Pasaron las horas, lentas y horrorosamente largas, Sawyer estaba ardiendo de fiebre y comenzaba a murmurar palabras sin sentido mientras Jin y Michael se turnaban poniéndole trozos de tela húmedos sobre la frente, todo en vano.
- Si no le extraemos la bala...
Jin asintió, aunque no había entendido lo que decía comprendía el significado de su tono de voz, ambos estaban preocupados y a la preocupación de Michael se sumaba además otra por su hijo, ¿adónde lo llevarían? ¿estaría a salvo? ¿cómo le iba a encontrar?
Finalmente el sueño pudo con ambos y, agarrados como podían a la barca en el poco espacio que les dejaba Sawyer, cayeron dormidos mientras comenzaba a amanecer en el horizonte.
El conocido motor de una lancha despertó a Michael de golpe, miró a ambos lados y entonces la localizó entre una ligera bruma matutina, sin duda iba hacia ellos.
¿Estaría soñando? ¿era posible que después de todo regresaran a por ellos? No tenía lógica pero si era un sueño parecía tan real...
Cuando una mano le agarró del brazo con fuerza supo que estaba despierto. Bajó la mirada fijándola en Sawyer mientras con la otra mano se restregaba los ojos.
- Lo...¿lo oyes?- susurró débilmente aunque sus ojos reflejaban un leve brillo de esperanza. Michael asintió.
- Se acerca un barco...- respondió poniendo la mirada de nuevo en el mar.
Jin se despertó sobresaltado cuando la lancha estaba a apenas unos metros de ellos, miró a los demás sin entender nada.
- Esta vez no nos pillarán con la guardia baja...- murmuró Michael entre dientes.
- ¿Piensas matarlos a patadas, Rambo?
Ignoró el comentario de Sawyer, él no podía comprenderlo pero el hecho de que tuvieran a su hijo le daba suficiente fuerza como para intentar acabar con quien fuera con sus propias manos, no se quedaría de brazos cruzados.
- ¿Walt?- preguntó albergando la esperanza.- ¿me oyes?
La bruma era lo suficientemente densa para ocultar el o los rostros de quienes fueran en la embarcación pero segundos más tarde, estando casi junto a ellos, se dieron cuenta de que no era la misma que habían visto por la noche.
- ¿Qué diablos...?- si no podían esperarse encontrar la primera lancha mucho menos encontrar una segunda.- ¿quién está a bordo? Contestad, estamos armados...
- Bonito farol, pero debería aprender a mentir mejor antes de lanzarlos- respondió una voz femenina.
Tras cruzarse unas miradas rápidas todos se fijaron en la lancha que rozaba ahora la barca, totalmente parada. Incluso Sawyer, haciendo acopio de las pocas fuerzas que le quedaban se incorporó para ver mejor aunque el pinchazo de dolor casi le hizo caer de la barca al fallarle el brazo herido.
- ¡Argh! Mierda, ¿quién coño es?
La figura de una mujer de no mas de 22 años se hizo visible entonces, llevaba una fina camisa y unos vaqueros cortos y tenía el pelo castaño claro por encima de los hombros y, aunque parecía habérselo cortado con un cuchillo, le daba un aspecto desenfadado y atractivo. Tenía la piel tostada por el sol y ojos oscuros, no podían distinguir el color en ese momento.
- Y pensar que echaba de menos poder hablar con alguien y ahora me encuentro con esta amplitud de vocabulario...
- Oye, mona, ¿por qué no dejas de dar...
Escucharon el característico sonido del seguro de una pistola soltándose y Sawyer cayó al instante al notar el arma en su cabeza.
- Cállate.
- Vale...tranquilícese- empezó Michael, aunque en el tono de su voz se notaba que no estaba dispuesto a aguantar mucho más.- ¿quién es usted?
- Al parecer vuestra única posibilidad de vivir, así que os recomendaría que os dejárais de preguntas y comportamientos hombrunos y subierais a la lancha. ¿Entendido?- preguntó mirando a Sawyer con una sonrisa, éste la fulminó con la mirada.- creo que no estás en posición de quejarte...
Jin miró a Michael esperando que hiciera algo ya que no había entendido nada de lo que la mujer había dicho. Finalmente éste asintió y le indicó con un gesto que tenían que subir entre los dos a Sawyer a la embarcación.
Tras unos minutos que parecieron horas y entre las quejas de Sawyer y sus gemidos de dolor lograron tumbarlo en el suelo de la lancha y montar ellos dos.
La mujer puso el motor en marcha y, guardándose la pistola alejándola del alcance de ellos consultó una brújula e hizo virar la lancha situándola hacia un rumbo concreto.
- ¿Qué le ha pasado?- preguntó firmemente mientras sacaba unas frutas de una pequeña nevera y se las pasaba junto a unos botellines de agua.
Michael y Jin se apresuraron a cogerlos en primer lugar, bebieron y dieron de beber a Sawyer. Luego la miraron.
- Le dispararon.
La chica fijó la mirada en el brazo de Sawyer y pareció pensar la pregunta.
- ¿Aún lleva la bala?- asintieron.
Entonces se volvió de nuevo hacia la nevera y sacó de ella un cuchillo, parecía viejo y estaba un poco oxidado, las caras de todos cambiaron rápidamente, sobretodo la de Sawyer mientras la mujer se arrodillaba junto a él.
- ¿Qué, qué haces! Quieta, ¡eh!
Haciendo caso omiso de sus protestas quitó la venda que rodeaba su brazo con cuidado mientras sostenía el cuchillo fuertemente con la otra. Sin embargo recibió un rodillazo de Sawyer que la tiró hacia atrás sobre el suelo de la lancha.
- ¡Apartate de mí! ¿Estás loca?
La chica se levantó y le dirigió una mirada de odio, sin embargo no se dirigió a él al hablar sino a Jin y Michael.
- Si no le saco la bala va a morir- dijo con seguridad.
- Y si me cortas con eso seguro que pillo algo.- se quejó Sawyer de nuevo.
- Bueno, tú decides el riesgo que te vale más correr...
