.

Alexitimia

Capítulo 25

Secretos y reconciliaciones.

Cadáveres derretidos por doquier se habían convertido en el principal foco de atención de las costas y bosques del país del Agua, seguido de un montón de columnas de humo que quedaron de los ya extintos incendios que los shinobis de Kirigakure se encargaron de apagar.

El recuento de los daños ya se estaba haciendo, esto a cargo de la Mizukage, quien llegó tan sólo una hora después de terminada la batalla junto con un grupo de shinobis que rápidamente asistieron a sus compañeros heridos y también llevarse a los que desafortunadamente habían perecido.

Mientras tanto, los shinobis de Konoha, por decisión unánime habían elegido a Shino para que se hiciera cargo de las diligencias necesarias con el país del agua, ya que en el entorno en el que se encontraba el shinobi de los insectos parecía ser el más sensato, imparcial y "cuerdo" de todo el grupo, seguido de él le seguían Tenten y después el energético y siempre positivo Lee.

Sin embargo, por otro lado, estaba el equipo 7.2 semi dispersado, Hinata después de la previa discusión con su marido, optó por tratar de ayudar en cualquier tarea que se requiriera, ya fuera atendiendo algún herido, trayendo o cargando suministros.

Naruto, por otra parte, después de la discusión con su esposa y desplante de su amiga, no pudo hacer otra cosa más que arrinconarse en un punto del campamento por consejo de Shino, el cual vio que no estaba 100% concentrado en lo que hacía y por dicho motivo sólo estaba estorbando.

"Inútil" se autodenominó el Jinchūriki una vez que se quedó sólo, sintiendo muy profundamente que ese era el sentir que había tenido su esposa y también Sakura cuando les pidió que permanecieran escondidas y supuso también que en algún o varios momentos de sus vidas.

Aún así no terminaba de comprender.

¿En qué había fallado? ¿Acaso había sido un delito que se hubiera preocupado por su esposa como lo hizo? ¿Qué tenía de malo eso?

Y aunque no quería, una parte de su ser seguía culpando a Sakura ya que creía que esta había arrastrado a Hinata a atender un asunto que se estaba tornando personal para ella, mientras que la otra parte le decía que eso era una tontería y lo hacía recordar las palabras que Sasuke le dijo: ellas hicieron lo que hicieron porque son shinobis, y por supuesto, cómo olvidar cuando este mismo le advirtió con la clase de enemigos con los que se encontrarían cuando la misión recién les fue asignada.

En aquel entonces él mismo confirmó que ellas eran capaces de defenderse por si solas, entonces ¿Qué había pasado? ¿Realmente había sido un error haber permitido que Kakashi integrara a Hinata al equipo? porque evidentemente se demostró que él no fue capaz de confiar en sus habilidades.

"No, es que no fue por eso."

Se sacudió confundido, la cabeza comenzaba a dolerle del estrés, jamás había estado en una situación así con su esposa y, por ende, no sabía qué hacer; y ni cómo recurrir con la persona que generalmente lo ayudaba con esos temas: Sakura, la cual por el momento tampoco tenía muchos deseos de ver.

.

.

Por otra parte, Sasuke tan sereno y aparentemente impasible como siempre, seguía de cerca a Sakura, la cual, apenas llegando a la costa, se puso a recolectar muestras de los cadáveres con una indiferencia tal que era como si estuviera recogiendo flores en un prado, para luego exigir de nuevo que le proporcionaran un laboratorio.

Ante una negativa por parte de la Mizukage, la cual le mencionó que su aldea se haría a cargo de la investigación, ella sólo se volvió hacia el Uchiha y le dijo: "llévame con los sujetos con los que pelearon" y de ahí nadie la sacó.

Así que ahí estaba, esperando a que ella tomara unas muestras de los sujetos con los que habían peleado Naruto y él, las cuales posteriormente guardó cuidadosamente en una especie de caja que ella misma se encargó de mantener fresca.

—¿Satisfecha? —le cuestionó cuando ella pasó a un lado de él, atenta a las muestras recién recolectadas.

—¿Ya me tienen el laboratorio? —se la regresó ella, sin dejar de caminar.

Sasuke rechistó y se volvió rápidamente hacia ella, para tomarla de la muñeca.

—Sakura, ya me estás cansando… ¡¿qué te está pasando?!

Ella lo encaró, y con rabia reflejada en su rostro se zafó de él.

—Te he dicho que no me ¡toques!

—Está bien… pero tienes que decirme qué es lo qué te pasa.

—Se me hace tarde.

—¿Tarde para qué?

—Que te importa. —lo ignoró ella, para seguir caminando.

El Uchiha rechinó los dientes, tratando de no impacientarse y perder los estribos, y se disponía a detenerla, aunque tuviera que usar al mismísimo Susanno para lograrlo; sin embargo, antes de que siquiera pudiera activarlo, la Mizukage y Chōjūrō aparecieron frente a su protegida, impidiéndole el paso.

—Tienes que venir con nosotros Haruno Sakura. —avisó la Mizukage. —Hay alguien que te espera en el campamento.

El Uchiha sólo frunció el entrecejo sin imaginarse quién sería la persona que la estaba requiriendo.

.

.

—Honorable Sacerdotisa Saori, aquí está la reliquia. —notificó Chōjūrō haciendo una respetuosa reverencia ante una anciana cuyo rostro se notaba estricto y rudo, y la cual se encontraba muy cómoda sobre una pila de almohadas que habilitaron en una cabaña exclusivamente para ella.

Otra vez una de esas viejas. —bramó Sasuke por lo más bajo.

El único que se estaba quejando, pues ni Naruto ni Hinata (que habían tenido que acudir a esa reunión más que nada por su rol de custodios) reaccionaron ante su presencia, como lo habían hecho con las anteriores sacerdotisas, más bien se mostraban incómodos, Naruto por estar cerca de Hinata y detrás de Sakura, y Hinata por estar a un lado de Naruto.

—Gracias Chōjūrō, tan gentil como siempre… nos volvemos a ver, muchacha. —saludó la vieja Saori.

—Ah… una de ustedes otra vez. —rodó Sakura los ojos con fastidio y se dio media vuelta. —Me voy.

—¡Muchacha irrespetuosa! —renegó esta, reventando la pipa que tenía en la mano. —No he terminado de hablar.

—A mí no me interesa hablar con usted ni ninguna de las mujeres de su calaña.

—¿De nuestra calaña? ¡Ja! No me hagas reír jovencita, nosotros, las sacerdotisas, jamás hemos hecho cosas como las que tú has hecho… así que no compares. Mira cómo estás, ¿te has visto frente a un espejo? —señaló, remarcando las manchas de suciedad y sangre que habían quedado en su antes haori blanco.

—Claro, se me ha olvidado que ustedes, las sacerdotisas, son la palabra pureza encarnada. —se burló Sakura.

—¡No te burles de nosotros! Tú…tú… ¡muchacha impura y maldita!

—¡Ya vaya al grano y diga que quiere, anciana! —intercedió Sasuke, al notar como los puños de Sakura se contraían y escarchaban por debajo de la manga de su haori.

—No me hables así jovencito, yo sólo vine a hablar pacíficamente, pero ustedes… lo shinobis de Konoha son unos salvajes.

—¡Ya diga de una vez lo que quiere anciana, no estamos de humor! —resaltó inesperadamente la voz de Hinata, la cual también se mostró frustrada, probablemente por estar a un lado del silencioso Naruto que reaccionó, no creyendo que Hinata mostrara ahora esa falta de respeto.

La anciana se aplacó y se volvió a acomodar entre los cojines.

—inconcebible, pero ya qué, está bien. Niña, debes arreglar el clima… ¿Ya te disté cuenta del tremendo cambio de temperatura que hubo en esta zona?

—Es normal que lo sientan así, se nota que no se ha enterado de que había una máquina en el cielo que estaba robando energía natural, la cual después se utilizaba para dispararla a la atmosfera y provocar un cambio climático.

—¿Qué? ¿Eso es cierto? —preguntó Chōjūrō.

—¡¿No lo han investigado?! —cuestionó Sakura molesta.

El espadachín de kirigakure se asustó con su mirada.

—Apenas recolectamos las piezas que quedaron de esa máquina. —intervino la voz de otra mujer que entró a la cabaña.

—Mizukage. —reverenció respetuosamente la anciana.

—Parece que sabes más de lo que aparentas, niña… dime ¿qué más viste y porque no lo habías notificado?

—¿Me proporcionarán el laboratorio que pedí?

El equipo 7.2 volvió a sorprenderse por la actitud tan arrogante que estaba tomando Sakura.

—Sigues con eso… —resopló Mei. —Ya hablé con Kakashi y fue un rotundo NO de su parte, quiere que dejes esto bajo nuestra jurisdicción, como debe ser. Así que habla… ¿qué más puedes decirnos sobre esa máquina?

