o.O Capítulo 12: Nuevos objetivos O.o

Aun permanecía inmóvil, aquel hechizo era muy largo¿cuándo terminaría?.

Le dolía todo, cada extremidad, cada músculo, cada hueso.

Sobre él, se encontraba tendido aquella bestia feroz . ¿Acaso no se daba cuenta de que lo estaba lastimando?

-Quítate de encima– se escuchó de repente. Aquella reacción sorprendió al rubio.-

-¿Acaso no te gusto, Potter?. Mejor acostúmbrate, por que estarás así largo rato.

"-Espera a que me salga de esta".

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-¿He, hay, me duele la cabeza. ¡No, me quedé dormido. –mientras sus ojos observaban al Slytherin reposando a su lado. Parecía estar en su quinto sueño.-

¿Cómo pudiste llegar a tanto?.

Y tras concluir con estas últimas palabras, tomó sus pertenencias, su ropa y salió de la enfermería. Era raro, Pomfrey no había ni asomado la nariz, todo parecía tan calmado que le daba una extraña sensación de soledad.

Rápido y directo fue su paso, hasta llegar al retrato de la señora gorda. Notó que no estaba, era impropio de ella¿dónde habría ido, seguramente a pasear.

"-¿Y cómo se supone que voy a entrar ahora?. Nada mas me puede pasar hoy."

Estuvo esperando pacientemente unos minutos. De frente junto al retrato, no veía la hora de que volviera para pronunciar la contraseña y poder descansar y llorar desconsoladamente. Se encontraba muy angustiado y adolorido, todo había sido tan fuerte para él. Nunca pensó que iba a ser violado por Malfoy.

De pronto, notó un fuerte peso sobre su hombro izquierdo. Al voltear, su cara de espanto fue inigualable.

-Señor Potter¿acaso no recuerda qué hora es?. ¿Qué es lo que hace mirando a la nada?.

-Profesor, como verá no puedo entrar a mi sala. Tengo que cambiarme y ducharme antes de bajar a comer por lo menos.

-Rápido, sígame. Esto no puede seguir así.

-¿He¿a qué se refiere?. –estaba muy extrañado, no entendía nada de lo que decía su profesor.-

-Sígame y cállese.

Harry lo siguió sin mas remedio, era obvio que iban directamente a su despacho.

Al llegar, entraron ambos.

-Muy bien, como le había dicho, limpiará cada uno de los calderos que usamos el día de hoy.

-¿Qué, pero a caso no se da cuenta de cómo me veo, necesito descansar.

-Yo no le pregunte como se sentía para cumplir con su castigo, simplemente comience con lo que le ordené.

Sus ojos echaban chispas por doquier, solamente bastaba un reproche mas para que le tirara por la cabeza sus sucios calderos. Odiaba a su profesor de pociones, y todo lo vinculado con él.

El tiempo no terminaba más, sus manos cansadas de fregar y fregar, pedían a gritos terminar. Por fin, luego de tres horas, acabó.

-Ya está¿me puedo ir ahora?. Tengo que hacer tareas.

-A ver, muéstreme como están los calderos.

Harry le acercó tres de ellos.

-Muy bien, Potter, veo que para algo si sirve. Puede irse, mañana quiero tenerlo aquí a las 11 en punto, si vuelve a ausentarse le aplicaré un castigo muchísimo peor.

"-Mas peor de lo que me sucedió hoy, no creo que exista".

-¿Me ha oído?.

-S-si.

Rápidamente salió de la habitación. Al volver a enfrentar el cuadro, la señora gorda se encontraba en él. Ésta se disculpó con el muchacho; pronunció la contraseña e ingresó.

Su cara era como la de un esclavo en sufrimiento o como la de un guerrero después de haber estado muy cerca de perder la vida.

Subió las escaleras a duras penas. Al entrar a la habitación, no había nadie. Notó la misma ausencia en la sala común y no escuchaba gritos en la habitación de las mujeres. Eso llamó su atención.

