Alexitimia.
Capítulo 15.
La chica que hacía crecer las flores.
—¿Qué te dijo? —indagó Sasuke, interesado en lo que diría.
Sakura sonrió apenada.
—Que tenía muy mal aspecto…
Ambos varones enarcaron sus cejas en señal de no entender a lo que se refería; Sakura al notarlo de Naruto (ya que a Sasuke procuraba no verlo) rodó sus ojos con fastidio y resopló.
—Ashh… que me dijo que era muy fea. ¿Ya?
—¡¿QUÉ?! ¡¿Cómo que te dijo eso?!—gritó Naruto escandalosamente, sin poder creer la osadía de la difunta Yuki, ya que evidentemente él pensaba todo lo contrario.
Mientras que Sasuke, mejor cerró sus ojos y se acomodó en su asiento, tratando de ser lo más paciente ante todas las "tonterías" que estaba escuchando.
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Al día siguiente del concierto, la diva de la música Yuki Nohana junto con su staff y nuevo equipo de seguridad partieron de Konoha al amanecer.
El medio de transporte del equipo eran diversos cargamentos y carruajes jalados por caballos, siendo el carruaje de la diva el más elegante, grande y llamativo y que se encontraba posicionado en medio de toda aquella caravana.
—¡Wow! A esto le llamo viajar con estilo, es más cómodo que ir corriendo. —comentó Ino, apreciando el paisaje alrededor, para luego admirar a la chica que estaba sentada justo frente a ella, y que radiaba en juventud y belleza. —¡Y aun no puedo creer que estemos custodiando a Yuki Nohana! —dijo emocionada. —Srta. Nohana ahora que estamos a solas, lo puedo decir, tu música me gusta mucho, es muy inspiradora.
—Sí, sí… nada que no haya escuchado antes. —respondió esta arrogantemente y con cierta pose de fastidio.
El modo de responder sorprendió a la rubia y a la misma Sakura que solamente se había limitado a ser una espectadora de la emoción de su amiga.
—Oh… disculpe si la estoy molestando.
La chica de cabello platinado abrió sus ojos y miró a ambas kunoichis con el ceño fruncido. A perspectiva de ambas chicas, lucía molesta, aunque desconocían el motivo.
—Yo soy la que voy a aclarar unas cosas ahora que estamos a solas. —dijo la chica, cruzando la pierna y extendiendo sus brazos por todo su asiento.
—Eh… sí. —respondió Ino titubeante, mientras Sakura se mantuvo confundida y expectante de lo que diría.
—En primer lugar. —numeró la diva con su dedo. — No somos amigas, ustedes trabajan para mí, harán lo que diga, a la hora que lo pida y lo harán sin rechistar. ¿Entendido?
—¡Oye! —gruñó Ino, comenzando a pensar que no era tan linda aquella chica.
—En segundo lugar: no las quiero ver revoloteando a mi alrededor como un par de fanáticas locas, de esos ya tengo muchos y sí… lo digo por ti. —apuntó a Yamanaka con el dedo.
A la rubia se le resaltó la vena en la frente.
—Sé que soy asombrosa, pero creo que sería exagerado si me están molestando hasta en mis momentos de descanso.
—Que ego…—murmuró Sakura entre dientes, comenzando a molestarse. —Sí, haremos lo que dice. —respondió hipócritamente, lamentablemente para ellas esa tipa seguía siendo el cliente.
Yuki desvió su mirada hacia ella y la miró con desdén.
—Otra cosa.
—¿Eh? ¿sí? —se cohibieron ambas chicas, sintiendo una especie de escalofrío por la espalda.
—Tal vez no lo sepan, porque viven en un pequeño pueblito, pero fuera de los muros de su colorida aldea soy una persona famosa que además de entretener impone un estilo y moda. Algo que es evidente que les falta a las dos.
Sakura e Ino se vieron entre sí sin entender muy bien.
—Bueno, tal vez a Ino no le hace falta. —analizó más detalladamente la diva, mirando a la rubia de abajo hacia arriba. —tienes un lindo cuerpo, tu cabello es lindo y tienes un rostro y ojos preciosos, tal vez sólo con un poco de ropa nueva y algo de maquillaje te verías espectacular, podrías pasar como alguien de la farándula.
—Ah… ah… gracias. —respondió Yamanaka un tanto avergonzada.
—Pero tú… —señaló Yuki con desprecio a la de cabello rosa. —¿Cómo dijiste que te llamabas? Me fuiste tan poco relevante el día de ayer que olvidé tu nombre.
—Haruno… Sakura. —respondió esta entre dientes y con la vena resaltada en su gran frente.
—Lo diré con todo el respeto posible, pero… eres muy fea…
Sakura ahogó sus gruñidos y con su falsa sonrisita, siguió escuchando las críticas hacia su persona.
—Tu cuerpo parece de hombre, tu busto apenas y se nota, tu cabello tiene un color raro y ese corte … ¡ja!… pareciera que te lo cortas con cuchillos, está demás decir que tu ropa es horrible y ¿qué es ese tatuaje feo en tu frente?, eres un caso perdido, lo único bueno que tienes, si se le podría decir así, son tus ojos, pero eso es todo, porque hasta las facciones las tienes feas, parece como si nunca durmieras.