Sakura la vio con molestia, aunque luego sonrió de lado.

—Está bien, se lo diré… esa máquina era utilizada por un hombre que, por lo poco que pude observar de él, era un tipo promedio, pero con una posible habilidad para absorber la energía natural o con un gran control de chakra, lo que hacía que el absorber la energía natural no fuera problema y para no recargarse la distribuía a los enemigos que nos atacaron mediante varios sellos, al mismo tiempo que se encontraba conectado a la máquina para disparar chakra hacia la atmosfera y causar un cambio en el clima.

El equipo 7.2 se mostró sorprendido por la observación de Sakura, en especial Hinata y Sasuke, la primera porque cuando la acompañó, ella no vio más allá de la máquina que absorbía energía natural, así como los sellos en el cuerpo del hombre, pero no había teorizado sobre la utilización de estos. Mientras que el Uchiha no pudo evitar recordar los experimentos de su antiguo mentor y por supuesto a un miembro de su otro equipo.

—Mm… interesante ¿y todo eso lo supiste con observarlo?

—Es una teoría, pero sí…

—¿Y qué me dices de las drogas? Chōjūrō me mencionó algo sobre drogas que imitan el poder del usuario original.

—Sólo puedo decir que no sé quién está detrás de estas drogas, pero lo que creo es que son drogas mejoradas a las que hacía un antiguo criminal que ahora está encerrado en la prisión de Konoha.

—¿Por qué lo dices?

—Nuevamente, es sólo una teoría, si me diera el laboratorio que requiero tal vez pueda averiguarlo.

—No, ya se te dijo que eso no es posible, así que no insistas.

—Entonces ya no tengo nada qué hacer en este país. —se dispuso Sakura a retirarse.

—¡Espera muchacha tonta! ¡¿Cómo qué no?! Tienes que arreglar el clima que hay ahora.

—¡El clima es normal! No insista, vieja.

—La verdad es que no, nuestro clima en esta época del año no es así. —intercedió la Mizukage. —Así que… ¿harás algo al respecto para que sea como antes?

—Y no sólo aquí, terminando en el país del agua, tendrás que ir de inmediato a Kumogakure porque no ha dejado de llover ahí y en el resto del país del Rayo, y terminando ahí te regresas tan pronto como sea posible al país de la Tierra, en Iwagakure, ellos te dirán a dónde ir para que arregles el desastre que dejaste, y también en Sunagakure y el resto del país del viento.

—¡¿De qué habla?! Ella ya fue a Sunagakure y a Iwagakure. —interrumpió Sasuke. —¿Qué más quieren de ella?

—Que arregle los desastres que está dejando. —acusó la anciana, apuntándola. —Sí, ya estoy enterada… detuviste la lluvia en Suna, pero ahora el frío que está haciendo en ese lugar está quemando más que el mismo desierto, y en Iwagakure, hiciste crecer la cosecha y tan pronto te fuiste te encargaste de quemarla… así como al resto de las cosechas de esa nación… tú, muchacha infeliz…

—¡Oiga anciana!… ¡¿Qué tanto dice?! —intercedió por fin Naruto. ¡Sakura-chan es incapaz de hacer eso!

—Así es, ¡ya dejen de tratar de manipularla! —saltó Sasuke en su defensa.

—¿Ah sí?, ¿tanta confianza le tienen? entonces ¿por qué no se lo preguntan?

Ante la acusación, los ojos de todos se posaron sobre Sakura, la cual inquieta, sólo se aferró a su caja de muestras.

—¿Sakura…? —cuestionó Sasuke, sintiendo algo que generalmente no se permitía sentir: temor.

—¿Ya me llevarán al laboratorio que necesito? —fue lo único que salió de la boca de ella.

—Imposible. —musitó la anciana decepcionada. — Mizukage.

La kage, atendiendo a su petición hizo un sello de manos, al mismo tiempo que Chōjūrō sacaba su espada para secundarla.

—¡Oy! ¡¿Qué les pasa dattebayo?! ¡No es necesario llegar a estos extremos!

—Lo siento, Naruto… pero recibimos la instrucción de que si esa chica no quería cooperar la encerráramos. —explicó Mei.

—Ustedes no entienden… si tan siquiera hicieran lo que les pido. —dijo Sakura sin ceder.

—¡Tú estás aquí para obedecer, no para pedir! ¡Mizukage. —ordenó la anciana.

La Mizukage se preparó para escupir su técnica de lava contra el equipo; mientras que Chōjūrō bloqueaba la salida.

Son tan estúpidos…—musitó Sakura, ensombreciéndose.

Pero al momento de que Mei la atacó con su lava, ella, reaccionó totalmente sombría agitando una de sus manos, creando con ello una poderosa ventisca que casi hace volar a la Mizukage, pero sí hizo volar a la anciana la cual terminó estrellada contra la pared.

El boquiabierto y desconcertado Sasuke viendo la manera tan feroz con la que había atacado y las consecuencias que de seguro habría, creó rápidamente un portal en donde se metió, llevándose a Sakura de la cintura, y empujando a Naruto y a Hinata de paso.

—¡Se escapa! —gritó Chōjūrō, corriendo hacia el portal para intentar seguirlos, pero este se cerró antes de que pudiera llegar. —Lo siento, Mizukage.

Para cuando el joven reparó en su jefa, vio que esta, se encontraba de rodillas frente al cuerpo de la lastimada sacerdotisa Saori.

—¡Anciana! Responda… ¡Chōjūrō! ¡Trae a un médico!

El muchacho asintió rápidamente y se fue en busca de uno.

—Maldita… muchacha… —se quejó la anciana adolorida. —Mei… ayúdeme…

—Claro… ¿qué es lo que necesita? —La cargó ella en su regazo.

—Necesito… necesito que envíe un… mensaje a la sacerdotisas… de las 5 naciones.

— ¿con que mensaje?

—Que la reliquia… finalmente se salió de control… necesitamos sellarla, antes de que haga más daño.

Mei Terumi asintió preocupada.

—También…

—¿Qué?

—Necesito… que convoque a los 5 kages de la alianza… necesitaremos toda la ayuda posible para… atraparla.

La kage se sorprendió con tal petición.

—¿Tanto es el poder de esa reliquia?

—Así es…esa niña… aunque no lo parezca es peligrosa, no tanto por lo que es… sino por lo que hay dentro de ella… tenemos que… detenerla.

La Mizukage no comprendió del todo y no pudo cuestionarse demasiado ya que la anciana se desmayó en sus brazos.

.

.

.

El portal se abrió en el cielo, dejando caer al grupo de shinobis de manera precipitada que poco pudieron hacer para repeler la caída. Hinata cayendo sobre Naruto (dolorosamente) y Sasuke sobre Sakura.

—¡ah! Naruto-kun. —se levantó la nerviosa Hinata, viendo que su marido había absorbido la mayor parte del impacto. —Lo siento.

—Hinata…—pronunció este reincorporándose, aunque luego bajó la cabeza recordando todo lo pasado.

Lo mismo pasando con ella que, dejando su típico nerviosismo, evitó verlo.

Mientras que, con el otro par, Sakura, aunque había resentido la caída, al sentir que tenía algo sobre ella se mostró alterada.

—¡Quítate! —gritó, quitándose aquel peso de encima con rudeza.

—OUH… cuidado. —se quejó Sasuke, cayendo de lado como un costal de papas. —¡De nada!

Pero lejos de que Sakura le agradeciera o algo por el estilo, esta miró hacia todos los lados, buscando la cajita con las muestras que había recolectado, la cual había caído a unos cuantos metros de donde estaba y que rápidamente fue en su rescate, sin siquiera preguntar cómo estaba el resto del equipo, después de todo ella era la ninja médico, a pesar de lo que las ancianas o ella dijeran.

Ver esa actitud tan desinteresada en sus amigos le hizo hervir de nuevo la sangre a Naruto.

—¡Oye, Sakura! ¡¿Qué te pasa? ¡¿Por qué actúas así?! ¡¿Qué rayos te pasó allá?! ¡¿En qué estabas pensando?!

—Que te importa, ya deja de meterte en mis asuntos. —reaccionó esta fríamente, aferrándose a sus muestras.

—Ya me tienes…

Pero ahora fue la mano de Sasuke la que le impidió a Naruto seguir con los reclamos.

—Teme…

—Sakura… ¿aún quieres ir a un laboratorio?

El semblante molesto de Sakura cambió a uno más apaciguado.

—Sí… ¿Por qué?... ¿Me vas a llevar a uno? —respondió a la defensiva.

—Estás frente a uno.

La reliquia entonces reparando en el lugar donde se encontraba se giró, viendo que estaba frente a la entrada de una especie de edificio viejo, que estaba en medio de las montañas y el bosque.

—Oye Teme… este lugar es…

—Así es, es uno de los laboratorios de Orochimaru.

