XIV

Regreso a la Madriguera

La puerta rechinó con un sonido agónico, como si en cualquier momento, pudiera desprenderse del marco y venirse abajo; y teniendo en cuenta el estado en que se encontraba la casa, no podía descartarse esa opción. Ahora que llevaba tanto tiempo deshabitada, la magia que en un tiempo se percibía en el aire había desaparecido y los recuerdos de la tragedia que había acontecido hacía ya tanto tiempo, seguían intactos, mientras más capas de polvo se acumulaban en los objetos y muebles.

Chris tomó aliento y con pasó vacilante, se adentró en la casa, teniendo mucho cuidado cuando cerró nuevamente la puerta. Luego de esto, se quedó contemplando el interior, teniendo impresa en su mirada la curiosidad y emoción que le embargaba al encontrarse en la casa de su familia, de aquella que sólo conocía por los recuerdos vistos en el pensadero de Dumbledore.

Con gran interés paseó por cada una de las habitaciones, y sintió una mezcla de dolor y nostalgia al contemplar el viejo reloj, que tenía varias manecillas rotas aunque todas más o menos cerca de la posición que indicaba peligro mortal, y una placa en el piso frente a una puerta tenía una placa descolorida en la que apenas se podía leer "Ronald Weasley". Pero no entró, a pesar de que le producía curiosidad saber algo más sobre su tío, sobre todo porque había sido el mejor amigo del niño que vivió, y siguió avanzando, recorriendo todas las habitaciones.

Finalmente contempló con gran interés la habitación que ahora reconocía como la de su madre, un cuarto sencillo con una cama, un tocador y una cuna. Chris se acercó a la cuna, y la contempló con aire embelesado, ya que esta confirmaba sus sospechas, ya que por lo que había averiguado aquí y allá, hasta cierto punto había sido capaz de reconstruir qué había hecho su madre después de que Harry se había rendido ante Voldemort. Y él creía que su madre se había alojado al menos un mes junto con él en la Madriguera, después de que Lupin le había dicho que la Orden del Fénix no podría protegerla más.

De repente sintió una presencia mágica en el lugar, con lo que con gran afán empezó a buscar por toda la habitación lo que lo estaba llamando, después de unos cinco minutos de búsqueda infructuosa, en los que hasta había desarmado la cama, un cajón del tocador se abrió y de su interior se proyectaba una luz amarillenta.

Aunque ya tenía idea de que iba a encontrar, Cris no pudo dejar escapar una exclamación cuando estrechó en sus manos el viejo diario de su madre, se sentó en la cama, y antes de abrirlo rezó mentalmente porque allí se encontrara la respuesta que buscaba desde hacía ya tanto tiempo.

"Diario:

No creas que por mucho tiempo pensé mucho sobre si volver a llevar un diario, después de lo que pasó con el recuerdo de "Tú-ya-sabes-quién", pero los últimos acontecimientos después de casi tres años de ese horrible suceso, me han hecho pensar en que debo tratar de desahogar todos mis sentimientos.

Y es que como de costumbre mis pensamientos giran alrededor de él, cada mañana me despierto y pienso en todo lo valiente que fue en el Ministerio y cómo logro salvarnos a todos. Desde cuando era una niña, lo había admirado y aún hoy recuerdo con toda claridad la primera vez que lo vi en el andén 9 ¾, pero ahora mis sentimientos han cambiado. Ha pasado de ser simplemente el "niño que vivió" y el cual me hacía sonrojar cada vez que me hablaba, a ser el muchacho valiente, bueno y de gran corazón que ahora amo con todas mis fuerzas, a pesar de que no me corresponde…"

Chris interrumpió la lectura porque el enfado que sentía crecer en su interior lo distraía¿cómo su madre podía haber amado tanto a alguien que al final se mostró tan cobarde? Claro, que pensándolo más calmadamente, ella no hubiera podido prever eso. De acuerdo a lo que había visto en el pensadero todo el mundo creía en Harry antes de que todo pasara, y el retrato todavía creía en él, como único capaz de derrotar al Señor Oscuro. Por lo que lamentó haberle dicho a Dumbledore que lo vería, pero una promesa era una promesa, y sí como él creía Harry no era más sino otra persona malvada y cobarde, Harry desearía no haberse rendido esa noche…

"Ayer fue uno de los días más felices de mi vida. Ganamos la Copa, pero ése no fue mi premio, el premio fue el beso más maravilloso que haya dado en mi vida. No niego que besarme con Michael y con Dean, no haya sido agradable; pero cuando sentí sus labios unidos con los míos, fue como si el tiempo se hubiera detenido, como si los dos fueramos por un instante los dos únicos seres en el universo.

