Todo era oscuridad, no podía ver nada. La sensación de claustrofobia era insoportable, aunque sin duda nada podía superar a la que sintió mientras era arrastrada por el agua.
No sabía dónde estaba ni cómo salir de allí, al caer había perdido por completo la orientación, debido además al golpe contra el agua.
La cabeza le daba vueltas, ella misma daba vueltas.
Notó algo cayendo fuertemente muy cerca suya, tanto que sintió como le rozaba al hundirse junto a ella, un segundo antes y le habría caído encima.
Abrió los ojos tan pronto como se recuperó del brusco golpe pero para agobio suyo comprobó que la visión no era mucho mejor así.
Hasta que no tocó lo que parecía ser el suelo con sus pies, los cuales se hundieron en él, no pudo localizar el exterior.
Soltando el aire para aliviar la presión al verse incapaz de aguantar más se impulsó con fuerza con los pies y se elevó hacia la superficie no tan deprisa como hubiera deseado.
El exterior. Por fin. Aún fuera del agua ésta seguía cayendo sobre ella, gota tras gota, sin embargo parecía estar parando y tras unos segundos sólo fue un leve chispeo.
Tomó una gran bocanada de aire, jadeó y tosió mientras se apartaba unos mechones de flequillo de la cara.
Miró a su alrededor y comprobó que Sawyer se dirigía hacia la orilla. Ella hizo lo mismo y sólo al pisar tierra firme reparó en las contusiones que había sufrido; dejó escapar un gemido de dolor y se agarró el cuello.
Tras dar unos pasos fuera del agua y acercarse al chico se dejó caer a su lado sin fuerzas, las piernas prácticamente se le doblaron solas. Sonrió cansinamente.
- Creo que...voy a odiar el agua durante mucho tiempo...
- Y yo me lo pensaré dos veces la próxima vez que decida hacerte caso...- contestó Sawyer cortante, aunque seguramente debido a la falta de fuerzas el tono no le salió tan acusador.
- Me equivoqué...- dijo apenas en un susurro.
Notó su mirada en ella pero no se volvió. Mantuvo la mirada fija en el lago, aunque parecía mirar más allá de él. Cerró los ojos por un momento, sabía que debía mostrar un aspecto desastroso llena de barro, sangre y con la ropa destrozada por varios sitios pero intentó olvidarse de todo por un momento, al menos hasta que su pulso volviera a normalizarse.
Le extrañó no oír ningún otro comentario sarcástico de Sawyer, esa vez tenía todo el derecho a decir lo que pensara ya que por culpa de ella habían estado a punto de no contarlo.
Sin embargo le pareció que el hombre estaba, al igual que ella, sumido en sus propios pensamientos. Pensó que probablemente estaría maldiciéndola en silencio.
Sin decir una palabra se levantó y se dirigió a la orilla del lago, aunque sólo se introdujo lo justo para poder limpiarse el barro de piernas y brazos, luego se agachó y se limpió el pelo y finalmente se quitó la camisa y la enjuagó en el agua.
Al darse la vuelta descubrió que Sawyer tenía la mirada fija en ella. Adrienne se acercó de nuevo, tomándose su tiempo en llegar pues cada paso que daba era doloroso. Se paró frente a él y éste levantó la cabeza para mirarla esbozando su característica sonrisa.
- ¿Qué?- preguntó.
Adrienne dudó la respuesta pero miró a su alrededor.
- ¿Dónde está Jin?- preguntó.
Le dio la sensación de que no era lo que él esperaba oír pero Sawyer levantó la mirada hacia lo alto de la cascada.
- Creo que el hombrecillo silencioso venía corriendo tras nosotros, como si pudiera pescarnos- respondió.
Adrienne se acercó preocupada hacia la cascada buscando una manera de subir por allí cerca pero las rocas parecían aún más resbaladizas que las de su primera experiencia aquella mañana y no tenía ningún interés en volver a repetirla.
En ese momento una voz pareció llamarles desde lo alto.
Sawyer levantó la mano y lo señaló.
- Ahí está nuestro amigo el pescador. Tiene cara de no haber tenido demasiada suerte.
Adrienne regresó junto a él para poder verle. Jin parecía bastante desconcertado.
Para asombro de Sawyer la chica levantó ambos brazos y le hizo señas mientras le gritaba que saltara.
Jin empezó a decir algo en su idioma y Adrienne siguió insistiendo en el suyo propio.
Sawyer se recostó contra el tronco de un árbol y cerró los ojos.
- Avísame cuando logréis entenderos o consigas hacerle saltar.
La chica siguió intentando convencerle pero Jin se movía nervioso mirando al lago.
- ¡Venga! ¡Puedes hacerlo!
- Pierdes el tiempo, no lo hará...
Se oyó el sonido de algo golpeando el agua y Sawyer abrió los ojos fijándolos en el empapado Jin que surgía del agua y nadaba hacia ellos.
- Con tal de llevarme la contraria...
Una vez todos hubieron descansado y se hubieron repuesto de tantas emociones aprovechando entre otras cosas la ausencia de lluvia Adrienne se puso en pie y empezó a dar vueltas de un lado a otro explorando la zona.
- Niña, me estás mareando, ¿se puede saber qué haces?
- Intento orientarme.
- ¿Entre tu bolso de Mary Poppins no llevabas ninguna brújula?
- Las brújulas no sirven de nada aquí, al menos no en esta zona.- levantó la mirada hacia el cielo- si al menos pudiera ver hacia dónde se dirige el sol...
Jin señaló el cielo con su mano y trazó un arco con su brazo mientras le decía algo. La chica le miró y luego siguió la dirección con su mirada.
- ¿Estás seguro?
Jin asintió.
- No me digas que tú también lo entiendes ¿cómo va eso, un ladrido para sí y dos para no?
- ¿No te han dicho nunca que estás mucho más guapo con la boca cerrada? Cómo era eso que decían...¿"es mejor no hablar y parecer tonto que abrir la boca y despejar toda duda?"
Sawyer la fulminó con la mirada.
- Tú también eres un encanto, dime, ¿no te abandonaría tu padre y tu hermano adrede? Quizás descubras que lo de ser comidos solo fue una tapadera. En estos momentos estarán disfrutando de tu ausencia y tu gran elocuencia.
La bofetada de Adrienne fue su única respuesta pero pensó que sería más eficaz que contestar a aquello.
- Eres un capullo.
Sawyer le miró cabreado, no le había gustado en absoluto aquello, pero aunque en el fondo sabía que se había equivocado no soportaba dejarla con la última palabra.
- ¿Ya te sabías esa palabra a los trece?
- Olvídame...- gritó mientras comenzaba a caminar hacia la dirección que Jin le había indicado internándose en la isla.
Jin echó una última mirada a Sawyer, llena de reproche, y siguió a Adrienne hasta que ambos se perdieron de su vista dejándolo solo.
