Disclaimer: Harry Potter y sus personajes son propiedad de J. K. Rowling. Esta historia está escrita sin ánimo de lucro.
A REFUGIO EN LA OSCURIDAD
Capítulo 7
.-¿Le habéis encontrado? –la voz de Dumbledore interrumpió la acalorada discusión entre Lupin y Tonks.
.-No. El chico se ha esfumado. Hemos preguntado a los vecinos, pero dicen que no le han visto –informó la auror sin esa alegría que siempre la acompañaba-. Remus piensa que ha podido ir a las afueras de Surrey, pero yo no creo que Harry corra tanto como para haber llegado.
.-De todas formas no vamos a correr riesgos; Remus, ve hacia allá y pregunta si lo han visto. Tonks, tú revisa todos los lugares a los que le guste ir Potter. Tenemos que encontrarlo.
.-También ha podido coger el Autobús Noctámbulo, como hizo hace algunos años –se le ocurrió a Lupin después de oír a Dumbledore.
.-Yo iré al Caldero Chorreante, por si tienes razón, Remus. Será el primer sitio a donde se le ocurriría ir a Harry.
Sin decir nada más, los tres se dieron la vuelta y se encaminaron a los sitios donde se podía ocultar el chico. Lupin no tardó demasiado en llegar a las afueras de Surrey, donde dio un vistazo a su alrededor. A su lado derecho lo único que había era una hilera de casas todas iguales con jardines cuidados y automóviles de distintos y serios colores, pero a su izquierda había un pequeño parque donde jugaban cuatro niños de edades parecidas con un balón. El lugar no le llamó demasiado la atención, pero lo que sí lo hizo fue una larga pluma blanca que sobresalía de un bolsillo del pantalón de uno de los niños. Se dirigió al chico con tranquilidad, escondiendo la ansiedad y la preocupación al fondo de su mete y aparentando la usual calma que siempre adoptaba ante cualquier situación.
.-Perdona –los niños dejaron de jugar en cuanto oyeron al desconocido dirigirse a uno de ellos-. ¿Te importaría decirme de donde has sacado esa pluma?
El niño, que no debía tener más de seis años, miró con algo de temor al señor frente a él y sacó la pluma del bolsillo. Con algo de timidez, preguntándose si había hecho algo malo, preguntó:
.-¿Ésta, señor?
.-Sí, ésa –afirmó Lupin, sonriendo al niño intentando tranquilizarlo.
.-La cogí después de que un pájaro se fuera de allí –respondió señalando un banco cercano a una carretera.
.-¿Cómo era el pájaro?
.-Parecía un búho o algo así, señor. Y era blanco… todo blanco –añadió el niño después de pensarlo unos momentos.
.-Sí, me lo imagino –Lupin se agachó junto al niño, sin dejar de sonreír-. Y dime¿viste a un chico cerca del pájaro?
.-Sí, señor –el chico parecía que había perdido un poco la timidez y respondía un poco más resueltamente-. Era alto, aunque no tanto como usted y era delgado. Y tenía el pelo negro.
.-¿Sabes adónde fue?
.-Se fue por la carretera en aquella dirección corriendo. El pájaro le seguía volando.
.-Muchas gracias, me has ayudado mucho –le agradeció Lupin enderezándose.
Después de despedirse de los niños salió a la carretera y caminó en la dirección por donde le había dicho el niño que había ido Harry. De repente se dio cuenta de algo y se paró. Si su olfato no le engañaba, y no lo había hecho nunca, aquella esencia que le intrigaba tanto desde hacía semanas atrás había pasado por aquel mismo sitio minutos antes, media hora como mucho. Concentrándose un poco más podía llegar a oler un leve rastro del olor de Harry, pero había demasiado polución en el ambiente como poder fiarse y seguirlo hasta encontrarle. Así que no tuvo otra opción: siguió caminando, guiándose por el rastro que percibía de aquel ser misterioso, pero sobretodo estando alerta y vigilando cualquier lugar en el cual un chico de dieciséis años fugitivo podía esconderse.
Tres horas, casi cuatro, había pasado desde que Harry había encontrado el almacén y había decidido utilizarlo como guarida hasta entrada la noche. Mientras él dormitaba bajo su capa y pensaba en su incierto futuro, la Orden no había dejado de buscarle. Tonks se había recorrido de arriba abajo todas las calles de Surrey, Dumbledore había preguntado en el Autobús Noctámbulo, en el Caldero Chorreante y en el Callejón Diagon si lo habían visto, sutilmente por supuesto, no quería que nadie se enterase de que el chico se había escapado y vagaba por ahí él solo sin protección, e incluso había mandado a Mundugus Fletcher a investigar en el Callejón Knockturn. Pero no había ni rastro del chico. Ni una sola y maldita pista.
Bueno, eso no era del todo correcto.
