Capítulo IV: El fallo del Juicio Final ("Si puedo volverte a ver", Benny Ibarra & Miguel Bosé).
En cuanto puede se me escapa,
y de momento lo que ha sido... fue.
En esta ausencia que respiro
hay algo más...y otras muchas por llover.
¿Cómo aprender a estar perdido?
¿Cómo empezar a echar de menos cuando estreno corazón?
Y si es mi suerte que sea fuerte,
que me queme todo entero y de una vez.
Melkor, el que se alza en el poder, se inclinó y entregó los Silmarilli y la Llama Imperecedera a Eru ante las miradas atónitas de los Eruhíni y los Ainur. Melkor sonrió beatíficamente y Eru asintió.
>--Este ha sido el fin de Arda Maculada.
Kerberos agachó la cabeza y musitó un pasaje que no recordaba donde oyó.
>--... "les han dado los nombres de Dios y Diablo..."
>--¿Están listos para una nueva Ainulindalë? -preguntó Eru. Nadie le respondió.
>--¿Qué clase de MIERDA es esto? -explotó Rogran tras un rato en silencio. Varios de los demonios más jóvenes se mostraron de acuerdo con ello-. ¡Se nos dijo que Melkor nos dirigiría a la victoria¿Y ahora resulta que está aliado con ese Señor a quien hemos jurado destronar!
>--Cierto -intervino Lagaz-. ¿Qué significa todo esto? Todos estos siglos de guerra... ¿fueron en vano?
>--¿Cómo es posible -murmuró un sacerdota- que Dios y Satanás digan las mismas mentiras?
>--Nadie ha mentido -dijo Eru, serio, desde su trono-. Pero, por el bien de Arda, era necesario que ignoraran la verdad completa hasta ahora.
»Muchos de entre ustedes no recuerdan la Ainulindalë -dijo Eru a los Ainur llamados "dioses"-. Y a todos ustedes -dirigióse a los seres llamados "demonios"- se les preparó para liberar a Melkor y reclamar el mundo para él, para que pudiera traer ante mí y ante ustedes los Silmarilli y la Llama Imperecedera.
>--Dinos algo nuevo, "Señor" -espetó Rogran con ironía.
>--Melkor es el único Vala que ha comprendido siempre mis pensamientos -prosiguió Eru.
>--¡Él hace mucho dejó de ser un Vala! -profirió Tulkas.
Ilúvatar extendió su palma derecha, pidiendo silencio a todos.
>--Melkor es el único Vala que ha comprendido siempre mis pensamientos -repitió-, pero nunca entenderá mis propósitos, como Manwë. Así fue como Melkor comprendió antes que nadie que el Mundo sería creado. Muchos habrían deseado orden y paz para Eä, pero sin duda eso la habría aletargado y menguado su grandeza.
>--Si eso era lo que querías, Eru -dijo Manwë tímidamente tras un breve silencio-¿porqué no impediste que exiliáramos a Melkor al Vacío?
>--No deseaba que los hijos de Fëanor siguieran sufriendo a causa de su Juramento, ni que Eä dejara de ser antes de tiempo. Pero ya pasó todo,. Este es el momento de que pasemos al siguiente nivel.
Y cuando quieras te lo escribo.
sin un descanso, mientras que haya una pared
en pleno cielo y por si acaso en el olvido
que me aguanto lo que muero
si puedo volverte a ver.
En cuanto puede se me escapa
del aire cuelgan mis suspiros... y es
asi de simple, asi de grande
es algo que ... no consigo no querer.
Y no me cabe más paciencia,
estoy cansado de morderme el corazón, no puedo más.
Si es el destino que me rompa a estas alturas,
que me parta de una vez.
Entonces, Ilúvatar comunicó a los Ainur y los Hildor nuevos Temas para que compusieran ante él una nueva Gran Música. Aquellos que habían olvidado la primera Ainulindalë recordaron la mecánica. Los Hildor, siempre ansiosos de crear, le pusieron bríos a la melodía, mezclando todos los géneros existentes (c/p: ... no quiero imaginar como suena eso... debe ser peor que el reggaeton).
Y mientras las voces proseguían su extraña cadencia, Quendi, Periannath, Naugrim, Raukar, Cartas y Guardianes se preguntaban qué iba a ser de ellos. Los únicos que no estaban ansiosos eran Curufinwë Fëanáro y Eriol Hiragizawa, quien no cantaba.
Llegado un momento, Eru se puso de pie y la Música cesó.
>--Ahora¡contemplad vuestra Música! -dijo Eru, y su morada se convirtió en el Mundo, y los Hildor fueron a explorarlo. Los Ainur fueron a repartir dones a la tierra, y se sorprendieron al ver que, a diferencia de la vez anterior, el mundo ya estaba completo.
A una señal de Eru, los Periannath partieron: ésta vez, sus costumbres pacíficas serían tomadas como ejemplo por las demás razas. Después, Eru se volvió hacia los Quendi y los Naugrim.
>--Desde el principio estaba escrito que mis hijos y los de Aulë no tuvieran relaciones cordiales -dijo, dolido-. Pero también es hora de que eso acabe.
