Adrienne caminaba sin pausa por la selva, sorteando los arbustos y las ramas que se extendían por el suelo dificultándoles el avance.
Quería ir más rápido, quería alejarse de Sawyer lo máximo posible, pero le dolía bastante el cuerpo debido a las contusiones y no podía apoyar el pie derecho sin que le doliera.
Se miró la pierna y comprobó que tenía un corte en el tobillo en el que no había reparado hasta el momento, pero estaba sangrando y empezaba a doler bastante.
Miró a Jin que caminaba ahora por delante de ella y no parecía haberse dado cuenta de nada.
Adrienne pensó en pararse y ponerse en la herida un poco del líquido que llevaba en la mochila pero no quería encontrarse con Sawyer si les iba siguiendo así que se mordió el labio y aguantando el dolor siguió caminando.
Alcanzó a Jin y caminó un paso por detrás de él, parecía orientarse bien, iba mirando al cielo (o lo que podía verse de cielo entre tanta vegetación) buscando la posición del sol y seguía caminando, cuando parecía desorientado Adrienne se acercaba y tomaba el relevo girando hacia uno u otro lado, se seguía más bien por instinto, pero confiaba en él ya que en los últimos años en la isla nunca le había fallado.
Escuchaba los sonidos de la selva y se dejaba guiar por ellos, escuchaba el sonido del viento entre los árboles, escuchaba el más leve movimiento que pudiera haber en el suelo causado por algún pequeño roedor o algún reptil. Había aprendido a identificar los olores y los sonidos, aunque ahora todo estaba relativamente silencioso debido a la intermitente lluvia y el olor que se respiraba por encima de todo era el del suelo y las plantas mojadas.
Sin embargo sólo se mentía si fingía estar pendiente de lo que le rodeaba porque en realidad era tan sólo un intento de acallar su mente y no pensar en lo ocurrido minutos antes.
No pensaba en Sawyer, no en él en concreto. No le importaba lo que estuviera haciendo en aquel momento, como si quería quedarse sentado junto al lago hasta que aquella cosa fuera y se lo comiera (puede que en el fondo no lo deseara pero todo era fruto de su enfado y de la herida que sus palabras habían abierto de nuevo en su corazón). Lo que realmente le importaba era lo que había dicho.
Sabía que no era cierto, sabía que su padre y su hermano habían muerto, no la habían abandonado, y no creía que hubieran sido capaces de hacerlo de haber tenido la oportunidad.
Su hermano era la persona que más quería en el mundo, tras morir su madre su padre había estado mucho tiempo lejos de ellos, centrado en su propio mundo, con la mente puesta en cualquier otro sitio menos en donde debía estar: con sus dos hijos. Y en ese periodo de tiempo había sido su hermano Matt quien se había ocupado de ella.
Tenía 25 años cuando murió. Apenas unos pocos más que ella ahora y, aunque no había buscado la muerte sabía que habría dado su vida por ella sin pensarlo.
Por eso le había dolido tanto el comentario de Sawyer, al menos por su hermano, porque sabía que sería incapaz de hacerle daño de estar vivo, en cuanto a su padre...no era el mismo desde la muerte de su madre así que quizás de él se lo habría esperado más, quizás Sawyer si había dado en el clavo después de todo, al menos con él.
La idea de esas vacaciones había sido muy hipócrita, un mero intento de reforzar aquellos lazos que en realidad habían sido perdidos hacía mucho, pero tanto Matt como ella habían tenido que aceptar.
Adrienne habría preferido irse con cualquier otra persona de su familia a parte de su hermano, pero su padre necesitaba alejarse del mundo que conocía, sobretodo del tío de Adrienne, tenía que olvidar y ninguno puso ninguna objeción a aquel fatídico viaje.
Adrienne pensó lo traicionera que podía llegar a ser la mente, lo terriblemente cruel que era cuando le hacía creer escucharles aún junto a ella, entre los árboles.
La chica se detuvo de repente, no, no era su mente, le oía con claridad, era su voz, ¡era Matt, estaba segura.
