Disclaimer: Harry Potter y sus personajes son propiedad de J. K. Rowling. Esta historia está escrita sin ánimo de lucro.

A REFUGIO EN LA OSCURIDAD

Capítulo 16

La vieja Mansión Ryddle que reinaba sobre Pequeño Hangleton bullía de excitación y movimiento. Personas encapuchadas salían y entraban de la mansión sin parar, unos con las manos vacías y otro con objetos o rollos de pergamino.

Era muy temprano, apenas acababa de amanecer, pero en el salón principal ya se llevaba a cabo una de las reuniones más importantes de la semana. Voldemort se encontraba sentado en su trono, observando a los pocos mortífagos del Círculo Interno que no habían sido apresados ir y venir por la sala hablando los unos con los otros, planeando hasta el mínimo detalle de su próximo ataque a Azkaban para sacar a sus vasallos detenidos. Pero sobretodo, ese día esperaba a un hombre en especial, el último fichaje importante que había incorporado a sus filas.

Nagini se encontraba enrollada sobre sí misma delante de la chimenea, donde pasaba la mayor parte del tiempo para obtener calor. Tom la había hechizado para que no fuera a invernar en cuanto llegase la estación fría, con la excusa de que necesitaba tener a alguien lo suficientemente inteligente con el que pudiera hablar sobre cualquier tema, y ella había sido su única opción. No que a Nagini le molestase, le encantaba estar con él y observar como regañaba a sus mortífagos por su incompetencia. Sí, realmente prefería eso a dormir durante más de tres meses sin parar.

Minutos después, un hombre completamente oculto tras su capa oscura con capucha y su imperturbable máscara blanca entró en la sala y se inclinó ante el señor Oscuro. Los demás mortífagos del salón los dejaron solos a una señal de su mano.

.-Consiguieron sacar el velo. Dumbledore lo tiene ahora a buen recaudo en Hogwarts.

El mortífago, al acabar de hablar, dio un par de pasos hacia atrás asustado al ver la furia y la ira en los ojos de su señor y en el gesto de su cara. No entendía porqué era tan importante ese extraño velo para su señor, pero era lo suficientemente inteligente como para no preguntar y así no hacer caer la atención sobre él.

Después de unos segundos y de que intercambiara algunos siseos con su serpiente, Voldemort volvió a fijar sus escalofriantes ojos rojos sobre su espía. Éste tembló ante ello, sin saber como podía reaccionar su señor.

.-¿Y el Ministerio como se encuentra?

.-Revolucionado, mi señor. Los que se encargaron de entrar al Departamento de Misterios vestían túnicas y capas negras, así que le han culpado a usted y a los mortífagos del robo.

.-Muy bien –Voldemort intentó controlar su tono de voz y su furia-. Mantenme informado. Puedes irte.

El mortífago se inclinó ante Voldemort, le besó los bajos de la túnica y salió de la estancia en silencio.

.-"Creo que deberías informar a Harry, Tom" -le dijo la serpiente suavemente, no queriendo provocar la ira de su dueño.

.-"No le va a hacer ninguna gracia"-

.-"Ya lo sé, pero se lo tomará mucho peor si se entera por otros medio. Es una buena oportunidad para ganarte la confianza completa del chico"-

Voldemort asintió. Sabía que la serpiente tenía razón. Suspiró y volvió a su forma humana aprovechando que no había ningún mortífago en la habitación. Se pasó una mano por sus oscuros cabellos peinándolos hacia atrás. Sí, era una buena idea ir ahora a donde estaba Harry e informarle. No valía la pena perder tiempo.


Andar. Era lo único que tenía en mente. Andar… y andar… y andar… Se encontraba solo en aquel oscuro, infinito y vacío espacio, pero tenía el presentimiento de que si seguía andando se encontraría con alguien a quien él quería mucho.

Siguió andando sin descanso. Por mucho que caminase su alrededor no cambiaba; parecía que no se desplazaba, pero no perdía la esperanza. No quería perder la esperanza.

Dio un paso, y luego otro y cuando dio uno más, todo a su alrededor cambió. Ya no se encontraba en aquella infinita Nada, si no delante de una tarima, con tribunas a su alrededor. Un arco de piedra vieja con un raído velo cayendo de él se alzaba enfrente suyo. La desgastada tela se mecía suavemente, incitándole a que se acercara, incitándole a que la tocara. Su hipnotizador baile le impidió que prestara atención a su alrededor, por lo que no vio cuando todas las tribunas se llenaron de rostros conocidos y desconocidos para él.

