Por fin el segundo capi! (gomen por tardarme tanto u-u). Este lo he hecho bastante mas largo, aunque espero que no se os haga muy pesado ù.uU. Gracias por los reviews, abajo las respuestas.
PD: Dejar más reviews, onegai! TT-TT
Disclaimer
Ya sabeis, Naruto es de Masashi Kishimoto y blablabla… El fic y Mitsuki son idea de mi cabecita xD.
Aclaraciones
"Bla-bla-bla" Lo que dicen
'Bla-bla-bla' Lo que piensan
Flash Back
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En el capitulo anterior…
La Hokage sacó de uno de los bolsillos, unas llaves con un gran llavero, el cual tenía escrito el número del mismo apartamento. Introdujo una de las dos llaves en la cerradura y dio paso a la Uchiha al interior de SU casa.
"Bueno,… creo que tengo derecho a decir en nombre de toda Konoha, Bienvenida de nuevo, Mitsuki Uchiha!"
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Capitulo II
Reencuentro inesperado
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La Hokage guió a la Uchiha por el interior de la casa, quien quedo impresionada con ésta. A pesar de su aspecto pequeño, era muy grande a su parecer, para una sola persona. En la entrada, había un pequeño recibidor, donde se encontraba un pequeño mueble para los zapatos y un escalón que separaba la tarima de madera del suelo firme. Ya sobre la tarima, había un pequeño pasillo que daba a la única habitación de la casa, el comedor y un cuarto de baño bastante espacioso, separado en dos ámbitos. En el primero, de menor tamaño que el otro, había un cesto donde poner la colada en una de las esquinas, junto a un pequeño estante para las toallas limpias. En el otro extremo, la lavadora y la secadora juntas. Separado por una pared y una puerta de cristal translucido, una bañera bastante grande y una ducha de estilo japonés.
Volviendo al pasillo, y entrando a la puerta del lado contrario, se encontraba el comedor-sala de estar. No era muy grande, estaba todo recogido y era muy acogedor. En la parte derecha había un par de sofás haciendo esquina y una butaca en el otro extremo de estos. Delante, una pequeña mesa de cristal y un mueble donde había un televisor y un dvd. En la parte izquierda, un par de estanterías y una alacena llena de utensilios para la comida –vajilla, vasos, cubiertos, etc…–. En el centro, una mesa con unas ocho sillas alrededor, para comidas y eventos importantes. Más al fondo, una cocina de estilo occidental, con todo lo necesario para la comida. Era pequeña, comparada con el resto de la estancia, pero se veía cómoda y útil a la hora de cocinar. A la derecha de ésta, una barra americana limitaba con el resto de la estancia.
La tercera puerta del pasillo daba a una habitación amplia, con un gran ventanal a la derecha y una gran cama matrimonial en el centro. Delante de ésta, un armario empotrado y un gran espejo colgando de una de las puertas de éste. Sobre la cabecera de la cama, había un par de estantes, y a la izquierda, una puerta que daba a un pequeño lavabo.
Al terminar su visita, ambas volvieron al recibidor, donde se quedaron charlando unos minutos.
"Bueno, entonces creo que ya te puedo dejar a solas. Ayer le encargué a mi secretaria que dejara en la nevera comida suficiente para una semana. Así podrás descansar todos estos días." Dijo la rubia a la Uchiha, quien la miró con infinito agradecimiento.
"Arigato, Tsunade-sama. Demo,… la casa le debió salir cara. Me sabe mal que me haya conseguido una casa tan lujosa y costosa como esta." Afirmó con la mirada baja Mitsuki, sin ni siquiera mirar a los ojos a la Quinta.
"No te preocupes, la casa es prestada. Aunque el propietario no me dijo hasta cuando me la prestaba…" Contestó la Hokage, bajando cada vez más el tono de voz, hasta convertirlo en un casi imperceptible susurro.
"¡Eso quiere decir que es de alquiler! ¿¡Como voy a pagar yo una casa de alquiler, si además de no tener trabajo, no tengo ni un yien! TT-TT" La Uchiha se desesperó, frotándose de manera intensiva la cabeza.
'Kuso! La vieja me ha metido en una casa que ni tan si quiera ha comprado, y yo sin nada de dinero. Donde encontraré yo trabajo ahora. Lo único que se me da bien es el ninjutsu(), y para colmo no estoy ni licenciada en la academia ninja.' Se repetía una y otra vez la Uchiha interiormente.
