Ellos fueron el motivo…

Al dos por uno

(Aos dois por um)

Capitulo III

Kamus acababa de salir del tormentoso castigo de los Dioses. Ya había sido cambiado de lugar, ahora estaba en compañía de los demás caballeros, los cuales sus damas resultaron victoriosas, y con vida…

Liga estaba muerta. Y él ahora era libre.

Ligabiss de Acuario había cumplido su cometido, hasta la muerte. Pero trataba de no verlo de esa manera, muy en el fondo todas pensábamos, o mas bien, queríamos pensar que ella… Ahora estaría en un lugar mejor, que sentiría la felicidad del ambiente y soñaría por toda la eternidad aunque… Aunque sabíamos la Maldita realidad: Ella estaba en algún lugar, sufriendo en las más aterradoras sombras y oscuridad… escuchando el tormentoso eco de sus pasos y de su susurrante alma llorar el desconsuelo del factible olvido…

Ese fue el precio de los dioses… Un estúpido precio, que por ser inferiores, debimos pagar.

Y ahora, estos recuerdos me perturban, me abren cortadas que ya hacia cerradas desde hace tiempo.

Cuando comencé a imaginarme cientos de horrores, me abracé a misma y clavé la mirada en el suelo, queriendo no pensar, queriendo huir lejos de ahí y al mismo tiempo quedarme para desintegrar a ese Dios al cual alguna vez admiré con grandeza y amé como padre, a pesar de las pocas visitas que tenía a su templo. Eran escasos los minutos que podía apreciar sus sonrisas, mirarle a los ojos y suspirar el aroma del dulce incienso que emanaba de su piel divina. Lo adoraba como mi dios y ahora… Durante esa batalla, solo pensaba en una sola cosa: Matarlo, hacerlo desaparecer, por que realmente desprecié su nueva sed de sangre, ese deseo por ver perecer a quienes alguna vez lucharon por salvar su puesto como líder de los dioses.

Él es quien aprisiona a las almas en los lugares que le parecen mas apropiados. Solo dejándome una clara e ingrata conclusión: Nuestras vidas, nuestra valiosa existencia, siempre estarán en sus manos.

-Para lutar por aqueles àqueles que você aprecia, para lutar por seu deus e para lutar por seu coração – Me susurré a mi misma, recordando las palabras que mi maestro me había pronunciado con claridad mucho tiempo atrás.

Sin embargo, en esta batalla, no me hacía gracia la idea de pelear por mi "Gracia". Estaba perdiendo la fe y la confianza en la divinidad ¿Cómo podía ser grato ser el juego de un Dios? Suspiré con pesadez mientras ordenaba las prioridades dentro de mi cabeza. Opté por dejar guardado en algún recoveco de mi conciencia, esa nueva y supuesta traición a la cual estaba recurriendo por dudar. Me llevé una mano al cabello y negué con la cabeza, clavando los ojos al suelo… Sin contar que Yarell tenía varios minutos mirándome, expresando curiosidad y preocupación en su semblante…

-¿Estás bien? –Puso una mano en mi hombro. Inmediatamente volteé a verla y asentí.

-Claro…-susurré- Solo que…

-¡Es mi turno! –gritó Ninitsu animada, interrumpiéndome. Yarell la miró molesta y negó con la cabeza, desaprobando su actitud.

-Mejor platicamos después –le dije bajamente. Me miró dudosa, pero al ver mi expresión, sonrió y se sentó una grada mas arriba, dejando para después nuestra platica.

Lastima que nunca podríamos terminarla…

-Te equivocas. Yo soy la mayor, por lo tanto Yo pelearé primero. No te opongas o te amarro al asiento para que hagas caso –Le amenazó Hikarime, cruzándose de brazos y volteándole el rostro.

Ninitsu se puso de pie alterada

-¿Pero qué Demonios dices? –la encaró gruñendo.

-No se preocupen amazonas –Zeus alzó una mano- Ambas son pertenecientes a la misma constelación, es casi como si las dos fueran una sola. Por lo tanto, es mejor que peleen al mismo tiempo –Aclaro sonriendo divertido. Las gemelas voltearon a verlo incrédulas – Hay están sus oponentes –señaló al coliseo- No hay necesidad de perder mas tiempo.

