¡Buenas noches!
Alexitimia.
Capítulo 2:
Luces que vienen y van.
Unos cuantos días habían pasado desde que el Tsukuyomi infinito se había disuelto gracias a Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha, mismo día en que se declaró el fin de la guerra, mas no de los problemas.
El recuento de los daños fue el siguiente paso en la lista para todos aquellos que no tenían impedimentos para trabajar, entendiéndose que era todo aquel que no tuviera lesiones de gravedad; Sakura Haruno entraba dentro de esta categoría y por supuesto por su título de ninja médico era todavía más esencial para los trabajos que hubo posteriormente, así que el descanso era un lujo al que por el momento no tenía acceso aunque hubiera dado su mejor esfuerzo durante la guerra o "peleando/estorbando" durante la pelea de sus compañeros con la diosa Kaguya.
"Es como recoger las sobras" pensaba la agotada kunoichi, pues mientras los "héroes" descansaban, ella muy apenas había podido dormir un par de horas.
Sus labores habían empezado desde que sus "compañeros" cayeron agotados y se les dio prioridad en su tratamiento, pese al malestar de algunos que no estuvieron muy de acuerdo con que cierta persona hubiera sido ingresada al hospital, y más que estuviera siendo tratado como al "héroe de Konoha".
Dicha molestia ocasionó que su maestra, Lady Tsunade, le confiara a ella los cuidados de su amigo y del "otro"; sin embargo, como aquel trabajo no era del todo tan demandante, tuvo que apoyar en labores extras la cual consistía en su mayoría en revisar casi a todos aquellos que volvían del campo de batalla heridos y que se les había amputado o requerían la amputación de algún miembro.
La cantidad de heridos era enorme que casi abarcaban todos los espacios del hospital, llegó un momento en que tuvieron que acomodarlos tanto en salas de espera o hasta en el piso, para colmo los insumos y medicamentos comenzaban a escasear, así como el chakra, tal era el agotamiento no sólo de ella sino del personal médico que algunos procedimientos se tuvieron que hacer a la antigua.
Para la ninja médico había sido una tortura el tener que escuchar los gritos de dolor de sus pacientes cuando tenía que suturar manualmente una herida o hacer alguna curación y sobre todo el tener que escuchar reclamos y demás.
"¿No puedes hacerlo con más delicadeza?"
"¡Me duele, con cuidado!"
"¿No puedes hacerlo con chakra?"
"¡Dame algo para el dolor, ya no aguanto!"
Esas y otras frases más eran las más recurrentes, aun así, increíblemente no cayó en provocaciones para aquellos que en su dolor hasta le dijeron de qué se iba a morir.
No era culpa de nadie, eso quería creer, a ciertas alturas de las horas trabajadas las opiniones de los demás dejaron de importarle, incluso aquellas quejas por partes de familiares que habían perdido algún ser querido y le reclamaban el no haber hecho más por ellos.
¿Qué esperaban que hiciera?
Se preguntaba una y otra vez cuando escuchaba los reclamos, y por algunos instantes, sentía la pena de esas personas. Dentro de su ser podía ver una tenue luz que se tornaba en un triste azul, pero conforme las quejas aumentaban, aquella luz se desvanecía en la oscuridad y era en ese momento en que dejaba de sentir.
Tal vez era lo mejor, era una médico después de todo, no tenía la obligación de involucrarse sentimentalmente con cada familiar o paciente, aunque ciertamente el ser completamente fría no le daba satisfacción, la verdad es que estaba tan confundida sobre lo que no debía o sí debía sentir, lo único que deseaba era poder salir de ahí y olvidarse de todo y todos, aunque fuera por un breve momento.
—Sakura…
La kunoichi parpadeó al escuchar una sutil voz a un lado de ella, estaba tan ensimismada en sus pensamientos que ni siquiera recordaba cómo es que había terminado en uno de los tantos pasillos del hospital, pero para no dejar que vieran tal distracción en ella, se giró hacia quien le había hablado.
