(Again I´m back con un nuevo capítulo gracias a Yuna y Lour por los reviews, aunq el de Lour no lo he podido ver pero seguro que molaba XDDD. Aquí va el...

Cap. 6

El tiempo pareció pasar más rápido y pocas horas después el sol comenzaba a ocultarse por el horizonte.

A pesar de lo ocurrido desde la noche anterior, de los nervios por regresar a la isla y las preocupaciones por quienes no estaban con ellos...y por ellos mismos, pronto todos menos Adrienne cayeron en un profundo sueño.

La chica permanecía sentada en la popa y mantenía la vista fija en el horizonte, sabía que estaban llegando a la isla, podía sentirlo aunque no sabía explicar la razón, y mientras más se acercaban más atenta parecía estar, incluso podría decirse que nerviosa, pero tenía que ocultar esos sentimientos...

Miró a los hombres que dormían aparentemente tranquilos en la embarcación frente a ella, Jin sentado a estribor, con la cabeza apoyada en su brazo derecho y éste sobre el borde de la lancha; Michael en el lado opuesto, a babor, por indicación suya para repartir el peso, ligeramente recostado, parecía murmurar algunas palabras en sueños y Adrienne creyó oír entre ellas el nombre de Walt, ¿sería su hijo?

Y por último el tal Sawyer, con el brazo vendado estirado sobre el suelo, le había recomendado no moverlo y mantenerlo estirado; la chica se las apañó para acercarse en un par de ocasiones y mojarle la tela con agua como había estado haciendo, afortunadamente él parecía haber asumido el dolor, o puede que ella hubiera hecho un buen trabajo y la herida mejorara, esperaba que fuera así porque lo cierto era que nunca había extraído una bala de nadie, únicamente tenía la experiencia que podía darte el vivir en una isla selvática durante tantos años, llena de arbustos espinosos, lianas, rocas, insectos venenosos, y durmiendo en el suelo de piedra de una cueva. Había tenido que sacarse toda clase de espinas en más de una ocasión, fuera de eso no tenía tanto conocimiento.

Cuando avistó la isla el corazón le dio un vuelco, era como regresar a casa tras un largo periodo de tiempo fuera, sólo que simplemente había pasado un día y que esa no era su casa, aunque la verdad era que comenzaba a verla como tal.

En un primer momento no dijo nada, no les avisó de que se acercaban, tampoco tenía sentido despertarles antes de que fuera necesario. Viró y dirigió la barca hacia los acantilados, hacia la parte de la isla en la que ellos, suponía, nunca habían estado.

Mantuvo la dirección y poco a poco la isla empezó a hacerse más y más grande conforme se acercaban, hasta que no pudo verse el mar en el horizonte.

Con la disminución de velocidad y el cambio en el ruido del motor comenzaron a despertarse los demás. El primero fue Jin quien miró a su alrededor soñoliento hasta reparar en lo que ocurría, notó una expresión extraña en su rostro cuando sus ojos se fijaron en la pequeña cala que se iba abriendo delante de ellos. Volvió a percibir la misma expresión en la cara de Michael al unirse a su amigo. Ambos se miraron y luego aquel se giró hacia Adrienne.

- Hey, ¿dónde estamos?- preguntó elevando el tono de voz para hacerse oír sobre el ruido del motor. Sawyer entreabrió los ojos al escucharle y se incorporó un poco mirando al frente.

- En la isla claro- respondió la joven en un tono inocente, por supuesto sabía a lo que se refería en realidad, la pregunta era ¿por qué no nos has llevado a la playa con nuestros amigos?

- Ya sé que estamos en la isla, lo que no sé es en qué parte.- aclaró Michael.

- En los acantilados, por supuesto, el lugar donde vivo está a unos minutos de esta cala.

- Pe- pero...- el hombre parecía confundido y decepcionado, el rostro de su compañero Jin mostraba lo mismo. Sawyer debía estar aún centrándose en dónde estaban, y confuso debido al dolor, no había otra razón que justificara el extraño hecho de que estuviera callado.- creía que nos llevarías con...bueno, a la playa, tenemos que volver con los demás y contarles lo sucedido.

Adrienne redirigió la lancha hacia el lado derecho de la pequeña playa sin apartar los ojos de la proa de la embarcación.

- Os llevaré, pero primero tengo que coserle esa herida- dijo refiriéndose a Sawyer.

- Uno de los que está con nosotros es médico, él podría haberlo hecho.