Todavía hoy las piernas me tiemblan cuando lo recuerdo, y aún ahora me pellizco cada rato, pues pienso (en realidad me aterro) que todo puede ser un sueño, uno muy hermoso del que no quiero despertarme…"

A este punto, Chris no necesitaba adivinar que estaba recreando como fue el primer beso entre su madre y Harry, con lo que ahora tenía que enfrentar el hecho de que habían sido novios, lo que arrojaba una nueva posibilidad. Por un momento Chris se sintió confundido ante el hecho de que tal vez Harry Potter fuera su padre. Una vocecilla en su interior se rebeló en contra de la absurda idea, seguro su padre era alguien diferente, alguien valiente, justo y noble, que seguramente murió en la guerra contra Voldemort, tal como a Chris le gustaba imaginárselo.

Con ensoñación, Chris se sumergió de nuevo en la lectura del diario de su madre, con el ceño cada vez más fruncido al descubrir que la relación entre ellos avanzaba y se consolidaba más, sintió admiración por de su madre por el relato de cómo ella junto a sus amigos se habían enfrentado a los mortífagos, e incluso alcanzó a derramar unas lágrimas al revivir el momento del funeral de Dumbledore.

Finalmente su expresión se relajó al ver que el mismo Harry había puesto punto final a la relación, aunque no pudo evitar sentir admiración por él, ya que había renunciado al amor de su madre, por cumplir su deber. Definitivamente la imagen que plasmaba el diario, era muy diferente a la que Chris se había hecho sobre Harry¿qué le había pasado a Harry para que en el curso de un año, se hubiera convertido en un cobarde?...

Un ruido le hizo levantar la mirada del diario y con rapidez sacó la varita de su madre y murmurando unas palabras la puso sobre la palma de su mano derecha, con lo que éste empezó a girar de un modo desordenado. Esperó unos cuantos segundos a que la varita se estabilizara, pero como no lo hizo, supo que no había ningún peligro y luego de echar una última mirada en derredor volvió a sumergirse en las palabras de su madre.

"Diario:

Tú más que nadie sabes la desesperación de estos últimos meses, la agonía de recordar que la última vez que lo vi fue en la boda de Billy y Fleur, y se veía tan guapo con su túnica de gala. Creo que al menos durante que el tiempo que duró la fiesta, olvidó su "cacería" y por unas horas, fue como si nada hubiera pasado, como si Dumbledore estuviera vivo y Harry no tuviera que ir tras él. Pero ahora, esos son nuestros últimos recuerdos felices y extraño más que nunca su sonrisa y esa forma tan especial que tenía de abrazarme, de hacerme sentir que mientras estuviéramos los dos juntos, nada malo podría pasar…"

"…no dejo de pensar en Harry, y sin embargo he empezado a salir con Andy (aquel muchacho extranjero de Ravenclaw); pero no pienses mal de mí, simplemente estoy siguiendo el consejo de Hermione, el que me dio el día antes de que se escapara del colegio junto a Ron, en busca de Harry. Si en ese entonces, hubiera sabido lo que esos dos tramaban los hubiera obligado a llevarme con ellos, aunque fuera a punto de amenazarlos con una maldición…"

"…pero ya no iré tras de él, por la misma razón que empecé a seguir el consejo de Hermione y es por esa estúpida carta. Sí, Harry me ha enviado una carta, y me ha costado mucho aceptar que era él quien la había escrito; era horrible y desalmada, tanto que no quiero entrar en detalles, sólo te puedo contar que me decía que me había utilizado y que debía olvidarme de él, puesto que había encontrado a alguien más. Bueno, si eso es lo que realmente quiere él, debería empezar a corresponder los sentimientos de Andy, quien se ha portado como un caballero conmigo y no me ha presionado para nada… Sin embargo, no estoy muy segura y muchas veces sigo pensando en Harry, pero cada vez Andy se comporta maravillosamente, es más tengo que dejarte ahora mismo porque quedé con él de dar una vuelta por el lago y…"

Simultáneamente a que el diario y la varita de su madre volaran de las manos de Chris hacia un extremo de la habitación, Chris sintió como unas cuerdas invisibles le ataban e inmovilizaban y escuchó una risa desagradable y fría.

