Hola! he de confesar algo antes del cap... hay algunos que escribí bajo.. no sé... la presión de escribir algo hasta llegar a puntos importantes, y este cap es uno de esos... la verdad hay varios de estos caps, donde se notará quizá la falta de dedicación en la escritura, he intentado mejorarlos después de mucho tiempo de haberlos escrito, pero es demasiado difícil, la verdad. así que espero que a pesar de las falencias, lo disfruten, yo disfruto de cada idea que me nace, pero eso no las hace perfectas ni las hace aparecer escritas mágicamente al gusto de todo el mundo, ni siquiera al mio propio. En fin... les invito a leer y a descubrir lo que Temari tiene por decir :D

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pdt: Si, después de tanto tiempo, les traigo una pizquita de lemon


Cap 23: Verdades inesperadas

La quijada de Shikamaru se desencajó, sus ojos se abrieron y su respiración desapareció. Miraba a Tojuro quien se regodeaba en la noticia mirándolo intensamente mientras los asistentes participaban en un aplauso de felicitaciones. Shikamaru miró entonces a Temari cuyos ojos estaban clavados en Tojuro con una mezcla de incredulidad e ira, respiró profundamente antes de dirigirse a Shikamaru y él vio su alma romperse, la ira desapareció y un estremecimiento recorrió su cuerpo.

"Perdón"… ya le había pedido perdón.

Pero eso no se quedaría así, tenía que hablar con ella.

Cuando los aplausos empezaron a ceder, todos oyeron una ligera ricilla. Pertenecía a Temari.

- Ay Tojurosan, - Dijo con una voz tosca y queda, como si tuviera gripe - usted siempre tan impertinente. Todos aquí sabrán que usted no es nadie para repartir una noticia así. Fue algo completamente irrespetuoso. – Él la miró como si no se creyera lo que le decía.

- Te… Temari hime… lo que dice no es apropiado en esta mesa.

- Usted tampoco… Agradezca que decidí ser decente. – se le notaba el enojo. El único punto a favor de Temari, era que todos los presentes conocían su carácter por lo que su comentario no parecía nada de otro mundo.

- Pe…

- Mi hermana tiene razón, no era su tarea difundir la noticia – Luego, Gaara miró a los demás – Disculpen la falta de respeto por parte de Sunna, por favor continúen la comida, el señor Tojuro se retirará a su alcoba – le habló entonces a una señorita del personal – Por favor ayúdelo a transportar sus alimentos a su recinto, se lo agradezco.

Tojuro miró a todas las personas notando que algunos aguantaban la risa y otros lo miraban con pena. Con tal humillación siguió a la colaboradora. El Daimyo tomó la mano de Temari quien la retiró sutilmente.

- No te alteres por algo tan insignificante, querida. No fue la gran…- Temari tomó su abanico y le dirigió una mirada altiva como si tuviera lengua viperina - … cosa.

Shikamaru no podía creer aún que aquello fuera cierto, ninguno de los hermanos o el Damiyo lo negó, pero aún en ese negro sentimiento, le gustó que ella misma intentara mostrarle a su futuro marido que se había metido con una bruja, con la Kunoichi más cruel y que se atuviera a lo que vendría próximamente.

- ¡Ahora sigue el postre! Tomen lo que deseen. Hay para todo tipo de personas, dulces, amargas, salados, con alto colesterol, diabetes etc. – Dijo el Kage aliviando la tensión.

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Finalizado el postre cuando se levantó la mesa, algunas personas rondaron por la sala de estar aprovechando para conversar y ser partícipes de una improvisada fiesta calmada. El Nara estresado notó algo muy particular, la mujer que le daba agua a Temari la seguía como una sombra, no la dejaba para casi nada, así que supo que tampoco podría acercarse. A lo lejos ella de nuevo le mostró una cara de disculpa y él hastiado de ver cómo su futuro esposo la merodeaba prefirió ir a sus aposentos. No podría con todo esto.