- Creía que querías dar con tu hijo...

Adrienne sabía tan bien como él que eso era lo mejor que podía decirle para retenerle junto a ella. Michael asintió tras unos segundos y Adrienne continuó.

- Intentaremos salir mañana a buscarle, no puedo aseguraros poder encontrar el camino de noche- mintió ella, tras tantos años merodeando por la zona se conocía esa parte de la isla como la palma de su mano, aún así eso no hacía que dejara de respetar el lugar, y menos aún de noche, nunca había estado tan loca como para caminar por allí una vez oculto el sol.- además- continuó- vuestro amigo debería guardar reposo- añadió mirando a Sawyer.

Éste pareció reaccionar entonces y les miró, primero a él y luego a ella.

- ¿Llegamos?- preguntó en un susurro tan débil que prácticamente tuvieron que leerle los labios para entender lo que había dicho. Tenía bastante mal aspecto y parecía que los párpados le pesaran, como si fuera a caer inconsciente de nuevo de un momento a otro.

La chica asintió mientras hacía que la lancha atracara junto a la arena con un ligero choque que tumbó a Sawyer de nuevo sobre el suelo. Gimió ligeramente.

Adrienne se puso en pie y mientras cogía el extremo de una cuerda y salía de la lancha les dijo a Michael y Jin que le sacaran de ella y lo llevaran junto a las rocas a la derecha.

Ellos obedecieron y mientras cogían entre los dos a Sawyer ella tiró de la pequeña embarcación y, con una fuerza que a ambos le sorprendió, la sacó totalmente del agua y la arrastró sobre la arena hasta unos espesos arbustos que había junto a la pared inferior del acantilado. La ocultó de la vista con algunas de las ramas y luego con otra de ellas borró el rastro que había dejado al arrastrar la lancha sobre la arena. A continuación amarró la embarcación con fuerza a un pequeño árbol y dio varias vueltas a la cuerda alrededor de él.

Miró a Michael y Jin que la miraban como preguntándose por qué tantas precauciones.

- Llegan las lluvias..., el monzón. Habrá tormentas y no quiero que las olas se lleven la lancha, romperán contra los acantilados con mucha fuerza, pueden oírse desde la cueva cómo si fueran los rugidos de una bestia enorme.- explicó, luego levantó la vista y señaló detrás de ellos- es por allí, sobre las rocas- dijo mientras se acercaba a ellos y les adelantaba- hay como un pequeño sendero un poco más delante, conduce a un pequeño valle, mi cueva está en las faldas de la montaña junto a él. Seguidme.

Entre los dos hombres cogieron a Sawyer quien seguía quejándose por el dolor con leves gemidos, aunque no dijo ni una palabra en todo el trayecto.

Pasado unos 15 minutos y tras tener que detenerse para tomar aliento en un par de ocasiones, alcanzaron la cueva y Adrienne les condujo por el interior.

La cueva estaba semioculta tras unos árboles de forma que, de no ser porque ella sabía que estaba allí, a ellos les habría pasado totalmente desapercibida.

Una vez tras los árboles la chica cogió algo del suelo con la apariencia de un palo envuelto en algo y, tras un par de rápidos movimientos de una piedra contra las paredes de la cueva unas pequeñas chispas prendieron el palo transformándolo en una antorcha.

- Muchos años de experiencia- comentó ella mirándolos con una ligera sonrisa ante sus caras de asombro.- pasad, es al final, estaremos más seguros y frescos cuanto más dentro, allí tengo mis cosas.

Los condujo a lo largo de unos metros hasta que pudieron ver la pared que daba fin a la cueva.

- Dejadle ahí- les dijo la chica indicándoles un lugar en el suelo sobre unas mantas situadas sobre lo que parecía un montón de hojas y hierba.- es lo más parecido a una cama que tengo- añadió mientras les iluminaba el lugar con la antorcha. Cuando hubieron dejado a Sawyer, Adrienne fue hasta el lado opuesto y prendió fuego a otros tres palos a modo de antorchas asegurados al suelo por rocas al fondo de la cueva, de repente toda se iluminó con un resplandor anaranjado.

Michael y Jin pudieron ver cómo Adrienne había adaptado la cueva totalmente para hacerla habitable y lo más confortable posible. Acostumbrados como estaban a dormir en cualquier sitio eso les pareció lo más cercano a una cómoda habitación que habían podido tener desde que llegaron a la isla.