Ante todas las críticas la kunoichi se miró e imaginó todo aquel aspecto que la diva señalaba como si estuviera frente a un espejo, y sí, tal vez tenía razón, en los últimos años había descuidado su aspecto personal, pero eso era porque ella tenía otra clase de prioridades y esa tipa no tenía el derecho de recriminarle nada cuando ni siquiera la conocía.
—¡Oye! ¡Creo que te estás pasando! —la enfrentó Ino, poniéndose de pie.
Yuki ni siquiera se inmutó, como el cliente que era, daba por hecho que esas mujeres no le harían nada.
—No importa Ino.
—Pero Sakura…—replicó esta, volviéndose hacia su amiga la cual estaba cabizbaja.
—No dijo nada que no fuera verdad. —continuó la de cabello rosa ensombrecida.
—Ay, no me digas que te vas a poner a llorar…—se burló Yuki. —Eso sería realmente molesto.
—No, llorar por eso sería patético. —respondió Sakura, sintiendo cierto tic en su cuerpo al escuchar la palabra "molesto". —Sólo que, así como usted me hizo su sincera reseña hacia mi persona, yo también le diré lo que opino.
—No te lo permito, empezando por el hecho de que no me interesa escucharla.
—No le estoy pidiendo permiso y allá usted si escucha o no, igual lo diré…
La diva respingó.
—Se ve a leguas que usted no me conoce, y tampoco sabe lo que es ser un ninja, ser un ninja implican años de estudios, entrenamiento y sacrificios para que personas como usted puedan vivir en paz.
La chica se cohibió un poco en su asiento.
—Sé bien que ser un shinobi tampoco es una excusa para mi actual aspecto personal, pero sinceramente tengo otras prioridades por las cuales preocuparme, siendo las principales: mi familia, mis amigos, mis pacientes, mis proyectos y todo lo que implique la prosperidad de la aldea en donde vivo.
—¿Pacientes? —repitió la chica en su mente.
—Y sí, seré todo lo fea, mal arreglada y ¡MOLESTA! que usted quiera, pero ¿sabe? Al menos yo no tengo que contratar "amigos" para que me soporten, eso es más patético que ponerse a llorar porque alguien me insulta. Usted es tan hermosa como nefasta.
—¡¿Cómo te atreves?! —se levantó Yuki indignada.
—Me atrevo porque puedo, y adelante, aun tenemos oportunidad de regresar a la aldea para que me cambien por alguien que cumpla con sus estándares de "belleza", a mí me da igual, así podría volverme a enfocar en mi proyecto y ¡no en sus tonterías!
—Sakura… —trató de calmar Ino.
—Piénselo… —se levantó la kunoichi, abriendo la puerta del carruaje en pleno movimiento.
—¡¿Qué haces?! —replicó Yuki espantada.
—¿Qué parece que hago? Prefiero estar allá afuera, acompañando a Shino y a los demás que estar aquí.
—¡No te he ordenado que te vayas! ¡Y si te vas entonces te ordeno que me traigas agua!
Sin embargo, pese a las órdenes de la diva, Sakura saltó del carruaje y se fue corriendo hacia el grupo de seguridad que era encabezado por Shino.
—¡Que atrevida! En cuanto paremos hablaré seriamente con Masato para que la cambien.
—Oiga, ¿usted no cree que se pasó? —regañó Ino, con el ceño fruncido.
—Ja… tengo entendido que esto debe ser parte de su trabajo… y ahora que ella se fue, ¡anda! Tráeme agua, tengo sed. —ordenó esta, acomodándose en su asiento.
Ino gruñó con el puño alzado, pero ni modo, como Yuki era el cliente tuvo que ceder; así que de mala gana se preparó para bajar y hacer el encargo, cuando Sakura de repente apareció a un lado del carruaje con algo en su mano.
—¡Oye tú! —le gritó a Yuki. —¡Piensa rápido!
La diva apenas y reaccionando, atrapó (dolorosamente) lo que le había arrojado, viendo que se trataba de una botella con agua.
—¡Aiñ… esa cretina! Presumida. —gruñó furiosa y con las manos adoloridas.
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—Ush… no estuve yo ahí, si no…—gruñó Naruto indignado y con el puño alzado, imaginándose cada una de esas escenas.
—Cálmate, no fue para tanto. —dijo Sakura agitando su mano con una sonrisita nerviosa y ojos cerrados.
—¿Cómo que no, Sakura-chan? Te dijo cosas horribles.
—Nada que no hubiera escuchado antes.
Sasuke la observó de reojo, sintiendo aquello como una pedrada (indirecta) hacia él. Aunque sólo en la parte de que la llamaran molesta; en cuanto a su aspecto físico era algo de lo que nunca o más bien antes le hubiera prestado atención, salvo sus ojos, aquellos que alguna vez lo habían ayudado a calmarse cuando estuvo dominado por el sello maldito y con los que se cruzaba cada vez que se encontraban y que ahora era como si tuviera prohibido ver; y ya que no podía verla directamente a los ojos no quedaba de otra más que notar otros aspectos de ella; como por ejemplo que ella era más baja de estatura que Naruto y que él, que tenía una piel aperlada, que su cabello había crecido un poco más a cuando era una genin.