"No te preocupes! Te he encontrado hasta trabajo. Aunque de momento no ganarás una fortuna, al menos tendrás suficiente como para poder sobrevivir sin lujos, pero bien" La Godaime sonrió orgullosa por la buena acción que estaba a punto de cometer.
"Y… ¿Cuál es ese trabajo?" Preguntó con algo de nerviosismo la morena, con los ojos brillosos, llenos de lágrimas; con una mirada de cordero degollado que enternecería al más frío de los seres humanos.
"Etto… Bien –trago saliva sonoramente–, cierra los ojos y pon las manos"
"¡Ha-hai!" Contestó enérgicamente la Uchiha, obedeciendo a las órdenes de la Godaime.
"Bueno, abre los ojos ya!" Espetó sonriente la rubia, depositando un objeto sobre las suaves y finas manos de la Uchiha.
Y tal y como le dijo Tsunade, ella abrió los ojos, lentamente, observando como en sus manos se dibujaba una silueta. Al principio algo borrosa, de un color azul, con algo metálico en el centro. Luego fue tomando forma, cada vez más clara, hasta que abrió sus azules ojos de par en par. En sus manos tenia un protector de la hoja! Lo asió con fuerza entre sus manos y miró con ojos expectantes a la Godaime, esperando un 'por qué' de aquello.
"A partir de ahora ya eres una gennin de la hoja. Se que tu nivel es claramente superior, pero haré todo lo posible por convencer a los del consejo que te suban a chunnin" Contestó Tsunade, a una pregunta no realizada por parte de la morena.
"Muchísimas gracias por todo lo que ha hecho por mi, Tsunade-sama" Agradeció una sonriente Mitsuki, al tiempo que colocaba sobre su frente el tan merecido protector de Konoha. Después, dio un fugaz abrazo a la Hokage y se despidió de esta con un beso en la mejilla.
"Recuerda, esta tarde a las 5 en el parque de la hoja." Gritó alejándose de los apartamentos la Quinta, llevándose las manos a la nuca, caminando con cierta alegria.
Y así, la menor de los Uchihas supervivientes, entró a su nuevo hogar y empezó a acomodar sus cosas, esperando impaciente a que llegarán las 5.
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Bajó rápidamente las escaleras hacia el primer piso y miró la hora que indicaba el reloj. 'Las cinco menos diez y yo aún estoy aquí. Se que Kakashi-sensei no llegará pronto, demo, tampoco es excusa para llegar tarde' se auto-reprocho la pelirosa, dirigiéndose de nuevo hacia la segunda planta, yendo al lavabo a acabarse de arreglar. Una vez terminó, tomo unos cuantos shurikens y kunais de su habitación y salió de su casa veloz como un rayo, corriendo al lugar de encuentro: el parque de la hoja.
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Al mismo tiempo, un par de jóvenes se dirigían a toda velocidad hacía el parque de la hoja, compitiendo entre ellos en una especie de carrera hasta el lugar. Ambos chicos llegaron al unísono, exhaustos por el esfuerzo realizados. Hacía mucho tiempo que no protagonizaban una de sus típicas escenitas, como solían hacer años atrás.
Ante ellos el parque de la hoja, donde un numeroso grupo de jóvenes esperaba la llegada de alguien. Por lo visto, todos habían sido citados por sus respectivos senseis. El rubio fue el primero en acercarse, mirando a todos los presentes. El moreno se les unió minutos más tarde, buscando con la mirada a la pelirosa. Le extrañaba, que ella siendo siempre tan puntual, llegara tarde. Aunque su preocupación se desvaneció enseguida, al observar como la joven de quince años llegaba corriendo, saludando a los presentes con una mano.
"¡Frentuda, pensaba que no llegarías a tiempo" Comentó una joven de la misma edad, cabellos rubios largos, recogidos en una cola de caballo.
"Siento haber echo que te preocuparas, ¡cerda!" Exclamó la Haruno, mientras una vena en su frente amenazaba con estallar.
"Eh! Chicas, no empiecen… esto siempre es tan problemático…" Un chico moreno, con cola de caballo puntiaguda y vestuario de chunnin se interpuso entre las dos kunoichis, quienes amenazaban con una inminente pelea.