—¿Esa serpiente rastrera? —se quejó Sakura furiosa, algo que sin lugar a duda desconcertó a Sasuke ya que creyó que ella aún estaba molesta por lo que su antiguo mentor le había hecho a él, y que también él se dejó hacer.

Sin embargo, descartando aquella posibilidad, volvió a concentrarse, pensando que no era el momento para pensar en esas cosas.

—Así es, después de lo que hiciste en el país del agua dudo que en otro lugar te vayan a proporcionar uno.

Sakura rechistó molesta.

—Puede ser… ¡Shannaro!¡Está bien! Ya que…—gruñó. —llévame a su laboratorio.

Sasuke se sintió aliviado al ver que Sakura se había tranquilizado de ese modo, así que siguiendo el plan de darle lo que quería se dispuso a escoltarla hacia el interior de aquella guarida, cuando de pronto, un shinobi de chaleco verde apareció frente a ellos, impidiéndoles el paso.

—¿A dónde creen que van?

—¡Capitán Yamato! —reconoció Naruto.

—¿Qué hacen aquí, muchachos? ¿Qué pretenden con traer a la reliquia a este lugar? —preguntó el jounin con seriedad.

.

.

Dejándole la responsabilidad a Naruto y Hinata de que le explicaran al ex Anbu lo que sucedía, Sasuke y Sakura se adentraron a la guarida de Orochimaru. La de cabello rosa andaba con precaución detrás de su custodio, aferrándose a sus muestras y rezando internamente porque aquel sujeto que tanto daño había hecho en el pasado no apareciese.

—Vaya, que sorpresa Sasuke…no esperaba que vinieras de visita.

Pero como era de esperar, sus plegarias no fueron escuchadas.

— "Esa voz" —tembló Sakura, quedándose detrás de Sasuke, aunque asomando un poco su rostro para ver que efectivamente ese individuo estaba frente a ellos.

—Olvidemos las formalidades, Orochimaru necesitamos utilizar tu laboratorio. —exigió Sasuke, tal como él sabía hacerlo.

—Tan respetuoso como siempre, Sasuke, pero ¿mi laboratorio? Que yo sepa tú no eres hombre de ciencias… no será que quién lo requiere es esa niña que te acompaña… ¿la reliquia?

—¡Ese no es mi nombre, desgraciado! —salió Sakura de su escondite.

—¡Ah! Pero que sorpresa, es esa niña del pasado, la que te acompañaba y gritaba como loca Sasuke-kun… la que no hacía nada… ¿cómo se llamaba? bueno qué importa, tu nuevo nombre, niña reliquia, es más interesante que el anterior y admito que tú eres lo que siempre busqué por medios de mis experimentos y sellos malditos —analizó el sannin, acercándose peligrosamente hacia ella para tomarla de la barbilla.

¡No me toques! / ¡No la toques! —reaccionaron Sakura y Sasuke al mismo tiempo, ella echándose para atrás y él anteponiéndose ante ella para cuidarla.

—Vaya, que interesante reacción. —rio el sannin. —Ay, muchacha que mal por ti… —miró a Sakura con falsa lástima. —Y pobre de ti Sasuke, en serio ¿con ella? —se burló.

El Uchiha bramó silenciosamente, captando su indirecta, aunque no supo muy bien que había querido decir con lo de Sakura.

—Mira idiota, más vale que nos digas dónde está el laboratorio si no quieres que todo este lugar quede como un cubo de hielo —amenazó Sakura comenzando a enfriar todo a su alrededor.

Pero para el sannin aquella amenaza fue como una brisa refrescante, aunque tampoco tenía deseos de pelear.

—Jamás me atrevería a desafiar a la naturaleza. —respondió. — tal vez controlarla, pero no desafiarla… adelante, eres bienvenida…

El sannin se hizo a un lado para cederle el paso hacia una puerta que estaba al fondo del pasillo y la cual estaba marcada por la palabra Laboratorio.

Insegura de seguir, Sakura miró a Sasuke antes de avanzar, él sólo asintió dándole su aprobación y se dispuso a acompañarla, cuando en eso una voz masculina se escuchó detrás de la puerta del laboratorio.

—Oigan, ¿qué es ese escandalo? ¿Y qué fue ese frío nevado que se sintió? —era Suigetsu que, relajado como siempre, fue quien se asomó por la puerta—¡Ah, Sasuke!

¡¿QUÉ?! ¡SASUKE!¡ ¡¿SASUKE ESTÁ AQUÍ?! —se escuchó el emocionado grito de una mujer.

Acto seguido, Suigetsu terminó estrellado y hecho agua contra la pared, al mismo tiempo que la puerta se abría de golpe, mostrando a una emocionada Karin que corrió rápidamente hacia el Uchiha, para restregarse "tímidamente" con él.

Sasuke-kun…—pronunció melosamente. — ¿qué haces aquí? ¿Por qué no me dijiste que vendrías? Así yo… ¡¿ah?!

En ese momento la pelirroja se percató de que su ex compañero de equipo no venía solo, estaba nuevamente acompañado como la última vez que lo había visto, pero no por esa enana rubia, sino por aquella chica de cabello rosa que la curó en el país del hierro.

—Oh… tú. —reconoció Sakura también.

—Vaya, vaya. —se acercó Suigetsu burlonamente. —Sasuke… que bárbaro, cada vez que vienes estás con una mujer diferente, eres todo un sucio mujeriego.

—Hmph… que tonterías dices... ella es Sakura. Sakura es… ella es... —se trabó el Uchiha de repente sin saber cómo presentarla.

Sakura es…—arremedó Suigetsu burlonamente, notando una situación bastante graciosa para él.

—Soy su misión, tiene que cuidarme. —esclareció Sakura finalmente. —Haruno Sakura, no tenía el gusto, más que con ella. —señaló a Karin.

—Suigetsu Houzuki… y con que se conocen ¿eh? —comentó burlonamente, viendo a la chica pelirroja.

—Sí, ambas compartimos un momento. ¿verdad? —le sonrió Sakura a la chica.

La Uzumaki no pudo evitar abochornarse, al recordar cómo ambas estuvieron llorando por el mismo hombre cuando lo creyeron perdido, y pensando en ese hombre, se volvió hacia Sasuke, viendo que este se mostraba extraño, tanto en actitud como en chakra. Estaba nervioso (aunque no lo pareciera), mas sus nervios no eran por alguna clase de temor que tuviera, era más bien provocado por otro tipo de sentimiento, uno que nunca le había visto manifestar antes.

—"Mierda… en serio ¿con ella?" —pensó decepcionada.

—Karin, ¿por qué no acompañas a nuestra invitada al laboratorio? —ordenó Orochimaru, cediéndole el paso a las dos.

—Por favor. —pidió Sakura a la Uzumaki, haciendo una pequeña reverencia, y teniendo una actitud visiblemente más amable con ella que con el resto de los que estaban ahí.

Karin se avergonzó con aquel trato, generalmente estaba acostumbrada a recibir órdenes de otro modo, pero dejando eso de lado, acompañar a esa mujer le fue realmente incómodo y más por lo que acababa de descubrir.

Lo mismo pasando con Sasuke que nuevamente se llenó de remordimientos al ver juntas a las dos mujeres que más había lastimado en su época de oscuridad.

—Calma Sasuke, Karin es media perra, pero no se la comerá, por alguna extraña razón parece que le tiene respeto a esa chica. —comentó Suigetsu burlonamente.

—Es lo más sensato, Sakura le salvó la vida a Karin cuando yo casi la maté. —respondió Sasuke aun reprendiéndose por dentro, pero sin dejarlo notar en el exterior.

—Vaya, no sabía eso. Esto se pone cada vez más interesante.

—Suigetsu, regresa a tus labores, Sasuke acompáñame, me gustaría hablar unas cuantas cosas contigo que de seguro te van a interesar. —dijo Orochimaru, caminando en sentido contrario a donde se habían ido las chicas.

—Lo mismo, no creas que vine aquí por placer, quiero que me respondas algunas cosas… y más vale que hables con la verdad.

—Tan hostil como siempre… andando.

Sasuke sólo se limitó a seguirlo en silencio, mientras Suigetsu se perdía por otro lado.

.

.

En el exterior, una vez que Naruto y Hinata esclarecieron las dudas del capitán Yamato, este en un inicio se negó a seguirles el juego, pues era notorio para el usuario del mokuton que el equipo 7.2 estaba tomando las riendas de la situación sin la autorización de nadie, ni siquiera del Hokage; pero una vez que el matrimonio le insistió y le suplicó que no los delatara, este aceptó, dándoles un tiempo limite para que Sakura resolviera sus problemas y de ahí les ordenó que tendrían que reportarse con Kakashi en Konoha, pues a palabras de él no se estaba dejando de lado el caso de la ex sacerdotisa y ya había algunas cosas que se habían descubierto y que tal vez les interesaba saber.

