Nuevo capitulo!
Alexitimia
Capítulo 28
Equipo 7 por siempre.
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En una maltrecha habitación dentro de aquella vieja base en ruinas, una silenciosa Hinata cubría cuidadosamente con una manta a una durmiente Sakura que yacía acostada sobre una improvisada cama compuesta por otras sábanas y mantas.
Sabía que era inútil cobijarla, pero aún así lo hizo pese a saber que su amiga por más que tratara no podía calentar su cuerpo, y peor aún, si antes consideraba que estaba fría, ahora le parecía un verdadero témpano de hielo o al menos así la sintió cuando la llevó cargando (con mucho esfuerzo) sobre su espalda hasta el sitio en donde ahora estaban.
—Sakura-chan—musitó entristecida, cuestionándose por dentro qué tanto les había mostrado a su marido y a Sasuke para que estos ni siquiera quisieran tocarla para cargarla y llevarla.
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—¡Ya por favor! ¡Detente! —volvió a gritar Hinata al ver como el Uchiha se machacaba la mano contra el suelo, y su Naruto ni siquiera hacía nada para impedirlo pues se encontraba ensimismado en su propio dolor.
Sasuke, entre jadeos, dejó de golpearse así mismo, no tanto por el grito de la kunoichi sino porque al igual que Naruto se rindió, pensando que ahora sí, ya no había nada qué hacer por Sakura, que tanto Naruto como él le habían fallado.
—Por favor, Naruto-kun, Sasuke-kun. —volvió a rogar Hinata. —Ayúdenme con Sakura-chan… no se puede quedar aquí.
Entonces ambos varones, prestándole su atención se volvieron hacia ella con una expresión demacrada y cuando vieron de nuevo a la que yacía desmayada fue como si hubieran revivido aquella amarga experiencia y volvieron a recriminarse desde su sitio. Ambos incapaces de siquiera verla y mucho menos tocarla por miedo a lastimarla.
Hinata se lamentó, viendo que era imposible lidiar con ellos así que, olvidándose tanto de Naruto como de Sasuke, se enfocó en su amiga, a quien con mucho esfuerzo comenzó a reincorporarla, para poder cargarla de alguna manera.
Naruto al ver lo que su esposa hacía, reaccionó y se levantó de su sitio, con la única intención de ayudar, pero deteniéndose a unos cuantos pasos de su esposa, cuando esta difícilmente colocó a Sakura sobre su espalda.
—Hinata…—musitó, incapaz de acercarse.
—Déjalo Naruto-kun… yo me encargo, tú no puedes ahora. —respondió Hinata con amabilidad, pero a la vez con una expresión de seriedad.
—¿Por qué? ¿Por qué no nos dijiste antes? —reprochó este con dolor.
—No me correspondía hacerlo, además… Sakura-chan no fue quien me lo dijo, sino la Godaime.
—¿La abuela Tsunade? —Naruto se confundió. —No entiendo.
—Parece ser que Sakura-chan le confió a ella lo sucedido, y la Godaime la estuvo ayudando a "superar" lo ocurrido. Cuando se nos asignó la misión de cuidarla, la Godaime me confió lo que le había sucedido a Sakura-chan, me lo dijo para estar preparada en caso de que… pasara esto. —señaló a quien llevaba en la espalda.
—Pero… ¿por qué sólo te lo dijo a ti? Nosotros pudimos…—volvió a cuestionar Naruto con dolor.
—Naruto-kun… trata de comprender. —pidió Hinata llorosa. —Si yo fuera Sakura-chan tampoco hubiera querido que nadie supiera, es… muy doloroso lo que le pasó, siento que yo me hubiera muerto del dolor si algo así me hubiera pasado.
Naruto se quedó sin aliento, de sólo pensar que algo así le pudo haber pasado a Hinata, si ella estaba a 3 habitaciones de donde le había ocurrido a Sakura eso.
—Llevaré a Sakura-chan a un lugar donde pueda descansar, tú trata de curarle la mano a Sasuke-kun, que no se haga más daño.
Pasando a un lado de él, Hinata se retiró lentamente con Sakura sobre su espalda, mientras que Naruto, pese la orden dada, se sintió incapaz de hacer algo y nuevamente se dejó caer en su sitio, con las emociones devastadas.
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En el exterior de las ruinas, las cosas aparentemente se habían calmado, tanto Naruto como Sasuke se encontraban sentados en la orilla de la placa, donde anteriormente Sasuke y Sakura habían estado conversando.
Ninguno de los dos hablaba, ambos seguían ensombrecidos y ensimismados en sus pensamientos. Cada uno lidiando con sus propios remordimientos, en especial Sasuke, que de vez en cuando apretaba su mano, la cual ya tenía alrededor un vendaje.
— "Asqueroso vendaje" —gruñó para sus adentros.
Naruto sólo le había empalmado venda tras venda hasta dejarlos echo toda una bola.
— "Idiota" —lo denominó de esa manera, mientras se machacaba los dientes unos contra otros, pensando muy profundamente que no había nadie como Sakura para atenderlo, con ese toque tan suave y tierno que la caracterizaba y que tanto le gustaba. Todos los demás eran unos inútiles para curar.
Sin embargo; pensar en Sakura, lo hizo ensombrecerse aún más a la vez que más reproches llegaban a él.
—"¿Por qué demonios no me di cuenta?"
Era la pregunta que más lo golpeaba por dentro, al mismo tiempo que recordaba todo los rechazos de su parte, cuando recién se encontraron en el lago Uchiha y que ella lo confundió con un "vagabundo pervertido". Todas las veces que ella le pidió que no la tocara, que la soltara, incluso ese extraño sueño que la despertó en Sunagakure, donde se levantó enloquecida gritando que no quería que lo que fuera que la acechaba la tocara, y pensándolo, hasta el maldito de Orochimaru se había dado cuenta con sólo escuchar ese "No me toques" de ella.
—Maldito Orochimaru. —bramó con voz baja, recordando lo que había hablado con su antiguo mentor.
Naruto, quien lo había alcanzado a escuchar sólo se volvió hacia él con una expresión confusa en su rostro.
—¿Qué tienes Sasuke?
El Uchiha gruñó furioso.
—Él si se dio cuenta…
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Horas atrás.
Después de dejar a Sakura con Karin en el laboratorio, el enseriado Sasuke se fue siguiendo al sannin, quien lo guio por varios pasillos y pisos hasta que finalmente se detuvieron frente a una puerta de metal, la cual al abrirla mostró una habitación espaciosa y la cual parecía una especie de arena de entrenamiento, en donde solamente había una persona que esperaba y que le era también conocido al Uchiha.
—Sasuke… cuanto tiempo. —saludó el hombre, inclinando levemente la cabeza.
—Juugo… así que también estabas aquí. —saludó el Uchiha con su típica descortesía.
—Así es, le pedí a Juugo estar presente, porque hemos escuchado ciertas cosas del exterior que nos son… interesantes —insinuó Orochimaru.
—¿Qué clase de cosas?
El sannin sonrió.
—Sobre magnates cuyo único talento es tener dinero y cerebro para los negocios y que están tratando de controlar lo que no se debe controlar.
—Sé más específico. —frunció el Uchiha el entrecejo.
—La energía natural, Sasuke, sabes muy bien a lo que me refiero… pero no precisamente con las motivaciones que yo alguna vez tuve.
—Ah, ¿no? ¿Entonces?
—Al parecer están tratando de controlar un sector que generalmente es de poca importancia para nosotros los shinobis.
—¿Qué es…? Deja lo rodeos.
—El control energético y climático.
Sasuke se enserió.
—Imagina tener el poder para hacer que toda una industria funcione con sólo usar aire, agua o electricidad sin la necesidad de esperar a que la madre naturaleza te brinde sus bendiciones, quemar combustibles fósiles o en todo caso usando el chakra de shinobis que dominan algún elemento de la naturaleza
—Tengo entendido que se está desarrollando tecnología de ese estilo, pero…
—Pero a pasos muy lentos, y de la manera "convencional". —aclaró el sannin. —Pero ¿qué tal si te dijera que hay "algunos" que quieren acabar con su competencia que no les importó acabar con la única persona que tenía una genuina conexión con la naturaleza con el fin de controlarla? Y que, al no lograrlo, tratan de imitar su don.
—¿Hablas de esa chica?
—Y de tu amiguita. —advirtió Orochimaru. —Pero esto es sólo una suposición, una simple teoría Sasuke, misma que ya hice saber al Hokage, porque al menos tengo la certeza de algo…
—¿De qué?
—De que intentaron reclutar a Juugo, el cual debido a los recientes hechos creo que puede ser un pariente muy, pero muy lejano de la ex sacerdotisa de la naturaleza.
Sasuke miró a su excompañero el cual sólo asintió.
—Lo que creemos es que estos individuos intentaron jalar a Juugo a sus filas debido a su habilidad nata de absorber involuntariamente a la energía natural, y no sólo a él, me temo que a personas que comparten dicha habilidad.
Sasuke lo pensó, lo que decía su antiguo mentor coincidía con la teoría de Sakura y aquella máquina que era capaz de alterar el clima.
—¿Y saben quién o quiénes son esas personas?
—Sólo llegó una invitación. —contestó Juugo. —y lo único que decía es que, si quería participar en un proyecto que cambiaría para bien al mundo, y tenía las opciones para marcar una casilla "sí" o "no".
—¿Nombres, dirección, algo?
Juugo negó con la cabeza.
—Sólo tenía el símbolo de una flor… una flor de loto de color rojo.
—La flor de la pureza… esos malditos. —gruñó el Uchiha.
—Eso es todo de lo que queríamos hablar contigo, Sasuke. —siguió Orochimaru. —Ahora contesta… me gustaría saber. ¿cuáles han sido los alcances de esa niña hasta ahora?
