Beyblade no es mío, no me pertenecen sus hermosos y divinos personajes y no pienso, hacer un negocio con esta historia, ni mucho menos recibir dinero por ella, solo deseo ofrecer algo de entretenimiento a tods aquells lectors y tal vez recibir uno k otro correo, ok? Ya explicado todo, pasemos a la historia.
Pd. Como siempre se me olvida escribir esto, lo copiaré y pegaré para k no haya malos entendidos.
SIMBOLOGÍA
--'pensamientos'--
-- diálogos--
Onomatopeyas
'sueños'
Capitulo XIII
--quizá sea mejor que regrese-- se dijo a si mismo el chico de dorados ojos, limpiando una ultima lagrima de su mejilla -- no quiero que Kai se preocupe…
Y bajando de la rama donde se había escondido, se preparó para enfrentarlo.
Repentinamente su corazón comenzó a latir con fuerza, con el simple hecho de pensar en él, sus manos empezaron a sudar, estaba nervioso, estaba confundido, ¿Qué era too eso que sentía hacia su amigo Ruso?
--Hola… te estaba esperando
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Kai caminaba a prisa, sentía su corazón un tanto agitado, pero no le importó. Una opresión en su pecho le dijo que algo no andaba bien… pero no le hizo caso --'Quizá me tope con Ray, él debe de estar en el árbol'-- se decía a si mismo, tenía que arreglar las cosas.
--Hola… te estaba esperando -- aquella voz, le sacó de sus pensamientos, él sabía quien era, lo sabía a al perfección, y por primera vez se sintió estúpido.
--¿Qué quieres aquí? -- soltó de ácida manera, mientras su sangre comenzaba a hervir -- Ya ¡te dije que no te voy a firmar nada! -- le gritó en su cara al tipejo que tenía en frente, adivinando inmediatamente lo que quería.
-- Vamos Kai, Hazlo… es lo mejor-- su torcida sonrisa apareció de la nada
--Olvídalo… Boris
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--'¿firmar?'-- se preguntó el neko, sintiendo que era mejor permanecer donde estaba, nadie lo había notado, y si no hacía ruido, nadie lo notaría…
-- Vamos Kai, Hazlo… es lo mejor
--Olvídalo… Boris
--'¿Boris?'-- ¿por qué de repente se daba cuanta de que no sabía mucho sobre Kai? --'¿Quién rayos es Boris?
--No seas Necio, Kai, tendrás que firmar quieras o no -- sentenció el hombre, quien empezaba a desesperarse, ese chiquillo, lo sacaba de sus casillas, y eso no lo iba a permitir, él no cometería un solo error, no haría nada que pusiera en riesgo a su amada fortuna.
--ya te dije que no -- le miró con frialdad, como solía mirarle el padre y abuelo del chico --'así que es de familia… lástima'-- pesó el de púrpura cabellera.
--que está pasando -- se dijo casi en un susurro, para no ser escuchado el chinito -- ¿Por qué siento tanto miedo? ¿Por qué discuten así?--
El ambiente estaba tenso, la discusión entre el chico de rojiza mirada, y el sujeto trajeado, comenzaba a subir de tono, siempre había sido igual, era una forma de descargar su furia y desesperación contra alguien, y ¿quien mejor que el tipo que lo mandó encerrar allí?
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--¿pero que rayos esta pensando?-- decía más para si misma que para alguien en particular, mientras corría lo más rápido que podía por los pasillos del orfanato -- ¡no puede empezar sin mí! -- un mal presentimiento, se alojó en su pecho, y era por eso que corría, bueno, caminaba muy aprisa, pues los altos tacones que traía le eran sumamente incómodos para correr -- ¡tiene que darme mi parte! ¡Lo quiero ver por escrito!-- y tras dar vuelta a la izquierda en un pasillo, desapareció en las sombras.
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--¡ya dije que no, y es mi ultima palabra! -- finalizó la discusión, y dio media vuelta, francamente, se sentía mejor consigo mismo, por lo tanto, no tenía caso seguir discutiendo. Además, en pocos días, sería mayor de edad y legalmente podría disponer de la fortuna Hiwatari, y lo que él quería hacer era irse de ese lugar junto con Ray. Solo un par de meses mas…
--te aconsejo que lo reconsideres… --siseó, sintiendo su sangre hervir de rabia, dejando muy atrás su paciencia, olvidándose por completo del raciocinio.
Ray sintió que su corazón se saldría de su pecho, entre las ropas de Boris, un brillo familiar para él se asomó,--es… es...-- trataba de articular palabra, más le era imposible.
FLASH BACK
La humedad de aquel callejón, le daba a ese lugar un aire frío, denso; los objetos inertes y sucios, formaban largas sombras, causadas por la hora; el sol, en la lejanía, moría lentamente y ocultos detrás de un mal oliente bote de basura, un pequeño con su madre, miraban a los dos hombres que a cierta distancia discutían acaloradamente.
