…ELLOS FUERON EL MOTIVO…
Podemos sonreír aun?..
2da Parte
.Tal vez recordemos el pasado. Solo dame un final feliz…
(.Misschien herinneren wij het verleden. Gelukkig eind...)
Capitulo XX
El cuerpo y el alma deben siempre permanecer en pacifica comunión, para que el individuo pueda solucionar el transcurso de su vida, con decisiones sabias…
Pero de pasar todo lo contrario, debe apegarse a las normas que la vida le exige. ¿Se puede encontrar paz en una mente trastornada por el rastro del mal? Que locuras, que malas decisiones y que tonterías se han vivido solamente por el simple hecho de nacer bajo el pecado de la… Mortalidad. Aunque… aunque si no se hace nada para poder editar lo que alguna vez se consideró pecaminoso: Aquel ser, aquella esencia; esta sencillamente condenada a los juicios bajos, y a un castigo por la eternidad y por sobre el tiempo.
Sin embargo; Un ser que no tiene consciencia y pensamientos de redimirse de algo que no considera maligno, ¿también es condenado como una alimaña? Que difícil es el solo hecho de subsistir día con día, en el hermoso territorio 'dominado' por el hombre. Sus bellezas son tan mortales, como el cero absoluto…
Ser un miembro, una amazona o ya sea un caballero de la elite de un Dios, es algo privilegioso, un motivo para emanar un poderoso orgullo de cada poro, y vivir con la sonrisa "pintada" en el rostro. Pero… ¿Aun así tenemos que doblegarnos ante la necesidad de sentir el perdón sobre nuestro espíritu? Una vez más, un momento mas de vida me bañaba con los primeros rayos de luna que reflejaban mi cabellera azul rey. No tenia mucho rato que había salido del onceavo templo, por lo tanto aun estaba subiendo escalones, para atravesar Piscis, y por supuesto, llegar al templo de Athena. No miraba nada común desde que desperté, pues al entrar al templo de la amazona de Piscis no me había recibido ese exquisito aroma a flores formalmente cuidadas y finamente tratadas. La amazona parecía estar ausente en su custodiado territorio, y poniéndole más atención al momento, todo el santuario se sentía cubierto por una soledad fatal. Uno que otro ser con energía cósmica un poco mas arriba al rango de Bronce se podía sentir, aledaño, caminando con cuidado por los bordes del Santuario, sin embargo, el resto del hogar de Athena, se sentía totalmente abandonado.
Una explicación lógica no encontraba. Los santos dorados acababan de volver a la vida, me preguntaba por que no les estaban celebrando como se debía, ¿A que le rendían tanto silencio? Como dominante del hielo, las preguntas pasaban disimuladamente por el interior de mi cabeza, mientras no dejaba de rastrear con mi cosmo todo el perímetro del Santuario. Por fin, estaba saliendo de Piscis y comenzaba a subir las escaleras, para llegar al templo de mi Diosa, cuando en la sexta casa recibí una respuesta, alguien más había encendido su cosmo al sentir mi presencia buscando algún rastro de vida…
Comenzaba a preocuparme, Athena no debía salir del santuario, menos con las condiciones que teníamos regidas sobre nosotros. Espere unos momentos en medio de la escalinata, pero Aeris no aparecía en el campo visible, su llamado había sido para confirmarme su estadía junto a mi, en el recinto sagrado. Sin embargo no llegaba, como debía hacerlo. Me desesperé, preocupada, y sin expresión en el rostro emprendí de nuevo aquel corto camino que me restaba, llegué a las puertas del principal templo y estiré mis manos frente a mí, para tratar de abrir aquellos grandes portones. Pero no fue necesario. Las puertas obedecieron alguna extraña orden y se comenzaron a deslizar hacia adentro, dejándome libre el camino alfombrado, hasta los pies de Athena. Lo que aproveche sin asombro. Avancé con calma hasta quedar unos cuantos metros antes del trono, que le debería pertenecer al patriarca, y con atención observé. Las puertas se cerraron tras de mi y varias antorchas se prendieron por sobre la pared, sin embargo; el trono estaba vació.