- Vaya, vaya el niñito curioso ha venido a averiguar por mami – exclamó una voz arrastrada, que ya le era muy familiar a Chris, a pesar de que la última vez que la había escuchado había sido hacía seis años. –

El asesino de su madre hizo una mueca de desprecio a la vez que guardaba la varita de Chris en un bolsillo de su túnica, para luego sentarse a unos dos metros en frente de Chris, en una silla que hizo aparecer con su varita.

- Así que tú eres el famoso Chris Weasley, hijo de una bruja de segunda categoría que se hizo pasar por otra persona y que tuvo la osadía de compararme con Potter, al que un centauro salvó de morir hace seis años en el Bosque Prohibido rompiendo mi varita y que tuvo la osadía de irrumpir en la casa del Señor Oscuro hace un año… - dijo lentamente Draco, a la vez que posaba sus ojos grises en Chris.

- Tu pequeña travesura me costó mucho, pero bueno, al fin todo tiene sus compensaciones. Después de todo no fue tan difícil atar cabos, y sacar información de algunas partes, con lo que la mayoría del tiempo lo único que he hecho fue esperar a que salieras de tu escondite para atraparte acá, en la casucha de los traidores de la sangre - dijo mientras convocaba al diario de Ginny hacia sus manos, para luego ojearlo con una mirada de desprecio. - ¡Ah, por cierto¿cómo hiciste para no vomitar ante tanta cursilería? La primera vez me enfermé, y a duras penas me enteré de lo que necesitaba saber… – dijo con gran desprecio arrojando el diario al piso, como si se tratara de algo apestoso y sucio.

Chris sentía como el odio y la rabia circulaban por todo su cuerpo. Al frente de sí, se encontraba el mortífago que había asesinado a su madre, insultando su memoria, la mano derecha de Voldemort; y él se había concentrado tanto en su intento por descubrir quien era su padre, que había permitido que ese inútil lo atrapara.

- Tú… tú, remedo de mago. Un cobarde tan grande que sólo se siente cómodo atacando por la espalda, matando a muggles indefensos, enlodando la memoria de los que han sido más dig… -

Un movimiento de varita de Malfoy acompañado por la sensación de que alguien pasaba un cuchillo por su mejilla, y el dolor lacerante interrumpió a Chris.

- ¡Nunca más me llames cobarde¡Escoria! Crees que porque un licántropo y un centauro te ayudaron antes, podrás escaparte de mí. Puedo tomar tu vida, con un simple movimiento de varita – gritó Draco con los ojos como queriéndose salir de sus órbitas.

- ¿Y entonces por qué no lo haces¿No es lo que acostumbras acaso? Asesinar sólo si el enemigo se encuentra reducido y nunca en un duelo limpio, como una serpiente cobarde… - provocó Chris a Draco

Cualquier otro, no se hubiera expresado en esos términos frente a un mortífago, y más aún estando inmovilizado y a merced de éste, pero era justo en esta situación que Chris recordaba la enseñanza de Dumbledore: "siempre y no importa la situación, tienes que estar sereno; juega con la mente del enemigo, provócalo y deja que se destruya con sus propios temores".

Por un momento, Chris alcanzó a pensar que Draco no había mordido el anzuelo y que no haría nada, pero luego se dio cuenta por su expresión de que se había pasado de la raya.

- ¡CRUCIO! – gritó el mortífago fuera de sí, ardido por el insulto lanzado a su persona, y es que no hay cosa más insoportable para un cobarde que alguien le diga que lo es.

El dolor invadió todo su cuerpo y le anuló todo pensamiento, y a pesar de que estaba fuertemente inmovilizado, le parecía sentir que su cuerpo se doblaba y se retorcía. Nunca había sentido el efecto de la tortura, a pesar de que había visto múltiples ejemplos del dolor que causaba, lo que ahora sentía era mucho peor de lo que había imaginado.

