ni la buena suerte nos puede ayudar esta vez. –acoto Tewi también preocupada.

-¿Esto no es obra tuya o de tu amiga fantasmal, Yukari? –pregunto Eirin con seriedad a la youkai de los bordes.

-No… yo no hago planes en invierno, y Yuyuko ya no tiene intención de reflorecer el árbol de cerezos del Hakugyokurou como lo hizo en 2004. –respondió la rubia con calma.

-¿Y tampoco es obra de tu hermana, ya que ella puede manipular el destino? –pregunto Eirin con seriedad a la vampiro de alas de Navidad.

-No… el poder de onee-sama no es muy efectivo que digamos. Lo manipula de forma inconsciente y sus consecuencias se demoran mucho tiempo. Como el balón de futbol que llegara en Gensokyo en 7 años más. –respondió Flandre con sinceridad. -¿Por qué siento que alguien me llamo vampiro de alas de Navidad? –pensó.

-Si este incidente no es producto de Yuyuko o Remilia. Debemos asumir que este invierno va a ser muy severo. –dijo Eirin levemente lamentada.

-Eso es culpa principalmente del ángulo inclinado del eje de rotación de la Tierra, pero para este problema específico tengo a alguien que es capaz de ayudarles. –dijo Yukari llamando la atención de todas las presentes, apuntando a Flandre en señal de apoyo. –Flandre, es tu oportunidad.

-¿Mi oportunidad? –pregunto dudosamente.

-Sí, tienes que aprovechar las oportunidades que se presentan. Quieres ser relevante en Gensokyo y ganarte la confianza de los habitantes de Eientei, ayudarles a resolver este problema. –dijo la youkai con buena voluntad.

-Yukari tiene razón, si ayudo a Eirin a resolver este problema, tal vez ya no tenga que continuar haciendo esos experimentos tan terribles. Creo que está decidido. –pensó su situación actual.

-Está bien… yo me encargare de ayudarlas en este problema. –dijo Flandre con buen ánimo, pensando que podría ayudarlas en ese problema que continuar con los experimentos de Eirin.

-Tengo entendido que puedes destruir cualquier cosa. Podríamos intentar destruir toda la nieve que está bloqueando el camino. –sugirió Reisen, dando su primera idea para solucionar ese problema.

-Muy bien, les dejo la tarea a ustedes tres para solucionar este problema, mientras me encargare de buscar los medicamentos para Yukari. –ordeno Eirin a las conejas y a la rubia.

-No traje dinero. –interrumpió la youkai.

-Y luego dices que yo no confió que rondes Eieintei. –dijo estrictamente la farmacéutica a Yukari.

-No te preocupes Eirin, te lo pagare después que termine mi siesta. –dijo de buena voluntad.

-No mientas Yukari, no esperare que pagues los medicamentos en primavera. –exclamo estrictamente la mujer de cabello plateado.

-Yo le pago los medicamentos. –dijo Flandre entregando algunos billetes y dejándolos en el mostrador.

-Al menos no son los billetes falsos, esos que tenían la cara de la dueña de la mansión. –comento Eirin observando bien que los billetes sean auténticos.

-Creo que Reimu abandono esos billetes cerca de la Aldea Humana en los meses de Agosto de este año, y han estado circulando por todo Gensokyo desde ese momento. –acoto Reisen también verificando los billetes.

-Creo que Remilia está aprendiendo mis trucos del arte de las estafas. –comento Tewi.

–Son auténticos. Acepto tu pago, buscare los medicamentos. –dijo Eirin amablemente a la rubia de cabello corto.

-Esa es mi aprendiz. –dijo Yukari con buen humor y mostrándole su pulgar en señal de aprobación, provocando que Flandre se encontrara contenta en su interior, por el hecho de ser importante para ella.


En un tiempo después, Flandre, Reisen y Tewi rondaron por el bosque de bambú en la carreta principal hasta llegar al camino bloqueado de nieve que explico la coneja de la Luna con anterioridad.