-No vivirán para contarlo - Murmuró uno de los Santos–Soy Ezequiel, caballero del unicornio negro

-Yo Hasse, caballero del Tigre eléctrico –se acercó el segundo, utilizando un tono similar al de su compañero. Querían expresar misticismo en su timbre, sin embargo, para las gemelas fue tan usual que optaron por ignorarles, intercambiando algunos diálogos entre ellas - Y les Puedo asegurar, que entre mi rimo Y Yo, las haremos polvo – Sonrió con sorna, llamando momentáneamente la atención de sus enemigas.

Las gemelas sonrieron mirándose mutuamente, cada una confiaba en la otra, lo que les hacia el trabajo en equipo mucho mas fácil. Por vez primera lucharían de verdad, por un bien propio y ajeno que engrandecía la amistad. Juntaron sus manos y asintieron seriamente, brincando al centro del coliseo para posicionarse frente a su respectivo rival.

Hubo un momento de tensión, donde el viento soplando levemente era el único sonido que se detectaba en toda la construcción. Quienes estaban al centro del estadio, con los pies bien clavados en la arena y respirando lentamente, se miraban acechantes, esperando el mínimo movimiento del enemigo para comenzar a atacar, a pelear para defender su vida y el título de mejor guerrero. Las amazonas de Géminis volvieron a intercambiar fugazmente una mirada y asumieron una posición de combate, echando el pie derecho hacia atrás y varando los puños a los costados. Era momento de apreciar esto con mas eficiencia. Todas nos pusimos de pie en la gradas y expectantes, nos dispusimos a mirar, atentas a cualquier nimiedad que pudiera ser catalogada como una falta en la pelea.

Después de lo ocurrido en la batalla anterior, habíamos entendimos algo: Teníamos que eliminar a nuestro oponente. Por que ser piadosa, le quitó la vida a la amazona de Acuario.

-Realmente deseo que nos den una muy buena pelea –sonrió Ezequiel. Hikarime y Ninitsu asintieron –cuerno eléctrico… -dijo entre dientes

El caballero elevó su cosmo y lentamente levantó su mano. Cuando el ambiente comenzó a irradiar la suficiente electricidad necesitada, con la vista, creó la ilusión de un unicornio corriendo a gran velocidad en contra de las gemelas. El cuerno del animal irradiaba tanta electricidad, que lanzó al aire y alcanzó a las gemelas en cuanto su poder se hubo incrementado. Ambas comenzaron a gritar y a tratar de zafarse de aquel doloroso choque eléctrico, pero no podían. No las había agarrado desprevenidas, fue solo no pudieron evitarlo. El dolor las hizo arrodillarse frente a los caballeros y mientras luchaban recuperar el autocontrol de su cuerpo, los Santos de Zeus las miraban imperiosos, presumiendo un aire de grandeza y superioridad, que en ese momento, casi aseguraba que la pelea ya estaba ganada.

- ¿Lo ven? Ya nos están decepcionando y aun ni siquiera a empezado la acción –Renegó Hasse, llevándose las manos a las caderas.- Hazlo amigo –Le murmuró cortésmente a su compañero

Ezequiel aumentó el voltaje como ordenó el otro santo. Con sorna en la mirada, manejaba a su antojo el voltaje que mortalmente doblegaba a las gemelas, las tenía sobre el suelo, con los músculos a punto de estallarles y con mil punzadas de dolor atosigándoles los sentidos. Se sabía que la batalla no era justa, no estaban en igualdad de condiciones y los oponentes se aprovechaban de ello. Una de las amazonas no portaba armadura: Géminis es solo una constelación, por lo tanto, no tenía la fuerza de protegerlas a ambas. Aunque en este caso la ley de la física argumentaba a favor de Ninitsu, se conoce que el mejor conductor siempre ha sido el oro, y pese a que las armaduras son fieles protectoras de sus portadores, Hikarime estaba sufriendo la gran pena de ser literalmente tostada a cuerpo entero.