Draco mantuvo el hechizo durante el tiempo que le tomó calmarse y retomar el control, ya que por un momento estuvo a punto de matar a Chris, pero recordar las instrucciones de su señor le hizo obtener la suficiente fuerza de voluntad como para dominar el impulso asesino.

Chris tomó aire ruidosamente, puesto que en los últimos instantes no había podido respirar. Se sentía agotado, pero no iba a permitirse terminar así, no podía dejar que seis años de entrenamiento con el único mago al cual Voldemort había temido significaran nada. Debía de seguir jugando el juego, hasta que Draco cometiera algún error.

- Tienes suerte de que el Señor Oscuro me haya ordenado que te quería vivo, o si no ya no lo estarías. – dijo esbozando una sonrisa macabra. - Pero eso no implica que no pueda divertirme contigo antes de llevarte con él… -

Aprovechando que Draco meditaba sobre la mejor forma de torturarlo, Chris indagó en su mente, y lo que alcanzó a vislumbrar fue más que suficiente para comprar más tiempo.

- Así que Voldemort no sabe de mi existencia, pero entonces si me llevas ante él, lo descubrirá todo. Se enterará de que yo estaba con Lupin cuando Lestrange no pudo matarlo, y que yo escapé porque un centauro te venció a ti y a Crabbe y a Goyle. Y entonces alguien sufrirá un gran castigo… -

- ¡Imperio! –

Una sensación de relajamiento extremo se apoderó de Chris, como si todos sus pensamientos hubieran huido a otra parte, y su cuerpo se distendió. Había estudiado, conocía el principio del hechizo, pero era algo muy diferente sentir sus efectos por vez primera. "Vamos Chris, concentráte. No te puedes dejar dominar por alguien como Malfoy" se decía a sí mismo, en un intento por romper la maldición, pero parecía que sus esfuerzos eran inútiles.

- Vaya, vaya el pequeño Weasley sabe Legilimancia y me cogió distraído; pero ese error no volverá a suceder. Y respondiendo a tu inquietud¿acaso crees que fui tan estúpido como para no encontrarle solución a ese pequeño detalle? Hace un año, que él me encomendó esta misión y después de muchas semanas de investigación encontré el hechizo perfecto para alterar tu memoria, con lo que el Señor Oscuro no se enterará nunca de esos… detalles – hablaba Draco, más para sí mismo, ya que Chris seguía sentado en la cama inmóvil y con los ojos fijos mirando hacía el vacío.

- Tal vez el señor Oscuro, me permita jugar contigo después de averiguar lo que él quiere y entonces, entonces desearás haber muerto junto con el hombre lobo esa noche en el bosque – dijo Draco, a la vez que se acercaba lentamente hacia Chris.

Justo cuando Draco posó la punta de su varita en la frente de Chris, este se movió con extraordinaria rapidez y en un abrir y cerrar de ojos, era Draco el que se encontraba tendido en el suelo desarmado con Chris apuntándole con su propia varita. Draco sólo había visto un borrón y no había reaccionado a tiempo, y aún ahora en el piso, no alcanzaba a comprender que era lo que había pasado.

Chris no tardó en usar el mismo hechizo que Draco había realizado en él, y se sentó tomando aire. Por un momento, pensó que no sería capaz de librarse de la maldición Imperius, pero haciendo un gran esfuerzo se había liberado justo cuando Draco se acercaba más. Un golpe a la mano con la cual Draco sostenía la varita y un rápido empujón bastaron para desarmar al mortífago, finalmente para algo habían servido las numerosas peleas (que en broma o por tonterías) había luchado con John ya que habían sido un gran entrenamiento.

