(Bueno, aquí va el tercer capítulo del "primer episodio" de mi 2ª Temporada xD. Espero que os gustara el anterior...sé que al menos a una persona sí –gracias Lour- pero a ver si subimos la audiencia . Allá vaa)

Sawyer no estaba seguro de si prefería seguir con la bala o dejar que esa desconocida lo agujereada con un cuchillo oxidado, la verdad es que tenía serias dudas sobre ello.

Sin embargo Michael y Jin tomaron la decisión por él. Jin fue el primero en agarrar el brazo herido de Sawyer y pegarlo al suelo de la lancha, Michael agarró entonces su otro brazo y lo inmovilizó de la misma forma. Ambos sabían que era su única oportunidad, aunque no confiaran en aquella mujer tendrían que hacerlo en ese momento, y después de todo ella estaba armada, si no les había matado ya quizás fuera porque no quería hacerlo.

- ¡¿Os habéis vuelto todos locos!- exclamó Sawyer nervioso mientras intentaba soltarse en vano. Miró a la chica mientras ésta volvía a intentar acercarse a él- ¿niña, tienes idea de lo que vas a hacer? Porque no me creo que a tu edad tengas el doctorado.

- Si lo prefieres puede hacerlo uno de ellos- respondió ella ofreciéndoles el cuchillo, ninguno se movió para cogerlo así que se lo ofreció a él mismo- ¿quizás tú?

Sawyer apartó la mirada con un gruñido y dejó de intentar soltarse.

- Lo que suponía...

La mujer cogió una botella de agua vacía y la llenó de agua del mar, luego con ella en una mano y el cuchillo en la otra se sentó sobre Sawyer para poder llegar a la herida del brazo más fácilmente y a la vez impedir que se moviera.

- Hey, hey, cuidado con donde te apoyas, ¿eh?

Ignoró el comentario dedicándole únicamente una mirada de desdén y luego acercó las manos a su brazo inclinándose sobre él. Lo agarró con la mano en la que llevaba el cuchillo y tras examinar la herida de cerca vertió un poco de agua en ella para limpiarla.

El alarido de Sawyer se habría podido oír desde varias millas de distancia, arqueó la espalda en un acto reflejo intentando soltarse pero lo tenían firmemente agarrado y el peso de la chica evitó cualquier movimiento de sus piernas.

Sin perder un segundo e ignorando por completo las maldiciones del hombre hundió la hoja del cuchillo en la herida separándola lo suficiente para poder ver la bala. Escuchó un grito tal de dolor que a punto estuvo de soltar el arma pero entonces sintió cómo la fuerza del hombre bajo ella se disipaba al instante mientras éste caía inconsciente. Pensó que era lo mejor que podría haberle pasado.

Una vez localizada la bala se las ingenió para lograr acercarla hacia fuera con la punta del cuchillo y usando sus dedos una vez la tuvo al alcance la extrajo lentamente.

Miró a los otros dos hombres indicándoles que ya estaba hecho y comprobó que ambos mantenían el aliento.

Rápidamente y sin vacilar, como si llevara toda su vida haciendo aquello, volvió a tomar la botella y echó todo el contenido de la misma en la herida.

- Tenemos que impedir que sangre hasta que lleguemos y pueda cosérsela, aquí no tengo lo necesario.- explicó, aunque parecía más bien que estuviera diciéndoselo a ella misma.

Cogió de nuevo el trozo de camisa que le había servido de venda y lo mojó en el agua marina, luego volvió a atárselo fuertemente alrededor del brazo.

- Esperemos que aguante hasta entonces...

Michael y Jin lo soltaron pero lo miraron preocupados.

- Sólo está inconsciente...

Michael la miró entonces como saliendo de un trance.

- Un momento, ¿has dicho hasta que lleguemos? ¿llegar adónde?

- A la isla, por supuesto.

Incluso Jin pareció entender aquello pues se incorporó rápidamente, Michael se acercó a ella y la agarró de un brazo.

- ¡¿Qué! Debe de ser una broma ¿no? ¡estamos intentando salir de allí y ahora contamos con buenos medios para ello! ¡no puedes llevarnos de vuelta! ¡¿quién eres!- preguntó desconfiado.

- La persona que os ha salvado la vida y acaba de hacer lo mismo con vuestro amigo- respondió ella seriamente mientras se soltaba con brusquedad.

- ¡Pero no podemos regresar! ¡se han llevado a mi hijo!

- Lo sé, ¿adónde crees que se lo llevan, eh?- preguntó sarcásticamente. Michael la miró sin decir nada.

- Mira, tenemos que regresar, tu amigo lo necesita para sobrevivir; aunque quisiera llevaros en esta lancha me queda el combustible justo para regresar y no tengo comida suficiente para los cuatro, ni que hablar del agua...y tu hijo está allí así que...

Michael le mantuvo la mirada unos segundos, luego miró a Jin.

- Tenemos que volver, a la isla- le explicó mientras hacía un gesto para indicárselo. Jin se limitó a asentir seriamente.

Durante casi una hora se limitaron a guardar silencio. Pensaban en qué les dirían a los otros al regresar, tantas esperanzas perdidas en tan poco tiempo, todo el trabajo de semanas destrozado en minutos.

Michael pensaba sólo en Walt, en qué estarían haciendo con él, en para qué lo querrían, en si aún seguiría vivo.

Jin pensaba en su amada Sun, en cómo le explicaría que le había fallado, que no había sido capaz de regresar con ayuda sino con las manos vacías, no soportaba el hecho de haber perdido, de haberle defraudado, se sentía destrozado, ni siquiera sería capaz de mirarla a la cara, ella se merecía algo mucho mejor y él no había estado a la altura.

Mientras tanto la chica vigilaba el rumbo con la vista fija en el horizonte, de vez en cuando se acercaba a Sawyer y comprobaba su estado, dejando su puesto tan sólo un instante justo para rociar el trozo de tela de su brazo con más agua salada, luego regresaba junto al timón, consultaba su brújula y la situación del sol y viraba ligeramente la embarcación.

Ninguno de los dos hombres tenía ni idea de qué podían esperar de ella, o acerca de quien podía ser, aún no les había dicho nada acerca de ella, únicamente que quería ayudarles, ¿pero a cambio de qué?

Finalmente Michael se decidió a hablar.

- ¿Cómo sabes dónde está mi hijo?- preguntó de repente. La mujer no le miró.

- Simplemente lo sé- se limitó a responder.

- Eso no me vale, ¿cómo puedes saberlo? No lo sabrías a no ser que estuvieras con ellos- la acusó.

- Les conozco.

Michael se puso en pie como impulsado por un resorte al oír eso pero al instante se encontró apuntado con la pistola.

- Siéntate- dijo seriamente, luego añadió en un tono más suave e inocente- podrías caerte...

Michael obedeció de mala gana, sin apartar la mirada de ella.

- ¿Somos tus rehenes?

- En absoluto, he dicho que los conozco, no que esté con ellos, haz el favor de calmarte...

Un leve gemido de dolor los interrumpió. La chica fijó la mirada en Sawyer y sonrió.

- Ha tenido suerte, vuelve en sí...

( Reviewsss si os ha gustado el capi , continuará muy pronto!.)