¿Su cabello?
Gruñó para sus adentros al reparar en lo que pensaba porque se podría decir que sí tenía otra cosa que había visto antes de ella: su cabello, aquel que ella había tenido que sacrificar para ponerlos a salvo de los ninjas del sonido, claro que, sin mucho éxito, pero daban igual esas cosas que ya habían quedado en el pasado.
—Como quiera no sé cómo pudiste hacerte amiga de una persona como ella. —siguió respingando Naruto molesto. —Sakura-chan, tú eres hermosa… ¿Verdad que sí, Sasuke?
—¿Mmm?
Se volvió este confundido hacia Naruto, había estado tan absorto en sí mismo que no había escuchado lo que había preguntado su amigo.
—Te pregunté si tú también crees que Sakura-chan es hermosa.
El Uchiha gruñó otra vez por sus adentros y se preparaba para responder como habitualmente lo hacía con su típico: "a mi esas cosas me dan igual" cuando…
—Ay, Naruto… que preguntas, a Sasuke-kun le dan igual esas cosas. —respondió Sakura por él, sin borrar aquella sonrisita de su rostro. —¿Puedo continuar?
—Es lo que estoy esperando. —respondió él, con el entrecejo fruncido. — Y no, no eres fea. —agregó para demostrarle a la kunoichi que no lo conocía tan bien como ella creía, solo esperaba que ella no se hiciera ideas raras en su cabeza.
—no, pues gracias por tú opinión. —respondió ella secamente y se volvió hacia Naruto, que sí se encontraba sumamente sorprendido y casi cayéndose de su asiento. —¿Qué te pasa?
Sasuke miró también a su amigo, y se molestó pues la reacción de Naruto era la que pensó que tendría Sakura.
—Sakura… es que… ¿no… no escuchaste lo que dijo el Teme? —preguntó sonrojado.
—Sí… ¿qué tiene?
—Hmph… ¿podemos ya continuar? —interrumpió el Uchiha impaciente.
Sakura sólo carraspeó.
—Bien, como iba diciendo, pese a la molestia de Yuki el Sr. Iwamura se negó a regresar o regresarme ya que implicaría retrasos en las fechas de las giras por lo que Ino, Yuki y yo seguimos con nuestros roces, ella era realmente estricta y ordenaba cosas sin sentido para fastidiar, claro que eran exigencias tontas y nada que Ino y yo no pudiéramos hacer.
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Yuki estaba molesta, porque de una forma u otra no lograba deshacerse de las chicas que habían asignado como sus amigas por más mal que las tratara, pero quien más le molestaba era cierta pelirosa que andaba por ahí y que se había ganado el afecto del resto de su staff, y según escuchaba que era porque esta era demasiado atenta y amable.
"Sí, claro… cómo no… atenta y amable, veremos cuál es su límite" pensó en aquella ocasión, ideando una nueva cosa para fastidiar.
Así que un día, durante el viaje, la mandó a llamar y…
—¡Anda, me duelen los pies! Hazme un masaje. —exigió a la kunoichi, mostrándole su pie.
—¿No tiene un equipo que ya se encarga de hacer eso? —preguntó Ino, desconcertada.
—Sí, pero no me quiero esperar a parar en algún hotel o que monten todo un campamento en medio de la nada, quiero que lo haga ella. —señaló con su pie a Sakura, esperando lograr enfurecerla y por supuesto humillarla. —¡Anda, rápido!
—Mmm… qué más da. —dijo esta, sin problema e hincándose en el espacio que había entre los dos asientos que tenía el carruaje.
—Y no te atrevas a lastimarme, tengo pies delicados.
—Sí claro, y por eso tienes callos. —analizó Sakura.
—¡¿Qué?! —se alteró esta, tomando su pie y viendo una capa engrosada en la parte de la planta. —¡Pero! ¿cómo?!
—Eso es porque no deja a sus pies descansar, siempre anda con tacones de arriba hacia abajo, incluso cuando nos detenemos en medio de la nada.
—¡Tú qué sabes!
—Soy médico, aunque no se necesita ser un experto para saberlo.
—¿Eh? —Yuki se sintió como tonta.
—Ino, ¿trajiste uno de tus aceites curativos?
—Ah… ¡sí! Claro, los tengo en mi maleta, voy por ellos, también traeré un poco de agua y otros utensilios.
—Sí, gracias.
Como ya era acostumbrado, Yuki vio como Ino salía del carruaje en pleno movimiento, mientras que Sakura tomó nuevamente el pie de la diva, ante la mirada confundida de esta, pues comenzó a analizarla detenidamente, mientras presionaba ciertos puntos de la planta de su pie.
—Sus pies están muy tensos, pese a no caminar están endurecidos, eso significa que está cargando con mucho estrés. ¿Hay algo que le preocupe?
—Eh… bueno… —musitó esta confundida, pero luego enfureció. —¡¿Quién te crees para cuestionarme?! ¡¿Mi doctora?!
—Si quiere puedo serlo. —respondió Sakura con tranquilidad. — todo lo que me diga quedará entre nosotros.