Lupin, después de caminar bastante tiempo por el arcén de la carretera, había dado con el polígono industrial viejo y abandonado. Se había encaminado hacia allá, sin duda, y había buscado por todos los almacenes al chico. Había empezado ya a desesperarse hasta que le vio agazapado en un rincón, durmiendo y tapado por su capa. Sabía que lo que hacía estaba mal, que no debía dejar que se escapara. Algo dentro de él, su instinto o su intuición, le decía que al final se arrepentiría de ello, pero era débil, siempre había sido débil. Si no lo hubiera sido no hubiera permitido que veinte años atrás sus amigos se hicieran animagos ilegales arriesgando su vida, ni hubiera dejado de pelear en contra del ministerio para poder ver y hablar con Sirius cuando le apresaron, ni se hubiera callado cuando Sirius escapó de Azkaban y no le dijo a Dumbledore que se podía transformar en perro, ni muchas otras cosas. Pero ahora no valía la pena pensar en esas cosas. No podía cambiar el pasado ni tampoco esa debilidad suya, así que, mirando por última vez a Harry, se giró y se alejó del edificio conteniendo las lágrimas. Al final había perdido lo único que le quedaba en la vida, lo último que le daba fuerzas para pelear en contra de esa guerra.
.-Lily, James… Sirius… perdonadme, por favor… -dos simples y amargas lágrimas cayeron de sus ojos dorados dejando dos surcos salados en sus mejillas. Luego, y sin mirar atrás, desapareció de allí con un chasquido.
Escondidos entre varios cubos de basura, dos ojos azules se llenaron de lágrimas al oír la súplica del hombre.
Un sonido parecido al disparo de una pistola destruyó el apacible silencio en medio de la noche. Unos pasos empezaron a resonar contra el suelo de aquel sitio abandonado, buscando con impaciencia un edificio en particular. No tardó en encontrarlo. Un simple movimiento de varita y la puerta se abrió silenciosa. El hombre entró en silencio con sus ojos rojos brillantes, como los de un niño cuando sabe que en cuanto llegue a casa se encontrará con el regalo que siempre había querido. Una mueca de repugnancia apareció en sus aristocráticas facciones al ver el polvo, las ratas y el aire viciado que le rodeaban. Aquel no era el ambiente de un hombre como él. Si la causa por la que estaba ahí no fuera tan importante hubiera mandado a uno de sus subordinados. Una palabra susurrada y el extremo de su varita se encendió alumbrando lo que había a su alrededor. Tenía el pelo oscuro, la piel pálida y vestía túnica y capa negra, de corte elegante. Se detuvo al oír una respiración agitada y luego un grito ahogado. Volvió a andar encaminándose hacia donde había oído el ruido. Una sonrisa de satisfacción cruzó su rostro al ver la persona que estaba delante de él.
.-Buenas noches, Harry –saludó con voz suave pero fuerte.
.-¡Vol… Voldemort? –exclamó Harry abriendo los ojos al máximo.
.-¿Tanto te sorprende mi aspecto? –preguntó maliciosamente divertido al ver el asombro impreso en la cara del muchacho.
.-Pero… tú no eras así. Antes… antes no tenías pelo, ni nariz… -el balbuceo de Harry sacó una carcajada del hombre ante él.
.-Antes tenía aspecto de serpiente. ¿No es eso lo que querías decir? –no esperó respuesta-. Ése es mi otro aspecto, pero ya te explicaré más adelante, ahora no tenemos tiempo.
Con unos pasos rápidos y sigilosos se acercó a Harry y miró a su alrededor.
.-¿Y tu baúl?
Como contestación, Harry metió la mano en un bolsillo de sus pantalones y sacó el baúl minimizado.
.-¿Has hecho magia? –sus ojos brillaron con furia, lo que hizo que Harry se llevara una mano a su cicatriz con cara de dolor-. Eres un insensato. Ahora el Ministerio sabrá donde estás.
.-Minimicé el baúl antes de salir de Surrey –le contestó Harry mintiendo, olvidando su anterior sorpresa-. No he hecho nada de magia aquí.
.-De todas formas no debiste hacerla –le dijo con voz dura Tom dejando a un lado la furia y tranquilizándose un poco-. Aún tienes mucho que aprender, pero eso se resolverá pronto.
Tom se percató en ese momento de la mano de Harry apretando su cicatriz con gesto de dolor, aunque intentaba disimularlo.
.-¿Te duele la cicatriz?
.-Deberías saber ya que cuando estás cerca me arde, y aún más cuando te enfadas.
Voldemort le miró a los ojos y susurró unas palabras que Harry no llegó a oír, pero que hicieron que el intenso dolor de la cicatriz desapareciera y solo quedara un rastro punzante, pero soportable.
.-Gracias –dijo Harry en voz baja vacilante, como si no quisiera decirlo.
.-De nada –Tom se giró y empezó a andar-. Sígueme. Tenemos que salir de aquí antes de que den contigo.