—Oh, Shizune… ¿qué pasa? —respondió con una fingida sonrisa, después de todo ella era mejor que Sai para eso.
—Lady Tsunade te está buscando. Te está esperando en la oficina del hospital.
—Pues no la hagamos esperar.
Adelantándose, la médico caminó hacia su destino en compañía de Shizune.
Una vez que ambas llegaron a la oficina y entraron, Sakura notó que no sólo estaba su maestra en el lugar, también su ex sensei y nuevo Hokage: Kakashi, y por el rostro serio de ambos ya se imaginaba de qué iba el tema: esa persona.
—Tenemos que comentarte algo, es sobre Sasuke. —mencionó Kakashi, yendo directamente al grano.
— "Claro, tenía que ser" — pensó ella sintiendo cierta tensión en su cuerpo con sólo escuchar ese nombre.
—Se ha decidido que por el momento deberá ser aprisionado por los crímenes que cometió, en donde deberá esperar a que se le enjuicie y se le dé una condena o en todo caso que se le perdone.
"¿Y eso a mí qué?"
Sakura se mantuvo indiferente ante la noticia, un hecho que fue percibido inmediatamente por sus dos maestros que se mostraron un tanto desconcertados con dicha actitud.
—Ya veo. —musitó la kunoichi, solo para evitar que sus maestros la vieran de esa manera.
Kakashi carraspeó dentro de su máscara y pese a notar algo raro en su exalumna, continuó con lo del tema que había expuesto.
—Será trasladado el día de hoy por la tarde, un equipo de nuestros jounin lo escoltarán a nuestra prisión de máxima seguridad; sin embargo, por motivos de seguridad, necesitan de una persona que ayude a sellar sus ojos y que lo sede antes de que lo saquen del hospital, esto más que nada por petición de nuestro concejo.
—Y dado que tú eres la encargada de su tratamiento, Sakura… —continuó Tsunade. —Te pedimos que nos apoyes con esta misión.
—El consejo cree que tú eres la persona adecuada para esta "misión" dado que al parecer tú eres la única persona del cuerpo médico a la que Sasuke permite que se le acerque, además que el resto del personal médico parece tenerle miedo o se encuentra resentido con él. —trató de explicar Kakashi. —Pero si en dado caso te resulta difícil, entonces…
—Entiendo, no hay problema. Lo haré. —interrumpió ella, sin cambiar de postura.
"¿Entiendo, no hay problema. Lo haré?"
Los tres presentes se sorprendieron con la rápida y positiva respuesta de la kunoichi, habían esperado algún tipo de queja por parte de ella y casi habían practicado el cómo consolarla después de darle esa misión con sus argumentos ya preparados y sus típicos "no te preocupes".
Pero mientras ellos trataban de encontrar alguna razón del comportamiento de la kunoichi, esta, aunque parecía indiferente por fuera, estaba temblando del miedo por dentro, como últimamente solía sucederle cuando alguien hablaba de esa persona o peor, cuando tenía que verlo para atenderlo.
—Sakura… ¿estás segura de que puedes con esta misión? —cuestionó Kakashi con seriedad.
Ella sólo asintió con la cabeza.
—¿Sería todo?
—Ah… pues, creo… deberás apartar a Sasuke de Naruto, si ese chico se llega a enterar nos va a armar un gran escándalo, en cuanto a Sasuke, no creo que haga nada, ha estado muy quieto últimamente e incluso creo que sospecha lo que le depara, pero de todos modos no se le ha mencionado nada al respecto, se le explicará todo lo que se ha decidido una vez que ya se haya despertado dentro de la prisión.
—Deberás llevarlo al punto de las 4 de la tarde a la sala de cirugía, ahí encontrarás una herramienta para sellar sus ojos, así como una camisa de fuerza. —explicó Tsunade. —Encárgate tú de preparar el sedante con la cantidad que sea adecuada, ya sabes donde pedirla.
