(Weyyy, otro super interlude made in Myssa, vamos a tener que dejar de escribir tan bien sobre Sawyer porque nos estamos enamorando jajaja.
Bueno, a ver que os parece, a mi me ha gustado mucho, muy tierno y por fin han llegadoooooo.
Gracias Myssa! )
Interlude 6
Se dio cuenta de que la chica tenía los ojos abiertos demasiado tarde. Le había visto, y una sensación rara se apoderó de él. Era vergüenza, nunca había estado tan avergonzado. Esperó la carcajada de ella mirando para otro lado, pero no la hubo. Ella le obligó a mirarla de nuevo. Y le beso.
Sawyer se quedo fascinado, aquella niña había aprendido rápido, notaba una gran diferencia de esos besos a los primeros, aunque ella ya besaba bien. Ahora ya no lo hacia con miedo, estaba segura de si misma, él lo notaba. Eso le dio la confianza suficiente para hacer lo que hizo.
Tumbándola en el suelo se puso sobre ella sin dejar de besarla, pero con cuidado, no quería hacerla daño en las heridas. Quería que ella estuviera bien. Comenzó a acariciarla el cuello suavemente sin dejar de besar esos fabulosos labios. Empezó a subir la intensidad de los besos, a ser más apasionado, necesitaba esos besos.
Continuó besándola el cuello, recorriéndolo suavemente, con dulzura. No iba a ser brusco, con ella no. Sintió como Adrienne se estremecía, como su respiración se volvía más agitada. Sabía que ella comenzaba a excitarse y eso le excitó aun más. Ella le acarició, e intento encontrar sus labios que estaban perdidos en su cuello. Cuando los encotró, él le devolvió el beso mas intenso de su vida.
Sin separar sus labios de los de la chica, comenzó a desabrocharle la camisa. No podía creer lo que estaba haciendo. Era la primera vez que se sentía así, era verdaderamente especial. Se sentía completamente feliz con aquella muchacha bajo él recibiendo sus besos, y sintiendo los de ella.
Siguió besándola el cuello a la vez que acariciaba el vientre de ella por debajo de la camiseta. Le resulto extraño no atreverse a bajar más la mano, pero era cierto no se atrevía, por miedo a la reacción de ella. No quería que se sintiera incomoda con sus caricias. Aunque la deseaba, deseaba hacer el amor con ella como nunca lo había deseado. Eso le asustaba. Ella también le acariciaba, estaba fascinado, esas manos recorriendo su espalda le embriagaban. Estaba ebrio de deseo, no podía parar.
Se asustó cuando ella paró, pero eso no fue comparable al terror que sintió un momento después. La tierra tembló. Y supo lo que era. Jin le paso las lanzas, supuso que él también lo había sentido. Esperaba que como la otra vez no les hubiera visto, que no se hubiera dado cuenta del espectáculo que podían haber dado.
No tuvo mucho tiempo para pensar en eso. Un enorme rugido metálico inundó la selva. Vio como Adrienne retrocedía hasta chocar contra el árbol. De nuevo el rugido. El alma se le destrozó al verla allí agachada con las manos en los oídos, llorando, y vio que esa inocencia de niña no había desaparecido, que en ese perfecto cuerpo de mujer había trozos de esa niña que naufragó y se quedo sola en tan horrible lugar.
La abrazó quería que ella supiera que estaba allí junto a ella, que esa cosa no iba a hacerle daño, que él daría su vida por ella. Entonces lo comprendió, le costaba admitirlo, incluso en su mente, pero estaba enamorado, estaba enamorado de esa niña…No, de esa niña no, de esa preciosa mujer.
Se dio cuenta de que todo estaba en silencio, miro a su alrededor, no había nada, no se escuchaba nada. Solo escuchaba a Adrienne sollozando. Quiso calmarla, no aguantaba verla así, pero sin esperarlo los árboles comenzaron a desaparecer
La asustada chica se escabulló de su brazo y echo a correr. Él la siguió, por nada del mundo quería perderla, si esa cosa intentaba hacerla algo, se las vería con él, no lo permitiría. La llamaba desesperado, mientras corría tras ella. Por fin la alcanzó y agarro su mano, no la soltaría más.
Esa cosa parecía que les seguía cada vez desde más cerca. Los árboles saltaban y la chica gritaba, como le hubiera gustado poder ayudarla en ese momento para que dejara de llorar pero él estaba también aterrado, solo pensaba en correr más y más rápido. No permitiría que les cogiera, y menos a ella.
Pero entonces ella tropezó y callo llevándoselo consigo. Sawyer noto como algo le pateaba y vio caer a Jin. Pensó en que ya no se levantaría más, los árboles desaparecieron por todos los lados. Pensó en ella, no quería que muriera, no soportaba esa idea, no sabia que hacer, la quería demasiado como para admitir que su final estaba cerca. Haciendo un acopio de valor se puso sobre ella y la abrazó, en un intento de que la cosa le cogiera a él primero y ella pudiera seguir corriendo. Cerró los ojos y esperó.
No paso nada. La muchacha lloraba debajo de él cuando oyó una voz familiar, era la de Sayid. Se levantó torpemente, vio el mar. Sin mirar a Sayid, ayudo a Adrienne. Sostuvo su cara con las manos, secándole las lágrimas con los pulgares la dio un beso en la frente.
-Ya ha pasado todo- la dijo con una sonrisa.
Se arrepintió de que Sayid le viera hacer eso, pero lo había hecho sin pensar. Luego saludo al hombre árabe.