-Este es el camino principal, existe una única ruta segura que conecta Eientei con la Aldea Humana, cada camino diferente provocaría que continuaras atrapada en el bosque de bambú. –explico Reisen a la rubia. - ¿Estas preparada para esto?

-Si. Yo me encargare de destruir la nieve. –dijo Flandre con mucha confianza.

-Que la suerte te ayude. –dijo Tewi en señal de apoyo.

La rubia se bajó de la carreta hasta estar de frente con toda la nieve con sus manos, las empuño, y exploto parte de la nieve que bloqueaba el camino, pero lamentablemente la explosión provoco que grandes cantidades de nieve cayeran sobre ella.

-¿Sirvió… de algo? –pregunto despacio Flandre, tratando de salir de la nieve que cayó sobre ella.

-Se desbloqueó parte del camino, pero veo que es muy densa la nieve en el fondo. –dijo Reisen mientras sacaba una calculadora hexadecimal de su bléiser. -Según los cálculos matemáticos… te vas a demorar una eternidad para destruir toda la nieve que está bloqueada en el camino a ese ritmo.

-Y si tengo a la coneja de orejas esponjosas a mi lado. –dijo la rubia apuntando a Tewi.

-En el caso más favorable… sigue siendo una eternidad. –exclamo la coneja de la Luna.

-¿Estas segura que no estas exagerando en tus cálculos? –pregunto no muy convencida. –Si no puedo explotarlas… puedo derretirlas con el Laevateinn.

-¿El qué? –pregunto Tewi.

Flandre de su bolso, sacó su arma personal y ella disparo su arma emitiendo una gran luz brillante en dirección hacia la nieve del camino, derritiendo una parte de la nieve antes que el arma dejara de emitir luz.

-Ayuda mucho, pero no es suficiente derretir toda la nieve a tiempo en un mismo día, necesitamos otro plan de contingencia. –dijo Reisen con preocupación.

-¿No es suficiente? –pregunto Flandre con tristeza.


Nuevamente, Flandre y las dos conejas de Eientei regresaron a la mansión, donde en la oficina principal se encontraban Yukari y Eirin, y las tres mujeres le explicaron la situación actual.

-Admito la buena voluntad que quieras ayudarnos, pero, aunque sea una buena idea para esta ocasión no es suficiente para solucionar este problema a tiempo. –explico Eirin. –Como medida preventiva sería mejor tener algún portal que conectara directamente Eientei con la Aldea Humana por lo que dure la temporada de invierno.

-Yo hiberno en invierno, además que yo no trabajo para los habitantes de Eientei. –dijo Yukari de forma tajante ya con los medicamentos en mano. –No cuenten conmigo.

-Honestamente, tampoco estabas considerada para esta situación. –dijo Eirin con total sinceridad hacia la youkai.

-Necesitamos algún evento extraordinario para cambiar este destino. –dijo Reisen con tristeza y preocupación.

-¿Alguien dijo destino? –pregunto Remilia muy confundida con esa frase en la puerta de la oficina,

-¡Onee-sama! ¿Cómo llegaste aquí? –preguntó Flandre muy confundida, al igual que el resto de los habitantes principales de Eientei de como llego su hermana mayor a la mansión de la eternidad.

-Como te demorabas mucho en llegar a la mansión, quise verificar en que estabas en este momento, usé tu maleta del sótano y me trajo directamente a una habitación de Eientei. –respondió la peliceleste.

Las seis mujeres se dirigieron al cuarto de hospedaje de Flandre, donde Remilia le indico que llego a Eientei a través de la maleta de su hermana.

-¿Esta maleta? –pregunto Eirin al agarrar el objeto que se encontraba en la habitación, mientras investigaba como funciona ese objeto.

-Es un regalo de Yukari, puedo volver a mi habitación cuando yo quiera, es como si tuviera mi propio portal de los bordes. Originalmente me iba a ir con mis cosas personales, pero ocurrió lo de la nieve en el bosque de bambú y no las pude recoger en ese momento para devolverme al sótano. –explico Flandre a la mujer de cabello plateado.

