Bueno, como lo prometí, este es el último capítulo de este primer arco. Si Dios quiere, nos vemos en noviembre, eso si, probablemente publicaré cada dos semanas, ya saben que odio comprometerme con cosas que no puedo cumplir, así que prefiero ir lento.

En fin, aquí les va.


Cap 19 Misión: Espionaje.

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Temari leía con nostalgia la carta que acababa de recibir. En cuanto presintió ese chacra particular y miró su propia sombra supo que Shikamaru le había escrito de vuelta.

Hola Tem, justo estaba investigando aquello así que me sirve muchísimo lo que me dijiste, en cuanto tenga las pruebas necesarias solicitaré una misión para ir a campo. No te lo digo para que solicites una misión para la misma fecha, no; ni para que sea a ese lugar tampoco, o para que casualmente decidas ponerte esa lencería que me gusta; tampoco para decirte que quizá decida llevar dangos a la misión. No es por nada de eso, es solo para avisarte donde y a que hora estaré ahí, posiblemente sin compañía de otros shinobi si la solicitud sale como planeo.

Por otro lado sabes que amo recibir cartas tuyas, pero volveré a trabajar tiempo completo en la oficina, así que podría ser peligroso si me ven recibiendo una de tu parte, así que mi amor, estaré para leer correspondencia preferiblemente en la noche o en la madrugada donde nadie me jode la vida. A pesar de esto, no dudes en escribirme en caso de urgencia, siempre estaré para ti sin importar la hora o quien esté cerca.

Comprendo lo del Damiyo solo te pido que seas prevenida por si algún idiota quiere proponerte como oferta, ya ha pasado antes y no quiero que vuelva a repetirse. Si solo puedo verte en la reunión de Kages debo advertirte que podría ser difícil reunirnos, tu aldea no me quiere ver ni en pintura así que deberemos ser sigilosos… como siempre.

También te amo Temari y no puedo esperar a que llegue la hora de acariciarte y abrazarte... y unas cuantas cosas más.

Para: Sabaku no Temari.

Temari abrazó la carta mirando al techo de su alcoba, sonrió al recordar que Shikamaru a su manera la estaba convocando para una reunión en su próxima misión, pero le recorrió una gran angustia el pensar que quizá no se lo permitirían. También consideró el hecho de que ya no podía escribirle cuando quisiera para no ponerlo en peligro aunque él le había dicho que podía hacerlo si era urgente. En días como esos los ánimos eran bastante bajos y se preguntaba si de verdad valía la pena seguirle consumiendo la vida al hombre que amaba en una relación imposible cuando él podría estar con otra mujer que le pudiera dar tranquilidad y no una vida problemática como la que ella le estaba dando.

Sintiendo que la tristeza la consumía de nuevo, se levantó rápidamente, ella no podía permitirse esas emociones, no cuando había tanto por hacer. Ya era de noche, pero el día aún no acababa realmente. Se vistió de prisa con una falda negra corta, una blusa negra manga larga, mallas en las piernas que las cubrían por completo; desató sus coletas para portar el cabello más simple en una coleta baja.

Sabía que no podía llevar su abanico gigante así que se conformó con las armas cortopunsantes y dos abanicos pequeños. Salió por la ventana hacia donde ese hombre se encontraba, debía saberlo todo y no podía esperar a Gaara.

Conocía su aldea a la perfección, cada sombra fue su aliada, ellas la reconfortaban, logró elevarse un largo tramo de techos sin ser vista, ni siquiera los vigilantes con habilidades sensoriales sabrían que ella estuvo ahí. El problema vino cuando llegó a aquel domo. Si bien jugó ahí cuando era pequeña y lo conocía perfectamente, sabía que implicaba un riesgo; habían colocado más trampas con el paso de los años y ya no era solo una niñita que podía jugar a los ninjas mientras descubría cada treta, ahora contaba solo con su astucia, la cual le había permitido llegar a ese punto con el paso de los meses; solo esperaba que tras la guerra, las trampas no fueran tan imposibles como las que conocía.

En la cumbre del domo, como había descubierto, había un adorno de piedra que servía como llave de caja fuerte, escuchó atenta, hasta que escuchó ese Clack que indicaba su éxito. Con cuidado y mucha fuerza corrió aquella puerta de piedra que revelaba un cilindro ancho y oscuro; tenía el tamaño apropiado para que ella entrara apoyando las manos y los pies y sin pensarlo entró. En su mente contaba patrones numéricos que correspondían a cada paso que daba, sabía que partes de ese cilindro debía evitar para no accionar las trampas.

