Disclaimer: Harry Potter y sus personajes son propiedad de J. K. Rowling. Esta historia está escrita sin ánimo de lucro.
A REFUGIO EN LA OSCURIDAD
Capítulo 3
.-¿Cómo está Harry, Albus? –preguntó Molly Weasley en cuanto voy que Dumbledore entraba en la cocina de Grimmauld Place.
.-Estamos en problemas –le respondió Lupin entrando detrás del director.
.-¿Qué ocurre?
.-Será mejor que reunamos a la Orden.
Molly salió corriendo al salón a llamar vía Flu a los integrantes de la Orden que no se encontraban en ese momento en la casa. Media hora después, todos los miembros estaban sentados en la mesa de la cocina esperando que la reunión comenzara.
.-Albus¿qué ocurre con Potter? –preguntó uno de los aurores cortando el silencio en el que se habían sumido todos.
.-Desde ahora los guardias serán en parejas y estaréis situados lo más cerca posible de las puertas de la casa de los Dursley. Cualquier movimiento dentro de la casa debe ser notificado. Y sobretodo, no dejéis que Potter salga de la casa sólo, pegaos a sus talones en cuanto pise el suelo de la calle.
La voz de Dumbledore había sonado directa e imperativa. Todos se miraron entre sí preocupados.
.-Albus¿por qué eso?
.-Lo que pasa es que Albus está resentido –dijo Lupin sin dejar de mirar la mesa donde había posado la mirada minutos antes-. Y si quieres que sea sincero, Albus, creo que el chico tiene algo de razón.
.-¿Te creíste lo que dijo?
.-Debes aceptar que tenía buenos argumentos.
.-¿Nos vais a explicar qué ha pasado?
.-No fuimos a visitar a Harry en un buen día –dijo Lupin simplemente.
.-Más bien dirás que no le gustó demasiado nuestra visita. Menudo genio que puede llegar a tener Potter cuando quiere –comentó Moody.
.-Dejaos de evasivas y de haceros los interesantes y contestad –exclamó Tonks impaciente.
.-Harry abandona sus estudios en Hogwarts –contestó Dumbledore-. Y creo que, con ello, también la guerra.
La cocina se sumió en un silencio demasiado tenso. Los Weasley miraban a los tres magos incrédulos.
.-¡Qué¡Potter no nos puede abandonar! –exclamó Kingsley-. ¡Sin él perderemos la guerra! No podemos dejar que nos abandone.
Lupin se levantó de pronto de la silla con las manos cerradas en puños. Frunció el ceño y se mordió el labio inferior intentando tranquilizarse. Todas las personas de la sala le miraban con curiosidad. Respiró profundamente antes de hablar.
.-Dejad de tratar a Harry como a un objeto –masculló el hombre-lobo sin mirar a nadie en especial-. Por eso mismo nos ha abandonado. Nunca debimos tratarlo como a un niño pequeño y a la vez como a un arma, eso ha sido lo que le ha llevado a abandonarnos. Y si queréis que os sea sincero, no me sorprende del todo.
.-Remus, tú podrás convencerle de que siga con sus estudios –le dijo Dumbledore.
.-¿Es que no lo entiende, Albus? Él no quiere seguir. Y ya es lo bastante mayorcito como para saber lo que hace.
.-Pero sin él perderemos la guerra, Remus. Nos matarán a todos. Él es el único que podrá vencer al Señor Tenebroso.
.-¿Os dais cuenta de lo que estáis haciendo? Estáis utilizando a un chico de dieciséis años para salvaros la vida. ¿Cómo es sentiríais vosotros en su lugar¿Y más si os lo habían ocultado hasta ahora? Harry es una persona que tiene sentimientos. Y ahora está sufriendo y encima siente que todos le han traicionado. No está en su mejor momento y ya está lo suficientemente enfadado con todos nosotros para encima obligarle ir a un sitio al que no quiere ir.
.-¿Entonces qué quieres que hagamos; que le dejemos libre, que vaya y haga lo que le dé la gana? No podemos hacer eso. Debe recibir una educación mágica básica. No puede abandonar así porque sí la magia.