—¿De Sakura? ¿Para qué quieres saber?
—Simple curiosidad y para prevenirme de lo que sea.
—Hmph…—Sasuke bufó, pero cómo el también necesitaba entender algunas cosas, respondió. —Por el momento sólo la he visto detener una tormenta, hacer crecer una cosecha, comunicarse con animales, crear ventiscas y hielo como si fueran un jutsu de estilo de hielo, además de un dominio del Suiton.
—Vaya, que interesante es ese don y más si está en manos de una shinobi… y sobre todo en manos de una mujer impura.
—¿Qué quieres decir con eso?
—No me hagas mucho caso, pero al investigar un poco sobre aquellas sacerdotisas de la naturaleza me di cuenta de que ellas no tenían… digamos… mucho libre albedrío para elegir o siquiera pensar, porque una mujer que piensa, no, más bien un ser pensante es peligroso porque tiene ideas y convicciones y su ética y moral se guiarán en base a sus experiencias, y lamento decirlo Sasuke. —dijo con falsa lastima. —Pero tu amiguita está lejos de ser una mujer pura y menos la madre de un futuro hijo de la naturaleza debido a sus experiencias.
—Eso es basura, tú no eres nadie para aseverar eso.
—Calma, yo sólo lo digo por lo que vi, pero si te interesa ella … aún puedes embarazarla para al menos procrear a la siguiente sacerdotisa. ¿Te imaginas? ¿Una Uchiha sacerdotisa de la naturaleza? Sería imparable.
—¡Que tonterías dices! ¡Yo jamás haría eso con Sakura! —se quejó el shinobi, tratando de mantener la cordura. —Es repugnante lo que sugieres.
—¿Te parece? ¿Por qué? ¿Por qué alguien más ya te ganó con ella?
—¡Qué dices! ¡¿Y qué insinúas con que alguien me ganó?
—Sasuke, a tú edad no pensé que fueras tan ingenuo con esos temas.
El Uchiha tragó saliva, pensando en algo que no quería siquiera pensar, porque definitivamente le dolía por dentro.
—Así es, supongo que ya lo dedujiste…—se burló el sannin.
—¡Ya deja de decir idioteces y mejor dime! Sakura no quiere ese poder y yo también lo quiero lejos de ella, ¿tienes idea de cómo se le puede hacer?
—Lo único que averigüé, por las investigaciones que se hicieron a esa chica, es que la sacerdotisa debe transferirlo, ¿cómo? No sé. Esas sacerdotisas se la traspasaron de madre a hija por varias generaciones, y una vez libres de esa carga eran libres de hacer su vida como quisieran.
—Pero ni loco voy a dejar que alguien embarace a Sakura, y menos que ella le transfiera ese poder a su hija o a alguien más.
—Las antiguas leyendas…—interrumpió Juugo. —Hablan sobre el árbol de la vida…
—¿El árbol de la vida?
El hombre asintió.
—En mi clan, solían contar leyendas sobre ese árbol, aquel que residía en un lugar inhóspito de la tierra…
—porque fue desplazado por el Shinju de los Otsutsuki. —terminó Sasuke, recordando la anécdota que Yuki le había contado a Sakura.
Juugo volvió a asentir.
—Mi clan creía que, si un día podíamos encontrar ese árbol, seriamos liberados de la maldición que nos domina.
—Lo que me quieres decir, es que ¿debo encontrar en dónde está ese árbol y llevar a Sakura para que regrese ese poder?
—Así es…
—De tal manera que, al regresarlo, ese árbol podría escoger a una nueva madre de la naturaleza. —teorizó Orochimaru. —Interesante, aunque yo sigo con mi idea de que seas tú, Sasuke, quien tomes la ventaja y le hagas una hija a esa chica, porque en el remoto caso que ella devuelva ese poder, será una shinobi cualquiera que no tendrá nada que aportar a tu genética, por más estudiante que sea de Tsunade.
—¡Ya cállate, Orochimaru! —gritó Sasuke exasperado. —Ese no es tu asunto.
Cansado de escuchar tonterías, el Uchiha se dio media vuelta y se retiró sumamente furioso, por las insinuaciones, las propuestas y por otras cosas que se le hacían aún imposibles de creer.
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Naruto, quien había escuchado el relato de Sasuke, volvió a sentirse asqueado por como todo el mundo pretendía beneficiarse de su amiga sin considerar por un momento sus sentimientos y lo que ella estaba sufriendo.
—¿Por qué no me di cuenta? —volvió a recriminarse el Uchiha en voz alta. —¿Por qué demonios no me di cuenta?
Y es que entre todas las cosas que se había imaginado, desde un mal romance o un romance fatídico, jamás pensó que eso hubiera podido pasarle a ella, porque él, pese a todo la seguía percibiendo como una mujer muy fuerte capaz de defenderse por sí sola, y sí, lo seguía siendo, porque no sabía cómo demonios Sakura podía seguir sonriendo, ayudando a otros, buscando incluso salvar el mundo a pesar de todos los engaños y las conspiraciones que había de por medio en su contra, cuando cualquier otro en su lugar estaría buscando venganza, masacrando a ese maldito que la violó, al maldito que le rompió el corazón (él), y llevando el mundo a la mierda para que todo se congelara de una vez por todas, y sobre todo mandando a la mierda a su supuesta amiga—"¿Amiga?" —repitió aquella palabra en su mente y su mente pronto procesó algo que le hizo caer algo como agua fría sobre la cabeza. —Mierda…—gruñó, pensando, reflexionando.
Sakura no haría nada de lo que él pensaba, simple y sencillamente porque ella no era como él, porque el camino de Sakura, el que había escogido seguir, era uno igual al que Naruto alguna vez escogió para salvarlo de la oscuridad.
"No pude salvarla Sasuke-kun, no pude salvarla como Naruto hizo contigo"
Recordó dolorosamente las palabras que Sakura le dijo en el interrogatorio, y ahora comprendía el motivo.
—Maldita sea… —volvió a bramar, apretando su mal vendada mano.
—¿Qué pasa Sasuke? —preguntó un entristecido Naruto, viendo como su amigo se volvía a desmoronar desde su sitio.
—Pienso…—respondió con dificultad.
—¿Piensas en toda la mierda qué le han hecho a Sakura-chan? —preguntó Naruto apretando los dientes con rencor.
Sasuke no respondió, notando de reojo una furia en su amigo que hace mucho no le veía.
—Sigo sin poder creer cómo Sakura-chan ha podido seguir adelante con todo esto. Lo que le hizo ese maldito… y lo que le hizo esa desgraciada ¡Era su amiga! —exclamó furioso. —Y Sakura-chan aún busca justicia por ella, ¡Es absurdo!
—No te dejes llevar por la ira Dobe…yo… creo entender un poco a Sakura…
—¡¿Cómo?! Nada justifica lo que esa tipa le hizo pasar.
Sasuke se reincorporó.
—Dime, Naruto… de haber matado a Sakura ese día en el país del hierro… ¿Me hubieras perdonado?
Naruto entonces se sobresaltó y paralizó asustado, viendo en su mente una imagen en donde él no alcanzaba a llegar y Sasuke, consumido por la ira, mataba a Sakura de una puñalada.
—No, eso no pasó. —Comenzó a negar con la cabeza, tratando de quitar esa imagen de su mente, para recordar lo que realmente sucedió. —No es lo mismo… no es lo mismo—respondió, sin creérsela del todo.
—No, es lo mismo y tú lo sabes.
—¡Bueno, entonces ESO NO PASÓ! ¡El hubiera no existe Teme! Tanto Sakura-chan como tú están aquí.
—Lo sé, gracias a ti, pero… hipotéticamente hablando, ¿me hubieras odiado y acabado conmigo? Sabes que en ese momento yo no pensaba bien y estaba dispuesto acabar con todo aquel que se interpusiera en mi camino.
—¡No quiero pensar en eso!
—¡Es que es lo que creo que pasa con Sakura!... ella comparte tus mismos ideales, y aunque lo hayamos visto en sus recuerdos, sabemos que ella también sigue la regla que Kakashi nos enseñó hace mucho tiempo.
—Aquellos que rompen las reglas… son escoria, pero aquellos que abandonan a un amigo son peor que escoria. —musitó Naruto entristecido.
—Sakura está buscando salvarla, Dobe. —concluyó Sasuke frustrado.
—Pero… ¡¿De qué? ¿cómo? ¿a qué precio?! —exclamó Naruto, negando con la cabeza y sobando su protésico. —Entiendo lo que me quieres decir, Sasuke, yo también alguna vez lo hice por ti, pero… no sé, de cierto modo…es que lo que le pasó a ella, y del modo en el que pasó…
—Lo sé, es muy difícil inclinarse hacia un lado, y más cuando ella ni siquiera pudo defenderse… lo tengo presente, pero ella… parece que escogió un camino a seguir.
Naruto se sacudió la cabeza frustrado, hasta que nuevamente se rindió a lo inevitable y volvió a ensombrecerse.
—Entonces… ¿He estado equivocado? —musitó entristecido después de varios segundos de silencio.
—¿Umm?
—Todo esto me ha hecho pensar… si lo que he estado haciendo es lo correcto, y, sobre todo, si mis ideales son lo que realmente quiero compartir con el mundo, incluso mi sueño de ser Hokage… siento que he estado viviendo dentro de una burbuja, creo que ya no sé qué es lo correcto ni cómo es la gente en realidad.
Completamente cabizbajo, Naruto volvió a desmoronarse, lo mismo pasando con Sasuke quien sólo creyó que ahora su amigo y él, eran los que se encontraban en la posición en la que Sakura alguna vez estuvo, y se volvió a recriminar por todo lo que la hizo sufrir.