De pronto, el velo empezó a agitarse con más fuerza, como si una terrible ventisca intentara arrancarlo del arco de piedra. Harry se asustó y dio un paso atrás asustado. Y en un momento un cuerpo fue expulsado del interior del velo y cayó a los pies del chico. Toda la sala se encontraba en silencio, ninguna de las personas abrían la boca para nada y el velo había vuelto a su calma, aparentando inocencia. El muchacho no pudo evitar inquietarse ante la tensión de la sala y aún menos sorprenderse y dar un salto del susto cuando el cuerpo a sus pies se movió y se puso de pie, revelando una considerable altura, un largo y liso pelo negro y unos brillantes ojos azules, que en vez de mostrar su típico brillo divertido y bromista mostraban uno de furia y odio.

.-Sirius… -pronunció Harry al ver a su padrino frente a él con algo de intimidación, pero, aún así, con felicidad al verle, ignorando los ojos acusadores con los que le miraban las personas sentadas en las tribunas.

.-No te atrevas a decir mi nombre, asesino –le espetó el hombre con ira, haciendo que Harry se volviera a echar hacia atrás aterrado.

.-Si… Sirius… yo no…

.-Oh, sí. Tú, sí… -Sirius frunció el ceño, entrecerró sus ojos azules y le miró amenazadoramente-. Es tu culpa que ahora yo esté muerto.

.-Sirius… no, por favor –Harry caminó hacia atrás negando con la cabeza.

.-Eres un asesino, Potter –le escupió-. No mereces ni siquiera llevar ese apellido. Tus padres están decepcionados de ti.

.-Yo… yo no quise que murieras…

.-¡Cállate¡El que debería estar metido en ese velo deberías ser tú y no yo¡Siempre haces daño a todos los que quieren protegerte!

El principio de los escalones detuvo el retroceso de Harry. Sirius no había dejado de avanzar hacia Harry hasta que éste cayó y quedó sentado en uno de los escalones, ocultando su cabeza entre sus rodillas y tapando sus oídos con sus manos.

.-No digas más, Sirius… -susurró lastimeramente Harry, sintiendo como las lágrimas caían por sus mejillas-… por favor…

.-Te mereces todo lo peor, Potter –una nueva voz se alzó sobre la de Harry y la de Sirius, una voz más juvenil pero tan impregnada de odio como la del adulto.

El velo había vuelto a agitarse expulsando un nuevo cuerpo que ya se había levantado del suelo y se encontraba al lado de Black. Su pelo castaño claro caía en mechones desordenados sobre sus ojos grises brillantes de odio, sus agraciadas facciones contorsionadas en un gesto de ira.

.-¡Cedric! –exclamó Harry al reconocerle.

.-Diggory para ti, asqueroso asesino.

Harry negó con la cabeza, respirando agitadamente.

.-Esto es una pesadilla… no pude ser posible.

.-Claro que es posible, Potter –dijo Diggory regocijándose del sufrimiento del chico-. ¿Qué pasa, Potter¿Tienes miedo¿Sientes culpabilidad, por fin?

.-Cedric, por favor… cállate…

.-No pienso callarme, Potter. Yo tenía toda una vida por delante y tú me la arrebataste.

.-No… no fui yo, Cedric… Fue Voldemort, él…

.-¡Fuiste tú¡Tú me quisiste quitar de en medio¡Querías toda la fama para ti, todo el dinero!

Harry negaba con ímpetu con la cabeza, sin querer escuchar más. Él no era un asesino, él no los había matado, todo fue un accidente. No quería seguir allí, quería escapar, quería despertar…

.-Hola, Harry –una voz, esta vez de mujer, hizo que levantara la cabeza.

Allí, frente suyo, estaba la mujer con la que tantas veces había soñado en su vida, la mujer a la que había visto y oído cuando los dementores habían estado cerca de él. Su cabello pelirrojo caía en suaves ondas a su espalda y esos ojos verdes, tan parecidos a los suyos pero a la vez tan diferentes, le miraban con asco y decepción.

.-Ma… mamá…

.-Eres una vergüenza, Harry. ¿Para esto sacrifiqué mi vida por ti, para que te convirtieras en un asesino?

.-Tú… tú también no… por favor…

.-Di mi vida por ti¿y así es como me lo agradeces¿Matando a todos los que te rodean?

Las personas de las tribunas fueron levantándose una a una sin dejar de mirar de mala manera a Harry. Las caras contorsionadas por la ira giraban a su alrededor, agobiándole e intentando volverle loco.