.-Falta mucho aún hasta que empiece el nuevo curso. Ya veremos lo que hacemos. Pero lo que no hay que hacer ahora es atosigarlo ni tampoco presionarle.
.-Vale, estoy de acuerdo contigo, Remus. Pero hay que mantenerlo vigilado para que no haga ninguna locura –Dumbledore miró a su alrededor unos segundos y volvió a Lupin-. Que Nymphadora y tú empiecen con el primer turno ahora. Informadme de cualquier cosa que ocurra, lechuzas que reciba, horas que está fuera de casa, a dónde va y, sobretodo, cómo lo tratan sus tíos. Sabía que le trataban mal, pero no que llegaran hasta esos limites.
Lupin le hizo una señal con la cabeza a Tonks y los dos se desaparecieron al mismo tiempo apareciendo en un callejón oscuro, cercano a la calle Magnolia. Con paso silencioso y sin hablar, se acercaron al número 4 de Privet Drive y se ocultaron en las sombras de la casa de enfrente. Se quedaron quietos y silenciosos, observando con atención la casa, en la cual había mucha más actividad y ruidos de lo normal. De repente, la puerta de la casa se abrió y los dos aurores pudieron observar al tío Vernon que salía de su casa hecho una fiera, con la vena de la frente palpitando y el rostro de un rojo amoratado. El hombre miró a ambos lados de la calle y se decidió a ir hacia la derecha a buscar a su sobrino. Petunia apareció en el umbral de la puerta observando a su marido con una mano tapándose la boca con gesto preocupado. Lupin y Tonks se miraron entre sí y, con un asentimiento de cabeza, hicieron un hechizo rastreador sobre un papel que portaba el licántropo. Tres puntos aparecieron en el mapa, dos juntos donde ponían los nombres de Remus Lupin y Nymphadora Tonks y otro más apartado con el de Harry Potter. En silencio se acercaron a donde, supuestamente, estaba Harry. En el mapa que tenía Lupin en las manos situaba el punto donde había unos grandes setos. Lupin y Tonks, extrañados, miraron en los arbustos y se sorprendieron desagradablemente del estado en el que encontraron al famoso chico, tirado en el suelo y apoyado en el follaje de la planta inconsciente y sangrando profusamente por la herida de la cabeza.
"Habrá condiciones…"
"Te escucho."
"No utilizarás Legeremancia conmigo, nada de irrumpir la intimidad de mis pensamientos ni recuerdos."
"Eso es muy difícil, Harry, soy un ser muy curioso y tienes una mente demasiado interesante, pero estoy dispuesto a no inmiscuirme."
"Mis pertenencias no se tocan por nadie; ni por ti ni por esos sirvientes estúpidos que tienes."
"Por eso tranquilo, mi joven Potter, mis mortífagos no sabrán quien eres, pero de eso hablaremos luego."
"Mis amigos y mis familiares estarán a salvo. Ni tú ni nadie mandado directa o indirectamente por ti les hará daño."
"¿Tampoco a tus familiares¿Con la paliza que te ha dado ese muggle y encima le defiendes?"
"De ellos me encargaré yo más adelante."
"¿Alguna cosa más?"
"No se me ocultará nada importante, como sucesos o planes. Estaré enterado de todo lo que ocurra en el mundo mágico."
"Bueno, de eso hablaremos cuando estemos cara a cara" dijo Voldemort cortante. "Las normas que cumplirás cuando te unas a mí las hablaremos cuando estemos juntos. Pero no creo que te sean muy difíciles de cumplir. Por otro lado, dentro de poco te enviaré un mensaje, allí habrá unas indicaciones para que salgas de casa sin que nadie lo note."
"¿Cómo?"
"Nagini te irá a visitar. Te acordarás de ella¿no?"
"Cómo olvidarla."
"Bien, pues si eso es todo nos vemos dentro de unos días, joven Potter. No te arrepentirás de tu decisión."