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La inquieta e incómoda Sakura, comenzó a removerse en su lugar sintiendo una pesadez en los ojos que le impedía abrirlos.
Cuando finalmente el entumecimiento en sus parpados se alivianó, abrió lentamente los ojos, notando primeramente que se encontraba dentro de una habitación con un techo un tanto desgastado por el tiempo, seguido de eso, notó a una sonriente, pero a la vez melancólica Hinata que era tenuemente iluminada por la luz de una lamparilla.
—Sakura-chan… por fin despertaste.
—Hinata…—musitó Sakura entristecida, al recordar lo sucedido. —Lo volví a arruinar… ¿no es así?
—No, tranquila.
Musitó la Uzumaki con delicadeza, pero de igual manera eso no confortó a la dolida Sakura, la cual devolvió su mirada hacia el techo.
—Y… ¿Naruto y Sasuke-kun?
—No te preocupes por ellos, lo importante ahora eres tú…
Sakura se entristeció más por esa insinuación.
—Ya lo saben… ¿verdad? —musitó con la voz entrecortada.
Hinata asintió, tratando de mantenerse fuerte, a pesar de querer ponerse a llorar también.
—Sasuke kun al parecer le mostró con su sharingan a Naruto-kun lo que te pasó.
Sakura se inquietó entre la sábanas, sintiendo vergüenza, pero también arrepentimiento.
—¿Y tú?
—Yo no vi lo que ellos vieron, pero también lo sé desde hace mucho…la Godaime me lo dijo todo… lo que te pasó y la causante.
Sakura exhaló incómoda, apretando los labios contra su boca.
—Me lo imaginé, cuando hablábamos, notaba como si quisieras sacarme información. —sonrió tenuemente.
Hinata sonrió a su par, recordando las veces en que había tratado de hacer hablar a su amiga al respecto, para que no cargara con tanto dolor ella sola.
—Me dijo la Godaime que el hablar con tus allegados podría ayudarte a liberar un poco de la presión que sientes, por eso esperé a que tú me dijeras algo, debe ser muy doloroso para ti, incluso el día que la Godaime me lo dijo, hice todo lo posible para no ponerme a llorar.
—Perdóname Hinata, siento que tú también cargaste de cualquier manera con algo que no te correspondía.
La Uzumaki negó frenéticamente con la cabeza.
—Para eso estamos, sé que, de estar en la posición invertida, o si esto le hubiera pasado a Ino o cualquiera de nuestros conocidos, tú también hubieras hecho lo que fuera para ayudarnos.
—Sin dudarlo. —sonrió Sakura con esa conjetura. —Hinata…
—Sí.
—Una pregunta personal… Naruto… ¿te trata bien?
La chica se sonrojó ante tal cuestionamiento el cual sabía muy bien a qué se refería, y al cual asintió con timidez.
—sí, él es muy gentil, la primera vez un poco torpe, pero yo también.
—Ya veo, me alegro por ti y por él.
—Sakura-chan… tú…
Hinata se abstuvo de preguntar si se arrepentía de haber rechazado a Naruto en el pasado.
—No pienses mal. —aclaró Sakura al intuir lo que pensaba. —Naruto es como mi hermano menor, sólo quería saber si él te trataba como debe ser. Eso es todo, porque… en mi caso… me dolió tanto mental como físicamente, ese maldito idiota. —gruñó furiosa.
—Sakura-chan —susurró Hinata entristecida. —No me puedo siquiera imaginar el cómo fue, pero como reaccionaron Sasuke-kun y Naruto-kun, creo que me hago una idea y es horrible.
—¿Reaccionaron? ¿Cómo reaccionaron?
—Ambos vomitaron y… comenzaron a darse de golpes entre ellos. Sasuke kun comenzó a lastimarse así mismo.
Sakura resopló entristecida, sintiéndose culpable del malestar de sus compañeros.
—¿Sabes? Me sorprendiste. No esperé que con quien te fueras a abrir fuera con Sasuke kun y menos dejándolo ver todo lo que te había pasado.
—Me sentí desesperada, y creo que me equivoqué, no debí pedirle que viera mis recuerdos. Es decir, vio todo lo que me pasó y Naruto también, me siento… no sé. Fui una tonta.
—No, para nada. Te comprendo… pero como dices, te desesperaste y creíste que sólo había una manera de hacer las cosas, porque creo es muy difícil para ti aún hablar de eso.
—Pero… no sólo es eso, Hinata… se lo pedí a Sasuke-kun, porque él… él
La del byakugan tragó saliva al recordar el beso que había presenciado entre ellos.
—¿Qué pasó?
— Me contó cosas, me confió cosas muy privadas para él… no sé, sentí algo… me hizo ver un color que hace mucho no veía. —musitó con la voz entrecortada.
—¿Un color?
—Era muy hermoso… me hizo sentir feliz y muchas cosas hermosas…—sonrió Sakura melancólica. —Era un color rosa, hermoso y brillante.
—Oh… Sakura-chan. —musitó Hinata enternecida.
Sin embargo, la melancólica sonrisa de Sakura pronto decayó.
—No estoy segura si quiero volver a ver ese color. —confesó con dolor. —Y menos estoy segura si quiero que sea Sasuke kun el que me lo haga ver.
—No, Sakura-chan. No pienses así.
—Es que no puedo pensar de otra manera. —reflexionó, dando un suspiro. —Pero… creo que no es correcto pensar en esto ahora, aún tengo cosas que hacer.
—No te fuerces. —pidió Hinata, ayudando a Sakura la cual había comenzado a reincorporarse.
—Tengo que hacerlo, antes de que sea demasiado tarde. —respondió ella con seriedad. —Esta situación se me está saliendo cada vez más de las manos.
—Entiendo, pero sabes que no estás sola Sakura-chan, cuentas conmigo, con Naruto-kun y Sasuke-kun.
—Gracias, Hinata, lo sé. —rio muy apenas, pero con su rostro entristecido. — y por eso, antes de hacer cualquier cosa, quisiera hablar con ellos, TENGO que hablar con ellos.
Hinata asintió concordando con aquello, ya que era cierto, tenían que cerrar ese ciclo para continuar con el siguiente.
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En el exterior, Naruto y Sasuke seguían donde mismo, ambos ausentes de todo lo que les rodeaba, o al menos así los notó Sakura, quien, en compañía de Hinata, sólo vieron a ambos totalmente decaídos mientras eran iluminados por la luz de la luna.
—Anda Sakura. —alentó la Uzumaki, asintiendo con su cabeza. —Yo los espero aquí.
Sakura asintió, al mismo tiempo que inhalaba y exhalaba profundamente, preparándose mentalmente para lo que de seguro le esperaba. Una vez lista más no muy segura, lentamente caminó hacia donde estaba el par de shinobis, siendo apoyada mentalmente por una conmovida Hinata que sólo se encargaría de que nada malo les pasara a esos tres.
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—¿Puedo sentarme con ustedes? —preguntó Sakura con voz tenue, una vez que se acercó lo suficiente a ellos.
Entonces observó que ambos hombres se sobresaltaron, lo que le demostró que en verdad no estaba ninguno en guardia.
Por el otro lado, ni Naruto ni Sasuke respondieron a su pregunta, ni tuvieron el valor para verla, pero si abrieron más el espacio que había entre ellos, como un indicativo de que ambos querían que ella se sentara en el centro.
Captando sus intenciones, la ansiosa Sakura se sentó entonces entre ellos dos, de modo que Naruto quedó a su izquierda y Sasuke a su derecha, y lo primero que notó es que ambos siguieron sin poder verla, algo que le hizo sentir más ansiedad y que esta se reflejara en sus inquietas manos las cuales comenzó a restregar una contra la otra, pero como sabía que no debía dejarse llevar por esta, hizo unos cuantos ejercicios de respiración, de modo que poco a poco se fue calmando otra vez.
Aunque, aun así, sus amigos siguieron sin dirigirle la palabra o siquiera la mirada.
—Sasuke-kun, Naruto… yo lo… yo lo siento. —fue lo único que se le ocurrió decir, logrando alterar a ambos hombres que nuevamente se sobresaltaron desde su sitio. —Tal vez yo no…
—Basta Sakura-chan…—pidió Naruto, negándose a verla todavía. —No es tu culpa, maldita sea que eres tú la afectada y nosotros… nosotros no importamos… ¡¿cómo te sientes?! Ahhh dattebayo Que estúpida pregunta, ¡perdóname!
—Tranquilo…—musitó Sakura, viéndolo de reojo. — ¿Cómo me siento? ¿Puedo ser sincera? —sonrió.
Naruto sintió un golpeteo en el pecho al saber que significaban esas palabras, su Sakura-chan iría directamente al grano, con crudeza si era necesario.
Mientras que, del otro lado, Sasuke no podía siquiera hablar, y menos cuando Sakura comenzó a expresar su sentir.
—A veces me siento como basura. —se sinceró Sakura con tranquilidad, viendo hacia el cielo nocturno. —Otras veces tan sucia, que no importa cuantas veces me bañe, parece que no puedo quitarme la suciedad de encima. También me he sentido impura, humillada, como si no valiera nada…
Cada palabra que ella decía era como dolorosos golpes para ambos varones, que no hacían más que acrecentar su ira interna.
—Pero cuando medito muy profundamente…—continuó ella con dificultad. —Y me digo a mí misma… "Tú no tuviste la culpa", "no eres basura, no estás sucia, no eres impura" créanme que el dolor se aligera un poco, y… es ¡es cierto! Porque es la verdad, ¡no fue mi culpa! Yo no quise nada de lo que me pasó.
Las manos de Sakura volvieron a inquietarse, producto de la ansiedad.
