o.O Capítulo 13: El anónimo de la carta O.o
¿Qué había sido eso, acaso no le importaba que se halla escapado cuando despertó. Parecía muy enojado.
Permaneció allí unos instantes, hasta que por fin volvió a levantarse y retomo su anterior camino, pasando delante de Harry para poder salir del comedor.
Su mirada era fulminante, daba miedo toparse con ella.
Por fin perdió de vista al rubio, entonces decidió volver al despacho del profesor a buscar su futuro cuestionario.
Ya en el pasillo, caminaba sin saber donde iba. Sus pensamientos estaban perdidos en aquella cama de la enfermería. Al pasar delante de uno de los pasillo, notó que ese era en el que en una oportunidad estuvo con Draco, besándose. En esos momentos creía en sus palabras. Tan solo pensar en el engaño que sufrió, se volvía enormemente loco.
Luego de dar vueltas y vueltas optó por ir a ver a su profesor. Ya estaba a pocos metros de la puerta. Notó que en una de las puertas del pasillo sobresalía un zapato. Le pareció muy extraño y se acercó a ver.
Abrió muy lentamente la puerta y al meter su cabeza para ver quien era, alguien lo tomó de la camisa y lo tiró al interior de la habitación.
Sus piernas temblaba, su corazón bombeaba aceleradamente, sus manos tiritaban, sus dientes se golpeaban entre sí; verdaderamente se había asustado.
El salón estaba completamente oscuro, no se divisaba nada. No podía ver quien era.
De pronto una vela iluminó levemente el lugar. Quien la sostenía era la persona que menos habría imaginado: Pancy.
Se sorprendió, nunca pensó que pudiese llegar a hacer esas cosas.
-Por favor, no grites. –dijo apoyando uno de sus dedos sobre los carnosos labios del moreno.-
-¿Qué es lo que estas haciendo?. –preguntó silenciosamente.-
-Es que, no me has contestado.
-¿A qué te refieres?. –realmente no entendía muy bien lo que le preguntaba, era tan lento para algunas cosas.-
-¿Es que acaso no entiendes a lo que me refiero?.
-No. –la verdad, parecía un chiste, por lo que ella contestó.-
-¿No te acuerdas de lo que te dije en... en... la enfermería?. –su cara se había puesto roja.-
-Si, recuerdo. –no sabía que responderle, primero era una Slytherin, nunca había hablado con ella, no era su tipo y además no le gustaban las mujeres, y eso lo tenía muy claro. Pero no quería herirla, no era su manera de actuar. Entonces...-. La verdad, no sé que decirte.
-Solo respóndeme.
-... –el silencio era abrumador para la muchacha.-
-Ya veo, pero no creas que con esto rescindiré. –su voz era firme.-
-Em... me tengo que ir. –Y así dio media vuelta, y cuando tomó el picaporte, reaccionó al notar que algo colgaba de su espalda.-. ¿Qué es lo que estás haciendo?.
-Déjame abrazarte un rato.
-No, suéltame. –ya sus instintos comenzaban a alborotarse.-
-No te dejaré tan fácilmente. –dijo pícaramente susurrándole al oído .-
Luego de eso, salió de allí agitado e intrigado. Era muy persistente y sorpresiva.
Ya no recordaba que era lo que iba hacer, así que decidió volver a su sala común.
Al llegar, se sacó los zapatos y se tendió sobre el cómodo sillón. Nadie vendría hasta la noche, así que tendría todo para el.
Estaba cansado, quería descargar todo lo que venía guardando hace rato. Se reincorporó y fue en busca de su diario.
"Tuve muchos inconvenientes esta semana. Lo mas importante sucedió ayer cuando el muy despiadado de Malfoy, me violó. Si, tengo el corazón partido a la mitad, no entiendo como es capaz de herirme tanto. Nunca entenderá lo que significa la palabra "AMOR".
Hoy, me encontré con el en el comedor, a la hora del desayuno. Su mirada era fría, sentí una extrema soledad invadiendo cada milímetro de mi alma. Creo que esta enojado porque me escapé cuando desperté, pero que irónico ¿no¿qué pretende luego de hacerme pasar por todo eso?.