Harry abrió los ojos sobresaltado. El dolor de cabeza no tardó en aparecer, punzante en las sienes. Rodando los ojos y mirando con atención, Harry se dio cuenta de que no estaba entre los arbustos en los que había perdido el conocimiento, sino tumbado en una cama bastante cómoda. Con cuidado se intentó incorporar, pero lo dejó de inmediato al sentir dolor en todo su cuerpo. Incluso respirar le dolía. Con respiraciones cortas y pausadas, Harry comprobó con cuidado sus heridas. Su brazo derecho lo tenía vendado fuertemente y apenas podía moverlo. Una gran venda cubría su frente. Al tocar su costado, el muchacho pudo darse cuenta de que sus costillas seguían rotas. Su mejilla y el labio inferior estaban completamente hinchados.
Harry miró a su alrededor con atención. Las paredes eran blancas e impecables. Una ventana grande se encontraba a la derecha de Harry. La cama era grande, con un edredón hecho de pequeños y grandes retazos de distintas telas. Enfrente de la cama se encontraba un armario de madera antigua, al igual que las librerías, estanterías y el escritorio, que se encontraban en distintos puntos de la habitación. Una moqueta azul marino cubría el suelo del dormitorio.
El chico, con mucho cuidado, se puso de pie y anduvo un par de pasos tambaleantes. Se dirigió hacia la ventana y se asomó por ella para ver si podía ubicarse en dónde estaba. Miró a derecha y a izquierda. Todas las casas eran iguales, con el mismo jardín en todas ellas. Suspiró sin querer creerse en la casa en la que estaba.
'La casa de la señora Figg. Lo que me faltaba'.
Harry miró atentamente si podía escaparse por la ventana sin temor a hacerse más daño, pero no había nada lo suficientemente seguro como para bajar al suelo.
'Mierda. Y encima no me puedo escapar de aquí. Me pregunto quién cojones me encontró y me trajo aquí. Uno de la Orden, seguro. ¿No se suponía que ellos estaban para protegerme¿Dónde coño estaban cuando mi tío me estaba apaleando? Definitivamente no sirven para nada'.
Unos golpes a la puerta sacaron a Harry de sus pensamientos y le hicieron darse la vuelta con rapidez para ver quien entraba en la habitación.
Tonks se tapó la boca con las manos por la impresión de ver al chico en ese estado tirado en los arbustos. Remus reaccionó rápidamente y se acercó a Harry buscando en el cuello del chico el pulso con dos dedos, respirando más tranquilo al encontrarlo. Con mucho cuidado pasó un brazo por debajo de la espalda y el otro por las piernas, levantándole con demasiada facilidad para su gusto.
.-Remus¿por qué no utilizas la magia para levantarle?
.-Alguien podría vernos. Además, la magia puede ser impedimento luego para curarle. Cuanto menos magia esté en contacto con él, le será más fácil curarse.
Sin decir una palabra más, los dos aurores, con el chico en brazos, se marcharon hacia la casa de la persona conocida más próxima en la que podían confiar. Llamaron a la puerta y no tuvieron que esperar demasiado cuando la abrieron. La señora Figg se recortó en el umbral por la luz de dentro de la casa y miró a los aurores con ojos interrogantes que se abrieron más de lo normal al ver a quien llevaba el hombre en brazos. Los dejó pasar sin dirigirles ninguna palabra y los guió hacia una habitación vacía. Lupin recostó a Harry en la cama con mucho cuidado y se apartó cuando llegó la señora Figg con un botiquín en la mano.
.-Tonks, voy a avisar a Dumbledore. No debe quedarse sin saber esto.
.-Yo me quedo aquí a ayudar a Arabella.
Lupin miró a la señora Figg con algo de indecisión y reticencia pero al final aceptó y salió con rapidez de la habitación para aparecerse en la cocina de Grimmauld Place, justamente delante de Dumbledore y Moody, que se habían quedado hablando después de la reunión.
.-¿Ha ocurrido algo malo, Remus?
.-Hemos encontrado a Harry tirado entre unos arbustos. Le han dado una paliza.
.-¿Sabéis quién ha podido ser?
.-No estoy muy seguro, pero sospecho que fue su tío.
.-¿Cómo está?
.-Se le veía bastante mal, Albus. Lo mejor será que vayas a verle.