—Sí.
—Esperen… ¿una camisa de fuerza? ¿No creen que sea algo exagerado? —interrumpió Shizune.
Kakashi lo meditó.
—Podría ser, pero es lo que solicitó el concejo, lamentablemente son muy pocos los que creen en el cambio de Sasuke. —respondió Kakashi. —Por eso… te pregunto nuevamente Sakura. ¿Crees que puedas con esto?
—Sí. —respondió ella neutral, aunque por dentro su miedo se intensificó al imaginar las cosas que podría hacerle Sasuke Uchiha si se enterara de lo que pretendía hacer con él.
Kakashi y Tsunade nuevamente la notaron extraña y no sólo en apariencia, la kunoichi lucía desgastada, pero en ese punto postguerra en el que se encontraban, casi todos se veían igual que ella, pero era como si sintieran que algo hacía falta en ella, ni que decir de su actitud que había sido lo más desconcertante de todo, parecía que no le importaba Sasuke en absoluto.
—Bien, Sakura… te lo encargamos. —aceptó Tsunade al no haber replicas.
—De acuerdo, entonces me retiro. —se giró ella, dispuesta a marcharse.
—¡Espera!
Sakura se volvió nuevamente hacia su maestra.
—¿Sí?
—Sakura… ¿cuánto tiempo llevas sin dormir? —preguntó con seriedad.
La kunoichi se sobresaltó, no creyó que a alguien le importara el cómo estaba.
—Lo mismo pregunto. —dijo Kakashi con seriedad. —He escuchado que has estado trabajando arduamente y casi sin descanso.
—La… la…la verdad no recuerdo cuando fue la última vez que tomé un descanso. —admitió ella titubeante, viendo dentro de si misma como una luz tenue de color amarilla aparecía dentro de la oscuridad.
—Mmm… Aunque en este momento es muy necesaria toda la ayuda de nuestro personal médico, también es necesario que este descanse. Sakura, cuando termines con la misión, ve a tu casa a descansar y duerme todo lo que tengas que dormir.
—Oh… ¿En serio? —musitó casi sin creerlo.
A la kunoichi casi le dieron ganas de llorar al pensar que por unas horas podría ser libre, pero claro, todo dependía de si concluía la misión con éxito y no moría en el intento.
Mientras que sus superiores, vieron con buenos ojos que la kunoichi hubiera reaccionado con el "premio" que se le daría, aunque les siguió resultando extraño que no reaccionara de ninguna manera por el hombre que supuestamente ella amaba y al que ayudaría a que fuera encarcelado.
"Sus problemas han de tener" pensó Tsunade por sus adentros, ciertamente le parecía bueno que su alumna ya no le diera tanta atención a un chico que lo único que había hecho por ella era lastimarla.
Mientras que Kakashi, difirió completamente en pensamiento con la quinta Hokage, sentía que algo pasaba con su exalumna, algo más allá de lo que sus ojos eran capaces de ver, pero, primero quería cerciorarse de que dicha actitud no fuera un problema causado por el mismo cansancio y para eso tenía que dejar a Sakura descansar.
—Bueno, si ya no hay nada más que decir, entonces ahora sí me retiro. —se despidió Sakura con un mejor semblante en el rostro.
—Buena suerte en la misión. —deseó Tsunade.
La kunoichi sólo hizo una respetuosa reverencia a sus superiores y se retiró.
La oficina quedó completamente en silencio y los tres presentes seguían con sus miradas clavadas en la puerta por donde se había ido la kunoichi.
—Ya Kakashi, quita esa cara. —regañó Tsunade, al percibir seriedad en el nuevo Hokage. —Ella estará bien, claramente está cansada.
—Lo sé, pero aun así no puedo evitar preocuparme.
—¿Por qué? ¿Por qué no se lanzó a la defensa de ese chico?