-Es un regalo que le hice para que pueda viajar donde ella quiera. –acoto Yukari.

-Entonces si eres una espía. –reclamo Reisen a la rubia.

-Pero es difícil llegar a este lugar sola. –dijo Flandre defendiéndose. -¿Por qué espía? Yo solo quiero conocer Gensokyo a cambio de trabajar para Eientei.

-Espera… ¿Te expulsaron de tu trabajo? –pregunto Remilia muy confundida.

-Renuncie onee-sama. –dijo Flandre con mucha tristeza.

-Técnicamente no has renunciado, y lamento interrumpir su conversación de hermanas, pero se me ocurre una idea para resolver este problema, si te enviamos a la Aldea Humana bajo la supervisión de Keine, podemos hacer una conexión directa entre Eientei y la Aldea Humana. –dijo Eirin muy convencida de que esa idea pueda funcionar.

-Es cierto. Si yo me quedo en la Aldea Humana, puedo ser de intermediario entre la aldea y la mansión. –dijo Flandre con mejor ánimo.

-Si se va a realizar esta idea. Sera mejor ir a tu habitación y después enviarte personalmente a la Aldea Humana antes que vaya a hibernar a mi hogar. –acoto Yukari

-¿Vas a enviar a mi hermana a hacer este trabajo? –pregunto Remilia no muy convencida de esa idea a Yukari y Eirin.

-Si lo voy hacer. –dijo la rubia con mucha seguridad.

-¿De verdad vas a hacer eso Flandre? –dijo todavía no muy convencida.

-Si onee-sama, si hago esto, no creo que vuelva al sótano en mucho tiempo. Si llevo esta maleta a la Aldea Humana, puedo ayudarles a los habitantes de Eientei con sus suministros, es lo menos que puedo hacer para ayudarlos en este problema. –dijo todavía manteniendo la idea principal de no hacer los experimentos de Eirin.

-Lo entiendo Flandre, veo que si estas consciente de querer ayudar. –dijo Remilia orgullosa de su hermana. -¿Entonces qué hacemos ahora?

-Realizar este plan. Undogein, Inaba, las dejo al mando de Eientei, debo ir con ellas para llegar a la Aldea Humana, Keine tiene que estar al tanto de la situación. –ordeno Eirin a sus conejas.

-Como ordene maestra. –respondió Reisen.


En ese instante Yukari, Eirin y las hermanas Scarlet entraron al portal de la maleta, permitiendo que las cuatro llegaran rápidamente al sótano de la Mansión Scarlet.

-Interesante… tu habitación es tan grande como un laboratorio de fabricación de productos medicinales. –comento la mujer de cabello plateado bastante impresionada. –Es muy amplio, al igual que en la conciencia de Flandre.

-Es parte de la ampliación interior de la mansión para que el espacio interior sea más grande que en el exterior. –comento Sakuya, que entro al sótano de la mansión. –Si es Eirin Yagokoro, bienvenida al sótano de la mansión, y veo que está acompañada por la ojou-sama, inmouto-sama y Yukari Yakumo.

-Venimos de paso Sakuya. Estamos en un plan para ayudar a la Aldea Humana. –explico Eirin a la sirvienta de la mansión.

-Sakuya, onee-sama, necesito su ayuda para empacar lo que necesito para que pueda hospedarme en la aldea y con eso pueda funcionar este plan. –dijo Flandre a las dos mujeres de su clan.

En un breve tiempo, Remilia y Sakuya ayudaron a Flandre a empacar todo lo necesario en su bolso antes de partir definitivamente del sótano, y una vez que ya estaba todo listo, se encontraban listas para la despedida oficial.

-Estamos listas para partir. –dijo Flandre de buen humor frente a las dos mujeres adultas, que las esperaban con paciencia.

-Te prometo que todas de la mansión te vamos a visitare en la Aldea Humana. –dijo Remilia con buenas intenciones. –Suerte en tu trabajo.