Harry le hizo caso. Le siguió fuera del almacén y pudo andar un par de pasos hasta que una barrera invisible le impidió continuar. Extendió una mano y la tocó sintiéndola flexible pero irrompible bajo sus dedos. La presiono con fuerza y sintió como se estiraba sin quebrarse por ningún lado cubriéndole la mano.
.-¡Tom! –exclamó Harry llamando al hombre que ya estaba varios metros alejados. Éste se dio la vuelta y se pudo ver con claridad, aunque la calle estaba mayoritariamente a oscuras, su ceño fruncido y el brillo de sus ojos rojos enfurecidos.
.-¿Qué pasa ahora? –preguntó intentado controlar su ira.
.-Hay una barrera que no me deja pasar.
Voldemort aproximó su mano y la tocó, pero en cuanto su piel se puso en contacto con la fría sustancia sintió como una descarga eléctrica le pasaba por su brazo y le llegaba al cerebro. Con un grito de dolor, apartó la mano y miró alrededor buscado al responsable que había hecho aquella extraña barrera. Al no ver a nadie sacó su varita y empezó a lanzar cualquier hechizo que se le pasaba por la mente, pero la barrera los absorbía o los hacía rebotar.
.-Échate atrás y corre cuando yo te diga –dijo Tom cuando le vino a la mente la única maldición que no podía ser detenida-. Avada Kedavra –pronunció con voz dura después de unos instantes. El imparable rayo verde llegó a la barrera y la atravesó, chamuscando la pared que había al lado de Harry. En ese momento, Tom gritó a Harry y éste corrió y pasó la barrera por donde antes la había atravesado la maldición.
Sin esperar a que ninguna sorpresa más pudiera pasar, Tom posó una de sus manos sobre el hombro de Harry y no la apartó de allí hasta que no estuvieron seguros en su mansión, a cientos de kilómetros de allí.
Momentos después, en uno de los tejados del polígono abandonado pudo oírse el grito de horror de una chica al ver que Voldemort se había salido con la suya.
.-Mierda, me van a matar –susurró antes de desaparecerse ella misma de aquel lugar, apretando un medallón, que llevaba atado al cuello, con una de sus manos.
.-Bienvenido a tu nuevo hogar, Harry –dijo Voldemort en cuanto aparecieron en el salón de su mansión. Éste no le respondió de inmediato. Lo que hizo en realidad fue observar la sala, o al menos lo que se veía de ella.
Parecía ser el salón o el comedor de la casa. Numerosas antorchas colgaban de las paredes, pero solo una pequeña parte estaban encendidas. Grandes librerías y estanterías de madera negra forraban la mayor parte de las paredes, y en éstas, multitud de libros y extraños cachivaches las decoraban. Había un gran ventanal que daba a un bosque muy espeso, un bosque que le recordaba a Harry al que había en los terrenos de Hogwarts. Delante de la ventana había un sofá y un par de sillones tapizados en un oscuro color verde, a conjunto con las cortinas. En otra pared había una chimenea elegante, con un pequeño fuego encendido. Sobre ésta se encontraba un retrato de un hombre joven, con el marco algo viejo y desgastado.
Sin poderlo evitar, Harry se quedó mirando al cuadro, específicamente a los ojos del retratado. Y éstos le devolvieron la mirada, una mirada astuta y calculadora, en ningún momento amigable. Tenía el pelo oscuro y la piel pálida. Y fijándose bien, se podía ver alguna semejanza en sus rasgos con los de Tom Ryddle.
.-¿Te gusta el cuadro, Harry? –Tom se había acercado a él y le había puesto una mano en su hombro sin que Harry se percatase-. ¿Sabes quién es?
Harry miró el retrato con atención durante algunos minutos, poniendo su cerebro a trabajar, intentado recordar si lo había visto antes.
.-¿Es algún pariente tuyo?
.-Harry, te presento a Salazar Slytherin –presentó el hombre con orgullo.
El muchacho no presentó ninguna sorpresa en su rostro, pero su corazón se paralizó de la impresión. Respiró hondo, intentado tranquilizarse y miró a Tom y luego al retrato, visualizando nuevas similitudes entre los dos.
.-No sabía que hubiera algún cuadro de Slytherin.
.-¡Oh, sí! Por supuesto. Hay muchos. O había, al menos. Éste es el único que ha sobrevivido después de tantos años. Ha pasado de generación en generación en la familia de mi madre.
Harry le escuchó, pero no apartó su mirada del cuadro. A pesar de su tenebrosa mirada, ejercía una extraña atracción hacia él. Hacía que se sintiese a gusto en aquel sitio, pero a la vez era como si le advirtiese de un peligro invisible.
.-Vamos, Harry –Tom le pasó un brazo sobre sus hombros y le instó a darse la vuelta y a apartar su mirada del cuadro-. No es de buena educación quedarse mirando a alguien fijamente. Y menos si ese alguien es Lord Slytherin –añadió Tom con una mueca burlona.
