Cuervo

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La ventana de su pieza estaba abierta, y de nuevo la sensación de vacío lo llenaba. Daisuke no reaccionó cuando Dark le habló, como si no existiera. Primero el ladrón se ofendió, pero después empezó a asustarse, más cuando vio la cara pálida de Daisuke en el espejo del baño en vez de la suya.

Vacío era la palabra que mejor lo describiría. No había nada en sus ojos negros, y la palidez en la piel se asemejaba a la del Cuervo. Cuando bajó a desayunar para ir a la escuela, su madre dio un grito al verlo.

-¡Daisuke!- corrió hacia él y le tomó el rostro, más angustiada que nunca. Las lágrimas amenazaban con salir, y entonces el pelirrojo reaccionó.

-¿Qué pasa?- tomó las manos de su madre para tranquilizarla.

Sintió cómo su cuerpo recuperaba algo de su temperatura habitual, y cobró conciencia que sus ojos no era negros, ni su piel pálida como había visto en el espejo hace un rato. Recordó el sueño con Arashi, y empezó a respirar agitado.

-¡Daisuke!- su padre se acercó y lo tomó de los hombros, agarrándolo para que no cayera. Wiz aleteaba a su alrededor, angustiado.

Cuando pudo volver a ponerse de pie, se tomó la cabeza con las manos. Sentía como si se hubiera metido en un baño caliente, y hasta sus neuronas volvieron a su temperatura habitual. Y dolía. Pero no como el dolor causado por la magia, sino por algo mucho más profundo.

-Sentáte, Daisuke, antes que te desmayes- le dijo Emiko, llevándolo a un sillón.

Cuando se sentó, Wiz se le posó en un hombro, y frotó su hocico contra el cuello de Daisuke. Lo agarró con cuidado y empezó a acariciarlo, sintiendo la suave y tibia piel del animalito bajo sus dedos. Eso terminó de clamarlo. Cerró los ojos y los abrió con lentitud, mirando a su madre a los ojos.

-Ya pasó, mamá-

Pero su madre se mordió el labio y desvió la mirada.

-No Daisuke- dijo su padre –Esto está lejos de terminar-

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El abuelo Daiki trajo el pergamino que había estado buscando por tanto tiempo. Había costado conseguirlo, pero valía la pena, según había dicho. Lo puso sobre la mesa y lo desenrolló, mostrando a Daisuke el dibujo de un ser de alas y cuerpo cubierto de plumas negras, salvo en los pies, las manos y la cara.

-Daisuke, ¿es este el ser que viste?- le preguntó a su nieto, despacio.

-Si- respondió el pelirrojo. Su madre ahogó un sollozo.

-¿Lo has visto más de una vez, y no sólo cuando estabas despierto?-

-Si, y lo vi en un sueño que tuve anoche-

Silencio.

-Daisuke, ¿dónde está la pluma?-

-En mi pieza, sobre mi mesa de luz-

-Taéla-

El pelirrojo fue a su pieza y agarró la pluma, con cuidado. Se sentía fría al tacto, y se detuvo un momento a verla. Parecía una joya de ónice, tallada por el mejor de los joyeros. Pero bajó las escaleras y fue a mostrarles la pluma a su familia.

-Acá está-

Se la dio a su abuelo, quien miró extrañado la mano de Daisuke. Tanteó, como si no la viera, hasta que tocó la pluma, y se estremeció. Su nieto sabía lo que se sentía al tocarla, y no le extrañó que su abuelo sintiera frío. La examinó con cuidado, y después de un rato se la pasó a su hija y a Kosuke.

Daisuke esperaba, sin saber qué sentir. Dark estaba callado, pero se notaba que estaba expectante. Wiz se posó en su falda y Daisuke empezó a acariciarlo distraído, esperando el veredicto.

-Daisuke, lo que viste es un Cuervo- le dijo Daiki, después de unos momentos –Por lo general, sólo se dejan ver a una sola persona, por lo que no es raro que Dark no pueda verlo- el ladrón bufó –Pero lo que no sabemos es por qué Hiwatari pudo verlo también-

-¿Tiene algo que ver con la pluma?- preguntó el pelirrojo.

-Sí, y mucho- dijo su madre, más calmada –Sólo pueden verlos los seres que tengan contacto con algo del Cuervo, como esta pluma-

-Pero entonces, ¿por qué se acercó a mí?- eligió bien las palabras para no revolver el avispero.

-Daisuke- su madre le tomó la mano –Hay algunas cosas sobre los Cuervos que no sabés, y que te tenemos que decir- tomó aire y su hijo esperó –Primero, son seres solitarios y fríos. Segundo, son la fase intermedia entre dos estados. Y tercero... – cerró los ojos un momento –Anuncian la muerte a quien puede verlos-

Daisuke pestañeó, tratando de asimilar la información.

-Pero hay otras cosas- dijo Kusuke –Sólo aparecen de a uno. Tienen poderes mágicos como Dark y Krad, pero desde otro... enfoque, se podría decir-

-¿Tienen algo que ver con los vampiros?- quiso saber Daisuke.

