Bueno, aquí estamos de nuevo con el capítulo 16. Que por cierto el anterior a este era el Interlude4, olvidé decirlo, escrito también por Myssa que de nuevo hizo un trabajo perfecto. Ahora a intentar seguir a la altura con el...

Capítulo16

Siguieron el camino bajo la lluvia. Jin se les unió al poco de empezar a caminar. Adrienne estaba segura de que el hombre se había mantenido alejado durante aquellos momentos para no entrometerse pero justo cuando reemprendieron la marcha apareció.

Se hizo un silencio bastante incómodo únicamente interrumpido por el ruido de la lluvia.

Adrienne caminaba la primera seguida por Jin, y Sawyer iba más atrás. El hombre no había comprendido la reacción de la chica, ¿por qué demonios había empezado a besarle y luego se había apartado como si nada? Le empezaba a dar la sensación de que aquella niña no era tan ingenua como parecía y empezaba a tomarle el pelo en su propio beneficio.

Jin notaba la tensión entre ambos y eso le incomodaba. Sawyer no era precisamente la persona con la que hubiera elegido quedarse a solas de entre todos los supervivientes y ahora encima tenía que soportar sus problemas con aquella chica. Aunque no les entendía podía hacerse una ligera idea acerca de qué iba el asunto.

Observó a la chica caminar delante suya y notó que cojeaba, seguramente habría sufrido varias heridas al ser arrastrada por el torrente, aún le parecía incluso extraño que hubieran sobrevivido. Pensó en acercarse a ella y ofrecerse para ayudarla a caminar pero le intimidaba bastante la presencia de Sawyer, ya había comprobado cómo podían reaccionar esos americanos y no tenía ningún interés en tentar a la suerte y que sus acciones fueran malentendidas y recibiera un puñetazo como respuesta por parte del hombre.

Decidió que lo mejor sería no meterse, si la chica necesitaba ayuda le ayudaría Sawyer.

Casi como si le hubiera oído en ese momento vio como el hombre le adelantaba y se ponía a la altura de Adrienne entablando una conversación con ella.

Cuando Sawyer se acercó a la chica, ésta se encontraba de nuevo sumida en sus pensamientos. Una parte de ellos había comenzado centrándose en lo ocurrido minutos antes, en aquel momento maravilloso besándole, cómo habría deseado no tener más preocupaciones y haberse podido quedar con sus labios contra los de él todo el tiempo.

Pero tenían que seguir, tenían que llegar a la playa y además no podía quitarse de la cabeza a su hermano, cada paso que daba y a cada minuto que pasaba estaba más y más segura de que le había visto, ¡si incluso le había tocado!

No pudo evitar que los ojos volvieran a llenársele de lágrimas y por un instante sintió ganas de gritar, de dejarse caer de rodillas en el suelo y quedarse allí sin moverse y sola. Echaba de menos su cueva, por extraño que pareciera, quería perderse en su oscuridad y estar sin nadie que pudiera verla. Y llorar cuanto quisiera, y hablar con su hermano a solas sin temor a que se rieran de ella, porque sentía que estaba a su lado aunque estuviera...

No se atrevía ni tan siquiera a pronunciar aquella palabra.

- Adrienne..., Adrienne ¿me estás escuchando?

La chica sacudió la cabeza y le miró como si acabara de darse cuenta de su existencia, pero al parecer Sawyer le estaba hablando desde hacía tiempo.

- Perdona, ¿qué decías?

- ¿Alguna vez me escuchas cuando te hablo o sólo finges hacerlo?- preguntó él frunciendo el ceño.

- Te escucho...al menos la mayor parte del tiempo.

- Vaya, es un alivio- respondió sarcásticamente.- ahora en serio...- no sabía cómo ofrecerse para ayudarla, no quería demostrar sus sentimientos más de lo estrictamente necesario, deseó que hubiera alguna forma de ayudarla sin hacerlo directamente- ehh...¿sabes por dónde vamos?

- Creo que sí, no te preocupes, Jin también parece guiarse bien, creo que podemos confiar en él...

- Sin ánimo de ofender...confío más en ti.

Adrienne le miró con una sonrisa y Sawyer tuvo que apresurarse en añadir algo para arreglar lo dicho y que no sonara tan...empalagoso.