Sin embargo, Harry dio un último vistazo al cuadro por encima de su hombro, pero se obligó a dejar de mirarlo y se dio cuenta por primera vez de la familiaridad con la que lo trataba Voldemort. Pero no dijo nada. Se dejó conducir por el hombre hasta otra sala, algo más pequeña que la anterior, pero más interesante. Tenía más libros, si era posible, una pequeña chimenea y un par de butacas de aspecto cómodo ante ésta.
.-Ésta es mi sala privada, Harry. Solo tienen acceso mis mejores mortífagos. Y desde ahora tú también, por supuesto. En la otra es donde recibo a todos mis demás vasallos, donde planifico mis ataques. Aquí podremos hablar tranquilos, nadie nos molestará.
Con un gesto de la mano, Tom indicó a Harry que se sentara en una de las butacas y luego encendió la chimenea con un movimiento de varita. A continuación, y con una elegancia que nunca había visto Harry en él, ni tampoco imaginado, se sentó en la butaca frente a la del muchacho.
.-Sé que es tarde y que estás cansado –la voz de Voldemort adoptó un tono serio, algo distinto al que había utilizado momentos antes con Harry-, pero tenemos que hablar ahora, luego te acompañaré a tu nuevo hogar.
Harry no pudo evitar notar como Tom saboreaba esa última palabra, como un niño lo haría con un caramelo.
.-Empecemos por tus condiciones, Harry. Dime qué es lo que quieres.
Harry le miró con atención, silencioso, intentado poner en orden sus pensamientos y detener los latidos apresurados de su corazón.
Por primera vez, estaba con Voldemort en una misma habitación y éste estaba tranquilo sin querer matarle ni hacerle ningún daño, dispuesto a escuchar todo lo que tenía que decir. Y eso era extraño, muy extraño. Desde siempre, el hombre que estaba ante él había querido destruirle, hacerle pagar por lo que le había hecho inconscientemente cuando tenía un año, pero ahora le miraba como se podía mirar a un persona que apenas conoces pero que sabes que vais a ser buenos amigos.
Y ese pensamiento era claramente inquietante.
¿Él, amigo de Voldemort¿A quién se le había ocurrido eso¡Él no era amigo del asesino de sus padres¡Ni lo era, ni lo sería¡Nunca!
'Pero él va a ser el que te va a ayudar a vengarte de Dumbledore. Y también el que te va a ayudar a devolver la vida a tus padres y va a traer a tu padrino de vuelta' se recordó a sí mismo.
Y solo el recuerdo de sus seres queridos le hizo fijar los ojos en los de su antiguo enemigo y futuro mentor.
.-Primero: nadie, ni tú ni ninguno de los tuyos hará daño a cualquiera de mis amigos –empezó con decisión, sin apartar la mirada de los ojos rojos de Voldemort.
.-Hazme una lista de a quiénes llamas amigos.
.-Los Wealsey, todos los Weasley, Remus Lupin, los Granger, Nymphadora Tonks, Kingsley Shacklebolt, Alastor Moody –Harry paró un momento, trayendo a su mente nombres nuevos, pero rechazando la mayoría. Aunque sonase terrible, había algunas personas a las que le sería completamente indiferente su muerte-. Neville Longbottom, bueno, a sus padres también, y… ¡ah, sí! Dumbledore y los Dursley.
.-¿Por qué no quieres que nos encarguemos de ellos? Esos muggles parientes tuyos serían una muy buena diversión para mis hombres.
.-Tengo una cuenta pendiente con ellos, al igual que con Dumbledore.
.-Hablando del viejo loco –Tom hizo una pausa que aprovechó para acomodarse mejor en el asiento-, de ése no te prometo nada. No hace falta que te recuerde que entre él y yo también hay bastantes cuentas pendientes, como tú lo llamas. Ha destrozado bastantes planes míos y eso tiene que pagarlo. No obstante, si hay alguna oportunidad, serás tú quien obtenga la venganza por los dos.
Después de esto se hizo el silencio, solo roto por el sonido de las llamas en la chimenea.
.-Respecto a los otros nombres de tu lista, tres son aurores; uno, un hombre lobo; dos muggles y una sangre sucia y una panda de pelirrojos entrometidos. Todos ellos, sin no estoy mal informado, pertenecen a la Orden del Fénix.
.-Los Granger no.
.-Oh, sí, Harry. Los padres de tu querida amiga sangre sucia informan a Dumbledore de cualquier cosa extraña que vean u oigan a través de su hija.
.-¿Y tú eso cómo lo sabes? –preguntó Harry claramente sorprendido. Nunca había sospechado tal cosa.
.-Yo tengo contactos en muchos sitios, Harry. Eso es algo que debes comprender. Nunca se sabe quien puede estar trabajando para mí.
Harry se calló, intentando procesar la información.