"Ah! Sakura-chan, me extraña que llegaras tan tarde" El mismo joven rubio que antes había protagonizado aquella estrambótica carrera, se acerco a la pelirosa con una sonrisa triunfal en sus labios. "Sabes, acabo de ganar a Sasuke-baka en una carrera! Jejeje…" El rubio comentó aquello con la Haruno, como si de la hazaña de un niño pequeño se tratase.
"Creo que sueñas demasiado, dobe!" Gritó desde un rincón el otro protagonista de la carrera. Era un chico moreno, de piel clara y ojos oscuros. Su mirada, algo menos fría que hacía un tiempo, se posó sobre la del rubió, desafiante.
"Bueno, ¡ya basta!" Un joven de larga melena morena, recogida en una cola baja, y mirada aperlada, cortó la conversación. "Ahora nos tendría que importar más el motivo por el cual nos han reunido nuestros senseis aquí"
"Yo estoy con Neji, me extraña que nos reúnan a todos. Debe ser algo importante…" Una chica de moños castaños, que hasta ahora había permanecido callada, sentada sobre un columpio, se levantó acercándose hacia el chico de mirada aperlada.
Pero antes de que pudieran empezar a especular, vieron como a lo lejos una muchacha se acercaba a toda velocidad, sorteando a algunos peatones que transitaban la calle con gran agilidad. Cuando ya estaba a tan solo unos metros, pudieron observar su gran parecido al Uchiha sentado sobre uno de los bancos. Su cabello; de un moreno azulada, largo hasta su cintura, estaba recogido ahora en una cola baja. Vestía un yukata azul marino, sin mangas y corto a la altura de medio muslo. La parte inferior del yukata tenia un par de cortes a banda y banda, facilitando su pequeña carrera hacia el parque.
La joven desconocida saltó con gran agilidad una de las vallas que rodeaban el parque, dirigiéndose ahora andando hacia el numeroso grupo de shinobis. Observó atentamente a todos los presentes, buscando entre ellos a un chico en especial. Notó como todas las miradas se posaban sobre ella, aunque eso le importó bien poco cuando descubrió a la persona que tanto buscaba.
En un rincón, apartado de la multitud, el joven Uchiha observaba extraño a la muchacha que se dirigía en su dirección. Tenía una buena figura y una alegre sonrisa hacía conjunto con sus profundos ojos azules. Aquella mirada, le resultaba familiar, aunque no era capaz de decir quien era esa joven. Y mientras divagaba entre sus recuerdos, notó como la chica que hacía escasos instantes le sonreía, se había tirado a su cuello, en un tierno abrazo.
"¡Sa-chan, ¡Te he echado de menos!" La morena, colgada aún de su cuello, empezó a emitir débiles sollozos.
"Pe-pero que!" El Uchiha, algo aturdido, intentaba quitarse de encima a la chica, sintiendo como la mirada atónita de todos los allí presentes se clavaba en ellos.
"¡Es que ya no te acuerdas de tu querida prima?" Preguntó la Uchiha, acercándose peligrosamente a la cara de su primo.
De repente la morena giró su cabeza hacía los demás presentes, haciendo que un sonrojo colectivo invadiera la cara de todos, incluso de Shino, que miraba atónito desde lejos la escena, tras sus lentes oscuras.
"Ah! Gomen ne! Siento ser tan maleducada" Dijó mientras realizaba una leve reverencia. "Me llamo Uchiha Mitsuki, ¡mucho gusto!" La muchacha realizó otra reverencia.
Pero antes de que ninguno de los presentes pudiera abrir la boca, un sonoro 'puuff' se escuchó en la otra punta del parque, seguido de una nube de humo, de entre la cual salió Tsunade, para el asombro de todos.
"Bueno, veo que ya conocéis a Mitsuki." Con una sonrisa triunfal, la rubia se acercó al grupo, observando como todos la veían con cara de aturdidos. Habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo. "Se que pensareis que el único superviviente de la matanza del clan Uchiha era Sasuke. Yo también lo creía así, hasta que hace poco más de una semana recibí una carta de Mitsuki. Ella y su madre vivían en un pueblo algo alejado de aquí, cuando este sufrió un supuesto ataque de Akatsuki. Ellos mataron a su madre, aunque extrañamente la dejaron a ella con vida…"
"…Así que decidí volver a mi pueblo natal. Además, me echaron a patadas del pueblo y no tenía donde ir." Interrumpió Mitsuki, con la cabeza gacha y los ojos llorosos.