- Al menos mientras no vuelva a cruzarse algún torrente en nuestro camino, en cuyo caso creo que pasaré a confiar plenamente en él.

La chica rió suavemente y él sonrió. Le encantaba escuchar su risa, sobretodo porque no solía reirse muy a menudo, pero cuando lo hacía era maravilloso y ese sonido en aquel lugar era absolutamente embriagador.

- Puedes apoyarte en mí, si quieres...

Ella le miró extrañada.

- Estás cojeando...

Iba a replicar pero antes de que lo hiciera Sawyer hizo que pasara su brazo derecho alrededor de él ayudándola a caminar para que no dejara caer todo el peso sobre el tobillo herido. Ella no dijo nada y lo aceptó, después de todo lo necesitaba. Para asombro suyo Jin se unió también entonces y la ayudó llevándola del otro brazo.

Ella le miró, aunque se sentía un poco incómoda, pero le dio las gracias. Jin asintió con una ligera sonrisa.

Siguieron caminando durante horas y horas, bajo la lluvia constante, tenían los huesos entumecidos y cada paso que daban les suponía un gran esfuerzo.

Cuando empezó a anochecer decidieron buscar refugio bajo las amplias hojas de unos árboles, al menos el suelo sobre el que estaban se encontraba un poco más seco.

Adrienne se quitó la mochila y repartió la poca comida que llevaban con ellos y el agua que quedaba, al menos agua era lo único que les sobraba, aunque esperaba llegar a la playa al día siguiente.

Mientras Sawyer y Jin comían y, aprovechando la oscuridad casi total, se quitó la camisa y subió la camiseta para vigilar la herida del vientre.

Ya que no había apenas luz, nada más que la de la diminuta hoguera que habían logrado encender en ese ambiente tan húmedo, no pudo verla muy bien pero la palpó y notó que estaba sangrando un poco.

Abrió su mochila y sacó de ella un tarro, lo abrió y cogió con dos dedos un poco de aquel líquido viscoso y se lo extendió sobre la herida. Gimió de dolor suavemente, aquello escocía de veras al contacto con la sangre.

Sawyer se acercó a ella al oírle. Al contrario de lo que ella creía no había perdido detalle de todos sus movimientos. No podía dejar de mirarla.

Se sentó a su lado.

- ¿Cómo va eso, niña?- preguntó con una sonrisa intentando animarla.

- No muy mal...he tenido heridas peores, créeme.

Él asintió aunque no estaba tan seguro, quería llegar cuanto antes para que Jack pudiera echarle un vistazo a aquellas heridas, no estaría tranquilo hasta ese momento, por mucho que le jodiera admitirlo era la primera vez que deseaba que él estuviera ahí.

Pensó que se estaba volviendo absolutamente patético.

Fijó sus ojos en los de ella, podía vérselos claramente al tener la pequeña hoguera detrás pero ella no ya que él quedaba a trasluz.

- ¿Crees que llegaremos mañana?

- Creo que sí...

Se mantuvieron la mirada unos instantes que duraron como una eternidad pero ninguno de los dos dio el siguiente paso. Él no quería volver a ser rechazado de aquella forma y ella...ella simplemente no se atrevía aunque en el fondo lo deseara.

Miró a Jin y comprobó que ya se había tumbado en el suelo y parecía dormir. Decidió que era hora de hacer lo mismo.

Cerró la mochila y la rodeó con su camisa para usarla de almohada, luego se acurrucó en el suelo.

- Buenas noches...

Sawyer la miró, le encantaba el simple sonido de su voz al decir aquello, esa inocencia contrastaba con ese aspecto salvaje y lo excitaba sobremanera.

Se mordió el labio y tomó aire mientras se sentaba a su lado, a él le tocaba la primera guardia.

Apoyó la espalda contra una roca y fijó la vista en algún punto perdido entre la maleza sin ningún interés, sólo intentando mantenerse despierto.

Sin duda lo último que se esperaba era aquel gesto: Adrienne se deslizó hacia él e incorporándose levemente le dio un dulce beso en el cuello. Luego apoyó la cabeza sobre su regazo y en unos segundos se quedó profundamente dormida con una mano cogiendo la de él.