Mi educación es poderosa, mis sentidos están desarrollados a niveles excelentes y mi fuerza es peligrosa, sin embargo, tenía una pequeña vocecita que me incitaba a adentrarme más allá de aquel 'vacio' trono. Me decía que lo hiciera, que todo estaría bien… Pero mi fuerza de voluntad y mi afición por acatar las normas me obligó a permanecer de pie, allí, en medio de la alfombra roja y dándole frente al trono…
-Shion, antiguamente caballero de Aries, ahora patriarca de este recinto sagrado, así me conocen. Preséntate como es debido, amazona –escuché, solamente deduciendo que la voz venia desde atrás del trono, una voz masculina, anunciando sabiduría y exigiendo respeto, aun cuando no mencionara una sola palabra al respecto.
Entonces si lo habían logrado, habían llegado juntas hasta el final y fructíferamente pasaron todo reto que se les impuso. No necesité mucho material para procesar los eventos del momento. Inmediatamente hice una profunda reverencia y recargué una rodilla en el suelo, presentando mi educación ante el ser que hablaba desde la espalda de su trono. Que calma sentía, que descanso interior se apoderó de mí, cuando entendí con adicción los esfuerzos extraordinarios que todas ellas, amazonas del zodiaco, habían tenido que hacer; para enmendar el camino de quienes alguna vez protegieron con ahínco, aquel recinto sagrado.
-Amazona de Acuario, Ligabiss –contesté pasivamente, mirando el suelo.
-Ligabiss de Acuario, puedes ponerte de pie –sugirió. Sus pasos resonaron por el templo semi-vacío cuando comenzó a caminar hacia mí. Yo obedecí y me paré, mirando con discreción y respeto a quien se acercaba a mi persona- Pero ¿Cómo puede ser? Tus compañeras te anunciaron como fallecida, amazona, y yo mismo miré tu dolorosa muerte. Un aire de gozo y tristeza inunda el santuario, tanto como la preocupación no se aleja.
-
-Su divinidad Zeus ha pedido que sus almas sean redimidas de la muerte. Le encomendó a mi señora que mandara uno de sus guerreros a hacerse cargo de su regreso, por lo tanto, mi Diosa me lo ha pedido a mí. Tienen otra oportunidad de volver a la vida, amazonas – Habló con paciencia. Sin embargo, esa era la noticia mas… linda que había escuchado, me sentí llena de gusto por dentro, aunque por fuera aparentara la mas despectiva mueca de indiferencia- ¿No les alegra escuchar eso? ¿Cómo es que no cambian sus rostros amargos, por una expresión de felicidad?
-No nos malinterpretes, Touma –respondió Aeris con calma. Yo y el ángel la miramos – por dentro te puedo decir que brincamos de regocijo por la noticia que nos acabas de brindar, sin embargo no acostumbramos a mostrar tanta emoción cuando recibimos información valiosa, en este caso; información adorable. Claro que te seguiremos –continuó Aeris, mirándome- Vamos Ligabiss – yo asentí en silencio.
-
-Su Deidad Zeus, por una razón extraña para mi, ha decidido que se me devolviera la vida, su alteza –respondí, no hacia otra cosa que lo que me pedían. No pensaba hablar de mas, tampoco mostrar emociones que fueran al caso, es verdad, me sentía emocionada de volver, pero al mismo tiempo una sensación extrañamente melancólica, me envolvía. Su alteza me miró comprensivamente y tomó mis manos con las suyas…
-Estoy agradecido de corazón con todas ustedes, Ligabiss. Mis nuevas hijas – dijo, reprimiendo muy expertamente sus demás emociones, aunque no pudo evitar abrazarme fraternalmente…
lo que me llevo a tener millones de sensaciones que me pasaron por la mente instantáneamente… Era la primera vez que alguien me abrazaba con tanto cariño, agradecimiento y bondad. Su alteza estaba agradecido de corazón, por el acto que nos esmeramos en cumplir. Por fin habíamos clausurado una historia mas… Ellos estaban de vuelta, en donde siempre debieron permanecer.