Luego de recuperar fuerzas se apresuró a recoger la varita de su madre y el diario del piso y continuar con su lectura. Pasó páginas leyendo apenas por encima, episodios que parecían que afianzaban la relación con Andy Sullivan, y cada vez menos nombraba a Harry. Hasta que una página que empezaba de manera extraña, que inmediatamente le llamó la atención, además porque los trazos indicaban claramente un grado grande de nerviosismo en la escritora…

"… pero eso no es lo importante, verás, ayer fui la más sorprendida. Paseábamos a la orilla del lago, cogidos de la mano. Andy estaba muy hablador, yo trataba de seguirle la corriente, pero pronto me quedé callada, sólo escuchando y llenándome de la paz y tranquilidad que él suele darme. Nos sentamos en el césped, a la sombra de un gran árbol, y él empezó a besarme, al principio fue tierno, pero pronto pude darme cuenta que hoy había algo distinto. Pronto sentí como el beso se volvía cada vez más apasionado y me sobresalté cuando sentí sus manos en mi cintura y acariciando mi espalda, y lo más extraño fue precisamente ese movimiento, porque en parte fue por la sorpresa, pero también porque fue una sensación agradable, tanto que dejé que siguiera, con lo que él prontamente empezó a besarme en el cuello… y en ese momento salté como un resorte. Entre avergonzado y muy, muy colorado, me explicó que yo era la mujer que él había soñado para… para tener su primera vez (me sonrojo al recordar la expresión con que lo dijo).

Obviamente, no pasó nada más esa vez, y sí estoy diciendo esa vez porque realmente no sé qué pensar. Por mucho tiempo imagine ese momento sólo con…, tú ya sabes con quién (sabes también porque no quiero nombrarlo) y pensaba que sólo con alguien con que yo amara profundamente, me sentiría a gusto. Y sin embargo, las caricias que Andy me brindó, me hicieron sentir algo extraña. ¿Puedo sentir eso sin amar profundamente¿O será que me estoy empezando a enamorar de Andy¡Sí tan sólo Hermione estuviera aquí! Luna es buena amiga, pero nunca podría contarle algo así a ella…

Esta noche me ha dicho que me tiene una sorpresa celebrada para dentro de dos días por la noche, y por lo que he podido averiguar con Annie, se trata de una cena romántica en el cuarto de los menesteres. Y él cada vez más distante, hubiera preferido que me hubiera vuelto a enviar una carta tan horrible como la primera, pero ahora me ofrece sólo indiferencia… En fin, aceptaré la invitación de Andy y dejaré que pasé lo tenga que pasar."

En este punto, terminaban las anotaciones del diario, sin causa aparente que explicara su interrupción. Con lo que al menos Chris no podía estar seguro que había pasado. Sin embargo una idea empezó a tomar fuerza en su mente; Chris Sullivan Weasley podría ser su verdadero nombre. Y aunque quedaban varios detalles por organizar, como el por qué su padre no supo de su existencia y qué había sido de él, al menos parecía más coherente que pensar que Potter era su padre, ya que como mostraba el diario su relación con su madre se había extinguido; pero más tarde lo averiguaría, ya que ahora tenía que ocuparse de Draco.

- No has demostrado más que ser un cobarde. Pero no te daré el placer de una muerte rápida, porque conozco alguien más que te hará que pagar tus mentiras y tu incompetencia. – dijo Chris mirando fijamente a Draco.

Los ojos de Draco manifestaron todo el terror que sentía al pensar en lo que Chris parecía dispuesto a hacer…

- Sí, creo que cierto Señor Oscuro no se alegrará mucho por tu visita. Pero antes haremos una pequeña escala, para recoger ciertos ingredientes para una poción – comentó a Draco, con la misma suavidad con que podría estarle hablando del clima.

Con algo de reticencia, Chris agarró del brazo al mortífago y esperando no tener que demorar mucho para conseguir la información que necesitaba, desapareció de la habitación que primero lo había visto entrar como un bebé indefenso y ahora lo veía salir como un joven dispuesto a enfrentar su destino.


N.A.: La vez pasada no tuve tiempo de responder a EternalWing y a jim, por lo que me disculpo. A próposito, quiero saludar a éste último y agradecerle por ingresar al grupo de personas que dejan review. Como siempre, muchas gracias a todos los que leen y a los que comentan, porque me animan a seguir adelante con este proyecto.

EternalWing: Espero que hayas dormido bien, jeje. El retrato tenía que desaparecer, ya todos en los que Chris se apoyó alguna vez no existen, porque sólo tendrá queafrontar su destino. Espero aquí estén las respuestas a tu comentario anterior. ¡Hasta la próxima!

jim: Hola, bienvenido y muchas gracias por tu comentario. Te comento que en promedio lo estoy actualizando cada fin de semana, y espero poder seguir haciendólo así. ¡Hasta la próxima!