.-No creo que sea una buena idea, sobretodo sabiendo en la actitud que está últimamente –dijo Moody.
.-Harry ahora está inconsciente. No creo que despierte hasta dentro de unas horas. Y aconsejaría que la señora Pomfrey nos acompañara para que le cure las heridas a Harry.
Diez minutos después, Moody, Dumbledore, Pomfrey y Lupin aparecían en la casa de la señora Figg. Lupin los llevó hacia la habitación donde se encontraba Harry y llamaron a la puerta antes de entrar. Tonks les abrió y les dejó pasar. Todos entraron y se fijaron en el chico inconsciente. Harry ya no tenía tan mal aspecto como antes. Le habían limpiado la sangre de la cara y una bolsa con hielo se encontraba en la mejilla y en el labio magullado. Pero, aún así, se podía observar que le habían dado una paliza brutal.
.-¡Oh¡Dios mío! –exclamó la señora Pomfrey aproximándose a la señora Figg y tomándole su lugar sentada en la cama y tocando con cuidado el brazo del chico. Luego tocó las costillas de Harry viendo el gran hematoma que estaba apareciendo en el costado del chico-. ¡Vamos¡Todos afuera! Tengo que curar al chico –dijo la enfermera con la misma voz imperiosa de siempre levantándose y echando a todos fuera de la habitación.
Cuando pudieron volver a entrar a la habitación, una hora después, Harry se encontraba debajo de las mantas de la cama. Su brazo derecho había vuelto a su sitio normal y estaba firmemente vendado. Una gasa y una venda tapaban la brecha que se había hecho en la frente. Pero, aun con la pomada que tenía esparcida sobre la mejilla y el labio, la hinchazón no había disminuido. La señora Pomfrey se encontraba tremendamente confundida.
.-¿Qué nos puedes decir, Poppy?
.-El brazo derecho roto y dislocado, tres costillas rotas, el labio también roto, un pómulo hinchado y una brecha bastante profunda en la frente –enumeró la enfermera teniendo total atención de todos los presentes-. Una de las costillas ha estado a punto de perforar un pulmón y ha perdido bastante sangre por la herida de la cabeza y la vena que ha explotado en el costado, pero ésta no es de mucha importancia, ya que ha sido una vena superficial. Pero…
.-¿Pero?
.-No sé lo que es, pero ni las pociones ni los hechizos funcionan para curarle.
.-¡Qué? –exclamó Lupin.
.-Es muy extraño. Nunca antes lo había visto. No le hace ningún efecto nada, ni siquiera un simple hechizo para curarle el labio.
.-¿A qué puede ser debido?
.-Sinceramente no lo sé. Es como si él mismo no se quisiera curar. Es una magia muy extraña la que le rodea. Está firmemente vendado para sujetar las fracturas y la brecha de la frente está tapada con una gasa, todo al modo muggle. Por lo menos he conseguido que no sangrase más.
.-¿Y cómo es eso de que no se quiere curar¿A qué te refieres? –preguntó Lupin acercándose al chico y mirándole con atención.
.-He visto que está muy delgado, más de lo normal. Y parece que no ha estado durmiendo mucho, últimamente. Esos son indicios de una depresión y puede que eso influya en su magia y en su cuerpo. De ahí que no pueda curarlo.
.-¿Y qué se puede hacer?
.-Que no se mueva, aunque no creo que pueda; que repose y descanse. No dejarlo sólo en ningún momento. Y, sobretodo, que duerma y que se alimente bien.
.-¿Sólo eso?
.-No puedo hacer otra cosa por él. Hay que apoyarle y demostrarle que no está solo para que no decaiga más en la depresión. Vendré dentro de un par de horas a revisarle.
.-Hasta luego, Poppy –se despidió Dumbledore de la enfermera antes de que saliera de la habitación-. Harry no despertará hasta dentro de un par de horas. Bajemos a cenar y luego subiremos uno a uno a vigilarlo.