Su alteza me soltó y me tomó por los hombros, mirándome unos instantes mas, tal vez mi semblante inexpresivo le causo curiosidad, ya que otra hubiera sido y hubiera derramado lágrimas y soltado llanto imparable. Pero yo no, lo miraba con respeto y con la comprensión que se le puede tener a una persona que ha sido rescatada de un tormentoso y frívolo lugar, sin embargo, nunca permitiría que las lágrimas inundaran mis mejillas. Su alteza Shion me soltó completamente y caminó hasta su trono, en el cual tomó asiento y acomodó con cuidado su túnica.
-Ligabiss, deberías partir de inmediato al hospital, dos hermanas de armas tuyas, se encuentran internadas en el, y con dificultad luchan por permanecer en este mundo. –me anunció. Parpadee varias veces, un tanto sorprendida e inmediatamente asentí.
-En unos momentos estaré rumbo al hospital, su alteza.
-Puedes retirarte. Pero antes, dile a la amazona de la sexta casa, que no es necesario que venga primero hacia mí, después tendremos todo el tiempo necesario para formalidades, ahora deben partir al hospital, en donde también encontraran a su divinidad Athena…
Me incliné, en manera de respeto y salí del templo principal. A paso apurado bajé las primeras seis casas del zodiaco, hasta que llegué a la de Virgo. La cual se sentía llena de vida, era como si regocijara al saber que tiene de vuelta a dos guerreros que hacen e hicieron todo lo posible por mantener a salvo la existencia de la tierra, y la salud física de Palas Athena. Aeris es una excelente amazona, poderosa, seria y muy severa. Muy rara vez puedes apreciarla riendo, o participando en las brutalidades que las demás amazonas hacen, cuando se es celebrado un festejo de aniversario o simplemente por ocio. Yo he encontrado una bonita amistad con ella, y se que en nadie mas podría confinar mis secretos, como lo hace ella.
Continué avanzando hacia adentro y me detuve unos metros antes de llegar a la puerta. Detrás de mi estaba alguien, sentía la mirada clavada en la nuca, hasta que voltee y dibujé una media sonrisa, al ver a mi compañera de armas con los brazos cruzados, sin dejar de mirarme, con algo de alegría en su rostro…
-Vamos, Aeris. Tenemos que llegar al hospital, me ha informado su Alteza Shion; que hay dos de nosotras internadas por fuertes motivos –anuncié, girando de nuevo, para salir.
-Inmediatamente, no perdamos tiempo –contestó y salio de su templo detrás de mi.
A ambas se nos había concebido una segunda oportunidad para poder vivir nuevamente, se nos había dado un bonito regalo que podíamos apreciar día con día, al pasar de los años y del respiro de nuestra alma. Yo por lo tanto, me aplicaría la vida en manera de pasatiempo, continuaría de pie por siempre, viviendo y disfrutando de las ocurrencias de quienes me rodean. Ligabiss, amazona de la orden de Athena. Un titulo que batallé hasta la misma muerte por conseguir y mantener en lo alto. Tenía en la cabeza miles de métodos por pasar, pero sobre todo; vivir.
