PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I: Propuestas en la oscuridad
Era más de medianoche, y la luna menguante brillaba débilmente en lo alto del cielo. Una joven de 16 años despertó sobresaltada. Se pasó la mano suavemente por la cabeza tratando de recordar lo que estaba soñando. una playa de arenas blancas y un templo en un bosque. un manto gris y una joya verde. una espada y una gota plateada, y al final. una oscuridad profunda, con un terror inmenso que provenía de ella.... Dejó su ensimismamiento por un apremiante deseo de salir. Se vistió de prisa y abrió la ventana. La noche era tibia, y una brisa ligera le acarició la cara. Salió procurando no hacer ruido, y caminó sin rumbo por un tiempo, o al menos eso le pareció, hasta que una voz la llamó desde las sombras. - Usted es Sakura, a menos que mis ojos me engañen
- Sí - respondió esta, mientras observaba a su interlocutor. Era un hombre alto, de cabello oscuro y ojos profundos color lila. Su voz era solemne y grave, y revelaba una sabiduría y nobleza semejantes a las de un rey. entonces se percató del incómodo silencio que había, y sintió que debía romperlo.
- ¿Quién es usted?
-. No debe saberlo ahora - dijo al fin -. No la llamé para eso.
- ¿Cómo? ¿Usted me llamó? ¿Para qué?
- Sí. Para ayudarla. Tiene una carga pesada e involuntaria, que superará sus fuerzas dentro de poco.
- ¿De qué habla? - preguntó recelosa.
- De las cartas, y de sus guardianes.
- Ellos no son una carga - dijo enfadada
- Ahora quizá no, pero pronto lo serán, y tendrá que elegir entre ellos y sus seres queridos.
- ¿Es una amenaza?
- No. Es un aviso, y una oferta. Déme su permiso, y los llevaré a un lugar seguro.
- ¿Ah, sí? Dígame, ¿cuál es un "lugar seguro"?
- Donde el enemigo no pueda encontrarlos.
- ¿El enemigo?
- Sí. Tratarán de acercarse a usted con palabras amables, y antes de que se de cuenta, le habrán quitado su vida, su familia y su libertad.
- Pero.
- Sólo piénselo. Que descanse. - dicho esto, alzó una mano, y Sakura ya no supo nada más.
CAPÍTULO I: Propuestas en la oscuridad
Era más de medianoche, y la luna menguante brillaba débilmente en lo alto del cielo. Una joven de 16 años despertó sobresaltada. Se pasó la mano suavemente por la cabeza tratando de recordar lo que estaba soñando. una playa de arenas blancas y un templo en un bosque. un manto gris y una joya verde. una espada y una gota plateada, y al final. una oscuridad profunda, con un terror inmenso que provenía de ella.... Dejó su ensimismamiento por un apremiante deseo de salir. Se vistió de prisa y abrió la ventana. La noche era tibia, y una brisa ligera le acarició la cara. Salió procurando no hacer ruido, y caminó sin rumbo por un tiempo, o al menos eso le pareció, hasta que una voz la llamó desde las sombras. - Usted es Sakura, a menos que mis ojos me engañen
- Sí - respondió esta, mientras observaba a su interlocutor. Era un hombre alto, de cabello oscuro y ojos profundos color lila. Su voz era solemne y grave, y revelaba una sabiduría y nobleza semejantes a las de un rey. entonces se percató del incómodo silencio que había, y sintió que debía romperlo.
- ¿Quién es usted?
-. No debe saberlo ahora - dijo al fin -. No la llamé para eso.
- ¿Cómo? ¿Usted me llamó? ¿Para qué?
- Sí. Para ayudarla. Tiene una carga pesada e involuntaria, que superará sus fuerzas dentro de poco.
- ¿De qué habla? - preguntó recelosa.
- De las cartas, y de sus guardianes.
- Ellos no son una carga - dijo enfadada
- Ahora quizá no, pero pronto lo serán, y tendrá que elegir entre ellos y sus seres queridos.
- ¿Es una amenaza?
- No. Es un aviso, y una oferta. Déme su permiso, y los llevaré a un lugar seguro.
- ¿Ah, sí? Dígame, ¿cuál es un "lugar seguro"?
- Donde el enemigo no pueda encontrarlos.
- ¿El enemigo?
- Sí. Tratarán de acercarse a usted con palabras amables, y antes de que se de cuenta, le habrán quitado su vida, su familia y su libertad.
- Pero.
- Sólo piénselo. Que descanse. - dicho esto, alzó una mano, y Sakura ya no supo nada más.