.-No te mereces llevar mi apellido. Me avergüenzo al pensar que eres mi hijo –James Potter apareció al lado de su esposa, con su pelo eternamente alborotado y sus ojos castaños tras unas gafas de montura redonda muy parecidas a las que había llevado Harry meses atrás. Harry, al verle, sólo atinó a apoyar sus brazos en el suelo para poder subir un escalón e intentar escapar de todo aquel odio que iba dirigido contra él.

.-Sí, Potter, todo es por tu culpa. Sólo eres un repugnante y loco asesino que lo único que busca es tener más fama –espetó Diggory, acercándose hacia Harry.

.-Y no sólo eso, si no que ahora se ha convertido en la mano derecha de Voldemort –añadió James, aún al lado de Lily pero sin quitarle los ojos de encima. Ésta, lo único que hacía era apoyar lo que decía su marido con un movimiento afirmativo con la cabeza, mirando con decepción a su hijo.

.-No… esto… yo no…

Harry no podía parar de balbucear. Eso tenía que ser una pesadilla, no podía ser real. Su cuerpo temblaba y lágrimas seguían cayendo de sus aguados ojos verdes.

.-Eres un asesino, Potter. No intentes mentirnos, nosotros sabemos la verdad, sabemos que estás loco, sabemos que eres un ser repulsivo que no merece vivir –Diggory se seguía acercando, sin dejar de mirarle con profundo odio.

.-Mira a tu alrededor, Potter –la voz de su padrino se escuchó aterradoramente cerca de su oído-. ¿Sabes quiénes son todas estas personas¿Sabes qué tienen en común?

El chico negó con la cabeza sin querer ver los rostros de las personas que se alzaban en torno a él.

.-Todas estas personas son víctimas tuyas, tú los mataste a todos ellos.

.-No… eso no es verdad… yo no he matado a nadie.

.-Sí que lo hiciste, Potter. Todos ellos están muertos por tu culpa, por intentar protegerte, por intentar ayudarte.

Harry negó con la cabeza una vez más, mirando a su padrino con ojos aterrados. La respiración la tenía entrecortada y sollozos estremecían todo su cuerpo. Giró la cabeza hacia todos lados, buscando un lugar por donde pudiera escapar, pero lo que encontró fue las miradas de rencor y aborrecimiento de todas las personas que estaban de pie en las tribunas. Completamente aterrado pudo alcanzar a ver las cabezas pelirrojas de toda la familia Weasley al completo, el pelo castaño y entrecano de Lupin, el terrible color rosa chillón de Tonks, el cabello ensortijado y marrón de Hermione… apartó los ojos y los posó en el suelo, sintiendo una opresión en su pecho que le impedía respirar.

.-¿Los ves, Potter¿Te sientes orgulloso de saber que tú provocaste sus muertes? –de nuevo, la voz de su padrino le hizo temblar, sin poder parar de llorar.

.-No… por favor, que esto pare… que esto pare… -Harry volvió a esconder su cara entre sus rodillas con las manos en sus oídos balanceándose de atrás a delante.

.-Esto no va a parar, Potter. Todo esto es culpa tuya –James le miró como si fuera un monstruo.

.-Eres un asesino, mataste a tus amigos como me mataste a mí.

Una a una, todas las personas de la sala empezaron a hablar al mismo tiempo reprochándole por todo, echándole las culpas de cualquier cosa que había pasado. Harry, sin poder aguantar más, se puso de pie de un salto y salió corriendo hacia el otro extremo de la sala, lo más lejos posible de sus padres, pero no pudo ir muy lejos. Unos brazos fuertes le sostuvieron antes de que llegara al arco, abrazándole por la cintura e impidiéndole que se moviera. Harry giró su cabeza y sintió como su un balde de agua fría le cayera encima al ver a Lupin detrás de él sujetándole, mirándole con fríos ojos dorados, con un brillo salvaje en ellos. La voz no llegó a la garganta de Harry al ver a su antiguo profesor. En un momento, y sin poder hacer oposición ante la inmensa fuerza del licántropo, éste le dio la vuelta poniéndole de cara a su madre, que se encontraba a un par de metros de ellos con la varita extendida ante ella. Un brillo feroz iluminando sus ojos verdes.

.-Mamá…

Lily pronunció las palabras fatales y un inmenso rayo verde fue dirigido directamente hacia él.