Yuki titubeó ante el ofrecimiento, sin embargo, no alcanzó a responder ya que en eso Ino llegó llevando consigo varios utensilios.
—Creo que con esto será suficiente. —dijo la rubia con una sonrisa.
—Eso creo, Ino, cierra las cortinas del carruaje… hagamos a Yuki sentirse mejor.
La diva frunció el entrecejo sin entender muy bien lo que quería decir, sólo vio como Ino con una sonrisita cerraba las cortinas al mismo tiempo que Sakura se preparaba para aparentemente atenderla.
30 minutos después…
—Ay, por kami… que bien se siente. —expresó Yuki casi adormilada, mientras era masajeada en la espalda por Ino y por Sakura que se había encargado de masajear y curar sus pies. —Ustedes chicas…son grandiosas, debería contratarlas como parte de mi staff.
—Gracias… ¿qué opinas? —preguntó Sakura con más confianza, esperando su veredicto.
La diva se observó los pies.
—Creo que se ven mejor que antes, ¡muchas gracias!
—No hay de que.
—¿En serio? ¿No les gustaría trabajar para mí? —insistió. —No creo que ser ninja sea tan grandioso, además que es peligroso, debe ser un fastidio para ustedes.
—Para mi no lo es. —respondió la médico. — y ciertamente un ninja no se limita solamente a hacer misiones como estas o hacer cosas peligrosas, en mi caso, soy una ninja médico que está buscando la manera de mejorar el sistema de salud, al menos de nuestra aldea o por ejemplo Ino, quien aparte de ser ninja médico también es parte de una división importante en la aldea.
—Así es. —concordó Ino. —Aunque tan bien se me da el titulo como ninja médico no soy tan buena como Sakura, pero la ayudo en lo que puedo, en especial con su proyecto y cuando no lo hago, ayudo en la floristería de mi familia o en la división de inteligencia.
—Wow... eso es grandioso. —expresó Yuki sorprendida.
—No seas tan modesta Ino, dile que también formas parte del clan Yamanaka y todo lo que estos pueden hacer.
—Es cierto…Yuki sabías que mi clan…
Ino en ese momento se puso a hablar sobre las habilidades de su clan lo que podían hacer y lo que no, incluso le contó acerca de su padre y todo lo que hizo este durante la guerra. Yuki, en todo momento se mostró sorprendida mas no comentó nada, sin embargo, cierto remordimiento comenzó a crecer dentro de ella por la manera en que había tratado a ambas kunoichis.
—Y creo que ya hablé demasiado. —rio Ino, cuando notó que ya no había parado de hablar.
—No, para nada… todo lo que dices es muy interesante, quisiera saber más de ustedes—dijo Yuki, realmente sorprendida. —tú, Sakura… ¿a qué clan perteneces y que es lo que hacen?
La mencionada se sobresaltó.
—Ah… bueno, yo… a ninguno. —rio nerviosa.
—Ah ¿no? ¿No es requisito que seas de algún clan para ser ninja?
—No realmente, es complicado el cómo te seleccionan para estudiar en la academia, pero bueno aquí estoy así que supongo que es porque soy buena en algo, aunque mis únicos logros fueron el de hacerme un ninja médico.
—Y vamos tú también con la modestia. —regañó Ino. —Yuki, Sakura es una experta ninja médico que estuvo atendiendo a muchas personas durante y después de la guerra, entre otras cosas, acerca del proyecto que siempre menciona, está buscando financiamiento para abrir una clínica para atender a niños que tengan problemas con su salud mental.
—¿Salud mental?
—Oh… sí, es muy importante para mi —siguió Sakura. —Ya que… ¿sabías que no sólo hay heridas físicas sino también mentales? ¿Y que generalmente nadie presta atención a ello?
—No, lo desconocía. —respondió esta, interesada en el tema.
—Sí, se podría decir que una enfermedad mental también se podría categorizar como una enfermedad silenciosa, y muy peligrosa, además.
—¿Enfermedad silenciosa?
—Sí, porque la podrías tener y tal vez no te das cuenta, un ejemplo sencillo es la depresión, pero en base a varias investigaciones que se han hecho, hay diferentes tipos de enfermedades mentales y que se podrían malinterpretar como malas conductas, rabietas o cosas así.
Fue el turno de Sakura en ponerse a hablar sobre lo que sabía de dichas enfermedades, el cómo podrían afectar niños y su adultez entre otras cosas, también le mencionó la importancia de hablar sobre estas enfermedades o problema sin miedo a las represalias para que se tomaran más en cuenta y se eliminaran todo los tabúes que actualmente había.
—Wow, no sabía nada de eso. ¿Y qué te motivo a hacer todo este proyecto? Es muy interesante.
—Oh… bueno. —Sakura rio apenada. —Diría que es por algo que me sucedió, y que actualmente me afecta, pero también dos personas fueron, digamos, los que me motivaron a hacerlo, ya que ellos pasaron por cosas peores que yo.
—Ah, sí… ¿Quiénes?
Ino vio de reojo a Sakura, viendo que la sonrisita de esta desfallecía un poco.
—Mi mejor amigo, Naruto. —respondió.
—¡Oh! ¡El héroe de guerra!, creo haber escuchado su nombre antes de otra sacerdotisa. —comentó Yuki pensante. —Que increíble que seas amiga de un héroe famoso.
