Se habían puesto en camino inmediatamente después de coger todo lo necesario para pasar varios días fuera, armas incluidas.
Eran cinco y contaban sólo con tres pistolas que habían sido repartidas entre Jack, Sawyer y Kate.
A Adrienne no le hizo gracia que la dejaran sin ninguna, insistió en que debía llevarla, aseguró que sabía usarla pero Jack se negó a entregársela y ni Sawyer ni Kate pensaban dejar las suyas.
Le molestaba pensar que a Terry y a ella los habían dejado de lado por ser los más jóvenes pero en parte comprendía que, al menos Jack y Kate, no confiaran en ella al acabar de conocerse, por eso no protestó demasiado.
Emprendieron el camino según sus indicaciones, quería dar un ligero rodeo para evitar el torrente de agua que, aunque ahora llevaría menos fuerza, podría seguir resultando un inconveniente.
Miraba de vez en cuando a Jack, aunque una parte de ella quería mantenerse alejada otra deseaba estar cerca suya, contarle todo, decirle que él la conocía, que se habían visto fuera de aquella isla, aunque de aquello hiciera mucho tiempo, pero ella le recordaba perfectamente.
Sin embargo no encontró el valor, en su pasado común también había una parte que le hacía bastante difícil poder sentirse cómoda a su lado, le costaba demasiado olvidar, aún después de diez años.
Sawyer interrumpió sus pensamientos de repente plantándose a su lado.
- Andas muy pensativa, niña, ¿va todo bien?- preguntó con su habitual tono.
Adrienne asintió todavía ligeramente ausente, tenía sus pensamientos en otro sitio y sólo le escuchaba a medias.
- Oye, ¿a qué ha venido eso del cambio de nombre? ¿Sarah? ¿Te llamas así realmente?
La chica negó con la cabeza.
- ¿Entonces a qué ha venido?
- No quiero que sepa cómo me llamo.
- ¿Qué no quieres que lo sepa? ¿quién? ¿Jack?
- Eh...nadie, soy desconfiada.
Sawyer le miró y arqueó una ceja.
- Pues al yogurín se lo dijiste...
- Es distinto.
- ¿Distinto?- preguntó- mira, te aseguro que, aunque me cueste admitirlo, confío más en Jack que en ese niñato.
- Tú no lo entiendes.
- Quizás si me lo explicaras directamente en lugar de tenerme intentando adivinarlo...
- No puedo.- respondió rotundamente.
- ¿Que no puedes? ¿a qué viene eso, Adrienne? ¿qué mosca te ha picado ahora?- dijo elevando la voz ligeramente. La chica giró la cabeza asustada pero comprobó que nadie parecía estar escuchándoles.
- Baja la voz...
Sawyer mantuvo la mirada fija en ella unos segundos.
- Descuida, voy a bajarla tanto que no la oirás- dijo en tono cortante, luego se apartó de ella.
Adrienne le miró, durante unos instantes estuvo tentada de acercarse a él y contárselo todo...pero tampoco encontró el valor para ello, no quería hablar de su pasado con nadie, ni siquiera con él, aunque habría deseado poder...no quería que se enfadara con ella pero no podía hacer otra cosa.
Lo dejó estar.
Todo estaba oscuro...reinaba un completo silencio...había sucedido hacía tan sólo 2 días y aún se negaban a aceptarlo, no sabían cómo había podido pasar algo así, algo que parecía ocurrir únicamente en películas o a otras personas, no a nadie de tu familia.
Se encontraban en una amplia casa, en el salón, todos guardaban silencio, no había mucha gente, sólo los familiares y las personas más allegadas, nadie más.
Todas guardando un profundo silencio o hablando en susurros, todas entre negros y otros colores oscuros.
En el medio, junto a la pared del fondo un ataúd de madera de roble.
Junto a él, inclinada sobre la figura inerte de su madre, una niña de 10 u 11 años sollozaba débilmente.
Alguien se acercó por detrás y puso una mano sobre su hombro. Ella se volvió, sonrió sin ganas.
- Vamos Adri...despídete de mamá...
La niña asintió y, tras dejar una rosa sobre el pecho de la mujer, le dio la mano y se alejó.
Al pasar por la puerta alguien pronunció su nombre, ella se giró para mirarle, reconocía su voz, pero no podía responderle, no le salían las palabras.
Alguien se unió a ellos.
- Adrienne vamos- ordenó una voz firmemente.
- Sí papá...
Le siguió fuera de la habitación pero tuvo tiempo de ver y escuchar cómo su padre se giraba hacia quien la había llamado antes.
- No te acerques a ellos, no te acerques a mí.
- Sarah...
Adrienne reaccionó de repente.
- Sarah, ¿estás bien?
Le llevó unos instantes relacionar aquel nombre con ella pero se giró al reconocer la voz.
- Si, perdona, si, ¿querías algo?
Jack la miró inseguro, le había costado varios intentos el hacer que reaccionara, tal vez no estuviera tan bien después de todo.
- Sí, decía que si sabías cuánto tardaremos en llegar...
- Oh, unos dos días, con suerte menos, uno y medio quizás.- respondió. Jack asintió.
- Deberías beber un poco de agua y comer algo, tienes mal aspecto...
- Gracias, estoy bien- respondió cortante. No podía evitarlo...quería correr y a la vez coger su mano, estaba tan confusa.
Notó la mirada de Sawyer en su nuca pero no quiso volverse y encontrarse con ella, no en esos momentos.
Escuchó cómo empezaba a hablar con aquella chica, Kate, le daba la impresión de que eran bastante amigos, sin embargo en aquellos momentos no podía prestar atención a eso, tenía demasiadas cosas en la cabeza.
Les escuchó hablar durante bastante tiempo e intercambiar algunas risas. También escuchó a Jack hablando con Terry, dándole algunas recomendaciones sobre el agua y el calor sofocante de la selva.
Ella caminaba delante, sin nadie. Por primera vez desde hacía ocho años deseaba estar sola de nuevo. Desaparecer.
