3- Explicaciones
Todos los amigos se encontraban en el comedor de la casa. Vanilla les había ofrecido galletas y té, algo que todos agradecieron.
Mientras comían, Amy comenzó a interrogar a los chicos. Quería respuestas a lo que todos se estaban preguntando.
- Chicos – empezó - ¿Cómo fue que pasó? ¿Dónde estaba y por qué estaba allí?
- Es una larga historia – comentó Tails.
- Tenemos mucho tiempo – respondió Vanilla. Ella también quería entender que había sucedido.
Sonic lanzó un suspiro largo y explicó con sus palabras:
- Tails y yo estábamos cerca de la entrada al bosque. Estábamos hablando, cuando escuchamos un zumbido muy extraño. Miramos hacia arriba y vimos algo parecido a un destello de luz que se iba acercando.
- ¿Era Shadow? – preguntó Cream.
- No lo sabíamos – respondió Sonic – Así que fuimos hasta donde parecía haberse estrellado el destello. Ahí estaba.
- Se veía muy mal – agregó Tails.
- Y luego llegó este tonto y trató de matarlo – se burló Sonic señalando a Knuckles.
- ¡Oye! – se molestó Knuckles – Quise hacerlo porque es una amenaza para todo este planeta.
- Pues ahora no – lo interrumpió Amy – Es más, no reaccionó mientras estábamos con él.
- ¿Estará muerto? – se asustó Cream.
- No – respondió Tails – Cuando lo encontramos, reaccionó levemente. Levantó la cabeza, nos miró y volvió a desmayarse.
Todos lo miraron. Al parecer, no lo podían creer.
- ¿Y no los atacó? – preguntó Amy - ¡Eso es raro tratándose de Shadow!
- Lo mismo pensamos – respondió Knuckles.
- Pero espero que cuando se recupere no nos ataque – comentó Sonic – Sus ataques ya me dejaron cansado.
- ¡Trató de matarte, Sonic! – exclamó Amy – Eso no es gracioso. Y no fue una sola vez.
- Oye, tranquila – la calmó Sonic – Aunque tratara de hacerlo, volvería a fallar. Todavía no sabe de lo que soy capaz.
Amy sonrió levemente. Realmente admiraba esa valentía.
- Chicos – interrumpió Tails – Además, antes de encontrarlo, yo hallé esto.
Les enseñó el brazalete de oro. Todos entendieron que le pertenecía a Shadow.
- Solo había uno – prosiguió Tails – El otro no sabemos donde puede estar.
- Tails – murmuró Cream – Creo que yo encontré hoy un brazalete parecido.
- ¿En serio? – se asombró Sonic - ¿Dónde está?
Cream metió la mano en el bolsillo de su vestido y sacó un brazalete idéntico. Era el otro, el que estaba perdido.
- ¡Ese es! – exclamó Tails al verlo.
Cream sonrió y le entregó el dorado objeto a Tails.
- Buen trabajo Cream – dijo Sonic levantando el pulgar y guiñándole un ojo.
La conversación se silenció levemente. Todos tenían las mismas preguntas, pero las respuestas solo podían ser entregadas por Shadow, y razonar con él, era muy difícil.
Cuando pasaron unos minutos, Cream fue la primera en reaccionar.
- ¿Y si vamos a ver si ya despertó?
- Yo no entro a ese cuarto – respondió Knuckles – Si lo hago, aquí correrá sangre.
- ¡Que dramático eres amigo! – comentó Sonic – Apuesto a que lo único que quieres es partirle la cara.
- Tú si sabes, Sonic – respondió el equidna.
- Bueno ¿alguien irá? – preguntó Cream.
- Vayamos nosotras – respondió Amy – Pero que Sonic nos acompañe.
- ¿Por si intenta escapar? – interrogó Sonic.
- Así es – corroboró Amy.
Sin decir nada más, los tres se pusieron de pie y fueron a la habitación donde habían dejado a Shadow.
Al abrir la puerta de la habitación, todo en su interior se encontraba sumido en la oscuridad. Una tenue luz irradiada por la luna, atravesaba la ventana y se introducía en la habitación.