Su recorrido duró no menos de 15 minutos, a medida que avanzaba el aire se hacía más sofocante pero sintió el suelo en sus pies. Con cuidado palpó su entorno hasta encontrar otra entrada cuya contraseña burló fácilmente. A pesar de no ver nada avanzó segura, debía evitar las entradas hacia la izquierda y entrar por la puerta que estaba 7 metros más adelante y así lo hizo; una vez en la puerta, cortó con un kunai ese cable que podría matarla si se accionaba y continuó su recorrido, solo esperaba poder llegar a tiempo o todo sería en vano.

Tras recorrer otros 20 metros evitando y desactivando trampas supo que debía voltear a la izquierda esta vez y ahí notó la luz que venía desde el suelo, se acercó y se postro ante esa rejilla de ventilación; desde donde estaba pudo apreciar una habitación oscura solo iluminada por dos antorchas pero si se figaba bien podía ver una sombra sentada en el suelo.

- Así que al fin llegas. – dijo la voz suave pero audible, Temari entonces sintió pánico ¿Cómo la había descubierto? ¿la iba a matar? – Anda, deja la timidez, entra.

Y entonces escuchó el sonido de una roca siendo arrastrada.

- Te dije que vendría – dijo otra voz desde la entrada de la cámara.

- Estabas tardando, odio esperar. – Ella entonces se calmó, a fin de cuentas sabía que ese encuentro iba a ocurrir, pero muy a su pesar, se dio cuenta que el eco del lugar, distorsionaba el sonido de ambas voces y le estaba costando trabajo identificarlas.

- Lo sé, pero no pude antes.

- Es poco profesional, pero vamos al punto. Hay que presionar más.

- No podemos, si lo hacemos seremos calificados como incompetentes en el concejo y nos remplazarán.

- Es problema suyo saber cómo lo harán. Pero esta guerra esta siendo muy pasiva, no queremos una simple guerra fría, queremos que sea destruida Kohona, que no quede rasgo ni de los perros ni las moscas. hemos hecho lo que debemos hacer pero lleva tiempo, ustedes hagan su parte.

- Al menos denos herramientas para…

- Para eso te cité. El veneno en konoha no está causando tantos estragos; lo han manejado con un bajo perfil, pero hemos tomado cartas en el asunto, prepárense para una epidemia, un arma biológica lanzada por Konoha. – Dijo el hombre levantándose y encaminándose a la salida.

- ¿Por Konoha?

- Tú entendiste…

- Pero es nuestra propia gente.

- Si lo manejan bien, no habrá problema con tu gente… excepto por la persona que está espiando… no aseguro su supervivencia.

Y entonces sin esperarlo, Temari pudo ver que se iban activando los aspersores del techo como yendo hacia ella. Temari sin deseos de descubrir qué contenía el liquido que se esparcía empezó a correr por donde había venido; no tenía tiempo de evitar las trampas esta vez debido a que el aire empezaba a oler a ácido, si aquello la tocaba podía ser su fin.

Su mente trabajaba rápidamente en medio del desespero, tenía que transformar los cálculos para poder ubicarse en la negrura de los túneles aún con el sonido de los aspersores activándose tras de ella y todo empeoró cuando sintió que su pie se hundió ligeramente en el suelo activando una trampa y tomó ambos abanicos para evitar las shuriken que empezaron a traspasar el aire, pero aquello no fue suficiente, sabía a ciencia cierta que sus piernas y la espalda habían logrado ser rasgadas notablemente generándole gran dolor pero no podía detenerse. Solo se pudo sentir a salvo cuando regresó al cilindro que la llevaría hacia la superficie de nuevo así que tomó aire para tranquilizarse y empezar a escalar, ya no podía cometer más errores, si bien las shuriken no fueron la gran cosa, sabía que las trampas eran peores ahí por ser la entrada inicial, podía ser incinerada, o derretida en acido, también empalada de distintas direcciones o devorada por insectos y ella no quería nada de eso, así que empezó rápido pero con cuidado.

Al llegar a la cima se creyó a salvo, pero nada más lejos de la realidad. Una fuerte llama de fuego llegó hacia ella y se vio forzada a esconderse, tomó ambos abanicos y concentrando su chacra creó una fuerza centrifuga que se transformó en un huracán que le permitió salir sin ser quemada. El viento sin embargo intensificó las llamas por lo que tuvo que direccionarlo hacia su oponente que cayó muerto, pero aquel enemigo no estaba solo, ella fue rodeada por diez personas más.

- Mierda..

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Continuara...


¿saben? me da algo en el pecho el tomar este tiempo hasta noviembre, algo como un temor al olvido, pero aún tengo fe de que quizá la gente goce de los capítulos. y bueno, mientras esperan ¿que les parece irme contando de este primer final? qué creen que ocurrirá?...

(6 meses, 4 semanas) julio...