¿Desde cuando los padres de Hermione formaban parte del pequeño séquito de Dumbledore¿Hermione lo sabía¿Sabía que sus padres informaban a Dumbledore de cualquier cosa extraña que sucediese? Debía saberlo, sino, al menos, lo sospecharía. No sería demasiado normal llevar una carta a su director de parte de sus padres y no cuestionarse nada. Pero, si aquello era así¿por qué no le había dicho nada? Eran amigos¿cierto? Se contaban cualquier cosa¿verdad? Entonces¿por qué no se lo dijo¿Acaso no confiaba en él¿acaso no eran amigos¿Acaso le había mentido?
Voldemort sonrió complacido al saber lo que pasaba por la mente del muchacho. Las dudas ya se habían instalado en su mente, ahora solo faltaba que echaran raíces y, entonces, Harry Potter sería suyo. Luego, día a día se ocuparía de que a esas raíces les creciera un tallo y unas hojas y entonces tendría a su merced a un asesino sin escrúpulos ni consideración, defraudado por todos aquellas personas en las que había confiado. Sólo tenía que tener algo de paciencia.
.-Bueno –Tom cortó en seco los pensamientos de Harry al empezar a hablar-, si eso es lo que quieres ordenaré a mis hombres que no les hagan ningún daño. De eso puedes estar seguro. Si les ocurre algo responderán ante mí.
.-Bien. Segundo: nada de marcas, como ya te dije cuando hablamos antes. No soy ningún burdo mortífago tuyo, por lo tanto no seré marcado como tal.
.-Y estoy completamente de acuerdo contigo, pero tendrás que comprender que habrá que crear alguna forma para que pueda llamarte. Serás mi mano derecha cuando estés preparado, muy por encima de los mortífagos, pero aún así deberás cumplir con algunas misiones que te encomendaré. Aunque no debes preocuparte aún por eso, pero te puedo asegurar que te serán divertidas.
.-Por eso no tengo ningún inconveniente, pero ¿qué posibles soluciones hay para convocarme que no sea la marca tenebrosa?
.-Podría ser una muñequera, un colgante... hay muchas posibilidades. Ya las hablaremos otro día, ahora mismo no es importante. Sigue.
.-Tercero: me podré enterar de todo lo que pasa en el mundo, no me tendrás aislado en ese aspecto de ninguna forma. Y también me gustaría saber con antelación los ataques que vas a llevar a cabo.
.-Entiendo lo de que no quieres estar aislado, pero¿para qué quieres saber mis planes? –Tom le miró en aquella ocasión con el ceño fruncido, receloso.
.-No sé –Harry se encogió de hombros-, la verdad es que no tiene demasiada importancia, pero pienso que a lo mejor puedo aprender algo de ello.
.-Es una buena idea. La tendré en cuenta. ¿Alguna condición más?
.-Cuarto: no quiero que nadie sepa que estoy aquí, ni tus mortífagos y aún menos Dumbledore. Se supone que me he escapado de casa y he desaparecido del Mundo Mágico, así que ya te las puedes arreglar para que nadie sospeche que estoy aquí.
.-Eso no será difícil. Cuando alguno de mis mortífagos me informe de que has "desaparecido" mandaré a algunos novatos a "buscarte", para disimular más que nada.
.-Y quinto y último: nada de engaños y sobretodo, nada de meterse en mi mente y husmear en ella. Sé que tienes una muy buena imaginación, pero haz el favor de guardártela para ti o para tus víctimas. Créeme que puedo vivir sin ella –Harry le miraba con decisión, de una forma que pocas veces había mirado en su vida.
Voldemort, en contestación, se quedó mirando al muchacho, con una sonrisa extraña, mezcla de orgullo y algo de hilaridad.
.-Cada vez me gusta más tu actitud, Harry. Sabía que no eras un chico corriente, y la verdad es que no me estás defraudando.
.-No te andes por las ramas, Voldemort.
.-De acuerdo. Prometo no meterme en tu mente, aunque, si quieres que te sea sincero, dudo que pudiera.
.-¿A qué te refieres? –esta vez, Harry no pudo evitar mirarle con extrañeza y confusión, sin saber exactamente de lo que estaba hablando.
.-Esta última semana has estado practicando la Oclumancia¿verdad? –Harry asintió-. He intentado muchísimas veces ponerme en contacto contigo, pero siempre me he topado con una barrera muy sólida. Te doy mis felicitaciones, Harry. No mucha gente lo hubiera conseguido sin ayuda.
Y aunque parecía increíble, Voldemort sonaba sincero y había algún extraño rastro de respeto en la mirada que le dirigió a Harry. Y éste le creyó.
Fue en ese momento en el que un singular lazo se creo entre ellos, un lazo que se podía crear entre dos amigos o, incluso, entre un maestro y su pupilo. En este caso fue entre dos antiguos enemigos. Eso era lo más insólito.
.-Bien, Harry. Me aseguraré que todo lo que has pedido sea cumplido. Pero a cambio tendrás que cumplir algunas reglas.