"Es por eso que a partir de mañana mismo, Mitsuki será asignada a uno de vuestros grupos. Aún tengo que hablarlo con vuestros senseis, por lo que mañana el grupo escogido será informado." Tsunade paró para tomar aire y dejar que los chicos asimilaran la información. "Yo os dejo para que hagáis las presentaciones, que tengo mucho trabajo. Creo que os explicado lo conveniente, si Mitsuki lo encuentra oportuno os explicara más cosas sobre lo que ha pasado." Y dicho esto, la 'vieja' desapareció tal y como había llegado.
"Bueno, creo que todos menos mi Sa-chan me deben una presentación." Dijo de nuevo una alegre Mitsuki, agarrando el brazo de su primo.
"Ey! Quien te dio permiso para abarrerme!" Contestó el Uchiha de mala gana a su prima, de quien ya había logrado acordarse. Entonces, poco a poco, la morena fue acercándose más y más a su rostro, mientras que el se alejaba al mismo ritmo del suyo.
"Es que no te acuerdas de lo que hacíamos cuando éramos pequeños?" Preguntó con la voz más sensual que pudo poner la morena, notando como su primo no podía alejarse más de su cara. Es mas, ella era capaz de acercarse a su cara más, cuando de golpe paró y esbozó una gran sonrisa, enseñando su perfecta dentadura. "Ves! Sigues siendo tan ingenuo como hace nueve años." Y tras ese comentario, se alejó de su primo, quien se había sonrojado levemente, y se acercó al grupo de shinobis.
"Saaa-chaan! Bakkaa!" Se oyó gritar a un chico rubio al fondo, quien reía a grandes carcajadas. Y lo hubiera seguido haciendo, de no ser por que la Uchiha se había acercado temerariamente al Uzumaki y le dio una buena colleja.
"Creo que quedaste advertido…" Mitsuki, echa una furia, es fue de nuevo hacia el grupo, esperando que estos le desvelaran por fin sus nombres.
"Y-yo… soy Hyuga Hinata…" Una chica blanca, de ojos aperlados y cabello azulado largo, que había permanecido todo el rato en silencio, se acercó a la Uchiha, extendiendo tímidamente una mano. La morena, sin pensarlo dos veces, se acerco a ella y le estrechó la mano sonriente. "Mu-mucho gusto…"
Tras el gesto de la Hyuga, se acercó el primo de esta, Neji Hyuga. Era un chico de buen ver, cabello moreno, largo hasta la cintura. Ojos aperlados, que siempre mantenían una mirada un tanto fría. A su lado izquierdo, Akimichi Chouji, un chico al parecer obeso, de cabello castaño y puntiagudo, y extrañas marcas en forma de espiral en los mofletes.
Después de recuperarse de la colleja, el rubio hizo su estridente presentación. Él también era de buen ver. Cabello rubio, tirando a dorado, no muy largo y bastante puntiagudo. Ojos de un intenso azul cielo, tan profundos e hipnotizantes, que parecía que pudieras perderte en ellos. A su lado un grupo de chicas aun sin presentarse, miraron sonrientes a la Uchiha. Entonces estiraron de su brazo, para llevarla donde todas estaban y empezar su presentación.
"Sakura Haruno, es un placer!" Una chica bastante alegre fue la primera en presentarse. Tenía el cabello rosado y por la altura de los hombros. Mirada esmeralda y sonrisa en boca. Cuerpo bastante desenvolupado, aunque no tanto como el suyo, y con buen gusto para la ropa. Vestía una camiseta ajustada sin mangas roja, y una falda plisada blanca. Debajo llevaba unas mallas negras no muy largas y unas botas negras, sin mucho tacón.
La morena se quedo algo perpleja, pues juraría haber visto a esa chica alguna vez. Entonces una especie de flash le vino a la mente, mostrándole una imagen, al parecer de hacía unos años. Le pareció ver a su primo y a esa misma chica pelirosa, nueve años más pequeños. Parecía como si estuvieran practicando el tiro de shurikens, pero fue tan rápido, que no estuvo segura. Tras llevarse una mano a la cabeza y poner un gesto dolido por algunos segundos, ella le tendió la mano, la cual tomó sonriente.