Temari estaba harta. Los Kages la felicitaban y ella no quería hablar, así que tocía esporádicamente. Agradeció que Shikamaru se hubiera ido, le dolía verlo con su cara de fingida tranquilidad, tenerlo ahí era frustrante pero tenía cosas que hacer. Sin duda lo que más agradecía es que Tojuro no estuviera presente, ¿por qué no pudo venir Goza? ¿o cualquier otro? ¡Quien fuera, pero no él!

Cuando el Damyo se entretuvo con dos Kages ella solicitó a su dama acompañante que le trajera un medicamento antibiótico para la tos sin penicilina y cuando estuvo fuera de la vista interceptó a la persona que necesitaba.

- ¡Naruto! – Lo llamó por lo bajo

- Te… Temari. – Naruto pasaba por uno de balcones del salón con la intensión de salir a descansar a su habitación cuando fue interceptado por la rubia quien sutilmente lo sacó para quedar ocultos por la decoración del balcón. Él quería hablar con Gaara pero sabía que no podían interactuar así que no se esperaba ver a su hermana ahí.

- No tengo mucho tiempo, tengo que rogarte un favor. – le dijo seria, quien la viera no pensaría que se sentía desesperada.

- ¿Un favor? ¿Dime cuál?

Unos minutos después llegó la acompañante de Temari, ella salió del balconcito y tomó el medicamento que le habían conseguido sin importar que no fuera lo expresamente pedido. Rogaba porque aquello funcionara. Caminó hacia Gaara y con voz ronca lo saludó.

- Gaara… yo… no me siento muy bien, me retiro a descansar.

- ¿Estás bien Temari? – preguntó preocupado.

- Jum – carraspeó – gripe, no puedo hablar mucho ahora.

- De acuerdo. Descansa, luego iré a ver cómo sigues. – él mismo Kazekage se sentía con deseos de retirarse, pero la Mizukage parecía tener gran intensión de no dejarlo ir.

- De hecho esperaba dormir hasta la mañana, si no te molesta, cof cof.

- Claro, no hay problema, ve.

Y seguida por la dama acompañante, se retiró a su alcoba.

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Shikamaru caminaba sin cesar por su habitación, estaba cayendo la noche y nada venía a su cabeza, tenía que encontrar la forma de hablarle. Podría aplicar alguna de las técnicas que había aprendido hacía poco, pero podría ser riesgoso. ¡Eran tres técnicas y ninguna le servía!

Cerró los ojos y se tiró en la cama con los brazos tras la nuca. Se iba a volver loco, no se reconocía a sí mismo.

Intentó contar, se tuvo que recordar que debía pensar con la cabeza fría así que lo mejor era hacer lo que mejor sabía hacer: El sueño empezó a llevárselo, eso era algo bueno, hacía días que no dormía por saber si ella estaba bien o no y ahora sabía que estaba viva…. Enferma pero viva… comprometida pero viva… Sin esperarlo, sintió un peso en su cama, abrió los ojos y la vio acariciando su rostro, estiró sus brazos como invitación y ella se acostó sobre su pecho abrazándolo y entrelazando las piernas. Shikamaru soltó el aire que tenía en sus pulmones con gran alivio sintiendo que volvía a vivir y la apretó contra su pecho acariciando su cabeza con la mejilla. Ella está aquí…

- Tema… ¿Cómo es que estás aquí? Puede ser peligroso… ¿es un sueño? – susurró.

- No idiota, no es un sueño y no me importa el riesgo ahora – Dijo ella, él levantó su cabeza y la miró extrañado.

- ¿No que tenías gripe? – Mencionó Shikamaru al oírla hablar normalmente.

- Tonterías, fingí solo para no hablar o de lo contrario no estaría aquí. "Estoy enferma"

- Todo este tiempo lo pensaste… que astuta. ¿dijiste que ibas a dormir y luego te escabulliste hasta acá?

- Algo así… primero hablé con Naruto. En serio, tienes que cuidarlo, casi sin saberlo me soltó la información de donde estaban ubicados, es muy descuidado y bocasuelta.

- Luego me encargaré de eso… ¿Qué hiciste luego?