—Pues… sí.
—Es extraño lo sé, por eso no debemos quitarle la vista de encima, aunque en lo personal no me molestaría en absoluto si un día llega y me dice que el chico Uchiha ya no le interesa, creo que hasta la felicitaría, ese chico no se la merece.
—¡Lady Tsunade! —exclamó Shizune. —¿Cómo dice eso? No creo que suceda, Sakura lo quiere. Ella, así como Naruto estuvieron años tratando de rescatar a Sasuke.
—Sí, y eso casi les cuesta la vida a ambos. En lo que a mi respecta ese Uchiha les debe mucho a ambos.
Kakashi, escuchando sólo las réplicas de Shizune, se abstuvo de seguir comentando, y menos de decirle a su antecesora lo que su exalumno había hecho con su exalumna, porque si se enteraba de seguro ella misma se encargaría de sentenciar a Sasuke antes que una corte.
Pero si en todo caso era cierto y Sakura ya no se mostraba interesada en Sasuke, ni en lo que le pasara, no tendría de otra mas que aceptar que las cosas habían cambiado.
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"Eres realmente molesta"
Sakura abrió los ojos en un sobresalto y su respiración se volvió agitada.
Nuevamente los recuerdos que ahora se presentaban en forma de sueños se hacían presente cada vez que cerraba los ojos, y aquel golpe en el corazón se sentía tan real, que cuando despertaba siempre llevaba su mano al pecho para cerciorarse de que no hubiera ninguna herida de gravedad.
—Otra vez ese maldito sueño. —musitó, tratando de tranquilizar a su agitado corazón, mientras trataba de ubicar en dónde se encontraba.
Estaba en su pequeño consultorio, lo reconoció pues no era más que un cuarto pequeño que apenas tenía una camilla para el paciente y un escritorio para ella.
Miró al reloj y vio que eran las 3:36 p.m. y se frustró al ver que sólo había pasado un minuto desde la última vez que había visto al reloj, un minuto en el que aparentemente había dormitado sólo para tener de nuevo ese horrible sueño o más bien recuerdo.
Ya casi era la hora de llevar a cabo la misión, de sólo pensarlo sintió que el estómago se le revolvió. El tener presente las imágenes del Uchiha atravesándola no ayudaron mucho en su mejoría.
—Tranquila, no va a pasar nada. —se dijo así misma, pero su mantra no resultó y las náuseas aumentaron.
En un intento por distraerse fue al área donde proveían los medicamentos para solicitar tanto el sedante como algo para sus náuseas.
—Aquí tiene, sensei. —Le entregó la farmacéutica lo que había pedido. —El sedante y medicina para las náuseas.
—Gracias. —agradeció esta revisando que todo estuviera correcto.
El pequeño trayecto de su consultorio a la farmacia la habían tranquilizado de cierta forma, pero cuando se volvió hacia el reloj que había en el sitio nuevamente sintió tensión dentro de ella, faltaban 15 minutos para las 4 de la tarde, era hora de sacar a Sasuke de su lugar de reposo.
Sólo esperaba que Naruto no estuviera despierto y que esa persona no opusiera resistencia, así todo le sería más sencillo y se podría ir temprano a casa.
Sin embargo, tal como sucedía en su vida, nada de lo que esperaba se hacía realidad, en cuanto abrió la puerta se encontró con un muy feliz Naruto que devoraba fruta que al parecer alguien le había llevado dentro de un canasto, mientras que la otra persona, sólo miraba al techo con la típica seriedad que le caracterizaba.
—¡Oh, Sakura-chan! ¡hasta que te dejas ver! —saludó Naruto. —¡Mira, hace unos minutos Shikamaru vino a traerme esto, que de parte de Hinata o algo así!
—¿O algo así? —cuestionó Sakura, caminando hacia su amigo, pues este se encontraba en la cama que estaba a un lado de la ventana, mientras que la otra persona estaba en la cama que estaba a un lado de la puerta.