Había algunas mantas más en uno de los extremos de la cueva, parecían las típicas mantas de hotel o como las que daban en los aviones, nada del otro mundo pero suficientes para mantenerte caliente.

Junto a ellas dejó la nevera que había bajado de la lancha y a su lado pudieron ver un par de cajas más y otra nevera llenas de lo que parecían latas de conservas en su mayoría abiertas pero conservaban la tapa y parecían guardar algo en su interior, pudieron distinguir algunas piezas de fruta saliendo de unas. Supusieron que guardaba alimentos que iba encontrando y almacenando.

Como respondiendo a las preguntas que pasaban por sus mentes Adrienne lo confirmó mientras no dejaba de moverse buscando algo entre las cajas.

- Cada pocos días salgo a buscar frutas y las guardo ahí. También he aprendido a cazar y pescar. Una vez le pillas el tranquillo no es tan difícil, y hay muchos lagartos que son fáciles de atrapar y saben bastante bien, sobretodo si tienes hambre.

Vio de reojo la mueca de Michael al oír aquello y rió entre dientes.

- También he guardado algunas cosas que pude salvar del barco, pero de comida no me queda nada y aunque tuviera algo no os lo ofrecería, creo que dado el tiempo pasado es mil veces más fiable lo que puedas conseguir en la isla.

Mientras hablaba sacó un pequeño recipiente de una de las cajas, parecía una pequeña caja de metal, de ella sacó algo similar a una caña de bambú o un trozo de rama de color verde y lo dejó sobre la caja abierta junto a Sawyer, luego regresó y sacó un recipiente más pequeño de otra caja, ese si que lo reconocieron como una de esas cajitas de costura de viaje.

Miró a Jin y Michael mientras cogía algo que parecía una camisa entre las mantas y se arrodillaba junto a Sawyer.

- Podéis coger lo que queráis para comer de esa nevera, creo que queda algo de carne de ayer en un bote, y también tenéis fruta y agua.

- Muchas gracias...- respondió Michael- eh...¿necesitas ayuda?- preguntó señalando a Sawyer. Adrienne lo miró y luego negó con la cabeza.

- Tranquilo, puedo arreglármelas, vosotros comed algo...

Michael asintió e indicó a Jin que le siguiera para coger algo de comida de la caja.

Sawyer abrió los ojos cuando Adrienne se acercó a él y la miró.

- Eh...estoy bien- susurró reparando en las cosas que tenía la chica preparadas a su lado y la aguja que calentaba en una anchorcha.

Ella sonrió.

- No me dirás ahora que tienes miedo...ya has pasado lo peor- dijo amablemente.

- No tengo miedo- susurró él roncamente.- ...pero va a doler.

- Sólo después...

Sawyer arqueó una ceja sin entender a qué se refería pero sólo lo comprendería después. Adrienne abrió otro recipiente y, aguantando el aliento, hizo un corte con un cuchillo en lo que parecía el tallo de una planta y lo acercó junto a la nariz del hombre.

- Respira...

En unos segundos estaba totalmente dormido.

- ¿Qué es eso?- preguntó Michael mientras Adrienne cerraba la tapa y guardaba la planta.

- Algo con lo que tropecé uno de mis primeros días en la selva, me costó un poco saber cual de las plantas me dejaba aturdida así cuando pasaba por su lado pero mirándolas observé cómo los insectos y algunos pequeños pájaros caían al pasar junto a ella y pensé que podría serme útil, debe de tratarse de algún mecanismo de defensa o para conseguir comida.- miró a Sawyer asegurándose de que estaba dormido- estará así el tiempo suficiente para que le cosa la herida, él único efecto secundario es un ligero dolor de cabeza.

Quitó la tela que rodeaba el brazo de Sawyer y volvió a limpiar la herida ahora con agua, luego hizo otro corte en la caña que había sacado en primer lugar y de ella surgió un líquido verdoso.

- Esto lo averigüé probando, hará cicatrizar la herida más rápido y alivia el dolor...está frío.

Extendió el líquido sobre la herida y una vez terminado empezó a coserla, con un poco de inseguridad al principio pero ganando confianza cada segundo. En unos minutos lo dio por terminado, temblaba ligeramente, aunque no lo admitiría tenía miedo de que lo que hubiera hecho empeorará la situación de aquel chico, sin embargo tenía la leve sensación de que había hecho lo correcto.

Volvió a poner un poco de aquel líquido sobre la herida cosida y lo guardó todo.

- Ahora sólo queda esperar a ver cómo reacciona...