Naruto y Hinata sintieron curiosidad, pero sabían que el capitán no hablaría de más con tal de hacerlos regresar a Konoha, así que ni siquiera insistieron, pero eso sí, una vez terminada la conversación, Hinata volvió a irse por su lado, hacia donde el capitán tenía su base con otros shinobis, dejando completamente sólo a Naruto.

"¿Problemas en el paraíso?" —había comentado Yamato al notar el distanciamiento.

Pero Naruto en lugar de responder o actuar, sólo se retiró en sentido contrario, escalando y escondiéndose en lo más alto de la base de Orochimaru.

.

.

De vuelta en el laboratorio, Sakura, después de que Karin le proporcionara toda la utilería que solicitó, se puso a trabajar en el análisis y pruebas de sangre, teniendo la curiosa mirada de la Uzumaki sobre ella.

Le resultaba un poco incómodo, pero suponía que esa chica quería decirle algo, algo probablemente relacionado con el Uchiha, así que esperó y soportó su mirada, hasta que ella finalmente habló pasado unos minutos.

Ne…quiero preguntarte algo y quisiera que me contestaras con la verdad.

—Claro, adelante…—respondió, sin siquiera verla.

Karin se aclaró la garganta antes de continuar.

—¿Sasuke… Sasuke y tú son…?

—No somos nada. —interrumpió Sakura antes de que pudiera continuar, mientras ponía cuidadosamente una solución azul sobre las muestras de sangre.

—Entonces…

—Ya lo dije, no somos nada, no somos ni amigos. Él sólo me cuida por la misión y yo me encargo de lo mío, no hay nada más.

—Oh…

—Aun así… —Sakura dejó por un momento las pruebas. —Quiero decirte que te agradezco por lo que hiciste por él en la guerra, también te agradezco por ayudar a mi maestra, Lady Tsunade, ella me contó lo que hiciste y que apeló a tu favor para que no te condenaran.

—¿Eh? ¡Ah! Bueno, es que en realidad recibí órdenes de Lord Orochimaru —explicó la Uzumaki dando una risita —Y con lo de Sasuke… en realidad no lo ayudé tanto, más bien fue ese bicho raro de Kabuto. —enfureció con sólo recordarlo.

—Entiendo. De igual manera, te lo agradezco. —volvió Sakura a concentrarse en las pruebas.

—Sí, de nada. —respondió ella abochornada, percibiendo un tanto extraña a la chica que había conocido.

En el país del Hierro, con sólo verla había sido testigo de todo el dolor que ella manifestó por Sasuke. Había sido bastante abrumador e incómodo en su momento que ni quiso verla, pero ahora, viéndola de nuevo, era como si hablara con una roca. Era fría (bastante fría), distante y hablaba de Sasuke como si le valiera lo que le pasara.

—"Entonces… ¿ya no lo ama? ¿Lo olvidó?" —pensó la Uzumaki, viendo que aún tenía posibilidades.

Pero tenía que cerciorarse primero, ciertamente no quería preguntarle directamente, no se sentía con esa confianza con ella, pero tal vez si veía dentro de ella, lo averiguaría.

"Sólo echaré un vistazo"

Se ajustó los lentes y enfocó su mirada en la mujer que tenía frente a ella la cual estaba muy concentrada viendo a través del lente del microscopio.

Cuando la habilidad de la Uzumaki comenzó a hacer lo propio, vio en un inicio el chakra color blanco que Sakura poseía y que era bastante neutral a su perspectiva.

"Extraño" —pensó mientras observaba sin poder recordar cómo es que lo había visto la primera vez que ellas dos se encontraron; pero dejando eso de lado, siguió atenta a ella, tratando de averiguar algo de interés, cuando de repente, aquel chakra frente a sus ojos se tornó violentamente oscuro, como si una sombra se hubiera interpuesto entre ella y su objetivo.

Era inmensamente oscura, tenebrosa y emanaba un odio tal que con sólo verlo su cuerpo tembló, víctima del miedo y de un aire gélido que percibió le recorrió de los pies hasta la cabeza, sensación que se intensificó aún más cuando vio que aquella sombra empezó a tomar la forma de un ser humano.

"¿Qué estás viendo, perra? No me mires, no hables o te arrepentirás"

—"¡¿QUÉ DEMONIOS?!"

Aterrada, Karin dio un salto hacia atrás, chocando y tumbando en el acto unos utensilios que estaban sobre una mesa que hicieron un gran escandalo al caer.

"Mierda"

—¿Todo bien? —preguntó Sakura extrañada con su actitud.

La agitada Karin, se ajustó de nuevo los lentes y soltó una falsa risita.

—Eh… sí…sí, pero… ¿sabes? Tengo que ir, tengo que ir…—apuntó hacia la salida. — ¿Te importa si te dejo sola unos minutos?

Y sin esperar alguna respuesta, salió corriendo fuera del laboratorio, dejando completamente sola a Sakura que, inquieta, se volvió de nuevo hacia el escritorio.

—La asustaste. —musitó molesta a la nada.

.

.

Después de una inquietante conversación con Orochimaru y Juugo (que también estuvo ahí) Sasuke no soportó estar en el mismo lugar que su mentor y salió echo una furia en la terraza más alta de la base.

Estaba tan furioso que parecía un león enjaulado andando de un lado a otro, y su cabeza era un completo caos al rememorar ciertas palabras que le hicieron hervir la sangre y le causaron repugnancia: "alguien ya te ganó" y "embarazarla"

—Maldito Orochimaru… no sabe de qué mierda está hablando. —vociferó sin dejar de andar, cuando de repente…

—Eh… ¿Sasuke?

Se dio cuenta de que estaba tan distraído que ni siquiera se percató de que Naruto estaba ahí. Entonces, como solía hacer actuó como de costumbre, mostrando nuevamente aquel porte frío, sereno y despreocupado.

—Usuratonkachi, así que aquí te estabas escondiendo.

—¡Yo no me estoy escondiendo! —reclamó este infantilmente. —Es sólo que…—bajó la cabeza avergonzado. —¿Tú que haces aquí? —preguntó para cambiar el tema.

—Supongo que lo mismo que tú. —resopló rendido, acercándose para sentarse a un lado de él. —Así que… ¿Aun no resuelves las cosas con tu esposa?

Naruto desvío su molesta mirada hacia un costado.

—Ni siquiera me dirige la palabra… pensé en darle su espacio, pero no soporto que estemos así, ella nunca se había comportado así conmigo.

—Ay, Dobe… ¿qué quieres que te diga? Siempre he creído que las mujeres son complicadas, son una molestia…

—¿Lo dices por Sakura?

—¿Tu Sakura-chan? —corrigió él con sarcasmo. —Estás tan enojado con ella que ya no la llamas como usualmente lo haces.

—¡Oh! ¿De veras? No me había dado cuenta, bueno, aunque… sí, sigo molesto con ella, realmente me está exasperando, mira lo que provocó conmigo y con Hinata, está muy extraña.

—Que tonterías dices. Lo que pasó no sólo fue cosa de Sakura…lo sabes ¿no?

El rubio bajó la cabeza sintiendo remordimientos otra vez.

—¿Qué esperabas que hiciera? ¿Qué diera saltos de alegría mientras veo como mi esposa es herida y mi mejor amiga actúa como una lunática?

—Esperaba que te comportaras como cuando te tocó confrontar a tu lunático amigo. —respondió Sasuke. —¿Por qué es diferente con ellas? ¿Es porque son mujeres?

Naruto se sobresaltó.

—No es eso…—negó con la cabeza. —Sé que ellas son capaces de muchas cosas, pero…

—¿Entonces?

—Es que…—bufó. —Es que tú no sabes lo que siento—trató de explicar, llevando su mano al pecho.

—¿Qué no sé? Según tú.

—Me duele aquí… cuando pienso en Hinata y en lo que pueda pasarle... —respondió finalmente él, sintiendo dolor en el pecho. — Y es porque con ella, encontré algo que nunca tuve antes y que es muy diferente a lo que siento por Sakura-chan, por ti, por Kakashi sensei, Iruka sensei, o nuestros demás amigos, incluso mis padres…

— ¿Amor?

—Sí, en pocas palabras es eso. Amor…—admitió melancólico. — yo sólo quería que Hinata estuviera bien, nunca fue mi intención ofenderla… y tampoco a Sakura-chan, que, aunque está rara, me sigue preocupando.

—Te entiendo, y realmente sé a lo que te refieres, porque yo también he sentido y sigo sintiendo esa clase de dolor.

—¿Por Sakura-chan? —preguntó Naruto, recordando cierta confesión que había hecho su amigo en el país del Agua.

Sasuke bajó la cabeza.