- Le rogué que hiciera un clon mío y que pidiera ir a la alcoba para que nadie me preguntara. Después dormiría, luego cuando yo regrese, se desvanecerá.

- ¿y accedió fácilmente? –preguntó extrañado acariciando su cabello.

- Fue fácil cuando le dije que era por el bien de Gaara y que tenía algo para él.

- Ese idiota… aunque la verdad dudo que te creyera del todo. Si lo hizo es porque sabe leer las almas y vio que lo necesitabas sin importarle la guerra.

- Tuve suerte… - ambos guardaron silencio nuevamente era duro, pero tenían que hablar.

- Shika… lo siento…

Ante esas palabras él la abrazó con fuerza como quería hacerlo desde que llegó y la puso debajo de si besándola.

- No es tu culpa. – susurró contra su oído.

- Lo sé, pero no lo pude evitar… - dijo ella alejándolo y girándolo para estar como antes y negó la mirada.

- Lo sé… ¿por eso no me respondías? – Inquirió extrañado por su repentina frialdad.

- Si… desde que me asignaron una acompañante no me deja sola para nada. Hasta ayer apenas le pude ganar la batalla para que me dejara bañar y vestir sola.

- ¿lo hacía todo ella?

- Si, lo asignó el Daimyo, dice que yo no debo mover un dedo, el muy maldito… - su voz tenía un hastío propio de ella y su mano apretó la camiseta de Shikamaru con frustración.

- ¿Y mis cartas…?

- Las escondí cuanto pude, pero me era difícil responderlas incluso en el baño, ella no me dejaba sola… Pero debo admitir que al principio traté de prolongar el escribirte y contarte, no sabía cómo decirte lo que sucedió.

- Eres una tonta Temari, en serio estaba preocupado - Dijo acariciando su espalda - nos llegó la noticia de una masacre en Sunna, creí que estabas muerta, casi me sentí morir yo también - apretó su espalda y ella supo que de verdad se había enojado.

- Ah eso…

- ¿Cómo que "ah, eso"? ¿estuviste involucrada, cierto? – Dijo sentándose y ella igual, Temari tomó aire.

- Si…Shika yo… Maté a los míos… - Se le escapó un ligero sollozo para volver a fortalecerse. Él se sintió mal por ella, nunca había considerado aquello.

- Cuéntame lo que ocurrió. – tomó sus manos e intentó mirarla. En tiempos de antaño ella se hubiera rehusado a contarle, pero ahora era algo común compartir sus angustias.

- Fui a investigar, al salir me emboscaron, intentando huir descubrieron mi identidad y tuve que matarlos… incluso a dos conocidos… -

- Tema… lo siento.

- Eso ya pasó… - Temari alejó esa mano que quería limpiar su escurridiza lágrima - en la investigación descubrí que quieren envenenar a mi propio pueblo e inculpar a Konoha. Están desarrollando un arma biológica. No importan los acuerdos, quieren destruir Konoha, nada menos. – él la miró sorprendido.

- ¿estás segura?

- Si… me temo que si… mi matrimonio es una estrategia para obtener el dinero y los refuerzos de Iwa. Unidos podríamos vencerlos.

- ¿Qué? No… es imposible. Tras la guerra somos aliados, no nos atacarían.

- No directamente, pero si bajo órdenes del Daimyo, también por medio de misiones pequeñas irán mermando sus fuerzas.

- Esto es un Caos – él metió sus manos en su rostro. Temari acarició sus hombros y Shikamaru tomó sus delicadas manos entre las suyas. –Al menos te tengo a ti…

Ella se retiró unos centímetros.

- Shika…. Yo… lo he pensado y….

- No… no me vayas a decir que… – la interrumpió, la cara de la mujer estaba triste.

- Si…. Lo he pensado…no podemos seguir con esto.

- ¡¿Y por qué no?! Temari, estamos juntos en esto, ¡no puedes solo dejarlo! – dijo él intentando mirarla a los ojos pero ella no se lo permitía.