Todos estaban terminando de cenar, una hora y pico después de que la enfermera se marchara, cuando Lupin oyó unos leves golpes amortiguados en el piso de arriba. Se excusó ante todos diciendo que iba al servicio y subió hacia la habitación de su antiguo alumno. Llamó a la puerta con los nudillos y entró sin esperar respuesta. Sus ojos dorados dieron con el cuerpo del muchacho vuelto hacia él. Lupin cerró la puerta tras él y se acercó al muchacho con su eterna sonrisa cálida y tierna.
.-Harry… -empezó a decir con voz tranquila y suave-¿qué haces de pie? Deberías estar tumbado en la cama.
.-¿Cómo he llegado hasta aquí? –preguntó Harry haciendo caso a Lupin, sentándose con cuidado en la cama para luego tumbarse.
.-Tonks y yo te encontramos y te trajimos aquí –Lupin arropó a Harry paternalmente preocupado-. ¿Quién te hizo esto?
Harry no contestó de inmediato, pero tuvo que hacerlo ante los escrutadores ojos dorados del licántropo.
.-Mi tío –confesó al final, rindiéndose.
Harry pudo ver como Lupin se tensaba y apretaba entre sus manos las sábanas con fuerza.
.-¿Sabes… sabes por qué lo hizo? –preguntó Lupin intentando tranquilizarse.
.-Creo que fue porque dejé a Moody, a Dumbledore y a ti que entrarais en casa. Estaba en la casa de enfrente y nos debió ver.
En los ojos pudieron observarse brillos de furia. Lupin respiró hondo y se pasó una mano por su pelo castaño veteado de gris.
.-¿Y cómo te sientes?
.-Me duele un poco respirar.
.-Tienes un par de costillas rotas. Luego vendrá la señora Pomfrey ha intentar curarte… otra vez.
.-¿Intentar? La señora Pomfrey siempre ha podido curar huesos rotos.
.-Menos hoy. Vino hace como unas… dos horas y no ha conseguido hacer nada y no sabe el porqué.
.-¿Cómo que no ha podido hacerlo?
.-Ya te explicará ella mejor. Recuerda que no soy medimago.
Harry se tocó la venda de la cabeza en donde tenía la brecha con un gesto de dolor.
.-¿Te duele?
.-Escuece, más que otra cosa.
.-Ahora vengo. Voy a llamar a la señora Pomfrey.
Harry asintió y Lupin, con una última sonrisa dirigida a su ex-pupilo, salió de la habitación y bajó al salón. Se sentó en un sillón sintiendo el cansancio que le perseguía después de luna llena y respiró profundamente.
.-Fue su tío –dijo al final.
.-¿Qué?
.-Harry se acaba de despertar. Me confirmo que fue su tío quien le pegó –contestó con los dientes apretados intentando evitar que su parte de lobo saliera a la luz y fuera a destrozar a ese muggle con sus propias manos.
.-Voy a llamar a Poppy –dijo Albus levantándose y dirigiéndose hacia la chimenea.
.-No hagas locuras, Remus –le dijo Tonks a Lupin acercándose a él al ver como cerraba y abría los puños y se pasaba las manos por el pelo con desesperación.
.-No sabes las ganas que tengo de hacerle pagar a ese… a ese… hombre todo el daño que le ha hecho a Harry.
.-Algún día pagarán por todo lo que han hecho, ya lo verás –le dijo consolándole y acariciándole una mano-. Tú no te preocupes por ello.
.-¿Cómo no me voy a preocupar por Harry? Es como… ¡es como mi hijo!
.-No digo que no te preocupes por él. Me refiero a que no te comas la cabeza por los Dursley. Ya tendrán lo que se merecen.
No pudieron seguir hablando ya que la enfermera Pomfrey apareció por la chimenea y se dirigió rápidamente a Lupin preguntándole por Harry.
.-Me lo encontré apoyado en la ventana.
.-¡Le permitisteis que se levantara¡Cuántas veces tendré que decir que los pacientes tienen que mantener reposo tumbados en la cama sin levantarse? –exclamó la enfermera exaltada.
.-Poppy –empezó a decir Dumbledore para clamar un poco a la enfermera-. No estábamos con él cuando se levantó. No creímos que se fuera a despertar tan pronto. Además, no puede estar tan mal si ya se ha levantado¿no?