-Y cuando regrese de mi hibernación, nosotras dos vamos a conversar de tu manipulación inconsciente del destino que nos involucraste a mí, a tu propia hermana y a Gensokyo. –dijo Yukari con seriedad a la dueña de la mansión.

-Pero Yukari… sabes que no puedo controlar mi poder. Aun así… es tu karma por lo del muro de la mansión. –dijo Remilia también con seriedad a la youkai.

-Dejemos las peleas para otro momento. Es hora solucionar este problema. –dijo Eirin con mucha seguridad.

-Estoy lista. Llevamos a la Aldea Humana Yukari. –dijo Flandre ordenando a la youkai de los bordes.

-Vámonos. –dijo la youkai de los bordes con total confianza, y todas entraron al portal y abandonaron el sótano de la mansión.

-¿Ojou-sama? ¿Dónde está? –pregunto Sakuya muy preocupada al notar que ya no se encontraba la dueña de la mansión.


Durante el viaje por los portales de la youkai de los bordes, todas salieron del portal de salida, aterrizando en algún lugar de Gensokyo.

-¿Esta es la Aldea Humana? –pregunto Flandre.

-No… estamos en el pueblo abandonado de Mayohiga. –respondió Eirin con seguridad.

-Lo lamento Flandre… en este estado no puedo concentrarme bien. –dijo Yukari dando su disculpa con cansancio.

-Y se nota Yukari, no puedo creer que seas tan irresponsable en llevarme contigo en este lugar. –dijo Remilia molesta y quejándose con la youkai al saber que inconscientemente con su portal la termino arrastrando junto con todo el grupo.

-Onee-sama. ¿No me digas que nos quieres acompañar en nuestro viaje? –pregunto Flandre muy contenta al ver a su hermana.

-¿Tengo opción? –dijo rendida la pelicesleste. –Aun así… mejor te acompaño para que todo salga bien en tu viaje.

-Gracias por tu apoyo. ¡Hay que intentarlo nuevamente! –dijo Flandre con buen ánimo.

-Esta vez Yukari… trata de llegar a la aldea. –exclamo Eirin y después de eso la youkai abrió otro portal y todas ingresaron nuevamente.


Durante el viaje por los portales de la youkai de los bordes, todas salieron del portal de salida, aterrizando en otro lugar de Gensokyo.

-¿Esta es la Aldea Humana? –pregunto Flandre.

-Bienvenida al Hakugyokurou, Oh… Flandre, ¿Qué haces de noche en este lugar? No me digas que quieres trabajos nocturnos, junto con tu hermana. Yukari, ¿Por qué todavía no estas hibernando? –dijo Yuyuko desde la entrada del templo fantasmal acompañada por Youmu.

-¿Y porque Eirin Yagokoro las están acompañando? –pregunto Youmu con muchas dudas por la presencia de la mujer adulta.

-Nada de eso Yuyuko. Yo vengo para ayudar a la farmacéutica a resolver este problema. –respondió Flandre.

-Todavía no tomo los medicamentos, y necesito terminar este trabajo para que pueda hibernar como corresponde. –respondió Yukari a su amiga.

-Y por su problema, me involucro en su viaje. –dijo Remilia con mal humor y de brazos cruzados.

-Nosotras tres vamos a la Aldea Humana a entregar estos medicamentos durante la temporada de invierno, la nieve está cubriendo los caminos principales que conecta Eientei con la Aldea Humana. –respondió Eirin a la princesa fantasmal.

-Bien… entonces es solo un viaje hacia la Aldea Humana. –dijo la jardinera. -¿Espera… hay mucha nieve en Gensokyo?

-Entonces es eso. Yo creí que querían hacer experimentos con el gran árbol de cerezos del templo, algo como usar tus medicinas para resucitar al poeta que está enterrado en el árbol. –dijo Yuyuko más calmada al saber que solo están recorriendo Gensokyo de forma pacífica.

-Yuyuko… yo no me dedico a hacer experimentos con seres que contienen cloroplastos en su interior. –dijo Eirin de forma tajante.