- No es solo eso, no es solo la guerra ¡estoy comprometida! – Dijo mostrándole el anillo como si fuera una maldición.

- ¡Ya has estado comprometida antes! ¿Cuál es la diferencia? – Dijo levantándose furioso y ella lo encaró.

- Ya no somos niños Shikamaru. Esto es algo serio. Antes era un juego de adolescentes, hicimos cuanto quisimos y recuerda que incluso prometiste que seguiríamos hasta encontrar nuestras parejas. Yo debo continuar y tú también ¿no te das cuenta que te estás perdiendo la vida por mí? ¿por algo que no es posible?

- ¡Si es posible, si seguimos juntos lo lograremos, finalizaremos la guerra, podremos salir adelante Temari! – él la tomó de las manos acercándola a él.

- ¿No lo entiendes? Esto se salió de nuestras manos, no es un juego, me voy a casar y tú deberías hacer lo mismo, encontrar el amor, casarte, tener hijos y yo no puedo darte eso.

- ¡Ya Encontré El Amor!... Te Amo A Ti Maldita Sea!, te amo a ti, ¡no quiero casarme con alguien más que no seas tú! No quiero una madre para mis hijos que no seas tú!

- Estoy vigilada todo el tiempo, no podré verte nunca, esto finalizará así…

- ¿Desde cuándo te das por vencida? Vamos Temari, cuando hicimos esa promesa dijimos que nos detendríamos solo si encontrábamos al amor de nuestras vidas, que ahí cada uno seguiría por su camino… y me di cuenta que tú eras esa persona y tú sabes que no lo amas – Shikamaru tomó sus mejillas impidiendo que se alejara, la besó con intensidad y ella sintió que su mundo giraba - Te juro Temari que si lo amaras te dejaría ir, te dejaría ser feliz con él, cumpliría mi promesa y me iría… pero no es así… Lo hemos superado antes, ya has estado comprometida y salimos adelante sin importar nada… -Su voz se hizo un susurro que la estremecía.

- ¿y es que no recuerdas en qué terminó esa vez? – Temari no pudo evitar recordar a su bebé, aquel que siempre estaba en su cabeza a pesar de que nunca pudo verle a los ojos.

- Sabes que fue una situación distinta… Temari, por el amor que nos hemos tenido todo este tiempo., por favor continuemos…

- Te amo pero no podría soportar…

- No me niegues a mí, te cuidaré, amo cada parte de ti… por favor déjame… déjame ser tu amante… te daré todo lo que pueda, te querré como a nadie… déjame ser tu amante… por favor…. Tu amante…. – el beso se intensificó pero ella intentó apartarlo con gran fuerza de voluntad.

- No shika…. No lo hagas más difícil – a pesar de sus palabras ella misma buscó ese contacto.

- Te amo… no me dejes.

- Yo…. – Él la besó con pasión fundiéndose en un fuerte abrazo y sintió que era correspondido. Sin poderlo soportar más, empezó a acariciarla como tanto había deseado; posó su manos en aquella cadera curvilínea y la apegó más contra sí. Por su parte, Temari sintió tal necesidad de él, que tomando su nuca lo besó con intensidad sintiendo el peso del tiempo que habían pasado sin comunicarse.

Sin esperar, Shikamaru apretó el fin de su espalda haciéndola gemir y retroceder hasta que la apoyó contra la pared, la pasión empezó a emerger y sin evitarlo sus cuerpos empezaron a friccionarse haciendo brotar cada emoción reprimida. Con modestia su mano logró subir la pequeña falda de Temari para acariciar esas piernas que lo enloquecían; con su rodilla se acomodó estratégicamente para permitir que lo sintiera y Temari se excitó irremediablemente con aquel rose en su centro.

¡A la mierda lo correcto, quería hacerle el amor a este hombre!

