Capítulo 28

Adrienne y Terry desaparecieron en la selva en busca de algo que llevarse a la boca. La chica tenía la mirada fija en el suelo mientras caminaba.

- ¿Qué es lo que buscamos exactamente?- preguntó el chico.

Adrienne siguió caminando.

- Lagartos, pequeños roedores...cualquier cosa lo suficientemente grande para repartírnosla pero no demasiado como para que nos mate.- rió ante la expresión de Terry.- no te preocupes, voy preparada- dijo señalando la lanza.

- No es que no me fíe de un palo afilado, no vayas a malinterpretarme, pero...

- No me ha ido tan mal estos años, como ves no estoy desnutrida- dijo entre risas.

Terry la miró y sonrió, a él le parecía que estaba perfecta.

La dejó pasar delante de él y la observó en silencio, creía que sólo por estar con ella había merecido la pena ir con ellos. No le extrañaba que ese chulo de playa se hubiera fijado en ella...lo que no tenía tan claro era cómo iba a hacer que ella se fijara más en él que en el otro hombre, no estaba en mala forma y confiaba en su aspecto físico pero no podía compararse a Sawyer.

Negó con la cabeza, no creía que ella se fijara en aquello, ella no era como las demás chicas que había conocido, tenía el cuerpo de una mujer, una mujer preciosa, pero actuaba como se imaginaba que actuaría un ángel, si es que existían, tan inocente...hablando siempre en ese tono tan suave y dulce...aunque pronto descubriría que también podía ser muy agresiva.

Apenas vio la lanza en el aire, tan sólo un leve rastro y luego comprobó cómo se clavaba en el suelo firmemente a unos pasos por delante de ellos, parecía haber fallado.

- Maldito lagarto...- murmuró entre dientes mientras corría a recuperar la lanza.

Terry sonrió.

- ¿Por que no se ha dejado atravesar? Vaya, ¡qué sinvergüenza...! si es que no tienen respeto...

Adrienne le respondió con un leve empujón mientras reía.

- No tiene gracia...lo habría atrapado de no ser por ese arbusto...me tapó la vista.

- Claro, claro, ¿ahora la culpa es del arbusto también?

- ¿Quieres probar tú?

- Oh, no, no, yo seguro que no le alcanzaría...vaya, como tú.- rió.

Adrienne soltó una carcajada.

- Te vas a quedar sin comer hoy, ¿eh?- le amenazó.

- No, si eso ya lo tengo claro, jajaja

La chica sonrió y meneó la cabeza mientras continuaba caminando, aquel reptil no podía andar muy lejos y no iba a quedar mal delante de Terry, había cazado miles de veces, esa no sería diferente.

Se adelantó unos pasos alejándose de él hasta que vio a su presa de nuevo a unos metros, esta vez se acercaría más para asegurarse.

Se giró mirando a Terry de reojo y le hizo un gesto para que se quedara quieto, luego siguió caminando dando cada paso con mucho cuidado, evitando asustar al animal.

Ni siquiera se molestaba en apartar con la mano las hojas y ramas que se cruzaban en su camino, intentaba evitarlas o pasaba apenas rozándolas agazapada valiéndose de ellas para ocultarse y desaparecer a la vista del lagarto.

Sabía que eran muy sensibles a las vibraciones así que tenía que prácticamente deslizar los pies.

- Adrienne...

Se paró en seco y miró a su alrededor. ¿Terry? Pero no, él estaba varios metros por detrás de ella, no había podido llamarla, y la voz provenía de muy cerca, demasiado. ¿Se estaría volviendo loca?

De no haber llevado tanto tiempo en la isla y de no haber oído voces antes pensaría que sí, pero no era la primera vez...

- ...desaparecer...

- ...muerto...

Miró hacia todas partes, entre los árboles, las voces la rodeaban...

- ...aléjate de él...

- ...muerto...

- ...asesina...

Se giró y no vio a Terry, empezó a asustarse.

- ...ayuda...ayúdala...

- Terry...- susurró, apenas podía hablar, ni siquiera se oía a ella- Terry...- empezó a dar vueltas sobre sí misma, se había desorientado, algo que nunca le había ocurrido desde hacía años. No sabía cómo regresar, no sabía dónde estaba, todo parecía estar oscureciéndose a su alrededor.

- ...asesina...

- No...dejadme...- rogó.

Tenía el pulso a mil por hora, le costaba respirar, como si todo el oxígeno se desvaneciera a su alrededor. Se encontró cambiando el nombre de Terry por el de Jack y pidiéndole ayuda a él pero sabía que estaba lejos para poder oírle, si ni siquiera se oía ella misma, sólo aquellas voces.

- ...aléjate de él...

- ¡Basta! ¡parad!- gritó tapándose los oídos.

De repente un grito superó a todas las voces resonando a su alrededor, hasta los pájaros parecían haberse quedado en silencio.

Se quitó las manos de los oídos intentando descubrir la procedencia de aquel grito. La segunda vez que lo oyó identificó la voz.

- Terry...- susurró, casi al instante salió corriendo hacia la derecha, sabía exactamente de dónde provenía la voz.

Entre los árboles, siguió corriendo, "sigue gritando Terry..." le pidió mentalmente. Pero no hacía falta, el chico parecía estar aterrado, no le costó seguir sus gemidos y súplicas de socorro.