Sasuke y Naruto entonces se volvieron hacia ella, el Uchiha notando como ella restregaba sus manos, lo que demostraba lo difícil que estaba siendo para ella el hablar sobre lo sucedido, entonces en un impulso colocó su mal vendada mano sobre la de ella, en un intento por calmarla, mientras que Naruto, se sintió incapaz de hacerlo por miedo a que ella rechazara cualquier tipo de contacto; sin embargo, al ver lo que su amigo hizo vio que su Sakura-chan reaccionó de una manera completamente distinta.
Ella comenzó a quitarle el vendaje a Sasuke.
— "Ah… no, no lo hice por eso" —gruñó mentalmente el avergonzado Uchiha, sintiendo como Sakura le desenrollaba cuidadosamente el horrible vendaje que Naruto le había hecho, y una vez con su mano expuesta con todo y las heridas, Sakura, aparentemente más tranquila, comenzó a aplicarle de su ninjutsu médico.
Sasuke sintió el corazón acelerado a la vez que una horrible vergüenza, pues se supone que tanto Naruto y él debían estarla consolando, y no al revés, pero dejando eso de un lado, el ninjutsu de Sakura era realmente cálido y contrastaba de manera adversa a la frialdad de su piel. Le gustaba mucho esa sensación.
—No te lastimes Sasuke-kun. —regañó Sakura tenuemente sin dejarle de infundir chakra. —Duele cuando lo haces.
El Uchiha hizo un berrinche, apretando sus dientes.
—Hmph…Yo no importo, Sakura.
—Todos importamos.
—Pero tú más que nosotros ahora. —contradijo Naruto abrumado.
—Si ustedes están heridos a mi me duele, si quieren que yo esté bien, no se lastimen, ¡no hagan tonterías!
Ambos varones gruñeron ante el regaño.
—Ya quedó Sasuke-kun.
El Uchiha observó por lo bajo, como su mano se había recuperado, sin dejar si quiera alguna cicatriz, y antes que Sakura pudiera apartarse, igual tomó su helada mano, sin saber si era lo correcto, pero sentía la necesidad de hacerlo.
Sakura con la cabeza baja, mordió sus labios, pero no lo rechazó y dejó que él la tomara, e incluso colocó su otra mano sobre la de él, y al hacerlo la mano de Naruto se unió a la de ellos, brindándole a la médico un cálido confort que más que sentirlo en la pie lo sintió en el corazón.
—Quisiera decirles todo, pero…—exhaló. —No sé por dónde empezar.
—Por donde tú quieras, Sakura-chan. —alentó Naruto.
—Di lo que quieras, no te vamos -voy- a interrumpir. —le respondió Sasuke, sintiendo como entre sus manos unidas, la de Sakura seguía inquieta, cuyos dedos acariciaban parte de sus dedos y dorso.
Sakura asintió, y dando otro suspiro, miró al cielo estrellado.
—Creo que…si no me equivoco, alcanzaron a ver cuando me desmayé después de lo ocurrido.
Ambos shinobis asintieron.
—Entonces creo que vieron que Yuki también desapareció.
—Así es. —respondió Sasuke, sintiendo algo en el interior al escuchar ese nombre.
—Bien, pero en realidad ella no desapareció, más bien su esencia o lo que es ella ahora, se vio atrapada por mi padecimiento, por… la Alexitimia.
El Uchiha se sobresaltó espantado, sintiendo una presión en el pecho.
—No es tú culpa Sasuke-kun. —aclaró de inmediato Sakura al sentir el movimiento. —En todo caso, mi condición ayudó a atraparla, y de alguna forma, he convertido ese padecimiento en una clase de escudo o arma.
Pero Sasuke no lo creyó así y comenzó a negar con la cabeza.
—No te hagas esto, por favor.
—Es que ¿Cómo me puedes pedir eso? —desvió él su mirada. —cuando es claro que todo lo que te ha pasado ha sido por mi culpa, si yo no te hubiera metido en ese genjutsu…
Sakura sonrió dolorosamente.
—Hubiera pasado exactamente lo mismo, Sasuke-kun. Tú pelea con Naruto, tu redención, tú te hubieras ido de la aldea y yo igualmente hubiera trabajado como una loca, haciendo que Kakashi sensei me asignara la misión, simple y sencillamente porque así somos los dos.
—Eso es cierto, Sasuke. —concordó Naruto con la hipótesis de su amiga.
—No te culpes más, aunque no lo parezca, y también si te sirve de consuelo, he aprendido y sigo aprendiendo a lidiar con este problema, y a ti te he perdonado. Perdónate tú también.
Sasuke sólo asintió, dándole por su lado, pero él sabía que en su interior siempre iba a existir ese remordimiento y reproche que sentía para con ella. Era muy sencillo para ella decir que todo estaba bien, pero él, como el causante del problema le era difícil ver las cosas desde la perspectiva de ella.
—Entonces Sakura-chan… ¿qué pasó con Yuki? —preguntó Naruto para retomar el tema.
Sakura torció la boca antes de continuar, recordando de nuevo lo sucedido.
—Al menos esa noche ya no la volví a ver, me quedé dormida con los ojos abiertos, y no reaccioné hasta que Hinata e Ino fueron a buscarme a la mañana siguiente.
Sasuke recordó aquello de las memorias de Ino.
—Esta de más decir, que me las ingenié para que ellas no se dieran cuenta de lo que pasó, me fui envuelta en la sábana y tomé mis cosas y el resto de mi ropa, cuidando que ellas no notaran nada extraño en estas.
Naruto y Sasuke sintieron asco, al saber a lo que se refería.
—Al entrar en el baño, hice todo lo posible para no desmoronarme al grado de perderme en mi misma ni tampoco para quebrarme en llanto, tomé una ducha rápida, limpiando…
Ambos hombres vieron como Sakura intentaba reprimirse, pero a la vez mostrando determinación ya que realmente deseaba sacar todo ese angustiante pasado que la atormentaba.
—Ese imbécil me dejó su porquería encima tanto por dentro como por fuera. —continuó. —sentía dolor en el cuerpo como no tienen idea, la ducha aligeró un poco ese dolor y antes de salir tomé unos medicamentos, lo menos que quería era que ese idiota me hubiera dejado... embarazada o con una asquerosa ETS (*). Sabía que la probabilidad de quedar embarazada era baja, ya que no me encontraba en mi ciclo de ovulación, pero aún así… —suspiró, apretando la mano de Sasuke. —Los siguientes días fueron el infierno.
—Sakura-chan. —musitó Naruto melancólico, apretando la mano de su amiga, cuando sintió como la de ella se comprimió sobre la de Sasuke.
—Vivir con incertidumbre es horrible. —continuó Sakura. —Después de volver a Konoha, ya no era la misma, y creo que a ti te constó, ¿no, Naruto?
—Sí, así fue… recuerdo que fui a tu casa a buscarte y ni siquiera me abriste la puerta.
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Meses atrás.
—¡Sakura-chan!¡Sakura-chan! Tenemos que hablar. —gritó Naruto golpeando la puerta con insistencia.
—¡Ahora no! ¡Estoy ocupada! ¡Estoy investigando algo maldita sea! —respondió la aludida del otro lado de la puerta.
—Sólo quiero saber si estás bien, han pasado varios días de que volvieron de la misión y no te visto ni una sola vez.
—Le pedí a Kakashi sensei unos días libres. ¡Naruto, estoy bien, solamente quiero estar sola! Por favor.
El rubio al escucharla, se apartó un poco de la puerta.
—Está bien Sakura-chan, pero sabes que cuentas con nosotros, si necesitas hablar con alguien sobre lo de Yuki, ya sabes que puedes contar conmigo. Dattebayo.
—Gracias, Naruto y…perdón.
El aludido negó con la cabeza, a pesar de que ni siquiera veía a su amiga.
—Me retiro.
Y aunque no quedó muy conforme, Naruto se alejó del departamento, claramente preocupado por su amiga, tanto, que lo único que se le ocurrió en ese momento fue escribirle a Sasuke, con la esperanza de que este pudiera darle alguna clase de consejo o por lo menos desahogar el malestar que él sentía, pues desde un inicio había estado disconforme que hubieran mandado a Sakura a realizar esa autopsia, y de paso, involucrando también a su esposa.
Mientras tanto, dentro del departamento que Naruto dejó atrás, esquinada en una de las habitaciones, la frustrada Sakura seguía lidiando con lo sucedido entre gritos que ahogaba y lágrimas.
Lloraba de la frustración y la impotencia que sentía, no lloraba para nada por Yuki como todos creían, lloraba por lo que esta le había hecho y las consecuencias que pudo haber traído consigo.
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—Me hice exámenes que salieron negativos para embarazo o alguna ETS, pero créanme que no me tranquilicé con lo de un posible embarazo, hasta que finalmente llegó la marea roja.
—¿La marea roja? —preguntó Naruto confundido.
—Mi periodo, tonto.
—¡Ah! —exclamó este sonrojado.
Mientras que Sasuke sólo miraba a su amiga de reojo, escuchando todo atentamente.
—Bien, entonces no estaba embarazada ni tampoco tenía una enfermedad extraña, ¿me recuperé? No, de cierta forma me seguía sintiendo sucia, una basura y cuando comencé a trabajar de nuevo, fingiendo obviamente que todo estaba bien, no paraba de recordar lo que me había sucedido, comencé a sentir rechazo al contacto humano y era algo difícil porque, shannaro, soy médico y tengo que revisar pacientes, trabajar se volvió mi nuevo infierno, y cuando llegaba a casa lo único que quería hacer era esconderme en el rincón más oscuro y llorar.
—No sé cómo rayos le hacías Sakura, después de que comenzaste a trabajar, lucías más o menos normal, yo pensaba que seguías triste por lo de Yuki y por eso trataba de no molestar. —contó Naruto. —Pero la realidad era otra ¿no es así?