—Sí, Naruto es una gran persona, con el corazón más noble que haya conocido. Aunque a veces sea un poco fastidioso. —rio Sakura. —Por él aprendí muchas cosas y también estoy viva, yo antes… como decirlo, bueno… creo que no era buena persona…—dijo, tratando de no mencionar que antes era vanidosa o caprichosa para no incomodar a la diva.
—Ah… ¿no? ¿Y cambiaste por él?
—Ah… bueno, creo que en parte por él… pero… también por otra persona, o eso creo. No sé…
—¡Quien?! —exclamó Yuki interesada.
—Mi otro compañero de equipo cuando éramos genin.
Yuki se quedó expectante de su nombre, pero Sakura le cortó hasta ahí y ya no mencionó nada más.
—¿Cómo se llama? —preguntó curiosa.
—Ah… Uchiha Sasuke. —respondió Ino.
—Oh… Mmm… Me suena el apellido, el nombre no tanto.
—Uchiha Sasuke es un ninja reservado y un tanto complicado, posiblemente es por eso. —acomodó Ino, para evitar hablar de más.
—Ah… ya veo, me gustaría conocerlos, por como hablan de ellos me imagino que son hombres muy apuestos. —comentó picaronamente. —¿No tendrán una fotografía de ellos de casualidad?
Sakura rio nerviosa.
—Tengo una, pero es de cuando éramos niños…
—¡muéstramela! ¡anda! Que importa si era de cuando eran niños, igual me podría imaginar como se ven ahora de adultos, porque supongo que son de tu edad.
—Eh… sí.
—Bueno, entonces muéstramela. —pidió esta, abriendo y cerrado su mano ansiosamente frente a la kunoichi.
—De- de acuerdo.
Del bolso que llevaba Sakura con ella con sus herramientas, sacó un pequeño diario en el cual entre sus hojas ocultaba aquella fotografía del antiguo equipo 7, la cual, al mostrársela a Yuki, esta puso una expresión de ternura en su rostro.
—¡Aww! Que lindos, y también está el Hokage, o sea que fue tu maestro, me imagino que el rubio es Naruto. —señaló con su dedo al malhumorado niño de 12 años.
—Ah… sí, él es Naruto y sí, el Hokage fue mi sensei.
—Naruto es muy lindo, y ya me imagino como estará ahora de grande, miauuu. —ronroneó saboreando sus palabras. —El otro serio y con cara de amargado me imagino que es ese tal Sasuke Uchiha, es muy guapo también.
—Ah, sí, estás en lo correcto.
—También me imagino que es todo un hombre ya, ¡y que hombre! …definitivamente me acostaría con ambos.
—¡¿Qué?! —gritaron Sakura e Ino enrojecidas.
—¡Sí! —exclamó Yuki con una sonrisita. —Obviamente no con los dos al mismo tiempo, pero si me dieran a elegir…—se puso pensante. —Creo que definitivamente escogería a Naruto primero, y si no estuviera disponible pues entonces lo haría con Sasuke, y creo que finalmente con el Hokage, aunque sea mayor que yo… es muy apuesto, le estuve coqueteando cuando estuve en su oficina, pero creo que ni se dio cuenta.
—¡¿Qué?! —gritó Sakura con la cara toda enrojecida.
—Ay, Sakura… que inocente eres. No te hagas, creo que al menos alguna vez pensaste en acostarte con uno de ellos, una chica no puede estar rodeada de 3 hombres apuestos sin sentir nada.
—¿No se puede? —repitió Sakura muy abochornada, ni que decir de Ino que se había vuelto un farolito enrojecido.
—Así que dime, sólo hablando hipotéticamente… ¿con quién de los tres te acostarías? —preguntó mostrándole la foto.
Sakura sintió su cuerpo hervir.
—Ay, por Kami… que calor hace. Creo que debo salir un rato.
—¡No, para nada! No te dejaré ir hasta que respondas—insistió Yuki, levantándose y poniéndose frente a la puerta del carruaje. —¡Anda, estamos entre chicas! No pasa nada… así que ¡dime! ¿Con quién lo harías? Si no me dices me harás pensar que uno de ellos te gusta o te gustaba ¿no es así? —preguntó picaronamente.
—Eh… sí, pero eso se quedó en el pasado… ya no me gusta. —rio— y… no me interesa acostarme con ninguno de ellos.
Yuki se burló sin creerle.
—Ino… ¿tú con quien lo harías?
La rubia que había tratado de mantenerse alejada de tan penoso tema de conversación saltó al escuchar su nombre y su piel enrojeció más.
—No, con nadie…—dijo nerviosa. —A mi me gusta… otra persona…—se excusó tímidamente.
—Umm… bueno, ¿Y ya te has acostado con esa persona?
—¡EHHHHHH! —gritó Ino, sudando a chorros.
—¡que puritanas son, chicas! ¿No me digan que piensan llegar vírgenes hasta el matrimonio? yo no pienso esperar tanto para tener sexo con alguien, en cuanto se me dé la oportunidad lo haré. —confesó esta abiertamente. —Así que ¡anda! Díganme… ¿Ino ya te acostaste con esa persona que te gusta? y Sakura… te lo pondré más sencillo, si tú y estos guapísimos varones fueran los últimos habitantes de la tierra… ¿con quien lo harías?
