Al día siguiente Adrienne se puso en pie antes que los demás.
Se encontraba mucho mejor aunque se sentía algo cansada y notaba como si los músculos le pesaran.
Sin embargo debían ponerse en camino, ya habían perdido demasiado tiempo por su culpa y estaba segura de que cada segundo podía ser crucial para la vida de aquellos a los que buscaban.
Se había preguntado muchas veces desde que cogieron a Michael, e incluso antes cuando les oyó hablar sobre el rapto del niño, lo que pretenderían hacer con ellos.
Estaba segura de que a Walt lo necesitaban, no sabía para qué pero les era útil, no obstante en teoría Michael no les servía para nada, lo habían retenido, pensaba, en defensa propia y para que no se llevara a Walt, y eso era lo que de verdad le preocupaba.
Pensando positivamente que no se hubieran deshecho de él no quería darles más tiempo para replanteárselo.
Si algo le pasaba a Michael se culparía por ello ya que no había sido capaz de protegerle cuando lo necesitaba. Tenía que haber luchado, tenía que haber llevado a cabo lo que había estado planeando desde que su familia desapareció (no quería pensar en la palabra "muerte" aunque lo hubiera comprobado con su hermano), pero no había sido capaz de hacerlo, había desperdiciado la nunca bala que con tanto cuidado llevaba guardando desde hacía años, fallando por unos centímetros.
Había permitido que cogieran a Michael por intentar cobrarse su venganza y ni siquiera había tenido éxito en la misma.
Recordaba sus rostros en aquel momento, no esperaban que estuviera armada, les había sorprendido...
...pero dudó demasiado.
Miró a su alrededor, todos seguían durmiendo aún, apenas estaba comenzando a amanecer...
Al rememorar lo del arma y verles así recordó el propósito que se había marcado la noche antes de caer enferma, justo después de ver aquella figura entre los árboles, era el momento perfecto para hacerse con el arma de Jack.
Cogió de su mochila unas frutas que calculó pesarían juntas más o menos lo mismo que la pistola y las introdujo en su bolsillo del pantalón, muy despacio, con el sigilo adquirido por necesidad tras años de caza en la selva, se acercó junto a su tío. Afortunadamente era quien dormía más cerca suya, Kate, Sawyer y Terry estaban un poco más alejados aunque no mucho pues todos se habían reunido en la misma zona por seguridad.
Anduvo de puntillas con la vista fija en el suelo esquivando las hojas y ramas para evitar cualquier ruido.
Miró a Jack mientras se agachaba junto a su mochila la cual mantenía agarrada con un brazo pasado por una de las asas. La abrió muy despacio y palmando buscó el arma en su interior. En el fondo rozó el material sólido y abrió su mano para cogerla sacándola lentamente mientras se aseguraba que ninguno despertara.
El corazón le latía a más velocidad conforme estaba más cerca de conseguirlo, si la pillaban quebrantaría la confianza en ella y no tendría una segunda oportunidad pues aumentarían la precaución.
Finalmente logró sacarla y Jack no se había despertado, respiró aliviada observándola en su mano hasta que notó una mirada. De alguna manera supo exactamente quien era y dirigió la vista hacia él.
- Buenos días niña, ¿qué, ejercitando tus habilidades por la mañana?- susurró con una sonrisa socarrona.
La expresión de Adrienne cambió, por un momento se quedó paralizada esperando que Jack o cualquiera de los otros dos despertara y también la vieran, pero parecían no haberle oído.
Le miró suplicante mientras le hacía un gesto para que guardara silencio. Sawyer rió para sí y levantó las manos en un gesto inocente.
La chica guardó el arma en sus pantalones ocultándola con la camiseta y metió en la mochila de Jack la fruta ante la mirada de Sawyer, luego regresó cautelosamente al rincón donde había dormido. El hombre se acercó a ella.
- Nunca dejarás de sorprenderme, niña...
- Quizás así puedas dejar de llamármelo- replicó, nunca le había gustado ese apodo, puede que él le llevara varios años pero eso no la dejaba como a una chiquilla.