—Así fue. No podía concentrarme en lo que hacía, e incluso traté de ver todo aquello como una experiencia para una nueva investigación, es decir, para tratar de ayudar a otras personas que les hubiera ocurrido lo mismo.
—Pero no eres un maldito conejillo de indias. —bramó Sasuke. —Eres un ser humano.
—Lo sé, pero de alguna manera tenía que lidiar con el dolor, a veces funcionaba a veces no, y cuando no funcionaba era cuando más pensaba en que no quería que nadie se me acercara, tenía mucho miedo, fue entonces que algo ocurrió…
—¿Algo? —repitieron Sasuke y Naruto al mismo tiempo.
—Vi unas luces… vi… a la energía natural acudiendo a mí.
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De nuevo arrinconada, una cabizbaja y triste Sakura lloraba a gritos y chorros que eran silenciados por una lluvia torrencial que estaba afectando a la aldea desde días atrás.
No había sido un buen día para ella, ya que le había tocado atender a un paciente que al final de la consulta le había tomado de la mano para agradecerle, sin embargo, lejos de tomar esa acción como una muestra de agradecimiento, ella lo tomó como una invasión a su persona y se asustó como toda una tonta.
Entre reproches en la oscuridad de su casa, se decía así misma que debía superar lo ocurrido, que no todas las personas eran como ese abusivo, o los abusivos que habían matado a Yuki, pero parte de su mente no lograba procesar del todo eso, lo que traía en consecuencia que cuando menos lo esperaba se encontraba rechazando la más mínima muestra de afecto que alguien le diera.
A veces se decía así misma que lo mejor era no sentir nada, quedarse en la oscuridad y apagar de una vez por todas su inestable corazón, pero al desear eso, veía como la neutral luz blanca que yacía dentro de ella amenazaba con desaparecer, algo que inmediatamente la hacía reconsiderar sus pensamientos, pues creía que no sentir nada, era peor a lo que sentía. ¿Confuso? Sí, ella misma no se entendía, pero el no querer sentir nada para la médico era un equivalente a estar muerta.
¿Era realmente lo que ella quería? A veces se lo cuestionaba, pero lo descartaba de inmediato cuando a su mente llegaban ideas de quitarse la vida.
Sabía que tenía que hablarlo con alguien, era parte del proceso, pero sentía que el corazón se le volvía a quebrar, peor a cuando Sasuke la metió en ese genjutsu, y no sólo eso, temía que si alguien se enteraba de lo que le había ocurrido la catalogarían como débil y tonta por no haberse defendido, por haberse dejado manipular, se imaginaba que todo el mundo estaría decepcionado de ella, al grado que ya no la podrían ver como una compañera confiable, si no todo lo contrario sólo como una… molestia.
—¿Qué debo hacer?...
Se preguntó, con la mirada perdida, sentía que sucumbía a la oscuridad… cuando de pronto, en medio de todo ese tormento interno, un destello de luz apareció, iluminándole el rostro.
Confundida, Sakura parpadeó un par de veces pensando que había sido un reflejo del exterior lo que la había iluminado, pero cuando abrió bien sus ojos, vio la realidad. Frente a ella había un par de lucecitas que bien se podrían confundir con luciérnagas, a excepción que el destello que estas irradiaban era fuerte y de un color celeste confortante.
—¿Qué son? —se preguntó confundida, levantando su mano para intentar tocarlas.
Pero al hacerlo, estas se apartaron y presurosas, se movieron como si quisieran decirle que querían que las siguiera.
Sakura, insegura, pero a la vez muy consciente de lo que hacía, las siguió, siendo guiada por todo el ancho de su departamento hasta su habitación en donde las luces se ocultaron rápidamente dentro de su ropero; la médico se dio cuenta que trataban de decirle algo, así que abrió el mueble y volvió a encontrarse con esos destellos en la parte baja, las cuales se posaron sobre unos calzados que llevaba mucho tiempo sin usar: era los patines que Yuki le había ayudado a conseguir.
Los tomó, rememorando viejos y buenos recuerdos, pero también atrayendo unos realmente malos, pero antes de que pudiera volver a desmoronarse, aquellas luces volvieron a moverse fugazmente, invitándola nuevamente a seguirlas.
La kunoichi entonces las siguió, llevando con ella los patines, presintiendo que eso era lo que esas luces querían, y no sólo eso, presintiendo que esperaban algo también de ella, y no se equivocó cuando después de acompañarlas, y caminar por las lejanías de la aldea, debajo de una torrencial lluvia, llegaron al destruido distrito Uchiha, al cual se internó sin más, acompañando a aquellas luces hasta que finalmente se detuvo frente a un hermoso lago.
Las luces continuaron su camino sin ella, posicionándose en el centro del lago. Sakura, viéndolas a lo lejos, pretendió ir por ellas, pero algo le decía que no debía ir solamente concentrando el chakra en sus pies para caminar sobre el agua, por lo que se apresuró y cambió su calzado por los patines, y se internó con estos deslizándose por el agua del lago.
Sentir como el agua se partía bajo sus pies debido a las cuchillas, la lluvia sobre su rostro, incluso el viento frío que hacía, increíblemente le transmitieron cierta tranquilidad, pero lo que terminó de darle confort fueron las múltiples luces que aparecieron alrededor de ella como si fueran las mismas estrellas del universo.
Era la energía natural, de la que le había hablado Yuki, y era realmente hermosas a sus ojos.
Entonces patinó junto con estas, sin darse cuenta de los pequeños cristales de hielo que iba dejando a su paso, pues sólo sentía una enorme tranquilidad alrededor de esas luces que, pronto parecieron despejar el cielo para ella, como si quisieran despejarla de su dolor e inquietudes, o al menos así lo vio, cuando la lluvia repentinamente paró al mismo tiempo que ella dejó de patinar y las nubes comenzaron a retirarse, mostrando un cielo estrellado con las que aquellas luces se confundía si se miraban de lejos.
Pero… ¿qué significaba todo eso? ¿Qué eran realmente esas luces? Se preguntó la médico, sintiendo posteriormente algo frío en el pecho.
Se levantó el suéter que vestía e incrédula vio como un sello comenzaba a colorearse en su pecho.
—Es la flor de la pureza. —concluyó susurrante al ver la forma de flor que esta adoptó en su piel
Ver ese símbolo en ella le hizo sentir inquieta y asustada al reconsiderar que Yuki le había dado ese poder, pero no sólo eso, nuevamente se sobresaltó cuando algunas de las luces, parecieron volverse una especie de energía en forma etérea y comenzaron a entrar en ella, transmitiéndole un mensaje y llevándola a un sitio que existía en lo más profundo de su ser.
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—Entonces… esas luces… ¿también te lastimaron? —preguntó Naruto.
Sakura negó con la cabeza.
—No, al contrario… cuando entraron dentro de mí, es como si hubiera podido sentir lo que la naturaleza sentía.
—¿Lo que la naturaleza sentía?
—Estaban tristes. —contó Sakura melancólica. —Por lo que había pasado con Yuki, por no haberla podido ayudar. Yuki no tuvo la oportunidad de defenderse o llamarla, y en un sitio en donde la acorralaron, contaminado por el hombre, fue imposible para esta energía llegar. Esta energía no quería que lo que pasó se repitiera, por eso comenzó a llenarme de poder, y me permite usarla como arma, tal como un senjutsu, pero llegó un punto en donde me estuvo dando tanto que no encontré otro modo de retenerla más que con mis represas internas, prácticamente sería como una bomba si la libero toda de golpe, y también por eso, durante los siguientes días y semanas, estuve trabajando como loca tratando de liberar un poco de esa energía, comprendía que esta solo buscaba protegerme, pero tal como es la naturaleza, no puede dar algo sin esperar algo a cambio.
—¿Que te pidió? —preguntó Sasuke.
—No fue tanto que me lo pidiera, más bien lo sentí como un grito de ayuda, en el momento en que esta energía me llevó a donde tenía a Yuki encerrada.
—¿Encerrada? —repitió Naruto extrañado.
—Sí, en un sitio dentro de mí, algo parecido a como lo que me describiste Naruto, sobre la prisión del kyuubi.
El Jinchūriki tragó saliva, recordando aquella prisión interna.
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Otra vez sumergida en la oscuridad, siendo solamente iluminada por un par de insistentes luces, Sakura, se deslizó con los patines hasta donde estas la guiaron, un sitio que poco a poco fue tomando forma a una especie de prisión interna, y en cuya única celda estaba un ser que había esperado no volver a ver.
—Así que volviste, perra estúpida. ¡LIBERAME! —masculló Yuki, golpeándose contra los barrotes que la aprisionaban, ocasionando que las luces que acompañaban a Sakura se ocultaran detrás de ella. —No, no… ustedes no se asusten… son lo único que me quedan…
La fantasma sacó por entre los barrotes uno de sus brazos, llamando así a las lucecitas que se habían ocultado, sólo una de ellas reaccionó a su llamado, acudiendo lentamente a ella, hasta que Yuki la alcanzó, tomándola con fiereza y apretándola con su puño.
Sakura sólo observó inquieta, como Yuki abría de nuevo su palma haciendo que aquella lucecita cambiara a una tonalidad roja.
—Como puedes ver, querida Sakura, a pesar de que te di la flor, la energía natural me sigue prefiriendo a mí, por el simple hecho de que tú sólo sabes berrear y pensar en ti, no sabes lo que es sacrificarse por algo, no pudiste ni ayudar a una amiga.
Pero Sakura, siguió sin responder, y sólo se puso de cuclillas para quedar a la altura de aquel ente, viéndola con total indiferencia.