Sus hermosos ojitos del color del sol, observaban atentos todos lo detalles, los rostros, la ropa, el movimiento de manos. Su inocente mente, no alcanzaba a comprender lo que sucedía, más su madre, temerosa, rezaba con fervor, temiendo por su vida y la de su hijo; maldiciendo por lo bajo, el estar presentes aún cuando sabía, no debían estar allí.
De un momento a otro, uno de los sujetos, pareció enfurecer, su rostro desencajado y su mirada llena de ira y rencor, parecían sacadas de un libro satánico, y de un hábil y rápido movimiento, de entre sus ropajes, sacó una reluciente arma plateada. El brillo en los ojos furiosos, cambió repentinamente a uno de placer, y dibujando una torcida sonrisa, ante la vista del niño y su madre, jaló del gatillo y mató al hombre frente a él.
FIN DEL FLASH BACK
-- ¡Lo matará! -- exclamó el chinito, al tiempo que sus hermosos ojos se llenaban de lágrimas; aquel tipo vestido elegantemente mataría a Kai ¡frente a sus ojos!
--¡¿quien anda allí! -- gritó Boris, estaba seguro que había escuchado a alguien entre los árboles, apostaría su futura fortuna en ello.
Ray cubrió su boca al verse descubierto. El terror se apoderó de él, y las miradas de los presentes se enfocaron en aquel árbol que tantas veces le sirvió de refugio.
--¡Sal de allí!--vociferó en tono amenazante y apunto su arma hacia el chinito escondido.
Kai no creía lo que estaba pasando… él sabía a la perfección quien era la única persona que podría estar allí, escondido, y lo peor de todo era que la culpa de que estuviera allí era totalmente suya.
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De entre las sombras, lentamente el cuerpo y el rostro asiático se asomaron, dejando a descubierto su identidad. Lo habían atrapado, y temió por su futuro.
Kai se horrorizó a ver que sus sospechas eran ciertas, era Ray, y Boris le apuntaba con el arma, en cualquier momento podría matarlo frente a sus ojos, y él no podría hacer absolutamente nada. Era solo un aterrorizado espectador.
Una torcida sonrisa se apoderó de la cara del mayor. El rostro de Kai lo decía todo, y una maléfica idea rondó por su mente.
--¡TU! Ve con él -- y haciendo un ademán con el arma, le indicó al chino k se acercara a Kai. -- así que él es amigo tuyo… --comenzó a hablar una vez que se hubieron encontrado
Kai gruño, nada bueno podía espera de ese tipo, pero al menos Ray estaba a su lado y podía protegerlo.
-- pero no pongas esa cara, no voy a hacerles daño… -- sonrió con hipocresía -- a menos de que no firmes. Ya sabes, te portas bien y todo saldrá bien… ja ja ja ja
Ese sonido. Ese monstruoso sonido, era el único que causaba ese efecto en él.
--que dices Kaicito… ¿vas a firmar? O… -- rió de nueva cuenta, se sentía feliz, tenía al último Hiwatari donde lo quería, no era más que una marioneta entre sus dedos, todo era perfecto…
--…-- ¿qué podía hacer? Todo estaba en contra suya, si tan solo Ray no estuviera allí, en peligro… siempre había lidiado con ese sujeto, siempre por lo mismo, su herencia, ¿cómo era posible que llegara a tanto? Miró entonces los ojos dorados del chico que tenía a su lado, temía perderlo, y temía lastimarlo, ninguna herencia valía tanto como él, ninguna.
Kai pasó su brazo por la espalda del chino, necesitaba sentirlo cerca, sentir que estaba bien, seguro, sentir que no estaba solo.
--¿que respondes?
--…-- suspiró profundamente, y sonriéndole al chino, sintió que tenía el valor necesario para dar ese paso --acepto
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Una ligera sonrisa se formó en los labios de aquella mujer, ¿había escuchado bien? ¿Kai iba a firmar? Al fin, parecía que la luz llegaba a su sombrío corazón, que lleno de dicha, latía con fuerza, eso era un bello sueño hecho realidad.
Hacía tan solo unos instantes que ella había llegado a ese lugar, después de haberle avisado a Kai, la Estúpida directora le había entretenido con una tontería que ya ni recordaba, pero ahora, ahora todo sería diferente, ¡Boris lo había logrado! ¡Kai firmaría los papeles! La fortuna Hiwatari sería de ellos, tal y como se lo prometió ese sujeto mal encarado, todo había valido la pena…
Sus temblorosos pasos llenos de dicha, se dirigieron hacia el tipo de la pistola. Su sonrisa incrédula e idiota no quería desaparecer. Su mirada desquiciada y su cabello desarreglado le hacían lucir como a una loca, pero eso, poco o nada le importaban ahora a Madla, sería Rica y todo gracias a Boris…
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--¡Vamos que esperas! ¡FIRMA YA! ¡Con un demonio! -- ese chiquillo le estaba desesperando, cuando dijo acepto, no pensó que se tardaría tanto… -- ¡ni que tuvieras que leer ese contrato!