Mala suerte supongo.

La simple vestimenta de la gemela mejor, fue un mejor conjunto defensivo. Su cuerpo estaba siendo electrocutado por igual es verdad, pero no sufría la entera agonía de su hermana, quien recibía las descargas con doble potencia. Los caballeros reían sin parar ante tal espectáculo y como aves carroñeras caminaban a sus alrededores, esperando la siniestra presencia de la Muerte.

Se querían convertir en los verdugos de Géminis…

Era un plan divertido tal vez, tentador: Matar a otras dos amazonas, sentir el poder recorriéndoles las venas mientras los santos de Athena perecen en sus manos. Si… Tal vez era un plan siniestro y lujurioso para esos caballeros. Y como si el santo del tigre eléctrico leyera mis pensamientos, sonrió lacónico, volteó a ver a su primo y le hizo señas con ambas manos. Ezequiel asintió sonriendo cuando su atención fue captada y cortó el campo eléctrico de golpe. Fue cuando pude escuchar difusamente el suspiro de alivio que emitieron las amazonas al centro de la arena. La primera en caer fue Ninitsu, quien por estar mas desprotegida, los efectos secundarios del ataque le hicieron mayores daños que a su hermana.

Tal vez fuese verdad el hecho de que la gemela mayor recibió un ataque mucho mas doloroso, sin embargo, al terminar éste, ella contaba con el apoyo de su armadura, quien le brindaba cosmo y espiritualmente le ayudaba a no caer, a no rendirse.

-Ninitsu, ponte de pie –Logró articular, hincando una rodilla al suelo y mirando de reojo a su hermana. Pero ésta no pudo responder- Ninitsu, sé… que puedes hacerlo… No quiero salvarte el trasero esta vez…

Las suplicas eran vanas aparentemente. La gemela aludida yacía en el suelo, recostada boca abajo, con el rostro enterrado en la arena. No tenía signos de conciencia y una de sus manos convulsionaba levemente. Parecía estar dormida, muriendo. Hikarime contorsionó el rostro en un gesto de preocupación y volvió a llamarle, con la esperanza de que la amazona caída pudiera responder, pero nuevamente obtuvo silencio y un constante coro de burlas por parte del enemigo. Se le miraba mal… Pero la fuerza de voluntad que vive latente dentro de su cuerpo le animó a elevar su cosmo una vez mas, anteponiendo primeramente su código de guerrera. Se puso de pie.

-¡Que pena! –Exclamó Hasse burlesco, mirando cómplice a su compañero.

-Creo que se me fue la mano ¡la mate! – Se mofó Ezequiel riendo. El santo se quitó la capa y la arrojó al centro de la arena, en un gesto burlesco por servir tributo a la amazona caída.

Géminis, ante tal acto, gruñó molesta. No podía permitir que se mofaran de esa manera de un Santo de Athena. Puso las manos al frente y juntó los brazos mirando severamente a Ezequiel

-¡ExplosióndeGalaxias! - Desde ese instante imagino que Odiaba a Ezequiel, pero fue buena idea lanzar el ataque para ambos caballeros…

-¡Hazte a unlado Hasse! –Gritó Ezequiel esquivando el ataque.

Pero su primo no tuvo la suerte de poder hacer lo mismo. Sorprendido, se quedó paralizo y abrió grandemente los ojos. Pobrecillo, cuando la amazona de géminis se enoja, puede aumentar más de 3 veces su poder. Tengo entendido que solo una persona lo a recibido antes de esa manera, ya que sobrepasó la paciencia de Hikarime, de quien hablo, estuvo a punto de perder la vida, su existencia quedó pendiendo de un hilo y decidió que era mejor idea dejar de lado los entrenamientos con las bipolares amazonas de la tercera constelación (Ay Red, siempre ocasionando contratiempos).

Pero, volviendo al tema principal.