Claro que sintió como este clavó sus ojos sobre ella, cuando ella optó por pasarse directamente hacia Naruto sin siquiera verlo.
—¿Y Hinata no vino? —preguntó Sakura, retirándole un poco el canasto para comenzar a revisarlo, antes de llevarse al otro.
—No, Shikamaru dice que hay muchas personas que quieren verme, pero por el momento no están dejando pasar a nadie al hospital.
—Oh, es cierto. —recordó Sakura, bajando su animo al tener que lidiar también con esa gente.
—¿Sakura-chan?
—¿Mmm?
—¿Te pasa algo? —preguntó Naruto al verla enseriada.
—¿Pasarme algo como qué?
—Mmm… pues no sé, no luces como antes.
—¿Cómo se supone que lucía antes?
Naruto tragó saliva, presintiendo que se estaba metiendo en terreno peligroso si continuaba, y más porque conforme hablaba podía ver como su amiga parecía que se ensombrecía cada vez más.
—Mmm no sé, ¿alegre? ¿Entusiasta?
—¿Alegre y entusiasta? —repitió con sarcasmo. —¿Dentro de un hospital?... "Dentro de un hospital sólo hay dolor" —pensó esto último para si misma, soltando un resoplido que denotó un tremendo fastidio.
Naruto se asustó y se preparó para recibir alguna clase de regaño incluso algún golpe, pero ni uno ni el otro llegó. Su amiga siguió revisándolo como si no hubiera dicho nada.
—¿Sakura-chan? ¿Estás…
—Estoy cansada, Naruto. —interrumpió, silenciando al rubio. —Han sido días muy difíciles… por favor.
"Hay muchos heridos, muertos, quejas… ¡estoy cansada!"
—Oh, claro… que tonto, debí imaginármelo. —se justificó él con una risita. —Supongo que la abuela te ha de estar explotando al máximo.
Sakura no comentó nada.
—¡Pero vas a ver Sakura-chan cuando yo sea Hokage…
—Naruto. —se escuchó la voz de un tercero.
Sakura trató de no tensarse al momento de que esa persona habló, y tal como si no lo hubiera escuchado siguió revisando la herida del brazo de su amigo.
Mientras que el rubio, con sólo escuchar a su amigo, entendió que por el momento era mejor que tuviera la boca cerrada.
—Bien Naruto, haré una prueba. —ignoró Sakura todo lo anterior. —Por favor, acuéstate en la cama de lado, mirando hacia la ventana. Quédate ahí al menos unos 15 minutos sin decir nada.
—¡Oye!
—Es una prueba para medir tu resistencia actual. — mintió.
—¿En serio?
—Sí, así que cállate y hazlo.
Naruto se tensó, esa si sonaba a la Sakura-chan que conocía y como no quería problemas se acostó tal como se lo pidió, mirando hacia la ventana.
—Mientras, atenderé a… Sasuke… "kun"… lo llevaré a hacer otras pruebas.
—¿cómo las de la otra vez para las prótesis esas que dijo la abuela que nos harían?
—Sí, pero ya no hables Naruto, hasta que pase el tiempo que te dije.
—De acuerdo.
—Ush… ¿qué parte de no hables no entendiste?
Naruto se tensó y cerró el pico de una vez por todas.
Mientras que Sakura, mentalizándose para lo que seguía se volvió hacia la cama del Uchiha.
Este tenía aun clavado su vista en el techo, pero al sentirse observado se volvió hacia la kunoichi.
Sakura se tensó.
—Por favor, puedes girarte como Naruto, viendo hacia… "hacia lo que sea, menos a mi" la pared.
El Uchiha obedeció sin hacer escándalo. Sakura aprovechó para acercarse, pero, aunque él no la estuviera viendo aun así provocaba un intenso miedo en ella.