La lucha de gigantes acababa de ser dada por finalizada. La pesadilla no estaba dispuesta a seguir siendo vivida por nosotras. No iba a ocultar que he cometido muchos errores, los cuales sentía que debía enmendar con paso calmado y al mismo tiempo con rapidez necesaria. Sin miedo, continuamos marcando aquel camino, trazando las líneas del futuro, sin ayuda de nadie más que nuestra sola voluntad…
Por: Ligabiss…
Me disculpé frente a ella, con el resto de mi hermandad. Me acerqué con cuidado a su cama y la abrasé con fuerza y con cuidado de no lastimarla…
Ninitsu parecía hacer tremendos esfuerzos por no llorar. Voluntariosamente las lagrimas no corrían por sus mejillas, pero si nos miraba con incredulidad a la mayoría. Lo que mas contenta me tenia, es que por fin volvíamos a ser como antes, nuevamente estábamos sin miedo a nada, y mostrando esa voracidad con la que hacíamos dudar al enemigo, a la hora de enfrentarnos. Ningún ser ha osado insultarnos o mostrar arrogancia frente a quienes sonreímos con los malos tratos. Ninitsu siempre fue una de las más calladas, pero sobre todo la más superficial y aledaña a todas nosotras. Todo el tiempo supe que se encontraba lastimada, que estaba mal, y nunca me esforcé de mas por ayudarla, no me bastó con verla herida y llorando en silencio todo el mal que se le hacia día con día. Alguna especie de monstruo ronda dentro de mí, y yo no hice nada por derrumbarlo…
Me sentí mal, me sentí terriblemente triste y llena de culpa. Me tienen clasificada como el ser mas lindo del santuario, yo soy quien mas ayuda brinda, quien trata de hacer que los malos sentimientos se alejen; como si fuesen plumas al viento, o que la culpa disminuya; como carbón al fuego. Pero nunca tuve una idea, aunque sea pequeña, de cómo se sentía mi compañera de armas, la cual estaba siendo devorada por su propia frustración…
Cáncer y la gemela menor, necesitaban a gritos ayuda nuestra, pero nadie se la dio, y siempre se les negó la mano. No se de que fuimos presas, no se por que no pensamos en ser mas coherentes y congruentes. Ahora, en esos momentos Red moría, siendo sometida a una cirugía, la cual decidiría su siguiente pasó a dar.
-Lamento tanto mal que te causamos, Ninitsu de Géminis –susurré, mirándola con pena.
-Ya no hay nada que lamentar, Yarell. Todo quedó dentro del pasado, y ahí debe permanecer sin ser removido. –Contestó, posando su vista en cada una de nosotras.
-Ninitsu –se adelantó su hermana- quiero que sepas, que yo siempre estaré a tu lado, siempre me tendrás junto a ti, pase lo que pase, te quiero mucho, mi querida hermana –vociferó Hikarime, también abrazándola con fuerza.
-Lo se, Hika, siempre supe y siempre lo creí dentro de mis niveles de esperanza. Nunca dejé de esperar por ti y por el cariño que se, siempre estuvo presente, pero muy empolvado. –respondió, demasiado contenta.
Ninitsu de géminis, se encontraba ya un poco mejor, el pitido de las maquinas a sus lados indicaban que su sistema cardiovascular seguía funcionando, y las agujas de sus brazos le administraban medicina, aun así, no se le notaba demacrada, ni decaída. Al parecer, el que por fin le hayamos aceptado en uno de nuestro estupidos planos, la trajo de vuelta al mundo de lo vivos. La gemela, suspiró y se cruzó de brazos, mirando hacia fuera, a través de la ventana. El viento no dejaba de entrar pasivamente, al mismo tiempo que el aroma a flores invadía el cuarto con ahínco. Cada una de nosotras se encontraba rodeando la cama de la gemela, y unas cuantas; luchaban para que el llanto, o los sollozos no se hicieran notar.
La verdad, ese a sido uno de los momentos mas bellos de nuestra convivencia como hermanas de armas. La igualdad que se forjó en ese mismo instante entre cada una de nosotras, demostró lo que las palabras y las reflexiones pueden llegar a realizar. Un buen desafió se nos impuso, y al final de todo, pudimos tomarlo y vencer, como buenas guerreras.
-Si al menos pudiéramos estar todas juntas –se lamentó Koremi con pena, dejando escapar después un largo suspiro.
-No te aflijas, amiga. Se que ellas están descansando en un lugar bonito, los campos Eliseos las acogieron a ambas, y ahora nos miran y con su luz nos protegen. Ellas partieron; Encomendándonos el destino de nuestra Diosa. –Consoló Meludi, poniendo una mano en el hombro de la Taurina.
-Así es, pero… No creo que continuemos cuidando de cerca a nuestra querida niña Athena, ¿o si? –Preguntó Sharyoli algo confusa.