—Sí, pero no es algo reciente, he sentido esto desde hace mucho y que se intensificó cuando le rompí el corazón.

—Mmm… contéstame algo Sasuke… ¿realmente quieres a Sakura-chan o sólo crees que debes "recompensarla" de algún modo por lo que le hiciste? Es decir, ¿Por qué ella y no otra mujer? Si siempre la rechazaste, y perdón la preguntadera, pero me imagino que si Sakura-chan hubiera quedado en otro equipo, ni caso le hubieras hecho.

—Pero el hubiera no existe Naruto. Sakura fue nuestra compañera, y creo que tal vez fue cosa del destino, porque no creo que con alguna otra persona hubiera podido formar ese lazo que…—gruñó. —ese lazo que formé con ella y que luego destruí. —recordó con dolor.

—Explícate…

—Es cierto que Sakura me resultaba una tremenda fastidiosa, otra más del montón de niñas escandalosas de la academia, pero, aunque no lo creas, en algún momento le presté atención porque de alguna forma u otra resaltaba por encima de las demás. Era inteligente y lo sigue siendo, no olvides que varias veces estuvo en la cima de los exámenes teóricos. Eso me hacía enojar, ¿no recuerdas cómo me enojé cuando ella demostró ser más hábil en el control de chakra que nosotros?

—Bueno sí, pero…

—Cuando nos asignaron al mismo equipo. —continuó Sasuke cabizbajo. — al principio pensé que ella y tú serían unos obstáculos para mis objetivos, y sí, tal vez lo fueron en su momento. —reconoció. —Y se fueron hasta unos extremos que aún me reprocho, porque yo les hice pasar por mucho.

—Sasuke...

—déjame hablar, me preguntas si quiero a Sakura y la respuesta sin tantos rodeos es sí, sí la quiero… la quiero como tú quieres a tu esposa…. —reconoció con dolor. —¿Por qué? por su manera de ser, por su manera de reconocer los errores y corregirlos, por su manera tan comprensiva de ser, aunque sea con alguien que no se merezca ni una pizca de su atención. Por la manera en que su luz me ilumina… y sí, ¿por qué no? —gruñó. — También creo que es muy linda… es decir, la encuentro atrac-tiva. —admitió enrojeciendo.

—Teme… —musitó Naruto, sintiendo pena ajena. —"Parece que por fin se encontró con sus hormonas."

—Sabes… ahora que mencionaste lo de si ella hubiera quedado en un equipo diferente y nosotros con otra compañera, no creo que el equipo hubiera funcionado… nosotros éramos el trio más disparejo que se pudo haber unido, pero que de algún modo u otro funcionaba.

—¿Por qué lo dices?

—Lo digo porque si me imagino a nuestro equipo con otras chicas, por ejemplo, a Yamanaka, durante la prueba de Kakashi, imagino que ella ni siquiera te hubiera dado algo de su almuerzo, aunque yo se lo pidiera y, por ende, hubiéramos reprobado.

La imaginación de Naruto entonces comenzó a volar al pensar en dicha situación.

.

.

— "¿qué le voy a andar dando mi almuerzo a ese tonto? —rio una burlona y pequeña Ino de 12 años, acabando casi con todo el almuerzo. —Mejor déjame te doy de comer, Sasuke-kun… di aaah"

¡No sean tan malos… denme algo de comer, dattebayo!

.

.

Sí, definitivamente eso hubiera pasado— pensó el rubio, imaginándose a su yo pequeño revoloteando al no tener una pizca de misericordia.

—Si pienso en un equipo con tu esposa, no sería tan diferente a lo que he visto recientemente. —siguió hablando Sasuke. —Durante la prueba de Kakashi, me imagino que ella hubiera sido la primera en ofrecerte de comer, sin titubear y de haber pasado eso, de seguro yo hubiera sido el que te hubiera dejado sin comer.

Naruto rio nervioso, haciendo volar de nuevo su imaginación.

.

.

Naruto-kun…—pronunció la tímida Hinata, ofreciéndole todo su bento al pequeño Naruto.

¡Ah, Hinata! ¡Que amable eres!

¡Usuratonkachis! ¡¿qué creen que hacen?! ¡Fastidiosos! ¡Denme eso! —gritó Sasuke, tratando de impedir que la pequeña Hyuga alimentara al desahuciado Naruto.

.

.

—Sí, probablemente también eso hubiera pasado. —reconoció Naruto riendo, viendo posteriormente en su imaginación, como su sensei salía con un cartel que decía "REPROBADOS"

—Pero con Sakura…—sonrió Sasuke levemente.

Naruto sonrió a su par, recordando lo que había sucedido, aun con su gruñona forma de ser, Sakura entendió las intenciones de Sasuke y de la prueba y por eso le ofreció parte de su bento.

—Por eso la quiero… ella… ella para mí es como la luz del sol en la primavera (*). —finalizó el Uchiha melancólicamente.

—Entonces estás perdido amigo, dattebayo…—lo empujó Naruto sonriendo. —Felicidades, pero esto no me lo tienes que decir a mí, sino a ella.

—No seas idiota, yo ya no tengo ninguna oportunidad con ella, por mucho que ahora yo la quiera…

—¿Por qué lo dices?

—Creo que son evidentes las razones, ¿no? pero además…—lo miró Sasuke con seriedad. —Naruto… En serio… ¿no sabes si Sakura tiene o tuvo alguna relación con algún otro tipo?

—No, te lo juro, yo nunca la he visto con nadie. Del único que tal vez sospecharía es del sujeto que le da las semillas, pero ni ella misma sabe quién es. ¿Por qué?

—No, olvídalo. —El Uchiha gruñó, recordando cierto comentario por parte del sannin que lo había hecho enfurecer.

—¿Qué tienes? ¿Qué pasa?

—No me prestes atención, Usuratonkachi, creo que yo ya hablé mucho, sí, hasta yo estoy sorprendido, más bien, tú contéstame ahora… ¿qué harás al respecto? ¿Tomarás las riendas de la situación e irás por tu mujer?

Naruto de nuevo se deprimió.

—No sé qué hacer, como te digo, esto nunca me había pasado… y generalmente Sakura-chan es quien me aconseja en esta clase de cosas.

—En algún momento de tu vida tenías que usar tu cerebro Dobe, Sakura no puede andar siempre detrás de ti como una especie de doctora amor o algo por el estilo.

—¡Ja! que gracioso, puede ser, pero un consejo nunca está de más. ¿Tú qué harías Teme?

—Le preguntas a la persona equivocada. —admitió Sasuke viendo al cielo.

—Bueno… y si no fueras la persona equivocada ¿qué harías?

—Ni idea.

—Ay, vamos…

—No sé, supongo haría algo que ella nunca esperaría de mí.

—¿Qué quieres decir?

Sasuke resopló y rodó los ojos, pensando que todo eso le pasaba por hablador, pero aun así contestó.

—No estoy seguro, y no me hagas mucho caso, pero pienso que una pareja siempre está dispuesta a hacer algo por el otro, o eso creo, pero pensando, por ejemplo, en mis padres, mi padre era proveedor de la familia y supongo que alguna clase de protector…

—Ajá…

—Pero mamá…—musitó. —Ella se encargaba de la casa, de sus hijos, de atender a mi padre, de tener la comida caliente, de ver que estuviéramos bien, de lavar la ropa y otras tareas domésticas, si se le requería atendía cosas del clan, y de repente y sin esperarlo podría sorprendernos a todos con algo, un detalle amoroso que sólo una madre y esposa puede hacer, y todos nosotros, me refiero a Itachi, mi padre y yo, siempre tomábamos todo lo que nos daba y respondíamos con un simple gracias, comparándolo, siento que mi padre no hacía mucho para aportar a su relación, ni qué decir yo como hijo… no recuerdo siquiera haberle dado un obsequio o algo significativo.

—Creo que más o menos comienzo a entender, y no pienses que no le diste nada a tu madre, creo que con el hecho de que estuvieras bien ella estaba satisfecha. Te lo dice alguien cuya madre dio su vida por su hijo. —recordó nostálgico.

—Lo sé, pero de igual manera, me queda esa sensación… ¿sabes de lo que hablo?

—Creo que sí, y como hombre casado, amigo, creo que me puedo identificar con lo que dijiste, y es cierto, creo que sentía a Hinata tan incondicional a mí, que no pensé que esto podría llegar a pasar, pero ahora que lo reflexiono fue bueno que pasara, no que ella fuera herida, pero sí el hecho de darme cuenta de lo valiosa qué es tanto como esposa como shinobi.

—Entonces ¿ya sabes lo que harás?

—Creo que sí. —sonrió Naruto.

—Preguntaría, pero la verdad no me interesa. Tú has lo que tengas que hacer.

—Ja, idiota… pero sí…—se levantó Naruto más animado. —Muchas gracias, Sasuke, realmente te lo agradezco, me alegra saber que tu viaje de redención no ha sido en vano, ahora eres más sabio.