Al llegar a un pequeño claro escuchó los gritos encima de ella. Levantó la mirada.

- ¡Adrienne! ¡ayúdame!

Terry permanecía colgado bocabajo desde una altura considerable, con un pie atado a una cuerda que colgaba de la rama de un árbol a varios metros del suelo.

- No te muevas...

- ¡¿Y cómo quieres que lo haga!

Corrió hacia el tronco y empezó a escalarlo mientras sujetaba la lanza con los dientes.

No había llegado ni a la primera rama cuando escuchó pasos llegando.

- ¡¡Adrienne!

Reconoció la voz de Jack pero no podía mirar hacia abajo o resbalaría. Se aferró al tronco del árbol, resbalaba ligeramente, debía seguir.

- Adrienne espera.

¿Qué esperara? ¿a qué? ¿a que la cuerda se soltara cediendo al movimiento de Terry que no podía estarse quieto y se estrellara contra el suelo?

No podía contestarle a Jack ya que tenía los dientes aferrados a la lanza, la necesitaría para cortar la cuerda, así que continuó subiendo.

Vio por el rabillo del ojo cómo Jack dudaba si acercarse debajo de Terry o quedarse junto al árbol que ella escalaba. Kate y Sawyer también estaban allí.

"Ve junto a Terry...si la cuerda se rompe..."

Jack no podía quitar la vista de su sobrina, estaba escalando por un tronco casi vertical aunque parecía que se hubiera pasado toda la vida haciéndolo. Subía con relativa facilidad.

- Id bajo el chico, yo me quedaré aquí.- les dijo a Kate y Sawyer.

- ¿De verdad confías en mí para pararle la caída?- preguntó Sawyer.

- Mas te vale...

- Hey...sin amenazar ¿eh?

Sawyer levantó la vista pero no estaba pendiente del idiota de Terry retorciéndose como un gusano en el anzuelo, su mirada estaba en la loca que avanzaba bocabajo aferrada de pies y manos a una rama prácticamente horizontal intentando llegar al chico.

Jack también seguía su movimiento avanzando por el suelo a la vez, pasando la mirada de ella a Terry de vez en cuando y con el corazón en un puño cuando Adrienne se descolgó de una mano para quitarse la lanza de la boca y cortar la cuerda.

Sentía la sangre empezando a subirle a la cabeza y la presión resultante de ello pero supuso que Terry estaría bastante peor.

Entonces todos escucharon aquel sonido, el único sonido que era capaz de dejarles paralizados en cuestión de segundos en aquella isla.

Oyeron el ruido de las palmeras cayendo.

- ¡Adrienne baja de ahí!- exclamó Sawyer.

Ella no parecía prestarle atención y siguió intentando serrar la cuerda.

- Venga ya, ¡no seas estúpida, ¡baja!

Jack y Kate miraron al lugar del cual procedía el sonido.

- ¡Se está acercando!- advirtió Kate.- tenemos que irnos ya...

Jack levantó la vista hacia Adrienne de nuevo, suplicando mentalmente que la cuerda cediera de una vez, finalmente ésta comenzó a hacerlo.

Se dirigió bajo el chico justo cuando el pie de éste se soltaba de la cuerda haciéndole caer al vacío con tanta fuerza que Jack paró el golpe cayendo también al suelo.

Kate ayudó a ambos a levantarse asegurándose de que estaban bien.

- ¿Puedes andar?- le preguntó al chico, éste asintió mientras se frotaba el pie y se quitaba la cuerda que lo rodeaba. Luego miró a Jack pero éste, al igual que Sawyer, tenía la vista fija en la rama del árbol de la que intentaba regresar Adrienne.

Todo pasó demasiado rápido, en un segundo los árboles que les rodeaban se esfumaron y oyeron aquel sonido demasiado cerca. No tenían opción, o echaban a correr o eso les cogería.

- ¡Tenemos que irnos ya!- exclamó Kate de nuevo asustada. Le gustaba tan poco como a los otros tener que dejar a la chica sola pero si se quedaban no tendrían ninguna posibilidad, si se marchaban Adrienne podría esconderse.

- ¡No podemos dejarla ahí!- exclamó Sawyer.

- Puede esconderse pero nosotros estamos al descubierto, es un suicidio quedarnos...- le explicó la mujer rápidamente, pasó su vista a Jack intentando que entrara en razón.

Aquello ya estaba prácticamente sobre ellos. Terry retrocedió unos pasos, estaba pálido.

Jack evaluó la situación rápidamente, aunque odiara tener que admitirlo y dejar a su sobrina sabía que Kate estaba en lo cierto.

Miró a Sawyer.

- Tenemos que irnos, Kate tiene razón, Adrienne...

- ¿Qué? No...no podéis...¿estáis locos? Adrienne...- también se detuvo como Jack al levantar la mirada hacia el árbol. La chica había desaparecido.

- ¡Está a salvo! ¡vamos!- Kate agarró a Jack del brazo y tiró de él hacia el lado opuesto al que venía aquello. Sawyer dudó por un instante, mirando a todas partes intentando dar con la chica pero no había ni rastro. Justo un árbol se derrumbó a su lado tras él y finalmente salió corriendo tras los demás.