La señora Pomfrey no hizo caso a ese último comentario y subió las escaleras farfullando y murmurando sobre hombres y pacientes irresponsables que no hacían caso a lo que les decían las enfermeras como ella.
.-Pobre Harry, la bronca que le va acaer –comentó Tonks.
.-¿Cómo se encuentra, señor Potter?
.-¿Sinceramente, señora Pomfrey? Hecho una mierda.
.-Cada vez necesita antes de mis cuidados, señor Potter. Espero no tener que volver a verlo hasta el primer partido de quidditch.
.-¿Por qué está tan segura que me verá allí? –le cuestionó él con una ceja alzada.
.-Porque siempre acaba en la enfermería después de un partido.
Harry soltó una media sonrisa algo sarcástica. Miró con atención cómo la enfermera le quitaba la venda del brazo y murmuraba unas palabras dándole con la varita en el brazo. Al contrario de lo que debería ser, no sintió absolutamente nada que le indicara que el hueso se hubiera curado. La enfermera frunció el ceño sin comprender del todo el motivo por el cual pasaba eso.
.-¡Férula!
El brazo volvió a quedar inmovilizado ante la exasperación de la enfermera. Negó con la cabeza murmurando para sí misma. Dirigió sus manos hacia las costillas del chico y empezó a palpar con cuidado. Harry se mordió el labio para evitar que un grito de dolor saliera de sus labios cuando la enfermera le tocó en una costilla rota. Pomfrey se dio cuenta del gesto de dolor del joven y volvió a decir las palabras mágicas con la varita en la mano. El hechizo no surtió efecto.
.-No lo entiendo. No lo entiendo –el susurro bajo de la enfermera llegó a los oídos del joven y le miró interrogante.
.-¿Qué no entiende, enfermera Pomfrey?
.-Hay algo en ti que no me permite curarte. Los hechizos curativos no surten efecto.
.-¿A qué puede ser debido?
.-Eso es lo que intento averiguar. Nunca había visto nada igual.
La enfermera siguió con la herida de la frente, descubriendo que la gasa estaba manchada de sangre. La limpió con cuidado y dijo otro encantamiento para intentar que se cerrara la herida sin conseguirlo. Conjuró una nueva venda y la puso alrededor de la herida. Puso otra crema en la mejilla magullada. Le hizo unas cuantas revisiones más y frunció el ceño al ver los resultados.
.-Potter¿desde cuando no come ni duerme? –le preguntó con preocupación al ver como se le marcaban las costillas al muchacho.
.-Yo como y duermo, señora –contestó él tranquilamente, aún sabiendo que era una mentira.
.-No mienta, señor Potter. Las pruebas indican que no ha comido nada desde hace unos días y que apenas duerme.
.-Sus pruebas mienten –le dijo de forma cortante, aun sabiendo lo estúpido del comentario.
.-Las pruebas no fallan ni mienten. Desde ahora se le controlará la comida y las horas de sueño.
.-No soy un niño pequeño para que me tengan que controlar lo que hago. Estoy bastante mayorcito como para necesitar una niñera –su voz cortante y fría no detuvo a la mujer.
.-No te levantarás de la cama para nada, tienes que recuperar las fuerzas. Yo vendré todos los días.
.-No es necesario…
.-Sí es necesario. Mañana vendré otra vez y veré si has seguido mis órdenes o si, por el contrario, no ha hecho nada.
.-Haga lo que quiera, señora. Y ya de paso deje a los demás también que hagan lo que les dé la gana.
Pomfrey le miró de forma reprobadora y a la vez asombrada y salió de la habitación.
.-¿Estáis seguros de que el chico de allá arriba es Potter? No lo parece –comentó la enfermera cuando entró en el salón donde estaban todos los demás reunidos.
.-Ha dado un gran cambio –le contestó Lupin-. No hay quien le reconozca.
.-¿Quién se quedará aquí cuidándole? –preguntó la señora Pomfrey.
.-Remus y Nymphadora –Tonks envió una mirada asesina a Dumbledore-. ¿Por qué?