.-¿Cuáles?
.-La primera es que no podrás salir del terreno que te señalaré luego, cuando te lleve a tu habitación. No vivirás exactamente aquí, sino en una cabaña que he acondicionado para ti en medio del bosque que has visto antes. Es una cabaña grande y bastante acogedora. Allí tienes de todo, no debes preocuparte por nada. También hay una biblioteca muy bien surtida, te aseguro que no te aburrirás. Uno de mis elfos se encargará de todas las labores, así que de lo único que te debes ocupar es de estudiar todo lo que yo te diga.
Harry, ante esto último, frunció el ceño sin estar muy de acuerdo, pero lo dejó pasar y no dijo nada.
.-Te levantarás todos los días al alba y harás varias horas de ejercicio antes de…
.-¡Qué¿Para qué?
Voldemort solo demostró su enojo ante la interrupción lanzándole una breve mirada gélida al chico, pero el tono de voz no cambió en absoluto.
.-Mucha gente no lo sabe ni tampoco le interesa, pero la resistencia del cuerpo de una persona es tan importante o más que la magia en sí. Cuanto más resistente es el cuerpo, más y mejores hechizos podrá hacer sin cansarse demasiado. Y, por supuesto, la Magia Negra que te enseñaré cuando estés preparado no es de la más simple, como la que hacen mis mortífagos. Necesitarás un cuerpo resistente para que puedas aguantar, así que tú decides.
.-¿Me entrenaré solo?
.-Tienes una lista de ejercicios que puedes hacer en un mueble de la entrada. Alguna vez iré a ver como van tus progresos, así que ya te puedes ir esforzando.
Harry se quedó mirando las llamas de la chimenea fijamente, pensando. En realidad no le había molestado que Tom le mandara hacer ejercicio todos los días, de todas formas a él le encantaba gastar energía, pero le había impresionado que Tom se lo dijera. Nunca había pensado en la relación que podía haber entre la resistencia y la magia de una persona, y nunca se hubiera imaginado a Voldemort siendo de esas personas a las que les gusta el ejercicio físico y el cuerpo tonificado.
La imagen del Voldemort que había visto salir del caldero hacía un año vestido con unas mallas azules y haciendo aeróbic rodeado de un grupo de mujeres y hombres vistiendo ropas similares mientras hacían ejercicio consiguió que lanzara una carcajada mentalmente, apenas contenida en el exterior.
Intentado quitarse la imagen de la cabeza prestó atención a Tom cuando volvió a hablar.
.-Otra de mis reglas es la forma en la que te dirigirás a mí delante de otras personas. Cuando en un futuro vengas a mis reuniones con todos los mortífagos, me llamarás "señor". Cuando estemos reunidos con mi círculo interno, me podrás llamar "Voldemort" si quieres, pero tratándome con respeto, nunca interrumpiéndome y nunca contradiciéndome o dudando de mis palabras.
.-¿Y cuando estemos a solas?
.-Con Tom bastará –contestó sin darle demasiada importancia.
.-Creía que no te gustaba que te llamaran "Tom".
.-En realidad depende de la persona que me llame.
Sin embargo, Voldemort le lanzó una mirada que decía claramente que él era el único que tenía ese derecho.
.-Después de hacer ejercicio te pondrás a estudiar los libros que yo te diga. Deberás esforzarte mucho, pues tendrás que haber conseguido en unos dos o tres meses lo que habrías aprendido en los dos cursos que te quedan en Hogwarts.
.-¡Qué¡Pero eso es imposible!
.-No, para ti no es imposible, créeme. Aún no estás enterado de todo lo que dan de sí tus poderes, pero yo te ayudaré a que lo descubras.
Harry le miró incrédulo, sin creérselo del todo todavía, pero no dijo nada. Después de todo, a lo mejor Voldemort tenía razón. Al fin y al cabo, podía hacer magia sin varita sin que el Ministerio se enterase.
.-Si todo va como lo tengo planeado –continuó Voldemort-, en un año, dos a lo sumo, estarás lo suficientemente preparado como para tomar tu puesto como mi mano derecha.
.-Tienes demasiadas esperanzas puestas en mí. ¿Cómo sabes que soy tan poderoso?
.-¿Acaso lo dudas¿Con todas las veces que te has enfrentado a mí y aún no lo tienes claro? –preguntó Tom con un deje sarcástico-. Además, sobretodo para asegurarme, mandé a Nagini a hacerte un "reconocimiento".
Voldemort dirigió una breve mirada hacia la chimenea y Harry lo imitó. Sin que el chico se hubiera dado cuenta, la serpiente de Voldemort había entrado en la habitación y les miraba desde delante de la chimenea donde estaba enroscada.
.-Verás, Nagini es una clase de serpiente muy rara en el mundo y tiene la facultad de "medir" la magia de una persona.
.-¿Cómo?