¡Qué estupefacto quedó Ilúvatar al ver la reacción de los dos pueblos! Los Elfos culpaban a los Enanos, y los Enanos a los Elfos. Eru meneó la cabeza, decepcionado.
>--Si es así, también los Naugrim olvidarán.
Y con un movimiento de su mano, los Enanos desaparecieron. Los Eldar se inquietaron. ¿"También "? Eru susprió y prosiguió:- Ah, mis Quendi. Mis Eldar. Mis primogénitos.
»Siempre ha sido así. Quien los ve, los ama. Cuando recién nacieron eran lo más hermoso en el mundo, pero los años les han dado dolor y sabiduría, que han acrecentado su belleza. Quizás no deberían estar tan atados al mundo...
»Pero lo están. Así es como debe ser. Sólo los Atani pueden abandonar el mundo y olvidar. Hasta los Valar han envidiado eso alguna vez. Y ahora... ustedes conocerán ese don.
Y con otro movimiento de su mano, los Eldar desaparecieron. Cuando despertaron, estaban cerca de una laguna, que llamaron Cuiviénen.
>--Y ustedes, Raukar... -empezó Eru-. Pueden partir. Sólo recuerden que la guerra ha acabado.
Los Demonios, resignados algunos, molestos los más, se fueron. Y así, Eru, Fëanor y Erion quedaron solos.
>--Ustedes nunca olvidarán¿verdad?
>--Tú nos creaste -contestó Fëanor, divertido-. Deberías haberte mesurado un poco.
>--¿Qué harán con sus creaciones?
>--Las mías ya tienen quien las cuide bien -sonrió Eriol.
>--Mmmh... esos Silmarilli a veces son un dolor de cabeza. Tal vez puedan estar los tres como Estrellas en el cielo. Después de todo, ya nadie recuerda lo importante que fue su creación.
Muchos caminos llevan a Cuiviénen. Muchos viajeros van por los caminos.
>--Elfos -jadeó un forastero.
>--Sí, causan esa reacción. Pero las elfas son la verdadera maravilla -dijo alguien a sus espaldas.
>--¡Rogran!
>--Tiempo sin verte, Vindur -asludó el demoni con una incklinación, para después proseguir con sus constructivísimos comentarios-. Ah, lo malo es que varias ya estaban casadas antes del fin del mundo. Qué lástima que los hechos se olviden pero los sentimientos no.
Y cuando quieras te lo escribo,
sin un descanso, mientras que haya una pared
en pleno cielo y por si acaso en el olvido
que me aguanto lo que muero
si puedo volverte a ver.
>--¿Qué quieres decir? -preguntó Vindur con recelo.
>--Oh, bueno. ¿Recuerdas la primera vez que sentiste miedo?
>--... no.
>--Pero lo sigues sintiendo.
>--No veo a donde quieres llegar.
>--Aaah, la imbecilidad. Siempre tengo que hacerlo todo yo -le murmuró algo a su caballo y el cuaco salió corriendo-. ¡Maldición! Ahora tendré que alcanzarlo -empezó a correr y jaló a Vindur-. ¡Ven¿Qué clase de amigo serías si no me acompañaras?
>--¿Desde cuándo somos amigos?
>--¡Nunca lo seremos! Sólo estoy haciendo mi buena obra del siglo. (c/p: tiene razón. Una buena obra al año es demasiado. Seguiré su ejemplo)
>--¿El Juicio Final frió tu última neurona, o qué?
Se detuvieron, al igual que lo había hecho el caballo hace unos minutos.
>--Ahí estás. No puedo creer que siendo un caballo tengas el valor de una ardilla -reprochó rogran-. Espero que no la haya molestado, dama -dicho lo anterior, montó y se fue.
>--...¿Nen?
>--Amin sinta lle? (¿Te conozco?)
>--Lá -sonrió-, creo que no.
>--Mani naa essa en lle? (¿Cómo te llamas?
>--Vindur.
>--... es un buen nombre para ponerle a un hijo.
>--Lo mismo decía mi nana. Elen sila lúmenn' omentielmo (Una estrella brilla en la hora de nuestro encuentro)
>--Aiya, Ereininon. (Salve, vástago de reyes)
En cada mirada se me va.
Cada abrazo un laberinto que nunca desharé.
Cada silencio, eternidad.
Cada noche hay un secreto que me da...
Y cuando quieras te lo escribo,
sin un descanso, mientras que haya una pared
en pleno cielo y por si acaso en el olvido
que me aguanto lo que muero
si puedo volverte a ver.
¡Amén! No puedo creer que al fin se haya acabado... ahora, pa' que entiendan:
Periannath: los hobbits
Naugrim: los enanos
Atani: los hombres
Raukar: los demonios (aunque como esta palabra la deduje yo no sé si será correcta)
Cuiviénen: "Agua del despertar" En la antigua Arda, los Quendi despertaron junto a un lago llamado Cuiviénen. Supuse que sería lo más apropiado que eso se repitiera.
Bien, ya viene la Mitología completa. En vista de que no hay preguntas, podré decir lo que se me dé la gana y omitir la información que se me antoje (risas-malvadas)
Vindur: no me gusta como suena eso...
Eru: tal vez sea necesario resetearle la memoria.
... bytes.