Por ese pequeño rayo adormecido de luz, se distinguía muy poco de la habitación, pero a pesar de eso, tanto Sonic como Amy y Cream lograron distinguir la figura de Shadow. Seguía desmayado y no había hecho el más mínimo movimiento.
- Por lo que veo, no se ha movido – comentó Cream en voz baja.
- ¿Cuánto tiempo estará así? – preguntó Amy.
- Quién sabe – respondió Sonic.
- Chicos miren – interrumpió Cream - ¡Se está moviendo!
Los tres miraron hacia donde estaba Shadow y efectivamente se estaba moviendo, aunque de manera casi imperceptible.
- Esperen, vuelvo en un momento – les dijo Cream mientras se disponía a alejarse de allí.
- ¿A dónde vas? – preguntó Amy.
- A buscar algo – respondió Cream y se alejó de ambos.
Sonic y Amy la miraron confundidos, pero inmediatamente volvieron a dirigir su atención hacia el interior de la pieza. Shadow había dejado de moverse.
- ¿Qué crees que le haya pasado? – preguntó Amy a Sonic.
- No lo sé – respondió el erizo – pero tengo la sensación de que sea lo que sea que le haya pasado, nos terminará involucrando a todos.
- ¿Por qué? – preguntó Amy sin entender muy bien.
- ¿No es raro que haya desaparecido durante casi dos meses y luego caiga del cielo como si nada? – preguntó Sonic.
- Pues sí – respondió ella. Luego dudó un momento y preguntó - ¿Crees que lo hayan atacado?
Sonic se paralizó unos segundos. Si a Shadow lo habían atacado, tal vez lo seguirían hasta matarlo.
- Si es así… - respondió Sonic - …tal vez nos enfrentemos a una nueva amenaza.
- No me gusta esa idea – murmuró Amy – La última vez pudimos perderte a ti ¿Lo recuerdas?
- Es irónico que en parte, gracias a él, sigo con vida – contestó Sonic refiriéndose a Shadow.
- Sí – afirmó ella – pero no quiero más ataques.
- ¿Le temes a algo? – preguntó Sonic en tono burlón.
- No, no es eso – respondió la eriza molesta.
- Pues, debes tener algún motivo – argumentó él – usualmente ante una posible amenaza respondes siempre dispuesta a pelear.
- ¡Pero esta vez no y ya! – respondió Amy de modo cortante.
Sonic se paró frente a ella y la confrontó.
- Dime que te pasa
- Olvídalo – respondió ella – yo estoy bien.
- La verdad, eres muy rara – dijo Sonic con burla – Primero me persigues y cuando te ofrezco ayuda te alejas.
- ¡No, no es eso! – exclamó Amy, temerosa de que él lo malinterpretara.
- ¿Entonces que te ocurre? – preguntó él, mostrando que comenzaba a perder la paciencia.
- ¡No quiero perderte! – gritó ella mientras lo sujetaba por los hombros y clavaba su mirada en la de él.
Sonic la miró perplejo. Él siempre la había visto como una chica acosadora que lo perseguía día y noche, pero que en el fondo era alguien muy sensible, valiente y hermosa. Y ahora que la escuchaba decir eso, sospechaba que ella le ocultaba algo más, aunque siempre supuso que algo más decía ella con sus palabras, sus sofocantes abrazos y sus incontables lágrimas por cada vez que él estaba en peligro.
Sonic no dijo nada. Solo la miró a los ojos. Ella en cambio, cerró los ojos, lo soltó de los hombros y agachó la cabeza.
- Lo siento – murmuró – No quise gritarte.
Sonic apoyó suavemente su mano sobre el hombro de ella.
- Oye, si nos unimos para vencer a nuestro enemigos ¿Qué puede pasar?
Ella volvió a sonreír. Sonic siempre era tan optimista, aún cuando parecía que las cosas iban de mal en peor.
- Chicos ya llegué – la voz de Cream los hizo separarse y mirarla llegar por el pasillo con una vela encendida entre las manos. Esta se encontraba posada en un candelabro.
- ¿Por qué la vela? – preguntó Amy.
- Es para alumbrar el cuarto – respondió Cream – Así no estará tan oscuro.
- Buena idea – aprobó Sonic.
- Bien, entraré a dejarla – declaró ella.
- ¡No! Espera, voy contigo – la detuvo Amy.