Sawyer sonrió mientras se pegaba a ella, Adrienne dio con la espalda contra un árbol.
- Aún tienes que hacer méritos para conseguirlo... –susurró a su oído, rozando su piel ligeramente con sus labios y haciendo que ella se estremeciera.
La chica cerró los ojos por un instante, luego los abrió y le miró.
- ¿Te parece poco todo lo que he hecho hasta ahora?- susurró en el mismo tono empleado por él, luego añadió- quizás seas tú quien tenga que hacerlos...
Sawyer le miró fijamente, su mirada pasó de sus ojos a sus labios... sentía su respiración contra su barbilla, demasiado cerca...
Pero ella se apartó antes si quiera de que pudiera comenzar a moverse y en un instante se encontró solo frente al árbol, apartó la mirada. Aquella chica le estaba volviendo loco, no estaba acostumbrado a que esas cosas escaparan a su control, normalmente lo tenía él aunque la otra persona creyera lo contrario, sin embargo en esta ocasión en realidad no parecía tenerlo.
Su actitud rompía todos sus esquemas, ella tan pronto parecía tan indefensa como una adolescente mimada y asustada, como una niña consentida que pasaba a ser agresiva y segura como cualquier mujer acostumbrada a tratar con hombres como él, con la diferencia de que ella no lo estaba.
Esos cambios en su carácter le descolocaban ya que no sabía cómo comportarse... si actuaba como acostumbraba a hacerlo corría el riesgo de pasarse y hacerle daño, y tampoco quería eso, o por el contrario hacer que ella respondiera pagándole con su misma moneda, tal y como acababa de hacer, dejándole en un completo ridículo.
Bien, pues no iba a permitirlo, sabía que ella lo deseaba tanto como él.
Se volvió y la agarró del brazo acercándola a él y robándole un beso de sus labios antes de que ella pudiera darse cuenta de lo ocurrido y reaccionar, no iba a permitirle dejarle así.
Notó sus intentos por apartarse y puso una mano en su nuca sujetándola contra él para que no se separara.
Pero justo cuando comenzó a sentir que se rendía a él alguien lo separó bruscamente haciéndole casi caer al suelo.
Estaba casi seguro de quien era y al mirarle no se extrañó.
Jack le agarró del cuello de la camiseta haciéndole incorporarse un poco. Sólo le dijo tres palabras.
- Ni lo pienses.
Sawyer, lejos de amedrentarse sonrió divertido.
- Bueno... es demasiado tarde para eso- rió para sí.
Jack le agarró con más fuerza y le dio un puñetazo. Sawyer se llevó la mano al labio limpiándose la sangre. Miró a su alrededor, Adrienne les observaba y Kate y Terry acaban de despertarse y también les miraban, éstos, confundidos y aquella paralizada, asombrada por la reacción de su tío, no intervinieron inmediatamente.
- Bravo doctor, aquí tienes a tu público, si esto sirve para hacerte sentir más hombre e impresionarles...
Jack le fulminó con la mirada manteniéndosela unos segundos, luego le soltó empujándole contra el suelo.
- Si le haces daño te mato. Bromea todo lo que quieras sobre esto pero estate seguro de que hablo en serio.- murmuró, luego se apartó.
- Como siempre un discurso enternecedor... - susurró Sawyer mientras se incorporaba limpiándose la tierra de la ropa.
Tuvo unos deseos enormes de lanzarse contra él y devolverle cada golpe y cada humillación, no sólo las de aquel momento, pero sabía que en esos instantes era Jack quien había quedado mal realmente al golpearle y al fin y al cabo eso le era favorable frente a Adrienne y quizás también frente a Kate cuando le contara su versión y la actuación del doctorcito quedara limitada a un arranque paternal.
Le miró con desprecio y cogió su mochila.
- Yo me largo...
- Sawyer, espera..., no sabes por dónde es... – Adrienne cogió su mochila para seguirle pero él no se detuvo.