Soltó su cabello y con una sensación de hambre bajó sus brazos para introducirse bajo la camiseta del hombre y pudo sentir cada músculo y cada cicatriz; debía sentirlo más. Con delicada parsimonia discorde al fuego que la quemaba, empezó a quitar aquella prenda para acariciar su terso pecho siendo consiente de cada sensación que sentían las crestas de sus huellas digitales y lo rodeó para percibir su ancha espalda. Notaba cómo su respiración se agitaba y se excitaba con cada roce que la pierna de Shikamaru proporcionaba a su sexo por encima de la ropa, quería tenerlo más cerca y se friccionó contra él con ahínco notando como aquella erección era palpable en su abdomen. Rodeó la espalda y pecho del joven con los brazos para bajar suavemente y acariciarlo por encima del pantalón lo que pareció despertar en él ese bajo instinto de placer que hizo que abriera su vestido por el escote de su pecho.

Las manos de Shikamaru no sabían quedarse quietas, ya había ganado terreno colocando la falda de Temari sobre la cadera dándole libre acceso a su piel y pudo sentir que traía puestos aquellos cacheteros que lo prendían, pero cuando sintió que ella acarició su erección sobre el pantalón, no pudo contenerse y abrió ese endemoniado escote sin siquiera terminar de soltar el lazo que mantenía la prenda en su lugar para arrancarlo de su cuerpo y tirarlo lejos. Hambriento de ella recorrió con sus labios su mejilla y bajó suavemente por su cuello generando en Temari espasmos de emoción y suaves jadeos.

Tomó posesivamente sus senos y los acarició sin mesura y en ese momento se sintió glorioso al darse cuenta que esta vez el broche lo tenía en frente y lo zafó con facilidad con los dientes para tener acceso a su deliciosa carne sonriendo divertido al verlos salir apresurados de aquel sostén.

Temari sintió los labios de Shikamaru hacer un recorrido por todo su cuello mientras empezaba a quitar sus prendas para acariciar con sus expertas manos sus senos sensibles, lo sintió recorrer cada nervio y jugar con sus pezones aumentándole el lujurioso deseo.

Aumentando la fricción de las caderas Temari fue rápidamente a zafar el pantalón de Shikamaru y al bajarlo y acariciar sobre su ropa interior lo sintió jadear y morderla suavemente en el hombro y apretar sus pechos. Gustosa de esa reacción procedió a introducir la mano para acariciar el henchido miembro y masajear la piel con cuidado subiendo y bajando.

Shikamaru notando las caricias se sintió perder el control, las manos de Temari apretaron suavemente detallando la textura y masturbándolo con parsimonia. Bajando sus labios acarició con su lengua uno de sus pechos haciéndola jadear mientras levantaba una de las piernas de la dama para anclarla a su cadera y con fuerza la cargó para quitarle aquellas estorbosas bragas.

Acomodando su mano bajo su trasero se las arregló para penetrarla con sus dedos acariciando la húmeda cavidad.

Temari lo sintió ingresar y solo atinó a agarrar su cabello hasta que él la arrastró consigo hacia el suelo quedando de rodillas y ella en sus pies; él con gran habilidad puso ambas piernas de ella sobre sus fornidos hombros para besar su clítoris. Sin temor a caer se permitió sentir cada caricia en ella mientras perdía la noción del tiempo e intentaba inútilmente aferrarse a la pared. Shikamaru haciendo alarde del conocimiento que tenía de ella, succionó su centro mientras sus dedos se habrían paso para llegar a lo más profundo de su vagina y trazar en su interior círculos intensos haciendo que húmedas sacudidas lo empaparan.

Temari se sentía desfallecer al ser víctima de tales movimientos y tomando los negros cabellos en sus manos lo aprisionó más contra si mientras se sacudía en medio del orgasmo.

Sin esperar a que se recuperara, Shikamaru la tomó de la cadera y con cuidado la llevó al suelo desprendiéndose de sus interiores para acariciarla con su miembro, Temari impaciente, lo tomó en sus manos y lo introdujo en su entrada mientras anclaba sus piernas a sus caderas para evitar que escapara, como si él quisiera eso.

