(Y tras la larga espera...nuevo Interlude by Myssa! Jajaja, y bueno, qué decir que no haya dicho tropecientas veces en los demás interludes...otra maravilla, espero que os guste, ya mismo me pongo con el siguiente capitulo ;)

Interlude 10

Ya estaban de camino ¡maldita sea! No sabía como se las arreglaba, pero siempre tenía que hacer lo que ellos quisieran. ¿No se daban cuenta de que lo que menos le apetecía era regresar a aquella selva? ¿Qué no quería poner en peligro su vida ni la de Adrienne de nuevo?

Al final ese niñato les acompañaba. Y sentía que al final tendrían que cuidar de él, no sabia nada de la selva, ¿Por qué tanto empeño en seguirles? Solo se le ocurría una explicación y tenía nombre propio: Adrienne.

La verdad era que no sabia como se llamaba en realidad, era posible que le hubiera mentido, que sí que se llamara Sarah en realidad. Que Adrienne fuera un nombre inventado por ella y que ahora confiara en Jack más que en él y se lo hubiera dicho. Como le apesadumbraba eso, no quería pensar que esa niña le había engañado, no soportaría que Jack le aventajara en eso.

Ella hacia de guía, él iba detrás fijándose en cada movimiento que hacia, no podía remediarlo le tenia hipnotizado, pero no podía alejar la idea de que le había engañado, eso le atormentaba, por lo que decidió preguntárselo y salir de dudas.

Primero preguntó si estaba bien, parecía algo ausente. Ella respondió que sí, que estaba perfectamente. Luego le preguntó por ese repentino cambio de nombre. Le dijo que en realidad si que se llamaba Adrienne. Por lo menos no le había mentido y se alegró un poco, ¿y por qué ese cambio? Ella le respondió que no podía decírselo, que sólo desconfiaba… ¿Qué no podía decírselo? se enojó. No podía creerlo, con todo lo que habían pasado aun no confiaba en él. Mas que enfadado estaba dolido. Ella significaba mucho para él. La dijo que no la hablaría más, era posible que así ella se sincerara.

Se retrasó, decidió ir el ultimo, aun así no dejo de mirarla en todo momento. Estaba enfadado pero a la vez ansiaba hablar con ella. Tenía tantas ganas de perderse con ella…

Kate se le acercó. ¡Como la había echado de menos a ella! pero estaba esa niña, no sabía que le pasaba pero con las dos se sentía bien. Y con Kate había química, ella le entendía, y estaba seguro que también se sentía atraída por él. Comenzó a hablar con ella pero no quitó ojo a Adrienne que caminaba sola. Tenía un tremendo lío en la cabeza, estaba convencido de que por Adrienne sentía algo más allá de la atracción física, no se portaba así con cualquiera, pero Kate… ella era…quizás era solo una amiga pero ¿Por qué la deseaba? Se preguntó si por ella habría hecho lo que hizo por Adrienne, cubrirla con su cuerpo para protegerla, no estaba seguro de que la respuesta fuera no.

Por fin se sentaron a descansar, estaba agotado. Se dejó caer en el suelo. Cuando se sentó bien, vio como ese chico hablaba con Adrienne o por lo menos lo intentaba, porque ella parecía estar en otro mundo y apenas le contestaba. Ella había estado ignorando a todos, y al enfado que tenía se sumaba la preocupación por ella, por esa reacción después de encontrar a sus acompañantes.

No sabía que hacer, si olvidarla o mostrar sus sentimientos a los demás. A su lado se sentó Kate, por lo menos con la Pecosa podía hablar. La echó en cara medio en broma medio en serio que se había ido sin despedirse, en realidad eso en su momento le había molestado, pero ya no. Aquel día supuso que no se volverían a ver y allí estaban de nuevo juntos y nada había cambiado entre ellos, bueno quizás sí.

Lo que había cambiado estaba sentada enfrente de ellos con la vista fija en él. Estaba viendo como bromeaba con Kate, como flirteaba más o menos con ella. No pudo reprimir la sensación esa. Se sintió de repente como un autentico capullo. Esa mujer que le había dado tanto no se merecía eso, no podía hacerla daño así, delante de sus narices.

Se levantó con disimulo y se alejó de Kate, no podía continuar con ese juego.

No presto mucha atención cuando el yogurín dijo que se alejaba por un momento, pero cuando oyó la voz de Adrienne decir que también regresaba enseguida, fue como si le hubieran dado una patada en la boca del estómago. Pensó de todo, en un segundo miles de imágenes de Adrienne y el muchacho juntos recorrieron su mente. Levantó la vista y vio que ella iba en dirección contraria a él. Se tranquilizó un poco. ¡Que tonto era! Sabía que ella, su…su…su Niña (le costaba decírselo a sí mismo) no haría eso.

La vio alejarse pensativa, sabía que había hecho mal en comportarse así, quería saber que estaba pensando esa niña ahora. Lo mas probable era que le estaba poniendo verde y maldiciéndole. Se lo merecía.

Cuando la vio desaparecer entre los árboles deseo correr tras ella, apoyarla contra uno y besarla de nuevo, quería que le tratara igual que esos días que pasaron juntos, quería que ella le besara de nuevo, quería ese cuerpo, la quería a ella.