(Aquí un nuevo capitulo de...las crónicas de Sawyer xDDD, ejem, pues eso, otro nuevo Interlude cortesía de myssa, esa pedazo de escritora que he tenido la suerte de encontrar espero que os guste, a mi me ha encantado.)

Sawyer vio como Jin se les unía a los pocos minutos de empezar a andar detrás de Adrienne. Se preguntó si les habría visto besarse. No quería que nadie le viera así con esa niña.No quería que se notara lo que era más que evidente, esa chica le gustaba ¡y de que manera!

También la tenia un gran cariño, no comprendía que era, pero ese cariño aumentaba a cada minuto."No te estas enamorando, eso no existe" se dijo a si mismo. Él nunca se había enamorado, no lo necesitaba en su vida, pero ahora, aquella isla, aquella niña…

Mirar a la muchacha le hacia daño, estaba seguro de que ella estaba sufriendo, por el esqueleto y por las heridas. Saber que ella sufría era lo que le dolía.

Ni si quiera le importaba que minutos atrás la muy cretina hubiera jugado con él, eso no importaba. Aquel momento, había sido el mejor en mucho tiempo y había notado que esa dulce boca había disfrutado con los ardientes besos que se habían otorgado el uno al otro. Solo esperaba que durante ese tiempo, en el que sus bocas estuvieron unidas ella hubiera olvidado su dolor. Aunque solo hubiera sido un juego para ella.

Por fin se decidió a acercarse a ella. Comenzó a hablar de cosas sin sentido, intentaba dar el mejor rodeo posible, para que la chica no se negara. Empezó hablando de la playa, de que la gente aun tenía la esperanza de que vinieran a rescatarles y de otras cosas que les había ocurrido.

De repente se fijó en que ella caminaba mirando al suelo con la cara muy pálida y sus ojos parecían que contenían un mar de lágrimas. No le estaba escuchando. Se molestó un poco, pero enseguida comprendió que era normal, la pobre necesitaba pensar.

Era el momento de preguntárselo, pero no sabía como empezar. Hizo una pregunta tonta, sabía la respuesta pero era una manera de romper el hielo. La siguiente vez que hablo le hubiera gustado haberse mordido la lengua. Dijo que confiaba en ella, mirándola de esa manera…tenia que arreglarlo…y soltó una de sus geniales ironías. Y la hizo reír, fue una risa leve pero lo lleno todo, le gustaba esa risa, y dejo de arrepentirse por el anterior comentario, esa risa fue su recompensa.

Al verla más animada, por fin ofreció su ayuda, no podía dejar de estar preocupado. Ella le miró sorprendida seguro que no se esperaba eso después de cómo le había dejado. Pero la verdad era que él no podía guardarla rencor.

Como vio que ella iba a negarse, la medio obligó a pasar su brazo por el cuello de él, luego el la rodeo con el suyo por la cintura. Qué bien se sintió Sawyer entonces, ese leve roce le era suficiente para saber que ella estaba mejor. Jin vino a ayudarles, él se lo agradeció por que aunque no quería reconocerlo tenía la espalda bastante dolorida.

Se hizo de noche y tuvieron que parar, estaba agotado y hambriento, el cuerpo le dolía por todas partes. Adrienne consiguió encender una hoguera, esa chica tenia mil trucos en la manga, era increíble y la admiraba mucho. Repartió la comida, el no tardó en ponerse a comer, pero sin dejar de mirar a la chica.

Ella les dio la espalda un poco alejada. Sawyer vio como se quitaba la camisa, lentamente. Un escalofrió le recorrió cuando vio que se levantaba suavemente la camisa, y dejaba ver la piel tostada de su espalda. Estaba seguro de que se estaba mirando la herida del vientre. Comprobó que cogía un tarro y se esparcía el ungüento que contenía. La oyó quejarse, entonces se levantó y se puso a su lado. Pregunto que tal iba e intento observar la herida, pero ella tímida se lo impidió bajándose de nuevo la camiseta, y fingió que no era importante. Pero él no podía evitarlo, estaba seriamente preocupado por esa niña, no dejaba de pensar en llegar a la playa y que Jack la curara. Y reconocer eso era algo asombroso. Esa chica estaba cambiando su forma de pensar ¿por qué?

La miró a los ojos, su brillo le conmovía y a la luz de la hoguera estaban especialmente bonitos. Se quedo así un rato no podía apartar la vista. Quería besarla, tenerla como antes, acariciar su piel aterciopelada….Pero no podía, era demasiado orgulloso para intentarlo y que ella le rechazara. No iba a darle ese gusto de nuevo, y… no lo soportaría, otro rechazo acabará con él.

Jin ya dormía cuando ella dejo de mirarle y se preparo para dormir. Ella le dio las buenas noches, aunque él no la había dejado de mirar en todo momento, se fijo aun más en ella. La observo mientras se acurrucaba allí, se habría echado junto a ella para abrazarla de no ser porque le tocaba vigilar.

Dejo de mirarla y miro a la oscuridad. Pero sintió como ella se movía, cuando quiso darse cuenta, había recibido un tierno beso en el cuello. Luego ella se tumbó con la cabeza sobre él y se quedó dormida al instante.

Ese gesto le maravilló, la sensación que sintió fue como una descarga eléctrica, como si le hubiera besado en la boca. Ella le tenía agarrada una mano, y respiraba lentamente, estaba profundamente dormida. La sonrisa no desapareció de sus labios, mirándola así no podía dejar de sonreír. Esa belleza ingenua aumentaba cuando dormía, era como estar en un sueño.

La acaricio el pelo, aunque lo tenia mal cortado, corte que a el le encantaba, lo tenia suave, sedoso, no podía dejar de mirarla, esa niña le estaba volviendo loco.

-Mi niña- susurró. Luego se dio cuenta, ¿Qué había hecho? esperaba que de verdad ella estuviese dormida y no le hubiera escuchado, que esas dos palabras se las llevara el viento, que el mismo las olvidara. Sonrió, se estaba convirtiendo en un ser empalagoso. Nadie debía darse cuenta.

Paso el tiempo, y siguió acariciándola, como si velara su sueño, no pudo resistir tanta dulzura, se inclino, iba a besarla en los labios, luego recapacitó, y la besó en la frente, dulcemente. Entonces ella abrió los ojos.