Sin hacerla esperar más, se introdujo en ella con fuerza haciéndola jadear observando la unión. Entró y salió lentamente pero con fuerza haciéndola rogar por velocidad, pero en lugar de hacer lo esperado y girarlo como siempre para cabalgarlo, Temari tomó su cara en sus manos y tras mirarlo a los ojos brevemente, unió sus labios en un beso.

Shikamaru sintió la intensidad de aquella mirada y atesoró cada movimiento de sus lenguas bailando y acariciando los labios, se sentía tan entregado que notó que era Temari quien desde abajo, alzaba su cadera para guiar el acompasado movimiento de la penetración…. Aquello despertó algo en él que solo pudo descifrar como miedo a perderla.

Pasó su brazo bajo la cintura de Temari y levantándola sin separar la unión, la cargó hasta la cama. Acomodándola con delicadeza, empezó a hundirse en ella desenfrenadamente siendo consciente de que su cerebro, sin que él lo quisiera, le empezaba a mostrar tantos recuerdos vividos con ella, como aquella vez que hicieron el amor por primera vez, o cuando terminaban escondidos en un armario o encerrados en la oficina, también las veces que estuvieron a punto de ser descubiertos por su madre, los hermanos o sus amigos, recordó aquella época en la que se enteró que sería padre y cómo disfrutó el momento y también evocó cada día en que dormían en un prado, cuando discutían, cuando solo se miraban a los ojos.

No podía perderla, no quería hacerlo. Con sus manos recorrió aquel templo glorioso de carne y hueso que lo había enamorado, sintió cada tramo de piel acariciándola y la oía jadear y gemir ante sus embistes notando que empezaba a contraerse sus paredes como evidencia de un próximo orgasmo. Él a pesar de no tener deseos de terminar y queriendo prolongar más el momento, prefirió verla en todo su esplendor, ahí, en ese momento en que era él quien le hacía olvidar los problemas y podía llevarla a la cumbre del placer y el amor.

Sintiéndose pronto, arremetió con mayor intensidad y quedó atrapado por ella permitiéndose eyacular y alcanzar el climax en conjunto a la mujer que jadeaba debajo de él quien lo abrazó posesivamente.

Evitando la tradición, en lugar de derrumbarse sobre sus senos para aspirar el aroma y sentirse cobijado, la miró desde arriba, detallando cada gota de sudor que resbalaba de su frente, mirando cada pliegue formado en sus parpados cerrados con fuerza, notando cada movimiento de sus labios mientras respiraba jadeante. Tras unos segundos ella notó que era observada con detenimiento y no dudó en sostenerle la mirada…

- Eres un idiota – Shikamaru sonrió

- Cada vez que dices eso después de hacer el amor significa que hice algo bien y tú no – pero Temari lo miró severa

- Es en serio, eres un idiota. ¿O me vas a decir ahora que te pusiste un preservativo y no me di cuenta?

Ante esas palabras la expresión de Shikamaru cambió al darse cuenta de que si era un idiota.

- Mierda…. – dijo dejando caer su cabeza en sus senos.

- Quítate – ella lo empujó a un lado mientras se sentaba – No sé cómo pude ceder.

- Tema… perdón… sabes que no siempre…

- Ya cállate – susurró – tú al parecer tienes el palito para embarazarme cuando menos se debe!

- Oye… Tema – él quería reprocharle, muchas veces había pasado lo mismo y sin resultados negativos… pero esa sola vez que ocurrió, la dejó marcada y a él también – No te preocupes, no tiene que pasar…

- ¿y si pasa? ¿Notaste acaso que mi prometido es rubio y de ojos verdes? – Shikamaru resopló

- ¿Por qué siempre te tienen que meter con esos idiotas caucásicos?

- ¡Ese no es el punto! ¡Por cosas como estas es que no puedo más con esto! ¡Tengo miedo!

