Capítulo IV: Choque
Y la bomba de tiempo que habían dejado antes de irse terminó su conteo regresivo. Sakura adoptó una expresión adusta y preguntó
– ¿Es cierto todo eso?
Súlwen asintió levemente
– ¿Por qué lo hicieron? – quiso saber Sakura
– Para que no corrieran peligro
– Que fue por lo mismo que nos encerraron
– Sakura...
– Tienen una forma muy curiosa de proteger a las personas, ¿sabían?
– Sakura...
– Pero ya no habrá necesidad de eso. Esto se acaba hoy mismo
– Sakura...
– Y más les vale que saquen a todos de donde sea que los hayan mandado, o juro que se arrepentirán
– Sakura...
– ¿Qué? ¿Qué quieres decir en tu defensa?
– Están jugando con tu mente – respondió Súlwen
– ¡Pues prefiero que jueguen con mi mente a que jueguen con las personas que no tienen nada que ver con esto!
– Era necesario
– Pues ahora es necesario que todo se vaya al infierno (n/a: ... la intención de la frase es demasiado obvia)
– No entiendes
– ¿Qué es lo que tengo que entender?
– Mira, si hubiera dejado a la gente en la ciudad, sería cuestión de tiempo para que el mundo entero se enterara
– ¿Y eso qué? (n/a: ¬.¬ sí, eso que?)
– La facilidad con que manipuló tu mente... ¿te imaginas que pasaría si hablara media hora con un militar?
– O sea – dijo Sakura tras meditar un poco – que había que condenar a toda una ciudad para que esos dos no jugaran con tanquecitos (n/a: XD Rogran con un tanque... si no puede manejar ni un vochito sin darle besitos a los carros de enfrente... ô.o me estoy proyectando)
– No, Sakura, no me malinterpretes
– No te malinterpreto – Sakura sonrió con desdén – es más fácil esquivar cuchillos que metralletas (n/a: depende del lado de quien estés en la película)
– No se trata de eso
– "¿Lo juras por Dios?"
– Sakura, por favor...
– ¿Podríais, al menos, tratar de conservar vuestra ya escasa dignidad? – intervino Nemmírë.
– ¿Qué? – Súlwen estaba aturdida por el comentario
– ¡¿cómo te atreves...?! – no así Finlor, a quien la elfa dirigió una rápida mirada de reojo y prosiguió
– Es obvio que nada de lo que digáis va a servir, así que dejadla ir y no alarguéis esto con un dramatismo inútil.
– ¡Pero Nemmírë! – exclamó Súlwen. Bastante tenía con lo de Sakura como para ahora tener que reconvencer a Nemmírë – ¿Acaso es tan difícil de entender que lo que está en juego es el destino del mundo? La raza humana perecerá en un instante si seguimos con estas niñadas. (n/a: -.-U cierto, mucho dramatismo inútil. No me había dado cuenta)
– ¿"Niñadas"? – se enfureció Sakura. ¡Ahora resultaba que eran niñadas!
– ¿Y jugar al héroe no es una niñada? – preguntó Nemmírë
– Suelta tu veneno de una vez – gruñó Finlor
– Vosotros, "los vetustos dioses" nunca permitís que los Eruhíni decidan su propio destino.
– ¡Porque los Eruhíni son suicidas! – replicó Finlor, acalorada, y se volvió a Súlwen – ¿Ve? ¡Le dije que no se podía confiar en los Noldor!
– Finlor... – resopló Súlwen con cansancio
– Es verdad. Soy una Noldo – dijo Nemmírë en voz baja, esbozó una melancólica sonrisa, la primera señal de emoción que tenía en muchos siglos (n/a: ya era hora) – Y los Noldor siempre traicionamos a quienes nos ayudan y somos portadores de desgracias por nuestro egoísmo, ¿verdad? – Súlwen y Finlor estaban impactadas. Sakura y sus guardianes no sabían cómo iba a acabar todo esto – ... creo que ya es hora de seguir mi naturaleza, entonces. – Tomó a Sakura por el brazo y la encaminó hacia la puerta del templo. Yue y Kerberos las siguieron por reflejo. Y Súlwen y Finlor siguieron sin poder articular palabra.
– Por lo visto, tu plan tampoco funcionó – dijo Esteldal, medio desesperado, medio burlón.
– Paciencia, mi anciano amigo – respondió Rogran, que estaba apoyado en un árbol, examinando una daga con aire crítico (n/a: ya hasta valuador de armas resultó este individuo) – los adolescentes adolecen de no poder pensar fríamente las cosas – añadió, al ver que su interlocutor lo miraba con incredulidad
– No creo que esto sea buena idea, Sakura – empezó Kerberos. Pero Sakura lo ignoró, se volvió a Nemmírë y preguntó
– ¿Por qué?
La elfa no sabía que responder. "¿Por qué?" ¿"Por qué" qué? ¿"Por qué la gabía sacado de ahí...? Desvió la mirada. ¿Podía decirle el por qué? ¿Sakura podría manejar la respuesta? Peor aún, ¿se atrevería ella a decírselo a alguien? No, ciertamente no. Al fin y al cabo, no importaba
– ¿Es necesario un por qué? – "contestó" al fin
– eeeh... supongo que no. – replicó Sakura, un poco contrariada. Decidió cambiar de tema – ¿Dónde estarán esos dos?
– Aquí mismo – dijo Esteldal, llegando. Cuando vio a Nemmírë, llevó la mano a la empuñadura de la espada.
– Eso no hará falta – dijo ésta y se fue
– Es oficial – comentó Rogran, que venía detrás del otro – ésa está actuando más raro que de costumbre. – Se volvió a Sakura – ¿Nos vamos ya?
... no se suponía que esto fuera así... peeeeero... la versión en que Sakura se aplaca y se queda con la diosa estaba demasiado sosa y simplista... además de que no me convencía ni a mi. Ahora, la idea de enviar a todos a otra dimensión me la fusilé de un ova (no sé si será el primero, no sé si será el único) de Magic Knight Rayearth, en el que Gurú Cleft hace lo mismo con todo el planeta tierra... Me imagino que es para que, en caso de que no salga bien el asunto, todos mueran sin sufrir... XD además, había que dar un motivo para que una parvada de imps y harpías fueran a una ciudad y nadie se diera cuenta...
Una última nota aclaratoria, por si las dudas:
Eruhíni: "Los hijos de Eru". (Eru: "El único", la versión de Tolkien del creador). Se entienden por Eruhíni los elfos, humanos y hobbits (Los enanos son harina de otro costal)
Noldor: Una de las tres grandes ramas de los Elfos, los más controversiales porque su primera lealtad es para con ellos mismos, lo que a veces les causa algunos problemas. Podría dedicar todo un largo estudio para eso, pero ahorita ando de prisa.
Cuídense, pórtense mal y no coman tierra. Bytes!