Sin embargo, se armó de valor y con los pocos minutos que le quedaban lo revisó rápidamente. El Uchiha a diferencia del Uzumaki, tenía peor la herida y como él no contaba con el chakra del kyuubi, era notorio que tardaría en sanar y sería una recuperación lenta y dolorosa.
—Dale algo para el dolor, Sakura-chan… el teme se ha estado quejando, pero no te dice nada porque según él no quiere molestar.
—¡Naruto! —regañó esta al escucharlo.
Sin siquiera ver, podía saber que su amigo se había estirado en su lugar; mientras que el otro ni pío había dicho, seguía de obediente con su vista lejos de ella.
"Si le duele es porque él mismo se lo buscó" —pensó, sintiendo un repentino coraje dentro de ella, que casi se lo podía imaginar como una tenue luz roja que se intensificaba, aunque repentinamente se tornó en un triste azul y luego desapareció.
Nuevamente dejó de sentir.
—Te voy a llevar a examinar. —dijo, con su rostro ensombrecido por el vacío. —¿Puedes caminar?
El Uchiha sin moverse de su postura, asintió una vez con la cabeza.
—Bien, ponte de pie y andando, y tú Naruto no te muevas o tendrás que reiniciar la prueba. ¿Entendido?
El Uzumaki sintió la piel de gallina en su espalda, pero no habló, parecía que había captado por fin el mensaje.
Sakura, por estar viendo al rubio, no se dio cuenta cuando el Uchiha se puso de pie frente a ella, esperando por la siguiente instrucción, eso le sacó un tremendo susto en su interior, pues nuevamente rememoró aquel horrible genjutsu y el dolor que le provocó.
"Cálmate, cálmate, estúpida…"
—Andando, por aquí. —indicó sin atreverse a verlo, mientras que peleaba consigo misma por dentro.
Sasuke sólo le lanzó una mirada de reojo y caminó, anclado a su suero hacia donde ella le había indicado.
El camino a la sala de cirugía pareció una eternidad para la ninja médico, cuyo estómago fue el que más resentía el estrés que estaba acumulando y que amenazaba con salir en un torrente de vómito.
"Tranquila, tranquila… no pasará nada."
—Por aquí, pasa.
Con falsa gentileza invitó a su compañero a entrar al cuarto donde debía llevar a cabo su misión.
El Uchiha antes de entrar, vio hacia el letrero del cuarto que decía "área de cirugía". ¿Extraño? Tal vez para algunas personas, pero para él que era tan perceptivo se podía dar una idea de porque estaba ahí.
Cuando entró, siguiendo a su compañera de equipo, vio que había una camilla y por encima una de esas lámparas que los médicos usaban al momento de operar.
—Por favor, acuéstate. Iré a traer unas cosas.
Él asintió obediente, y sin cuestionar nada hizo lo que le pidió.
Dándole la espalda, Sakura se acercó a la mesa de utensilios donde encontró la herramienta que su maestra le había dicho, que no era más que una especie de antifaz que tenía un sello en el centro, así como un par de jeringas y la mentada camisa de fuerza de la que se había quejado Shizune.
Con el sedante que había pedido, llenó una de las jeringas con la cantidad apropiada para dormirlo al menos por unas horas, y una vez listo se acercó a él, tanto con la jeringa como con el antifaz.
Sasuke tenía la vista perdida ahora en la luz de la lámpara pese al brillo que esta emitía, pero cuando sintió que su compañera se acercaba no pudo evitar girarse hacia donde estaba, notando agudamente el sobresalto que ocasionó en ella, y que le confirmaba algo que había estado sospechando, algo que él había ocasionado en ella.
"¿Qué me ves?" — se paralizó Sakura con la jeringa en su mano derecho y antifaz discretamente enrollado en la izquierda. —"¿Por qué me ves así?"