Sasuke arqueó una ceja sin creerse eso.

—Aún me falta pagar mucho por todo lo que hice.

—Yo creo que es más que suficiente… bien, me voy, no te sorprendas si de repente escuchas "música" en este lugar tan silencioso.

—¿Música? —repitió Sasuke, viendo como se iba su amigo, arrepintiéndose de no preguntar qué es lo que se le había ocurrido.

.

.

Por otro lado, Yamato, junto a una decidida Hinata, caminaban de regreso hacia la guarida de Orochimaru, siendo la Hyuga de Uzumaki la que tenía más prisa por llegar al sitio, pues una breve conversación con el capitán la había ayudado a tomar una decisión determinante: Hacer las paces con su esposo.

.

.

Después de que Naruto se fuera sin darle respuestas a Yamato, este dejó por un momento su lugar para alcanzar a Hinata que aún no se había alejado demasiado de la base de Orochimaru y parecía también ir sin ningún rumbo.

Después de alcanzarla e invitarla a seguir a donde estaba su escuadrón para que descansara, no dudó en interrogarla sobre lo que había acontecido. La abrumada Hinata, sin poder soportar más esa situación, desahogó todo su sentir con el capitán, contándole absolutamente todo, desde la asignación del equipo, hasta la batalla en el país de Agua y la discusión con su esposo, así como todo lo que ella sentía.

Nunca quise que esto pasara, amo a Naruto-kun mucho, pero…no sé cómo sentirme al respecto, no sé por qué me duele tanto.

Ya veo, con que eso pasó. —musitó el capitán, analizando mentalmente cada aspecto de aquel relato. —Comprendo que estés ofendida, Hinata, sinceramente creo que Naruto no "pidió" correctamente las cosas y terminó perdiendo los estribos por el miedo que sintió al creer que podría perderte, más no creo que él te considere débil o un adorno, al contrario, eres muy valiosa para él, tanto en lo personal como en lo laboral; por otra parte, no es por darle por su lado, pero tú también tienes parte de la responsabilidad de lo que pasó y no sólo tú, Sakura y Sasuke también.

¿Cómo?

Sí, no me lo tomes a mal, pero creo que esto lo volvieron personal, todos se olvidaron por completo de la misión, han estado ocultando cosas, y lo digo por Sakura, y no trabajaron en equipo, bien sabes que, si en una misión, el capitán ordena no intervenir, el subordinado es lo que debe de hacer. En este caso, su equipo ni siquiera tiene a un capitán asignado, en segundo lugar, no pensaron muy bien en un plan, porque el plan que siguieron fue estúpido ya que el enemigo de cualquier manera las iba encontrar; tanto Naruto como Sasuke debieron confiar en que ustedes podían hacer algo, pero es obvio que no se coordinaron, Sakura y tú se ofendieron, y Naruto y Sasuke se confiaron con el enemigo y al final todos terminaron perdiendo.

Creo que tiene razón capitán. —musitó la cabizbaja Hinata. —Tomo parte de la responsabilidad que me corresponde por haberme dejado llevar, admito que quería demostrar que era de utilidad para el equipo y no sólo quedarme encerrada.

Lo sé, te conozco… sé que eres de las personas que no se pueden quedar quietas, ya lo habías hecho antes cuando te lanzaste sola a pelear contra Pain, me contaron sobre ese suceso.

Sí. —rememoró ella avergonzada, aunque también se decepcionó porque no pudo hacer mucho en aquella ocasión.

Hinata, si realmente quieres dejar de considerarte un adorno o una mujer débil, no esperes a que Naruto acuda a ti, tú toma la iniciativa y ve a buscarlo.

A la Hyuga se le empañaron los ojos y dejando por fin de lado ese orgullo (que también tenía) se decidió a ir a buscar a su marido para poder hacer las paces con él.

.

.

Mientras tanto, en el laboratorio, Sakura no estaba segura de qué tanto había visto Karin o que tanta importancia le daría a lo que escuchó, pero no quiso distraerse de lo que estaba haciendo así que continuó trabajando, planeando después buscar a la pelirroja para pedirle que no dijera nada.

Al cabo de un par de horas ya había terminado con los estudios que necesitaba y ahora había llegado el momento de cotejarlos con unos resultados que tenía de la autopsia de Yuki.

Toda la información que estaba siendo procesada comenzó a mostrar resultados en la pantalla del monitor del computador, mostrando en grande y múltiples veces la palabra "Coincidencia 100%", lo cual le generó un tremendo alivio pues prácticamente había encontrado al 45 % de los responsables de la muerte de su amiga, y esos hombres ya estaban muertos así que pensó que de alguna manera se había hecho justicia, pero…

"¿Y crees que me conformo con eso?"

—Es un avance

Respondió Sakura tratando de mantenerse serena, cuando en eso, su cuerpo pareció moverse solo, golpeándose y quedando recostada sobre la mesa. Era una presión muy parecida a la que la había hundido en el mar.

"No para mí…"

—Déjame…—gruñó Sakura, tratando de liberarse inútilmente de esa fuerza, que la sostenía tanto de la espalda como de la cabeza. —¡Estoy haciendo todo lo que puedo!

"No lo suficiente para mí, pero eso ya no me importa, nunca me importó en realidad, de igual manera te voy ganando terreno. Así que prepárate, perra, te haré recordar el motivo por el que debiste unirte a mí, y por quién deberías estar peleando"

— ¡Aunque lo hagas no me harás cambiar de idea! Mejor arrepiéntete antes de que sea tarde

"¡Ya cierra la boca! ¡Más bien tú arrepiéntete por no hacer lo que te digo, que de cualquier manera te obligaré a hacer quieras o no! Ahora… calla y sufre maldita, y arrepiéntete por lo que me has hecho.

Sakura sólo contuvo la respiración ante lo que se aproximaba, tratando de no ceder ante el miedo y la desesperación que sentía; sin embargo, al cabo de unos segundos que le parecieron horas, su mente dejó de reaccionar y sus lagrimosos ojos sólo dejaron de reflejar su luz para hundirse en la oscuridad, hasta que finalmente perdió el conocimiento sobre la mesa del laboratorio.

.

.

Después de que Naruto se fue, Sasuke se dispuso a volver con Sakura, cuando de repente sintió una presencia conocida cerca de él.

Resopló.

—¿Qué quieres Karin?

Y de su escondite entre las sombras, salió la muchacha pelirroja que de un salto se posicionó frente a él.

—¿Podemos hablar?

El Uchiha frunció el entrecejo, desde su perspectiva, Karin se mostraba extraña, rara en el aspecto de que no actuaba como esa loca que siempre se le echaba encima.

—¿Qué pasa? —le concedió la palabra.

—Pero no aquí, acompáñame.

Y dando otro salto fuera de la terraza la muchacha comenzó a alejarse. Sasuke, intrigado con todo esa misteriosa forma de actuar, la siguió, saltando de la terraza.

La chica Uzumaki, corriendo entre el lo más profundo del bosque se llevó al Uchiha hasta un sitio donde consideró era "seguro" hablar.

Una vez que se detuvieron, Sasuke volvió a cuestionarla.

—Karin… anda, ¿qué es lo que te pasa?

—Antes de decirlo, quiero que me contestes algo. —Lo señaló la pelirroja.

—Si me quieres preguntar si siento algo por Sakura, la respuesta es sí.

Karin se sobresaltó y molestó al mismo tiempo, pues en efecto eso era lo que quería preguntar.

—Lo siento. —agregó el Uchiha, creyendo que era lo mínimo que podía decir para una persona que a pesar de todo lo seguía teniendo en alta estima.

—Sí, bueno… ya que. —rio Karin, ajustándose los lentes y tratando de no verse herida. —Sakura es una chica linda, rara, pero linda… y te quiere o te quiso… la verdad de eso ya no estoy segura, y de ahí que quisiera hablar contigo.

—¿Mmm?

Karin se enserió; sin embargo, su mirada de repente se mostró preocupada.

—Sasuke… noté algo en ella.

—¿Algo?

—Algo oscuro, realmente oscuro y que… —tembló sintiendo frío. —Me causó escalofríos… me dio miedo.

—¿Sakura? ¿Estás segura? Yo nunca le he visto nada fuera de lo común, salvo ese nuevo poder que tiene.

—Tampoco sé que sea, más bien… creo que es algo que tiene dentro de ella.

Sasuke de inmediato pensó en aquella fuerza que casi lo ahogaba, y como si la hubiera invocado con el pensamiento, en ese momento un viento helado sopló fuertemente en donde se encontraban, agitando violentamente los cabellos y capa de Sasuke, y casi tumbando a Karin.