-Deberíamos pensarlo entre todas. Además, aun queda un espacio vacío aguardando por nosotras, mas arriba del cielo –Interrumpió Teris –Amazonas, nuestro trabajo ha sido concluido en la tierra…
-Es hora de dejar que los elementos naturales de este planeta, se encarguen de protegerlo desde sus perspectivas… Por el momento debemos preocuparnos por las condiciones de Red y Ninitsu.-Mencioné, sin dejar de pensar en como estaría siendo llevada a cabo la operación de la muchacha de Cáncer.
-Esperemos que la bendición de los dioses se pose sobre ella –recitó Melanie esperanzada.
-Por favor – repetimos a coro
Después de platicar mas animadamente, esperando con ansias el momento en que se nos dieran noticias de Red. Un detalle cautivó la atención de todas, un llamado a la puerta hizo que suspendiéramos momentáneamente la charla animada, sobre nuestras tantas aventuras cuando éramos un poco más jóvenes. Extrañamente los sueños habían invadido por completo la merced de nuestros pensamientos y nos dejábamos llevar por las palabras que salían de la boca de quienes narrábamos. Por la historia que mas nos conmocionamos y al mismo tiempo buscamos conocer mas a fondo es la que esos tiempos, acabábamos de vivir, un viaje al mismo estadio de Zeus, en el que peleamos a muerte y al final obtuvimos lo que esperábamos. La vida hasta ese momento, nos estaba comenzando a sonreír. Habíamos parado de dormir frente al sol, para despertar junto a la hermosa luna.
Al final, Eryosdil es quien se había desesperado de ver que ninguna se movía para atender aquel llamado, y ella misma se puso de pie, caminó con decisión hasta la puerta y giró la perilla. Cuando asomó el rostro y vio de quien se trataba, se quedó paralizada, como si el veneno de sus propias técnicas le hubiese recorrido las venas y la hubiese puesto en señal de aprietos. Cada una de nosotras, mostrando nuestra evidente curiosidad, preguntamos en voz baja que ocurría, pero la amazona no articulaba palabra alguna, se mantenía sorprendida sin pretender hablar en lo más mínimo.
-No te alegras de vernos, Eryosdil? –se oyó una gélida voz, insertando al mismo tiempo algo de burla…
Eryo no fue la única que se quedó en una sola pieza, creo que la mayoría de todas nosotras se quedó sin habla y mucho menos sin nada que pensar. Yo me encontraba sentada en la cama, a los pies de Ninitsu, y miraba con asombro la ubicación de la entrada, mientras la puerta aun se mantenía estática. Al menos, hasta que se abrió de par en par, pero con respetuoso cuidado. Ahí estaban, de pie; Aeris y Ligabiss se mostraban ¿vivas? Y de pie, mirando con algo de nerviosismo a cada una de nosotras. Juro que por unos momentos creí que se trataba de un juego, pensé que Zeus no había aceptado tan fácil su derrota y había mandado esclavos mentales, para concluir, o tratar de eliminar al menos a unas cuantas de nosotras.
-¡No puede ser! ¡Ustedes están muertas! –gritó Laina, de lo mas desconcertada.
-Lo estábamos –corrigió Aeris, adentrándose un poco- Pero Zeus decidió que era bueno darnos una segunda oportunidad…Después de todo, demostró no ser tan horrendo como lo creímos…
-Esto…! Esto es mas que increíble! ¡Es algo tan bonito, que alegría tenerlas entre nosotras! Chicas, cuanta pena nos dio mirar que habían muerto… ¡Pero ahora! –Sharyoli corrió hacia ellas y las abrazó a ambas, con gustó y cariño. Aeris devolvió el gesto, seguida de Ligabiss.
