(Capitulillo 7! Gracias por los reviews!)

Sawyer no despertó al poco de terminar de coserle la herida, como ella había pensado. Pasaban las horas y él seguía inmóvil y ella estaba cada vez más nerviosa.

- Bueno...quizás sea por la fiebre, quizás sólo está inconsciente...- se intentó tranquilizar ella misma repitiéndoselo en voz alta, más para ella que para Michael y Jin.

Michael se acercó a ella y vio la preocupación en su rostro. Pensó que desde luego esa chica le recordaba mucho a Jack, eran las dos únicas personas a las que había visto preocuparse y volcarse tanto por los demás sin esperar recibir nada a cambio y le asombraba aún más en esa chica, habiéndola acabado de conocer actuaba como si se conocieran desde hacía meses. Vio en su rostro que no pensaba dormir hasta que estuviera segura de que Sawyer estaba bien.

- Tranquila, está respirando...dale tiempo, seguro que se pondrá bien, deberías descansar un poco, me quedaré vigilándole.- lo intentó.

Tal y como había supuesto ella negó con la cabeza.

- Quiero asegurarme de que está bien.

Michael iba a intentarlo de nuevo pero cuando ella le miró supo que nada de lo que dijera la haría cambiar de idea así que asintió.

- De acuerdo...estaré despierto de todas formas, no tengo sueño.- respondió.

Adrienne se sentó junto a Sawyer, con la espalda apoyada en la pared de la cueva, velándole bajo la luz de las antorchas mientras Michael y Jin se recostaban sobre unas mantas que les había ofrecido ella para que no durmieran directamente sobre el duro suelo.

Michael yacía tumbado boca arriba, con la mirada fija en el techo rocoso de la cueva pero con la mente puesta en su hijo, sin poder dejar de pensar dónde estaría en esos momentos, rogando en silencio porque se encontrara bien y pidiéndole mentalmente, como si él fuera capaz de oírle, que le perdonara por no haber podido evitar que se lo llevaran, por haberle fallado.

Maldijo a quienes lo habían raptado una y otra vez, ¿por qué tenían que haber aparecido para destrozarlo todo cuando por primera vez les comenzaba a ir bien? Le había costado mucho trabajo ganarse la confianza de su hijo como para ahora perderla, o perderle, de esa manera.

Ahora todo su odio se centraba en aquellos rostros que guardaba en su memoria, los rostro de aquellas personas, porque sabía que, costara lo que le costara, pagarían por ello y los mataría como hubieran tocado un solo pelo a su hijo.

Jin permanecía recostado sobre un lado, con los ojos cerrados pero no dormía, soñaba con el rostro de su querida Sun y aunque no pudiera verla se alegraba de que no supiera aún lo que les había sucedido.

Por una lado deseaba regresar junto a ella por encima de todas las cosas pero por otro quería retrasar ese momento el mayor tiempo posible, porque no soportaba el hecho de tener que decirle que había fracasado y que habían vuelto con las manos vacías.

Pero estaba seguro de que en cuanto les fuera posible y todo hubiera vuelto a una relativa calma, cuando su amigo, porque ahora por fin podía llamarlo así, hubiera recuperado a su hijo, y todos se reunieran, volverían a intentarlo, construirían otra balsa y esta vez tendrían éxito.

También dio gracias mentalmente por aquella chica a la que le debían la vida, estaba segura de que era un regalo enviado para ellos, una ayuda, y eso le confirmaba que habían hecho lo correcto y estaban en el buen camino, quizás su querida Sun estuviera pidiendo por ellos y aquella chica fuera la respuesta a sus plegarias.

Adrienne no apartaba la mirada de la herida recién cosida del brazo de Sawyer, vigilándola para asegurarse de que no adquiría un color azulado, lo cual sería señal de que se había infectado y en ese caso tendría que quitar los puntos y abrirla para volver a limpiarla. También vigilaba el pulso pero aunque débil era firme y constante. Todo parecía ir bien.

Pasadas unas horas se dio cuenta de que tanto Jin como Michael estaban profundamente dormidos, incluso éste último roncaba ligeramente.

Apoyó la cabeza en la pared, permitiéndose unos segundos para cerrar los ojos y descansar la vista...pero el sueño también pudo con ella y ya no volvió a abrirlos.