Sakura resopló enrojecida, viendo que no habría manera de evadirla.
—Bueno… si… si lo planteas de esa forma entonces… yo… creo que me acostaría con…
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—¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉE´?! ¡Sakura-chan!… ¿en serio le dijiste eso? —gritó Naruto, tan abochornado y enrojecido, que hasta el frío se le había quitado.
Pero no era el único, Sasuke con la cabeza agachada y dientes rechinantes trataba de ocultar la vergüenza que sentía ante tan penosa conversación. Si Sakura quería incomodarlos realmente lo había logrado.
Mientras que, en la otra habitación, donde aguardaba Kakashi y Darui, este primero también se mostraba completamente enrojecido por lo que había dicho su alumna.
—Fue lo primero que se me ocurrió, sabía que ella esperaba una respuesta digamos "ardiente" y no desistiría hasta escucharla. —continuó Sakura tranquila. —Por eso le dije que me acostaría con los tres y me quedaría con el que más me complaciera, era responder eso, o decir que me acostaría contigo en primer lugar, luego con Kakashi-sensei… a Sasuke kun ni siquiera lo mencionaría, sé que preferiría extinguirse a sí mismo antes de acostarse conmigo o con cualquier mujer o ser vivo, pero responder eso hubiera implicado a responder más preguntas incómodas, así que no pienses raro.
—Ah… bueno. —dijo Naruto más calmado.
Mientras que Sasuke continuaba con la cabeza gacha, apretando los dientes con notoria furia por lo que había dicho ella.
—La verdad es que… —musitó Sakura, desviando su mirada hacia otro lado con un semblante triste. —Me hubiera gustado responderle que no me acostaría con ninguno de ustedes, ya que esperaría tener relaciones con alguien por amor… pero… eso hubiera sonado trillado, cursi y por supuesto infantil, porque… es evidente que esas cosas no pasan, al menos no para algunos…—suspiró. —Tener sexo generalmente sólo es un encuentro entre genitales, compartir fluidos, no sé por qué a muchos les importa… tanto.
—¿Sakura-chan? —susurró Naruto confundido.
Sasuke también le observó con detenimiento, tratando de leer entre su triste expresión lo que quería decir con toda esa palabrería.
—En fin, ¿en dónde me quedé?… —reaccionó Sakura, volviendo la mirada a su amigo y evitando la de Sasuke. — ¡ah, sí! Como se podrán dar cuenta, Yuki era algo picarona y con una mente muy abierta para ciertos temas, ¿Quién pensaría que una conversación de ese tipo nos haría amigas? A partir de ese momento, ella se mostró más amable con Ino y conmigo y también menos caprichosa, y por supuesto se disculpó y al menos a mi me dijo los motivos por los que se comportaba así con los demás, además que comenzó a enseñarme también otro tipo de cosas.
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El staff de la cantante había optado por acampar cerca de un lago que habían encontrado por el camino, y que quedaba a menos de un día de su destino.
Mientras Ino y Sakura se encargaban de montar la tienda que correspondía a Yuki, esta se alejó poco a poco del resto del grupo para admirar la grandeza de la naturaleza que les rodeaba.
Ahí, frente al lago, se sacó sus zapatos bajos y metió los pies dentro del agua, jugando con esta y deleitándose con su frescura.
—Yuki… la tienda ya está lista. —llegó Sakura con ella.
—Gracias. —respondió ella sonriente. —¿Por qué no te sientas un rato? El agua está deliciosa.
—¿En serio?
—Sí… ¿dónde está Ino?
—Ayudando a Shino con otras cosas, ¿quieres que la llame?
—No, que ayude a ese chico raro de los insectos, aún no me acostumbro a él, aunque también es lindo.
Sakura sólo sonrió, pues a su perspectiva, ya estaba conociendo a la verdadera Yuki, así que se sentó a un lado de ella, pero sin meter los pies dentro del agua.
—A decir verdad… estaba buscando una oportunidad para hablar contigo a solas, Sakura.
—¿En serio? ¿Sobre qué?
—Sólo de cosas, es que… me sigo sintiendo horrible por todo lo que te dije.
—Descuida, ya pasó… ya te disculpaste y yo también por lo que te dije, es obvio que todos esos roces fueron porque no nos conocíamos.
—Sí, pero… en serio. —refunfuñó. —Es que… estaba molesta, es que si supieras…
—¿Qué?
Yuki miró hacia los lados, procurando que nadie la escuchara y cuando vio que no había nadie alrededor dijo.
—Antes de volverme una cantante, como sacerdotisa estaba impuesta a seguir solo órdenes de quienes me consideraban su propiedad. "Yuki has esto, Yuki has el otro, manipula, reza, baila, canta" … y era sólo para beneficiarse de los "milagros" que podía hacer, aun cuando esa gente que me lo pedía no lo necesitara. ¿Sabes a lo que me refiero?
—Creo entenderlo. —musitó Sakura angustiada.