- ¿Por qué? – se extrañó Cream.
- Aunque esté inconsciente, es peligroso – explicó Sonic.
Cream lo miró extrañada.
- De acuerdo – respondió Cream con su voz traviesa.
Ambas entraron en la habitación oscura y dejaron el candelabro con la vela sobre un velador (o mueble pequeño) que estaba al lado de la cama, en el mismo momento en que Shadow comenzaba a abrir los ojos.
- ¡Amy, mira! ¡Se está despertando! – exclamó Cream en voz baja.
Las dos se quedaron quietas, Amy abrazó con fuerza a Cream para protegerla.
Sonic se percató de la situación y entró en el cuarto que ahora parecía tener el mismo peligro que la cueva de un oso.
- Tranquilas – les dijo a ambas, mientras se acercaba por detrás – No pasará nada.
Los tres miraron atentos, estancados al suelo, sin mover ni un solo músculo. Solo veían la situación que parecía ir en cámara lenta.
Shadow movió lentamente la cabeza de un lado a otro. Abrió los ojos por completo, observando a su alrededor.
Solo pudo ver una habitación levemente iluminada. Las tinieblas parecían envolver el lugar. Giró la cabeza hacia la derecha y vio una vela encendida, sostenida por un candelabro. La llama parecía danzar como una bailarina cansada.
Levantó un poco más la cabeza y distinguió entre la débil luz y la oscuridad, tres rostros familiares. No dijo nada.
- Hola – murmuró Cream.
Los demás no dijeron nada. Parecía haber una tensión incomoda entre ellos.
- ¿Dónde estoy? – preguntó Shadow rompiendo el silencio.
- A salvo – contestó Sonic.
- Eso no responde a mi pregunta – contestó Shadow incorporándose y quedando sentado sobre la cama.
- Creo que nosotros deberíamos hacer las preguntas – dijo Sonic desafiante.
- Veo que sigues tan insoportable como siempre – se burló Shadow.
Amy y Cream se miraron asombradas. Era increíble que lo primero que hiciera Shadow al despertar fuera pelear con Sonic.
- ¡No empiecen por favor! – interrumpió Amy.
Sonic y Shadow guardaron silencio, lanzandose unas cuantas miradas de ira, de manera discreta.
- ¡¿Alguien puede decirme que hago acá?! – insistió Shadow.
- Te desmayaste – dijo Cream con algo de miedo.
- Sonic, Tails y Knuckles te encontraron desmayado y lastimado en la entrada al bosque – respondió Amy complementando lo dicho por Cream – Sonic dice que te vio estrellarte.
- ¿Desde donde caíste? – preguntó Sonic.
Shadow empuñó las manos y cerró los ojos antes de responder.
- Eso no importa.
- ¡Claro que sí importa! – exclamó Amy – Casi todos creímos que estabas muerto.
- No lo estoy – respondió Shadow – He estado en muchos lugares. Que no haya venido antes, no significa que yo esté muerto.
- Te vimos desaparecer – recordó Sonic – Luego de que generaras el Chaos Control te vimos desaparecer.
- Al menos no olvidaste eso – dijo Shadow.
Sonic sabía perfectamente que Shadow se refería a cuando lo golpeó para salvarlo, pero no dijo nada.
- Lo que importa es que estás aquí – dijo Cream.
- Y que sigues vivo – completó Amy, dudando de sus propias palabras.
- No necesito que me ayuden – contradijo Shadow - ¡Ya pueden ir olvidando esa idea!
- Que yo sepa se dice gracias, Señor Simpatía – se burló Sonic.
Shadow lo miró de reojo, pero se guardó los insultos. No estaba de humor para eso.
- Aún así no puedes irte – le recordó Amy – Estás herido aún.
- Ustedes no entienden ¿verdad? – fue lo último que dijo Shadow, luego se levantó rápidamente, fue hasta la ventana, la abrió y escapó veloz como el viento.
- ¡Oye espera! – le gritó Sonic.
Nadie le contestó al erizo. Él, junto a las dos chicas se quedaron quietos unos segundos, viendo la ventana abierta, por la cuál hace unos segundos había escapado aquel imperturbable erizo negro.
Y… ahí está el capitulo 3