—Algo que se siente también como si estuviera en todas partes. —advirtió la Uzumaki, presintiendo que no estaban seguros en ese sitio. —Tienes que ayudarla Sasuke. —pidió de repente. —Tal vez ella no lo sabe, o lo disimula, pero esa cosa… no creo que sea de fiar.

Sasuke, advertido, comenzó a sentir un mal presentimiento y se devolvió rápidamente hacia el laboratorio, abriendo incluso un portal que lo llevara directamente a ese sitio, llevándose de paso a Karin, sin embargo, al cruzar y llegar a su destino, Sakura ya no se encontraba ahí.

.

.

—¡Hola! ¿Puedo pasar? ¿Ya acabaron? Necesito tomar unas cosas.

Suigetsu entró al laboratorio, notando que todo estaba en aparente calma o eso pareció, pues el singular ruido del grifo abierto llamó su atención. Al fijar su mirada hacia donde estaba el lavabo donde generalmente se esterilizaban utensilios y se lavaban, estaba Sakura, echada bajo el agua, mojándose la cabeza.

Que chica tan rara…—se burló el espadachín, creyendo que estaba en una posición bastante graciosa.

Pero cuando Sakura, levantó el rostro para ver quien había entrado, Suigetsu se asustó un poco, la chica que estaba viendo no se parecía en nada a la que había visto recién llegaron, parecía como si no hubiera dormido en días; y él no era del tipo que se preocupara por otras personas, pero sí le causó "algo" verla así.

—¿Todo bien? —preguntó, intentando no verse como un metiche.

Sakura se reincorporó, mostrando que el haori que llevaba puesto estaba completamente mojado por la parte delantera, haciendo que la suciedad que ya tenía se viera peor a como cuando estaba seca.

—Ay, que demonios niña, ¿tienes ropa para cambiarte?

Sakura en silencio sólo negó con la cabeza, y sólo se acercó a la mesa donde tomó y se aferró a la mochila, como si quisiera decir que lo que había ahí era lo único que tenía, ya que hasta los patines los había dejado en el país del agua.

—Mmm… te daría ropa de Karin, pero de seguro se volvería loca, y no la quiero escuchar ladrando como perro y reclamando, ¡Ah, ya sé! Sé donde hay una ropa algo parecida a la tuya.

.

.

Minutos después…

El espadachín había llevado a la "somnolienta" Sakura a otra habitación, y mientras él fue a buscar y pedir "prestado" algo de ropa en la habitación de su jefe, ella volvió a meterse bajo el agua del grifo que se encontraba ahí, y lentamente comenzó a limpiar toda la suciedad que sentía que tenía encima.

—Mira… te traje esto, tal vez te quedé un poco grande, pero al menos está limpio. —Le entregó Suigetsu un nuevo haori (que pertenecía a Orochimaru) y que a diferencia del anterior era completamente blanco e iba acompañado de una sencilla cinta color negro.

Sakura, aún ida y fuera de sí, lo tomó y comenzó a quitarse la ropa frente al espadachín, este al ver lo que hacía no le pareció prudente ver a la "mujer" de su ex camarada en paños menores que salió rápidamente de la habitación para darle privacidad.

.

.

—Karin, localiza a Sakura. —ordenó Sasuke, saliendo desesperado del laboratorio.

—Por favor, no me pidas eso… esa cosa… esa cosa…—pronunció temerosa.

—Ay, que mierda… está bien.

El Uchiha se concentró para tratar de sentirla, y más allá de percibir su chakra lo que percibió fue una sensación abrumadora que le hizo preocuparse aún más, pero que de igual manera le indicó el lugar en donde estaba.

Al recorrer y subir unos cuantos pisos de aquella enorme guarida, finalmente dio con el piso y pasillo indicado, aunque en lugar de encontrarse con su protegida a quien vio fue a Suigetsu custodiando una puerta.

—¡Oy! —lo llamó.

—¡Te lo juro Sasuke, no vi nada! —se justificó este rápidamente.

—¡¿qué hiciste pervertido?! —acusó Karin, de manera gruñona

—Nada, lo juro, sólo le di ropa, porque… ¡Sasuke! ¿cómo es que tienes a tu novia así?! —acusó ahora este, apuntándolo.

—¡Ah! ¡no digas idioteces! ¿Ella está ahí?

—Sí, se está cambiando, aunque, bueno… ya se tardó mucho y sólo se iba a poner un haori limpio.

—Hmph… quítate… déjame pasar. —lo empujó Sasuke, abriendo la puerta no importándole nada de cómo pudiera encontrar a Sakura.

Pero para la sorpresa de los miembros de "Taka", la reliquia no estaba ahí. Sasuke se desesperó, pero no fue muy difícil deducir por donde se había ido Sakura, puesto que la única ventana que había en esa habitación estaba abierta.

Entonces trató de sentirla otra vez, y de nuevo esa sensación abrumadora fue lo que lo ayudó y saliendo por la ventana, caminó por el muro, hasta llegar a lo más alto, donde la encontró.

Con la vista perdida en algún punto del bosque y ajustando con las manos las partes que habían quedado flojas de ese enorme haori que Suigetsu le había dado, la cual prácticamente le dejaba expuesta la blusa de tirantes negra y de malla que tenía por debajo; pero independientemente de eso, Sasuke la notó extraña, y al igual que el espadachín la notó como si no hubiera dormido en días o incluso algo peor, como si alguien la hubiera estado golpeando.

—Sakura…

—¡HINATA ESTO ES PARA TI! —se escuchó de repente por toda la base.

— "Esa escandalosa voz" —pensó Sasuke, viendo hacia la superficie donde a unos pocos metros de donde se encontraban, estaba Naruto junto con un montón de clones de sombras que con Rasengan generados en su mano y otros con unos aparatos de audio estaban iluminando parte de toda aquella oscura base, mientras que, en la superficie, se encontraba una sorprendida Hinata.

.

.

Apenas llegando a las orillas de la guarida de Orochimaru, Hinata activó su Byakugan para localizar rápidamente a su marido, pero cuando lo detectó (dentro de la base) le pareció ver que estaba acompañado de sus múltiples clones de sombra, se le hizo un poco raro, porque no parecía estar peleando o entrenando.

—¿No piensas ir Hinata? —preguntó Yamato, esperando ver el actuar de esa chica.

—Es que… no sé que esté haciendo ahora Naruto-kun, parece ocupado en algo.

—¿Mmm? ¿Ocupado?

—¡Ah, ya se movió!

Hinata detectó que los clones comenzaron a moverse por sin ningún lado, y eran tan rápidos que no podía identificar donde estaba el verdadero, y todo parecía indicar que estaban jugando ¿A qué? ¿A las escondidas? Pero de quién se escondían. ¿De ella?

Resopló, creyendo que lo mejor sería esperar a que dejara eso para hablar con el verdadero, pues no quería errar y decirle lo que tenía que decir a un clon.

Se quedó en el mismo sitio con el byakugan activado, percibiendo toda la actividad de chakra de su marido, cuando posteriormente, unos minutos después, los clones nuevamente se reagruparon, y como si fuera una fila de soldados, comenzaron a moverse hacia el exterior de la base, hasta que finalmente salieron a una de las terrazas, y haciendo una extraña línea por todo alrededor de la base, hicieron múltiples Rasengan

—¡Que! ¡¿se volvió loco?! —exclamó Yamato pensando que los atacaría cuando….

—¡HINATA ESTO ES PARA TI! —

Se escuchó la amplificada voz de Naruto que, con micrófono en mano, (sacado de la máquina de audio que utilizaban para los rituales de Sakura), les ordenó a todos los clones (que también tenían sus propios micrófonos y aparatos de música) empezar con una pista que había seleccionado, él y sólo él para su querida esposa.

Hinata, por su parte, al ver lo que pretendía y cuando la música comenzó a sonar, llevó sus manos a su pecho, en donde pudo sentir como su corazón comenzó a latir increíblemente rápido, y más se alborotó cuando escuchó a su marido cantar.

.

.

¿Por qué?

¿Por qué lloramos al nacer?

Nuestras lágrimas algún día se convertirán en estrellaaas…

.

.

En lo más alto de la base, Sasuke, viendo lo que estaba haciendo su amigo, sólo pudo pensar que Naruto cantaba espantoso y estaba haciendo el ridículo.

.

.

Y nosotros, ¿Por qué?

¿Por qué sabemos la forma de derramar lágrimas?

Las lágrimas caen incesantes… como… cascadas

.

.

—¡NO SE LA SABE! —gritó Suigetsu riendo desde la ventana, pues el Uzumaki, estaba cometiendo algunos errores en su interpretación.

—¿Quién le dijo que podía cantar? Canta espantoso. —opinó la pelirroja, tapándose los oídos, pero atenta a lo que pasaba

.

.

Son las pruebas del amor que tenemos.

Lenta y suavemente nos guían…

Para ir y volver

Pero Naruto, a pesar de la critica de los mirones, siguió cantando, a él sólo le importaba que sólo esa persona lo escuchara.