.-Hay que tenerlo controlado. Que coma y que duerma bien y lo máximo posible. Potter está muy desnutrido y esas ojeras debajo de los ojos no me gustan nada. Son mucho peores que las tuyas, Remus.
.-Yo me quedaré esta noche vigilándole.
.-Estate atento a cualquier cosa. Una palabra entre sueños, un movimiento… cualquier cosa nos ayudará para saber el por qué de la imposibilidad de curarle.
.-Lo estaré.
En el piso superior a donde se encontraban los adultos conversando, Harry se hallaba tumbado en la cama boca arriba mirando a un punto en el infinito. Mucha gente que le viera diría que estaría pensando profundamente en alguna cosa que le preocupara, pero la realidad era otra, completamente distinta. Tenía la mente en blanco, sin pensar absolutamente en nada. Poco a poco, la oscuridad en la que se hallaba la habitación y el aburrimiento le inducieron a cerrar los ojos y quedarse dormido. Unos ojos azules curiosos no perdían detalle de nada que le ocurriera al chico. Oculta entre las sombras que brindaban las ramas del árbol al que estaba subida, la figura pudo ver perfectamente, sin ser vista, cómo esos irises verdes se ocultaban tras sus párpados y cómo Lupin, al entrar a la habitación, miraba con detenimiento al muchacho, le tapaba bien con las cobijas de forma paternal, luego se sentaba en una silla al lado de la cama y encendía una pequeña lucecita para leer un libro pequeño que se sacó del bolsillo. La figura de ojos azules sonrió y con sigilo bajó del árbol para desaparecer entre las sombras, sabiendo que su protegido, en esos momentos, se encontraba a salvo.
¡Hola! Ya estoy aquí, con un nuevo capítulo. He tardado una semana, no es tanto¿verdad? Un capítulo por semana, aunque no sé cuanto tiempo pueda seguir con este ritmo, pues aunque tengo bastantes capítulos escritos ya, los tengo escritos a mano, y no tengo demasiado tiempo para pasarlos al ordenador. Pero bueno... ¿Qué os ha parecido el capítulo? Sé que ha sido un poco (bastante) aburrido, pero es de esos que se llaman de transición, así que hay que aguantarlos, jeje.
Bueno, pasando a otro tema, muchas gracias por los reviews, no tenéis idea de los ánimos que dan para seguir escribiendo. Así que no creo que sea mucho pedir que mandéis reviews¿verdad? Opiniones, críticas constructivas, preguntas y demás serán gratamente respondidas.
gandulfo: Hola! Muchas gracias por tu review, espero que este capítulo también te haya gustado. Besos.
Finsi Potter: Buenas! Me alegro que te haya gustado tanto el capítulo, confío en que éste no te haya decepcionado demasiado, auque haya sido tan aburrido. Muchas gracias por los ánimos, aunque en realidad no creo que mi fic sea el mejor, he leído verdaderas obras de arte y el mío no les llega ni a las suelas del zapato, aunque se hace lo que se puede ;) Debo suponer que no te gusta demasiado Ron¿verdad? Yo tampoco soy una de sus fans, precisamente, para ser sincera apenas le aguanto, pero aún así no creo que le vaya a dar Harry una lección, aunque aún no lo he decidido. Lo que sí sé es que se va a llevar una gran decepción cuando se entere de la verdad de Harry, tal vez incluso peleen en alguna batalla... emmm... creo que he hablado demasiado, mejor me callo. Te agradezco mucho tu review. Cuídate. Besotes.
norixblack: Hey! Qué tal? Muchísimas gracias por tu review, me alegra que te haya gustado mi fic. La verdad es que tú no eres la única que está harta de ver a Harry como el típico niño bueno que aguanta todo. Harry no se ha criado en un buen lugar para que sea un chico tan dócil como le gusta tanto poner a Rowling, pero bueno, que se le va a hacer, para eso tenemos los fics, para hacer nuestros sueños realidad ;) Espero que éste capítulo también te haya gustado. Cuídate tú también. Besos.
Hasta aquí llegamos hoy. Espero vuestros reviews¿eh? Pero mira que soy pesada ¬¬... XD
Besotes
Aykasha-peke
Miembro de muchas Órdenes