.-Las personas, sobretodo, como comprenderás, los magos y las brujas, tienen un aura alrededor de su cuerpo que generalmente es transparente. Cuando un brujo se enfada, ese aura se evidencia, y aunque sigue siendo incolora, puede ser percibida por alguien más. Y como bien recordarás en alguna ocasión, también se puede percibir sin que el brujo en cuestión cambie lo más mínimo su estado de ánimo, eso depende mucho de lo poderoso que sea.
Harry asintió, indicándole que siguiera pues lo había comprendido.
.-Pues bien, Nagini lo que hace es detectar esa aura, olfatearla y… "tocarla", por decirlo de algún modo, con su lengua y sus escamas.
.-¿Y sólo con eso ya sabe si un mago es poderoso o no? –preguntó Harry volviendo a mirar a la serpiente.
.-Y no sólo eso, sino que también es capaz de percibir si un mago es capaz de aguantar las Artes Oscuras o no. Y al parecer, en ti ha encontrado un muy buen aguante a cualquier tipo de magia. Por eso sé que eres capaz de aprender todo lo que yo te diga en un tiempo determinado.
Se hizo un pequeño silencio. Harry pensaba con detenimiento todo lo nuevo que había descubierto aquella noche y Voldemort miraba a su nuevo pupilo con detenimiento y una pequeña sonrisa. Sí, aquel chico iba a llenar todas sus expectativas, aunque el mismo chico no se lo creyera.
.-Bien, antes de llevarte a la cabaña me gustaría que me respondieras a unas preguntas –dijo Voldemort, mirando fijamente a Harry. Éste, al oír a Voldemort, levantó la cabeza y se dispuso a escuchar con atención mientras reforzaba sus escudos mentales, sólo por si acaso.
.-Dispara
.-¿Sabes o conoces a alguien que pueda estar en mis filas, pero que esté pasando información a Dumbledore?
.-¿Un espía?
.-Sí, un espía.
Harry sonrió imperceptiblemente. Por supuesto que sabía si había un espía en las filas de Voldemort, Snape sin ir más lejos, aunque había oído en alguna ocasión algún otro nombre. Oh… cómo se divertiría viendo a Snape aullando de dolor mientras Voldemort le torturaba. Sólo faltaría decir una simple palabra para tomarse la venganza que deseaba desde hacía más de un mes. Sólo una palabra…
.-No, no sé de nadie. Dumbledore se las apañaba muy bien para que yo no me enterase de nada, y como puedes comprender, aún me contaba menos –mintió haciendo uso de todos los trucos que podía para que no se le notase su culpabilidad en la cara.
.-¿De nadie¿Snape, por ejemplo¿Malfoy?
.-¿Snape? Para serte sincero, Tom, no le veo traicionándote a ti por Dumbledore. No le conozco demasiado, pero parecer ser un hombre ambicioso, al que le gusta mucho el poder, y al lado de Dumbledore no creo que lo consiga. Pero aún así no me hagas mucho caso. Aún no se distinguir bien entre la gente confiable de la no confiable.
.-Le tendré vigilado –comentó Voldemort, más bien pensando en voz alta-. Me ha dado algunas razones para desconfiar de él.
Harry se le quedó mirando durante unos segundos. Esperaba con todas sus ganas que Voldemort no se hubiera dado cuenta de sus mentiras.
.-¿Alguna otra pregunta? –rompió el silencio el chico al cabo de unos segundos.
.-Sí, la última- Voldemort le volvió a mirar a los ojos-. ¿Dumbledore te contó algo sobre la profecía?
Harry negó con la cabeza como si estuviera desanimado.
.-No me dijo demasiadas cosas, solo lo que creo que tú sabes: que a finales de julio nacería un niño con el poder suficiente como para derrotarte, pero nada más. Ni siquiera sé si ese niño soy yo o algún otro.
.-¿No te dijo nada más? –preguntó Voldemort visiblemente decepcionado-. Creí que al menos te diría el porqué arriesgaste el cuello sin saberlo.
.-No, ni siquiera se dignó a ello. ¿Por qué crees si no que estoy tan enfadado con él? Si me hubiera dicho toda la profecía no me habría enfadado tanto.
.-Maldito viejo loco –exclamó Tom, muy, pero que muy enfadado-. Ahora sí que no sé como podré enterarme de la profecía.
Harry no le contestó. Aunque había dormido un poco en aquel almacén, no había descansado nada y las aventuras de aquel día empezaban a cobrar factura.
.-Supongo que tendré que infiltrar a alguien en el grupo de Dumbledore de nuevo –en ese momento Tom vio el bostezo reprimido de Harry y sonrió con algo que podrías ser considerado "ternura" si no proviniera de aquel ser-. Es algo tarde y debes estar cansado. Vamos, te acompaño a la cabaña.
Tom se levantó del sillón, seguido de Harry, y abandonó la habitación por una puerta distinta por la que habían entrado. Caminaron por unos pasillos en completo silencio, pero cuando salieron de la casa, Tom volvió a hablar.