¡DESDE MI CORAZON HASTA MI CUERPO

¡DE MI CUERPO A MI CORAZON!

Es un patrón continuo

De nuestros lazos unidos…

De poquito en poquito

El futuro se puede ver…

Sasuke se cubrió los ojos sintiendo pena ajena, y se iría para darles privacidad, pero no podía pues Sakura, aunque parecía ida, estaba observando los esfuerzos de su amigo en completo silencio, fue entonces qué, enfocándose de nuevo en ella, se preguntó melancólicamente qué tanto era lo que pasaba por su cabeza y en su corazón.

Este cielo que miramos

Observa, es como ver el universooo…

En la superficie, Hinata estaba que no podía dejar de derramar lágrimas, ella a diferencia de los demás, pensaba que su esposo realmente cantaba muy lindo, pues no lo hacía con la voz sino con todo su corazón, y más allá de las peleas o del orgullo, estaba segura de algo, siempre amaría a ese hombre.

.

.

Tal vez el significado de vivir

Es ir dejando algo poco a poco

Cuando pierdes lo último

Habrá alguien que estará a tu lado y llorará contigo…

"No hay nadie, nadie está conmigo, sólo…"

—¿Sakura?

La reliquia se giró hacia un muy preocupado Sasuke, que miró como su "ser querido" parecía querer sentir algo, pero por más que hipeaba, ni una lágrima podía salir de sus cansados ojos.

¡CONTIGO SOY FELIIIZZ!

.

El paisaje que está delante de mí—señaló Naruto a su esposa. —se convirtió en mi espacio sideral… en mi universo oh oh ¡oh¡oh¡OHHHHHH!

Con una nota alta y no muy melódica Naruto terminó su interpretación, los clones que sostenían los aparatos de audio, y los que estaban formando los Rasengan desaparecieron al mismo tiempo, dejando sólo al original-

El feliz Jinchūriki entonces saltó de la terraza de donde se encontraba para dirigirse hacia su llorosa esposa, y antes de que ella pudiera pronunciar algo, la tomó de la mano y la llevó con ella a un sitio más "privado" pasando por un lado del ignorado capitán Yamato que, en toda la canción, se la pasó cubriendo sus oídos, y los cuales dejó libres y aliviados cuando finalmente terminó esa "tortura auditiva".

.

.

—Hinata…

—Espera, Naruto-kun… antes de que digas algo, más de lo que ya dijiste… —dijo Hinata conmovida. —Quiero decirte… ¡Que te amo con todo mi corazón! Y también quiero pedirte que me perdones por lo que pasó.

—¿Qué dices?... Yo soy el que debo pedirte perdón, después de todo, yo fui quien cometí el error.

Hinata negó con la cabeza.

—Los dos nos equivocamos, yo me olvidé de que era parte de un equipo…

—Y yo que eras una shinobi, y una muy fuerte… y que no se rinde fácilmente, pero, admito que me dio mucho miedo, y más cuando te vi herida y me contaste lo sucedido.

—Te entiendo, créeme, y no fue con mala intención.

—Je…sí, los dos nos equivocamos, y comprendo también que debemos mejorar nuestra comunicación como equipo, es decir el Teme, tú, yo y también Sakura-chan que, ¿sabes? Pensándolo, tú, en este caso deberías ser el capitán por tu rango… digo, ya que Sakura-chan por lo pronto es la misión, y Sasuke y yo seguimos siendo unos genin.

Hinata se enrojeció y avergonzó.

—Dudo que a Sasuke-kun le guste eso. —admitió, imaginándose un rotundo NO de su parte. —Pero, créeme que el liderazgo del equipo no me importa o quién de las órdenes, sólo pido que, si vas a pelear, me permitas ayudarte ya sea peleando a tu lado o en cualquier cosa.

—Así será, vas a ver que sí, no cometeré el mismo error que antes…

Y no soportando más, Naruto le robó un beso, que después le fue dado cuando Hinata le correspondió con todo el amor que ella siempre tenía para él.

—Te amo Hinata. —finalizó Naruto al separarse de ella, para rodearla con un fuerte abrazo.

—Y yo a ti Naruto-kun. —respondió ella llorosa.

—Prometo hacer las cosas bien de ahora en adelante, ya lo verás…—suspiró, separándose un poco de ella. —Y también me disculparé con Sakura-chan, porque fui muy injusto y grosero con ella.

Ante la mención de la chica, el semblante de Hinata cambió a uno preocupado.

—Naruto-kun… sobre Sakura-chan…

—¿Qué pasa?

—Sólo… te pido que la comprendas… sólo eso…

—Hinata…—la tomó de las manos. —No soy tonto, sé que ella y tú ocultan algo… por favor, dime ¿qué es? Necesito saber para poder ayudarle…

—Naruto-kun es que…

De repente unos extraños ruidos que parecían aleteos interrumpieron a la pareja, que confundidos, alzaron la vista al cielo nocturno notando varias siluetas que se movían volando rápidamente hacia la guarida de Orochimaru.

—¿Qué? ¡¿Quiénes son esos? —aunque rápidamente el Jinchūriki sacó sus propias conclusiones. —Van por Sakura-chan… ¡Vamos Hinata!

—¡Sí! —acató esta, corriendo a la par de su marido.

.

.

—Sakura… dime ¡¿qué te pasa?! ¿qué tienes? —pidió Sasuke, tomándola de la muñeca por la desesperación que estaba sintiendo por dentro.

Desde que Naruto y su esposa se habían ido a perder en el bosque, Sakura sólo se había quedado mirando a la nada, sin pronunciar palabra alguna, la agitación que había sentido durante la reconciliación de la pareja se había despejado en cuando Sasuke se acercó a ella.

—¡Sakura háblame! ¡Dime ¿qué tienes?! —volvió a pedir él más exigente e impaciente, sin soltarla.

Pero Sakura sólo lo miró con molestia y sacudió el brazo para soltarse de él

—No me toques…

—Está bien. —retrocedió él un paso. —Pero dime algo…

—¿Algo como qué?

Sasuke gruñó, pero respiró hondo antes de perder los estribos, una vez "relajado" tomó aire para volver a cuestionarla; pero antes de que pudiera hacerlo, desenvainó rápidamente su espada y golpeó algo que vio a lo lejos se dirigía hacia ella, así como golpeando otra de esas cosas que se dirigió a él.

Sakura apenas y reaccionando ante aquel movimiento, vio que algo cayó a unos pasos de donde estaba, notando que se trataba de un especie de dardo.

"Mierda, están aquí… ¿Por qué no los percibí?"

Y justamente pensando en aquello, vio como Sasuke se anteponía protectoramente frente a ella, porque, en efecto, el enemigo había aparecido, sin embargo, este no era humano, ni alguna clase de bestia, pero tenía la apariencia de un ser que había visto durante la guerra, pero de una forma diferente.

—Qué diablos… ¿Zetsus? —escuchó decir a su custodio, cuando más de esos seres aparecieron frente a ellos.

Pero Sakura, descartó que fueran los zetsus con los que peleó la alianza durante la guerra, no, estos eran diferentes, empezando porque la mitad de sus cuerpos parecían ser de madera lo que los hacía asemejarse a un títere, mientras que la otra mitad estaba hecha por una especie de moldura mecánica, además, estos seres tenían unas prótesis de alas que se asemejaban a un insecto.

—¡¿Quiénes son y que quieren?! —cuestionó el Uchiha a la defensiva, pero notando el particular símbolo de la flor de loto que esas cosas tenían grabados en la parte metálica del cuerpo. — "¿Podrían ser?"

En ese momento uno de los zetsu que se encontraba al centro de ese pequeño escuadrón, reaccionó, dejando caer su mandíbula tal cual un títere lo hacía, y con una singular voz robótica sólo respondió.

Sakura Haruno… te tengo una propuesta.

Continuará.

Hice 32 páginas de Word, letra calibri tamaño 11, aprox 108989 palabras, pero no me preocupo el record es como de 32,000 espero haya valido la pena, y esto que este final es la mitad del capitulo que en realidad quería publicar XDD

En fin, el siguiente, si bien me va, sería el final de la temporada. No se la pierdan :P

Ah, por cierto, la canción de cantó Naruto, es algo así como la traducción de la película de los créditos de The last Hoshi no Utsuwa.

Nota 2: corté la conversación de Sasuke con Orochi a propósito, para ponerlo como flashback después XD.

(*) guiño a la frase que se encuentra en Akatsuki Hiden (no lo he leído, solo esa partecita)

Agradecimientos especiales a: Susana, blossommarie, Margaces, KassfromVenus, Juniiver, Loregil2333 de FF, a todos los lectores de Wattpad y quien también me siguen por FB.

Nos seguimos leyendo

28 de septiembre de 2022