Decidió preguntar a la señora del retrato.

-Disculpa¿dónde han ido todos?.

-¡Ho¿es que no sabes muchacho, se fueron de campamento. Volverán mañana por la noche.

-¿Cómo¿y eso cuando pasó?.

-Si no lo sabes tu…

Era imposible, como se habían ido y lo dejaron así porque sí. ¿Es que sus amigos no notaron su ausencia?. Todo era tan extraño.

Decidió entonces ir y hablar con el profesor Mintch.

Cuando estuvo frente al despacho, llamo a la puerta.

-Si¿quién es?. –se escuchó dentro.-

-Harry señor.

-¡Ho, adelante. –la puerta se entreabrió.-

Al entrar notó que su profesor leía un libro muy gordo¿tanto le gustaba la lectura?.

-Dime¿qué sucede?.

-Profesor, mis compañeros no están en ningún lado. Y ya es muy tarde. Me dijeron que fueron todos de campamento.

-Ha, si. Se fueron, pero no de campamento, fueron por el segundo reto, Harry. Recuerdas que este iba a ser el último. A propósito¿porqué no fuiste?.

-Eso intento decirle. A mi nadie me dijo nada de esto. Lo habrán dicho hace rato, no sé. Pero no quiero perder la materia.

-Muy bien, tranquilízate. No vas a perder la materia por esto, en todo caso, te aconsejo que por hoy duermas aquí, mañana te llevaré.

-Gracias. Pero tengo otro inconveniente mas. –su profesor frunció el entrecejo.-

-¿Cuál?.

-Em... se trata de mi compañero, Malf.. –no quería ni pronunciar su nombre. Pero llenándose los pulmones de aire, concluyó.- Malfoy, señor.

-Sabía que algún día pasaría esto con alguno de los dos. Pero, dime de que se trata.

-Es que, usted sabe como todos aquí, mis problemas con él. Y a lo largo de este tiempo, ha empeorado. –que grandes mentiras decía, sentía una sensación de ardor en su cuerpo tan solo cuando pensaba en su nombre.-. Me gustaría cambiar de grupo con alguien. Se que es imposible, pero necesito que haga una excepción.

Mintch lo miraba fijamente, entendía perfectamente lo que le sucedía al muchacho, el había vivido algo parecido con uno de sus compañeros de clase cuando era pequeño, con lo cual dijo:

-Muy bien, veré que puedo hacer. Lo pensaré hasta mañana, y te contesto.

-Gracias.

-Bueno, ahora ve a descansar que necesitas estar bien para mañana.

Terminada su conversación, salió del despacho.

Tenía una mezcla de emociones, como podría decirse. Tristeza, porque si el profesor daba el "si" se alejaría de Draco, y alegría porque no tendría que pelear y sufrir cuando lo tenía cerca.

"-Esto es lo que tienes que hacer, Harry. Si continuas así, caerás en estado depresivo."

Cuando por fin llegó a su habitación, se metió al baño, se duchó y se acostó a dormir. La cama estaba completamente helada, cada centímetro pedía a bramidos calor corporal. Tardo en irse, ese proceso era más rápido de a dos. Y ahí fue cuando volvió a recordar a Draco. Pasaron horas hasta por fin pudo hundirse en un profundo sueño.

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Todavía seguía durmiendo. Notó un vacío cuando uno de sus brazos golpeó el costado de la cama, encontrándose con nada.

-¡No puede ser, maldita sea. –Harry se había ido, dejándolo solo, desnudo, menos mal que nadie se había aparecido.-. ¿Cómo pude dormirme así nomás?.

Mientras se vestía iba recordando cada gesto del moreno, cada centímetro de su cuerpo. Había sido algo muy placentero, la cara del gryffindor era de extrema tristeza al principio, pero luego gemía como un gato en celo.

Eso merecía ser anotado en su diario.

Cuando por fin se vistió, dejó la gran habitación y se fue a las mazmorras a descansar.