Sasuke tenía la misma expresión en su rostro de aquel día en el Valle del fin, una expresión que a ojos de cualquiera pareciera era una mezcla de tristeza y culpa; pero que para Sakura era lo opuesto, sentía que en cualquier momento aquel hombre se levantaría de la cama, para amedrentarla contra la pared y amenazarla con su propia jeringa o alguno de los tantos bisturís que se guardaban en ese cuarto.
—Sakura…
"Eres realmente molesta"
— "Se dio cuenta, me matará" —pensó la médico espantada, rememorando aquel horroroso incidente y sintiendo que faltaba muy poco para que sufriera de un colapso nervioso; sin embargo…
—Sólo haz lo que tengas que hacer. —dijo el Uchiha desviando su mirada de ella, para perder su vista en algún punto de la pared.
—¿Eh?
¿Acaso él le estaba mostrando compasión? ¿O se trataba de alguna clase de trampa? ¿Se estaba burlando de ella?
Muchas preguntas, ninguna respuesta a menos que se acercara y lo descubriera.
Con las piernas temblándole, se acercó a una distancia prudente con sus utensilios.
Sasuke ya no la miró ni le habló.
— "Idiota" —
Pensó la kunoichi rechinando los dientes, sintiendo dentro de ella una inesperada ira que, en su imaginación era como una intensa luz roja que se asemejaba y parecía arder como el mismísimo fuego, y con la jeringa en mano se imaginó clavándosela en el brazo de una vez por todas mientras que le gritaba que se callara; pero, al tomar su brazo, la luz roja se tornó a una de color azul y eso ocasionó que se sintiera pésima con ella misma por tener esa clase de pensamientos, hasta que un segundo después la luz azul también desapareció y de nuevo quedó en el vacío.
El temor, la ira, la tristeza e incluso el dolor estomacal desaparecieron.
Fue en ese momento que, tomando sólo un algodón con un poco de alcohol, limpió con delicadeza una zona del brazo del Uchiha para después proseguir con la inyección, la cual aplicó con sumo cuidado.
El efecto en Sasuke fue casi de inmediato y cayó rendido ante el sedante.
Ya teniéndolo completamente inhabilitado, Sakura sólo se encargó de revisar sus signos vitales e incluso sus ojos, cuando confirmó que estaba en perfecto estado, prosiguió a poner el sello sobre sus ojos para después seguir con la camisa de fuerza.
Al punto de las 4 de la tarde, Sasuke Uchiha estaba listo para ser trasladado.
—Muchas gracias, Sakura-san. —Le dijo uno de los jounin escoltas.
En ese momento, la médico pareció despertar de alguna clase de letargo, para cuando reparó en lo que sucedía, vio como un equipo de jounin se llevaban a Sasuke a Uchiha lejos de su hospital.
Nuevamente una oleada de emociones llegó a ella. Sintió arrepentimiento, culpabilidad, pero a la vez alegría, y sobre todo libertad.
Era todo tan confuso que casi quería llorar del coraje y la felicidad, no entendía porque sentía tantas cosas tan contradictorias.
No lo soportó más, tenía que irse de ahí, fue por sus cosas y salió del hospital sin reportar ni despedirse de nadie, sentía que el estómago y la cabeza le estallarían en cualquier momento y no quería que nadie la viera, no quería que nadie se compadeciera de ella.
Para cuando menos lo esperó, ya se encontraba frente a su departamento, donde al entrar lo primero que hizo fue correr al baño para expulsar en forma de vómito todo lo que en ese momento a su cuerpo le molestaba.
Continuará.
Notas de autora: hola, muchas gracias a los que se pasaron por aquí a darle una leída. Espero se entienda el concepto en donde más que nada trataré de explicar las emociones a través de las mentadas luces de colores.
Agradecimientos especiales a: MarinaFan, Sarib, KassfromVenus, Ritsuko-nee, Isabel y los guest, muchas gracias por sus comentarios!
Saludos.
28 de febrero de 2022