Abrió los ojos y se sentó en su cama sobresaltado, su cuerpo estaba cubierto de sudor y sus aterrados ojos verdes observaban todo a su alrededor, buscando a todo el mundo de su sueño, aterrorizado. En cuanto vio que se encontraba solo en la pequeña choza que le habían asignado cuando llegó, pudo tranquilizarse mínimamente. Suspiró con alivio y se dejó caer de vuelta a la cama, con su respiración completamente agitada. Sintió las mejillas humedecidas por las lágrimas que había derramado. Giró la cabeza y miró al cielo a través de la pequeña ventana que había en la choza. Aún no había amanecido, el color azul oscuro casi negro imperaba en el cielo, con unas franjas de un color más claro por la vía láctea y unas pequeñas estrellas brillantes iluminándolo. A Harry le encantaba mirar el cielo por la noche en aquel sitio, era un paisaje impresionante.

Sabiendo que no se iba a volver a dormir, se levantó, se vistió con la túnica especial que se utilizaba allí y salió de la choza sin hacer nada de ruido. Corría una suave brisa y el terreno estaba húmedo, al parecer hacía poco que había dejado de llover. Salió de los terrenos del poblado y se dirigió hacia el arroyo. Era un buen sitio para pensar y necesitaba refrescarse.

Pasó allí un par de horas, pensando en su sueño hasta que, gracias al agradable ambiente que siempre rodeaba aquel sitio se quedó profundamente dormido. Cuando despertó horas después la pesadilla había sido olvidada y apenas recordaba cómo había llegado a aquel sitio.


Como ya se había hecho costumbre, en cuanto apareció en el claro por medió del traslador se encontró rodeado por una veintena de personas camufladas en las ramas de los árboles, pero esta vez estaban en una postura más hostil de lo normal. Se preguntó la causa de eso y decidió preguntárselo a Aka más tarde cuando estuvieran a solas.

El jefe de la tribu, como si hubiera leído su pensamiento, saltó desde el árbol cayendo muy cerca de donde se encontraba Tom.

.-¿Qué es lo que ocurre, Aka? –le preguntó sin vacilar al ver el rostro en tensión y alerta del indígena.

.-Vamos, Asyu. No es seguro hablar aquí.

Los dos hombres caminaron con rapidez hacia el amparo de los árboles. Los demás miembros de la tribu se dispersaron en cuanto estuvieron de vuelta a salvo en el poblado; los dos hombres siguieron caminando hasta estar en la choza de Aka, donde se sentaron en las coloridas esterillas y pudieron relajarse mínimamente.

.-¿Qué ha ocurrido, Aka¿Qué ha pasado?

.-Ya sólo quedamos nosotros. Los B.A.T. aniquilaron a los Eskru hace unos días.

Un pesado silencio se adueñó del ambiente que rodeaba a los dos hombres. Aka se levantó, incapaz de seguir sentado y quieto, y preparó un bol de una extraña mezcla de ingredientes.

.-¿Cómo es posible? –se extrañó Tom-. Que yo sepa, los Eskru tenían una de las mejores barreras defensivas que he visto en mi vida. ¿Cómo pudieron entrar?

.-Los B.A.T. cada vez tienen mejores métodos para luchar contra los espíritus. Ya nada se les resiste. Y los espíritus cada vez tienen menos poder para poder ayudarnos.

Por primera vez en la vida, algo que se podía denominar como preocupación se pudo avistar en los ojos rojos de Tom. Aquel hombre no era su hermano, pero sí le consideraba como un amigo muy cercano y, aunque no lo aceptaría en voz alta ni en un millón de años estando borracho, se preocupaba por él. No quería que le ocurriese nada malo.

.-¿Y por qué no os marcháis? Escapad de aquí y estacionaros en alguna ciudad. Pon a tu poblado a salvo.

Aka se dio la vuelta bruscamente y le miró con ojos enfurecidos.

.-Ni se te ocurra volver a decir esa insensatez. No somos cobardes; si tenemos que enfrentarnos con esos magos traidores a los Antiguos lo haremos. No huiremos como cobardes ratas y aún menos a esos lugares infectados de "gente civilizada". No traicionaremos a los espíritus.

Tom no se perturbó ante la inmensa ira que desprendía el aura del jefe de la tribu. Por mucho que ese hombre fuera poderoso y su hermano de espíritu, él era Lord Voldemort y no se dejaba amedrentar con facilidad. Su respuesta fue de lo más tranquila posible, sin apartar sus ojos rojos de los negros del otro hombre.

.-No hace falta que te pongas así, sólo era una sugerencia.

.-Pues guárdate sugerencias de ese tipo para ti, no necesito escucharlas.

Tom no le contestó. Se limitó a coger un trozo de carne del bol que le tendía Aka y a saborearlo con lentitud y delicia. Aka le imitó.