-Se parecen bastante, pero aparentan ignorarse entre sí, porque les conviene a ambas razas- dijo el abuelo y lo miró a los ojos –Daisuke, los Cuervos sólo rondan a los seres que van a morir en un año o menos. Pero sólo aparecen vestidos con plumas cuando van a pelear, por lo general –

-Pero yo soñé que estaba conmigo y estaba cubierto de plumas- se le escapó al pelirrojo.

-¿Has soñado con el Cuervo?-

-Anoche. Dijo llamarse Arashi-

Silencio.

-Daisuke, ¿estabas muy triste cuando apareció?- le preguntó su madre.

-¿Eh?- la pregunta lo tomó de sorpresa.

-Que si estabas triste cuando viste por primera vez a Arashi-

Daisuke pensó antes de responder.

-No- dijo al fin.

Un suspiro de alivio escapó de los labios de su madre, y lo abrazó con fuerza. Wiz salió de entre los dos, medio aplastado.

-Que bien, Daisuke, me había asustado tanto... – dijo Emiko.

-¿Y por qué? ¿Qué pasa?- quiso saber el pelirrojo.

-Eso quiere decir que lo pudiste ver sólo porque te dio una de sus plumas. Cuando te golpeó, te dio la pluma que está aquí, y por eso lo puedes ver. Eso quiere decir que no morirás en menos de un año. ¡Hijo, me asusté tanto!-

Lo abrazó con más fuerza y empezó a sollozar. Kosuke se acercó y le puso una mano en el hombro a cada uno, incapaz de disimular que compartía el alivio de su esposa. Daiki estaba con una mano en el pecho, aliviado.

-Eso explica el por qué amanecías pálido, Daisuke- dijo Kosuke, apartándose –Cuando tienes un accesorio del Cuervo, pero no sos el que está destinado a morir, suceden cosas extrañas, como dolores intensos de cabeza o palidez extrema-

-Pero si no soy yo, ¿entonces eso quiere decir...?-

Se calló enseguida, consciente de lo que iba a decir. Su madre se preocupó al sentir su temblor, y las lágrimas rodar por el rostro de su hijo. Sabía lo que iba a decir, pero no quería decirlo. El único que había visto a Arashi aparte de él era Hiwatari. ¿Acaso sabría lo que le esperaba?

-Eso quiere decir... Que Hiwatari va a morir en menos de un año-

Emiko se apartó, mirándolo a la cara.

-Tengo que decírselo- dijo el pelirrojo.

-Es tu decisión Daisuke- dijo Daiki, serio –No podemos decirte lo que tenés que hacer, porque es algo personal entre ambos. Ni siquiera Dark puede-

"¡Ey, que ése bicho de mierda me debe varias!" gritó el ladrón en la cabeza de Daisuke, haciendo que se agarrara la cabeza "Me inculpó de asesinato, ¿te acordás?"

-Pero eso no explica por qué mató a los policías... – dijo el pelirrojo.

-Es cierto. Debe haber alguna explicación, pero no podemos encontrarla ahora- dijo Daiki –Y por cierto, ¿no tenés escuela hoy?-

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Cuando Daisuke se encontró con Hiwatari en el aula, sus miradas se cruzaron. Satoshi parecía tan ausente como siempre, pero la mirada preocupada y seria de Daisuke no se le pasaba por alto. En el primer recreo, Daisuke quiso hablar con Satoshi, pero Riku lo encontró primero y quería hablar con él.

Cuando se quiso acordar, el recreo ya había terminado, y no había podido hablar con Satoshi. Entre idas y vueltas, llegó el final del día de clase y no lo había encontrado. Salió corriendo apenas pudo, buscando a Hiwatari, pero como no lo encontró, se fue hacia su casa, pese a los chillidos de Dark, quien le decía que eso era mala idea.

"¡Te digo que es una locura, y sé que no sos estúpido!" gritaba el ladrón.

"Se trata de la vida de una persona, Dark, y eso es más importante"

"¿Acaso la vida de Hiwatari es más importante que la tuya?"

"¿Y qué va a pasar con Krad si Satoshi desaparece?" Dark se calló en seco "Son varias las vidas que corren peligro, así que no me vas a parar" corrió un poco más rápido, hacia el departamento de Hiwatari "Además, ¿no querías limpiar tu nombre? Esta es una buena forma de empezar a hacerlo"

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Ya decidí cómo va a ir la cosa y las relaciones entre los personajes. Tengo escritos varios capítulos adelantados, así que no va a haber problemas con este Fanfic.

Y hablando de eso, necesitaba un quiebre. Tenía muchas ideas pero no para los Fanfics que estoy escribiendo, pero ésta era una idea demasiado buena como para dejarla así nomás. Así que me dije "má sí, yo la escribo" y aquí está. Es un escape a todo el vapor que tenía por diversos motivos de presión. Me alegra que haya gustado tanto

Nos leemos

Nakokun