—¡¿QUÉ ME VES ESTÚPIDA?! ¡CON O SIN TU AYUDA, CONGELARÉ TODO ESTE MUNDO! NO CREAS QUE ME HAS ATRAPADO POR COMPLETO, UNA PARTE DE MI SIGUE FUERA DE TODO ESTO, Y ACABARÁ CONTIGO CUANDO MENOS TE LO ESPERES.
Sin embargo, por más berrinches y amenazas que hizo Yuki, Sakura no le respondió ni le siguió el juego, en lugar de eso, sólo volvió a reincorporarse y comenzó a alejarse, junto con la única lucecita que quedó, mientras que la otra de color rojo se disolvió al momento que la fantasma nuevamente se enloqueció dentro de su jaula.
—TE VAS A MORIR, SAKURA, YO MISMA ME ENCARGARÉ DE QUE ASÍ SEA… MATARÉ A TODOS LOS QUE QUIERES, A INO, A TU NARUTO Y TU SASUKE, A TU MAESTRO Y A TU FAMILIA, MATARÉ A TODOS EN ESA JODIDA ALDEA, EMPEZANDO POR TI ¡MALDITA TRAIDORA! ¡SÁCAME DE AQUÍ! ¡SÁCAME DE AQUÍ! LOS QUE ME HICIERON ESTO IRÁN POR TI, TE VIOLARÁN COMO A UNA MALDITA PROSTITUTA Y LUEGO TE MATARÁN… SINO ME OBEDECES TE HARÉ DE NUEVO LO QUE TE HICE PASAR… ¡ERES UNA MALDITA INÚTIL!
La inquieta Sakura, hizo oídos sordos a todas esas amenazas y comenzó a alejarse en compañía de aquella lucecita, hasta que finalmente fue capaz de abrir los ojos y ver que aun se encontraban en medio del lago.
Cuando reparó en el lugar en el que estaba, y viendo que aún se encontraba a salvo, notó que algunas de las luces que la acompañaban se retiraban mientras que otras se quedaban de su lado; sin embargo, las que se fueron, volaron directamente al cielo el cual comenzó a nublarse de nuevo haciendo que múltiples truenos se escucharan a lo lejos.
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—Fue ahí que me di cuenta de que la energía natural no estaba completamente de mi lado. Una parte de ella seguía ligada fielmente a Yuki. Fue entonces que yo… comencé a actuar igual a ella, es decir, comencé a dar para recibir algo a cambio. Recordé que Yuki me había dicho que la energía natural se acercaba a mi si patinaba, por eso escogí ese método para atraerla; sin embargo, lo que no esperé es que la parte que según dice Yuki, vive fuera de mí, estuviera causando estragos por otros lados.
—O sea quieres decir que… lo que sea que es ella, ¿está dividida en dos? —preguntó Naruto asustado.
Sakura asintió.
—La otra parte es la que ha estado ocasionando estragos manipulando a la energía natural a su antojo, es la que intentó ahogarnos la otra vez Sasuke-kun. ¿Lo recuerdas?
El Uchiha igualmente se espantó, recordando esa presión que no lo dejaba en paz y lo arrastraba dentro del agua.
—La parte externa tiene cierto grado de control con la energía natural, mientras que la otra parte, la que está dentro de mí, está tratando de manipularme y a la energía que yo puedo manipular para acceder a sus planes.
—Pero… pero… has logrado contenerla. ¿no?
Sakura negó con la cabeza.
—No del todo. Posteriormente al darme cuenta de todo lo que estaba pasando tanto con Yuki como conmigo, seguí yendo con ella a esa prisión, para observarla. En todas las veces que fui a ver, Yuki estaba fuera de sí, totalmente enloquecida, me amenazaba, me insultaba, me gritaba de lo que me iba a morir y… sé que tal vez me dirán que soy una estúpida, pero me di cuenta de algo.
—Claro que no, Sakura-chan.
—¿Qué es lo que viste?
Sakura se encogió de hombros melancólica.
—Esa nueva Yuki… es sólo un efecto colateral de los actos de unos malvados, ella… ella tampoco se buscó lo que le hicieron, era inocente… ¿Saben a lo que me refiero? ¿pueden comprenderlo?
Tanto Naruto y Sasuke bufaron, una parte de ellos lo comprendían, pero otra no.
—Sé que lo que me hizo no tiene justificación, y créanme que bien pude haberla sellado cuando esas sacerdotisas me lo sugirieron.
—¿Qué? —replicó Naruto.
—Pero pensar, que ella viviría encerrada, llevando un gran odio en su espíritu… no sé, me hizo sentir triste por ella, porque a pesar de todo, no puedo olvidar todo lo que Yuki hizo por mí, las cosas buenas…así que estúpidamente se me ocurrió tratar de hacer un trato con ella.
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—¡Vienes otra vez, idiota! ¡Con tu maldita cara de mustia, libérame, perra! —gruñó el ente, golpeándose la cabeza contra los barrotes.
—Tranquila Yuki, no te lastimes más.
—¡Ja! ¡hasta que la perra se digna a hablar! ¡Ya vienes a liberarme Sakurita! Sí es así, ten muy claro que te haré sufrir todo lo que me has hecho, haré que te revuelques de nuevo con el primer tipejo que se aparezca en tu camino.
—Deja de decir esas cosas. —pidió Sakura, tratando de no alterarse.
—Vaya… que tranquila salió la perrita, no me digas que te gustó lo de la última vez y quieres repetirlo, maldita ramera.
—Ya basta Yuki, no eres tú la que habla si no tu ira.
—¡No me trates de imbécil! ¡y tampoco trates de analizarme! ¡¿qué crees que soy?! ¿Una de tus investigaciones? ¿uno de tus traumados amigos? ¿tú? Maldita patética. —se burló.
—Sí, lo eres, y el primer paso es que lo aceptes.
—¡CÁLLATE, PERRA!
—Estás consumida por la ira, y todo por lo que esos malditos te hicieron, pero… ¿qué tal si yo los encontrara y acabara con ellos? ¿Te sentirías más tranquila?
En eso, el ente en la jaula se calmó, dejando de berrear como un animal enfermo.
—¿Te sentirías más tranquila, Yuki?
—¡No! ¡No importa lo que hagas! ¡Nadie reparará el daño hecho!
—Como lo dije la última vez, es lo único que puedo hacer por ti.
—¡Pues no me interesa!
—Yo creo que te puede interesar, conforme veas que la justicia se encarga de ellos. Dame una oportunidad.
—Quiero que los mates, que les cortes los malditos miembros, quiero ver sangre…
Sakura se mordió los labios.
—Haré lo que pueda.
—Sí, lo mismo yo, Sakurita. —canturreó Yuki con falsa amabilidad. — tú síguete cuidando, vas a ver que no todo es color de rosa ni tan fácil como crees que lo es, y más tarde que temprano, te darás cuenta de que tengo la razón y aunque no quieras me ayudarás, ya sea voluntariamente o no.
—Trataré de que no pase.
—Y no creas que con esto estoy satisfecha, en cuanto te des cuenta de cómo es el mundo en realidad y por ende falles como siempre, te haré vivir de nuevo lo que me pasó, una y otra vez hasta que la cabeza te explote de tanto dolor.
—No llegaremos a eso, trata de tranquilizarte tú también.
—Mi tranquilidad se fue con mi vida y la vida de mi amado, ahórrate tu discurso de loquera barata. ¡PERRA!
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—Y eso fue todo, la dejé, ciertamente Yuki, a como está ahora, me causa miedo, y sé que en caso de que lograra ayudarla, eso no cambiará lo que pasó… es sólo que…
—Quieres darle otra oportunidad. —concluyó Naruto al notarla agitada.
Sakura volvió a asentir.
—Y el problema es que… a veces creo que ella tiene razón, por eso este poder…— se miró las manos que estaban unidas a las de sus amigos, los cuales las sintieron temblar. —a veces se me sale de las manos, creo que inconscientemente tengo pensamientos negativos, por eso no he podido concluir bien las misiones que hemos hecho.
—Pero no es tu culpa, Sakura, estás cargando mucho tú sola. —replicó Sasuke.
—Lo sé, y de hecho por eso, fue que acudí con Lady Tsunade, llegó un punto en que nuevamente me desesperé que lo único que quería era mandar todo a la mierda.
—¿Y qué pasó con la vieja Tsunade? ¿Qué te dijo?
—El día que la fui a ver, había tenido uno de mis colapsos, sólo por haber atendido a unos cuantos hombres heridos. No soporté el tener que tocarlos, y cuando terminé mi turno, fui con ella. Lady Tsunade de inmediato notó que algo me pasaba, pero ella creyó que era mi otro padecimiento, pero no, fue ahí que casi a gritos le conté lo que me había pasado, desde lo ocurrido en la autopsia, hasta lo que me hizo Yuki y ese tipo…
—¿Y…?
—Bueno, obviamente se enojó, me regañó, más que nada por haberlo ocultado, y después me abrazó y lloró conmigo. Dijo que iría a matar al bastardo. —rio. —Y de hecho fue al país de la primavera a buscarlo, pero el tipo aparentemente se había desaparecido, ahora ya entiendo por qué no lo encontró en aquella ocasión. Entonces fue cuando pensó que quien nos podría ayudar eran las sacerdotisas, así que fue al templo del país del fuego a pedir ayuda y… creo que ya todos sabemos lo demás, la anciana sacerdotisa del fuego convocó a las demás.
—Hace unos momentos, comentaste que ellas sugirieron sellar a esa tipa. —insinuó Sasuke. —¿Podrías explicarnos?
Sakura asintió.