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A la mañana siguiente, Harry ya se encontraba listo para saber la respuesta de su profesor. Sabía que por ahí un "si" daría su salvación pero a la vez una gran tristeza en su corazón, pero si la respuesta era "no", seguiría sufriendo y terminaría en el loquero de magos, y eso era lo que menos que deseaba.

Ya estaba frente a la puerta, cuando por fin esta se abrió. Allí su profesor lo invitó a pasar.

-Toma asiento, Harry. –dijo señalándole una silla frente al escritorio.-

-Gracias.

-Muy bien, he analizado la situación. Creo que por un lado no debes abandonar a tu compañero, porque ya el primer reto lo hicieron juntos. Pero... sé como te sientes, y de seguro el debe sentirse igual. Luego de hablar con Dumbledor, decidimos sacarte del programa de retos.

-¿Cómo?. Pero, yo simplemente quería cambiar de pareja.

-El problema aquí es que no hay alumno que este sin grupo¿entiendes?.

Y como sabemos que dentro de poco ocurrirá algo definitivo para el mundo mágico, decidimos no meterte problemas absurdos. Generalizando, no harás los retos.

Compensando esta decisión, deberás presentar trabajos prácticos grupales.

-Entiendo, sé que pronto vendrá la batalla definitiva, pero no lo veo como para llegar a tal punto de cancelar mis retos.

-Entiende que si lo es.

Y con respecto a lo de Malfoy, no podemos hacer nada. Como te dije antes, sé como te sientes y como se debe sentir el, pero ya están los grupos armados.

Para aclarártelo más, presentarás los trabajos con tu compañero actual.

Estaba decepcionado, el esperaba algo mas de su profesor, no un cambio de programa para DCAO. Pero que podía hacer, obligatoriamente tendría que seguir con Draco, y lo peor: haciendo trabajos.

-Ahora puedes irte.

-¿No me llevará con el resto de mis compañeros, verdad?. –la respuesta era obvia, pero todavía no entendía el porque de aquella medida.-

-Ve, Harry. No hay mas remedio. Desayuna, y después vuelve así te doy una guía para empezar con los trabajos.

-De acuerdo.

Se despidió de su profesor, y fue al gran comedor.

Gran parte del alumnado se encontraba, menos los de su curso. Mientras se acercaba a una de sus mesas, notó la presencia de una sola persona que le incomodaba: Parkinson. ¿Es que a caso no estaban todos acampando por lo de los retos?.

En ese momento, recordó la escena que le dio en la enfermería, confesándole sus sentimientos. Ese día fue muy complicado.

¿Qué vería ella en él, o a caso se trataba de un simple juego.

"-... ¿y ahora que mira?."

La muchacha le había clavado los ojos desde que había entrado al salón.

Tomó asiento intentando ignorarla, tenía una mirada muy penetrante.

Pretendió comer mientras conversaba con sus demás compañeros de casa. Por suerte, luego se levantó de su asiento y se fue. Fue allí cuando pudo distenderse y comer contento.

De pronto, las puertas del comedor se volvieron a abrir dejando ver tras ella a un rubio, de tez blanca y ojos grises. Su aspecto daba miedo, su mirada ardía en llamas, era obvio que estaba muy enojado.

Fue allí cuando la clavo en Harry. Y mientras continuaba observándolo se iba acercando lentamente a él.

"-Ho, no, viene para acá¿qué hago¿qué estará pensando?. Si se intenta pasar o decirme algo, lo mato. Ni se te ocurra Malfoy."

Cuando por fin estuvo a tres pasos del muchacho, este detuvo su paso, lo miró fríamente dejando al Gryffindor indefenso, pero no hizo nada. Continuó hasta llegar a su asiento en Slytherin y comenzó a comer.

"-¿Y ahora a este que le pasa?."


We... aki otro capi...

ia queda poquito... asi que esperense...

Bss!

R0mi

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