.-Tienes una botella con poción para dormir sin soñar en la mesilla de la habitación. Toma una cucharada todas las noches cuando te vayas a dormir. Mañana no te levantes pronto para ejercitarte; descansa todo lo que puedas y aliméntate bien¿de acuerdo? Debes coger fuerzas para el entrenamiento que seguirás a partir del día siguiente.
Muy buenas! Qué tal ha ido la semana? La mía ha sido un poco estresante, con los exámenes y todo eso, menos mal que el lunes es el último. Podéis ir dando gracias porque este capítulo ya lo tenía pasado al ordenador, pues no he tenido apenas tiempo para pasar ningún otro, como tengo acostumbrado.Pero bueno, doy gracias porque ya están aquí las vacaciones y pueda hacer lo que me salga de las narices sin tener que preocuparme de las clases.
Pasando a otros temas, qué os ha parecido el capítulo? Por mil vueltas que le he dado, no ha quedado justo como a mí me gustaría, pero bueno, si sigo revisándolo voy a terminar por tirarlo y no me apetece. Bueno, Harry ya está definitivamente con Voldemort y el lío acaba de empezar.
Muchísisisisimas gracias por vuestros reviews, en serio, me encantan. Qué gusto pasarte por tu correo y ver que hay gente a la que le gusta tu fic y encima te deja un mensaje.
norixblack: Wenas wapa! Me alegro que te gustase el cap. No te preocupes, Vernon no será el único que se llevará su merecido. Por cierto, necesito ideas para Nagini, porque no tengo ninguna escena pensada donde salga ella haciendo algo importante, así que ya sabes, se aceptan sujerencias. Por otro lado, deberas crees que voy a decirte lo que es la chica? Qué pasa, que sólo porque menciono unas alas ya tiene que ser un ángel? No podría ser algo así como un pájaro, o un avión¬¬... Emm... mejor déjalo, es muy tarde y ya desvarío xD. Y encima con este calor el cerebro se me derrite y me impide pensar con claridad. No, en serio, deberás esperar para saber si es un ángel o en realidad es un extraterrestre, o algo más, quién sabe xD Bueno, ale, ya estarás contenta, ha aparecido nuestro querido Tom y Harry ya está con él. No te quejarás, verdad? Nos vemos wapa. Un beso.
Tom O'neill Riddle: Tranquilo, no eres el único que está enganchado a Bf. Ese programa es la leche, todo hay que admitirlo. Espero que este capítulo también te haya gustado, aunque la verdad es que a mí no mucho, pero bueno. Besos.
Sonia11: Bueno, ya sabes lo que pasa con Harry, no? Al menos te lo imaginas. Confío en que este capítulo también te haya interesado. Cuídate.
Serenitakou: Muchas gracias por tus ánimos, wapa. Creo que los exámenes me fueron bien, sólo me falta hacer el de tecnología el lunes y ya estaré libre. No eres la primera persona que me dice que soy malvada, incluso me han dicho cosas peores xD Pero bueno, que gracia tiene sino intentar dejar en suspense a los lectores para que tengan ganas de leer el próximo capítulo? xD Bueno, debo disculparme contigo, aún no me he pasado por tu fic como te prometí, lo siento! Pero es que me absorvieron los exámenes, pero te prometo que de este finde no pasa. Nos leemos, wapa, un besote.
Kisuna-chan: Bienvenida! Jo, menuda matada leerte todo el fic de una, no? Muchas gracias por tu review. Ey, no te cortes, si tienes preguntas hazlas, otra cosa es que luego te las responda, pero por intentar no pasa nada xD Cuídate. Besos.
Aidee: Hola! Ey, no digas esas cosas, que me haces sonrojar. Buff, me alegro que el fic guste a la gente. Y no te preocupes, por no haberme dejado review, con éste has compensado los que no has mandado ;) Menudos ánimos, muchas gracias! Bueno, a ver, ya te puedes ir haciendo a la idea de que Harry está con Tom, eso no se va a cambiar. Ay, no me preguntes si Harry va a hacer algo que luego no se pueda reparar... Harry se va a convertir en la mano derecha de Tom, y como tal hará cosas malas, vamos, digo yo xD Tú crees que si Harry manda un Avada a alguien éste pueda volver a vivir? Bueno, pues ahí tienes la respuesta xD A mí también me da pena Remus, con lo lindo que es y lo que tiene que pasar el pobre. Pero bueno, ya se verá lo que hará en próximos capítulos, aunque, entre tú y yo, creo que ya se hace una idea de dónde está Harry. Un besote.
Santi: Hola! Muchas gracias por tus ánimos y por tu review. Esperemos que este capítulo te haya gustado. Y no te preocupes que este fic va para largo. Saludos.
Bueno, esto es todo amigos. Nos vemos la semana que viene.
Besos
Aykasha-peke
Miembro de muchas Órdenes