-Oh… Yuyuko, no seas tan ingenua, Eirin no está malvada como para querer desaparecer tu alma. –dijo Yukari con total sinceridad, sabiendo de antemano que el cuerpo de su amiga esta también enterrado en el árbol de cerezos.

-¿Por qué? –pregunto sin entender la pelirosada.

-¡Hay que intentarlo nuevamente! –interrumpió Flandre, y después de eso la youkai abrió otro portal e ingresaron nuevamente, abandonando los territorio del Hakugyokurou.

-Ehh… ¿Yuyuko-sama? –pregunto Youmu muy preocupada al notar que ya no se encontraba la princesa fantasmal.


Nuevamente, en algún lugar de Gensokyo.

-¿Esta es la Aldea Humana? –pregunto Flandre.

-Creo que regresamos a algún lugar del Bosque de Bambú. –explico Eirin al ver que todas se encontraban en los territorios del bosque de bambú.

-Y por el Dios Hakurei, deja de estar involucrando a más habitantes en este viaje, Yukari. –reclamo Remilia al ver que en el grupo se encontraba Yuyuko con ella.

-No te preocupes por eso Remilia. Si Yukari quiere que participe en este viaje, lo acepto cordialmente. –dijo Yuyuko de buen humor.

-No creo que lo haya hecho con esa intención. –explico Eirin a la princesa fantasmal.

-Me cuesta concentrarme en estos momentos. –dijo Yukari aun con cansancio.

-Espero que no vayas a involucrar a más habitantes. –advirtió Remilia con seriedad a la youkai.

-¿Qué es eso que se ve en el cielo? –pregunto Flandre al ver que había algo que se dirigía hacia todo el grupo rápidamente.

-¡Vuelve aquí desgraciada! –grito Mokou enojada persiguiendo por los aires a Kaguya.

-¡Atrápame si puedes! –grito Kaguya a su rival.

-Olvida lo que dije. –dijo Remilia con tono de frustración.

Justo cuando Yukari abrió otro portal, Kaguya se detuvo rápidamente frente al grupo, pero lamentablemente Mokou choco con ella por la espalda de la pelinegra, provocando que el grupo de siete mujeres entraran por el portal, abandonando el Bosque de Bambú.

-¿No me digan que estuvieron peleando entre ustedes en todo ese tiempo? –pregunto Flandre a las dos inmortales que les acompañaban en el viaje a través de los portales de Yukari.

-Si… estuvimos peleando a muerte en todo este tiempo. –respondió Mokou a las demás. –No puedo permitir que envíen emisarios a asesinarme.

-Ella se ofreció voluntariamente a cambio de dejar de trabajar en Eientei y también es por quemar uno de mis mangas. Y exactamente. ¿Y qué están haciendo en este lugar? ¿Y porque está contigo Yukari, Yuyuko, Flandre y Remilia? –pregunto Kaguya a su amiga.

-Necesitamos entregar todos estos medicamentos a la Aldea Humana, los caminos del Bosque de Bambú se encuentran bloqueados por la gran cantidad de nieve por este invierno, por lo que necesitamos la ayuda de Flandre y Yukari para solucionar este problema. –explico Eirin a las dos mujeres.

-Yo estoy tratando de localizar la Aldea Humana en este estado. –respondió Yukari.

-¿Gran cantidad de nieve en el bosque? –dijeron Mokou y Kaguya muy confundidas.

-¿Recién se dan cuenta? –pregunto indignada la farmacéutica.

-Me imagino que nos van a arrastrar en este viaje. –preguntaron las dos mujeres en simultaneo.

-Bienvenido al club. –comentaron Remilia y Yuyuko.


N/A: Antes de terminar este arco, el próximo capitulo lo dejare como un capitulo especial. Si hay algún error en ortografía y/o en gramática, espero corregirlo prontamente. Comentarios, opiniones y sugerencias constructivas son bienvenidos y me ayudarían a hacer un mejor trabajo en el futuro. Nos vemos.