No recordaba cuando había resbalado exactamente, ni siquiera si lo había hecho o, por el contrario, había saltado voluntariamente para evitar la bala.

Tampoco recordaba la caída, ni el momento en el que su cuerpo golpeó el suelo. No había oído a Sawyer y Jin mientras corrían a su lado rápidamente, ni siquiera cuando le gritaron y movieron suave pero firmemente intentando que volviera en sí.

Tampoco había notado sus manos tocando su ropa intentando encontrar una herida de bala que no estaba.

Pero en su mente había una cosa que sí estaba grabada a fuego y era la imagen de aquel hombre recibiendo el impacto de la bala que ella había disparado. Sin duda había merecido la pena todo únicamente por eso.

Aunque aún quedaran los demás, irían cayendo poco a poco.

- ¡Adrienne! Reacciona.

La chica comenzó a abrir los ojos y lo primero que vio fue el rostro de Sawyer, por un segundo le pareció ver preocupación en él pero esa expresión desapareció tan rápido cuando le miró que más tarde dudó haberla visto. El chico la cambió por su característica sonrisa sarcástica.

- Bienvenida al mundo de los vivos, niña, menudo planchazo.

Adrienne pasó la mirada de él a Jin quien le dedicó una amable sonrisa aunque su rostro sí reflejaba cierta preocupación. Le dijo algo en su idioma y miró hacia arriba al lugar del cual había caído.

- Estoy bien...- murmuró la chica mientras se incorporaba con un gesto de dolor. Afortunadamente la mochila había amortiguado ligeramente el golpe.

- ¿Michael?- preguntó Jin.

Ella le miró y le llevó unos minutos reaccionar. Sawyer y Jin la observaban expectantes.

- No estoy muy seguro de que todo ande bien por ahí dentro...- comentó el primero señalándose la cabeza con un dedo.

Adrienne volvió la vista a él y reaccionó ante sus palabras.

- No..., Michael..., se lo han llevado- contestó.

- ¿Qué se lo han llevado?

Asintió.

- Tenemos que ir tras ellos, no puede haberles dado tiempo a huir- dijo Sawyer firmemente.

Ella negó con la cabeza.

- Sería un suicidio, son demasiados y...- miró a su alrededor- tienen mi arma.

- ¿Demasiados? ¿de cuánta gente hablamos?

- No estoy segura...unos cinco que yo viera, pero puede haber más.- dijo mientras se ponía en pie.- tenemos que irnos, no es seguro estar aquí.

- ¿Y dejamos a Michael?

- Nosotros solos no podemos hacer nada.

En ese momento Jin se incorporó también y dio unos pasos en dirección a la selva, luego se giró y les miró.

- ¿Qué hace?

- Playa...Jack- dijo con un acento muy peculiar. Adrienne miró a Sawyer.

- Claro...Jack, ¡cómo no se me habría ocurrido! Sin él no podríamos hacer nada...- dijo sarcásticamente mientras ponía los ojos en blanco, luego miró a Adrienne- pero quitándolo a él creo que es una buena idea, deberíamos regresar con los demás y pasarles la misión de rescate al grupo de Indiana Jones.

- Sospecho que no te cae muy bien...

- ¿Bromeas? ¡Jack cae bien a todo el mundo, ya lo conocerás.- respondió Sawyer, Adrienne rió ante su tono de voz, no demostraba bastante aprecio aunque a ella le dio más la impresión de que se trataba de simple competitividad.

- Bueno...la verdad es que me parece bien con tal de alejarnos de aquí, regresaremos con ayuda.

- ¿Sabes llegar hasta allí?

Adrienne asintió.

- Al otro lado de la isla, ¿no? sólo tenemos que cruzar la selva evitando a esa cosa, iremos junto a las montañas, cerca de la costa, nunca lo he visto por allí.

No creo que haya más problemas pero...- se acercó al lugar donde habían quedado clavadas las dos lanzas con las que les habían atacado, cogió una y le pasó la otra a Jin ya que Sawyer aún llevaba la suya.- ...mejor ir protegidos.

- No creo que eso nos proteja mucho frente a ese monstruo o lo que sea.

- No es el único peligro que hay en la isla...

Decidieron ponerse en camino inmediatamente y corrieron unos cuantos metros hasta quedar fuera del alcance de posibles ataques, luego continuaron andando a un ritmo más reducido pero constante.

- ¿Cuánto crees que tardaremos?

- Si no nos tropezamos con esa cosa, los jabalíes no se cruzan en nuestro camino y los osos tampoco..., si no tenemos ningún problema con las serpientes o cualquier insecto venenoso y suponiendo que no lloviera, lo cual es lo más improbable de todo...podríamos llegar a la playa en dos días.- contestó.

- Qué alentador...

- Además, con el suelo mojado y lloviendo no podremos encender ningún fuego, no contaremos con eso para defendernos por la noche por lo que tendremos que hacer turnos para vigilar y al estar más cansados iremos más despacio. Y sólo contaremos con la fruta para alimentarnos.

- Estás haciendo que llegue a replantearme si es tan buena idea ir. ¿No hay nada bueno?

- Lo bueno es que llevamos las lanzas al menos, podría ser peor sin ellas.

- Eso me pasa por preguntar...

Caminaron recorriendo el valle hasta llegar lo más cerca de la costa que les era posible ya que más allá estaban los acantilados y les era imposible caminar por allí.

La lluvia no se hizo esperar y en un par de horas otra gran tromba de agua se volvió a cebar sobre ellos.

Al entrar en la selva caminaban casi a ciegas debido a la oscuridad producida por la vegetación y las nubes que cubrían el cielo en su totalidad, todo junto con la lluvia que también les dificultaba la visión.

El barro hacía que los pies se les hundieran hasta los tobillos ralentizando su avance.

Adrienne se limpiaba el agua que llenaba sus ojos cada segundo y su pelo, al igual que el de Sawyer tenía ahora el aspecto de un mocho de fregar aplastado sobre sus cabezas.

- ¿Es posible ahogarse bajo una lluvia?- preguntó Sawyer elevando la voz para hacerse oír.

- Creo que vamos a averiguarlo muy pronto...

Otro nuevo silencio se hizo entre ellos a excepción del sonido de la lluvia, de sus pies chapoteando sobre el barro y de las hojas estremeciéndose a su alrededor.

De repente ante ellos apareció un torrente de agua que parecía haber salido de la nada y discurría por una leve depresión justo frente a ellos.

No parecía muy profundo pero Adrienne tenía la sensación de que el agua llevaba la velocidad y fuerza necesaria como para arrastrarles.

- Genial, ¿algo más?- Sawyer introdujo la lanza en el agua para ver la profundidad pero tuvo que apartarse porque ésta casi se la arranca de las manos.

- Tendremos que dar un rodeo...

Empezó a andar en la dirección en la que venía la corriente siguiendo el curso del agua e internándose a la fuerza en el interior de la selva.

El torrente parecía hacerse cada vez mayor y seguía cortándoles el paso pasada casi una hora.

- ¡Esto no acaba nunca, estamos alejándonos demasiado!- se quejó Sawyer.

- Si procede de aquellas montañas no nos va a quedar más remedio que atravesarlo.

- Es un suicidio.- dijo observando el agua, sobre ella pasaban flotando ramas y arbustos arrancados por ésta a su paso.

- Sí, pero es nuestra única opción.