Él guardó silencio. Temari nunca había declarado de esa forma sentir temor, no mientras estaba desnuda y ocultaba su cara entre sus manos dándole un mayor aire de fragilidad. Shikamaru se sentó a su lado y la abrazó permitiendo que se apoyara en su hombro. Tenía razón en sentir ese miedo, no solo había quedado embarazada aquella vez, había estado comprometida y se habían enamorado del bebé que perdieron con sumo dolor; ahora el nuevo compromiso había sido como el detonante psicológico a aquel trauma emocional haciendo que Temari se angustiara más de lo que creía que debía preocuparse… ninguno quería que se repitiera la historia, pero no debía ser así…

- Tema… algún día serás mi esposa, tendremos hijos y seremos felices, pero para eso debemos ser fuertes, yo también tengo miedo, pero es mayor mi temor de perderte que el de cualquier guerra. Si pudiera, te aseguraría que este encuentro no tendrá consecuencias, pero ahora no podemos hacer nada. - Ella resoplo.

- Creo… creo que tienes razón, pero sigue el problema de que tu vida se está yendo en esta relación.

- Mientras dure la guerra créeme que no tendré cabeza para buscar esposa si tú me dejas y será contraproducente tu ausencia, así que no logras nada que me beneficie.

Aun abrazándola, hizo que ambos se recostaran en la cama, apagó la lámpara de noche y tomó la cobija para cubrirse junto a ella y evitar el frio nocturno que empezaba a entrar por la ventana. Temari acarició el pecho de Shikamaru considerando lo que le decía. No sabía si era muy débil ante él o si de verdad tenía sentido su propuesta porque ella misma sabía que no quería alejarse, quería ser su amante… No, en realidad no quería ser su amante, quería que nada estuviera pasando, no quería estar comprometida, no quería estar en guerra, no quería esconderse. Pero la realidad era inminente y debía vivirla.

- Si vamos a ser amantes vamos a tener que conseguir una buena caja de preservativos. – él la abrazó con fuerza sonriendo, sabía que ya había ganado al menos la posibilidad de seguirla viendo.

- ¿Y si tomas anticonceptivos?

- ¿Qué? No, no quiero, soy pésima con los medicamentos y no quiero efectos secundarios, puedo engordarme, o me podría dar migrañas y me vería fea.

- Que tonta, no hay forma de que te veas fea y si tienes migraña yo te ayudo – dijo pícaro bajando su mano por el abdomen hasta llegar a su monte de venus y acariciar levemente su clítoris haciéndola reír suavemente hasta que ella tomó su mano y la apartó.

- Tonto… en serio no quiero anticonceptivos, ya hablamos de eso.

- Pero y si… - mientras lo decía, se daba cuenta de lo aberrante que era esa idea - … bueno… te vas a casar con ese tipo, lo más común es que pidan un hijo en el primer año… un anticonceptivo lo evitaría….

- Mierda…. Pues que se aguante, No quiero acostarme con otro imbécil que no seas tú. – Temari supo que una vida así implicaba acostarse con su marido… no quería eso.

- Pues yo conozco un anticonceptivo que funciona de maravilla: Te pones una pasta de acetaminofén entre las rodillas y no la puedes dejar caer por nada en el mundo - Temari rió ante la ocurrencia incluso imaginándose la situación.

- Creo que lo podría usar contigo, don pervertido.

- Hey! Solo lo puedes usar con imbéciles que no sean yo – dijo "regañándola"

- Tonto… ya hablando seriamente, voy a posponer esa boda lo más que pueda.

- ¿Cuándo es? – dijo serio con algo de angustia.

- Hasta ahora, he dicho que dentro de un año porque da el tiempo suficiente para algo del calibre de un señor feudal y una princesa… espero que no lo adelanten.

- Pues yo espero que pueda sacarte de ese lio pronto.

- ¿crees que podremos?

- Si, eres mi mujer, no te compartiré con nadie - dijo jugueteando con uno de sus pezones descuidadamente.

- Eso espero, no quiero nada con él.

- ¿Lo conoces? ¿Sabes algo de él? A lo mejor y ayude en algo saber. – Temari no lo notó, pero en Shikamaru esas preguntas no solo servían para trazar una estrategia, sino para saber si era digno de ella; si en el peor de los casos donde no lograran evitar la boda, quería que Temari estuviera en manos de alguien decente que al menos la cuidara… pero solo durante el día, porque sería su amante si o si.