—Cuando me llevaron para hacer el ritual de purificación, vieron lo turbia que se puso el agua en donde me metieron, con eso concluyeron que mi cuerpo estaba muy invadido por un espíritu maligno. Me explicaron que, un espíritu maligno o demonio, nace cuando una persona muere violentamente y sus últimos pensamientos son tan negativos que corrompen el alma, eso es lo que le había pasado a Yuki, pero no sólo eso, Yuki era una sacerdotisa de la naturaleza, pero también espiritista, volvió su alma una clase de demonio al morir, algo que ellas denominaron como Goryō, un ente, sumamente peligroso y vengativo, con la habilidad de controlar a voluntad a la naturaleza.
—Es por eso que Yuki, aún puede dominarla. —susurró Naruto preocupado.
—Así es. Debido al peligro que representaba, ellas quisieron sellarla, con uno de sus métodos, uno muy parecido al que usó la sacerdotisa Shion ¿Lo recuerdas, Naruto?
El rubio asintió, recordando claramente esa misión.
—Pero, sinceramente… yo no creí que eso fuera suficiente para contenerla si cuando trataron de utilizar su dojutsu conmigo fallaron, además de que no me fie de ellas, las escuchaba conspirar en mi contra, y cuando pregunté si había algún modo de purificar su alma para que pudiera descansar en paz, lo descartaron por completo, diciendo que no había tal cosa, por eso, remotamente me comuniqué con Ino y a la vez Lady Tsunade y las demás.
—Si, recuerdo que Ino nos contó algo al respecto.
—Además de que como les dije, si en el remoto caso alguien pudiera sellar a Yuki, lo que encerrarían es a su demonio, lo que me hace creer que eso no hará más que acrecentar su ira, y si se libera, todos estaríamos perdidos, por eso, he estado haciendo lo que creo es lo correcto, pero si no es una cosa es otra la que me afecta. —respiró.
—Tranquila Sakura-chan.
—Es que, como les digo, me ha sido difícil el saber cómo actuar, por una parte, estoy viendo al mundo como realmente es… y no digo que no sean malos o todos buenos, pero me hace cuestionarme constantemente si vale la pena lo que estoy haciendo, por otra parte, tengo a este ente que no me deja en paz, que me susurra en mis momentos de dudas, que me desespera hasta cierto grado.
—Entonces… a pesar de estar encerrada, ¿la sigues escuchando y… también te molesta? —preguntó Sasuke enseriado.
—Sí, así es… por ejemplo, cuando recién llegaste y hablamos en mi casa, me susurró que eras un idiota, o cuando estaba por caer del sueño en Sunagakure, trató de aprovecharse de ese momento para intentar salir.
Ambos varones recordaron aquel momento, cuando Sakura somnolienta, comenzó a golpear a la nada.
—Cuando me despedí de Gaara, también se burló de mi: "ay, no me digas que ahora te crees una heroína… eres basura" fue lo que me susurró.
Naruto y Sasuke tronaron los dientes, ahora comprendían la advertencia de Gaara.
—En Iwagakure, cuando intenté dormir, no hacía más que decirme lo tonta que había sido al confiar en la sacerdotisa.
Sasuke recordó espantado como esa noche ella había optado por platicar con él al no poder conciliar el sueño y también como se había comido un pastel a medianoche claramente en un intento por ignorar la voz que la acechaba.
—Lo mismo cuando estuvimos en el barco, y otras ocasiones, pero creo que definitivamente perdí el control en el país del agua, de plano sentí que ella se apropió momentáneamente de mi cuerpo, y todo porque estaba molesta, porque no me habían dejado ir con ustedes, porque ya había pasado el tiempo y no lograba encontrar a ninguno de los responsables, por eso perdí tanto el control, porque estoy aterrada, temo que Yuki vuelva a hacer conmigo lo que hizo, temo despertar un día en la cama de un desconocido o algo así.
—No, Sakura-chan no pienses eso.
—Trato, y créanme… lo que me hace mentalmente todavía lo puedo soportar, porque me digo a mi misma que lo que me hace ver no es real, pero si en algún momento ella vuelve a tomar control sobre mi cuerpo yo…
—No, ya…Sakura-chan, no más. ¡lo siento tanto! —se soltó Naruto de ella, para abrazarla con fuerza.
—Yo también lo siento… por todo lo que les he ocultado.
—Tú no tienes nada que disculparte. —lloró Naruto aferrado a ella. —Tú eres la única afectada aquí.
Sasuke también se sintió frustrado, pero lo único que hizo fue sostener la mano de Sakura con fuerza.
—En serio que no sé cómo has podido seguir adelante así. —sinceró Naruto separándose un poco de ella.
—No ha sido fácil, lo admito, y más porque a veces no puedo evitar pensar cosas que no quiero y que le dan poder a Yuki-
—¿A qué te refieres?
—Me sentí feliz. —rio ella con dificultad. —Cuando escuché que esa cosa, el zetsu ese raro, dijo que habían matado a ese tipo… yo… me sentí feliz.
—Sakura-chan. —musitó Naruto angustiado.
—Lo siento, sé que no fue lo correcto, más que nada no es sano. La verdad es que ahora sólo me da igual lo que le pasó.
—Sí, es mejor así… pero entonces, ahora ella ¿está escuchando lo que estamos hablando? —preguntó Naruto inquieto. —¿Te está hablando?
—No, no me está hablando, pero probablemente esté escuchando, y buscando una manera de utilizar lo que hemos estado hablando para afectarme. Lo siento, creo que debí advertirles primero.
—Ya no te disculpes. —gruñó Sasuke. —No es tu culpa. Ya no te tortures más.
—Ay, mira quién lo dice, Teme. ¿No es lo mismo que Sakura-chan pide para ti? —renegó Naruto infantilmente, buscando una forma de desviar la conversación.
—¡Cállate Usuratonkachi! ¡Nadie te está preguntando!
—¡¿A quién le dices Usuratonkachi!?
Y de un momento a otro, Sasuke y Naruto comenzaron con una infantil pelea de gruñidos y miradas amenazadoras, que se aplacaron cuando de repente una risita se escuchó entre ellos.
—Sakura…—musitó Sasuke incrédulo.
—Chan…—terminó Naruto impresionado.
—Lo siento, es que ustedes no cambian, saben… acabo de recordar algo… algo que quisiera hacer.
Sin decir nada más, Sakura se soltó de Sasuke (pues aún le sostenía la mano) y se levantó de su sitio, sin moverse de estar entre ellos. sintiéndose más tranquila consigo misma y respirando todo el aire que pudo antes de dejarlo ir, colocó sus manos a los costado de su boca y gritó a todo pulmón:
—¡USURAAAAAATONKACHIIIIIIIIIIIIIII!
—¡¿Qué?! — se quejó Naruto, sintiendo su grito como una pedrada para él.
Sasuke, sólo arqueó una ceja sin entender lo que pasaba.
—Se demostró en estudios que hice que gritar libera un poco la tensión en nuestros cuerpos. —explicó Sakura con una sonrisita. —Nunca lo intenté en Konoha porque me daba pena, pero aquí no hay nadie más que nosotros así que… ¡USURATONKACHIIII!
—Que rara eres Sakura-chan. —musitó Naruto con su expresión de gatito.
—No seas cobarde e inténtalo, tú también Sasuke-kun
El Uchiha de inmediato hizo una mueca de: "No voy a hacerlo"
—A ver yo quiero intentar. —se puso Naruto de pie. —Pero… ¿qué puedo gritar?
—Grita lo tuyo, lo que siempre gritabas como escandaloso. —insinuó Sakura dándole un golpecito en el brazo.
—Ah ya… ¡SASSSSSSSSSSSSSSSUKEEEE! —gritó Naruto a todo pulmón.
El Uchiha rabió y se puso también de pie.
—¡Anda Sasuke-kun! ¡tú di lo tuyo!
—Sólo lo haré porque tú me lo pides. —berrinchó este primero, con todo el tronco de su nariz enrojecido, pero cuando se mentalizó ante la ridiculez que estaba por hacer sólo se dejó llevar y gritó apenado. —¡NAAAAARUTOOOOO!
—¡USURATONKACHIIII! — le siguió Sakura
—¡SAAAASSSSKEEEEE!
—¡NAAAARUUUUUUTOOOO!
—¡SASUKE-KUUUUUN! —cambió Sakura.
—¡SAKURAAAAA-CHAAAAAN! —igualmente lo hizo Naruto.
—¡SAKUUURAAAAAAAA! —Lo mismo pasando con el enrojecido Sasuke.
Los tres repitiendo el ejercicio unas cuantas veces, hasta que esto los hizo sentir extrañamente poco a poco más calma, en especial a la miembro femenino del equipo 7.
—Naaaa-ruu-toooo.
Al terminar de decir el nombre de su amigo, Sakura rompió en llanto, sollozando a todo pulmón y sin reservas, liberando de algún modo u otro todo el dolor que había llevado cargando con ella desde hace mucho tiempo.
Sasuke y Naruto al verla, no pudieron evitar empatizar con ella, y Naruto como si fuera un pequeño crío comenzó a llorar también a todo pulmón junto con ella, mientras que Sasuke cabizbajo, lloró más discretamente.
A lo lejos una conmovida Hinata seguía observando todo, y no pudo evitar ver al genuino equipo 7 como a unos pequeños niños de prescolar que lloraban desconsoladamente por algo que les inquietaba.
Eso era lo que necesitaban, de un modo u otro sentía que esos 3 por fin podrían estar en paz.
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Pasados unos largos minutos, y después de que el vergonzoso llanto cesó, Naruto, Sakura y Sasuke siguieron juntos, apreciando todo lo que les rodeaba ya en completa calma.
En ese momento, Naruto se dio cuenta de que su mujer, seguía esperando a lo lejos y sintiéndose más tranquilo, la invitó a acudir con ellos.