-Admito que nos costo trabajo, pero al final pudimos volver, gracias a la ayuda de Touma, ángel de Artemisa –recalcó Liga
Todas caminamos hacia ellas y empezamos a recibirlas, demostrando el deseo que teníamos por volver a verlas y tenerlas entre nosotras. Cuando llegué con la amazona de Acuario y la abracé pude ver en su rostro la pena que sentía, aunque lo ocultara, sentía pena por ver el estado en el que nos habíamos encontrado, platicando nerviosamente, mientras esperábamos aunque fuera una pequeña noticia de nuestra compañera; Cáncer. Terminando de hacerlas sentir nuevamente vivas entre nosotras, Ligabiss y Aeris caminaron rumbo a Ninitsu, quien las miraba expectante.
Ligabiss hizo una leve reverencia ante Ninitsu y mencionó unas palabras en un idioma desconocido por nosotras, el idioma de su tierra natal; Alemán, se acercó a la cama de la gemela menor y la miró a los ojos, dibujando una pequeña sonrisa en su rostro, algo que sabíamos; era algo difícil de conseguir.
-Amazona de Géminis, he venido a corregir los errores que se, he cometido sin tanto esfuerzo. En esta y en otra vida, se me han mostrado claros y malamente hirientes hacia su persona. Siento que debo pedirle disculpas, de todo corazón; Ik voel het- excusó delicadamente, esta vez, sin mostrar tanto hielo en sus palabras.
-Y no solamente ella, también me disculpo ante ti, Ninitsu de géminis. Perdona las ofensas y los malos ratos, te juro por mi vida, que no pasaran jamás… -le siguió Aeris, acercándose también a la cama.
Ninitsu las miró con una sonrisa en su rostro y asintió, sin mucho esfuerzo. ¿Cómo podía negarles una disculpa? Después de todo, es como ella nos dijo; lo que mas deseaba en el mundo, una disculpa de quienes en vida le hicieron tanto mal, a pesar de ser sus hermanas y compañeras. Espero que esta amazona, de ese momento, hasta siempre, viva llena de paz y cariño. Son deseos que le tengo, desde el fondo de mi corazón.
-Ligabiss de Acuario, Aeris –dijo, sin dejar de sonreír- No soy nadie para juzgar sus malas acciones en el pasado, sin embargo, os perdono a las dos. No hay nada mas en el interior que rasgar, todo queda olvidado, para siempre…
-¿! A QUE NO SABEN QUE? – Entró Melanie, corriendo. ¿Cuándo fue que salió del cuarto? No me lo pregunten, nunca la miré – ¡RED! ¡Es decir… Salio PERFECTAMENTE bien de la operación!
Varios gritos de alegría se dejaron escapar por parte de todas…
Este es un bonito recuerdo, un momento memorable, que por siempre llevaremos en la memoria, nada ni nadie; nos podría arrancar lo que ni siquiera nos esforzamos por recordar, ya que, es una flor que siempre esta abierta, mostrando la belleza de su centro. Hubo momentos críticos, tensión, dolor y ferocidad en los combates, sin embargo, repito: la esperanza nunca cedió…
Por: Yarell…
…Y por todas las que compartimos momentos de hermandad. Esta es mi vida, esta es nuestra vida; la vida de mas de una amazona…
----------------------------------------------
N/A: Ya era hora ¿no? Bastante hice esperar este momento, bastante, que hasta yo me canse de esperar. La verdad espero de corazón que les halla gustado, y si creen que dejare de escribir; ¡PUES NO! Jajaja, nunca lo haría, amo con todo el corazón escribir, enserio que me gusta mucho hacerlo, y ni la escuela, ni las tareas (que por cierto tengo montones pendientes, para el lunes U), me van a impedir que les traiga mis historias… Espero verlo pronto. Cuídense y SI! DJEN REVIEW! SE AGRADECEN!... los últimos reviews de este fic…
Un poquitin de ayuda:
(Ik voel het) su traducción: 'Lo siento'. Esto es lo que le dice Liga a Ninitsu, en el hospital, es alemán…
Responderé Reviews de personas no inscritas en mi profile
Gracias a mi mom, por incitarme a seguirlo, ella tiene la culpa! Y yo la culpa, de que esto halla finalizado… Ahora si:
Nos leemos muy pronto, pero en otro cuento.
Até Logo.