- No sé nada, parece buena persona – él la miró con el ceño fruncido

- Se casará por conveniencia, no debe ser el más tierno… ¿lo has besado? – preguntó ligeramente aterrado

- No! Claro que no, lo he visto como dos veces o tres y ya deja la preguntadera, déjame descansar.

- Problemática…

- Vago…

- Bruja… en serio, es un idiota eligiendo como mujer a la kunoichi más cruel… solo los imbéciles hacen eso, los tontos que pierden la cabeza y no la encuentran.

- ¿Te das cuenta de que entras en la categoría? – le dijo regañándolo

- Tengo a mi favor que tú también fuiste una imbécil seleccionando a este imbécil.

- No es como si hubiera elegido enamorarme…

- ¿o sea que no fui una elección consciente? – dijo sonriendo

- Claro que no, solo me gusta lo que te cuelga entre las piernas. – Dijo apretándolo inesperadamente en su virilidad y él se quejó.

- Pervertida, para que sepas lo único que me gusta de ti son tus tetas – devolviéndole el favor, apretó su seno "bruscamente"

- Claro que no, también amas mi culo.

- Y tu amas mi … mi… mi cabello – dijo tras encontrar la palabra

- Tu adoras mis ojos

- Y tu amas mi… mi… mierda… ¿que putas hice para tenerte así aquí? – dijo en serio confundido y abrazándola, Temari rio viéndolo intentando saber.

- No tengo la menor idea… no eres nada, eres tonto y feo… bueno, excepto por tu nariz… y tus ojos…

- Son cafés – dijo resaltando lo obvio

- Cállate… mmm a ver… creo que tus labios… y… quizá este musculo de aquí... y este otro… - dijo ella acariciando cada parte señalada con una caricia.

- Si sigues así me vas a hacer violarte…

- Mmm ahora que lo dices quizá no fue tu elocuencia, eres un imbécil… - Dijo enojada dejando de tocarlo y queriendo alejarse.

- No, no te detengas, ¿qué más? – él la aferró más a su pecho evitando que se fuera incluso entrelazando más sus piernas.

- Egocéntrico, no te inflaré más el orgullo – dijo ella y con la poca movilidad que él le había dejado, se las arregló para manotear su pecho.

- Pues contrario a ti, me encanta resaltar tus atributos, me hace sentir menos imbécil por quererte, digo, es como si al menos tuviera una excusa decente para meterme con una bruja problemática como tu. O sea, eres problemática, pero tienes buenas tetas y culo, eres odiosa, pero unos ojos divinos, eres mandona, pero tierna, eres estricta pero inteligente, además eres muy problemática pero me diviertes…

- Oye, ya habías dicho problemática - Resaltó

- Si, pero es que cada vez que comparo, me doy cuenta que son más tus virtudes que tus defectos y lo más problemático es que incluso tus defectos son adorables.

- Shikamaru… no tendremos más sexo hoy, ¡por favor deja de decirme todas esas cosas!

- ¡Hey, me nace decirlas! No es solo el sexo…

- Pues menos mal, porque mañana toca madrugar y no quiero verme cansada. – ella se acomodó en el pecho de Shikamaru con la firme intención de dormir un rato.

- Bueno, bueno, y ¿entonces qué? Nos reunimos mañana? O esperamos a que acabe la cumbre?

- Mejor esperamos, ya mañana en la tarde todo terminará, después del almuerzo y de la firma legal cada uno se va a su país.

- De acuerdo.

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.

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Continuará...

Y hasta aquí por ahora. No es lo más largo que he escrito, pero así es la vida jeje.

bien pueda, díganme si le gustó o no con toda la sinceridad del alma, aprecio mucho cada comentario especialmente si siento que éstos me motivan a continuar con este proyecto y/o a mejorarme a mi misma en mis ideas o forma de escribir :* Nos vemooos!

(7 meses, una semana y media) Agosto