—Me llamaban la reliquia y como tal, sólo me veían como un objeto, por eso cuando escapé de mi lugar de origen, no encontré mayor libertad en todo lo que llevaba de vida; acudí a otro templo de otro país para buscar la paz que tanto necesitaba; sin embargo, encontré lo mismo que en mi otro país, la gente solo venía a mí por interés, por la flor que hay dentro de mí, por eso cuando dejé eso y me volví cantante, todo cambió, aunque no lo parezca, ahora yo tengo el control de mi vida, si quiero ayudo, y si no, no lo hago, y si lo hago yo también debo obtener algo, porque creo que es lo justo, es sólo equilibrio. Y me llamaron egoísta por ello.
—No tendrían porque, es tu vida, tú eres la que sabe qué hacer con ella. Lo que piensen los demás no debería importarte.
—Sí, lo sé… por eso me volví más obstinada, si la gente no quería comprender mis razones, ¿por qué yo me debería molestar en comprenderlos? eso hizo que me volviera un poco más altanera con quienes no conozco, por eso me comporté así con Ino y contigo, porque pensé que querrían algo de mí.
—Por supuesto que no, solo estamos aquí para ayudarte, también creo que el Sr. Iwamura no debió contratarnos para asumir un rol de amigas, porque es claro que la amistad es algo que se da sin ningún tipo de condición o contrato.
—Sí, es verdad, pero, a decir verdad, el Sr. Iwamura acertó esta vez, me alegro de que ustedes fueran mis acompañantes. He aprendido de ustedes mucho y sobre todo tú, Sakura, eres quien más me sorprende ya que sin ser de un clan destacado, o una heroína famosa o tener habilidades especiales como las de Ino o Shino o ese montón de ninjas de los que me has hablado, te has sabido mantener firme en todo lo que quieres sin esperar algo a cambio.
—Bueno, es sólo parte de un todo… todos tenemos tanto cosas buenas como malas, las buenas creo que hay que tratar de mejorarlas, mientras que las malas evitarlas. Creo que es lo único que puedo decir. —respondió Sakura apenada.
—Es un buen consejo, yo… creo que también me enfocaré en las cosas buenas, más que en las malas… para así estar en mejor armonía con los que me rodean y con la naturaleza. —opinó esta, extendiendo su mano hacia el lago.
—¿La naturaleza? Acaso el poder de esa flor que mencionas…
—Sí. Es algo como la magia de sus jutsus. —respondió Yuki riendo.
—Eh… pero un jutsu no es magia. —corrigió Sakura.
—Sí, ya lo sé, Srta. sabelotodo… ya me lo dijiste… energía espiritual y todo eso, pero para mi sigue siendo magia lo que hacen, pero en fin… te diré lo que yo puedo hacer… —le susurró como si fuera un secreto.
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—Y de ella salió el revelarme lo que podía hacer. Me dijo que ella podía ver y atraer a la energía natural con sus cantos o danza y en conjunto podían hacer cambios en los entornos, ya fuera hacer llover o lo contrario, hacer crecer las plantas entre otras cosas.
—¿Es cómo un senjutsu? —cuestionó Naruto.
—Algo así, pero no del todo… ella decía que la energía natural no le hacía nada a ella a pesar de su poca cantidad de chakra, y que era más que nada como un trabajo de comunicación que en conjunto trabajaban para hacer que sucediera algo, es decir, si ella quería que lloviera en algún sitio, por ejemplo, atraía esta energía natural, se lo pedía por medio de cantos, danza u oraciones y esta respondía alterando el clima o haciendo modificaciones en el entorno.
Naruto se confundió.
—Suena extraño lo sé, pero ella me dijo que era una especie de intercambio, que a la naturaleza le gustaba verla y a cambio de verla danzar o cantar, la naturaleza actuaba sobre el entorno que ella quería. Aunque claro, decía que a veces no cedía a la primera y cuando era sacerdotisa podía pasarse una semana orando, danzando o cantando hasta que esta estuviera satisfecha, en especial cuando tenía que actuar sobre tierras que fueron destruidas por el humano y también me contó una extraña historia sobre su origen.
—¿Una historia? —repitió Naruto, mientras que Sasuke se mantenía atento.
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—Cuenta el mito, que hace muchos años había un árbol al que le decían el árbol de la vida. —relató Yuki. — Se decía que este equilibraba toda la energía natural en el planeta y como era tan preciado, era cuidado por las sacerdotisas de la naturaleza. Jóvenes que eran elegidas por el mismo árbol y a quien se les otorgaba el don para poder admirarlo y también llamarlo según se necesitara.
—¡wow! Me suena a cierto árbol divino y una princesa que vino de otro mundo. —comentó Sakura, recordando a la famosa Kaguya.
—Sí te refieres a la historia de una tipa albina y un árbol con un fruto extraño, no es ese. —corrigió Yuki. —Porque fue ese árbol invasor quien realmente desterró al genuino árbol de la vida que correspondía a este planeta.
—¿Eh?