Cabe decir que todas estábamos, hasta cierto punto, en el centro exacto del suspenso. El caballero de tigre eléctrico quiso cubrirse con los brazos. Pero fue un movimiento equivocado, por que el poder de Hikarime no era nada liviano, esa dama tenia mas fuerza y agilidad de la que ellos dos esperaban. Tenia años enteros perfeccionando esa técnica después de que alguna vez la derroté en una pelea, y en cierto aspecto le herí el orgullo (No me mofo de ello). Pobre Hasse, él ni siquiera tuvo tiempo de respirar una vez mas, la técnica lo había barrido de su sitio y quedó tendido sobre la arena, mirando –sin expresión- al cielo.

La mayor de las gemelas aprovechó todo este espacio de tiempo "libre" y corrió hacia su hermana, había atacado con esa técnica para darse unos cuantos segundos y verificar el estado de Ninitsu. La tomó entre sus brazos y delicadamente la volteó, retirando los mechones de pelo que habían quedado esparcidos por su rostro. La miraba intrigante, le analizaba cada parte de la cara: Los ojos, nariz, boca, mejillas, buscaba –aparentemente- un indicio del cual basarse para saber que su hermana estaba bien, y afortunadamente, lo encontró. Hikarime suspiró tranquila: La gemela menor solo estaba inconsciente. Sin embargo, aquella faceta de hermana aprehensiva terminó en cuanto se hizo ese descubrimiento. Géminis sonrió maldosa y zangoloteó entre sus manos a Ninitsu, dándole agresivas palmadas en las mejillas para hacerla reaccionar, cosa que logró casi inmediato.

La amazona arrugó el rostro al instante que comenzó a sentir ese 'nuevo' dolor y apretó las manos a los costados, despertando de un brinco y empujando con alevosía a su gemela, quien cayó sentada hacia atrás, contrayendo el rostro en una apacible mueca de tranquilidad. Relajó los hombros…

-¡Me alegra que estés bien! – Proclamó contenta, abrazando con fuerza a su hermana menor mientras la aludida hacía vanos esfuerzos por quitársela de encima.

Supuse que esa suerte de hermanas, en este caso Hermanos la deseaban algunas personas que estaban presentes en ese momento. Suspiré agobiada y Levanté la vista unas cuantas gradas mas arriba: Noté que Saga miraba apenado como Kanon observaba la buena hermandad y amistad que esas gemelas tenían. Esa hermandad que era envidiada y deseada por los gemelos.

"Cuanto hubiera dado por tener esa amistad con él… Por abrazarlo y que nunca hubiera existido esa rivalidad que hubo, esa que nos destruyó la vida." Me dijo alguna vez, prestándome esa oración para plasmarla en este libro.

Pero. Volviendo al tema…

-¡Maldita! –Gritó Ezequiel enérgico, levantando bruscamente del brazo a su primo, quien ya estaba un poco más consciente…

… Y arrojando grandes cantidades de sangre por la boca y nariz, el santo se dejó zarandear sin poner resistencia. Las piernas le temblaban y mantenía la vista perdida, desorbitada, sin querer enfocarla en el caballero del unicornio negro. A lo que la distancia me permitía observar, el pobre hombre hacía esfuerzos sobrehumanos por llenar de aire sus pulmones y su cara anunciaba que hubiera deseado jamás confiarse de la manera en lo que hizo minutos antes.

-¡Me las pagarán! – Gruñó Ninitsu entre dientes. Tenía empuñadas ambas manos y se había puesto de pie en cuanto observó movilidad por parte enemiga. Claro, no está de más mencionar que había encendido su cosmo, una energía ateniense, sagrada, llena de agresividad y rencor. Pudimos casi jurar entonces, que los santos de Géminis ya eran libres- ¡Dimensiones paralelas! –atacó con toda su furia contenida.

El poder que viajaba a la velocidad de la luz contra los Santos de Zeus, no era una técnica en común, la amazona de Géminis siempre ha tenido la tendencia de cargar su cosmo con las emociones mas negras y perecederas que siempre ha tenido atadas a su alma.