Hinata al ver que su marido la llamaba, y que después Sakura le siguió el juego para que los acompañara, rápidamente se apuró en ir con ellos. Naruto le abrió un espacio entre él y Sakura de modo que ambas chicas quedaran en el centro, y con la excusa de que Hinata tenía frío (pues estaba a un lado de Sakura) el rubio aprovechó para abrazarla con fuerza.
Siendo vistos por la tierna mirada de Sakura y la incómoda de Sasuke, que veía que su amigo no perdía el tiempo para coquetear con su chica; mientras que él, sólo pudo ver de reojo a Sakura quien con el pasar de los minutos comenzó a dormitar y cabecear en su sitio, hasta que se dejó vencer por el sueño y se acostó en donde estaba.
Seguido de ella, Naruto y Hinata también la acompañaron, durmiendo abrazados cerca de Sakura, y Sasuke pensando que alguien tenía que hacer vigilancia, sólo permaneció sentado en donde estaba, se quitó la capa y se la puso encima a Sakura, a pesar de saber que ella no la necesitaba o más bien no le servía de nada; sin embargo, sentía esa necesidad de cuidarla, no sólo por la misión, más bien estaba ya pensando en algo a largo plazo, si es que ella se lo permitía.
Pensó, que tal vez había llegado el momento de decírselo.
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A la mañana siguiente.
—¡Ahhh! ¡Que bien dormí! —se levantó una feliz y tranquila Sakura, notando confundida que tenía la capa de Sasuke encima.
—Yo me estuve congelando, pero igual pude dormir…—se quejó un recién levantado Naruto que sólo traía puesta una camisa blanca.
—Naruto-kun… ¿en qué momento? —se preguntó Hinata, viendo que era ella quien traía el abrigo de su marido encima.
—La verdad ni me acuerdo, creo que lo hice dormido, sentí que temblabas mucho.
—Tal vez no debieron dormir tan cerca de mí. —concluyó Sakura, doblando cuidadosamente la capa.
Luego, dejando al matrimonio, se dispuso a llevar la capa con su dueño, el cual aparentemente seguía vigilando a lo lejos.
—Sasuke-kun…Mmm buenos días.
—Ah…—respondió este con su típica frialdad.
—Gracias. —le devolvió Sakura la capa.
Sasuke sólo la tomó sin decir nada.
Y viendo que al parecer todo había vuelto a la normalidad, Sakura se dio media vuelta para marcharse.
—Bien, yo… creo que iré por un poco de agua.
—Te acompaño. —habló Sasuke con seriedad.
—Ah… no te preocupes, pensaba pedirle a Hinata que me acompañara.
—Creo que ella está ocupada. —señaló el Uchiha lo lejos, viendo como Naruto seguía coqueteando con su mujer dándole de besos y abrazos.
—Ah… bueno. —respondió Sakura, sintiendo de repente una sensación incómoda ya que no olvidaba que la noche anterior Sasuke y ella también habían compartido un beso, pero se tranquilizó, tratando de no dejarse llevar de nuevo por esa sensación.
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Ya cerca del rio, Sakura aprovechó para lavarse un poco la cara, además de tomar agua, notando como sus manos al contacto con el líquido hacían que se formaran pequeños cristales de hielo que suponía hacía que el agua se sintiera más fría.
Sasuke por su parte, también se lavó el rostro y bebió algo, sin quitarle la mirada de encima a su "protegida", pensando por dentro que sí o sí era el momento para abordarla con lo que le quería decir, pero en cuanto pensó eso, vio que Sakura dio por terminada su visita al rio y se despidió de él con la intención de volver a la base en ruinas.
—Sakura…—le habló antes de que fuera demasiado tarde y ella se le escapara.
—Mmm… ¿sí? —respondió ella, dándole la espalda.
—Quisiera decirte algo.
Sakura entonces se giró para encararlo.
—¿Algo? Adelante…—concedió ella.
Sasuke, ensombrecido, comenzó a acercarse a ella. Sakura lo notó un tanto extraño, y pronto retrocedió un paso al ver como este desenfundaba su Chokuto con rapidez, creando un destello al momento que la luz topó con el filo de la cuchilla.
—Sasuke-kun… ¿qué…
—Tomalá. —dijo este antes de que ella pensara algo raro.
Sakura no entendió lo que pasaba, pero de igual manera tomó la espada cuidadosamente por el mango.
—Sasuke kun… ¿qué es lo que…
—He estado pensando mucho desde anoche…—interrumpió este. —Y la verdad no importa lo que haga, nunca podré olvidar o dejaré pasar por alto lo que te hice.
—Sasuke-kun yo no…
—Por eso… si un día quieres acabar conmigo, tomar venganza, yo mismo te doy mi espada para que lo hagas.
Sakura ahogó un grito espantada, y estaba por replicar cuando…
—Pero sé que no lo harás. —continuó Sasuke levantando la mirada. —Porque tú no eres así…tú no eres como yo, por eso… Sakura…
Y dentro de Sakura, nuevamente aquel color rosa comenzó a aparecer en su interior, pero a pesar de ser de ese color, le estaba provocando un poco de dolor.
—Sakura, déjame cuidar de ti.
—Sasuke-kun… yo… Gracias. —sonrió, sin embargo, su expresión también mostraba un poco de dolor
"Gracias" "¿solamente eso?" —pensó el Uchiha confundido.
—Eh… sí, gracias por tus palabras y tu ofrecimiento, pensé que eso es lo que ya hacías. —respondió Sakura, devolviéndole el arma. —Yo realmente te agradezco que estés aquí, ayudándome con este problema, aunque no sea precisamente la misión… también no es necesario que me des tu espada, yo nunca podría hacerte daño, en el sentido de que no me vengaría.
—Sakura… no… no me refería a la misión. —aclaró Sasuke, pensando que ella estaba confundiendo un poco las cosas.
—Sí, lo sé. —sonrió Sakura forzadamente. —Sólo esperaba que no lo dijeras.
El Uchiha entonces cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo. Sakura lo estaba rechazando.
—Realmente te lo agradezco Sasuke-kun, lo que dices es algo que hubiera querido antes, pero ahora…
Sí, ella lo estaba rechazando y por un demonio que le dolía por dentro, claro que por fuera no lo estaba demostrando mucho.
—Nos hemos hecho mucho daño, no funcionaría, tú o yo haríamos algo que nos lastimaría… es lo que creo.
—Sakura, yo… te prometo que no…
Sasuke rechinó los dientes, ¿acaso estaba rogando? Eso parecía, pero le valió en ese momento, sentía que debía intentarlo.
—No prometas Sasuke-kun, las promesas conllevan a la presión, creo que lo correcto sería decir "trataré" porque el futuro es incierto.
—Como tú quieras entonces Sakura ¡yo trataré…
Pero Sakura negó con su cabeza antes de que pudiera continuar.
—Lo siento.
—Claro… ¿qué esperaba? Después de lo que te hice. —se rindió finalmente el Uchiha adolorido.
—Sasuke-kun… no lo tomes así, yo realmente te lo agradezco. —Sakura se acercó a él, tomándolo por la mejilla. —Pero te diré algo que le dije a Naruto hace unos años.
—¿Qué? —preguntó el melancólico Uchiha.
—Le dije que dejara de preocuparse tanto por mí, para que así pudiera ver las cosas hermosas que le rodeaban, y mira, ahí está, se encontró con Hinata y es muy feliz, me gustaría que fuera lo mismo contigo, sé que ahora por la misión no se puede, pero tal vez después de que esta termine…
—Basta Sakura. —dijo Sasuke colocando su mano sobre la suya. —Entiendo lo que dices, pero a lo que te refieres que debo encontrar, ya lo encontré y no voy a cambiar de opinión.
Sakura ahogó un grito, viendo como aquel color rosa se seguía expandiendo dentro de ella.
—Pero tú… —le sonrió levemente el Uchiha, llevando ahora su mano a la mejilla de ella. —Quisiera que encontraras entonces tu felicidad, en lo que sea que quieras o con quien quieras.
—Sasuke-kun. —chilló Sakura.
—Prometo… no, no prometeré, sólo diré que no te haré daño, ni tampoco te volveré a tocar como anoche, pero quiero que sepas que seguiré cuidando de ti, como un amigo. —aclaró con dolor. —durante y después de la misión, aunque sea sirviendo a Konoha entre las sombras.
—Sasuke-kun… —musitó Sakura, aguantándose el llorar. —Gracias.
Fue lo único que le pudo decir, antes de apartarse de él para caminar de regreso a la base, mientras que la inquieta luz en su interior disminuyó de tamaño y de resplandor, pero conservando aquel bonito color rosa que Sakura no supo si quería o no seguir viendo dentro de ella.
—¡Sakura-chaaan! ¡Sasuke! —se escuchó un grito a lo lejos.
Afortunadamente el que Naruto y Hinata aparecieran, hizo que tanto Sakura y Sasuke se volvieran a enfocar en lo que era la misión.
—¡¿Qué pasa, Naruto?! —preguntó Sakura, al ver a su amigo agitado.
—Ino contactó conmigo. Kakashi sensei quiere que volvamos a Konoha…
Continuará.
NA: bien otro capitulo largo, solo queda decir, que drama, que drama, que drama que espero que les haya gustado.
Que continue el debate.
¿Yuki merece otra oportunidad?
¿Sasuke se merece una oportunidad?
¿Naruto está o no está equivocado con sus ideales?
¿Sakura está equivocada con su forma de proceder?
Agradecimientos especiales a: Mariely Uchiha, Guest, Margaces, KassfromVenus, Susana, Sara1407 por sus comentarios en Fanfiction, a todos los que comentan en wattpad o me envían sus mensajes por FB. Muchas gracias.
23 de octubre de 2022