"Yo soy Yamanaka Ino, ex-posible prima tuya" La chica rubia, le extendió la mano, observando a la morena, quien la miraba extraña. La muchacha era rubia, y llevaba el pelo recogido en un moño, salvo por un mechón que caía con gracia sobre su rostro. Sus ojos azul verdosos, parecían tener el poder de con solo mirarte, saber que es lo que pensabas. Y no estaba demasiado equivocada.
"Lo que quiere decir Ino, es que antes le gustaba tu primo" Resolvió una tercera chica, de cabello castaño recogido en dos moños, con aspecto más mayor que las otras tres. Vestía con ropa de estilo chinesco, camisa rosa sin mangas y pantalones verdosos. "Soy TenTen, mucho gusto." La última de las chicas en presentarse también le extendió la mano, tan sonriente o más que las dos anteriores.
Aunque antes de que pudiese decir nada, se la llevaron rastras para presentarle el resto de los chicos. Concío a uno tapado hasta las cejas, dejando ver solo parte de su frente y sus lentes negras. Ese era Aburame Shino, del que tan solo recibió un seco 'mucho gusto'. Algo mas alejados, estaban los últimos tres chicos.
El primero, de prominentes cejas y peinado 'bol de cereales', se presento como Rock Lee, la bestia verde de Konoha. Vestía un extraño mono verde, demasiado pegado al cuerpo para su gusto, y unos calentadores naranjas. Definitivamente, el chico necesitaba un estilista…
El chico que estaba a su lado, llevaba el pelo recogido en una coleta alta, vestía de chunnin y ni para presentarse despegó su mirada de las esponjosas nubes, que se desplazaban al compás de la suave brisa que soplaba aquel día. Según había dicho, se llamaba Nara Shikamaru.
Por último, un chico sentado en una de las bancas, cerca del grupo, junto a un gran perro blanco, de orejas largas y marrones. El chico se levantó de golpe al ver a la chica acercarse, y sin querer se sonrojo levemente al observarla bien. La chica no estaba nada mal, además, no parecía ser prima del Uchiha, pues sus caracteres eran como el día y la noche. Ella tan alegre, y el tan amargado. Puede que la diferencia residiera en que ella había podido vivir junto a su madre hasta hacía poco más de una semanas.
Mitsuki observó con más detenimiento que a los demás a ese chico. Ojos negros afilados, que la miraban con un sentimiento de…¿ternura?. Piel morena, y unas extrañas marcas rojas sobre sus mejillas, las cuales ahora estaban algo sonrojadas. En sus labios, una gran sonrisa, que extrañamente recordó de tiempo atrás. Pelo castaño, revuelto, parecido al del Uzumaki, solo que más corto. Vestía una chaqueta grisacea, y unos pantalones de igual color.
"Inuzuka Kiba" El sonriente chico le extendió la mano, pero por parte de la chica no hubo reacción. Ésta bajó la cabeza, llevándose ambas manos a ésta, sintiendo una tremenda punzada de dolor. Entonces una imagen le vino a la cabeza. Era bastante borrosa, pero podía distinguir perfectamente a un chico sonriente, de unos siete años, que cargaba a un pequeño cachorro blanco. Levantó la cabeza para mirar al Inuzuka a los ojos, quien había cambiado su mirada por una de inmensa preocupación, al igual que los demás presentes. Y en ese preciso instante, sintió sus fuerzas desfallecer. Sus ojos se cerraron lentamente, mientras un susurro casi inaudible para todos los presentes, excepto el Inuzuka, se escapó de sus labios, cayendo sobre el 'chico-perro'.
"Kiba-kun…"
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Reviews
Kisame Hoshigake: Gracias por el review. Ya, pss subí la continuación (espero no haberme tardado mucho T-T). Si te gusta, deja otro review, que me animan mucho! n-n
Minamoto no Ishisu-Magy: Arigato! Gracias por los ánimos a ti también. Este capi lo he hecho bastante más largo, espero que te guste. Por cierto, he seguido tu consejo, os dejare picados xDD! Nos leemos! (inner: Deja un review siempre que quieras xD.. n-n)
Os espero en el siguiente capi! Y dejar reviews, onegai! TT-TT
Mitsuki Haruno
"…Always I feel it, the precious time is here!…"