—Sí, conozco perfectamente la historia de la princesa Kaguya de las antiguas escrituras, ese árbol y esa tipa desterraron al verdadero árbol y comenzaron a robarse la energía natural de la tierra. Ante ese inmenso y asqueroso poder, las sacerdotisas de la naturaleza no pudieron hacer otra cosa que ocultar el árbol de la vida en el lugar más inhóspito del planeta con el fin de que el árbol usurpador y esa tipa no alcanzaran la fuente de su poder, sin embargo, pese a sus esfuerzos esos usurpadores casi lo destruyen de no ser porque, pasado el tiempo, esos mismo seres que llegaron a este planeta comenzaron a matarse entre ellos. Al final el más razonable de ese clan fue el que restauró, digamos más o menos el equilibrio y pactó con la energía natural no tomarla si no era necesario, y esta, en respuesta, lo convirtió en un sabio. Sin embargo, pese a ese trato, las sacerdotisas de la naturaleza seguirían existiendo como fieles y directas servidoras de su poder, quienes atenderían sus exigencias y, si se llegara a dar el caso, cargaría con el fruto de la vida.
—¿qué quieres decir con eso? —preguntó Sakura, tragando saliva.
—Digamos que… en el hipotético caso de que la humanidad tuviera que extinguirse o entre ella misma se extinga, la sacerdotisa de la naturaleza, quien se supone es la mujer más pura sobre la faz de la tierra, sería quien cargaría con un hijo concebido con la energía de la naturaleza, dando así el comienzo de una nueva era.
—Eso suena muy loco… ¿no crees?
—No tengo pruebas, pero tampoco dudas… ¿No has escuchado las historias donde la humanidad casi se extingue? Por ejemplo: esa Kaguya casi destruye a la humanidad, o ¿qué tal la historia sobre aquel diluvio que casi inundó al planeta? o… ¿has escuchado acerca de la era de hielo?
—Sí, pero la humanidad no se extinguió del todo.
—Bueno, son mitos… la verdad hasta a mi se me hacen fantasiosos, pero se supone que es lo que debo de creer ya que la energía de la naturaleza me rodea; sin embargo, tampoco me siento presionada al respecto, pese a como pueda verse creo que la energía de la naturaleza quiere que yo sea feliz y me da ánimos a que siga con vida, deseando lo mismo para todo ser vivo, aunque el humano insista con sus estúpidas guerras.
—Ah… ya veo. ¿Y ahora la ves? Es decir, a esta energía natural.
—No, pero si quieres puedo llamarla…
—¿Eh?
—Sólo observa.
Yuki puso sus manos en modo de rezo, y así se mantuvo por algunos segundos hasta que de repente, Sakura vio como a su alrededor comenzaron a brotar de la nada diferentes florecitas pequeñas de color blanco que poco a poco comenzaron a rodear todo su alrededor, incluyendo al lago en el cual se mostraba el reflejo de la esplendorosa luna.
—¡Wow! Que hermoso.
—¿Te gusta? —sonrió Yuki.
—Es precioso, sin lugar a duda es un don muy hermoso. —dijo esta fascinada.
—Sí, esta energía puede ser tan hermosa como lo puedes llegar a ser tú, Sakura.
—¿Eh?
Yuki sacó sus pies del agua y caminando entre las florecillas, se colocó detrás de la kunoichi, que sólo sintió como esta tomaba su cabello para peinarlo con sus dedos.
—Permíteme hacerte un cambio de look. —pidió sonriente. —La verdad es que, si eres bonita, sólo que estás escondida detrás de todos tus deberes, recuerda, la belleza no está peleada con la inteligencia ni la fuerza, permíteme hacerte este cambio para que destaques aun más de lo que ya lo hace, Dra. Haruno.
Sakura solo sonrió un poco apenada, considerando las palabras de Yuki y pensando que, por un momento, podría pensar un poco en ella, aunque fuera en algo banal y superficial como lo podrían considerar algunas personas.
—De acuerdo…hazlo —aceptó asintiendo levemente con su cabeza. —¿Qué piensas hacer?
Yuki rio picaronamente, mientras comenzaba a trenzarle el cabello.
—Descuida, déjamelo a mí, conozco a la persona que nos puede ayudar
—Ah… ¿sí? ¿Quién?
—¡Oigan! ¡Ya está la cena! ¿Qué hacen ahí?!
Gritó Ino a lo lejos, acercándose poco a poco a ellas y quedándose fascinada con las flores que había alrededor.
—Que hermosos galantos…—se agachó para tocar algunas florecillas. —Sakura, Yuki… ¿sabían que estas flores simbolizan la esperanza y un nuevo despertar?
Sakura sintió un sobresalto en su pecho al escuchar el significado y le pareció curioso que esas flores fueran las que hubieran nacido a su alrededor, justo cuando Yuki le había hecho esa proposición, era como una clase de señal, de que ella debía dejar ya ciertas cosas del pasado para darse la oportunidad de renacer de nuevo.
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—Después de eso, pasó un día más y llegamos a la ciudad donde comenzaría su gira. —siguió contando Sakura nostálgica.
Continuará.
Nota: espero que no se estén aburriendo con esto jeje, creo que el próximo ya sería la última parte del relato sobre esta chica.
Agradecimientos especiales a: Margaces, Blossom marie, TinyCandy007, y quien esta como guest por sus comentarios.
A los favoritos, anónimos y seguidores, nos seguimos leyendo.
Saludos.
26 de junio de 2022