.-Bueno, cuéntame sobre Harry –rompió Tom el pequeño silencio tenso que se había formado-. ¿Dónde está? No le he visto en la compañía de recibimiento cuando me he aparecido.

.-En realidad no lo sé. No le he visto yo tampoco en toda la mañana, y con Karil tampoco está, ni tampoco en su choza. Pero no creo que debas preocuparte por él, le encanta estar en la selva y sabe cuidarse muy bien él solito.

.-Se ha familiarizado muy bien con este mundo por lo que veo.

.-Sí -afirmó Aka rotundamente-, mucho mejor de lo que yo pensaba. No le ha importado en absoluto tener que trabajar con sus manos si quería algo. Y además es poderoso, muy poderoso. Realmente hace honor a todo lo que he oído sobre él.

.-Sí, en eso tienes razón. La primera vez que lo ves te da la sensación de ser un chico bastante frágil y débil, pero sólo hace falta ver sus ojos para darte cuenta de que estás completamente equivocado.

.-Estás completamente convencido de convertirlo en tu mano derecha¿verdad? –le preguntó Aka con mucha seriedad.

.-Por supuesto que sí –afirmó sin dudar-. Con él conseguiré todo lo que he soñado desde que era joven, conseguiré dominar el mundo y destruir a todos los muggles y a los sangre sucia.

.-Sabes que no voy a discutir contigo tus deseos ni tus ambiciones –dijo Aka-, pero permíteme que te diga una cosa.

.-¿El qué?

.-Si quieres que el chico se convierta en un mago tenebroso asesino y terrible, como tú, ya puedes ir ideando algún plan para transformar al chico.

.-¿A qué te refieres?

.-Harry tiene un alma… inocente. Su corazón es bueno; por mucho que quiera ser alguien como tú y no tener sentimientos, los tiene. Si no ocurre nada que le haga cambiar drásticamente terminarás perdiéndolo y él volviendo al bando de la luz.

Voldemort asintió con la cabeza, dándole la razón. Ya había pensado en eso desde que Harry había aceptado unirse a él, así que ya tenía un plan para terminar de convencerlo si, por si acaso, esas dudas empezaban a crecer en la mente del muchacho.

.-Ya había pensado en eso. Harry ha estado demasiado tiempo bajo el amparo y los ideales de Dumbledore, así que es normal que aún no tenga las mismas creencias que yo. Pero tranquilo, ya sé lo que tengo que hacer para atarle a mi lado para siempre.

.-Me alegro –dijo Aka, llevándose un trozo de carne a la boca-; ese chico tiene un carácter muy fuerte. Espero que no te traiga problemas.

En ese momento la puerta de la choza se abrió y por ella pasó un joven muchacho alto y bronceado.

.-Buenos días, Harry. Ahora mismo estábamos hablando de ti –le saludó Tom.

.-Hola, Voldemort, no te esperaba.

.-La verdad es que no pensaba pasarme hoy por aquí, pero ha ocurrido algo que es necesario que sepas.

El susurro de la voz grave y seria de Tom preocupó a Harry, que se sentó en las esterillas al lado de su maestro después de saludar a Aka con un movimiento de cabeza y esperó a que el mago tenebroso hablara.

.-Ayer por al noche, Dumbledore envió a un grupo de su Orden del Fénix al Ministerio y robó el Velo de la Muerte –la furia empezó a brillar en los ojos de Harry-; en estos momentos se encuentra en la protección de los muros de piedra del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.


Hola gente! Qué tal todos? Espero que todos estéis bien. Sé que he tardado en actualizar, pero he tenido algo de lío en casa. También sé que este cap es algo aburrido y que la espera no mereció la pena, pero… bueno, intentaré compensaros subiendo el próximo capítulo pronto ;)

Mis agradecimientos especiales a EugeBlack, sin ella no hubiera subido el capítulo hasta dentro de unos cuantos días, así que muchísimas gracias, wapa. Pasaos por sus fics, son simplemente fantásticos. Y escribe pronto esos fics que tienes en mente y no me hagas sufrir más ¬¬

Por supuesto también muchísimas gracias a todos los que se molestaron en dejarme un review. Las contestaciones a los comentarios los mandaré por e-mail en breve.

Y Miyuki, sigo sin saber tu dirección, no salió en el review que me mandaste. Intenta volver a mandármelo, otra vez, ok? Un besote

Bueno, nos leemos en el próximo cap. Cruzad los dedos para que sea pronto.

REVIEWS, PLEASE!

Besos

Aykasha-peke
Miembro de muchas Órdenes