Frustración, odio, rencor… Amargura, todos esos sentimientos son los que hemos encontrado –a lo largo del tiempo- en la oscura cosmoenergía que su presencia emana. E incluso, puedo decir que es de esa manera como le hemos diferenciado a través del tiempo. Pensábamos –estupidamente- que de esa manera ella se podría mantener equilibrada en una actitud 'no tan buena', pero por lo menos 'tolerable'. Y esta pesadilla comenzó para Ninitsu, cuando alguna vez, en nuestra falta de criterio, le quisimos juzgar por ser el "rostro malvado" de géminis. La reducimos, aplastamos y dañamos de tal manera que un tiempo después, la simple palabra "perdón" ya no tenía valor para el dolor de la gemela.

Los resultados de nuestro crimen, siempre han permanecido latentes en su alma, y en esa nueva pelea, lo demostraba brillantemente…

El cosmo se miraba Magnifico. Escalofriante al mismo tiempo, pero eso no le quitaba la grandeza de destrucción Cubrió todo su cuerpo en un aura oscura y después salio expulsado con energía hacia ambos caballeros, los partiría en miles de pedazos para mandarlos a viajar por distintas dimensiones, al menos esa era la idea principal. Debo admitir que ha sido una ventaja y bendición que nunca ha usado una técnica parecida contra mí, no me imagino que movimiento usaría para esquivarla... En todo caso que pudiera hacerlo.

-¡Muévete, ahora!

Hasse empujó a su primo a un lado en un afán de librarlo del escalofriante destino que Ninitsu les deparó. Sin embargo, en el acto, éste mismo no pudo escapar. Salvó la vida de su compañero, pero pereció al intentarlo: Lentamente observamos como su cuerpo se partió en cientos de pedazos y se fue a viajar por distintas dimensiones cuando la dimensión lo alcanzó. Se había condenado a permanecer de esa manera el resto de su existencia, claro, si su captora lo decidía así.

- Qué demo…

Ezequiel calló al suelo pesadamente y miró sorprendido como el cuerpo de su primo se esfumaba en fragmentos. Para él, el momento peligroso acababa de empezar ¡Dos contra uno! Claro, eso también pasaba por mi mente. Me preguntaba qué diabólico plan estarían pensando para él las amazonas.

-Yo desee lo mismo, pero de ustedes – suspiró Ninitsu –Deseé que nos dieran una buena pelea –sus ojos se tornaron fríos- Pero no eres mas que el remedo de un caballero ¿Que haces aquí, en la "Elite" de Zeus? –Levantó su mano para darle fin

-¡A no! –gritó Hikarime desde atrás. Ninitsu volteó a verla con inocencia, igual que Ezequiel, aunque a este ultimo añadámosle una expresión lastimosa- Este me toca a mi –sonrió malévola.

El caballero se puso de pie y gruñó elevando su cosmo

-¡Yo no tendré el mismo destino que el estúpido de Hasse! Él murió por que fue Débil… No se compara conmigo–ambas gemelas sonrieron mirándolo, burlándose a simple vista de la confianza personal de ese guerrero. Ezequiel rabió notoriamente y estiró los brazos frente a si mismo

-Me parece genial, Ezequiel –Susurró Ninitsu con sarcasmo, acomodando coquetamente su falda de entrenamiento- Pero ya no me toca a mi elimin… –su voz se cortó de golpe y se llevó una mano a un costado, queriendo tomar gruesas bocanadas de aire. Tenia una quemadura en la zona que sostenía con sus manos, no se miraba muy grave, pero algo de cuidado- aun me tengo que divertir mirando mentalmente como tu queridísimo primo sufre – Esbozó una sádica sonrisa. A veces pienso que No me equivoqué al decir que era la cara malvada –Yo me sentaré aquí a observarte perecer.

Se dejó caer en la arena como había advertido y quedó sentada, tomándole mas importancia a su herida, la cual revisó fugazmente y después abandonó. No estaba muy cerca de su hermana y su oponente, más bien a la distancia tolerable para darle espacio a ambos.