Miró a su alrededor buscándole pero no veía a nadie, ni siquiera Jin estaba al alcance de su vista ya.
- Me estoy volviendo loca...- murmuró para sí.
- Adri...
Se giró rápidamente esperando encontrarse a Sawyer pero sabía que no era su voz, la había reconocido claramente.
- ¿Matt...?- preguntó con voz temblorosa. Sintió como los ojos se le llenaban de lágrimas y la respiración se le entrecortaba. Era imposible que fuera él, ¿o no?- Matt...¿dónde...?
Entonces pudo verle claramente, a tan sólo unos pasos de ella, reconoció su silueta rápidamente, alto, con el pelo negro como el azabache y unos ojos azules que parecían atravesarte.
No pudo aguantar más y un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Se acercó a él y él esperó a que llegara a su lado. Adrienne levantó la mirada para fijarla en sus ojos, notaba algo raro en él y no podía descifrar el qué.
Levantó una mano para tocar la suya y él se la agarró sin dejar de mirarla, ahora ella no podía parar de llorar.
- Adrienne.
La voz sonaba preocupada, pero no era la de Matt, esta vez no. Alguien cogía su brazo desde atrás.
Se giró para encontrarse cara a cara con Sawyer.
- ¿Qué diablos estás haciendo?- preguntó extrañado, luego reparó en sus lágrimas y su expresión se dulcificó por unos instantes.- ¿qué ocurre? Mira...- apartó la mirada un momento y luego la fijó en el suelo.- si es por lo de antes...venga, lo siento, ¿vale? No sabía que iba a afectarte así y...- levantó la mirada hacia ella y vio que no le estaba mirando a él sino hacia atrás.- no me estás escuchando- dijo sorprendido.- ¡eh! Al menos podrías mirarme, no tienes idea de lo que me ha costado...si no hubieras estado...¡Adrienne!
- Matt...
- Sawyer, si no te importa...- murmuró cabreado.
- No, Matt, era mi hermano, le he visto...
- El muerto...- dijo arqueando las cejas.
Adrienne asintió.
- Sí pero estaba vivo, estaba justo ahí- sollozó sin poder evitarlo mientras señalaba el lugar- era él, le he visto, le he oído, me cogió la mano...- explicó nerviosa.
Sawyer miró hacia donde le indicaba y alrededor y frunció el ceño, no había rastro de nadie, ni siquiera huellas en el barro.
- Mira...en este lugar pasan cosas muuuuy extrañas, créeme, estoy seguro de que no era él.
- ¡Pero le he visto!- exclamó muy alterada- estaba aquí, ¡aquí mismo!
Sawyer apartó la mirada, lo último que le faltaba eran más casos de alucinaciones por esa maldita selva. No soportaba verla así pero no sabía qué hacer. Afortunadamente en ese momento apareció Jin que había regresado al no encontrarles. Les preguntó algo que vendría a ser qué ocurría, en su idioma.
Reparó en las lágrimas de Adrienne y miró a Sawyer alarmado.
- Hey, que no he sido yo- le aclaró haciendo un gesto de negación con la cabeza y las manos.
Pero vio que Jin dejaba de mirarle y fijaba la vista en la chica que se alejaba en dirección contraria a la que debían tomar.
- ¡Eh!- Sawyer corrió junto a ella- ¿se puede saber qué haces? Hemos venido por ahí.
- Tengo que encontrarle.
- ¡Está muerto, Adrienne! Regresa al mundo real- dijo mientras la agarraba. Adrienne le empujó con tal fuerza que le hizo caer al suelo al no esperárselo.
La chica le miró un segundo antes de darse la vuelta y seguir andando mientras hablaba sola.
- Se ha vuelto loca..., loca de remate.- dijo mientras se incorporaba limpiándose el barro de los pantalones.
De repente escuchó un grito y corrió hacia ella.
Frente a ellos, colgando boca abajo de una rama se balanceaba un esqueleto con restos de ropa manchada de sangre seca en descomposición.
Miró a Adrienne, pálida como nunca había visto a nadie, un segundo antes de que se desplomara en el suelo inconsciente.