Kai, por su parte miraba el documento en sus manos, el bolígrafo temblaba entre sus dedos, no quería hacerlo, ese dinero, la casa y todo dentro de ella, era lo único que tenía de sus padres… y un recuerdo fugaz le vino a la mente… ahora entendía a lo que se refería Ray cuando le decía que no quería olvidar… que se entristecía mucho al ver el borroso recuerdo de sus padres en su mente, y no tener nada que le ayudara a mantenerlos vivos en su memoria…
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Madla comenzó a desesperarse, ¡parecía una estatua! No hacía más que mirar los papeles y abrazar al chino ¡pero ¿que se creía!
--¡YA ESTOY HARTA! -- gritó la "Dama" y con el rostro desencajado y veloces pasos llenos de furia, arrebató al chinito de los brazos de Kai -- firma de una buena vez, o ¡lo mato!-- y pasando un brazo por el cuello asiático, le aplicó un extraña llave, con la intención de asfixiarlo.
--K…Kai…i-- exclamó el neko, tratando inútilmente de zafarse del abrazo mortal de la prefecta. Su bello y angelical rostro, lucía desesperado, y con forme el tiempo pasaba, adquiría una horrible tonalidad azul.
--¡No! -- Gritó el ruso, y de un rápido movimiento firmó los documentos, arrojándolos lejos de él, despidiéndose para siempre de sus recuerdos, observando como el tipo y la mujer enloquecían de felicidad.
Ray sintió que el aire entraba a sus pulmones, sintiéndose agradecido de que la mujer le liberara parcialmente. Sin embargo, el rostro del ruso distaba de ser feliz, lucía triste, resignado, y Ray sintió pena por él… ¿Acaso significaba tanto esos documentos para él? Pues si así, eso aún no terminaba…
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Boris miró al ruso arrojar la carpeta a sus pies, algunas hojas del contrato salieron de ella, pero eso que más importaba, esta listo, todo estaba firmado y ahora era rico… ¡Asquerosamente rico!
Poco le importó el resto del mundo, por él que se fuera al diablo, lo único que era realmente importante para él era esa carpeta, esa firma, que dentro de unos cuantos días sería completamente válida y todo, absolutamente todo sería suyo.
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Kai miró entonces hacía donde estaba Ray, y trató de sonreírle, todo estaba hecho, y lo último que quería era preocupar más al gatito; no obstante, sus pupilas se contrajeron bruscamente al ver lo que iba a hacer el chino, era una locura, una estupidez… ¿Por qué haría algo así?
Ray sonrió a Kai, sabía exactamente lo que estaba a punto de hacer, y sin pensarlo por más que una fracción de segundo, golpeó en el vientre a esa mujer que lo sostenía, logrando sacarle por completo el aire, dejándola fuera de combate y creando una perfecta distracción.
Solo una mirada de complicidad bastó para que el ruso ojiescarlata entendiera lo que seguía del improvisado plan, y sin dudar una milésima de segundo, se lazó hacia Boris.
Años de clases de defensa personal, el deseo de recuperar su pasado y el apoyo del chino fuero más que suficientes para que el chico de pálida piel, dominara la situación. Solo un golpe, un golpe certero bastó para derribar el arma que sostenía distraído el sujeto, e inmovilizando a ambos, Kai tomó el teléfono celular y con una sonrisa de satisfacción marcó el numero de la policía.
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Pocas veces en su vida se había sentido tan bien, era maravilloso todo lo que sentía en eso precisos instantes, solo observando en silencio como era esposada la que alguna vez fue su prefecta, cientos de niños, se asomaban curiosos por sus ventanas, Boris era arrestado por un par de uniformados que le leían sus derechos, y Ray rendía su declaración a otro sujeto más allá.
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Eso no podía ser posible… ¿Por qué a él? ¿Por qué precisamente en esos momentos? ¿Porqué ahora que había disfrutado la mieles de la riqueza? Todo se había derrumbado ¡en cuestión de segundos! y ahora ese estúpido niño sonreía abiertamente. ¿Cómo era posible que un chiquillo como él le hubiera derrotado? Ni siquiera era mayor de edad, ni sus padres lo habían podido detener… ni su abuelo… todo había sido inútil… ahora iría a la cárcel, y ese bastardo insolente disfrutaría de SU fortuna….
--¡Eso sobre mi cadáver! -- gritó, toda su desesperación y odio hacia los Hiwatari se vio reflejado en sus ojos, y de un hábil movimiento se deshizo de los guardias que le custodiaban y arribándole a uno de ellos su pistola disparó al ruso.
Si él iría a la cárcel, Kai no disfrutaría de lo que era SUYO.
--¡Kai! --- escuchó el sonido del disparo y su nombre en los labios de Ray después todo fue oscuridad, negrura y nada más…
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To Be Continued (continuará)
Hola, jejeje, no es lindo? Verdad que esta muy bonito mi penúltimo capi? Jeje si! El penultimo! El que sigue es el GRAN FINAL! Y espero que no se lo pierdan!
Y k dejen muchos RR, pero no se lo pierdan!
Bueno yo me despido, por cierto muchas gracias a todos por leer esto y por dejarme palabras tan bonitas… en verdad gracias… Thank's!
Bye!