-Has resistido bastante –Rió la gemela mayor- ¡Claro! Solo has "resistido" por la ayuda de tu primo, sin él ya estarías hecho pedazos. Pero te concederé un honor ¿Sabes? Te acabaré con mi mejor técnica –se burló nuevamente, aumentando pasivamente su cosmo.

-¡No me hagas reír! –gruñó nervioso el oponente – ¡Cuerno eléctrico!

-No, no dos veces –Negó Géminis con el dedo índice.

Sonriendo, la amazona dio pasos lentos hacia delante. El ataque de Ezequiel la envolvió, pero ella parecía no inmutarse, es lógico: no hay técnica que se pueda usar dos veces contra un santo de Athena. Cualquiera bien experimentado en combate lo sabría. Por lo que Géminis seguía acercándose intimidante a Ezequiel, la electricidad la tenia cubierta, pero no le hacia ni cosquillas, supongo que creó una especie de barrera interior, ya estaba preparada para cualquier acto parecido. Y como reacción el santo se quedó helado, creo que era la primera vez que le hacían algo parecido, que lo intimidaban de tal forma. Pronto, la amazona lo tomó por el cuello, sin encontrar resistencia alguna del atónito caballero, en su mano libre se formulo una bola de energía que levantó a la altura de su cabeza, ensombreció la mirada y aumentó más el poder.

Se acerco al oído del caballero y sonrió…

-Creía que serias un oponente formidable, pero no fuiste más que una pequeña y momentánea piedra en el zapato. Espero que en tu próxima reencarnación seas realmente un guerrero honorable… –susurró con elegancia–Pero no te quitaré la vida aun, solo te dejare varado en ti mismo hasta que tú solo encuentres tu fin¡Autodestrucción!

El hombre abrió los ojos asustado, aquel poder se introdujo en su cabeza mientras Hikarime le decía varias cosas al oído, cosas que no quiso comentarnos después. El caballero se puso a gritar terroríficamente asustado, pero ella lo soltó de inmediato y giró, caminando hacia su hermana, quien se puso de pie y la siguió hasta nosotras. Dejando atrás al caballero que antes casi les había matado: Ezequiel se tomaba el cabello, arrancándoselo con desesperación, gritaba cosas en un dialecto desconocido y se arrastraba por el suelo. Lo siento por él, pero como dije antes: No debíamos ser piadosas. Después de lo que pasó, ya no podíamos darnos ese lujo.

Después de unos cuantos segundos, las hermanas llegaron con nosotras y rápidamente todas volteamos a ver a donde estaban presos los caballeros. Los gemelos ya se encontraban en un nuevo lugar, junto a los santos que eran libres. Sonreí calmada y descansé la espalda, tenia mucha tensión en ella.

-¡Que desperdicio! –Comentó Zeus ofuscado – Pensar que los consideraba los mejores guerreros de mi orden –negó llevándose las manos a las sienes –Realmente debí dudar el mandarlas con Athena ¡Son Estupendas! Creo que me arrepiento un poco–sonrió con enfado. No obstante, tomó aire para agregar algo más- Bien amazonas, les ofrezco un descanso, necesito atender asuntos. Las batallas se reiniciaran mañana en la mañana –Nos aseguró- Lleven a esa muchacha al templo de las rosas, allí la limpiaran y la sepultaran –Finalizó con indiferencia. Y ante tales palabras, el estomago se me comprimió.

Creedme, si no fuera el Dios de Dioses, en ese momento lo habría atacado con todo el poder de mi cosmo… Sin importar perder la vida en el intento.

Ante nuestras miradas, el dios desapareció del coliseo. Se llevó a los santos que aun no eran liberados y dejó una estela de cosmo tras de si, murmurando algunas palabras in-entendibles. Admito derrotada que el ver esos rostros prisioneros, me dejó un vacío en el pecho. Intenté por varios minutos animarme a mi misma, diciéndome internamente que pronto les volvería a ver libres y con el regocijo de respirar el aire puro del santuario…

Por: Aeris


Editado.

Traducción:

Portugués-español: luchar por aquellos a quienes aprecias, luchar por tu Dios y luchar por tu corazón

Até Logo.

Por: Fantasía de un ángel