También tuve problemas con Parkinson, me engaño y me acorraló. Ahora no dejará de perseguirme.
Tengo que hacer algo con todo esto. ¡También me cancelaron los retos de DCAO!.
Me dan ganas de poner a todos estos en una misma bolsa y encerrarlos con Snape una semana seguida, limpiando sus sucios calderos y ordenando sus importantes ingredientes.
No quiero continuar con esto, sino me acabaré todas las hojas. Adios."
Luego de ello, se sintió mejor. Había descargado gran parte de sus problemas.
Dejó el diario a su lado y durmió una siesta.
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Sus pasos retumbaban por todo el pasillo, su mirada fría y desgarrante asustaba a todos los que transitaban por aquel lugar.
De pronto, se detuvo. Miro el retrato y a la mujer en él.
Puso su mano en uno de sus bolsillos, desenrolló un pequeño papel y pronunció la contraseña.
"-Estúpido Neville, a quien mas se le puede ocurrir escribir la contraseña para entrar a tu casa en tan diminuto papel."
El cuadro se abrió dando paso a la sala común. Sabía que en ese momento no habría nadie. Todos estaban reunidos observando el partido de Quidditch entre Ravenclaw y Huffelpuf.
Cuando por fin estuvo dentro, vio a alguien tendido en uno de los sofás. Primero se escondió, pensando que estaba despierto, pero al escuchar los ronquidos del muchacho salió de allí y se acercó lentamente donde estaba.
Su rostro era angelical, notó que había estado llorando ya que sus mejillas estaban ásperas. Con uno de sus dedos, acarició sus párpados. Luego acarició sus dos mejillas, hasta llegar al cabello y enredar sus manos en el. No entendía porqué hacia todo eso, si lo odiaba.
"-¿Porqué me ignoras?." –pensó el invasor.-
Luego de ello, la puerta de entrada a la sala se abrió. Rápidamente se escondió debajo del sillón y calló para poder escuchar algo.
-¿Harry¿dónde estás?.
-... –continuaba dormido.-
-Ho, aquí estás. Eres hermoso cuando duermes¿sabes?. –dijo mientras acariciaba su cabello.-
-¿Mmm?. ¿quién es?. –rápidamente se alejo.- ¿Qué es lo que haces aquí Parkinson?.
-Llámame por mi nombre, Harry. Soy Pancy, P-A-N-C-Y.
Y vine aquí a buscarte, dije que no me rendiría fácilmente.
"-¡Maldita Parkinson, espera a que salgas de aquí, te seguiré y te mataré. –allí escondido, estaba verdaderamente furioso, por fin había descubierto quien era el anónimo de la carta.-"
-Em... creo que tenés que irte, si alguien viene y nos ve, tendremos problemas. –Harry estaba muy nervioso.-
-¿Es que a caso no tienes ganas de charlar un rato?.
-No. Creo que tenes que irte ahora.
-Muy bien.
Dio media vuelta. Desde su escondite, observaba cada movimiento de la muchacha, hasta que de pronto, sus ojos se ovalaron: antes de irse, volvió a voltear a ver a Harry y sin pensarlo dos veces lo besó. Lo peor fue que el moreno no intentó safarse. Eso terminó con desbordarlo.
Por fin se fue. Continuó mirando a Harry¿qué haría?.
Notó que se tocaba suavemente sus labios, que se los acariciaba.
"-Es que ahora te gustan las mujeres o que?." –la serpiente ardía en bronca.-
Espera un momento¿desde cuando me interesa lo que hace con los demás, si solamente para mi es un juguete usado para complacer mis deseos sexuales, nada mas que eso.
"-Ya verás, a mi no me harás esto."
Y¿porqué me enojo, no serán... ¿celos?. IMPOSIBLE, alguien como yo celoso de él. ¡Que estupidez!.
Se mantuvo agachado unos minutos mas esperando a que el Gryffindor por fin dejara la sala.
Luego, reincorporó su cuerpo y salió del lugar.
Muy bien, quedan pocos capítulos.
Dejen Reviews.
Besotes!