Cuando Sawyer entreabrió los ojos lo primero que sintió fue un desagradable dolor de cabeza bastante intenso. Se llevó una mano a la cabeza y el dolor le avisó de que era el brazo herido, sin embargo el dolor no era ni de lejos tan intenso ya.

Fijó la mirada en la herida reparando en que ya estaba cosida y en que tenía sobre ella un mejunje que apestaba a algo que no supo descifrar.

Hizo una mueca y levantó un poco la cabeza para echar una mirada a su alrededor.

No recordaba que hubieran llegado a ninguna cueva ya y por un momento pensó que todo había sido un mal sueño y que se encontraban con todos los demás, pero al poco recordó que no era así pues solo encontró a unos metros a Jin y Michael, ¡y cómo roncaba el negro!.

Había un ligero olor a humo en el ambiente por lo que supuso que habían encendido alguna llama pero ahora la única luz que había era la que se filtraba ligeramente desde el exterior. Supuso que habría amanecido pero él no sentía haber descansado mucho. Lo cierto era que había pasado las primeras horas de la noche con bastante fiebre pero poco a poco ésta había comenzado a descender gracias aquel "mejunje", aunque él no lo sabía.

Tenía sed, buscó a su alrededor hasta encontrar afortunadamente una botella a su lado y se la llevo a los labios.

No tardó en escupirla y soltar la botella: agua salada, estupendo.

Miró a su izquierda y entonces reparó en ella, estaba medio recostada sobre el suelo, en una extraña postura con la cabeza contra la dura piedra de la pared de la cueva, pensó en el dolor de cuello que iba a tener al despertar.

Pero seguía teniendo sed, y tenía hambre.

- Hey, chssst, ¡niña!.- la llamó susurrando pero sólo consiguió que se moviera un poco.- oye, despierta...es de día.

Nada.

Sawyer dejó escapar un suspiro de resignación y se incorporó ayudándose con el brazo sano.

- Está bien, ya voy yo...

Buscó por entre las cajas hasta dar con la fruta y las botellas de agua, entonces reparó en los restos de huesos que había en un pequeño recipiente, sobras de la carne de lagarto que habían comido Michael y Jin la noche anterior.

- Genial...gracias por guardarme algo...- murmuró desconociendo de quién procedía la carne.

Luego se sentó sobre la mullida sustitución de cama y miró a Adrienne mientras se comía la fruta y bebía un trago de agua.

- Lo cierto es que tienes carácter, niña...y hay que reconocer que no está nada mal...- murmuró con una media sonrisa mientras apartaba unos mechones de pelo del rostro de la chica. Rió para si.

Cuando Adrienne despertó lo primero que hizo fue llevarse las manos al cuello, ¡cómo le dolía! Debía de haber dormido en una mala postura, llevaba ya mucho tiempo acostumbrada a dormir en ese cómodo sucedáneo de colchón d hojas que se había creado.

Miró instintivamente a su derecha al recordar la razón por la que no había dormido en él y se encontró unos pies frente a ella.

Alzó la mira hasta que sus ojos encontraron los de Sawyer, éste sonrió. Mágica sonrisa.

- Buenos días, niña, ¿quieres desayunar? Tenemos fruta...fruta...o fruta, oh bueno y agua, no me he atrevido a probar esos mejunjes que tienes en los botes, no huelen precisamente bien.

Por un lado Adrienne lamentó que no lo hubiera hecho, sonrió para sí y se incorporó.

- Veo que estás mejor...

- Sí bueno, mejor que ayer al menos.

La chica sonrió orgullosa y le mantuvo la mirada esperando un agradecimiento, pero podría haber seguido esperando etérnamente.

- Qué

- No...nada- apartó la mirada algo cortada.

- ¿Dónde están Michael y Jin?

En ese momento ambos aparecieron caminando desde la entrada.

- ¡Está diluviando!- exclamó Michael.- no hay forma de salir con esa lluvia.

Adrienne no parecía sorprendida.

- Bueno, os lo dije..., es la estación.

- ¿Y cuanto durará?

- Unos meses

- ¡¿QUÉ!- exclamaron a la vez Sawyer y Michael.

- No pretenderás que nos quedemos aquí todo ese tiempo- añadió Sawyer.

- Bueno...quizás amaine un poco, no estará así todo el tiempo...